martes, 27 de octubre de 2009

VENTANA AL AMOR

Capitulo dieciocho:

Alice POV:

Mi padre puso mi mano sobre la de Jasper, en un gesto tan antiguo como el mundo.

-cuídala…- le dijo

-así lo haré…

La ceremonia apenas comenzaba y yo ya estaba emocionada. Miré a Jazz a los ojos, y sabía que esto era lo correcto, jamás me arrepentiría de unir mi vida a la de él. Recorrí la Iglesia con los ojos, todos a quienes quería estaban allí. El padre comenzó con la ceremonia. Las lagrimas comenzaron a caer por mi rostro a medida que se acercaba el momento culmine, el momento en que me convertiría en la señora Hale.

-Y tu Jasper Hale…aceptas como esposa a Mary Alice Cullen, para amarla y respetarla por el resto de tus días…- le preguntó el sacerdote con voz solemne.

-Si, quiero…- dijo Jasper con voz firme y segura a la vez que me miraba a los ojos. Deslizo el anillo de matrimonio en mi dedo. No pude contener las lágrimas.

-Y tu, Mary Alice Cullen aceptas como esposo a Jasper Hale, para amarlo y respetarlo pro el resto de tus días…

-Si, quiero…- dije de manera emocionada, estaba tan feliz. Con cuidado puse la argolla en el dedo de Jasper.

-Entonces…los declaro marido y mujer…puede besar a la novia.

Mi ahora flamante esposo, tomo mi rostro entre sus manos y se inclino hasta atrapar mis labios con los suyos; sentí como las mariposas que sentía en el estomago emprendían vuelo por todo mi cuerpo, era el momento más feliz de mi vida, escuche los aplausos de los presentes, y no pude evitar sonreír en medio del beso.

-te amo…- me susurro Jasper una vez terminado el beso, aun acunaba mi cara en sus manos.

-Y yo a ti…con toda mi alma…- le respondí con sentimiento.

Nos volteamos para hacer frente a nuestra familia y amigos, al parecer yo no era la única que estaba llorando, mamá apoyaba su rostro contra el hombro de papá ambos visiblemente emocionados. Salimos de la Iglesia rumbo al lugar de la fiesta, en el trayecto hacia el auto recibimos una lluvia de arroz y pétalos de rosa.

-es el día más feliz de mi vida…- me confeso Jasper

-y el mío también, te amo…- dije acercándome a sus labios

-y yo a ti…

Llegamos al hotel donde se realizaría la recepción, los demás invitados habían llegado antes y nos esperaban en el gran salón. Grandes listones de color azul y plata recorrían el techo del lugar, las columnas estaban decoradas con ramilletes de flores blancas, el aroma que desprendían era sencillamente delicioso y embriagador. Jasper cogió mi mano, todos se voltearon a vernos pasar y se comenzó a escuchar el vals. Nosotros abríamos el baile.

Jasper entrelazo los dedos de su mano con los míos y poso su otra mano firmemente en mi cintura yo me empine hasta tocar su hombro. Con movimientos fluidos comenzamos a bailar, girábamos por la pista, parecía que solo existíamos él y yo.

Bella POV:

Mi amiga se veía sencillamente hermosa, radiante y feliz. No pude evitar llorar durante la ceremonia, verdaderamente estaba feliz por ella.

Pero había un asunto que no olvidaba.

La boda, eso solo significaba una cosa…

…era hora de matar o morir…

Hoy sabría finalmente si Edward me correspondía o no. Y avanzaríamos a ser algo más que simples amigos, o seríamos amigos y nada más.

-se ven tan lindos mi hermano y Allie…- me comento Rose, a mi lado secándose unas lagrimas.

-Si, además bailan de manera sorprendente…- dije admirada de su gracia al bailar.

-Si, tienes razón…- Carlisle sustituyo a Jasper en el baile, y este comenzó a bailar con Esme.

Las parejas siguieron alternándose, a la vez que más gente se unía al baile. Me intente apartar de la pista, era muy temprano para comenzar a hacer el ridículo.

-¿Bella?...- me preguntó Jasper acercándose a mí y tendiéndome una mano.

