martes, 6 de octubre de 2009

VENTANA AL AMOR


Capítulo Trece

Bella POV

No hay por que estar nerviosa, no hay por que estar nerviosa… me repetí en mi fuero interno por enésima vez. Pero no podía evitarlo. ¿Le gustaría mi trabajo? ¿O no?. Me fui hasta la editorial inmediatamente después de dejar a Susan en el colegio.

-Hola Jessica…- saludé a la secretaria.- ¿Edward ya esta aquí?...- le pregunté.

-Hola Bella… si, él esta en su oficina…- dijo como si estuviera suspirando a la vez que miraba la puerta como una boba.

-Ey Jess… ¿estas bien?...

-Eh... eh… si…

-Este, ¿puedes decirle a Edward que ya estoy aquí?…- le dije de manera lenta

-Si… claro…- dijo apretando el botón del citófono. – Señor Cullen…

-¿Si?...- respondió la voz aterciopelada de Edward. Jessica suprimió un suspiro, en ese momento entendí el porque de su comportamiento.

-La señorita Isabella ya esta aquí…

-Hágala pasar…

-Esta bien…- dijo colgando- puedes pasar Bella.

-Gracias…

Entre a la oficina lentamente, tal vez demasiado lento, abrí la puerta con cuidado.

-¿Edward?...

-Pasa Bella…- le escuche decir desde el escritorio.

No me había percatado de lo diferente que estaba la oficina, sin duda Esme y Alice habían hecho un gran trabajo. La oficina ahora era de un azul oscuro con el techo y las alfombras en tonos crema. Edward estaba sentado detrás de un gran escritorio de madera, me quede de pie junto a él.

-Siéntate Bella…- me dijo.

-Si…

-¿Cómo estas?...- me preguntó en un tono demasiado profesional.

-Bien… este... ¿para que querías que viniera?- solté.

-Bueno, soy tu nuevo editor… creo que deberíamos hablar de tus libros…- dijo como si fuera algo obvio.

Cierto Bella, que esperabas ¿una declaración amorosa?. Centrate Bella

-Ahh si…

-Además Rogers me acaba de mandar la copia editada de tu ultimo libro…

-¿Rogers? ¿Cómo esta?...

-Bien, dice que el clima de Madrid le ha sentado excelente… también te manda saludos…

-Me alegro…

-Ahora sobre tu libro…- ¡Demonios! Se puso serio… el libro era un asco de seguro…

-¿Qué pasa con el libro?...- su rostro seguía serio.

-… Felicidades… publicaran tu nuevo libro en unos meses…

-¿Te gusto?...- pregunté emocionada.

-A Rogers al parecer si, después de todo ese fue el ultimo trabajo que edito…- evadió mi pregunta.

-Pero, ¿a ti?...

-¿Importa?...- asentí.

-Si vamos a trabajar juntos… quiero saber tu opinión…

-Bueno la verdad, yo leí el libro ya editado… así que dudo que mi opinión sea valida…

-Ahh… ¿eso era todo lo que tenías para decirme?

-Eh… no… si…- Edward se estaba trabando con las palabras, aquello era extraño.

-¿Si o no?...

-Bueno, la verdad me preguntaba si ya tenías alguna idea en mente… me gustaría que comenzáramos a trabajar cuanto antes…

-La verdad es que si… pero aun no esta terminada…

-¿Podría verla?...

-¿Estas seguro?.- él asintió

-Bien…- dije pasándole un pendrive.- Aquí esta…

No sé por que se lo pase… esa historia aun no estaba completa… ¿para que quería que él la leyera?...tal vez ¿por que él podría mejorar su final?

-Si quieres me puedo ir… así te dejo leer tranquilo…- dije levantándome de mi asiento.

-No… espera… ¿Por qué no lo leemos juntos?

-¿No quieres leerlo solo?...- negó con la cabeza.

-Si tú estas aquí… lo voy a poder comprender más rápido.- dijo traspasándome con sus ojos verdes. Habría que estar ciega para decirle que no.

Y si, definitivamente mis padres debieron de ponerme como segundo nombre “torpe” en vez de Marie. Edward había acercado otra silla a su lado para que pudiera leer junto a él. ¿Había dicho que la decoración que Esme y Alice eligieron era maravillosa?. Olvídenlo, lo que era –en especial la alfombra- era letal, no se como pero conseguí enganchar mi zapato en la alfombra y tropezar con ella, cayendo en los brazos de Edward. ¿Cuántas veces tendría que pasar por una situación similar en la semana?, mejor dicho; ¿Cuántas veces sería mi corazón capaz de resistirlo?.

-Bella…- murmuró de manera suave, una de sus manos recorrió mi mejilla.

-Sr. Cullen… me preguntaba si querían algo…- dijo Jessica abriendo la puerta de golpe. Su rostro estaba perplejo, después de todo no me era difícil imaginarme lo embarazosa que debía verse la situación desde su perspectiva.-Ehh… este disculpen… no sabía que estaban “ocupados”…- me sonroje como nunca en mi vida. Ya podía ir imaginando la historia que Jessica había ideado en su mente, sin duda sería el mejor chisme del mes. ¡Trágame tierra!

-Eh… este…- dije intentando incorporarme.- Gracias…- ¿Qué más podía haberle dicho? Si no hubiera sido por él hubiera quedado estampada en el piso.

-…De… de nada…- dijo mirándome.

