jueves, 1 de abril de 2010

VENTANA AL AMOR

Capítulo Treinta Y Uno


Edward POV

Ahora podía derrumbarme.

Ya no tenía que aparentar entereza. Bella permanecía dormida en su cama, su ahora pálido rostro casi se confundía con las blancas sabanas de su cama, blancas al igual que el resto de la habitación; lo cual me hacía sentir enfermo. En momentos como este odiaba los hospitales. Todos los sedantes que le habían administrado para intentar calmarla finalmente había surtido efecto, pero eso no evitaba que se retorciera entre sueños y murmurara llamando a nuestros hijos. Ahora no tenía que aparentar tranquilidad, no ahora que ella no podía ver como me caía a pedazos.

Quería llorar, gritar. Quería romper algo. Los minutos seguían pasando hasta convertirse en horas y no había noticias de mis hijos. Al menos sabía que mi hermana y mi sobrino estaban bien, mi padre me había llamado para contarme y preguntarme por Bella y los mellizos. Ellos no podían entrar por ahora, Bella no podía recibir visitas.

Estaba asustado. Temía por la salud de mis hijos, tan pequeños, indefensos. Toda esta preocupación no me había permitido disfrutar de que al fin, era padre. No. No podía permitirme estar contento. No hasta que supiera que mis pequeños iban a estar bien, que se iban a salvar.

Necesitaba saber. La incertidumbre estaba acabando con la poca cordura que me quedaba. Y llore, llore de rabia e impotencia al saber que no había nada que pudiera hacer. Por no poder ayudarlos. Por sentirme inútil. Me llevé las manos hasta la cabeza, enterrando mi rostro en ellas con fuerza, tenía deseos de gritar hasta más no poder, llorar; pero no. No servía de nada, el dolor no remitía, seguía allí torturándome.

Esto no podía estar pasando.

No podía ser verdad.

El destino no podía ser tan cruel con nosotros. Con mis hijos, dos criaturas inocentes, indefensas…

-¿Ed-Edward…?- preguntó Bella abriendo los parpados lentamente.

-Hola, mi vida…- le susurre tomando una de sus manos entre las mías, estaba helada.

-¿co-como están?

-No lo sé, amor. Aun no vienen a decir nada

-¿co-como que…no? ¿Edward?- la desesperación comenzó a hacer mella en su voz al igual que las lagrimas que comenzaron a caer de sus ojos- ¿d-donde están?- dijo intentando incorporarse

-¡Bella! ¡Bella! Cálmate, amor…- le dije intentando que se volviera a recostar- ¡Bella, por favor!

-¡quiero verlos!- agregó debatiéndose entre mis brazos

-¡calma, mi cielo!- le dije abrazándola con fuerza- calma,…calma…

Acaricie su rostro con manos ansiosas, ella recostó su cabeza en mi cuello, los sollozos la hacían estremecerse de manera cada vez más violenta por lo que comencé a acariciar su espalda de arriba abajo intentando calmarla, pero incluso yo me sentía destrozado, era demasiado.

Pero debía ser fuerte, debía ser fuerte por ella, por nuestros niños. No podía caer. No ahora. Perdí la noción del tiempo que estuvimos así abrazados, intentando sostenernos el uno al otro, consolarnos.

-Bella, corazón. Por que no te recuestas, tienes que descansar. Te acaban de operar…- negó con la cabeza- Bella…

-No quiero, Edward. Quiero ver a mis hijos, quiero saber como están- se llevo las manos a su vientre ahora completamente plano- los extraño mucho…

-Tranquila, amor- dije abrazándola nuevamente- todo va a ir bien, todo va a ir bien…- besé su frente con cuidado- ya lo veras, mi cielo…

Llamaron a la puerta de manera suave.

-Adelante…- dije una enfermera entro en la habitación

-Disculpen, venía a ver como se encontraba la paciente

-Si, claro…- dije levantándome y yendo hasta la ventana.

Ya era de noche, el cielo estaba completamente oscuro, no se alcanzaba a ver ninguna estrella, consulte la hora en mi reloj y con asombro descubrí que ya era pasada la medianoche, pero no estaba cansado, al menos no físicamente hablando.

-Usted sabe como están mis bebés…- preguntó Bella en cuanto la enfermera termino la revisión.

-Lo siento, pero yo no estoy a cargo de esa área, señorita- el rostro de Bella se entristeció aun más, me sentía tan inútil, no había nada que pudiera hacer- pero de seguro el medico encargado vendrá dentro de poco, no se preocupe…- añadió dándole unas palmaditas a su mano como gesto de apoyo.

-Estoy nerviosa, amor.- me dijo después de que la enfermera se retirara- ¿Por qué no nos dicen nada?, ¿acaso no saben lo angustiante que es?

-No lo…- me interrumpí al ver que llamaban a la puerta nuevamente.- pase…

-¡doctora!- exclamo Bella al ver quien estaba tras la puerta- ¿como están mis hijos? ¿bien? ¿Por qué no nos han dicho nada?- comenzó con un bombardeo de preguntas

-Cálmese señorita Swan

-¡pero ¿co…

-Ellos están bien. Habíamos tenido unos problemas con la niña que…

-¿Qué? ¿Qué le paso?- pregunté yo esta vez

-Nació con principios de asfixia, debido a lo complejo del parto; pero ya esta estable…- Bella dejo escapar un suspiro de alivio

-¿pue…podemos verlos?- preguntó esperanzada

-Por el momento no. Primeramente por que usted acaba de ser sometida a una cirugía, y debe guardar reposo, además…

-¡¡pero quiero verlos!!- protestó

-No es seguro para usted, y tampoco para los bebés

-¿Cómo que no es seguro para ellos?- inquirí yo esta vez. La mano de Bella que sostenía entre las mías se tensó.

-Ellos están estables. Pero, la situación de los mellizos no deja de ser delicada, apenas tienes poco más de 28 semanas de desarrollo, por lo que van a tener que permanecer en una incubadora por un tiempo

-¿Cuánto tiempo?

-Un mes como mínimo…

-Tanto…- susurró Bella

-Bueno, debo retirarme. Y ustedes deberían descansar, han estado sometidos a demasiada presión…

-Pero…mañana, los podremos ver ¿cierto?- pregunté

-Por supuesto. Buenas noches- añadió antes de retirarse

No pude dormir bien esa noche, más bien lo que quedaba de ella.

Primeramente el sofá que había junto a la cama de Bella no era lo más cómodo del mundo; pero era la mezcla de ansiedad y nerviosismo que sentía era la que no me permitía conciliar el sueño, sabría que mi Bella tampoco sería capaz de dormir si no fuera por los calmantes que le administraron.

Los mellizos estaban bien, pero por ahora. La incertidumbre de no saber que nos depararían las siguientes horas no era nada buena para mi mente. Me sentía agotado.

Los rayos de sol, procedentes de la ventana a mis espaldas me despertaron cuando parecía que había conseguido dormir hacía tan solo unos minutos. Restriñe mis ojos y me medio incorporé para ver como Bella también comenzaba a despertarse.

-hola, preciosa…- le susurre

-hola…- me respondió medio dormida aun- ¿dormiste bien?- no le paso desapercibida la mueca que realice- tomare eso como un no…



Bella POV

Estaba nerviosa mientras avanzábamos por los pasillos, Edward llevaba la silla de ruedas en la cual iba –en contra de mi propia voluntad- mientras seguía a la enfermera que nos llevaba hasta la zona de Neonatología. Por fin iba a ver a mis hijos, sentía que mi corazón latía con mayor fuerza.

-tranquila, amor…- me susurró Edward al oído al ver mi impaciencia.

Los pasillos se me hacían eternos, al final llegamos frente una puerta con un cartel que la identificaba como el área de Neonatología, estamos aquí. Nos dieron unas cuantas indicaciones, inclusos nos pasaron unas batas similares a las que Edward había utilizado el día anterior para el parto y mascarillas. Aquello solo lograba aumentar mi nerviosismo.

Entrelace mis dedos con los de mi amado en busca de apoyo, apoyo que sin duda encontré. Atravesamos las puertas de suave color aguamarina. Una de las enfermeras nos indicó donde estaban nuestros hijos.

Casi en mitad de la sala, en dos incubadoras dispuestas una al lado de la otra, estaban mis bebés. Se me estrujo el corazón al ver lo chiquitos que eran, pero allí estaban. Aferrándose a la vida minuto a minuto.

-ahora están mejor que ayer,- comentó la enfermera- son fuertes. Van a estar bien…- agrego antes de alejarse.

Edward y yo nos acercamos hacía donde estaban, su piel seguía un tanto enrojecida, pues ni siquiera había conseguido formarse a totalidad. Eran tan frágiles. Noté como las lágrimas comenzaban a opacar mi visión lentamente, y al momento me vi en medio del abrazo protector de Edward, oculte mi rostro en su pecho. No sabía por que lloraba, si era por tristeza o si era por felicidad.

