miércoles, 2 de diciembre de 2009


Capítulo 25. Quédate Con Los Pantalones Puestos


Edward POV

Estaba bastante seguro de que habían sido solo un par de horas las que habíamos estado durmiendo, pero cuando me desperté sentí como si un par de horas fuera todo lo que necesitaba. Miré al ángel que yacía en mis brazos, y me sentí en paz por primera vez en toda la semana.

No hubo forma de que fuera capaz de centrarme la semana pasada cuando había ido a sustituir a los otros médicos. Cuando trataban de explicarme cosas, mi mente volvía a Bella y las cosas que echaba de menos de ella. De más está decir que estaban bastante molestos por mi falta de atención. Me di cuenta de que no podía hacerlo. No tan pronto.

La agarré más fuerte asegurándome de que en realidad estaba allí, conmigo. Pero eso había causado que ella se revolviera. Incliné mi cabeza hacia abajo y le di un suave beso en la mejilla.

“Bien, todavía estás aquí.” Dijo con una risa. Mi única repuesta fue besarla otra vez.

“Lo siento por dejarte, en primer lugar.” Le dije con mi rostro cayendo un poco. Nunca debería haberla dejado para empezar.

“Estás conmigo ahora, y eso es todo lo que importa.” Dijo sentándose. “Me pregunto qué es lo que Alice ha planeado para tu primer día de vuelta.” Rió.

“¿Crees que me lo pondrá fácil?” pregunté.

Se rió de mí. “Probablemente no.” Dijo con una risita.

Gruñí con lo que solo escuché otra risa de Bella.

“Oh, ¿crees que es gracioso?” le pregunté. “Bien, vamos a ver si crees que esto es gracioso.” Le dije lanzándome a ella y comenzando a hacerle cosquillas en los lados de su estómago.

“Edward… por favor… para.” Gritó entre risas. “Por favor…”

“Hey, Edward, no creo que lo estés haciendo bien.” Dijo Emmett con una risa.

“Sí, no creo que esos sean los sonidos que supuestamente debería de hacer.” Añadió Jasper.

Cogí una almohada y se la tiré riéndonos mientras la cara de Bella estaba roja remolacha. No estaba seguro de si era por la vergüenza o por la falta de oxígeno de haberle hecho cosquillas.

“Hey, vosotros dos. Vestíos para el día.” Gorjeó Alice. Y con eso, todos abandonaron la habitación.

“Al parecer tiene algo planeado.” Rió Bella. Comencé a gatear hasta ella, pero soltó una risita y saltó fuera de la cama. Cogió algo de ropa para el día y fue al baño a cambiarse.

Una vez salió, hice lo mismo y bajamos las escaleras juntos.

“Vale, Alice. ¿Qué vamos a hacer?” le pregunté, sin sonar para nada entusiasmado.

“Oh, no estés tan deprimido”.

“Solamente no quiero hacer nada demasiado importante hoy. Quiero descansar un poco.” Le dije.

“Hmpf. Bien. Dejaremos lo importante para mañana. Entonces ¿qué, señor aburrido, le gustaría hacer hoy?” preguntó.

Me encogí de hombros. “Podríamos ir todos al parque.” Sugerí.

“¡Sí!” exclamó Emmett. “Tienen una pista de volei de playa allí con tierra, y podría ser divertido.”

“Por no hablar de los columpios.” Añadió Rose con una risita.

“Bien, entonces vamos a coger los trajes y nos vamos de una vez.” Dijo Jasper.

Solo un par de minutos más tarde todos nos dirigíamos al Jeep para meter las mochilas y una nevera con comida. Bella y yo decidimos llevar el Volvo para que pudiéramos tener un poco de privacidad.

El parque estaba solamente a un par de minutos, como todo lo demás, por lo que no nos tomó mucho tiempo llegar allí.

“Oh tío. Tenía la esperanza de que fuéramos los únicos aquí.” Dijo Emmett con una triste mirada en su rostro. Era un poco divertido lo alterado que se podía poner con tan poca cosa… “Y, hay un grupo de chicos jugando en la pista de voleibol. ¡JODER!”

