martes, 13 de octubre de 2009

Capítulo 22. Segundos


Capítulo no apto para corazones sencibles como el mio, preparen muchos pañuelos y acerquense a la persona que aman (sin importar quién sea).

Recomendación Personal: Lean este cap. escuchando "Lose You" de Pete Yorn, se encuentra en la playlist principal del blog (el que esta a su izquierda), para mi es ideal.



† Edward POV

-¡No!- Rugí, luchando contra Emmett y Jasper. Había accedido a dejar a Bella, a pedido de Alice, había vuelto al bosque para esperar que ocurriera lo peor. Alice me había jurado que nada le ocurriría a Bella mientras estuviera lejos de la casa. Debí de haberme percatado de la nube en su mente, de que trataba de bloquear ciertos pensamientos de mí. Cuando me adentré entre los árboles, estaba esperándome, junto con Jasper y Emmett.

Ella me sonrió disculpándose, -Vi que ibas a ponerte difícil.

Tenía razón.

Todo paso tan rápido que, aun con mi velocidad y desarrollados sentidos, casi podía seguir el hilo de la situación. Los sollozos de Bella llegaron a mis oídos, sonando desgarrados. Mi cuerpo respondió instintivamente, luchando para volver hacia la casa. Alice se puso en mi camino, habiendo predicho mi reacción. Jasper y Emmett me tomaron de los brazos, y me detuvieron.

-¡No!- Grité, luchando contra mis opresores, -Va a lastimarla ¿Verdad?- Mis ojos le lanzaron una mirada furiosa a Alice, -¡Me sacaste de allí sabiendo que iba a lastimarla! Vas a dejar que--

Una pálida mano voló y se estrelló contra mi mejilla. Mi cabeza se volvió hacia un lado, por la fuerza del golpe, mis ojos se abrieron de golpe ante el shock. Me volví lentamente a mirar a Alice. Su respiración era pesada – su habitual expresión de alegría había sido reemplazada por una furia que nunca antes había visto.

-Como te atreves,- Respiró. Yo dejé de forcejear, incapaz de no hacer otra cosa que dejarme invadir por el pánico. -Bella me importa, Edward. ¡Deberías saberlo! Nunca podría, jamás haría algo para lastimarla.

-Alice--

-Estoy haciendo esto por ella, Edward- Me interrumpió Alice, -No estoy preocupada por ti. Sé que son solo humanos. Sé que puedes con ellos. Te arrestarían y te escaparías. Entonces tendríamos que huir y escondernos. ¡Solo harás más difícil protegerla!

-Alice-- Traté nuevamente, pero ella no había terminado.

-Aun así piensas que quiero lastimarla. No entiendes que esto es lo mejor. Duele ahora, es difícil ahora...pero es lo mejor.

-Alice,- Hablé más alto, -Iba a disculparme. Sobreactué. Tienes razón. Estuve mal en decirte eso.

-Edward,- Su voz volvió a tener el mismo suave tono de siempre, -Sabía que ibas a disculparte. También se que vas a descontrolarte en treinta segundos. Estoy tratando de prevenir eso.

-¿Está funcionando?

-No,- Respondió, su voz sonaba frustrada.

Entonces comencé a darme cuenta de cuánto le afectaba a Alice toda esta situación. Normalmente era una persona feliz. Eran extrañas las ocasiones en que gritaba o se enfadaba. En los últimos dos minutos había pasado por ambas. Estaba tan molesta como el resto de nosotros, solo que esta vez no pudo esconderlo.

-Trataré de estar tranquilo,- Era una promesa que sabía que no cumpliría. Luego de sus palabras, estaba al límite, esperando que esos treinta segundos pasaran. Me tensé. Alice me miraba expectante. No faltaría mucho.

-¡GOLPEAME!- Escuché el desgarrador grito de Bella desde la casa. Mi mente se quedó en blanco, y nuevamente, traté de seguir su voz. Jasper y Emmett casi fueron arrastrados hacia el suelo cuando me adelanté de un brusco movimiento. No tuve suerte, ellos pudieron controlarme.

-¡Edward!- Gritó Alice, aun parada frente a mí. -¡Edward, no lo hará! No va a golpearla, te lo juro. ¡Tranquilízate!

-¿Por qué?- Gruñí, aun revolviéndome a pesar de la promesa de Alice, -¿Por qué le pide eso?

-Quiere que la marque,- Su voz se endureció, -Quiere tener algo con que poder probarle a la trabajadora social que Mike es el que abusa de ella. Mike sabe exactamente lo que Bella quiere…por eso no va a lastimarla.