Tenía una gran confusión de sentimientos en ese preciso instante. Edward alzo mi mentón con su mano y limpio las lagrimas que caían por mi rostro. Me dio un suave beso en los labios.

-todo va a ir bien.- me susurro. Solo fui capaz de asentir.

No era capaz de distinguir cual de los dos era el niño y cual era la niña, suponía que era el bebé más pequeño y él cual permanecía rodeado de más cables que su hermano, al rememorar las escenas del día anterior sentí una opresión en el pecho. Había estado tan cerca de perderla.

-son hermosos…

-si…tan chiquitos…

-pero todo va a ir bien, no te preocupes.

-Lo intentare, de verdad

-Ya somos padres…- comentó Edward

-Es verdad, se me hace tan irreal. No sé creo que no me voy a poder convencer hasta que los tenga entre mis brazos

-A mi me pasa igual…

Nos quedamos un rato más observándolos, los dos seguían durmiendo placidamente en sus incubadoras. Sentí un poco de alivio, ahora que podía verlos, pero como ya le había dicho a Edward, no me sentiría cien por ciento tranquila hasta no tenerlos entre mis brazos y saber que eran reales y no tan solo una ilusión.

-aun no hemos pensado en como se van a llamar…- me comentó Edward después de que habíamos permanecido en silencio contemplando a nuestros hijos por una cantidad inconmensurable de tiempo.

-Es verdad…¿alguna sugerencia?

-Esperaba que tú tuvieras alguna…nunca pensé que tuviéramos que decidirnos tan de pronto

-Si, yo tampoco lo había pensado.- me quede pensativa.

Había considerado que aun me quedaban unos meses para reflexionar sobre los nombres y eso, pero todo había sido tan sorpresivo, tan inesperado. Que no tenía nada planeado. Mire una de las incubadoras, al mirar a mis hijos con más detenimientos pude aislar sus casi imperceptibles diferencias, y es que la carita de la pequeña era más redondeada que la de su hermano, el prácticamente inexistente cabello, que más bien parecía una pelusita, en su cabeza de adivinaba más claro, casi cobrizo…

-tiene tu cabello- comenté sacando a Edward de sus pensamientos

-¿eh?- dijo levantando la cabeza un tanto sorprendido

-Mírala…- le indiqué- va a tener el mismo color de cabello que tú- Edward acercó su rostro para mirar más de cerca a la bebé.

-Tienes razón…- me concedió

-Creo que ya tengo un nombre…- comente

-¿ah, si?

-Si

-¿Cuál es?

-Elizabeth,- le respondí- además, empieza con E como el tuyo…- agregue con una sonrisa

-Me gusta…- dijo- Elizabeth Cullen…Y en cuanto a ti…- agregó rodeando la otra incubadora- ¿algún nombre que te guste en particular, Bella?

-No sé…- dije mirando con más detenimiento a mi otro hijo. Edward sonrió- ¿Qué sucede?

-Creo que alguien se despertó…- dijo indicándome la incubadora- mira…

Me acerque más para ver como mi pequeño abría sus grandes ojos, sé que era tonto de decir, pero estaba casi segura de que nos sostenía la mirada. Aun no se podía distinguir de qué color eran sus ojos. Sentí como la calidez se albergaba en mi pecho y sonreí de manera más notoria.

-Thomas…- susurró Edward de pronto.

-¿Qué? ¿Qué dijiste?...

-¿Qué te parece si lo llamamos Thomas? Era el nombre de mi abuelo…- dijo aun en susurros.

Yo sabía cuan importantes eran para Edward sus abuelos, y todo el aprecio que les había tenido en vida y aun ahora. No podía negarme. Además era un lindo nombre.

-me gusta…- le respondí buscando una de sus manos y entrelazándola a la mía.- es un lindo nombre…

-¿en serio?- me preguntó- ¿no quieres ponerle otro nombre?- negué

-No. Me gusta…- me dio un beso rápido- ¿y eso? ¿Por qué fue?

-Por nada,- me respondió- y por todo…

Estuvimos un rato más observando maravillados a nuestros hijos, si bien, aun no podía tenerlos entre mis brazos, el verlos ahí me había hecho sentir mejor, aunque el peligro aun no hubiera pasado.

Edward insistió en que tenía que seguir en reposo, pero no estaba tranquila, no me gustaban mucho los Hospitales, ahora menos que nunca. A media tarde por fin pude recibir visitas, todos estaban muy preocupados por mí y por los bebés pero después de asegurarles que todo se veía mejor de lo que parecía se calmaron. Incluso Alice a la cual le habían dado rápidamente el alta llegó hasta la habitación junto a Jasper que traía entre sus brazos al pequeño Matthew, no pude evitar el poco de envidia que sentí, pues yo aun no podía tomar a mis hijos así.

-¡¡ayy Bella, lo siento tanto!!- dijo Alice abrazándome fuertemente.- es todo mi culpa…

-Claro que no Allie- le respondí- la doctora me explico, y eso me hubiera pasado de todas formas, simplemente paso más rápido. Pero estaba predispuesta a que sucediera por ser primeriza, y más de mellizos

-Pero…¿no estas enfadada conmigo?

-Por supuesto que no

-¿y tú, Edward?- preguntó mirándolo con cautela

-Claro que no, nunca me podría enojar contigo hermanita, por más excéntrica que seas…

-¡¡ayy, gracias, estaba tan asustada!!- dijo abrazando ahora a su hermano.

-Mami…- preguntó Su acercándose a mi lado- ¿Cómo tan mis hermanitos?- me preguntó bajito

-Ellos están bien, corazón…- le respondí acariciando su cabello

-Y ¿los puedo ver?....- preguntó con ojos brillantes

-Aun no, cielo…ellos están muy chiquitos…

-Pero…- protestó con un mohín- …pude ver a mis primitos, y ¿por que no a mis hermanitos?

-Es que ellos son más chiquitos que Matt y que Lily, pero te prometo que en cuanto nos autoricen vas a verlos ¿de acuerdo?

-Bueno…- dijo aun cabizbaja

-Ven acá y dame un abrazo…- dije intentando animarla

-Y bueno,¿ya les pusieron nombre a mis sobrinos?- preguntó Emmett. Edward asintió

-Si. Se llaman Elizabeth y Thomas…

-Que lindos nombres- comentó Esme

A los pocos días salí del Hospital, aunque claro tuve que irme sola, los mellizos tenían que estar internados aun por un tiempo. Intente que esto no me afectara, pero era difícil. Alice había decidido conjugar la maternidad y su trabajo de decoradora de piezas de bebés y planeadora de bodas. Nunca entendía como no se cansaba, habíamos decidido mantener la fecha de la boda para así no agobiar a Alice.

Todos los días Edward y yo íbamos hasta el hospital para visitar a nuestros hijos, a las cuatro semanas de su nacimiento ya estaban mucho mejor, los habían desconectado de la mayor parte de los aparatos a los cuales habían estado conectados por tanto tiempo, pero aun seguían en sus incubadoras.

Esa fue la primera vez que Susan pudo ir a visitarlos. Estaba emocionada, dando saltitos muy similares a los de su tía Alice.

-hola…- saludo acercándose a las incubadoras y mirando con ojitos brillantes- yo soy su hermana mayor, Susan. Pero me pueden decir Su…

Edward y yo mirábamos la escena a la distancia, uno de sus brazos rodeaba mis hombros acercándome a él, se me habían puesto los ojos llorosos.

-buenas tardes- dijo la doctora Mackenzie, quien estaba a cargo de los mellizos

-buenas tardes

-que bueno que están aquí. Tengo que darles algunas noticias

-¿noticias? ¿Qué sucede?- Edward frotó mi brazo intentando calmarme

-Nada malo, descuide señorita Swan- suspire- quería informarles que el estado de sus hijos es excelente, mucho mejor del que esperaba, debido a lo pequeños que eran. Así que lo más probable es que de aquí a menos de dos semanas puedan llevarlos a su casa,

-¿en serio? Oh, eso…eso es maravilloso

-¿quieren cargarlos?

-¿Qué? ¿podemos?- ella asintió

-¿esta segura? Digo, ¿será seguro para los bebés?

-Si señor Cullen, si lo hacen con cuidado no hay ningún riesgo

Sentí que mi corazón latía con mayor fuerza, Edward me tomo de la mano y nos acercamos hasta las incubadoras. Su sonrisa era radiante. Se notaba que él tambien estaba sumamente feliz.

-¿es su hija?- nos preguntó la doctora al ver a Su que miraba con detenimiento a los bebés

-Si…- respondió Edward por mí, sorprendiéndome.

-Se parece mucho a ustedes. Es preciosa

Me quede sorprendida, ¿se parecía? ¿a los dos? Y solo atine a sonreír.