Me volví a Bella a la que escuché soltar una risita detrás de mí con su arrebato. Ella tuvo que esconder su cabeza en mi espalda para amortiguar la risa.

“Emmett, está bien. Jugaremos más tarde.” Dijo Rose con una sonrisa mientras frotaba su espalda.

“Wow, hace calor aquí. Podríamos quitarnos la ropa ya.” Dijo Jasper. Tenía razón. Todavía no era ni medio día y ya estaba el sol con nosotros. Así que los chicos cogieron sus camisetas, al igual que las chicas, dejándoles solo con los pantalones y las partes de arriba de los bañadores.

Me había olvidado de la espectacular visión que era Bella en bañador. Su pálida piel prácticamente brillaba al lado del azul oscuro de la tela, haciendo su piel parecer suave y blanca, pidiéndome que la tocara.

Por desgracia, ella también había capturado la atención del grupo de chicos que estaban jugando al voleibol. Aparentemente, habían decidido parar su partido para venir y socializar, y algo me decía que en realidad no querían hablar conmigo, Emmett, o Jasper.


Bella POV

Apenas me había quitado la camiseta que cubría el bañador, cuando un grupo de chicos vinieron hacia mí, Rose y Alice.

“Así que, ¿venís aquí a menudo?” uno de ellos que tenía el pelo rubio y un bronceado de California preguntó. Rodé mis ojos y caminé hacia donde estaban Emmett, Jasper y Edward. Además, al lado de Rose y Alice, probablemente no buscarían ligar conmigo.

Sin embargo, el rubio decidió seguirme. “En serio. Nunca os hemos visto por aquí, y creedme, lo habríamos notado.” Me dijo.

“No, somos estudiantes universitarias. Y acabamos de llegar a casa por el verano.” Le informé.

“Oh, así que,” se inclinó un poco más hacia mí. “¿Quieres jugar conmigo?”

“¿Perdón?” preguntó Edward desde mi lado.

El chico rubio se enderezó y sostuvo la pelota. “Voleibol. ¿Quieres jugar?” me preguntó otra vez.

“Solo si quieres acabar con una conmoción.” Le dije honestamente.

Edward se rió de mí desde mi lado, mientras pasaba su brazo alrededor de mi cintura.

“Valdrá la pena. Vamos. Tus amigos pueden jugar también. “Será… divertido” dijo con un guiño.

Miré a un tío que ligaba con Rose, tratando de apartar un mechón de pelo lejos de sus ojos. Ella solamente lo abofeteó en la mano agresivamente, haciéndome sonreír. Parecía tan asqueada, era divertidísimo.

Mientras que otro tío estaba tratando de susurrar algo en el oído de Alice, la que le dio una patada en la espinilla.

“¿seis contra seis?” preguntó Emmett al rubio.

“Parece justo.” Respondió.

Escogí hablar ahora. “Umm, ¿qué os parece cinco contra cinco? Vosotros sabéis el tipo de catástrofes que causo cuando juego a los deportes.” Dije a los chicos.

“Bueno, eso es cierto.” Dijo Emmett con una risa.

“Gracias Em.” Dije sarcásticamente.

“Bien, podéis coger uno de nuestros chicos, yo la tomaré a ella.” Dijo el chico rubio. Él se inclinó más cerca de mí. “Por cierto, mi nombre es Ian.”

“Gracias, pero no.” Dijo Edward severamente, tirando de mí detrás de él.

Ian puso sus manos arriba en rendición. “Bien. Solo trataba de ser útil.” Dijo inocentemente.

“Podremos con vosotros incluso con Bella.” Dijo Jasper. Edward de inmediato le disparó una mala mirada. “Lo siento, Bells… no te ofendas.” Añadió.

Tuve que reír un poco. Quiero decir, claro que él me insultó, pero era la verdad. Probablemente terminaría hiriendo a mis compañeros de equipo en lugar de echar la pelota por encima de la red.

“Genial. Entonces empezamos en 15 minutos. Tomaos un tiempo para calentar.” Me dijo con otro guiño antes de irse con sus amigos.