-Jazz…por favor…- le suplique.- sabes muy bien que el baile no es lo mío…

-Vamos Bells. Por favor…- me dijo. Mi amigo era demasiado persuasivo, además era su boda. Nada malo iba a pasar por un vals ¿cierto?.

Jazz era un gran bailarín, bueno, cualquiera era un gran bailarín en comparación conmigo, pero debo admitir que me quedo gustando esto del vals…al rato me vi bailando con Emmett y con Carlisle también, vi como Edward intentaba bailar con Su, que le había insistido. Se veían tan tiernos…

Ellos me miraron y Su me indico a mi y luego le susurro algo al oído a Edward; no supe que más paso por que en eso dimos un giro.

-¿me permites, papá?.- escuché preguntar.

-Claro…- le respondió Carlisle y de un momento a otro estaba en manos de Edward. Quien me estrecho aun más para bailar.

Perdí la noción del tiempo, a la vez que me ahogaba en las verdes lagunas de sus ojos. Me concentraba en lo que sentía, sus manos en mi cintura, nuestros dedos entrelazados, mi mano en su cuello. ¡Era un momento perfecto!. Edward sin duda era el mejor bailarín de todos, tal vez se debería a su larga estadía en Inglaterra, sus movimientos eran fluidos y suaves, tanto que hacían parecer que yo bailaba bien, lo cual era mucho decir.

-no había podido comentarte lo hermosa que estas hoy Bella,.- me dijo. Me sentí enrojecer.

-Gra-gracias…- musite bajando la mirada

-Bella…-

-¿si?.

La música acabo, interrumpiendo nuestro momento. Todos fueron a tomar sus puestos en las mesas. Y el tiempo pasaba y yo tenía una confesión que hacer. Me toco sentarme en la mesa de la familia junto a todos los demás, claro que no tenía presupuestado que él se sentara frente a mí. Tener su rostro frente a mi no ayudaba mucho a mi poca coordinación. Además de que estaba segura de que él por algún extraño motivo mantenía la vista fija en mí.

Los acontecimientos de la noche anterior saltaron a mi mente, haciéndome sonrojar.

Como en toda boda, y esta no era la excepción habían ciertas “tradiciones” que cumplir. Eso era bueno, por un lado me distraía…y era malo por que no lograba armarme de valor para hacer mi confesión.

Alice y Jasper cortaron juntos el enorme pastel de cuatro pisos. Luego Alice se dispuso a lanzar el ramo, que cayo en las manos de Rose, ¿sorprendente, no?. Y lo fue aun más quien agarro la liga…Emmett.

La fiesta siguió avanzando, todos bailaban y se divertían. Y no podía encontrar el momento. ¿Ahora? ¿O mejor esperaba a mañana?. No Bella, lo prometiste…es ahora o nunca. Me recordé.

-¿Edward?.- le dije, él estaba sentado viendo a los demás.- ¿podemos hablar?...

-¿ahora?

-Si, por favor…

-Claro…- dijo haciéndome un ademán para que me sentara.

-Eh…este, ¿podría ser en otro lugar?

-Eh, si…¿Dónde?

-Eh…

Difícil pregunta. A mi solamente se me ocurre hablar de esto…¡¡en una fiesta de matrimonio totalmente repleta!!.

-umm…vamos por acá…- dije avanzando hacia el pasillo.

Genial Bella, que lugar más romántico para declarar tus más profundos sentimientos.

-¿Qué sucede?.- me preguntó Edward

-Edward…yo…- la música estaba tan fuerte que aun en el pasillo dificultaba la comunicación.- yo…este…yo…- comencé a tartamudear

-¿tú que, Bella?...

-Yo…- baje la mirada, era demasiado cobarde para decírselo.

Sería más fácil olvidarlo que abrirle mi corazón. Baje la mirada de manera avergonzada y me fui lejos de allí, tan rápido que me sorprendió no caerme.

Edward POV:

-Bella…- la llamé, pero ella no se volteó. Me confundió su actitud.

Tal vez debería ir tras ella, tal vez debería preguntarle que era lo que quería, tal vez debería decirle lo que yo sentía.

No la seguí, tal vez ella necesitaba su espacio, tal vez no.