-Gracias…

-Su, ven acá…- la llamé

La doctora se acercó más a las incubadoras. Me sentí más nerviosa mientras ella tomaba entre sus brazos y con mucho cuidado a uno de los bebés, a Thomas, lo reconocí al ver su incipiente cabello castaño.

-será mejor que te sientes, cariño- me recomendó Edward. Así lo hice mientras el frotaba mis brazos, al darse cuenta de mi nerviosismo.

-¿Qué pasa?- preguntó Su, pero no alcanzamos a responderle.

La doctora Mackenzie camino hacía mi y con mucho cuidado me paso a mi pequeño hijo, lo acomode entre mis brazos intentando hacerlo de manera delicada y precavida, su cuerpecito era calido y suave, estaba completamente dormido. Acaricie una de sus mejillas, Edward y Susan se acercaron para verlo mejor. Me sentí dichosa, al fin tenía a uno de mis pequeños entre mis brazos.

Al fin todo parecía más real. Tangible.

Hubo algo que rompió la atmósfera de total silencio. Un llanto.

Las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos al comprobar de donde, o mejor dicho de quien, venía aquel leve gimoteo.

Elizabeth. Era la primera vez que la escuchaba llorar y por alguna razón desconocida –o tal vez no tanto- esto me emociono.

Edward se puso nervioso en cuanto vio a la doctora Mackenzie acercase hacia él con la pequeña en brazos, le sonreí a mi prometido infundiéndole ánimos, seguía nervioso. Primerizo, bueno ambos lo éramos, pero para Edward, era la primera vez que cargaba a un bebé. La misma doctora tuvo que enseñarle como acomodar los brazos de manera correcta antes de entregarle a Lizzie que no paraba de protestar al verse fuera de su incubadora. Pero entonces, en cuanto Edward la tuvo entre sus brazos, se quedo completamente callada. Ambos se quedaron en silencio mientras nuevas lágrimas inundaban mis ojos.

-maravilloso…- susurró Edward- esto es sorprendente. Hola, preciosa…- agregó dirigiéndose a la bebé.

-¿puedo verla?- preguntó su alzándose sobre la punta de sus pies en un intento por observarla, pero le era casi imposible debido a la altura de Edward.

-Claro, corazón…- le respondió Edward inclinándose cuidadosamente hasta que el rostro de la bebé fue visible para Su.

-Hola, Lizzie…- la saludo, la aludida centro su atención en Su.-¡me esta mirando! ¡me esta mirando!- agregó emocionada mirándonos a mi y a Edward de manera alternada. Asentí con una sonrisa.

Estuvimos un rato más así, compartiendo aquel remanso de calma y felicidad después de tanta incertidumbre y miedo. Lentamente veía las cosas más claras.

El día, bueno, en realidad uno de los días que tanto había esperado por fin había llegado y por fin podríamos traer a Lizzie y Thomas a casa. Estaban a punto de cumplir un mes y medio de vida y recién ahora, comenzaría a ser madre. Y es que Esme y mis amigas ya me habían advertido lo que esto significaba.

-biberones, llantos y cambios de pañales a medianoche…- me había dicho mi suegra, se me hacía raro pensar en Esme de esa manera a veces.

-¡¡muchos cambios de ropa!!- había comentado Alice. Aunque claro, esto a ella no le molestaba en lo más mínimo. El pequeño Matthew parecía su muñeco, gracias a Dios, Jasper era más sensato.

-Interrupciones de momentos íntimos…- había comentado Rosalie, como no, con una sonrisa- pero después de unos días…- había agregado- se regulariza el horario del sueño del bebé y todo se soluciona.

Ella nunca cambiaría.

Pero estaba deseosa de que aquello sucediera, estaba ansiosa de ser madre. No me importaría desvelarme, de eso estaba segura. Susan ya estaba de vacaciones de verano hasta Septiembre por lo que ella nos acompañaría hasta el hospital, mientras que el resto de la familia nos esperaría en casa.

-aquí tienes, Bella…- dijo Alice entregándome dos bolsos de bebé, uno rosa y otro celeste- ahí esta toda la ropita para los bebés y los pañales, bueno todo lo que vas a necesitar…

-¿conjuntos de bienvenida?- pregunté

-Exactamente. No creeras que iba a dejar que mis sobrinitos se vistieran con cualquier cosa ¿o si?...- rodé mis ojos

-¡¡estas loca!! ¿lo sabías?- le comenté divertida

-Ya vamos, se que igual me quieres así. Ya es hora…- me apremio

Llegamos hasta el hospital. Desde hacía una semana que los bebés se encontraban en los cuneros al no ser más necesaria la incubadora. Luego de haberlos cambiado con los conjuntos que su tía había comprado, y de haber escuchado atentamente las recomendaciones y cuidados que nos indico la doctora nos dirigimos hasta el coche de Edward. Él acomodo a nuestros hijos en sus sillitas en el asiento trasero del Volvo y me senté allí junto a ellos para no perderlos de vista.

-Susan, por favor siéntate bien. Es peligroso…- le pedí al ver como se volteaba nuevamente en el asiento de copiloto, haciendo que su cinturón de seguridad fuera a parar a cualquier lado.

-Perdón…- dijo sentándose debidamente.

No preste mucha atención al camino, la mayor parte del tiempo estaba pendiente de vigilar a Su o a Lizzie o a Tomy. Pero de pronto comencé a darme cuenta de que íbamos por el camino equivocado, las calles no eran las que llevaban a casa, ni tampoco a casa de los Cullen.

-¿Edward?…

-¿Si, Bella?

- Creo que te equivocaste, por aquí no se va a casa…

- Claro que si…- me respondió sin despegar la mirada del frente

- No, estoy segura de que no. ¿Vamos a otro lugar?

- Se podría decir…

- ¿Dónde?

- Ah, eso es una sorpresa…

- Edward- dije imitando enfado. Aunque en realidad sentía un poco- sabes que no me gustan las sorpresas

- Ah, pero esta de seguro te va a encantar…

Me enfuruñe en mi asiento, no me gustaban las sorpresas y él lo sabía.

- ¿alguna de mis sorpresas te ha decepcionado?- me preguntó mirándome por el retrovisor después de un rato de incomodo silencio. No conteste, solo me sonroje intensamente.- no, creo que no.- comentó para si.

Comencé a prestar mayor atención al paisaje una vez que los bebés se durmieron. Nos habíamos alejado del núcleo de la ciudad, el exterior me recordaba a como se veían los alrededores de la casa Cullen, rodeados de vegetación y con casas cada vez más distanciadas entre si. De pronto Edward doblo en una curva y quedo frente a la entrada de un bello condominio. Lo mire extrañada mientras él y Su compartían una sonrisa cómplice.

- ¿Qué me están ocultando?- no me respondieron. Y edward siguió avanzando.

A pesar de ser un condominio ninguna casa era exactamente igual a la otra, avanzamos un poco más hasta que finalmente Edward se detuvo en la entrada de autos de una de las casas.

La casa era preciosa, de dos plantas y color ladrillo. Tenía un amplio ventanal en lo que debía ser el living, el jardín estaba ornamentado con flores de diversos colores. No entendía nada. Edward ya estaba frente a mi puerta en cuanto me recupere de mi aturdimiento y estaba sacando a los bebés con cuidado de sus sillas.

- ¿Qué pasa, Edward? ¿a que vinimos acá?- cuestione

- Umm…venimos a visitar a alguien…- me respondió

- ¿a quien?

- Oh, ya lo veras…- dijo encaminándose hasta la puerta con la pequeña Lizzie en brazos.

- Tú me dirás de que va todo esto, ¿verdad, Su?- le pregunté mientras avanzábamos

- Nones, es un sorpresa.

- Su…- hizo un gesto con la mano como si tuviera la boca sellada.

Edward se detuvo frente a la puerta, pero contrario a lo que pensaba, saco un juego de llaves en vez de llamar. ¿Qué sucedía acá?

Entre aun sorprendida y sin comprender que sucedía. Entrar solo me confundió más.

En el salón completamente equipado y decorado con un gusto que reconocí de inmediato, estaba toda la familia. Había un cartel enorme que atravesaba la sala y en el cual se leía Bienvenidos, además de globos en tonos pasteles con frases como: es una niña, o es un niño.

- ¿Qué pasa?- pregunté volteándome hacia Edward

- Esta, mi vida, es nuestra nueva casa…

- ¿Qué? ¿es enserio?- él asintió- Edward…- susurré sintiendo como mis ojos se inundaban de lagrimas.- gra-gracias…- le dije antes de darle un beso corto en los labios, con mucho cuidado pues aun teníamos a los bebés en brazos.

- Ya, basta de tanto beso y déjenme ver a mis sobrinitos…- exclamo obviamente Emmett.

- ¡¡Emmett!!

***************************************


Suspiren y cuidense mucho...

nos leemos en un tris!

Bells G.

*I need you!*

Capítulo 30. Mi Héroe


Bella POV


-¡Bella!- oí gritar mi nombre en dos voces distintas, una era de Jake y la otra… la que tanto esperaba.

