viernes, 6 de noviembre de 2009

VENTANA AL AMOR

Capitulo veintiuno:

Rose POV:

Estaba nerviosa y ansiosa, lo cual no era una buena combinación…hoy me harían una ecografía, con el objetivo de saber el sexo de mi bebito y si todo marchaba bien, solo pensar lo contrario me hacia sentir fatal. Estaba nerviosa ¿Qué sería?

¿Niño o niña?.

Me ponía ansiosa solo de pensar en las posibilidades, y Emmett sin duda no me ayudaba a calmarme, él estaba tanto o más nervioso que yo. Se veía tan dulce.

-cuidado amor…- dijo mientras me ayudaba a tomar asiento en la recepción de la consulta.

-Emmett, tranquilo. Estoy bien…- dije acariciando su mejilla

-¿segura?

-Absolutamente.

Me hubiera gustado decir que estuvimos esperando pacientemente como cualquier pareja, mirándonos sin decirnos nada o pensando acerca del bebé. Pero ese no fue nuestro caso, pues mi futura cuñada se paso todo el tiempo de espera hablándome por teléfono acerca de los últimos detalles de la boda, que sería mañana. Estaba tan emocionada. Pero Alice sin duda era demasiado exagerada.

-y ¿ya vieron a mi sobrinito o sobrinita?.- preguntó

-no, Allie aun no entramos…

-ahh…¿en cuanto estarás lista?...

-no lo sé ¿Por qué?...

-por que pretendo secuestrarte…

-¿perdón?...

-Rose, amiga mía. Quedan oficialmente menos de 24 horas para tu matrimonio, se supone que no deberías ver al novio, solo hice una excepción por la ecografía…- dijo

-No puedes hablar en serio…

-Oh, si lo hago…paso por ti en una hora ¿esta bien?

-Será…- dije resignada

Mi amiga y su obsesión por las bodas. No me sorprendería que una vez que me casara comenzara a organizar la boda de Bella y Edward. Esos si que habían sido una sorpresa, no es que no lo viéramos venir…es solo que, nunca creímos que alguno de los dos se atreviera a declararse.

A los pocos minutos nos hicieron entrar al consultorio. Emmett me ayudo a subir a la camilla junto al aparato de ultrasonido, la doctora, una mujer de unos cuarenta años sumamente amable, nos explico todo lo que iba a hacer antes de que me levantara la blusa que llevaba dejando al descubierto mi barriga. Cuando lo hice aplicó un poco de gel, que según explico era para tener una mejor movilidad del ecógrafo, en mi panza, la cual ya sobresalía. El gel estaba helado, pero eso no me importo en lo más mínimo. Comenzó a deslizar el ecógrafo por mi estomago, Emmett sostenía mi mano izquierda con cuidado a la vez que tenía sus ojos fijos en el monitor, al igual que yo.

Esa fue la primera vez que vimos a nuestro bebé. Era difícil distinguirlo, pero sabíamos que estaba allí. Sentí como la emoción empezaba a alcanzarme y las lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas. Era hermoso, era mi, nuestro hijo. No podía apartar la mirada de él, de esa pequeña parte de mi y Emmett.

El latido de su pequeño corazoncito inundo la sala, ahora no era solo yo la que lloraba. Los ojos de Emmett también estaban desbordados de lagrimas, a la vez que miraba con una ternura infinita el monitor. No podía haber pedido un mejor padre para mi hijo. De eso estaba segura.

-¿quieren saber el sexo del bebé?- nos preguntó la doctora

-Si…- dijo Emmett

-No…- dije, la doctora nos miro extrañada

-No…- dijo Emmett

-Si…- dije esta vez. Ambos nos miramos a los ojos, sonreímos y luego dijimos:- si- al unísono.

-Esta bien…- dio unas vueltas más con el ecógrafo intentando identificar la diferencia. -¡felicidades!...es una niña y esta en perfectas condiciones…- dijo

Las lágrimas volvieron a la carga. ¡Una niña!. Una pequeñita. Mi primera hija…

-es una niña…- dijo Emmett, yo asentí. Se inclino y presiono levemente sus labios con los míos.

