sábado, 17 de octubre de 2009

Capítulo 4. Charlie

Bella POV

Manejar a mi casa a cinco millas por hora por debajo de la velocidad permitida estaba enloqueciendo a Edward. No había dicho ni una palabra en los últimos diez minutos y cada tanto soltaba algún bufido de frustración.

“Deberías pensarlo mejor antes de subestimarme, Edward. Si no puedo pensar en algo bueno, se exactamente a quien recurrir por ayuda.” Una sonrisa se mostró en su rostro.

“¿Vas a llamar a Charlie y asegurarte de que este en casa para el gran anuncio?” bromeó. “¿Quieres usar mi telefono?” Alzó el teléfono en la palma de su mano.

Repentinamente me sentí nerviosa “Creo que tu debes llamarle.”

“¿Yo? ¿Por que tengo que llamarle yo? No le agrado mucho, ¿Recuerdas Bella?”

“Por eso será mejor. Llámale y dile que ambos necesitamos hablar con él. No, mejor, dile que ambos tenemos algo que decirle. Su cabeza dará vueltas y se sentirá completamente aterrado para cuando llegue a casa.” tomé el teléfono de su mano, marqué el número y cuando comenzó a llamar se lo devolví.

“Bella...” pero su protesta fue cortada por la voz de Charlie en el teléfono.

“¿Hola?”

“Hola Charlie. Soy Edward Cullen. ¿Como estas?” escondí mi rostro entre mis manos para no reírme. Edward siempre sonaba tan educado cuando hablaba, pero ahora sonaba cauteloso, hasta nervioso, mientras hablaba con él.

“Bien Edward. ¿Qué es lo que quieres?” Charlie nunca era amable con Edward lo cual siempre me molestaba así que esta era de alguna forma mi manera de vengarme de él. Esta vez no era diferente. Su voz sonaba acusatoria y molesta.

“Bueno, señor...um Bella y yo necesitamos decirle algo. ¿Cuando cree que llegara a la casa?” No se que fue lo que me hizo reír mas, si pensar en como Charlie iba a reaccionar o ver a Edward sufriendo en esta conversación. Eso seguia poniendose mejor y mejor.

“Estaré en casa en una hora. ¿Que es lo que sucede? ¿No puedes decírmelo ahora?” Edward me miró en busca de ayuda. Yo me limité a negar con la cabeza y moví mis manos para que continuase hablando.

“No, señor no podemos. Preferiríamos hablarlo personalmente.”

“¿Donde esta Bella? ¿Esta bien? No esta lastimada o algo por el estilo, ¿verdad?” Ahora, la mente de Charlie comenzaba a correr tratando de averiguar por que Edward le había llamado y no yo. Todo salía acorde al plan.

“Ella esta bien Charlie. No se preocupe.” Edward me pasó el teléfono y repentinamente, me sentí inspirada. “Hola papá. Estoy bien, solo que no me he sentido muy bien hoy, me siento mal del estomago. Te veré cuando llegues a casa.” y cerré el teléfono antes de que pudiera escuchar mi risa.

“¿Mal del estomago? Buena jugada.” Se rió Edward por lo bajo.

“Esto va a ser tan divertido por que va a caer en el anzuelo y lo picará.” Una pequeña parte de mi se sentía mal, pero Charlie necesitaba relajarse un poco mas en lo que respecta a Edward y a mi, y si no podía hacerlo por si mismo… tendría que ayudarle.

Nos tomó mucho mas llegar a casa con Edward obedeciendo el límite de velocidad, así que no teníamos demasiado tiempo antes de que Charlie llegara a la casa. Tomé mis libros y salté del auto. Edward estaba detrás mio, pero me tomó de la mano y me detuvo antes de entrar a la casa.

“Bella, conoces mejor a tu padre que yo, pero tengo que preguntarlo, ¿Puede Charlie soportar una broma? No me parece que sea de la clase de persona que las toma bien...” tenia un tono bastante serio en su voz cuando lo preguntó.