-Ehh… este…

-Será mejor que comencemos…

-Si…

Era una mala idea, una muy mala idea… estaba segura de que él lo había notado. Los personajes me eran en extremo familiares… pero él no dijo nada. Después de todo solo era otra de mis tantas fantasías, y tal vez esta era la más irreal de todas.

-¿Pretendes terminarlo?.- me preguntó una vez hubo acabado.

-¿No te gusto?...- pregunté.- Claro que no, lo sé lo sé… es un asco ¿cierto?.- él se rió, lo miré enarcando una ceja. No era gracioso que se burlara de mi desgracia.

-Tonta Bella…- dijo dedicándome una de sus deslumbrantes sonrisas.- Lo pregunté por que me pareció una muy buen historia…

-¿En serio?.- él asintió.

-Solo me molesta una cosa de la historia…

-¿Cuál?...

-El protagonista… acaso no puede ser más tonto… ¿Cómo no le dice a ella lo que siente de una buena vez?...

Ay, Edward… si supieras, si supieras…

-Eh… bueno… creo que esa es la idea… que la propia confusión de los protagonistas sea su mayor enemigo…

-Tienes razón…- concedió mirándome a los ojos.

-¿Qué hora es?...- pregunté rompiendo el contacto visual.

-La una menos un cuarto…

-¡¿La una menos un cuarto?!...- grité espantada.

-Si, ¿Pasa algo?

-Tengo que ir a recoger a Su… ¡adiós Edward!…- grité mientras salía de manera apurada.

Ni siquiera repare en Jessica que me preguntó algo, baje las escaleras corriendo – aun me sorprende el no haber caído- y llegue hasta el aparcadero subterráneo, corrí hasta mi carro. Puse la llave en el contacto y la gire, una vez, dos veces… ¿acaso este era una broma de mal gusto?... ¡¡no me podía estar pasando esto precisamente a mi!!

Sentí unos nudillos golpear el vidrio de mi auto.

-¿Edward?.- le pregunté bajando la ventanilla- ¿Pasa algo?...

-Si, se te quedo esto…- dijo tendiéndome mi pendrive.

-Gracias…

-De nada…- volví a intentar hacer andar el auto.- ¿Pasa algo?...

-Si, pasa que este estupido auto no quiere arrancar… y se esta haciendo tarde para recoger a Susan en el colegio… y…- dije de manera rápida al borde de un ataque de nervios.

-Calma… si quieres puedo llevarte...

-¿En serio?.- él asintió.

-Oh, gracias, gracias Edward…- dije bajando del carro.

Edward conducía como un loco, en una situación normal me habría escandalizado, pero estaba retrasada para recoger a Su, lo que significaba que estaba aun más retrasada para la “cita” con Alice, seguramente ella ya estaba esperándome junto con Rosalie y ambas estarían impacientes, en esos momentos temí por mi vida.

-¡Su!...- exclame en cuanto la vi.- Siento el retraso...

-No importa tía Bella… estaba jugando con Dan y Liz…

-Ok… ¿vamos?...

-Si…- comenzamos a avanzar pero Su se detuvo de pronto.

-¿Qué pasa corazón?

-Ese no es tu auto…

-No…- ella me miró extrañada.- digamos que tuve un percance con mi carro…

-¿Quién esta conduciendo?

-Él es Edward, Su… el hermano de tía Alice y tío Emmett…

-Ahh… me gusta… se ve simpático… ¿a ti te gusta tía?...- preguntó de manera inocente.

-¿Qué dices Su?...- dije- Vamos…

Subimos al carro, ahora Edward había reducido la velocidad, aunque hubiera deseado que condujera más rápido por dos razones; una, no quería que su hermana la futura “novia neurótica” me asesinara por retrazarme, y dos, las preguntas de Su se volvían cada vez más incomodas.

-¿Tienes novia?...- le preguntó. ¿desde cuando los niños preguntaban esas cosas?

-No…- le respondió Edward, al parecer a él no le incomodaban las “impertinentes” preguntas de mi sobrina.

-Mi tía Bella tampoco… ¿crees que mi tía Bella es linda?...

-Su…- la reprendí. Me estaba poniendo más roja que un tomate.

-Tranquila Bella… si, a mi me parece que tu tía es muy linda también…- le respondió, para ese entonces ya habíamos llegado a casa.

-Me agradas…- le dijo Su.

-Tú también…

Miré por afuera de la ventanilla, esperaba ver la figura furiosa de Alice alzándose contra mi para destrozarme con sus propias uñas, pero no había ni rastro ni de ella ni de Rose, ok, esto si que era extraño.

-¿Pasa algo Bella?.- me preguntó Edward al notar mi rostro confuso.

-Ehh… si, esperaba ver a Alice y Rose acá… teníamos que ir a ver los trajes para la boda…- en esos momentos mi celular comenzó a sonar.

-¡¿Dónde estas?!- escuché a Alice gritar desde la otra línea.

-Alice… hola…

-Bells, más te vale que tengas una buena excusa o si no…

-Perdón, Allie… es que estaba en la editorial con Edward- escuché un suspiro desde la otra línea-… y luego mi coche se averió y se me hizo tarde para recoger a Su…

-Entiendo… entiendo… ¿Dónde estas ahora?

-En casa…

-¿Crees que podrías venir a donde la modista?...es que necesito que te pruebes tu vestido… además creo que Rose tiene algo que decirnos…

-Ok…

-¿Qué sucede?.- me preguntó Edward.

-Era Alice… quiere que vaya a probarme el traje de dama de honor… será mejor qué vaya a llamar un taxi…

-¿Un taxi?...¿Para que?