La doctora nos dio una copia de las ecografías, unas recomendaciones para los meses que veían y una cita para dentro de dos meses para la siguiente ecografía. Ni Emmett ni yo podíamos apartar los ojos de las primeras fotos de nuestro pequeño milagrito.

-mírala…- me dijo Emmett.- tan chiquita y ya es toda una modelo como la madre…

-Emmett…- le dije

-Es verdad, va a ser tan hermosa como tú…

-Te amo…- susurré. Estaba acercándome a él dispuesta besarlo.

-Al fin los encuentro.- dijo una voz. Reconocería esa voz en cualquier lugar. ¡maldición! ¿justo ahora?

-Alice…- dijo Emmett, aunque sonó más a un improperio que a un saludo.

Alice estaba de pie a escasos pasos de nosotros, Bella estaba a su lado y nos miraba con gesto resignado, como pidiéndonos perdón con la mirada. Conocía en carne propia el gusto de Alice por interrumpir a los demás.

-hola hermanito…- le dijo con una radiante sonrisa.- ahora si me disculpas…- dijo tomándome de un brazo.- debo secuestrar a la novia…

-Alice…no puedes dejarnos solos unos minutos…

-No lo siento…- le contesto ella aun sonriente.- ahora será mejor que nos vayamos…- dijo avanzando

-Lo siento Emmett,- le escuche decir a Bella.- ya sabes como es tu hermana…

-Oh si. Ya vas a ver la que te espera…- alcance a ver el rostro extrañado de Bella.

-es una niña ¿cierto?.- dijo Alice ni bien entramos en su auto

-si. – respondí- ¿Cómo lo sabes?

-Intuición de tía…- dijo, yo rodé mis ojos al igual que Bella.- bueno, ahora…a recoger los vestidos…

Suspire. Empezaban los últimos preparativos. ¿sería capaz de soportarlos?

Edward POV:

-Emmett, por Dios ¿quieres calmarte?.- le dije a mi hermano por enésima vez.

-Estoy nervioso…- respondió

-Eso ya lo sé.

-Uno no se casa todos los días, Edward- me dijo Jasper.- es natural que este nervioso…

-Si, pero…tú no estabas así en tu boda.

-Al menos eso creyeron los demás. También estaba tanto o más ansioso que Em.

Terminamos de prepararnos, aunque a este paso el que iba a terminar con un ataque nervioso era yo. Emmett, mi padre y yo nos dirigimos hasta el lugar de la ceremonia. Jasper iría a recoger a su hermana y las chicas, ya que él sería quien entregaría a Rosalie en el altar. En todo el camino hasta el parque donde se realizaría la ceremonia Emmett no paro de parlotear ansioso, parecía un niño que va por primera vez al dentista. Muerto de terror.

-cálmate Emmett…- le sugerí

-pero…¿y si Rose se arrepiente?

-Emmett, eso no va a pasar…

-¿Cómo lo sabes?...- me preguntó mirándome a los ojos.

-Por que se nota a kilómetros que ella te ama…- le dije con sinceridad

-Lo sé, pero…ahh no sé, estoy nervioso…

-Tranquilo, todo va a estar bien

-¿Cuánto falta?...

-Poco menos de media hora…

-Ah…

-Emmett, hijo. Por que no vienes un momento conmigo…- le dijo mi padre poniéndole un brazo en el hombro. Se alejaron un poco.

Pude respirar tranquilo, Emmett me estaba sacando de mis casillas, no entendía el por que de su inseguridad. Aunque seguramente si yo me casara algún día estaría igual o peor que él, no pude evitar fantasear al respecto, mas ahora, que al fin estaba con Bella. Mire el lugar donde se realizaría la ceremonia, sin duda mi hermana había hecho un gran trabajo, a parte de sacarnos de nuestras casillas con su histeria pre matrimonio. Pero tenía que darle el crédito de lo hermoso que había quedado el lugar. Había hecho un pasillo entre las sillas que estaban todas decoradas con unos impresionantes moños blanco invierno, al fondo del improvisado pasillo había un altar ornamentado con un arco lleno de flores de distintas tonalidades de blanco. Era un día precioso, totalmente soleado y despejado. Ideal para la ceremonia.