Volví a la fiesta, me fui hasta la mesa. No era muy de celebraciones, estaba feliz por mi hermana y mi amigo, por supuesto. Pero estaba enojado conmigo mismo y eso no ayudaba en mi estado de ánimo. Solo hacía las cosas peor.

-Hola…- escuché a una vocecita preguntar

-¿Su?...¿no deberías estar bailando?.- le pregunté, pues hace un rato estaba intentando “bailar” con Emmett, lo cual era algo de lo más gracioso.

-Si, pero tío Emmett…no es muy bueno bailando…- dijo en forma de reproche

-Si, lo sé…- dije mientras lo veía hacer locas piruetas en la pista, ganándose las risas de todos.

-¿ y tu tío?...

-¿yo que?...

-¿Qué te pasa?...

-No me pasa nada.- Susan frunció el ceño, lo que la hacia ver muy graciosa, parecía una mini Bella.

-¿segurito?...- dijo sentándose en la silla que estaba contigua a la mía.¿por que era tan perceptiva? ¿Quizás pasaba demasiado tiempo con Jasper?.

-Si, ¿Por qué crees que me pasa algo?...

-Por que tienes una carita triste…- dijo- ¿es por mi tía Bella?.- era demasiado perceptiva. Suspire.¿acaso podía mentirle?

-Si…

-¿te gusta?...- pregunto, sus ojos brillaban por la ilusión. Asentí, Su dio pequeños aplausos que me recordaron a Alice, sin duda pasaba demasiado tiempo con ellos.- ¿se lo dijiste?...

-No…

-¿y por que no?...

-Su, no es tan sencillo.- adopto una actitud enojada.

-Mentira…si tú la quieres y ella te quiere, tienen que estar juntos…eso dicen…- dijo de manera sería.

-¿Qué te hace creer eso?...

-Lo se…

-¿Por qué?...

Por que cuando se miran…a los dos les brillan los ojitos…- dijo, sonreí.

-¿y que debería hacer según tú, Su?

-Decirle…- dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

-¿Qué debería decirle?...

-Que la quieres, obvio…en serio tío Edward ¿te comiste todos tus vegetales cuando chico?.- me reí

-¿y eso por que?...

-Es que tía Bella dice que los vegetales ayudan a las personas a ser más despiertas e inteligentes…

-Ahh, entiendo…claro que lo hice…

-No te ofendas tío, pero a veces…- se acerco a mi oído.- no se nota, pero no te preocupes…no se lo voy a decir a nadie…

-Ahh, ok

-¿entonces le vas a decir?...

-Eso creo…- ella aplaudió

-Entonces ahora te voy a poder decir tío de verdad y no más tío postizo…

-¿no crees que te estas apresurando?...- ella negó con la cabeza

-Entonces…voy a ir a buscar a tu tía ¿quieres venir?.- le ofrecí. Ella rodó los ojos

-Claro que no…tienes que decirle solo…eso hacen en la tele…

-Ok, quédate aquí…

-Si…- ella movió la cabeza mascullando algo como “creo que tío Edward no ha visto películas románticas”. Me sonreí ante la situación.

Yo, estaba recibiendo consejos de una niña de cinco años…Ahora, lo sorprendente de la situación era que la pequeña Susan estaba completamente segura de que Bella sentía algo por mi ¿acaso yo podía ser más ciego?.

Me dirigí hasta la entrada del salón, Bella venía entrando en ese momento. Era mi oportunidad.

-Bella…- la llamé.- ¿podemos hablar?...

-Si, ¿Qué pasa Edward?.- al tenerla más cerca me di cuenta de que sus ojos estaban rojos, había estado llorando, pero ¿Por qué?.

-Este…Bella…

-¡¡los novios se van!!.- gritó una voz entre la multitud.

-Este, creo que es mejor que vayamos a despedirnos…- dijo Bella.

-Si, tienes razón…Alice nos mataría si no nos despedimos de ella.

Alice y Jasper estaban siendo por la mayoría de los asistentes que se deshacían en parabienes para los recién casados, besos, abrazos iban al por doquier…además de las lagrimas. Pero aun estaba preocupado por las lágrimas que Bella había derramado.