-Para ir hasta allá antes de que ella me mate…

-Nada de eso, yo te llevo…

-En serio Edward ya te tomaste muchas molestias… no es necesario…

-En serio no hay problema… además así evito que Alice me “cite” otro día…

-Esta bien…

-¿Sabes donde es?...- yo asentí.

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pfffff!!! que estos dos de repente me desesperan un tris!!... pero bueno, habrá que esperar a que 'abran los ojos' en fin... me encantó Su y sus preguntas 'inocentes', será que si lo son o 'alguien' le pidió ayuda??? y ey!! esa alfombra tiene todo el sello Alice Cullen jajajaja...
teorías... que será lo que Rose tiene que decir???
vale, cuidense mucho, coman chocolates para la impaciencia, suspiren a granel y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Estar a tu lado es tocar el cielo de una**


Capítulo 20. Su Plan

† Edward POV

Permanecí en silencio, esperando en la oscuridad del armario de Bella. Alice se había quedado afuera de la casa. Se describió a sí misma como ‘mis ojos.’ En realidad, sabía que estaba para alivianar mis reacciones, para evitar que matara a Mike, como quería con desesperación. Podía verlo claramente ahora…no me tomaría trabajo. No tenía ni que ser lento. Podría arreglarlo con solo darle una vaga palmada en su nuca…solo una pequeña y rápida…

¡Edward! La mente de Alice sonaba dura y molesta. Ya te lo he dicho ¡Deja de pensar eso! Por mucho que me guste ver a Mike muerto en las visiones. Necesito estar al pendiente del futuro de Bella ¡Y estas interfiriendo!

Traté de calmarme, traté de bloquear los pensamientos de Mike. Me quedé duro cuando oí la puerta abrirse. -¿Edward?

No ahora, La voz de Alice invadió mi mente antes de que pudiera responderle a Bella. Mike tiene algo que decirle. Tiene que ver cuán serio se ha vuelto todo. Tiene que hablar con Mike.

La ventana se abrió y deseaba con todas mis fuerzas poder abrazarla cada vez que me llamaba. Sentí una ola de rabia rodearme cuando escuche la puerta abrirse y cerrarse. Mike.

-¡Edward!- La entusiasmada voz de Bella llenó mis oídos. Su grito ahogado me dijo todo lo que necesitaba saber.

-No,- La voz de Mike era oscura. No había razón para leer sus pensamientos. Iba a decir todo lo que estaba en su mente esta noche. Se preparaba para lastimarla con los enfermos planes que había trazado. -No, no soy Edward.

Mi nombre sonaba envenenado en su voz.

-Mike, Yo-- Susurró Bella, aterrorizada.

-Así que, por eso has estado ocupada,- Dijo Mike, aunque su voz no sonaba sorprendida. Ya lo sabía, -Bien, Bella, yo también he estado ocupado.

-¿Oc-ocupado? ¿A qué te refieres con ocupado?

-Estaba hablando con Charlie,- Por supuesto. Mike era más inteligente de lo que fue en la secundaria. Era inteligente para lastimar a otros. -Le conté todo sobre tú y Edward. Le conté que Edward había vuelto hace un par de días…que habías vuelto a casa llena de marcas.

Edward, no. Me advirtió Alice.

Mi cuerpo temblaba. ¿Cómo pudo? ¿Cómo se atrevió a decir tales cosas? Nunca lastimaría a Bella, jamás. No era la clase de cretino que él era. Mi manos temblaban mientras controlaba el deseo de saltarle encima a Mike y hacerlo trizas. Podíamos fingir un accidente, encontrar la forma. No podrían culpar a Bella y podríamos llevarnos a Allie y dejar este lugar para siempre.

-¡Tú!

-Le dije,- Mike interrumpió a mi amada y aterrorizada Bella, -Que te pedí que te alejaras de él. Le dije que tú me dijiste que aun amabas a Edward y que no ibas a dejarlo. Le dije que a ti no te importaba cuanto te lastimara…cuando lastimara a Allie.

Mis manos aun temblaban, mientras las alejé de las puertas del placard. Podía escuchar la voz desesperada de Alice en mi mente, pero ya comenzaban a perder sentido sus palabras.

-¡Edward jamás lastimaría a Allie!- La voz de Bella estaba cargada con una rabia que jamás antes había oído.

-Charlie lo cree,- Podía oír la risa en su voz, -Supuse que correrías a tu papito. Supuse que le mostrarías las marcas y le dirías que fui yo. Así que le dije que se lo esperara. Le dije que esa seria tu excusa. Porque harías…dirías…lo que fuera para proteger a Edward.

Brillante.

Mike era una persona horrible y cruel, pero no podía negar que en si era brillante. Aun en mi actual estado, a pesar del odio, podía verlo de esa forma. Había dado vuelta las cosas, lanzando todo sobre mí. Su próximo paso sería fácil, sin esfuerzo. Llamar a la trabajadora social, a quien tenía atada a su dedo, para que saque a Bella de la casa.

-¡El es mi padre!- Protestó Bella, su voz sonaba insegura ahora, -¡El va a creerme!

No lo hará. Pensó Alice tristemente.

-Puedes intentarlo,- Rió Mike, -Realmente odia a Edward. Creo que le he convencido bastante,- Por supuesto que tenía razón, Charlie estaba determinado a odiarme ¿Por qué no? Después de lo que había hecho… Escuché los pasos de Mike moverse sobre el piso de madera.