“Vale, se que vosotros sois buenos y todo, pero ¿cómo esperáis ganar a un equipo de seis chicos… especialmente si estoy en vuestro equipo?” les pregunté.

Edward solo me besó en la cabeza. “No te preocupes, amor. Tenemos algo que ellos no tienen.”

“¿Y eso sería…?” pregunté.

“Chicas.” Dijo Emmett con una risa. “No hay mayor distracción. De hecho, desde que el rubito parece estar interesado en ti, tú en realidad eres una parte vital de nuestro equipo.”

Genial. Esto iba a ser un desastre.

“¿Necesitas algo de práctica antes de empezar?” susurró Edward en mi oído desde detrás de mí. Realmente no, pero la manera en que me susurró, haría cualquier cosa que me dijera. Asentí, sin ser capaz de hablar.

Cogió el balón que estaba en la pista y vino hacia mí. Me lo dio y vino a mi espalda. Presionó su pecho contra ella y deslizó sus manos por mis brazos. Inmediatamente mi corazón comenzó a latir más rápido.

“Oh sí, esto no está distrayendo para nada.” Dije sarcásticamente. Su única respuesta fue reírse en mi oído, haciendo aún más difícil concentrarme.

“Mantenlo así.” Dijo, sosteniendo mi mano izquierda con el balón. “Y contrae este brazo así.”, dijo suavemente mientras él acercaba sus manos a mi alrededor y tiraba de mi brazo hacia abajo y atrás. Lentamente se apartó de mí, dejando sus manos caer.

“Ahora, imagina que es la cabeza de Mike.” Dijo con una sonrisa, haciéndome reír con él.

Balanceé mi mano hacia atrás antes de lanzarla hacia arriba, mandándola por encima de la red. Me volví hacia Edward con la incredulidad escrita en la cara.

“Fue por encima.” Era todo lo que podía decir.

Se rió. “Sí, lo hizo. Ahora, intenta un objetivo. Tendrás que hacer que no vaya al fuera de juego”.

“Tal vez no mate a tantas personas como creía.” Dije con una risa.

Edward vino hacia mí y me levantó girándome una vez, antes de bajarme. “Esperemos que no.” Rió y entonces me besó. Mis manos automáticamente fueron a su pelo y él me sostuvo más cerca, apretando mi pecho contra su torso desnudo.

Pero paramos cuando escuchamos a alguien toser. Miramos y vimos a Ian y sus otros amigos mirándonos. Me sonrojé y oculté mi cabeza en Edward con una sonrisa. Él solo se rió. Tal vez sabía que Ian estaba allí mirando.

“Bien, podríais habernos dado otro par de minutos.” Dijo Edward con una petulante sonrisa en su rostro.

“Vamos a quitárnoslo de encima.” Dijo Ian, yendo al otro extremo de la pista mientras el resto de nuestro grupo se unía a nosotros. Una vez ellos estaban en el otro lado, Ian gritó de nuevo. “¿Qué tal si hacemos esto más interesante?”

Inmediatamente tuvo toda la atención de nuestros tres chicos. Ellos siempre eran mucho mejores y yo sabía que tomarían la oportunidad de humillar a esos chicos.

“Estamos escuchando.” Dijo Jasper curioso.

“Si ganamos, conseguimos pasar el resto del día con esas tres magníficas chicas.” Dijo Ian mirándome. Yo rodé mis ojos.

“¿Y si ganamos nosotros?” desafió Emmett. “No hay forma de que pasemos el día con otros tres tíos.”

“Lo que tú quieras.” Dijo Ian con una sonrisa confiada.

“Bien.” Habló Jasper. “Si ganamos, os dejaremos aquí sin ninguna ropa. Tenéis que ir a casa los cinco desnudos, y rendir culto a las mujeres que llevamos a casa con nosotros.”

“Trato hecho. Esto va a ser interesante.”

“¿Piedra papel o tijera para ver quien saca primero?” preguntó Edward. Ian asintió y se reunió con Edward en la red. Ian sacó piedra, pero Edward ganó con papel. Ian entregó la bola a Edward y éste caminó hasta la esquina derecha de la pista para sacar.