-Esta tomándole un gran esfuerzo al no hacerlo,- Murmuró Jasper, -Puedo sentirlo desde aquí.

-Pero no lo hará,- Dijo Alice nuevamente, tratando de asegurármelo. -Edward, Bella está pasando por un terrible sufrimiento ahora, pero nuestra presencia no ayudara en nada. Te lo prometo, ni bien podamos, nos acercaremos a ella. Tienes que quedarte aquí.

-¿Dirías lo mismo si Jasper estuviera en el lugar de Bella?- Lancé.

-Seria duro,- Razonó Alice, sonando insegura, -Pero si es para lo mejor…si viera que es para lo mejor…

-¡Suéltame!- La voz de Bella resonaba con más fuerza. La estaban sacando fuera de la casa. Podía verla desde donde estábamos escondidos, luchando desesperadamente contra los oficiales que la arrastraban fuera de la casa. Su rostro estaba bañado en lágrimas, -¡Allie! ¡Allie, no te dejaré! ¡OH dios! ¡Suéltenme! ¡Detenme IR!

-Alice,- Gruñí al llamarla, -Voy a arrancarle el brazo a Jasper. Puedes ver eso ¿Verdad?

-Edward,- Suspiró Alice. Observo por unos instantes mientras los policías subían a sus vehículos y se marchaban. -Ve.

Mis brazos fueron liberados y salí corriendo en ese instante. No recordaba cuando había corrido a tal velocidad. Envolvía Bella con mis brazos, apretándola fuertemente contra mi pecho. Su cuerpo temblaba con cada sollozo, destrozando mi corazón. -OH, Bella,- Suspiré contra su cabello, acariciando su cabeza con mis labios, -Bella, lo siento tanto.

-Lleva...- Sus palabras sonaban ahogadas, -Llévame a casa.

No le pregunté, solo la alcé en mis brazos. Sabia donde quería ir, la casa a la que se refería. Me puse de pie lentamente, cargándola cerca de mi pecho. Salí hacia la casa, corriendo a través de los árboles. Alice, Jasper y Emmett se había ido. La esencia de Bella me envolvía, incrementada con sus lágrimas. No pasó mucho tiempo hasta que llegamos a la casa. Alice corrió hacia nosotros.

-¡Bella!- Sus ojos y voz estaban llenos de preocupación, -OH, Bella. Lo siento tanto.

-Basta,- Murmuró Bella, presionando su rostro contra mi pecho. Le miré con preocupación. -Dejen de disculparse. Es mi culpa. Todo es mi culpa.

-¡Nada de esto es tu culpa!- Rosalie salió corriendo desde dentro de la casa, sus ojos brillaban con una furia que nunca antes había visto. -¡Esto es su culpa! ¡Voy a matarlo! ¡Voy a deshacerme de ese maldito problema de una buena vez!

-Si, Rosalie, eso será de gran ayuda,- Lanzo Alice ácidamente. Su furia era tan extraña en ella. -Mata a Mike. Justo después de que Bella haya sido sacada de la casa gritando por Allie. No sospecharan de ella.

-¿Tienes un mejor plan?- Le retó Rosalie.

-Yo...- Alice suspiró, bajando su mirada, -Bella.

-¿Si, Alice?- Sus voz tembló y la acerqué aun mas a mi cuerpo, tratando de ofrecerle alivio.

-Huyamos.

-¿Qué?- Mí cabeza se dio vuelta de golpe. Alice había ocultado esta idea de mí.

-Vayamos por Allie y huyamos,- Continuó Alice, -Asesinémosle si quieren, no me importa. Si podemos huir, no importara. Nos buscaran por secuestro ¿Por qué no añadir homicidio a la lista?

-¿Huir?- La voz de Bella sonaba esperanzada. Solo podía rogar por que aceptara esta idea. -¿Pero a donde?

-Denali, en principio,- Murmuró Alice, -Es remoto. No nos buscaran allí. Después nos la arreglaremos, con el poder de Edward de leer las mentes, y mis predicciones, no podrán encontrarnos.

Tenía razón. Sería casi imposible que nos encontraran. Aun así…había muchas preocupaciones. La educación de Allie, por empezar.

-Yo le enseñaré a Allie en la casa,- Dijo Esme desde las escaleras, reí en silencio. Y yo que creía que era el único que podía leer las mentes…-No tendrás que preocuparte por su educación.-

Bella me miró, con duda en sus ojos. Suspiré y traté de sonreír gustosamente, -Esperábamos hacer las cosas de otra forma, para que no tuvieras que escapar de todo…pero esta parece ser la única opción que tenemos. Si lo quieres, es lo que haremos.