El viento helado que había enfriado mi cuerpo fue cediendo y un calor que empezó en mi corazón me llenó por completo.

Edward, busqué de inmediato su rostro, tenía que verlo para estar segura que era él ya que constantemente oía su voz en mi mente.

Bajó de un auto que nunca había visto antes, parecía asustado y cansado pero como siempre era la visión plena de perfección. No me miraba tenía los ojos clavados en James. Detrás de mi oír a Jake.

-No den un paso más o la pequeña Bellita muere- dijo James al ver a los recién llegados sacando un arma y apuntándole a mi prima en la cabeza.

- Suelta a Nessie- la voz de Jake se oía suplicante muy diferente al tono que usualmente usaba.

- Nessie, este mostrito hace honor a su nombre, he tenido que dormirla dos veces, es más fuerte que tu Eddie- miraba a Edward con odio marcado. –No te ofendas pequeña niña eres linda pero prefiero a la origina-le decía a su rehén mientras acaricia sus cabellos, ella aún parecía medio dormida y mareada, abría y cerraba los ojos y movía la cabeza en varias direcciones. –Avanza hacia mí Bella y con gusto dejaré ir a Nessie- dijo mirándome.

-Quédate donde estás Bella- ordenó Edward, me detuve después de haber dado un paso hacia delante.

- Ven a mi preciosa, todo lo que quiero es que vengas- James tenía una mirada penetrante y envolvente. Traté de moverme, no quería que le disparara a Ness.

- Bella por favor… él no la dejará ir, no te acerques mi amor- la voz dulce y suplicante de Edward eran caricias en li oído, quería correr y lanzarme a sus brazos, llenarlo de besos y decirle cuanto lo amaba.

- Si no vienes la mataré- amenazó el demente.

Miré a Edward con dolor él me devolvió la mirada desesperado. Con pasos cortos llegué al lado de James.

- Te tengo- dijo él tomándome de un brazo y soltó de su agarre a Nessie que cayó al suelo, lo miré a los ojos su desagradable rostro me atrajo hacia él, sus manos eran firmes me abrazó con la que tenía suelta. –Ahora si eres mía.

De pronto James gritó de dolor, me soltó y se volteó levantando a Nessie del suelo.

- En verdad eres un monstruo pequeña idiota- le dijo apuntándole, ella se soltó de él y retrocedió dos pasos.

- Por favor no- supliqué, él se volvió para mirarme, de reojo vi que alguien se abalanzaba sobre nosotros James se movió rápido, sentí que alguien tiraba de mí hacia atrás y me abrazaba. Los fuertes y suaves brazos de Edward me envolvían pero yo no podía voltear a verle mis ojos estaban fijos en lo que acontecía delante de mi. Jake y James forcejeaban con el arma en la mano.

- Maldito loco enfermo como te atreviste a tocarla- Jake parecía poseído por no sé que extraña fuerza.

- Te mataré maldito indio, Bella es mía.

- Nunca volverás a acercarte a Ness….

El fuerte ruido de un arma me dejó paralizada. Los dos cayeron al piso. Pero en una maniobra muy rápida e inesperada y en menos de un respiro James se puso de pie sin arma y con la cara retorcida de furia. Sentí que los brazos protectores me ponían detrás, me empujaban suavemente a seguir retrocediendo.

- Ahora si acabará contigo pequeño Eddie como debí haber hecho en el avión.

Jake yacía en el suelo, Nessie corrió a su lado sus manos lo tocaban buscando heridas, el salado de la sangre me llegó de inmediato, él estaba herido quise correr a su lado también pero entre mi y ellos estaban Edward y James a punto de lanzarse el uno contra el otro.

- Eres un cobarde, sino es con un arma no te atreves a enfrentarte-le increpó mi esposo.

- Eso lo veremos ahora, quiero a esa mujer y la tendré. Pero creo que primero debo dejarla viuda de verdad- amenazó el malhechor

Jame se lanzó contra Edward que con un rápido movimiento lo evitó y utilizó su fuerza para lanzarlo contra el piso. Ya lo había visto hacerle eso a Jake cuando se pelearon en La Push pero no había sido tan agresivo aquella vez.

James se levantó ágilmente y lo empujó contra la camioneta, oí el ruido sordo del golpe pero Edward se soltó y le dio dos puñetes en el rostro uno tras de otro y luego un increíble puntapié que sólo había visto en películas, de esos que requieren que el peleador dé una vuelta completa de 360 grados. James cayó al piso otra vez.

- Ella es mi vida maldito imbécil, no dejaré que vuelvas a ponerla en peligro.

Pero James que parecía ponerse de pie hizo un rápido movimiento y le barrió los pies a Edward que cayó sobre su espalda. Maldito psicópata traidor, aprovechó que Edward no lo atacaría mientras se levantaba porque era un caballero.

- No me importa que ella tenga algo tuyo dentro estúpido niño, me la voy a llevar igual.

La mirada de Edward rápidamente se posó en mi rostro y después en mi vientre, se veía confundido. James aprovecho ese segundo de descuido para patearle las costillas, vi el rostro contraído de mi amor, parecía haberle hecho mucho daño. No pude evitar seguir siendo espectadora, me lancé a la espalda del maldito y le hundí mis uñas en su rostro y en todos los lugares que encontrara descubiertos. Él de deshizo de mi y caí al piso.

- Pequeña fiera, pagarás por esto- me amenazó y se giró para tomarme, su rostro y cuello sangraban. No llegó hasta mí fue derribado hacia un lado, ambos cayeron al piso enfrascados en una pelea tan que no podía ver bien quien golpeaba a quien. Me levanté y corrí hacia donde Jake y Nessie estaban. Ella parecía no tener ni idea de toso lo que ocurría.

- Resiste mi amor, no te mueras por favor Jake- susurraba, se había quitado el suéter y lo había amarrado alrededor del hombro de Jake. A lo lejos oí sirenas, policía o ambulancia, miré al rededor, los vecinos también habían salido de sus casas y nos miraban horrorizados.

Me giré a ver a Edward quien estaba golpeando a James y lo tendía en el piso, parecía querer seguir golpeándolo y temí que lo matara y tuviera que ir a la cárcel. No quería que lo separaran de mi otra vez. Corrí hacia él y lo abracé por la cintura. Se calmó y me abrazó aun así estando a su espalda podía sentir sus manos recorriendo mis brazos.

Una ambulancia llegó de inmediato, seguida de un carro de la policía, los mismos que habían estado en casa y se habían marchado una hora antes.

Llegaron rápido y levantaron a James.

- Lo llevaremos al hospital para que lo revisen pero no lo descuidaremos ni un segundo- me dijo uno de ellos mientras el otro le ponía las esposas y lo levantaba.

Recién entonces Edward se volteó hacia mí y me abrazó, sentí que mis pies ya no tocaban el piso. Era tan cálido sentirlo nuevamente. Me puso en el suelo y mi miró profundamente.

- Que trataba de decirme… algo mío… dentro de…-su ojos se veían asustados y expectantes. Le sonreí ampliamente a pesar de todo lo ocurrido no podía evitar sentir esta alegría que me embargaba, por fin iba a decírselo.

- Estoy embarazada Edward. Vamos a tener un bebé.

Sus ojos se abrieron más de lo debido, pestañeó un par de veces y de pronto una gran sonrisa torcida marcó su rostro. Mi miró con mucha ternura. Y me besó con suavidad. No tenía idea lo mucho que había extrañado sus besos, eran como un bálsamo para todas mis penas, como agua fresca para alguien muriendo de sed. Nos separamos cuando oímos el ruido metálico de la puerta del carro de la policía al cerrarse.

- Jake- dije. Él pareció recordarlo, me tomó de una mano y me llevó hacia la ambulancia.

- No llore señorita, él estará bien, lo llevaremos para intervenirlo y retirarle la bala, la herida es en el hombro no morirá, hizo un buen trabajo evitándole la hemorragia. ¿Quiere subir y acompañarnos?- preguntaba un paramédico a Nessie, ella asintió y subió rápidamente al lado de Jake.

- Está bien- susurró Edward. –No me habría perdonado si hubiera sido algo peor, no por salvarte una vez más.

- Pero él venía a salvar a Nessie.

-¿Ah sí? Pensé que era a ti.- Me miró confundido.

- No, lo oí bien, estaba más cerca de mí. Él no quería que James volviera a acercarse a Nessie, no pudo decir su nombre por completo porque James le disparó,

- Bella- mi mamá llegó hasta mí. –Estás bien cariño, debemos llevarte al hospital, el médico dijo que no podías hacer movimientos bruscos, te caíste mi amor.

Edward me miró asustado. Me levantó en brazos.

- Amor te caíste, debemos llevarte al médico.

- Edward estoy bien, tengo tanto que decirte y quiero que me digas tantas cosas.