Bella abrazó a mi hermana y mi cuñado, Alice comenzó a llorar más, mi hermana era demasiado sensible.

-Edward te voy a extrañar…- me dijo Alice, mientras la abrazaba.

-Alice te vas de Luna de miel, por dos semanas…no es tanto…

-Me da igual, si digo que te extraño es por que si…- dijo sería

-De acuerdo…

-Ah, por cierto Edward. No pierdas tu oportunidad, es ahora o nunca…

-¿Qué?.- pregunté ¿ella no podía saber? ¿o si?.- ¿de que hablas?

-Tú lo sabes muy bien…- me respondió- y por cierto, todo va salir bien…- dijo guiñándome un ojo.

-¿Qué?.- le pregunté, pero otro de los invitados reclamo su atención y pude saber a que se refería.

La fiesta siguió adelante después de la salida de los novios rumbo al aeropuerto. Emmett comenzó a entretener a todo el mundo con sus mil y una maneras de hacer el ridículo, cosa que Rosalie y Susan festejaban de lo lindo, pero yo no estaba preocupado por eso, debía encontrar a Bella que luego de haberse despedido de mi hermana había desaparecido.

-me parece que fue a la terraza…- me dijo mi madre.- ¿necesitas hablar con ella?

-Si…

-¿Qué pasa?.- me preguntó preocupada

-Nada, mamá…gracias…- dije tomando rumbo a la terraza.

Tome uno de los ascensores del hotel que llegaba hasta la terraza, no sabía si era mi impresión o que pero me parecía que el ascensor demoro horas en llegar la ultima planta.

Ella estaba allí…

Estaba de espaldas a mí, por lo que no se percató de mi presencia; su silueta se recortaba en medio de la oscuridad de la medianoche. La estrella y la luna decoraban el paisaje nocturno, dibujando partes de Bella. Sentí nervios, por lo que iba decir, por lo que quería hacer…tal vez podría irme, ella no me había visto. Estaba a punto de irme cuando ella se volteó. Las lagrimas que caían de sus ojos eran visibles incluso en la oscuridad, se me apretó el corazón por verla sufriendo.

-Bella…- dije avanzando hacia ella.- ¿estas bien?

Bella POV:

-Bella…¿estas bien?.- me preguntó Edward, asentí con la cabeza. Pero eso no era verdad.

Estaba mal, ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? ¿Por qué tenía que estar él aquí? ¿Por qué volvió? ¿Por qué no lo podía olvidar?.

Por que lo amaba con toda mi alma, pero no tenía el coraje para decírselo. Por que prefería sufrir y soñar con un imposible.

Por que era tonta, ilusa y cobarde…por sobre todas las cosas.

-Bella dime que te pasa.- me pidió con voz preocupada.

-No…no me pa-pasa na-nada…- tartamudeé

-No me mientas ¿quieres?.- dijo, estaba frente a mi, no fui consiente del momento en el cual llego a mi lado.- por favor…dime que te pasa, quiero ayudarte.- baje la mirada.

Edward alzo mi rostro poniendo una de sus manos en mi barbilla, me miró directo a los ojos, me sentí desfallecer.

-por favor…sé que te pasa algo. Por favor dímelo…- rompí a llorar nuevamente. Por más que lo intentara sabía que no me saldrían las palabras.

Suspiró, con su otra mano limpio una de las lágrimas que cayo a mi mejilla, sentí escalofríos cuando me acaricio. No podía evitar llorar. Bajo sus manos hasta mis hombros de manera lenta, tocando de manera suave la piel que dejaba expuesta mi vestido.

Me miró fijamente a los ojos, yo seguí hipando intentando contener las lágrimas.

-¿Por qué lloras?.- preguntó. Negué con la cabeza, no se lo iba a decir.- Bella, Bella, Bella…- dijo como si mi nombre fuera música.- ¿Qué tienes?...

Sus manos seguían en mis hombros y sus ojos fijos en mí. De pronto sus orbes esmeraldas estaban más cerca. Y pude ver la verdad en sus ojos.