Ella asintió. Mi corazón se derritió.

-¡Entonces listo!- Aplaudió Alice. -¡empaquemos y vallamos por Allie!

Todos corrieron inmediatamente a empacar. Bella, dio unos pocos y temblorosos pasos hacia el sofá.

-¿Bella, quieres que te lleve hasta arriba mientras empaco?- Pregunté mientras se dejaba caer sobre el sofá.

-No,- Se sentó. Asentí rápidamente y me volví para comenzar a empacar, -¿Edward?

-¿Si?

-Podrías...- Miró hacia el almohadón que había a su lado. Caminé hacia allí antes de que hubiera terminado su oración, -¿Podrías sentarte conmigo, solo unos instantes?

-Bella,- Susurré su hermoso nombre en su oído, acercándola a mí, -Estaré contigo cuanto tiempo quieras.

-¿Como pudo suceder todo esto?- Suspiró.

-Bella,- Susurré su nombre, acariciando suavemente su espalda, -Lo siento. Lo decidió repentinamente...Alice no tuvo tiempo de advertirnos. Dio vueltas las cosas con demasiada velocidad. A decir verdad, no creí que tenía tanta habilidad.

-A mí también me sorprendió. Nunca pensé que fuera tan…listo.

-No dejare que te lastime, Bella,- Continué susurrando. -Cuando estés lista, iremos empacar nuestras maletas. Podemos ir a tu casa y sacar a Allie de--

OH Dios.

Escuché los pensamientos de Alice. Siguiendo su mente, me dejé envolver en su visión.

-¡Papi!- Gritó Allie, golpeando con fuerza la puerta, tratando de salir de su habitación. Él le había dicho que estuviera quieta, tranquila, pero sabía que la gente se había ido. Sabía que era lo que estaba sucediendo.

Podía oír el ruido del agua llenándo la bañadera, así que Mike debería estar en la planta alta de la casa. ¿Por qué no le respondía? ¿Por qué no le abría la puerta? Ella esperó, desesperadamente golpeando con sus puñitos la puerta de madera. Pronto, unos pesados pasos resonaron en el suelo del pasillo y el suave clic de la cerradura de su habitación le dijeron que era libre. La puerta se abrió.

-Allie, bebe,- Canturreó Mike, agachándose para alzarla en sus brazos. La cargó en sus brazos, mirándola con una sonrisa que no se reflejaba en sus ojos, -¿Qué tal si te damos chocolate caliente para que te duermas?

-Pero papi, no estoy cansada. Quiero a ma--

-Te lo dije Allie,- El besó su frente rudamente y comenzó a bajar las escaleras, -No tienes mamá.

Allie tenía lágrimas a punto de desbordar de sus ojos mientras abrazó su mantilla fuertemente contra su pecho, tratando de perderse en el consuelo que le daba. Mike la sentó en una silla frente a la mesa y se volteó hacia la cocina para hacer el chocolate caliente. Allie esperó silenciosamente.

-Vamos a ser una familia feliz, Allie- Mike le aseguró mientras ponía agua caliente en una taza. Ella le miró asustada.

-Papi, quiero a mami.

-¡No tienes mamá!- Lanzó, volteándose hacia ella con furia en sus ojos. Trató de componerse, trató de relajar la furiosa expresión de su rostro, -Solo seremos tu y yo a partir de ahora.

-Quiero a Edward.

La taza cayó al suelo.

-¿Qué?

-Quiero a Edward,- Allie murmuró, su voz temblaba de miedo.

-Tal como tu madre,- Lanzó Mike, -Edward es un hombre malo.

-¡Mami ama a Edward!- Gritó Allie, su voz sonaba con más firmeza. -¡Yo quiero a Edward! ¡Tú eres un hombre malo!

La mano de Mike voló por el aire, cruzando furiosamente la mejilla de Allie. Su cabeza se giró hacia un lado, la silla se tambaleó ante el impacto, la madera resonó contra el suelo y Allie rodó, separándose de su mantita. Allie se volteó mirando a Mike con terror en sus ojitos.

-¡Trate de ser bueno, Allie!- Rugió. Allie se removió en el suelo, tratando de alejarse de Mike. Era muy pequeña, demasiado lenta. Mike la sujetó toscamente por el brazo, arrastrándola por la habitación. Allie pataleaba, tratando de liberarse. -Podíamos haberla lastimado juntos. Traté de ser bueno.