Camine por el inmenso parque, en el otro extremo ya estaba trabajando toda la gente que se haría cargo de la fiesta de recepción. Observe como acarreaban las sillas, mesas, manteles, el inmenso equipo de sonido. Sentí como unos delgados brazos me abrazaban por la cintura.

-hola, amor ¿Qué haces?...

-Bella…- dije volteándome para verla. No pude evitar que mi miraba vagara por su cuerpo, estaba sencillamente hermosa con ese vestido color verde.- vaya…- dije tomándola de una mano y haciéndola girar.- estas espectacular…- ella sonrió

-No eres el más imparcial, Edward…pero gracias, tú también te ves increíblemente guapo…- me dijo mientras jugaba con las solapas de mi chaqueta.

-¿Ya llegaron Rose y Jasper?…

-Aun no, Alice dijo que tenía que preparar unos últimos detalles…

-Pero ¿Cómo es que te dejo venir?...

-Alguien tenía que avisar a Emmett del retraso, si es que no queríamos que rompiera la decoración de la impaciencia…

-Es verdad, nunca lo había visto tan ansioso….

-Esta nervioso. Uno no se casa todos los días…

-Es verdad…- me incline para besarla.

-Será mejor que nos acerquemos al lugar de la ceremonia…o van a tener que empezar sin una de las damas de honor y sin el padrino…- me dijo Bella apartándose un poco de mí.

-Tienes razón…- dije besándola por ultima vez.

-¿Cuánto van a demorar, Bella?...- casi gritó Emmett, cuando Bella y yo nos acercábamos de la mano

-Unos quince minutos, Em. Sabes como es Alice…no la va a dejar venir hasta que este perfecta

-Rose siempre esta perfecta…- dijo jugando con sus manos

-Tranquilo, hijo…- le dijo mamá abrazándolo. – ya falta poco…

-¡tía Bella!...¡ahí vienen!...- dijo Su corriendo.

-¡¿ya vienen?!...- dijo Emmett.

-Si, así que cálmate ¿quieres?...

-Si…

-Y, será mejor que vayas entrando con Esme. Sabes como se va a poner Alice si te encuentra aquí…

-Tienes razón, Bells…- le respondió.- ¿mamá…?...- dijo tendiéndole su brazo. Ella lo acepto.

-La marcha nupcial comenzó a sonar justo en el instante en que el coche en que venía Rose se detuvo frente a nosotros.

Rosalie POV:

-tranquila, respira…- me alentó Alice.- todo va a salir perfecto…

-si…

Alice bajo del coche, seguida de mi hermano quien me tendió una mano para ayudarme a bajar.

-vaya futura cuñada, te ves hermosa…- me elogió Edward

-gracias…

-es verdad…- concedió Bella, quien sujeto mi ramo mientras Alice arreglaba por ultima vez el vestido.

-Todo listo…- dijo Alice.- te ves preciosa, Rose…

-Gracias…- repetí, no podía hablar mucho o estaba segura de que comenzaría a llorar. Antes de tomar el ramo que me ofrecía Bella, acaricie mi barriga.

El diseño helénico de vestido de novia que había elegido mi amiga era sencillamente perfecto, dejaba a la vista mi incipiente barriga, lo que me ponía sumamente feliz, quería que mi bebé estuviera de alguna manera presente. Alice puso en su lugar un mechón de mi cabello que se había salido de mi peinado.

-¿lista?.- me preguntó mi hermano.

-Si…- tome el ramo.

-Antes entraron Alice y Carlisle, seguidos de Edward y Bella.

-te ves muy linda, tía Rose…- me dijo Su

-gracias corazón…- le dije.

Ella precedió mi marcha lanzando pétalos de rosas rojas en el pasillo. Comencé a caminar, lo primero que vi fue a mi Emmett esperándome impaciente en el altar junto a su hermano, quise correr a su lado, pero al parecer la música tenía otras intenciones. Cuando por fin lo alcance y estuve frente a él, me vi reflejada en sus brillantes ojos y supe que todo iba a estar bien, que esto era lo que quería para todos los días del resto de mi vida. Estar junto a él y nuestra pequeña. Jasper entrego mi mano a Emmett.

La ceremonia inicio, a cada momento mi emoción aumentaba, hasta que por fin el sacerdote hizo la pregunta que yo tanto deseaba escuchar.