Me encogí de hombros “¡Eso vamos a averiguarlo! De la forma en que yo lo veo, si no me equivoco, quizás trate de matarte, pero ambos sabemos que eso no funcionará, así que podemos dejar que lo intente. Hablando en serio, es un proyecto de la escuela y solo estamos haciendo lo que el señor Anderson nos dijo. No puede enojarse por que cumpla con los deberes, ¿verdad?” Esto no parecia hacerlo sentir mejor. “Vamos, ¡Necesitamos planear todo y no hay mucho tiempo!”

La cocina seria el lugar perfecto para que nuestra pequeña actuación tuviera lugar. Mientras deje mi mochila en la encimera, Edward se paró a mi lado. “No tuve oportunidad de decirte lo hermosa que te vez embarazada. ¿Qué se siente?” sus ojos brillaron mientras miraba de mi barriga a mi rostro.

“Se siente...CALIENTE dentro de este loco traje, y pica. Mi espalada también esta empezando a dolerme pero de seguro fue por las caídas de antes.” Sin pensarlo, comencé a acariciar el vientre mientras le hablaba. Mi rostro se puso al rojo vivo cuando me di cuenta de que me estaba mirando. Traté de distraerle. “Realmente estoy bien, Edward, por ahora. Aunque en un día o dos quiera matarte por haberme embarazado con el pequeño Eddie, ¡Así que ten cuidado!” le di un pequeño empujón con mi hombro.

“Te ves muy hermosa embarazada, Bella. Es dulce.” Me acercó lo mas que pudo, con mi enorme barriga haciendo una pared entre medio de nosotros. El se inclinó sobre la barriga y apoyó sus fríos labios contra los míos.

Le era tan fácil distraerme. Podría besarlo por horas, pero me forcé a volver a la realidad, teníamos trabajo por hacer. “Ok, volviendo al trabajo.” Me senté en la mesa y acerqué la silla un poco más. “¿Puedes ver mi vientre si me siento asi?”

“No, solo inclínate un poco, si no contamos al enorme...pecho, no se nota. Dudo que Charlie lo note, pero, como alguien que pasa mucho tiempo apreciando todo de ti, puedo notarlo…” le lancé una manzana hacia su cabeza y fallé. “Tu puntería es mucho mejor ahora que estas embarazada. Casi me la das.”

Le lancé otra, pero esta chocó contra la alacena y cayó dentro del lavabo. “Eres tan gracioso Edward.”

“Ultima oportunidad de arrepentirte Bella, Charlie acaba de girar en la calle. ¿Aun quieres hacer esto?” me preguntó con una ceja alzada.

“Sip. ¡El juego comienza!” arreglé mi silla para quedar de frente a la puerta que entraría Charlie y la acerque lo mas que pude a la mesa. “Edward, ven y siéntate a mi lado y tómame de la mano.” Tomé su pálida mano en la mía y la lancé arriba de la mesa.

“Bella, no quiero sonar pesimista, pero ¿Cual es el plan si algo sale mal, y él...digamos que… me dispara? ¿Cómo le explicaremos que no me muera? ¿No crees que le parecerá un poco extraño?” me miró con sus ojos llenos de duda. Parte de el bromeaba, pero otra parte lo decía en serio.

“¡No va a dispararte, Edward! Y si lo hace, entonces con calma le explicamos que eres un vampiro, condenado a pasar la eternidad en la tierra y algún día, después de que nazca nuestro mitad humano, mitad vampiro Eddie, me transformaras en vampiro y al bebe también, luego de que aprenda a usar el baño obviamente.” Se había quedado sin habla, realmente se había quedado sin palabras. Su boca permanecía abierta y sus ojos casi saltaron de su cabeza.

“Respira Edward. Era una broma. ¡Necesitas relajarte tanto como Charlie! Y no te preocupes, no dejare que te dispare.” Al principio no sonrió, pero entonces le hice un puchero y dulcemente puso mi cabeza en su hombro y se rió.