-¡Papi!- Gritó Allie, -¡Papi, duele!

Ahora estaban en el primer piso. El la arrastró hacia el baño y se cayó al frío suelo de cerámica. Allie se arrastró, tratando de esconderse en una de las esquinas del baño. En algún lugar, donde fuera, esperando que Mike no pudiera alcanzarla.

Pero lo hizo.

Tomó su cabeza y la metió en la bañadera. Allie luchó para zafarse, sus manos aferrándose a las de él. Sus gritos se ahogaron entre burbujas, mientras que Mike le gritaba un sinfín de obscenidades. -¡Esto es su culpa, Allie! ¡Tu mami te hizo esto! ¡Todo es su culpa! La odio. La odio. ¡TE ODIO!

Sus movimientos cesaron.

Sus manos se soltaron de él.

Nada.

Nada.

Se había ido.


La habitación apareció a mi alrededor y me puse de pié de un salto. Alcé a Bella en brazos y me volteé a ver a Alice, quien estaba en las escaleras, -¿Hace cuanto?

¡Ve!

El camino hacia la casa de Bella se había nublado. La velocidad con la que corrí hacia ella antes no era nada comparado con esta. Me dolía el cuerpo debido a la fuerza que hacía por correr lo más aprisa que podía. Me empujaba, desesperadamente rogando llegar hacia Allie antes de que lo peor sucediera.

Mis ojos se posaron un segundo en Charlie, le escuche gritarnos palabras que no tenían sentido para mí en esos momentos. Dejé a Bella en el suelo y de una patada saque la puerta de lugar. Charlie nos seguía. Tenía que tener algo en mente si...si…

No.

Una silla caída en la cocina.

No.

Una taza en el suelo, agua por todos lados.

¡No!

Una mantilla olvidada.

¡NO!

Empujé a Bella escaleras arriba, aun consciente de su delicada existencia…aun en mi estado actual. Ella se dirigía hacia la habitación de Allie, pero le guié hacia el baño. El lugar donde sabía que estaría Allie ahora.

Abrí la puerta y Bella reaccionó instantáneamente.

Lanzó todo el aire en un grito ahogado. Sus manos temblaron, alzándose hacia su pelo. Sus ojos se agrandaron cuando cayó en cuenta de la escena que yo había visto minutos antes. Se dejó caer al suelo de rodillas, lanzando un angustiado grito. -¡ALLIE!

Miré a través de la puerta.

No.

No. No, no.

¡NO!


**************

Letra de "Lose You" de Pete Yorn: http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Lose_You_10469.htm

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Tengo un corazón en luto por las almas inocentes perdidas en las garras de sus depredadores...
Un mar intenso y perdido entre la nada por aquellas lágrimas caídas desde los cuencos de unas madres derrotadas...
La tristeza y la angustia de no enteder la cruealdad que me rodea...
El rencor y la impotencia por tener las manos atadas y la boca sellada consumida entre la niebla...
Y la firme convicción de intentar cambiar la realidad y derramar una gota de miel para sanar las heridas...


No esperemos a que la vida se nos vaya de las manos, hagamos todas un algo para remediar un todo, luchemos por lo que queremos y si es preciso hay que morir para defender a quienes amamos...


Una luz inocente se ha extiguido en Lovers, estamos de luto...

Bellany G.
**Sana a mi corazón adolorido**

VENTANA AL AMOR


Capítulo Quince

Bella POV

-Gracias Edward… en serio no tenías que molestarte en quedarte con Su…- le dije en cuanto me subí a su auto.

-En serio Bella, no es molestia. Su y yo la pasamos muy bien… ¿no es así?...

-Es verdad, tío Edward es muy simpático…- dijo Susan.

-¿Tío Edward?...- le pregunté.

-Sip…- dijo Susan ganándose en medio de los asientos- Tío Edward es mi nuevo “tío postizo”… pero yo quiero que sea mi tío de verdad…

-Su…- la reprendí- ¿Qué va a pensar Edward?- dije sonrojándome.

-No es molestia Bella…- ¿Qué significaba eso, acaso él quería lo mismo?. Me volví a sonrojar.

El viaje siguió entre las conversaciones de Susan y Edward y mis “leves” sonrojos. Esa chica era demasiado directa para mi propio bien mental, tal debería dejar de darle tanta azúcar. Llegamos a la casa, Edward estacionó frente a ella.