-Rosalie Hale. Aceptas a Emmett Cullen como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe.

-Si, acepto…- dije con las lagrimas cayendo por mis mejillas

-Y tú, Emmett Cullen. Aceptas a Rosalie Hale como tu legitima esposa para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe.

-Si, acepto…- dijo mirándome a los ojos

-Entonces, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Emmett tomo mi rostro entre sus manos y de manera lenta inclino su cabeza para besarme. Los asistentes rompieron en aplausos, me sentía completamente feliz. Emmett me cogió del brazo para que atravesáramos el pasillo, mire a mí alrededor, mis amigos, mi nueva familia, todos me miraban con unas enormes sonrisas en sus rostros.

Seguimos caminando hasta llegar al lago artificial que estaba en las cercanías del parque y donde se realizarían las fotos de la boda.

-te amo…

-y yo a ti, mi amor…- me dijo antes de besarme nuevamente.

Bella POV:

Nos reunimos con los recién casados y el resto de la familia junto al lago para tomar algunas fotografías. Tenía a Susan cogida de una mano, Edward sostenía firmemente mi otra mano. Todos estaban contentos, yo también lo estaba. Mis dos amigas ya se habían casado, tantas bodas juntas me hicieron ilusionarme con otra boda, pero en este caso me gustaría a mi ser la novia.

Era gracioso pensar que hacia un par de meses no quería saber nada del amor y ahora ¡ya quería casarme!, lo que hacia el amor. Nos hacia cambiar totalmente, no pude evitar reír.

-¿Qué pasa?.- me preguntó Edward

-Nada…- dije, no era necesario revelarme todas mis locas fantasías.

Nos sacamos unas fotos con los novios antes de irnos al lugar de la recepción. La enorme carpa estaba decorada con flores blancas y ramas de un intenso verde. Rosalie y Emmett abrieron el baile con un impecable vals, en sus rostros relucía la más absoluta felicidad. Luego comenzaron a unírseles las demás parejas. Edward tendió su mano hacia mí.

-¿me concede esta pieza?- dijo mirándome con sus intensos ojos verdes. ¿Cómo decirle que no?

-Por supuesto…- dije tomando su mano.

Desde ese momento, y contrario a mi costumbre, no salí de la pista de baile. Edward era un gran bailarín, tanto, que hacia parecer que hasta yo bailaba bien. Solo nos vimos interrumpidos por la cena.

-vaya…tengo que felicitarte hermanito…- dijo Alice, quien estaba sentada a su lado

-¿si? ¿Por qué?...

-Haz roto un record. Tuviste a Bells…- miro su reloj- bailando por casi una hora…- dijo rompiendo en carcajadas al igual que el resto de la mesa.

La fiesta siguió con la normalidad de una celebración, en especial si agregamos que el novio era Emmett. Nunca nos aburriríamos de todas las locuras que era capaz de hacer. No pare de bailar en toda la noche. Rosalie nos pidió que la acompañáramos afuera al cabo de unas horas.

-¿Qué pasa, Rose?...- le preguntó Alice

-Nada…- dijo- solo quería darles las gracias chicas…

-A mi no tienes que agradecerme nada. Todo lo hizo Alice…

-Claro que tengo que agradecerte, estas aquí. Ustedes saben que son muy importantes para mi, chicas. Las quiero mucho…- dijo abrazándonos

-Nosotras también…

-Y ahora, solo nos queda una soltera…- dijo Alice mirándome con los ojos entrecerrados.- ¿para cuando tengo que ir preparando la boda?.- quede en blanco

-¿Qué?

-¿para cuando la boda?.- preguntaron las dos a la vez. Corre, Bella, corre

-Chicas, no creen que se están precipitando, recién estamos saliendo.

-Vamos, Bells se nota que ustedes van a terminar casados, así que…para que dilatar el asunto…

-Lo siento, pero creo que por ahora paso…y les doy un respiro a Alice con esto de organizar bodas

-Oh, vamos Bella. ¿acaso no quieres casarte con mi hermano?.- me miró directamente a los ojos. Esta bien me rindo, pensé.

-Si…- ambas gritaron como un par de colegialas.