Me guiñó antes de lanzar el balón por encima de su cabeza, y haciendo su saque. El otro equipo la golpeó sin ningún problema dando la oportunidad a otro de sus chicos para marcar un tanto perfecto. Pero cuando la pelota flotó por encima del segundo chico, Rose se agachó, dándole una vista completa de su culo. El chico ya no estaba concentrado en el partido y simplemente la miraba hasta que la bola le dio directamente en la cabeza y golpeó la tierra.

“Tío. ¿Qué diablos?” gritó Ian al chico.

“Lo siento, pero ¿has visto eso? En serio, no puedes culparme.” Replicó el chico.

Alguien tiró la pelota de vuelta a Edward. “1-0” gritó antes de sacar otra vez. Esta vez, hicieron un golpe perfecto, juego, y el remate envió la bola disparada hacia la arena. Pero Jasper se tiró e hizo una parada, golpeándola apenas lo bastante alto para que Alice se la pasara a Emmett, quien la disparó hacia el otro lado con la fuerza de un gigante.

“2-0” gritó Edward antes de sacar otra vez. Esta vez, Ian no jugó por los alrededores y la golpeó de vuelta a nuestro lado. Desgraciadamente, la echó hacia mí. Fui a por la bola, y en vez de golpearla con ambas manos en el medio, la golpeé con el lado de mi brazo izquierdo, enviando el balón hacia la izquierda y fuera de los límites.

Después de que su equipo comenzara a sacar, el partido se puso realmente reñido. Decidí dejarles a los demás golpear el balón por mí. La única vez que necesité tocar el balón fue cuando saqué. Y gracias a dios solo tuve que hacerlo una vez.

Cuando el marcador estuvo 8-9 a su favor, decidimos tomar un descanso para comer. Era ya pasado el medio día y el sol estaba pegando fuerte, por lo que nadie se opuso al descanso.

Mientras comíamos, no podía evitar mirar el desnudo y sudoroso torso de Edward que tenía algo de tierra de un par de caídas que hizo para rematar el balón. El sudor no hacía nada más que mostrarme sus ya bien definidos abdominales y sus otros músculos. Eso me recordó un poco a lo sudorosos que estábamos después de nuestra larga noche cuando perdí la apuesta. Lo que me hizo pensar lo asombroso que sería tenerle haciéndome el amor en la playa.

“Sabes, no es educado quedarse mirando fijamente.” Me susurró.

Sentí mi cara comenzar a calentarse y la aparté de él. “Lo siento, solo estaba pensando en… algo.” Le dije mansamente.

Besó mi mandíbula y se movió hasta mi oído. “Oh ¿Y en qué estabas pensando?” preguntó.

“En nada.” Intenté jugar, pero mi rubor no me dejó.

“Vamos, Bella. Dime lo que estabas pensando.” Insistió. “¿Por favor?” ronroneó.

“Estaba pensando en ti y en mí en la playa.” Le dije.

“Oh. ¿Y qué estábamos haciendo?” preguntó otra vez.

“Todo lo que tú querías.” Dije y le besé rápidamente alejándome un poco para no tener que entrar en detalles.

Terminamos nuestra tardía comida y descansamos un poco, no teniendo ganas de correr y de saltar con los estómagos llenos. Lo que no importaba mucho en mi caso, ya que estaba solamente de pie en un lugar.

“Vale, ¿vamos a terminar esto?” preguntó Ian, acercándose a nosotros. “Quiero pasar algo de tiempo con Bella.” Dijo con un guiño. Dios, era escalofriante cuando guiñaba. Se le movía todo el lado derecho de su cara cuando lo hacía.

Estuvimos de acuerdo y fuimos hasta la pista. “Bien, ¿era al primero de 15, no?” preguntó Jasper a punto de tirar la bola.

Ian asintió y tomó su lugar en la pista.

El resto del partido pareció ir más rápido. Cada lado estaba jugando a tope y cada persona estaba haciendo su parte, no queriendo perder por su equipo. Yo incluso conseguí golpear la pelota con éxito dos veces, de lo que estaba bastante orgullosa.