Mi mano voló hacia la puerta y Alice grito en mi cabeza. -Creo que le he asustado… porque hay una oportunidad de que si te cree, Edward lastime a Allie.

-¡El va a creerme!- Le gritó Bella, solo que esta vez no sonaba nada convencida de sus palabras.

-Y perderás a Allie,- Mike siguió, -Vete con Edward, Bella.- Su voz era violenta ahora, -¡Vete con él, Maldita perra! ¡Vete donde se te dé la gana, no podrás tener a Allie!

-¡Vas a lastimarla!

-OH, ella conocerá el dolor,- Los movimientos de Mike era calculadores. Le escuché acercarse otro paso hacia Bella y yo estaba fuera del placard. Silencioso. Miré con rabia mientras Mike le acariciaba la mejilla, -Mas que tú.

Bella se apartó bruscamente de su mano, -No me toques.

¡Edward! Gritó Alice, su voz aterrorizada, ¡Edward! Va a last--

No necesite más advertencia. Mike alzó su mano y dijo unas cuantas palabras que no comprendí. Mis manos volaron y tomaron su muñeca, apretándola con bronca.

-Mike,- Mi voz sonaba oscura, mortal, -Aléjate de ella ahora o vas a morir.
Sus ojos se achicaron y su corazón palpitaba locamente, -Como prefieras.

-¡Suéltame!- Gritó Mike, girándose furiosamente mientras trataba de enfrentarme. Le di una sarcástica sonrisa mientras apreté su muñeca y sentí un crack. Mike aulló adolorido y le solté, viéndole aovillarse en el suelo, -¡Mi mano! ¡Me rompiste la mano!

-Rompí tu muñeca, imbécil.- Murmuré, pasando sobre él para acercar a Bella a mis brazos. Estaba temblando como una hoja, con sus ojos fijos en mí.

Mike nos mirada, con sus ojos salvajes, -¿Por qué no te la llevas, entonces? ¡Llévatela y cárguense!

-¿Y Allie?- Pregunté enarcando una ceja.

-Nunca,- Lanzó Mike, levantándose del suelo. Gruñó adolorido. -No van a tener a Allie. Puedes llevarte a tu perra, pero--

-¿Perdón?- Cuestioné, pasando a Bella detrás de mi espalda de un suave y rápido movimiento. Podía sentir que le miraba a Mike por sobre mi hombro. Le miré con mis brazos cruzados sobre mi pecho. -Debí de haberte escuchado mal. ¿Cómo le dijiste?

-¡Es una perra!- Gritó Mike. Me sorprendió que tuviera el coraje. Por supuesto, no sabía del daño que era capaz de causarle. -Ha estado contigo todo el día, con Allie. No creas que no lo sepa.

-Creo que me confundes con otra persona,- Hablé, mi voz sonaba más oscura. Me adelanté un paso, encerrando su cuello con mi mano, -Con otra que no sería capaz de matarte. Vuelve a llamarla de esa forma y veras de lo que soy capaz de hacer.

-T-tu...- Tartamudeó Mike, su cuerpo temblaba bajo mi mano.

¡Edward! Alice gritó en mi cabeza. ¡Edward, no seas idiota! ¡No sabes lo que estás haciendo!

OH, sabía perfectamente lo que estaba haciendo.

-Edward,- Susurró Bella detrás de mí. Su cálida mano tocó mi hombro, -Edward, no.

Le solté ante su suplica, pero no me aparté. Su mano salió hacia su cuello, sosteniendo el lugar donde había estado mi mano, como si buscara algún daño. Entonces miró a Bella, -Le dije a Jessica que estabas con él.

Si tuviera sangre, se me habría helado ante sus palabras.

-Le dije lo mismo que a Charlie,- Sus labios estaban curvados en una expresión tan salvaje como la de sus ojos.

-¿Qué quieres decir?- Susurró Bella. No había puesto las cosas juntas en su mente.

-¿No te das cuenta del poder que tiene Jessica?- Mike se le rió. Sentí un fuerte deseo de terminar con aquel insecto, pero la mano de Bella en mi hombro me recordaba sus deseos, -Viene para acá ahora mismo, Bella.

-Q-Que...- Bella tartamudeó. Sus dedos se habían enfriado, su mano temblaba, -¿Qué?

-No me dejó terminar,- Mike me lanzó una mirada, tratando de esconder el miedo de sus ojos, -Jessica Viene a sacarte de la casa.

-¿Qué?- Gritó Bella, tratando de pasar sobre mí. Pasé un brazo alrededor de ella, deteniéndola. -¿Que quieres decir con sacarme de la casa?

-¿A qué te suena?- Gritó Mike fulminándola con la mirada, -Te llevaste a Allie de la casa, de la escuela ¡Sin decirme donde iban! La llevaste a verlo a él y por lo que el resto del mundo sabe ¡Te golpea! ¡Eres una madre incompetente!

-Y tú serás un padre incompetente cuando estés muerto,- Le advertí, adelantándome. Mike dio un paso hacia atrás, mirándome con miedo. -aunque no creo que puedas ser peor de lo que eres ahora.

-Eso no importa,- Trató de mantener su voz fuerte, pero el miedo aun era evidente, -Vienen a sacarla de la casa. No tendrá donde ir.

-Estará conmigo,- Le aseguré. Podía escuchar los sollozos de Bella a mis espaldas, me giré para abrazarla, tratando de reconfortarla.

-¡No por mucho!- Rió Mike, -Se la llevaran de la casa, y una vez que la corte sepa que está contigo, nunca tendrá la custodia de Allie.