“Espero que estés lista, por que acaba de entrar en la calzada…” apretó mi mano gentilmente para asegurarse de que quería esto.

“Solo sígueme la corriente con lo que diga, ¿esta bien?” le di una mirada firme y el asintió con su cabeza.

Charlie entró corriendo por la puerta, hasta podía decir que había corrido desde el auto. Respiraba agitadamente y se vio sorprendido al vernos sentados en la mesa. “Hola chicos. Déjenme guardar las cosas y vendré con ustedes.” Se fue de la habitación por un segundo. Aproveche la oportunidad para hacerle una pregunta a Edward. “Bien, esta dejando su arma en la otra habitación, estarás bien. ¿Qué esta pensando?”

Edward inclinó su cabeza lentamente hacia mi y susurró “Esta convencido de que vamos a casarnos. Tiene todo un discurso planeado. Solo déjale empezar y creo que despues podrás arreglártelas.”

Charlie entró a la cocina y fue hacia el lavabo por un vaso de agua. Lentamente, se acercó a la mesa y finalmente se sentó. Su frente comenzaba a brillar un poco con el sudor. “Entonces, ¿que puedo hacer por ustedes?”

“Bueno papá, umm Edward y yo tenemos algo que decirte y es algo importante.” Respiré profundamente para dramatizar y continué “Papá, sabes que Edward y yo nos conocemos desde hace bastante tiempo y no es un secreto el que lo ame con todo mi corazón.” Miré a Edward con mi mejor, y excepcional, mirada de enamorada.

Justo entonces, Edward añadió “Y Charlie, sabes que amo muchisimo a Bella. Mas de lo que creía posible.” Él le dio otro suave apretón a mi mano y me guiñó el ojo.

Me volví a enfrentar a Charlie, quien cambiaba de colores como un camaleón que vi una vez en el zoológico. “De seguro pensaras somos jóvenes…” Charlie no pudo soportarlo mas. Se puso de pie de un salto y comenzó a caminar nerviosamente detrás de la mesa.

“Escuchen chicos, se lo que van a decirme y solo tengo algo que decir antes de que hagan el gran anuncio. Renee y yo teníamos su edad cuando nos conocimos y nos enamoramos. Tal como ustedes, creímos que estaríamos juntos por siempre, pero a veces las cosas no salen como uno las esperaba. Aun son muy jóvenes, ¿cual es la necesidad de apurar las cosas cuando tienen toda su vida por delante? Terminen la escuela, y la facultad, y después si siguen enamorados, pueden seguir adelante con eso, pero solo esperen, por favor. No quiero que comentan el mismo error que nosotros al casarnos tan jóvenes…” estaba desesperado por hablarnos de matrimonio. Ahora era mi oportunidad.

“¿CASARNOS? ¿Crees que queremos casarnos?” comencé a reírme y apreté la mano de Edward. Entendiendo la señal, se unió a mis risas. Al otro lado de la cocina, Charlie se veía mas confundido que nunca.

“¿No iban a decirme que querian casarse? Pero pensé, cuando dijeron que tenían algo que decirme…” ya no caminaba, tenia la mano bajo su mentón y aun trataba de averiguar que era lo que queríamos decirle.

“Papá, ¡Edward y yo no vamos a casarnos! Eso es totalmente absurdo, ¿de donde sacaste esa idea? Solo tengo diecisiete, mamá me mataría. No, ese no era nuestro gran anuncio.” Como si le hubieran quitado un gran peso de sus hombros, Charlie tomó su silla alegremente y volvió a sentarse en la mesa. Entonces comenzó a reirse.

“Cielos, me han asustado. Deje todo lo que estaba haciendo, y corrí a casa para hablarlo. Fuuiuuf. Esta bien, entonces, ¿Cuál es el gran anuncio?” se relajó y se reclinó un poco en la silla.

Hice otra pausa dramática. “Papá, estoy embarazada. Edward y yo tendremos un bebe ¿no es eso genial?” lancé con mi voz llena de excitación.