- Después de que te revise un buen médico, no quiero correr riesgos. Debemos estar seguros, no podemos arriesgar a nuestro hijo.

Se oía tan bien esas palabras en sus labios, nuestro hijo.

Me subió en el auto y manejó hacia el hospital, parecía moverse con dificultad.

- Edward tu tampoco estás muy bien, quiero que tu también veas al médico.

- Si amor, no hay problema, creo que necesito otras placas. Tenía dos costillas fracturadas, todavía estoy usando vendajes y me he llevado un buen golpe. No creo que sea tan grave pero pediré que me revisen.

- ¿Mi papá y Carlisle?- pregunté.

- Se quedaron en el camino. Tuvimos problemas para regresar cuando me encontraron, una tormenta cayó y no pudieron avisar al helicóptero de rescate. Casi nos congelamos. Llegamos al hospital de Port Ángeles hace dos días, nos atendieron de emergencia yo estaba malherido y hecho un témpano pero los cuidados de Charlie y Carlisle evitaron que fuera peor. Hoy nos dieron de alta al medio día, estaba al lado de tu padre cuando te llamo veníamos en un auto rentado pero la carretera estaba cerrada en un tramo. La verdad creo que tengo que ir a la policía después del hospital. Robé un auto.

- ¿Qué?- grité sobresaltada.

- Amor, casi me vuelvo loco, pensé que James te había secuestrado, como intentó la vez anterior, a decir verdad era lo único en lo que pensaba, antes de saltar del avión James dijo que vendría por ti. Cuando escuché a tu madre al teléfono salí del auto y corrí a través de la nieve, pasé la zona que estaba en mantenimiento y llegué al otro lado, donde alguien que iba en sentido contrario había dejado su auto con las llaves puestas. Sin pensar tomé su coche era muy rápido. Creo que llegué a 200 kilómetros por hora, que sensación mas fuerte- sonrió.

- Ahora eres un ladrón de autos, que ejemplo para nuestro bebé- dije quejándome, aunque no lo sentía lo más mínimo, me hacía feliz que haya hecho eso por estar conmigo.

- Y tu eras una gata fiera, espero no tener que enfrentar tu ira nunca, James va a tener la cara desfigurada para siempre- soltó una carcajada.

Llegamos al hospital, tendría que esperar un tiempo más para saber toda la historia con detalle. Mientras él y yo estuviéramos juntos podría esperar una vida entera.


********************************


No olviden suspirar y cuidarse mucho...
nos leemos en un tris!

Bells G.
*Ti amo!!**

Capítulo 27. Locura En El Parque Temático


Bella POV

Frente a mí había una pequeña laguna teñida de rojo con cuerpos arrastrándose a su alrededor. La vista me dio asco y escondí mi rostro en el cuerpo de Edward.

"¿A dónde primero?" Preguntó Jasper.

"Yo digo que vayamos a la Trampa de la Muerte primero. Siempre tiene una cola bastante larga." Respondió Rosalie.

Todos parecieron estar de acuerdo y de repente estuvimos caminando. Edward mantuvo un brazo alrededor de mi cintura conforme caminábamos por aquella pesadilla. Mientras caminábamos, vi a alguien vestido de negro, con sangre escurriendo por su todo cuerpo. Vi como se tropezaba con la gente, llorando y gritando.

"Ayúdenme. Están detrás de mí." Gritaba la mujer cubierta de sangre y con ropas rasgadas. Luego se alejó y eché una ojeada detrás de ella para ver tres hombres con maquillaje blanco y círculos negros alrededor de sus ojos comenzar a perseguirla.

Ella gritó y corrió más rápido, suplicando por que alguien la ayudara.

Si antes estaba asustada, ahora estaba horrorizada.

"Está bien. Es sólo parte del show." Me aseguró Edward mientras besaba mi cabeza.

"Di eso hasta que yo termine como esa mujer."

"Vale, supongo que la cola empieza aquí. Dice que es una hora y media de espera. No está tan mal." Dijo Emmett mientras entrábamos a la cola.

Y entonces miré la razón por la que estábamos en la cola. Era un mounstro de montaña rusa. Tenía dos curvas que podía ver y comenzaba con una caída súper empinada, como todo lo demás, estaba pintada de negro. Y se podía escuchar a la gente montada gritando cuando el carrito pasaba a toda velocidad.

"Oh, ni de coña." Dije, tratando de retroceder para salirme de la cola.

"Bella, está bien. No te preocupes, si yo no me he resbalado del arnés, entonces tampoco tú." Me consoló Alice.

De todas maneras traté de avanzar, pero Edward me estaba sosteniendo demasiado fuerte.

"Bien, hablemos de algo." Sugirió Jasper. "Porque honestamente, este lugar es espeluznante como un demonio y necesito una distracción."

"Vale, ¿dónde vamos a hacer el reto? Preguntó Rose.

"¿No debería ser una sorpresa?" Preguntó Edward. "Si le decimos a los otros no hay sorpresa. Yo digo que lo mantengamos en secreto hasta el final del día."

Todos estuvieron de acuerdo y luego se quedaron en silencio, excepto por la escalofriante música que tenían sonando mientras esperábamos en línea.

"Discúlpeme." Una persona que tenía una capucha puesta se giró y le dijo a Rose. "¿Podría abrir esta botella por mí?" Preguntó, alargándole una botella de Mountain Dew. (NT/ Según Yuliss, es como el Sprite pero más dulzón)

"Seguro." Dijo ella, tomándola.

"Gracias. Tengo problemas abriendo cosas con mi única mano." Dijo la persona. Y entonces sacó uno de sus brazos para revelar un muñón ensangrentado.

"AHHHH" Gritó Rosalie junto con Emmett y se abrazaron.

"Vale, eso fue un poco divertido." Le susurré a Edward con una carcajada. "No sabía que Emmett gritaba como una chica."

"Seh, nosotros descubrimos eso la última vez que estuvimos aquí." Me susurró de regreso.

El resto de la línea de espera no estuvo tan mal. Edward permaneció detrás de mí con sus brazos a mí alrededor y su mentón descansando sobre mi hombro. Siempre que sentía que me tensaba por los gritos en la montaña rusa, comenzaba a besar mi cuello y a susurrarme en el oído, haciéndome olvidar completamente de mis preocupaciones.

Al pasar un rato llegamos a los carritos y mi corazón estaba entrando en pánico. Rose, Emmett, Jasper y Alice estaban en una fila. Edward y yo fuimos a la fila de atrás. Dado que el carrito sentaba a cuatro y nosotros éramos seis, fuimos solos. Estábamos con dos chicos.

"¿Oye, estás bien?" Uno de ellos me preguntó mientras esperábamos nuestro turno.

"Seh, tú sabes, cagada del miedo." Dije con una risa nerviosa.

"No te preocupes." Me dijo el otro chico. "Ya hemos estado en esta atracción dos veces. Na'a va a pasar. Nunca dejaríamos que algo malo le pasara a alguien tan hermosa como tú."

Edward me apretó con más fuerza y yo estaba demasiado asustada para siquiera sonrojarme. Las mariposas en mi estómago se sentían como si fueran a desgarrar mi carne.

"No te preocupes. Te pondremos en el medio, ¿vale? Me tranquilizó Edward. Asentí y él besó mi mejilla.

"¿Son hermano y hermana?" Preguntó uno de los chicos, sonando esperanzado.

"Novio y novia, de hecho." Dije Edward ásperamente.

"Oh. Sólo estaba revisando mis oportunidades." Me dijo con una sonrisa.

"Bueno, mira. En estos momentos estoy bastante convencida de que voy a morir y realmente no quiero pasar los últimos minutos de mi vida siendo seducida. Sería una forma muy horrorosa de hacerlo. Entonces, si vas a seducir a alguien, hazlo con tu amigo." Dije, tratando de pasar mi miedo como rabia. Me sentí una pizca mal por mi sermón, pero NO estaba de humor para lidiar con gente justo ahora.

"Es luchadora. Me la pido." Le susurró el otro a su amigo. Le lancé una mirada rayada y él simplemente me parpadeó.

Nuestro carro llegó y Edward fue delante de mí para quedar al final. Yo me senté junto a él y los dos chicos nos siguieron. El harnés bajó desde encima de nosotros y yo lo cerré tan rápido como me dejó. De ninguna forma me iba a caer de esta cosa. Entonces, por supuesto, recordé el nombre de esta atracción. Trampa de la Muerte… ¡fantástico!

Los del staff pasaron y revisaron para asegurarse de que tuviéramos nuestros harneses bien apretados. Casi me lanzo sobre la chica que revisó el de Edward. Pensé que su mano se quedó allí más tiempo del necesario, pero pudo haber sido sólo mi imaginación.

"¿Están listos para la Trampa de la Muerte?" Uno de los miembros del staff gritó.

Hubo un coro de 'si's' pero creo que yo fui la única que gritó 'no'. Edward me miró por encima del arnés y sonrió. Estiró su mano y tomó la mía.