Los sollozos de Bella salían desgarrando su cuerpo. Por mucho que quería matar a Mike por sus palabras, no iba a alejarme de su lado. Continué pasando mi mano suavemente por su espalda. Besé su cabello, susurrando lo que fuera para reconfortarla, -Bella, está bien. No sabe lo que dice. Hablaremos con Charlie, arreglaremos esto.

-¡Eso es lo que quisieras!- Gritó Mike. A través de su mente, vi sus pensamientos, quería golpearme. Creyó, por alguna extraña razón, de que solo porque me encontraba de espaldas iba a ser capaz de lastimarme.

Le permití que comprobase esa teoría.

Escuché su puño volando por el aire y casi le sentí golpearme en la espalda. Casi. Aunque si, escuche una serie de cracks cuando su mano se rompió en quien sabe cuántas piezas. Gritó en agonía, su cuerpo golpeándose contra el suelo. Me giré, viéndole retorcerse del dolor, -Eres un tonto, Mike. Y si crees que eso duele, créeme. Esto solo ha comenzado.

-Puedes ser más fuerte que yo,- Gritó Mike entre el dolor, -Pero eso no me va a detener de lastimarla.

-Mike, soy más fuerte que tu,- Asentí. Solté a Bella y me arrodillé, apretando mis dedos en torno a la mandíbula de Mike. Le forcé a mirarme a los ojos, deseando que pudiera romper su cráneo sin tener que arrepentirme luego. -También soy mucho más inteligente que tu. No voy a permitir que me apartes de Bella. La perdí una vez. No volveré a perderla.

Mike me miró con odio en sus ojos. Su respiración era entrecortada, saliendo violentamente de su pecho. Se llevó su mano hacia su pecho mientras se sentaba, con sus ojos fijos en la ventana. Una sonrisa retorcida apareció en sus labios cuando vio algo que pareció gustarle.

¡OH diablos! Grito Alice en mi mente. Edward ¡Sal de allí ahora! ¡Están aquí! Tienes que irte. Si no lo haces, lo tomaran como excusa para arrestarte por entrar a una propiedad privada.

La idea me dio igual. Sería demasiado fácil escaparme.

¿Entonces ese es tu plan? La voz de Alice era dura. ¿Quieres empeorar las cosas para Bella? Para ti no serán de otra forma. No les des una razón, o una oportunidad. Bella estará a salvo – él no la lastimara con la trabajadora social y la policía aquí. ¡Solo sal!

Miré en los ojos de Bella, desesperadamente escuchando la voz de Alice. Las sirenas sonaban en la calzada, las luces iluminaban la habitación con los colores. Rojo, azul. Rojo, azul. Bella soltó mi mano. -Edward, ve. Estaré bien. Encuéntrame cuando puedas.

¡Edward, AHORA!

Con una última mirada, me puse de pie y salí por la ventana. Ni bien toqué el suelo, corrí hacia el bosque.

Aun en la distancia, podía oír dos horribles palabras que Mike le dijo a Bella. Prácticamente pude sentir su dolor.

-Están aquí.

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... chic@s no se que comentar aquí... estoy como enojada (pero aún feliz por Acuerdo Perfecto) y con ganas de estrangular a cierto rubio por ahi... y tampoco quiero decir mucho pero bueno yo les dije que apenas era la entrada al infierno...
cuidense mucho, coman chocolates para aliviar el malestar, suspiren (pero no tan envenenados por fis!) y...
Nos leemos en un tris!!


Bellany G.
**Los días a tu lado han sido lo mejor de mi vida**

ACUERDO PERFECTO

Capítulo Final...


13. NUESTRO ACUERDO

Bella estrujaba la estupida toga, la ceremonia tenia minutos de haber terminado, había hablado con Edward por la mañana temprano y se despidió diciéndole que la vería con su titulo, como toda una Licenciada, pero no había rastros de el y sinceramente era lo que mas le dolía, a su alrededor todo el mundo se desvivía en felicitaciones, había padres por todas partes besando a sus hijos e hijas, amigas gritando y amigos chocando puños, se había preparado para que sus padres no estuvieran, pero el…

-Isa….felicidades, pero deberías alegrarte, que cara,… ¿Estas sola?-, Victoria siempre con sus comentarios, Bella estaba harta, era de esas personas que te muestran una cara y se ríen con la otra, rodeó los ojos, sin querer contestar.

-Sola… nunca-, susurró una voz a sus espaldas que Bella conocía muy bien, se giró lentamente y miró a Edward parado con un pantalón de vestir, una camisa abotonada y un saco casual, camino hasta ella y la atrajo hacia si por la cintura.

-Pensé que no vendrías-, murmuró ella y el negó sonriendo.

-Y perderme verte con ese birrete-, bromeó el mientras la acercaba mas y ella lo besaba envolviendo su cuello aun con el dichoso sombrero en la mano.

-Perdón… estaba aquí pero fui a checar que todo estuviera perfecto y…-, Bella le puso un dedo en los labios y negó.

-Estas aquí ahora… ¿Qué tenia que estar perfecto?-, el se rió y ella lo miró mas confundida.

-Lo averiguaras-, le susurró al oído y ella sonrío temblando ante la sensación.

-Hola Edward-, saludó Victoria mientras Bella era consiente que la mayoría ya había adivinado quien era la dichosa novia de Edward Cullen.

-Hola…-, dijo Edward no muy seguro de su nombre.

-Vicky-, dijo ella sonriendo mientras Bella rodaba los ojos.