Con el partido a 14-14, fue mi turno de sacar. Genial. Lo hice como me enseñó Edward y envié el balón volando por encima de la red, solo para tenerla de vuelta directamente hacia mí. Lo hice tan bien como pude, rezando que alguien viniera e hiciera algo con ello. Rose llegó al balón y se lo pasó a Emmett que lo remató directamente hacia Ian. Ian se tiró intentando no lastimarse por la fuerza que Emmett puso en la pelota y ésta golpeó en el suelo. 15-14 NOSOTROS GANAMOS. ¡Chupaos esa!

Todos nosotros comenzamos a gritar y a abrazarnos unos a otros, regodeándonos en nuestra victoria. Edward me levantó y me besó. Y Jasper y Emmett hicieron lo mismo con Alice y Rose. Finalmente me bajó y yo le quité la arena, riendo y dando besos de mariposa por todo su cuerpo donde no había arena.

Cuando acabé, los chicos nos tiraron sobre sus hombros y dieron una vuelta de victoria alrededor de la pista. Hey, nadie dijo que fuéramos humildes.

“Bueno chicos, la ropa.” Dijo Jasper, cortando la persecución. Ellos entregaron las camisetas que habían llevado al parque y se quedaron parados allí. “Los bañadores también.”

“Oh, vamos. ¿No podéis por lo menos hacer que las chicas se vayan?” pidió Ian. Jasper, Emmett y Edward se giraron hacia mí, Alice y Rose.

“No lo creo.” Dije con una sonrisa.

“Los bañadores. ¡AHORA!” dijo Edward. A regañadientes se quitaron sus bañadores y se los pasaron a nuestros chicos. Entonces estuvo perfectamente claro (en el caso de Ian por lo menos) por qué no quería que le viéramos. Tal vez era porque estaba acostumbrada al monstruo de Edward, pero la de Ian era muy pequeña. Y cuando digo pequeña, quiero decir microscópica.

No pude evitar la risa que vino a mi boca y me sujeté al instante la boca con las manos. Edward parecía estar satisfecho con mi reacción.

“Buen día caballeros.” Dijo Edward antes de arrojarme sobre sus hombros y llevarme hasta el Volvo. Metimos la nevera en el Jeep y nos fuimos rumbo a casa dejando a seis chicos desnudos.

“De verdad espero que no vengan niños aquí hoy.” Dije riéndome de camino a casa. “Estarían seriamente marcados de por vida.”

“¿Y tú cómo estás? ¿Estás marcada de por vida?” me preguntó Edward con una risa. Estábamos ahora aparcando fuera de la gran casa blanca y me desabroché el cinturón.

Me incliné sobre él y le susurré en el oído. “Estoy segura de que puedes hacerme olvidar el trauma.” Dije antes de besarle bajo su oreja.

Salimos del coche y fuimos a la casa.

“¡De lejos el mejor partido de voleibol que he ganado nunca!” dijo Jasper con una risa.

“Esa apuesta fue brillante.” Estuvo de acuerdo Alice. “Pero si alguna vez vuelves a apostar conmigo, te mataré.”

Rose le dio un manotazo a Emmett en la cabeza. “Sí, ¿y si hubiéramos perdido? Habría tenido que pasar el resto de la tarde con esos perdedores. Emmett, si alguna vez vuelves a hacer algo tan estúpido, te juro por dios, que no habrá sexo durante una semana.” Le gritó.

“Ganamos nosotros, ¿no?” respondió Emmett.

“Por poco.” Le recordé.

“Os habríamos tomado y llevado lejos antes de que os tocaran de todas formas.” Dijo Edward, envolviendo sus brazos a mi alrededor desde detrás y descansando su barbilla en mi hombro.

“bien, estáis perdonados. Pero sólo si hacéis la cena y limpiáis.” Les dije.

Estuvieron de acuerdo y se fueron a empezar. Decidimos que después de la cena haríamos otra maratón de películas, así que nosotras las chicas cogimos las películas mientras los chicos estaban en la cocina.