"Edward, te amo, pero necesito desesperamente mi mano para poder agarrarme hasta dejar mis dedos blancos." Él se rió de mí, besó mi mano y la soltó.

La vuelta empezó y lo primero que vi fue una cuesta gigante.

Click, click, click, click, click. Comenzamos ascender la primera caída grande. Traté lo más que pude de no mirar hacia abajo para ver lo alto que estábamos, pero no tardé en hacerlo y empecé a entrar en pánico.

"OH Dios mío, voy a morir." Repetí una y otra vez. Para empeorarlo, no tenía idea de cuanto tiempo faltaba hasta la caída porque estaba en el medio y los asientos delante de mí bloqueaban mi vista.

"Bella, estarás bien. Lo prometo." Me dijo Edward.

"Si, tómatelo suave, nenita." Me dijo el chico a mi izquierda. "Habrá terminado antes de que te enteres."

Y en el acto, escuché los gritos desde delante de nosotros antes de que siquiera pasáramos por la cima, por lo que supe que estaba ahí. Y entonces, mi estómago saltó hacia mi garganta mientras caíamos en picada hacia lo que estaba segura era mi muerte. Solté un grito de esos que te erizan la piel conforme caíamos por la bajada.

Y entonces se terminó y estábamos deslizándonos por el resto de la vuelta, llena de pequeñas caídas, curvas y sacacorchos. Y antes de que lo supiera, se había terminado.

El carro vino a una parada repentina y pude sentir los expectantes ojos de Edward sobre mí. Me giré hacia él con una sonrisa y él soltó un suspiro una vez vio mi expresión.

"¡Eso fue de locos!" Dije con felicidad. "Me encantó." Me reí.

"Ves, no estuvo tan mal, ¿o si? Ahora puedes compensarme por gritarme." El chico sentándose junto a mí se rió. Le lancé una mirada envenenada. Nos salimos del auto y corrí hacia el resto del grupo. Rose se veía aterrada pero Alice compartía mi misma excitación.

"¡Eso fue tan divertido! Hagámoslo de nuevo." Le grité.

Nos fuimos y montamos en un par más de atracciones. Una de las cuales se llamaba Delirium. Yo comencé a olvidar lo asombrosamente espeluznante que era el lugar y de verdad empecé a disfrutarlo.

Mientras estábamos en la línea para Dilirium, sentí como si estuviera volando, en la cima del mundo. Ya no estaba asustada de lo que pudiera aparecérseme. Simplemente seguía recordándome que no era real. Miestras estaba parada ahí, siendo minusiosamente entretenida por Edward besando mi cuello, la canción Mama de My Chemical Romance comenzó a sonar.

Vi a Alice comenzar a tatarear las palabras y a mover sus caderas. Yo comencé a realmente cantar y entonces ella también se me unió. Comenzamos a bailar en nuestros lugares. Un grupo de chicas al lado de nosotros comenzó a unirse y al rato toda la cola estaba cantando con nosotras.

"¡And when we go don't blame us! Yeah!" Canté a grito pelado mientras me trepaba sobre una de las barandas de la cola.

"We'll let the fire just bathe us! Yeah" Gritó Alice mientras se me unía sobre la baranda, viendo el resto de la larga cola cantar y bailar con nosotros.

En poco tiempo, todos nuestros amigos estaban sobre la baranda cantando y moviendo las caderas. Cuando la canción terminó, la cola exploto en aplausos y entonces comenzó a exclamar "otra, otra."

Yo me reí y miré a mis amigos, diciéndoles con mis ojos cual debería ser la siguiente canción. Todos me dijeron que si moviendo la cabeza

"Vale, ustedes lo quisieron, nosotros se lo damos." Grité mientras ellos estallaban de nuevo en aplausos. Los mandé a que hicieran silencio y sonreí cuando de verdad lo hicieron.

Miré a mi derecha para ver a Edward asentir y luego a mi izquierda para ver a los demás asentir también. Conté con mis dedos. 1…2…3… "Is this the real life? Is this just fantasy? Caught in a land slide, no escape from reality. Open your eyes, look up to the skies, and see." Cantamos todos en perfecta armonía. Aparentemente ellos decidieron que yo debería ser Freddy porque me dejaron cuando llegó el solo.

"I'm just a poor boy, I need no sympathy." Canté.

"Because I'm easy come, easy go. Little high, Little low." Cantaron ellos.

"Any way the wind blows doesn't really matter to me. To me." Me uní

La fila silbó ante nuestra elección de canción. Aparentmente Bohemian Rhapsody fue una buena elección.

Cuando llegamos al final donde la canción subía de velocidad, logramos que todos se volvieran a salir mientras la cola seguía moviéndose. Para cuando terminamos, la fila entera estaba cantando con nosotros.

"Nothing really matters, nothing really matters, to me. Any way the wind blows" Me estaba riendo tanto que al terminar cuando la fila se movió, Edward tuvo que alzarme y meterme en la cola.

Delirium fue aún más divertido que la Trampa de la Muerte, pero eso pudo haber sido porque ya no estaba tan asustada. Nos movían súper rápido y Edward incluso agarró mi mano y me hizo mantener el ritmo por mitad de la montada.

"Oh, oigan chicos. Antes de que nos separemos para completar el reto, ¿podríamos tomarnos una de esas fotos antiguas?" Preguntó Alice. "Ustedes saben, ¿las que son en blanco y negro?"

Todos aceptamos con agrado y aunque yo me estaba sintiendo mejor respecto al parque, en todo caso me mantuve cogida con fuerza del brazo de Edward mientras caminábamos. De ninguna manera iba a dejar que una de esas personas disfrazadas vninera y me asustara hasta la muerte.

"Hola, bienvenidos a Corrupted Costumes. ¿Les gustaría tomarse una fotografía?" Una empleada nos preguntó.

"SI, nos gustaría." Respondió Alice.

"Vale, ahora, ¿qué estilo les gustaría?" Preguntó ella, y no pasé por alto el hecho que estuviera mirando directamente a Edward.

"¿Qué ofrecen?" Preguntó Jasper.

"Hombres lobo, vampiros y fantasmas." Dijo la chica y luego volvió a mirar de una a Edward.

"Vampiros." Decidió Edward y todos estuvimos de acuerdo.

"Bien, vamos a conseguirles algo de ropa." La chica nos guió hacia hileras e hileras de percheros con disfrazes colgando de ellos.

"Hey, Blake, ¿te importaría darme una mano?" Llamó ella.

"Seguro, no hay problema". Dijo un chico corriendo hacia nosotros, él debía ser Blake. Él observó a cada uno hasta que finalmetne llegó a mí. "¿Y cuál es tu nombre?" Preguntó.

"Bella," dije vacilante, no sabiendo para qué querría saberlo.

"Un nombre tan hermoso para una hermosa chica. Tengo el disfraz perfecto para ti." Dijo él yendo hacia los percheros y sacando una pila de negro y largándomela.

La mujer también ayudó y largó disfraces.

"Tomate tu tiempo. Hay un grupo que va delante de ustedes por lo que de todos modos tendrán que esperar." Dijo la mujer antes de dejarnos en los vestidores.

"Vamos, Bella. Te ayudaré a ponerte eso. Se ve bastante enredado." Dijo Alice, jalándome dentro del vestidor.

Primero ayudé a Alice a ponerse el suyo. Era adorable. Era un vestido corto con púrpura y negro por todos lados. Se veía tan linda pero aún así sexy en él. Y le quedaba como un guante.

"Alice, ese disfraz se te ve fantástico." Le dije.

"Gracias. Ahora, vamos a meterte en esto." Dijo levantando mi traje. Fue la primera vez que realmene vi lo que iba a usar.

"Oh no. No puedo usar eso." Le dije. "¡De ninguna manera!"

"¿Bella? ¿Pasa algo malo?" Pude escuchar a Edward llamar desde afuera de la cortina.

"Si." Le dije. "No voy a usar eso."

"¿Por qué no?" Preguntó él.

"Es demsaido revelador." Le grité-respondí.

"Callate, Bella. Definitivamente lo vas a usar." Dijo Alice con autoridad.

"Estoy seguro que sólo estás exagerando." Me dijo Edward.

Tomé el disfraz y comencé a desvestirme. "No puedo creer que me estén haciendo hacer esto," mascullé mientras me quitaba la ropa.

Después de unos 5 o 7 minutos, por fin tenía puesta toda la cosa… no que hubiera mucho. Me miré en el espejo y mi boca cayó abierta.

"No. Lo siento, pero no solo no voy a usar esto, no voy a tener evidencia fotográfica de que ALGUNA vez usé esto. De ninguna manera." Me quejé en voz alta para que Edward y Jasper pudieran escucharme también.