Un brillo especial…

Algo que siempre había estado y que nunca había notado…

Edward acortó la distancia entre nuestros rostros de manera rápida, en cosa de segundos sus labios estaban sobre los míos. Mis brazos que estaban inertes en mi costado volaron hasta su cuello. Sus labios insistentes se comenzaron a mover sobre los míos y yo no me quede atrás…necesitaba sentirlo cerca de mi.

Me apreté con fuerza a su cuerpo, si no lo hacia estaba segura de que perdería el equilibrio, sus manos subieron hasta mi rostro, lo acarició con insistencia, a la vez que yo abría mi boca para profundizar el beso. En esos momentos no necesitaba más oxigeno que el que su boca podía darme. Su lengua se encontró con la mía, el beso se volvió más apasionado.

Jugueteé con sus cabellos de bronce, tan suaves a mi tacto. Edward me aferro de la cintura acercándome más a él. El aire se nos quedo suspendido en los pulmones.

Era un beso apasionado. Con toda la urgencia de la necesidad y el deseo contenido.

Era un beso…que me demostraba eso que yo me había negado a creer…

…Que él me amaba tanto como yo a él…

Cuando la necesidad de respirar se volvió imperiosa, cortamos el beso, no sin algo de esfuerzo. Edward apoyo su frente contra la mía. Bajo la mirada hasta que sus ojos hicieron contacto con los míos.

-Te amo…- susurró.- …y no me importa que tú no, solo…tenía que decírtelo…

-Yo también te amo…- le susurré.- desde el primer momento…

-…y nunca te olvide…

-Ni yo…

-Ay, Bella, Bella, Bella….¿como pude estar tan ciego?...no sabes cuanto deseaba poder decírtelo, pero tenía miedo. Miedo de que tú no sintieras lo mismo…

-Yo también, sentía terror de pensar, de creer que tú…pensaras que me había encaprichado contigo después del beso en el lago…

-Desde ese día sabía que tú eras todo lo que necesitaba…Te amo…Te amo…Te amo…- me susurró mientras volvía a acercarse a mi rostro.

Esta vez el beso su más suave, tierno. Con toda la paz que da el saberse correspondido. Sus labios se movían de manera pausada junto a los míos, como si el tiempo se hubiera detenido…

En ese momento no importaba nada. Me sentía tan feliz que quería gritar.

¡Él me ama!...

Y yo había estado todo este tiempo negándolo.

Una de sus manos comenzó a trazar círculos sobre la piel desnuda de mi espalda, un escalofrío desconocido recorrió mi cuerpo. Y sentí la urgencia de ir más rápido, de profundizar el beso.

Mi lengua delineó su labio inferir, en menos de una milésima de segundo él comprendió lo que quería. El beso se volvió más desenfrenado. A la vez que él me estrechaba entre sus brazos, como si tuviera miedo de que yo fuera a escapar.

Pero eso no se me pasaría nunca por la cabeza…

Al fin tenía lo que quería…

Estar entre los brazos de Edward, era mi versión del paraíso.

- estuvimos ciegos por mucho tiempo…- me comentó Edward.

No era consiente de que hora era, ni tampoco de de que iba la fiesta. El tiempo se había detenido para mi en el minuto en que Edward me confeso que me amaba. Me tenía abrazada por la espalda, su mentón afirmando en mi hombro izquierdo, su dulce aliento acariciando mi piel cada vez que me hablaba.

- si…- acepté.-…somos un par de cobardes…- dije riéndome

- es verdad…

- pero ahora todo esta bien…tú sabes que te amo…

- y yo a ti…

- me quedaría así contigo toda la vida…- me dijo

- y yo…- me estrecho más con sus brazos.

Sus labios se deslizaron a lo largo de mi cuello. Ladeé mi cabeza para capturar sus labios con los míos otra vez.

La luna brillaba encima de nosotros…mientras ambos nos fundíamos en otro beso.

En este momento me sentía completa. El amor al fin había llegado a mí…

A decir verdad siempre había estado, solo que ahora sabía que era mutuo y no solo un encaprichamiento de juventud.

Estar así con Edward, abrazados y besándonos era todo lo que necesitaba para ser feliz…

Una estrella fugaz, cruzó el firmamento…

Mi deseo se había cumplido sin necesidad de pedirlo…


Cada segundo te amo mas.

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