“Hey Bella, podrías no hablar sobre tíos buenos en las películas nunca más. Edward se puso realmente celoso la última vez.” Dijo Alice.

“No, no lo hizo” le respondí.

“En serio, lo hizo. En realidad fue divertido verle ponerse tan nervioso por eso.” Me dijo Rose.

“Bien, me comportaré.” Prometí.

Comimos pollo para la cena y los chicos limpiaron mientras nosotras cogimos unas almohadas y unas mantas para la noche. Reclamé el sofá para Edward y para mí, Rose y Emmett se pidieron el sofá de dos, dejando a Alice y Jasper con el suelo.

“Muy bien, vamos a ver. ¿Qué vemos primero?” preguntó Jasper con los chicos entrando en la habitación.

“Em… vamos a ver “Los elegidos” primero.” Dije. Estuvieron de acuerdo y Edward y yo nos sentamos en el sofá. Se sentó detrás de mi y mi espalda estaba apretada contra su pecho. Decidí que intentaría difícilmente no comentar nada sobre los dos tíos buenos irlandeses de la película.

Una vez que terminó la película, Alice decidió poner “Pearl Harbor” que realmente no me gustaba. Así que, en vez de verla, decidí prestar más atención a Edward.

Me giré a mirarle y le besé bajo su barbilla. Él sonrió y yo continué hasta que él inclinó su cabeza hacia abajo y nuestros labios se encontraron. Dejé a mi mano comenzar a vagar por su perfecto pecho y pronto me deslicé bajo su camisa para poder sentirle mejor.

Su mano hizo lo mismo y tuve que contener un gemido cuando comenzó a masajear mi pecho. Pero no pude aguantarlo, así que gemí en su boca, sintiéndole sonreír. Oh, él quería que yo me avergonzara. Bien, bien, dos podían jugar a este juego.

Moví mi mano de su pecho abajo a su entrepierna y comencé a masajearle a través de sus pantalones. Se petrificó por un momento, pero seguí moviendo mis manos, pronto soltó un gemido. Lo sentí ponerse más y más duro y decidí que debería parar de torturarle. Así que me volví para ver la televisión.

“Eso fue muy cruel.” Me susurró en el oído. Yo solo encogí mis hombros. Por el resto de la película, Edward me besó en la nuca y dejó vagar su mano por todo mi cuerpo mientras pretendía no darme cuenta… lo que fue increíblemente difícil.

Una vez que terminó la película, los otros nos miraron.

“¿Qué?” pregunté.

“Solamente id a su habitación y acabadlo.” Dijo Rose.

Edward comenzó a levantarse, en realidad preparado para ir a su habitación, pero le empujé hacia abajo. “No, queremos ver películas con vosotros.” Dije y me senté de nuevo después de decirle a Edward que se comportara.

La última película fue “Tienes un e-mail”. Y en realidad me gustaba mucho así que presté atención, y Edward se comportó bastante bien.

“Bien, deberíamos ir a la cama. Vamos a levantarnos temprano mañana para nuestro día “importante”.” Dijo Alice una vez terminó la película. “Y vosotros dos,” dijo señalándome a mí y a Edward, “nada de sexo esta noche. No quiero que estéis cansados para nuestro día lleno de diversión.”

“¿Qué vamos a hacer?” preguntó Emmett.

Alice puso una sonrisa radiante. “¡Vamos a ir a un parque temático!”

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bueeeeeno... siento mucho que Bella y las chicas tuvieran que pasar por una experiencia taaan traumatica, jejejeje... menos mal que en casa si tienen "mega paquete" mmmm yumi!!! jajajaja... pfff chicas lo siento!... me "dejé  llevar" o.O
anyway... cuidense mucho, suspiren más y...
Nos leemos en un tris!

Bellany G.
**I also have "mega pack" and I love him!**

1 Comment:

  1. Anónimo said...
    nena cullen: que lido estubo genial miar que hacer apuestas con las novias ya le vale pero me encanto muchos suspiros de chocolate para las dos precioas

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