Los ojos de Charlie fueron de mi rostro al de Edward mientras estaba sentado en silencio esperando que alguno de los dos riera y dijera que era una broma, pero ambos nos sentábamos seriamente esperando a que él dijera algo.

“¿Estas embarazada?” el tono de su voz sonaba como si fuera la primera vez que oía hablar de la palabra.

“Si, te dije que me he sentido con nauseas últimamente, y no comportaba como siempre. Esta mañana me entere de que estaba embarazada y quería darte las buenas noticias.” Charlie había comenzado a sacudir su cabeza vigorosamente de un lado al otro.

Solté la mano de Edward, aparté mi silla de la mesa y me puse de pie, revelando mi enorme vientre de embarazada. Si hubiera estado pensando con claridad, Charlie se habría dado cuenta de que era una broma. Me habia visto la noche anterior y no tenia esta enorme barriga. Pero en su actual estupor, viendo este vientre en mi cuerpo, fue todo lo que necesito para creérselo completamente. Cualquier pensamiento racional salio volando por la ventana, fue demasiado. Le escuche gemir ante el shock y luego se quedo tranquilo, muy tranquilo. Como si fuera en cámara lenta, Charlie comenzó a inclinarse lentamente hacia la derecha, más y más lejos, hasta que se cayó de la silla y aterrizó sonoramente en el suelo de la cocina.

Miré a Edward “Bueno, ¡Eso salió mejor de lo que crei!”

“¡Al menos no me disparó!” contestó Edward.

“Aun esta respirando. No esta teniendo un ataque cardiaco, ¿verdad?” pregunté mientras lanzaba una mirada por sobre la mesa al cuerpo de Charlie encogido en posición fetal en el piso.

“No, fisicamente esta bien. Mentalmente, casi lo matas, pero estará bien. Creo que en cinco minutos despertará.” Edward se levantó de la mesa y caminó hacia mí. Yo pasé mis brazos alrededor de su cuello y le di un beso. “Gracias por la ayuda.”

“Yo no hice nada, excepto embarazarte. Tu hiciste el resto, ¡Y tu te encargaras de que sepa eso cuando se despierte!” lo ultimo que Edward quería era que Charlie tuviera otra razón para odiarle. Planeé decirle que era una broma ni bien se despertara y le confesaría que yo había sido la mente impulsora de este plan y que era un proyecto para la escuela.

“¿Me pregunto como estaran llendo las cosas en casa con Alice y Emmett.” Edward sacudió su cabeza y se rió “Solo puedo imaginar las cosas por las que Alice esta haciendo pasar a los pobres de Carlisle y Esme…”

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jajajajajajaja... si chic@s yo lo sé, fue demasiado cruel para el pobre de Charlie... despues de calmarse con la negativa de la posible boda... BUMMM!!! le salen con un embarazo!!!! jajajajajaja... pero estuvo divertidisimo, esperemos que eso no lo 'traume'... jajaja
y bueno si eso se les ocurrio a Bella y Edward, que son la correccion en persona (dale uno en vampiro jejeje) se imaginan lo que tienen planeado Alice y Emmett?!! segurisimo... DE MUERTE!!!!! muajajajaja
pffff... despues de tantas risas...
cuidense un monton, recuerden los chocolatones, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**No veo la hora... de estar junto a ti**

Capítulo Diesiseis

Alice POV

Era domingo por la mañana, ayer con Jasper la había pasado de maravillas, además había hecho mi “buena acción del día” dejando a Bella y Edward a solas. Hablando de Edward, ahora me dirigía a su habitación, nuestros padres llegaban esta tarde y yo quería darles una sorpresa organizándoles una cena de bienvenida.

Me detuve en la puerta de su habitación, una voz demasiado familiar se proyectaba desde el interior de la habitación, ¿Bella?. Abrí la puerta. Edward estaba acostado en su cama con los ojos cerrados, y la voz procedía de su equipo de música, ¡demonios!, había dejado el CD en la sala de música, eso me pasaba por grabar a Bella a escondidas, ahora ella si que me iba a matar.