-Gracias… por todo…- musite con la mano en la manilla.

-No hay de que…- me respondió.

-¡Chau tío Edward!- se despidió Su dándole un beso en la mejilla.

Bajamos y llegue hasta la puerta, Edward seguía, tal vez esperando a que entráramos; rebusque en mi cartera mis llaves, cuando las encontré las introduje en la cerradura.

Una vuelta, dos… ¡Demonios!, la llave pasaba en banda.

¿Qué clase de karma estaba pagando?

¿Por qué a mí? ¿Por qué justo hoy? ¿Por qué… Por qué a mi?...

¿Qué más podría pasarme ahora?


-¿Sucede algo?...- escuché a una voz aterciopelada preguntar a mi espalda.

-Sip… tía Bella no puede abrir…- respondió Su.

-¿Me permites?...- me preguntó.

-Claro…- dije apartándome.

Al parecer… mi casa y mi auto se habían confabulado en mi contra al igual que la alfombra de Edward, ¿Qué tenía el mobiliario contra mi?.

-No hay caso…- dijo Edward.- Algo le pasa a la cerradura.

-¡Maldición!...- solté- Voy a llamar un cerrajero.

Saqué mi celular, pregunté a la operadora y pregunté por un cerrajero.

Hoy no era mi día de suerte, no, no, no…

Era el último cerrajero que me quedaba por llamar y… me respondieron lo mismo, cerré mi celular con furia.

-¿Qué pasa?- me preguntó Edward.

-Pasa que…- dije calmada.- ¡¡no sé quien fue el estupido que invento el “día del cerrajero”!!- grité.- Ninguno esta trabajando hasta mañana.- me senté en las escaleras de la entrada.- ¡¿Qué voy a hacer?!...- dije escondiendo mi cara en mis manos.

-Tranquila…- dijo él poniendo una de sus manos en mi espalda-… puedes irte a mi departamento, tú y Su…

-No, no puedo hacer eso…- le dije levantando la cabeza.- ya haz hecho mucho por mi hoy, no sé… llamó a Alice o a Esme… en serio…

-Nada de eso, no es ninguna molestia… además estamos cerca…

-Pero…

-En serio Bella, no me molesta ayudarte…

-No sé… ¿Qué dices Su?...- dije esperando que ella prefiriera ir a casa de Alice o de Esme.

Memorandum, no debo preguntarle nada más a mi sobrina, la pequeña era una traidora a veces…

-Yo quiero ir a casa de tío Edward…- dijo.

-Ves… no hay problema…- suspire.

-En serio, no quiero molestar…

-Bella...tú nunca molestas…- me dijo mirándome directamente a los ojos. Esta bien me rindo, me rindo.

Volvimos al carro, Edward comenzó a conducir. La verdad no tenía idea donde se encontraba su departamento, solo sabía que era en el centro. El edificio de departamentos era enorme, uno de los más modernos y lujosos de todo Chicago.

Entramos a la recepción y subimos en el elevador hasta el décimo piso. La puerta se abrió dejando ver un amplio pasillo con solo una puerta, ¿acaso el departamento de Edward era el único en ese piso?. Edward abrió la puerta.

-Bienvenidas…- nos dijo dejándonos pasar.

El lugar era enorme, pude notar que la decoración al igual que la de la oficina había estado a cargo de Esme y Alice, pues los colores eran similares.

-Pónganse cómodas…- dijo Edward.- Voy a preparar la cena…

-¿Te ayudo?...- le pregunté, no me las iba a dar de ociosa.

-No es necesario…

-Por favor… déjame recompensarte. Hoy haz hecho mucho por mí…

-Esta bien…- me dijo.

-Su… no toques nada ¿si?...- le dije. Esa niña era demasiado curiosa.

-¿Quieres ver televisión?

-Si…- respondió.

Edward le indicó donde estaba el televisor y Susan se quedo fascinada viéndola, pues estaban dando su programa favorito.

Llegamos a la cocina, de color amarillo. Edward se dirigió a la alacena.

-¿Qué le gusta comer a Su?...- me preguntó.

-Lo que tengas esta bien, no tienes por que complicarte por nosotras…- me miró enarcando una ceja.- en serio… no es recelosa con la comida…

-Esta bien te haré caso… pero si no le gusta, será tú culpa ¿eh?...

-Esta bien… déjame como la tía malvada, no hay problema…

-Tonta Bella…

Edward comenzó a sacar los implementos para preparar lasaña. Debía admitir que era un gran cocinero, tampoco me dejo acercarme al horno, según él por que no era necesario que me volviera a quemar. Me sonroje al recordar ese día. Cenamos y luego insistí en ayudarlo con la loza.