-Ah…-fue todo lo que el dijo mientras miraba de nuevo a su novia, ignorando por completo a la pelirroja.

-Eres malo-, le susurró Bella al oído y el rió.

-No de verdad no me acordaba de su nombre-, se rió el a su oído y ella le besó tenuemente el cuello.

-¿Vienes conmigo?-, inquirió el y ella entrecerró los ojos.

-Lo estoy pensando… mi agenda esta llena-, bromeó y el le besó la nariz antes de tomarle la mano para caminar hacia… su sorpresa.

-Creo que ya todos supieron con quien sales Cullen-, le susurró de camino.

-No… ahora saben todos que eres mía-, le dijo abrazándola por detrás caminando a la par de sus pies mientras besaba su cuello haciendo de lado un poco su cabello suelto.

-Eres posesivo-, se burló Bella.

-Somos posesivos-, corrigió el y ella se rió.

-¿Tu mamá?-, preguntó Edward en tono bajo y ella camino mas despacio

-Tenia una presentación de ventas… esta en New York, no es my buena con la agenda-, murmuró Bella, quería restarle importancia pero ni ella ni Edward se engañaban, eso dolía, su padre ya le había dicho que no podría acompañarla, solo le había enviado un “gran cheque” de regalo, pero Renee había cancelado la noche anterior, disculpándose…

-Tonterías-, anunció Edward entre dientes mientras Bella lo abrazaba más fuerte, se pararon en tanto Edward la veía a los ojos.

-Jamás me voy a alejar de ti Bella… lo sabes verdad-, ella asintió con un nudo en la garganta, de no ser por el seguiría sola, sin nada.

-Si…-, contestó ella escondiendo su rostro en su pecho, los lentes le lastimaron pero no le importo quería estar cerca, sentir que el era real, que no se iría, con nadie mas se mostraría vulnerable, pero Edward, el era parte de ella, el levantó su rostro y la besó lentamente mientras la acariciaba por encima de la toga.

-Odio esta cosa-, murmuró y ella rió mientras volvían a caminar, Bella se paro en seco cuando miro la limosina a la que Edward se dirigía.

-¿Qué es esto Cullen?-, preguntó ella incrédula y con un nerviosismo difícil de explicar.

-Creo que le llaman Limosina…-anunció el sonreído y ella rodeó los ojos.

-Edward-, advirtió ella.

-Swan-, contestó el riendo.

-No te voy a morder… tal vez te secuestre unos días… no espera olvida lo de no morder-, bromeó y ella se sonrojó un poco, se acomodó los lentes y sonrió.

La ayudó a entrar al vehiculo y luego subió el, era sobria pero perfecta, Bella sonrió sin poder evitarlo mientras lo besaba tenuemente, el auto comenzó a moverse mientras ella veía por la ventana.

-¿A dónde vamos?-, preguntó Bella.

-A donde nos lleve el conductor-, respondió Edward en tono lento.

-Estas evadiendo-, gruñó ella.

-Estoy contestando tu pregunta-, rió el y ella también muy a su pesar.

-Ahora quítate esa cosa-, pidió Edward jalando la punta de la toga, ella rodeó los ojos pero no lo hizo...no precisamente, se sentó a horcadas sobre el lentamente y sonrió mientras Edward tragaba.

-Quítamela-, pidió y el sonrió.

-Eres mi perdición Swan-, dijo mientras acariciaba sus pantorrillas luego sus muslos importándole poco ya la toga.

-La “cosa”… recuerdas-, se burló Bella y el torció los ojos, se la sacó por la cabeza mientras dejaba a la vista un lindo vestido blando con cuello en V, cierre en la espalda y pequeños bordados, solo llevaba una bonita cadena y el anillo que el le había dado.

-Eres hermosa-, le susurró y ella sonrió.

-Me vas a decir a donde vamos-, murmuró ella besando su oreja deliberadamente.

-No-, respondió el con voz ronca.

-Ok…-, aceptó ella bajándose de su regazo, para sentarse a su lado.

-Manipuladora-, le susurró mordiendo tenuemente su cuello haciendo que Bella se mordiera el labio.

-Por mi aquí nos podemos quedar-, casi gimió ella mientras el seguía besando su cuello y acariciando su cintura atrayéndola algo mas hacia el.

-No mi amor… no aun-, le murmuró contra su piel.

Después de unos minutos de besos furtivos y tenues caricias, bajaron mientras Bella trataba de ubicarse, estaban en una zona lujosa a las afueras de la ciudad, se había estacionado afuera de un elegante y bello edificio, estaba empezando a atardecer, la ceremonia de graduación había sido por la tarde después de la comida, entraron mientras Bella miraba extrañada a Edward que sonrió y la llevo hacia el ascensor.

-¿Tienes un departamento aquí?-, preguntó ella y el negó.

-Ah ya veo solo vamos a subir y a bajar…. ¡Que divertido!-, exclamó Bella y Edward la acorraló lentamente a una esquina.

-Eres bastante desesperada-, murmuró contra sus labios, pero esta vez Bella no replicó, no hubo bromas, lo besó sin mas, con ímpetu, Edward tuvo que recordarse que aun tenia varias cosas con que sorprenderla, se separó con la respiración agitada y le subió un poco los lentes de forma juguetona.

-Aun no mi amor-, dijo el y ella rodeó los ojos, Bella tenia el estomago hecho nudos, sabia que el había preparado todo eso para ellos pero aun así, sentía como si algo fuera a cambiar… estaba feliz y muerta de miedo.