Era un top de un traje de baño negro y en cuero, mostrando mi estómago desnudo. Había dos tiras de cuero muy delgadas que se cruzaban bajo mi torso desnudo hasta que finalmetne se enganchaban en la parte de atrás de unos muy diminutos y apretados cacheteros de cuero. No podía ni siquiera llamarlos shorts. Seamos honestos, era ropa interior. Bajo los shorts, había unas medias de red que bajaban por mis piernas, las cuales estaban cubiertas por unas botas hasta la rodilla.

"Alice, esto no es un vampiro. ¡Esto es dominatrix! ¿Qué me hace ver como un vampiro?" Le pregunté.

"Hay una capa." Dijo mientras sostenía una capa larga.

"Oh, bueno." Dije sarcásticamente, no obstante me puse la capa. Al menos podría mantenerla envuelta a mi alrededor… tal vez hiciera eso para la foto. La enrrollé bien apretada alrededor de mi cuerpo y salí.

"¿Dónde están Emmett y Rosalie?" Pregunté, notando que sólo Jasper y Edward estaban parados fuera de nuestro vestidor.

Noté que todo lo que Edward llevaba puesto era una par de pantalones negros de cuero y una camisa suelta de mangas largas, la cual tenía una rasgadura desde el cuello, bajando hacia donde la tenía metida en sus pantalones. Podía ver sus formados pectorales a la perfección. Se veía más que sexy.

"Hey chicos." Emmett dio la vuelta de una esquina saliendo de otro vestidor, arreglando su camisa. Rose salió tropezando detrás de él, riéndose y arreglando su largo, ajustado y esterotípico vestido de vampiro.

"¿Qué estaban haciendo?" Preguntó Alice con una sonrisa de complicidad.

"Sólo digamos que nuestra parte de la apuesta está terminada." Dijo Rose con una sonrisa.

"Bueno, eso no es juto. ¿Cómo es que ella puede estar completamente vestida?" Pregunté, quejándome un poco.

Rose simplemente se encogió de hombros. "Es lo que me dieron."

"Oye, ¿qué tienes ahí debajo?" Preguntó Jasper.

"Nada." Le lancé una mirada envenenada.

"Bueno, entones probablemente deberías mantener esa capa puesta." Bromeó Emmett.

"No, en serio. ¿Qué tienes puesto?" Preguntó Rose.

"Podría no ser nada, pero está lo bastante cerca." Les advertí.

"Oh, vamos Bella. Tu puedes vernos a todos." Dijo Edward.

"Si." Me reí sin humor. "¡Pero ustedes no están usando ESTO!" Dije mientras abría la capa para que pudieran ver de lo que había estado hablando.

Todas las quijadas quedaron abiertas, excepto por la de Alice.

"Bella…" fue todo lo que Rose pudo decir.

"Lo se." Dije secamente. "Es más que mostrón. Me veo como una prostituta."

"Whoa." Dijo Emmett finalmente.

"Yeah." Aceptó Jasper.

Edward permaneció en silencio.

"Oigan, ¿cómo están los trajes?" Preguntó Blake, viniendo a llevarnos. Él se detuvo y me miró. "Tal vez deberíamos tomar un par de ti sola." Dijo mirándome. Ew… escalofirante.

Instantaneamente me volví a cubrír con la capa.

"¿Están listos? Siganme por aquí." Dijo mientras comenzaba a caminar hacia otra parte del pequeño edificio.

Antes que me pudiera mover. Sentí a Edward tomar mi muñeca y girarme hacia él. "Eso se te ve increíble." Susurró en mi oído. "Estoy tentado a preguntar si me lo venden." Ronroneó antes de besar mi cuello, haciéndome temblar. Quizás el disfraz no estaba tan mal.

Alcanzamos a los otros. El fondo era un viejo sofá con telarañas falsas encima y una vieja lámpara. Muy a lo mansión de la Familia Adams.

Blake nos ubicó a cada uno. Hizo que Emmett se parara detrás del sofá, con Rosalie a su lado. Ella estaba un poco al lado del sofá por lo que podías ver su vestido. Jasper también estaba detrás del sofá y Alice estaba junto a él. Su pierna estaba colgando sobre la parte baja del reslpaldar del sofá, haciéndola ver como una sexy tentación.

"Ahora tú." Dijo Blake apuntándome. "Quiero que te sientes sobre la esquina del sofá." Hice como dijo. "Ahora, deja que tu pierna cuelgue y pon tu derecha sobre el sofa. Si, de modo que estés casi acostándote en él." Hice como me mandó, sintiéndome increíblemente tímida sobre la muy notoria pose sexual en la que estaba…. Sin mencionar lo que estaba usando.

Él hizo que Edward se sentara en el piso frente a mí y yo dejé caer mi brazo sobre su pecho, mientras él me miraba. Desafortunadametne, él no me estaba cubriendo mucho.

En un flash, Blake había terminado de tomar las fotos después de que hicimos multiples caras. Dos fotos normales de nosotros siguiendo el personaje. Una con una mueca chistosa. Una para hacer lo que quisiéramos (yo puse la capa sobre mi casi desnudo cuerpo e hice una cara triste), y finalmente una donde se suponía que besáramos a nuestra pareja. Para esa, Edward de verdad se subió a gatas al sofá y estuvo sobre mí mientras la tomaron. Y si que me besó. Su lengua estaba en mi boca y su mano izquierda estaba recostada sobre mi seno derecho (espero que la cámara captara ese detalle).

"Hey chicos. Pueden parar. Tomaron la foto." Dijo Emmett.

Nosotros simplemente lo ignoramos y seguimos.

"Hombre, si ustedes lo hacen justo aquí, ganan totalmente la apuesta." Dijo Jasper con una carcajada. Bueno, eso me sacó de ahí.

Con cuidado empujé el pecho de Edward y él se levantó de mí.

"Bueno, entonces vamos a cambiarnos." Chilló Alice. Edward comenzó a llevarme hacia su vestuario cuando fuimos detenidos por Emmett.

"Lo siento, hermano. Pero nosotros ya hicimos el del vestidor. Si quieres ganar, tienes que encontrar un lugar diferente para hacer la cosa" Dijo Emmett con una sonrisa de suficiencia.

"No es justo. El vestidor era mi fantasía." Hice un puchero. Entonces me di cuenta que había dicho eso en voz alta y me sonrojé a más no poder.

"¿Oh, en serio?" Preguntó Edward con una ceja levantada y una pequeña sonrisa sobre su rostro.

Mi cara se puso aún más caliente. "Bueno, más o menos es por eso que si ganaba te haría ir de compras conmigo y Alice. Bueno, eso y que ella me asusta un poco alrededor de ropa."

"Vamos, Bella. Tu ropa está en este vestidor." Dijo Alice, alejándome de Edward y jalándome hacia el vestidor.

Después de que Alice se quitó su traje, vino a ayudarme. No había forma en que yo fuera capaz de salirme de esa cosa por mi cuenta. Sin embargo, ella finalmente me liberó y pude volver a ponerme mi falda y mi camisa.

"No puedo creer que me hayas hecho usar una falda. Cada vez que monto en algo temo que se levante. Me tengo que sentar sobre el material que sobra para asegurarme que no se me venga encima." Me quejé.

"Oh, Bella. No ves, te hice un favor enorme. Una falda llama a rápido acceso." Dijo con un guiño. Pensé en ello, y supongo que si quería ganar, tendía que aguantarlo.

Salimos de los vestidores y no acercamos a donde podíamos ver que fotos queríamos comprar. Las miramos todas y decidimos que cada uno compraría una copia diferente y luego simplemente las copiaríamos en casa.

Cuando me di la vuelta de la pantalla. Vi a Edward sosteniendo una bolsa plástica. "¿Qué es eso?" Pregunté con curiosidad.

Él se encogió de hombros. "Sólo algo para mí." Dijo despreocupadamente.

Le quité la bolsa y miré dentro para ver una pila de negro. Saqué un top de bikini en cuero, lo miré y le levanté una ceja a Edward.

"¿Para ti?" Pregunté con escepticismo.

"Bueno, para ti para que lo uses para mi. Te dije que vería si ellos me dejaban comprarlo." Dijo inocentemente. Yo simplemente rodé mis ojos.

"Sabes, nunca seré capaz de ponerme o quirtarme esa cosa sin ayuda." Le informé. "Alice tuvo que ayudarme en ambas ocasiones."

Él se inclinó un poco más cerca de mí. "Oh, no creo que tenga problemas ayudándote a quitártelo." Se rió entre dientes.

"Vale, entonces vamos a dividirnos un rato para ustedes saben, terminar la competición." Dijo Jasper con una sonrisa maldadosa.

"Nos volveremos a encontrar aquí en oh, ¿digamos tres horas?" Sugrió Edward.

"Seguro." Rió Alice.

"Suena bien. Aunque, buena suerte chicos. Nosotros pudimos encontrar un lugar público seguro Y no asustamos a ningún niño de por vida." Rió Emmett.