-Bella no acostumbro a que mis invitados trabajen…

-Por favor… me hace sentir útil.- suspiro.

-¿Cuántas veces tengo que repetirlo?...

-No importa cuantas, no te haré caso…

-Se me olvidaba lo testaruda que podías llegar a ser…

-Cállate Edward…- bromeé y le quite los platos de las manos.- ¿yo lavo y tú secas?.- suspiro resignado.

-Ok…- abrí la llave del agua- aunque…- dijo acercándose a mí.- no crees que es más sencillo utilizar el lavavajillas…

-Oh no, odio esos aparatos… la ultima vez que ocupe uno casi destruyo el juego favorito de vajilla de Esme… no fue agradable.- Edward soltó una carcajada, le dedique una mirada de odio.- ¿Qué es tan gracioso?...- se siguió riendo.

Si tal vez sea una actitud infantil… pero, ¡no era gracioso!...me sentí muy mal cuando paso eso, y él no podía reírse de mi por eso. En el lavaplatos ya había suficiente espuma, tome un poco en mi mano y se la avente en la cara sin pensar, su risa cesó al instante. Edward me miró serio.

Oops… la regué…- pensé- se enojo…- se acercó más a mi de manera lenta luego de haberse limpiado la cara con la mano.

-Bella…- dijo. Lo estaba mirando así que no me percate de los movimientos de su mano hasta que sentí la espuma fría en el centro de mi cara. Edward volvió a estallar en risas.

-¿Te crees muy gracioso?...- dije luego de limpiarme.- esto es la guerra Edward Cullen…- le dije antes de volver a mojarlo.

Nos estábamos comportando como dos niños pequeños, pero hacía mucho que no me reía tanto. Estábamos completamente empapados y el piso estaba repleto de lavaza resbalosa, por lo que en un extraño movimiento Edward tropezó llevándome con él al piso. Quede encima de él, su rostro a escasos centímetros del mío.

No supe como, pero él tenía sus manos en mi cintura, y la ropa mojada no ayudaba en lo más mínimo… lo sentía demasiado cerca de mi; nuestra respiración era todavía desacompasada a causa de la risa, nos miramos a los ojos, mis manos descansaban en su pecho y estaba a punto de cometer una locura.

Si es que Edward no la cometía primero que yo…

Sé racional Bella…- me dije mentalmente.- sé racional…

Me aleje de él y me incorpore con cuidado, Edward también se levanto.

-Lo siento…- musitó. ¿Por qué se disculpaba?

-No, yo lo siento… yo empecé y mira ahora este desastre…

-Si… pero yo te seguí… y mira ahora como estamos…- dijo señalándose y luego señalándome. Me golpeé la frente con la mano.

-Dios, estoy completamente empapada…- dije. Y no tenía nada que ponerme. Debí, debí irme a casa de Esme o con Alice…

-Si, vamos a tener que poner esa ropa a lavar…

-¿Y que pretendes que use mientras se lava?...- pregunté irritada. Este día no era el mío sin duda, todo me salía mal.

-Podemos buscar alguna de mis cosas…

-No hay de otra…- dije, ya era considerablemente tarde.

-Ven…- dijo tendiéndome una mano para que no cayera.- vamos a meter eso a la lavadora y a que te cambies no quiero que te enfermes…


Rosalie POV

Emmett me invitó a cenar al mismo restaurante al que habíamos ido en nuestra primera cita, estaba nerviosa… esa noche le daría la gran noticia, estaba tan emocionada. Siempre había soñado con ser madre y sabía que Em se moría por tener un pequeño en sus brazos, él adoraba a los niños, tal vez por que él era uno en su interior.

Llegamos a nuestra mesa, que estaba en la parte de los reservados, había un candelabro con velas en el centro y un ramo de rosas rojas esperaba en mi puesto. Emmett corrió la silla para que pudiera sentarme.

-Emmett están hermosas…- le dije luego de oler el perfume de las rosas.

-No tanto como tú amor.

-Emmett… me voy a sonrojar…- bromeé. Emmett rió de manera nerviosa. A decir verdad estaba muy nervioso al igual que yo.

Cenamos, en medio de una conversación agradable; estábamos comiendo el postre… era ahora o nunca, bueno en realidad no, pero así era el dicho.

-Emmett…

-Rose…- dijimos al mismo tiempo- Tengo algo que decirte…- ambos nos reimos de la situación.