Llegaron al ultimo piso según indicaba el elevador y aun subieron las escaleras para llegar hasta la azotea, Edward la besó tenuemente en los labios antes de abrir la puerta, Bella jadeó al mirar, había pétalos blancos por todo el piso, una mesa pequeña delante de una sofá cama cubierto con cojines de seda, en la mesita había diferentes frutos, había foquitos iluminando tenuemente el atardecer y pequeñas velas por toda la orilla de la vista… esa que lo hacia todo demasiado irreal, las luces de la ciudad comenzaban a iluminar el paisaje convirtiéndolo en un hermoso mirador.

-Edward-, fue todo lo que ella pudo articular mientras el le besaba el hombro.

-Ven-, la incitó a caminar hasta llegar al sofá y sentarse en la orilla junto a ella.

-No tenias por que…-, comenzó ella pero Edward la calló con un beso tierno, lento solo sus alientos mezclándose.

-Yo elijo lo que tengo o no tengo que hacer Swan…-, le respondió en tono bajo

-Gracias-, murmuró ella contra sus labios y el sonrió, tomó una uva de unos de los platos de la mesita y se la dio en la boca, ella la tomó mientras dejaba que el sabor llegara su boca.

-No hagas eso… necesito hacer varias cosas antes de saborearte como tu a esa fruta-, le dijo el en tono ronco y ella soltó una risita nerviosa, mas sin embargo le dio otra uva y el tomó una.

Sirvió dos copas de vino blanco y le dio ahora una fresa y después la copa, el sabor de los alimentos combinados provocaban un explosión en sus papilas gustativas, la siguiente uva fue intercambiada por un beso del que Edward no pudo rehusarse jamás sin embargo se separó aun faltaba lo mas importante, para lo que era todo esto.

Se agacho lentamente hasta quedar arrodillado frente a ella, le quitó los zapatos lentamente y acaricio sus pies desnudos, haciendo que Bella se relajara y soltara otra risita.

-Me puedo acostumbrara a esto-, le bromeó y el rió antes de besar la punta de su dedo

-Hazlo-, dijo mientras pasaba su lengua tenuemente, Bella se revolvió pero apretó un cojín luchando por no atraerlo a su boca, tenia la sensación de que el quería decirle algo.

-Bella han sido los días mas felices de mi vida… llevas dos semanas en mi vida y no me imagino ni un segundo sin ti, sin saber que tarde o temprano estés así, junto a mi-, Edward recargó la cabeza en sus piernas mientras Bella acariciaba su cabellos enterrando sus manos en el.

-No voy a ir a ningún lado-, dijo ella con una sonrisa y el sonrió.

-Lo se mi amor… pero los acuerdos nos funcionan… así que yo hice el propio-, Bella frunció el ceño y Edward tomó de adentro de su saco una hoja doblada, se la dio a Bella que la tomó y desdobló, el acaricio lentamente sus piernas mientras ella comenzaba a leer, solo un segundo antes que el empezara a repetir lo mismo que decía la carta.

Isabella Marie Swan

Te ofrezco mi corazón, mi cuerpo y mi alma en un acuerdo por tiempo indefinido, hasta que solo la vida se haya ido y me impida amarte, ¿que te ofrezco? fácil… todo.

Te ofrezco hacerte enojar hablándote de perfección, y convencerte de que existe.

Nuestra casa tendrá un sótano, donde olvidaremos la lluvia, jamás volverás a sentirte sola mientras las gotas caigan.

Bella escuchaba a Edward mientras leía la carta su corazón latía con fuerza, pero se obligó a no hacer nada, quería sentir sus labios, quería abrazarlo y decirle cuanto lo amaba pero había mas líneas que leer y las escucharía bebiéndose cada palabra.

Jugaremos con lodo, con barro y con harina, cualquier cosa con la que pueda ensuciarte y luego limpiar lentamente, te ofrezco divertirte a mi lado y jugar futbol donde te gane y luego dejarte mirar partidos y películas de acción.

No voy a mentir me portare como idiota algunas veces y espero que me des un jalon de orejas y me digas que me equivoco, que me abraces cuando me comporte y cuando yo necesite protección.

Te ofrezco regalarte noches probándote, hacer que tus músculos duelan y que repitas mi nombre.

Bella sonrió al igual que Edward mientras ella le acariciaba tenuemente sus labios pero igualmente no dijo nada aun sus ojos estaban llorosos, pero el siguió.

Te aseguro que me pondré celoso de los rubios al igual que los morenos, no importa pues se que si me aceptas me prometes ser mía como yo ya te pertenezco.

Aunque te advierto jamás volverás a buscar esencia de vainilla sola…

Haremos el piloto de nuestro programa “El Chef al Desnudo”, cocinaré contigo y comeré en ti.

Te ofrezco empañar vidrios y mirar amaneceres juntos, trabajar para poder comprarte una tina donde pueda consentirte infinidad de veces y estudiar juntos... (No importa que ya no estemos en la Universidad).

Te amo y te lo ofrezco todo solo a cambio de una cosa.

¿Aceptas ser mi esposa?

Edward terminó con la voz ronca mientras Bella lo miraba con las lagrimas cayendo por sus rostro, se agachó para quedar hincada frente a el a su altura, se quitó los lentes, que eran inútiles con las lagrimas y que le impedían sentir como ella quería, como lo necesitaban.

-Si Edward… no deseo nada mas que ser tu esposa… nada-, le dijo entre sollozos mientras Edward reía, reía sin parar mientras la atraía y la besaba, con un solo contacto los dos jadearon, era con si su piel explotara ante el contacto.