-¿Qué pasa Alice?- me preguntó abriendo los ojos.

-Ehh… hola Ed… ¿Qué escuchas?- tenía que saber si él sabía de quien era ese disco.

-Ahh… esto, la verdad no sé, lo encontré en el aula de música…

-¡¿Y te lo llevaste?!- dije dándole dramatismo a mi voz- eso es robar Edward- dije de manera acusadora.

-Lo sé… pero ¿acaso no has prestado atención?...es una voz hermosa, ahh no sabes cuanto me gustaría saber quien es…

Upps, si él supiera… pero claro si yo se lo dijera, seguramente después sería descuartizada por Bella personalmente.

-Alice… ¿Qué querías decirme?- me preguntó, al ver que yo estaba “ida

-Ahh… si, esto… estoy pensando en organizar una cena de bienvenida para mamá y papá… ¿te parece bien?

-Claro…

-Perfecto… ehh… voy a ir a llamar a Bella para que venga con Charlie.

-De acuerdo…- dijo perdiéndose de nuevo en la música, la música de Bella. Solo esperaba que no tuviera la brillante idea de mostrarle el CD… por que si no Jasper se quedaría viudo antes de que nos casáramos.

Llamé a Bella y ella aceptó la invitación gustosa, luego telefoneé al restaurante favorito de mis padres y ordene la cena, si, sé que parezco capaz de hacer muchas cosas pero la cocina, definitivamente no era lo mío.

A eso de las siete de la tarde tuve todo perfectamente dispuesto, en eso se escuchó el timbre, deben ser Charlie y Bella pensé, mis padres llegarían en media hora más.

-Hola… Charlie, Bella…- dije luego de abrir la puerta.

-Bien, y tú Alice, no te veo desde el martes…- me preguntó Charlie.

-Bien, gracias por preguntar.

-¿y Esme y Carlisle ya llegaron?

-No, aun no… pero ya están por llegar.

Para eso ya estábamos en la sala, en ese instante mi hermanito hizo acto de presencia.

-Hola Charlie, Bella- saludó, Bella se sonrojo levemente. En eso escuche nuevamente el timbre.

-Que extraño murmure… si la comida ya llego…- murmure.

Me dirigí hasta la puerta y la abrí.

-¡Mamá!¡papá!...ya están aquí…- grité abalanzándome sobre ellos.

-Nosotros también te extrañamos hija…- me dijo mamá.

-Vengan… pasen…- dije dejando libre la puerta.

Papá y Mamá saludaron a Charlie, Bella y Edward y luego de hablar un poco acerca de cómo les había ido en su viaje pasamos todos a la mesa.


Bella POV

Estaba cien por ciento segura de que el lugar que me habían asignado en la mesa era obra y gracia de la mente maquiavélica de mi amiga, como si no le hubiera bastado con dejarme ayer en el mall sola con Edward; ahora me había sentado frente a él, si logre comer fue técnicamente un milagro, ya que, no podía apartar mi mirada de su perfecto rostro y cada vez que él me sostenía la mirada, mi cara se volvía más roja que la salsa de la lasaña que estábamos comiendo.

Cuando termino la cena, Charlie y Carlisle se fueron a la sala de estar, comentando algo acerca de un partido de tenis imperdible que iban a transmitir en unos minutos, Esme se levantó y comenzó a recoger las cosas.

-¿Puedo ayudar?- pregunté.

-Oh, no te preocupes Bells yo ayudo a mamá- dijo Alice.

Genial… me habían dejado sola con Edward, otra vez, se les estaba volviendo costumbre ¿o que?. Él se me quedó mirando unos minutos, como pensando en algo, luego me extendió su mano.

-Ven- me dijo- quiero mostrarte algo- yo acepté y tomé su mano sin rechistar.

Me condujo hasta el salón, hasta que quedamos frente al bello piano de cola color negro que se encontraba en la esquina, él se sentó en el banquillo y me hizo un ademán para que me sentará a su lado.