-Tú primero…- le dije.

-No, no… tú primero amor…- respire.

-Esta bien… Emmett… hay algo que tengo que decirte.- dije de manera seria, él se puso pálido.- Emmett… yo…

-¡No Rose, mi vida! ¡No me dejes!...- gritó. La gente alrededor se volteó a mirarnos.- ¡Rose, por favor… yo te amo! ¡Yo…

-Emmett, tranquilízate…- le dije.- Yo no te voy a dejar…

-Ah no…- suspiro.

-No tontito… te amo demasiado… lo que quiero decirte es otra cosa…

-¿Qué?...

-Emmett… tengo que darte una noticia muy importante.- dije- Algo que va a cambiar nuestras vidas por completo… Emmett, estoy embarazada.- escuché el ruido sordo que produjo la caía de Emmett al suelo - ¡Emmett! ¡Emmett!...- grité levantándome para ir a su lado- Emmett… ¿estas bien?...

-… ¿Vamos… Vamos a ser padres?...- me preguntó.- Yo asentí. Se levanto de un salto y me rodeo con sus enormes brazos.

-Oh, amor… ¡me haces tan feliz!...te amo…- dijo, para después comenzar a besar mi frente, mejillas, ojos y labios, luego bajo hasta mi estomago y deposito un tierno beso en mi invisible barriga. Estaba tan feliz… ¿Qué más podría desear?

-Rose, mi vida… yo también quería decirte algo…- me dijo, no me había dado cuenta de que se había hincado frente a mi.- Rosalie Hale… me harías el honor de ser mi esposa…- dijo con un bello anillo en la mano.

-Oh, Emmett… por supuesto que si… si, acepto…- deslizó el anillo por mi dedo, para después incorporarse y besarme nuevamente.

A nuestro alrededor se escucharon aplausos, se me había olvidado que estamos en el restaurante. Pero ¿acaso importaba?... para mi no, era completamente feliz... iba a casarme con el amor de mi vida, y dentro de unos meses sería madre. No podía pedirle nada más a la vida.


Edward POV

-Tal vez esto te quede…- le dije a Bella pasándole uno de mis pijamas- lo siento… pero no tengo ropa de mujer como veras…

-Si, me doy cuenta…- dijo tomándolo.- ¿Dónde esta el baño?...

-Allí…- dije indicándole la puerta. Ella fue hacia allá.

También me cambie, el jueguito de la espuma me había dejado completamente empapado. Me sentía extraño, hacía unos momentos podría haber jurado que Bella quería besarme tanto como yo a ella. Pero hubo algo que la detuvo…pero ¿Qué?.

-¿Dónde esta el cuarto de lavado?...- me preguntó Bella.

Contrólate Edward…- me dije a mi mismo- contrólate…

Bella llevaba solo la camisa del pijama, que aun cuando le quedaba considerablemente larga aun dejaba apreciar un buen tramo de sus níveas piernas, su cabello estaba húmedo. Me la estaba comiendo con los ojos y al parecer ella lo notó, pues se sonrojo de manera violenta.

-Eh… es aquí…- dije caminando hacía allá. Tenía que reordenar mis pensamientos y rápido.

-Tía Bella… tengo sueño…- dijo Su entre un bostezo, había estado tan entretenida en la televisión que casi se había pasado de su hora de dormir.

-Edward… ¿Dónde tienes las frazadas extras y eso?...- me preguntó Bella.

-¿Para que quieres eso?...

-Para preparar el sillón para que Su y yo durmamos…

-Nada de eso, ustedes se quedan en mi habitación…

-En serio Edward ya es suficiente con que nos dejes quedar acá… no es necesario…

-Claro que lo es… que clase de hombre sería se te dejara dormir en un sillón, nada de eso ustedes se quedan en mi habitación.- Bella iba a responder pero se calló al ver que hablaba en serio.

Les indique cual era mi habitación y Bella acostó a Susan en la cama, se quedo con ella hasta que la nena se quedo dormida. Yo estaba en la cocina tomando una taza de café, no me creía capaz de dormir esa noche. No con Bella a tan poca distancia.

-¿Te queda más café?...- escuché preguntar a Bella.

-Claro…- dije sirviéndole una taza- creí que te ibas a quedar con Su…

-No, ella ya se durmió…- dijo bebiéndose el café.

-Tú deberías hacer lo mismo…

-Dudo que pueda…

-¿Por qué?...- le pregunté.