-Tenemos un acuerdo-, murmuró el contra los labios de ella y ella rió con los ojos llorosos.

-Lo tenemos mi amor-, dijo ella antes de volver a besarlo, Edward tomó las dos copas de vino y le pasó un mientras brindaban silenciosamente.

-Te amo-, le dijo antes de quitarle la copa y atraerla hacia el en otro beso en el que se les estaba haciendo difícil controlarse, la noche caía cada vez mas oscura haciendo aquel lugar mas irreal.

Bella le quitó el saco y comenzó a desabrochar la camisa lentamente solo antes que se dieran cuenta donde estaban.

-No podemos hacer esto aquí…-, dijo en un hilo de voz mientras Edward la besaba nuevamente…

-No, a ti te gustan las bibliotecas-, bromeó y ella le sacó la lengua.

-No te preocupes amor… esto es nuestro hasta mañana-, le susurró el antes de besarla nuevamente, la jaló para que se sentara arriba de el, y comenzó a acariciar sus piernas y a subir su vestido, cuando Bella lograba quitarle por fin la estorbosa camisa.

Edward bajo el cierre del vestido lentamente mientras la miraba y ella acariciaba su cabello rozando su nariz con la suya, le quitó el vestido por la cabeza para dejarla solo con su ropa interior sin sostén, Edward casi jadeó al mirar, mientras ella sonreía algo apenada.

-Me encantas Swan… me encantas mi amor-, le susurró antes de llevarse un pezón a la boca y que Bella echara su cabeza hacia atrás mientras lo acercaba tanto como podía.

Volvió a besarlo inhalando su aliento y su sabor a menta mientras se levantaba y gateaba hasta el sofá, el la miró, cada movimiento, siguió su mirada y se levantó quitándose los pantalones, dejando solamente su boxer negros, caminó hasta ella pero Bella lo detuvo con un pie sentada en el sofá, su pie acarició el abdomen de el mientras Edward cerraba los ojos, el aire era calido algo frío y húmedo pero necesario entre el fuego de ambos, Bella se enderezó y le bajó el boxer lentamente y después se levantó para quedar hincada sobre el sofá, le besó el pecho mientras Edward acariciaba su cabello.

-Siéntate-, le pidió ella mientras el lo hacia, ella se levantó solo con sus bragas cubriéndola, Edward se sentía algo indefenso tan expuesto pero la mirada de ella lo ponía a mil, y se notaba.

-Cruza las piernas-, pidió ella y el lo hizo casi hipnotizado, ella se quitó la ultima prenda que la cubría y subió al sofá para sentarse arriba de el con sus piernas envueltas en su cuerpo, ambos jadearon cuando el encuentro estuvo completo, Edward la ayudó a envolver bien sus piernas alrededor de su cintura mientras ella se apoyaba con una mano en la piernas cruzadas de el.

-Bella…-, siseó el mientras ella lo besaba jadeante.

-Te amo Edward… te amo-, gimió mientras ella se movía al igual que el capturaba sus senos y luego su boca y su cuello, el aire les golpeaba enfriando el sudor de su cuerpo mientras seguían con su danza, Bella se movió ligeramente mientras Edward la ayudaba levantando sus caderas.

-Pronto serás mi esposa-, le susurró el jadeante mientras ella se apoya en el respaldo del sofá con los pies y se movía más.

-Pronto-, fue todo lo que pudo decir mientras soltaba un grito y se venia al igual que el, Edward besó el camino de su pecho a su boca y la besó casi sin aliento mientras ella lo abrazaba.

Edward se giró para dejarla sobre el sofá mientras el se levantaba solo para tomar otra fresa y coger una manta de ligera tela sedosa y envolverlos a ambos.

-Fresas-, preguntó Bella sonriendo y el asintió mojándose los labios y dándole la fruta.

-Fresas mi amor… mi fresa-, le dijo antes de volverla a besar.

Edward se quedó un rato mirando a Bella dormir entre sus brazos, con las estrellas como techo, la acurrucó más contra su pecho y beso su frente.

¿El mejor acuerdo es el que se apega estrictamente a las condiciones impuestas o el que da como resultado algo inesperado?

Edward no lo sabía pero estaba seguro que el acuerdo perfecto es el que traía consigo el amor…

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oooook... estoy llena de sentimientos encontrados...
estoy más que feliz por cumplir el primero de muchos sueños e infinidad de suspiros... tenemos nuestro primer bebé terminado y eso es algo que desde que toda esta locura comenzó era deseado y querido por mi nena y por mi...
y no puedo evitar que mis típicas lagrimitas malvadas salgan a la luz por que ha sido todo un placer haber compartido con ustedes cada lágrima, cada risa, cada sonrojo y cada tentación que este fic ha traido en todos y cada uno de nuestros corazones...


¡¡¡ CHIC@S MUCHISIMAS GRACIAS !!!

se que este es el primero de muchos más que compartiremos junt@s verdad...
del cap... bueno que les digo... el mejor final!!!! snif, snif, snif...
y bueno... ya que hay más actualizaciones en el día y poco tiempo... además saben que cuando me gana el corazón ya ni quien me pare y mmmm no me veo muy linda toda roja y lagrimienta... U_U

l@s quiero mil y recuerden que ustedes son mi aire de vida...
cuidense mucho, coman un rico chocolate para festejar y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Diego tu siempre serás mi acuerdo perfecto**

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