-¿Qué pasa?- pregunté.

-Nada, simplemente quería mostrarte algo…

-¿Qué?

-Si no te sientas no puedo mostrártelo…- me senté.

-¿Y ahora?- pregunté.

-Bueno, creo que ya que no me creíste cuando te lo conté… creo que lo mejor será que lo veas con tus propios ojos…- dijo mientras posaba sus dedos sobre las blancas teclas, una bella melodía comenzó a inundar la estancia, Claro de Luna.

En verdad Edward tenía talento, tal vez demasiado.

-¿Y ahora me crees?- me preguntó mirándome, yo asentí. Edward volvió a posar sus dedos sobre las teclas, esta vez la melodía fue distinta, totalmente desconocida para mi, pero muy hermosa; una melodía dulce y un poco melancólica… una melodía simplemente hermosa. Cuando terminó de tocar él se volteó a verme.

-Ed… Edward…- musité- es… es… preciosa- dije a punto de llorar, ni siquiera yo sabía el por que.

-Me alegra que te guste…

-¿De quien es?- pregunté.

-Mía…-respondió simplemente.

-¿Tuya?...vaya es preciosa… de verdad tienes talento…

-Gracias…

-¿Cómo… como la escribiste?- pregunté- digo… debiste inspirarte en algo muy especial…

-Si, así es…

-Y me puedes decir en que…

-… Me inspire en ti…- dijo.

Me quede técnicamente congelada, no pensaba que yo podía ser capaz de inspirar algo así, menos inspirar a Edward a escribir algo tan hermoso… ¿acaso me estaba tomando el pelo?

-Ya Edward no me mientas…

-No es mentira…- volteé a mirar a otro lado.

-¿Quieres que te enseñe a tocar el piano?- preguntó de repente.

-¿Qué?- dije volteándome hacia él.

-Que si quieres que te enseñe a tocar el piano…

-Ja, eso va a ser casi imposible, Edward…

-Vamos… no es tan difícil.- dijo levantándose y poniéndose a mis espaldas.

-Edward ¿Qué haces?...

Él se inclino más cerca de mí, quedando su rostro descansando sobre mi hombro y posó sus manos sobre las mías por completo.

-Te voy a enseñar a tocar- me respondió, su calido aliento acarició mi cuello, haciendo que un escalofrió me recorriera.

-Mira… es sencillo- dijo moviendo su mano sobre la mía, presiono una tecla y un sonido agudo salió de ellas.

Seguimos así por un rato, sus manos sobre las mías moviéndose a través de el teclado, el cosquilleo en mi cuello cada vez que hablaba cerca de mi oído, y mis mejillas ardiendo, cubiertas por un fuerte color escarlata. Después de un tiempo, los sonidos del piano comenzaron a tomar forma, todo gracias a él.

-Ves que no era tan difícil.-me dijo.

-Pero… si lo haz hecho todo tú…- le respondí.

-Oh, no… claro que no.

-Edward…- lo regañe.

-¿Qué?

Cuando pronunció esta pregunta se volteó hacia a mi y yo hice lo mismo, por lo que nuestros rostros se quedaron a escasos centímetros de distancia, sentía su aliento embriagador sobre mi rostro, aturdiéndome, hipnotizándome.

-Bella…- susurró de manera seductora- yo…

Nos acercamos más, nuestras narices casi se rozaban. No sabía a que estábamos jugando, mejor dicho a que estaba jugando él, lo único que sabía es que quería arriesgarme. Me giró lentamente, hasta que quedara frente a él y comenzó a rodear mi cintura con sus manos, acercándome más a él.

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upps!!! jejeje... ammm, vamos chicas la tension de la espera es emocionante, bueeeeno talvez no tanto... pero el capítulo termina justo aquí, asi es como esta planeadito... (mordiscos y arañazos en sus respectivos suspiros jejeje)...
en fin, que creen que pase despues??...
cuidense mucho, y no se olviden de los chocolatines, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Mi mundo mieloso lo has creado tú**

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