"Por favor, tengan cuidado. Por los niños." Dijo Rosalie fingiendo preocupación.

"Tres horas. Vamos a ganar esta apuesta." Dije, tomándo la mano de Edward y caminando fuera de la tienda.


***********************************


Cuidense y no olviden suspirar...
Nos leemos en un tris!
Bells G.
* Ti extlaño...*

NO DESEARÁS

Capítulo Final

EPÍLOGO


6 años después...


Noah POV

Tenia mucho sueño, hoy no me hubiera levantado de la cama, la verdad no me gusta mucho la escuela, bueno algunas cosas si, lo que mas me gusta en jugar con Marie, ella es mi mejor amiga, le conté a mi mami sobre ella y dice que la quiere conocer, la verdad no entendí muy bien por que, pero si me gustaría que viniera a jugar a la casa, mi papi nos haría reír mucho, es muy divertido.

Mi mami se llama Rosalie pero yo le digo mami y mi papi le dice "bebe" o Rose, es muy chistoso, ella le dice "oso" o Em, tengo el cabello igual que mi mami pero ella dice que me parezco a mi papi cuando sonrío y que tenemos los ojos iguales. Yo ya quiero cambiarme a la escuela donde enseña mi papi para que el sea mi maestro pero también le voy a decir a Marie que se cambie. Luego podríamos ir a el lugar de comida de mi mami, donde ella es la Jefa, me gusta verla con su cara seria, conmigo nunca es así, se ve muy chistosa, parece de esas niñas que me caen mal, Marie no es así, ella es tímida pero muy lista y divertida, la quiero mucho.

-Pórtate bien campeón-, me dijo mi mami cuando estábamos en la entrada de la escuela yo le sonreí mientras me besaba las dos mejillas, me hacia cosquillas, ella sonrío y me despedí con la mano, cuando llegue al salón Marie todavía no había llegado, me senté en una de las mesitas y miré como los niños jugaban antes de clases, yo no quería jugar sin ella, ella y yo siempre íbamos a estar juntos.


Marie POV

-Adiós princesa-, me dijo mi papi mientras me daba un beso y salía con mami del auto, mi papi era como los príncipes de cuento, era muy guapo aunque yo tenia mi propio príncipe, mi mami se reía cada vez que le decía que ahora las dos éramos princesas, pero yo así quería a Noah, el me cuidaba, y jugaba conmigo, le iba a decir a mi mami que hablara con la suya para que viniera a la casa.

Mami y yo caminamos a la escuela mientras mi papi la esperaba adelante, ellos trabajaban juntos, hacían comerciales, las cosas que salían en Televisión, mi papi decía que me parecía mucho a mi mami, yo creo que no, tengo el pelo como el pero mis ojos son como los de mi mami, aunque me gustaba creer que me parecía a ella, era muy bonita igual que la Tía Alli, ella también tenia a su príncipe, el Tío Jasper se parece un poco a Noah por eso me cae bien, no tengo mucho tiempo siendo su amiga pero se que estaremos siempre juntos , hicimos una promesa como la de mi mami y mi papi o la de sus papis, el decía que su papa parecía un luchador pero que era muy divertido, así muchas locuras que su papa hacia, por eso era muy divertido.

-Cuídate cielo-, me dijo mi mami en la entrada, yo le sonreí y le di un beso en la mejilla.

-Hoy si puedes hablar con la mama de Noah-, le dije con la cara que ponía la Tía Alli

-Si Marie hoy hablare con la mama de tu príncipe-, dijo ella moviendo los ojos y luego riéndose.

-Gracias-, le dije con una sonrisa y entre a la escuela, en el salón estaba Noah con sus brazos cruzados.

-Pensé que no ibas a venir-, me dijo enojado y yo reí

-Te ves feo así-, le dije y el sonrío con sus dos hoyitos

-¿Le dijiste a tu mama?-, me preguntó y yo asentí

-Bueno cuando venga mi mami las presentamos, a lo mejor ellas también se hacen amigas-, dijo el entusiasmado y yo reí

-Marie y Noah son novios…Marie y Noah son…-, Alec siempre nos molestaba junto con su hermana pero no les hacíamos caso, además si éramos novios o lo que sea, yo le había preguntado a mi mami que eran los novios y ella me había dicho que era como ella y mi papi, entonces si, bueno salvo eso de la boca, ellos siempre hacen eso cuando no estoy yo, una vez se rieron por que yo entre y mi mami estaba abrazando extraño mi papi, ella se puso roja, roja, me reí mucho.

-No le hagas caso-, me dijo Noah bajito y yo reí

-No se le hace caso a los monstruos-, le dije y el se rió, por eso seria mi amigo siempre, nos entendíamos bien.

Cuando salimos Noah me agarro para ir a la salida, vi que en la entrada estaba un ángel, bueno mi mami era un ángel pero su mami también.

-Mami ella es Marie-, dijo Noah y su mama me vio primero asombrada y luego se relajó un poco.

-Mucho gusto en conocerla señorita-, me saludó y yo me reí

-Hay que esperar a mi mami para que ustedes platiquen-, le dije y ella asintió, se agarraba las manos algo nerviosa.

-Marie-, saludó mi mami, y yo fui corriendo hasta ella, después de abrazarme le tomé la mano y se paró, yo no la podía mover, miraba a la mama de Noah pero ninguna de las dos se movía, Noah me miró a mí y yo no sabia que era eso.

-Bella-, dijo su mama al fin mi mami sonrío nerviosa pero se acercó, pudimos caminar y ellas tampoco se dijeron nada mas.

-Mira ella es mi mami se llama Bella-, le dije a Noah y a su mama, el la miró y luego a mi y luego a ella, eso me hizo reír.

-Hola príncipe-, dijo mi mama y hasta la mama de Noah se rió.

javascript:void(0)
-Hola Rose-, saludó mi mami y yo la miré, me estaba empezando a doler arriba de la frente.

-¿Conoces a mi mami?-, preguntó Noah gustoso

-Somos amigas-, dijo su mami y yo sonreí y mire a mi mami que tenia los ojos llorosos

-En serio-, dije yo y mi mama me miro y asintió sonriendo.

-¿Por qué lloras?-, le pregunté mientras ella se agachaba y yo le limpiaba sus ojos.

-Por que la mama de Noah y yo hace mucho que no nos veíamos-, dijo ella y yo sonreí

-Pero ya se volvieron a ver-, señaló Noah feliz y yo también miré a mi mami.

-Si cielo…ustedes nos juntaron-, mi mami me besó la mejilla y se levantó.

-¿Cómo has estado Bells?-, dijo la mama de Noah y mi mami sonrío

-Bien…me da gusto verte-, le sonrío y ella también, me fije que la señora rubia también estaba apunto de llorar.

-Tu hija es hermosa-, le dijo a mi mami y yo me sentí apenada mi mama sonrió y señalo a Noah.

-Se parece mucho a Emmet-, dijo sonriente y Noah casi brincó

-Conoces a mi papi también-, mi mami se rió igual que la suya y luego asintió

-Pues ella tiene el mimo color de cabello que Edward, aunque es idéntica a ti-, dijo su mami y yo casi me caigo

-Ella también conoce al mío-, le dije a Noah y ellas se rieron.

-Rosalie…no pude agradecerte por lo de la Boda…quería llamarte pero tenia miedo y…-, mi mami bajó la cabeza y la mama de Noah caminó y la abrazó

-Ellos nos dieron un lección Bella….cuando algo tiene que ser…así es-, le dijo y mi mami la abrazó mas fuerte, yo fui con Noah, pero no sabíamos que hacer.

-Bien cuando puede este caballero ir a la casa-, preguntó mi mami y su mami sonrió.

-Podríamos ir el viernes…si quieres platicar un poco-, dijo la señora rubia y mi mami sonrió.

-El viernes-, asintió, nos despedimos y fuimos hasta el coche donde papi nos esperaba para ir a comer.

-Hola princesa-, me saludó y yo le di un beso antes de acomodarme atrás y ponerme el cinturón, besó a mi mami pero frunció el ceño cuando acaricio su mejilla.

-¿Qué pasa amor?-, preguntó el y ella sonrió negando

-El viernes el querido príncipe vendrá a la casa…con su mama... Rose-, susurró ella y mi papa la miró parecía igual como se quedo mi mami la primera vez que vio a la mama de Noah.

-¿Paso algo?-, preguntó mi papi y ella movió la cabeza.

-Cada cosa en su lugar-, dijo mi mami y le sonrió a mi papi, que tomo su mano y luego la beso en la boca.

-Te amo-, le dijo el y ella sonrió

-Y yo a ti-, le respondió ella, yo sonreí y me imagine cuando Noah y yo estuviéramos grandes, así como sus papis y los míos, todos juntos, como dijo mi mami, cada una con su príncipe.


✿.。.:*FIN*.:。✿




*****************

Se cuidan mucho, suspiren, suspiren, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!


Bells G.
*T.T*

;;