-Usualmente no puedo dormir…

-Ahh… es por…

-¿Lo del accidente?...si, el doctor dice que puede ser por eso… al menos Su si puede dormir…

-Aun los extrañas…- ella asintió.

Al momento nos fuimos a la sala para poder conversar mejor. Hacia tiempo que no lo hacíamos, habían muchas cosas que habían cambiado en estos años. Fue como volver a conocernos y volver a llegar a la misma conclusión. Estaba completamente enamorado de ella. No supe cual fue el momento en el que paso, pero mis ojos comenzaron a hacerse cada vez más pesados, hasta que finalmente me quede dormido.

Cuando abrí mis ojos a la mañana siguiente vi que la cabeza de Bella estaba apoyada en mi hombro y sus manos estaban en mi pecho, yo la sujetaba por la cintura, abrí nuevamente mis ojos, ella estaba placidamente dormida, ambos estábamos en el sillón al igual que la noche anterior, con la única diferencia de que ahora había una manta colocada irregularmente sobre nosotros. No pude evitar la tentación de acariciar el cabello marrón de ella, era tan suave como lo recordaba, Bella comenzó a estirarse, abrió sus ojos lentamente, una sonrisa le recorrió el rostro cuando vio donde estaba.

-Nos quedamos dormidos…- dijo.

-Eso parece…- le respondí.

-Es extraño…- comentó.

-¿El que?...

-El que haya podido dormir toda la noche…

-¿Por qué crees que sea?...

-No se… tal vez sea por… ti…- se sonrojo.

-Me alegro de haberte ayudado.- y lo haría siempre…

-Gracias…

-No hay por que…- aun seguíamos en la misma posición.

Nos seguíamos mirando a los ojos. Acaricie una de las mejillas de Bella con mi mano, ella cerró los ojos ante el contacto.

-Edward…- susurro. Aquel susurro parecía una invitación, la sentí acercarse más.

Espere a que se detuviera al igual que la noche anterior, pero no lo hizo. Si ella no quería parar, no sería yo quien lo haría. Me moría por besarla otra vez. Ella estaba casi encima mía y mi agarre sobre su cintura aumento, sus labios estaban sobre los míos. Comencé a mover mis labios sobre los suyos, a la vez que sentía sus brazos aferrarse con fuerza a mi cuello.

El repicar del teléfono se comenzó a escuchar, pretendía ignorarlo, pero en cuanto lo escucho Bella se tensó. Se separo de mí de manera rápida, completamente roja.

-Yo… este… perdón… yo no… no debí…- dijo de manera rápida antes de desaparecer en dirección al cuarto.

Me quede en mi lugar, el teléfono seguía sonando. ¿Por qué me había pedido perdón? ¿Por el beso? Acaso ella no sabía que yo lo deseaba… o tal vez me equivocaba otra vez… y esto era algo unilateral. El teléfono siguió sonando así que decidí atender, tal vez era algo importante.

-¿Bueno?...

-¿Edward? Al fin contestas… me asustaste…- exclamo Alice al teléfono.

-¿Qué pasa Alice?...- conteste un tanto irritado.

-Edward… es que… no encuentro a Bella… estoy llamando a su puerta y no contesta y tampoco responde en el celular… ¿le habrá pasado algo?

-Tranquila Alice, ella esta acá…

-Ahh…- suspiro.- que alivio… ¿y que hace Bella allí?...- preguntó.

-Nada de lo que imaginas otra vez, ella y Su se quedaron puertas afuera y…

-Entiendo, entiendo…

-¿La necesitabas para algo?...

-Este, no nada… después hablo con ella. Gracias, chao hermanito…- dijo colgando.

-Adiós…- lance el teléfono al sillón, y me volví a tumbar en él.

Mientras intentaba descifrar que era lo que pasaba por la cabeza de Bella. ¿Por qué siempre todo lo que hacia era tan inesperado?.

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chic@s lamento la demora, pero tenia unos asuntitos pendientes que resolver...
mmmm... bueno este par sigue en las mismas, definitivamente necesitan un bueno empujoncito... esperemos que cierto duendecillo entre en acción pronto!!...
awww U.U y mas tierno no podia ser el osito más adorable del mundo!!!... se cayó de la impresión!!!! awww diganme que no las mató?! estuvo fantastico!!!... y claro el sueño de Rose por fin se va a cumplir (por lo menos aqui)... va a ser mamá!! wiiiiii!!! jejeje
dale... cuidense mucho, los chocolatitos para el festejo, suspiren de felicidad y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Eres un mieloso muy antojable amor**

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