-Entonces ¡¡hay que planear una boda!!...- dijeron

-Esperen, esperen, par de locas. Recién llevamos juntos un mes y ustedes quieren que me case.- ambas se detuvieron y se miraron a los ojos.

-Dos meses…-dijo Alice

-Les doy tres meses…- dijo Rose, las mire extrañada.

-Están locas…- musite

-¡Y es por eso que nos amas, amiga…!- gritaron

-Compórtense como las señoras que se supone que son…- ambas se rieron y yo no pude evitar seguirlas.

Cuando volvimos a entrar me dirigí hasta donde estaba Edward y sus padres, Susan estaba durmiendo placidamente en los brazos de Esme. Sin duda, ya era muy tarde para ella.

-¿se quedo dormida?

-Si…- me respondí Esme, acomodándola en sus brazos.- le estaba diciendo a Edward que ya nos vamos y que si querías nosotros nos podemos llevar a Su.

-Oh, no…no es necesario Esme. Mejor me voy…

-¡no!...- me dijo- ustedes se la están pasando en grande. No te preocupes, Bella. Su se queda esta noche en mi casa y después la vas a buscar.

-Pero…no quiero molestar…

-Tú no molestas, corazón…- me dijo con gesto maternal.

-Ok…

-Así me parece, bueno Carlisle y yo nos vamos. ¡diviértanse!...- nos dijo antes de irse con Carlisle quien la abrazaba por los hombros.

-¿quieres bailar?...- me pregunto nuevamente Edward.

-Por supuesto…

Seguimos bailando y riendo, al cabo de un rato Emmett y Rosalie se despidieron para irse a su Luna de Miel. La fiesta siguió sin muchos sobresaltos hasta bien entrada la madrugada. Sorprendentemente no tenía ni una pizca de sueño. Lo estaba pasando en grande.

-¿quieres que nos vayamos?- me preguntó Edward

-Si, mejor…ya es tarde.

-¿estas cansada?

-No, ¿Por qué?...

-Tengo algo que mostrarte…- dijo tomando mi mano, mientras nos dirigíamos a su auto.

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Bellany G.
**Simplemente enamorada**



NO DESEARÁS

Capitulo 9 . Secreto

(Edward)

Abrí mis ojos lentamente mientras cada recuerdo de la noche anterior me golpeaba haciéndome sonreír y también maldecir, había sido una locura y aunque estaba enojado conmigo mismo y mi poco autocontrol, no cambiaria nada de la noche teniéndola entre mis brazos, su cuerpo temblando, su boca, su voz sonando tan fuera de tono.

Me sentí fatal por Rosalie, pero en mi parte mas egoísta sin ella jamás hubiera conocido a Bella y eso me confundía aun mas, me llevo un segundo darme cuenta que estaba solo en la cama, me entro un pánico abrasador de pensar que no hubiera sido para ella ni una milésima parte de lo que fue para mi, me senté en la cama buscándola con la mirada, el ventanal que daba a la terraza estaba medio abierto, ella estaba parada a unos pasos de la playa, con un pantalón blanco y una playera del mismo color, el aire jugaba con su cabello haciéndola irreal, me levante y me puse el pantalón que llevaba la tarde de ayer, y fui con ella, camine de forma lenta, precavida, un parte de mi se preparaba para su rechazo, para que gritara y golpeara, para que escupiera que estaba arrepentida de este dulce error.

-Bella…-, la llame tenuemente y ella no se giro llevo una mano a su rostro y limpio su mejilla, mi corazón se quebró al darme cuenta que lloraba, quise morir por provocarle aquel dolor…, me iba a disculpar y salir de ahí cuando ella se giro, acorto nuestra poca distancia y me abrazo respirando contra mi pecho desnudo.

-No me dejes…-, susurro

-No podría-, le conteste estrechándola mas fuerte

-No quería lastimar a Rosalie, te juro que es mi familia…jamás quise que las cosas llegaran hasta ahora, jamás quise traicionarla-, decía con la mirada perdida mientras sus lagrimas salían.

-Lo se…lo se, yo no pensaría algo como eso de ti Bella…yo soy el único…-, ella levanto su cara y puso los dedos de su mano en mi labios.

-Hacer el amor contigo no fue una imposición...lo deseaba…-, me susurro con su cara sonrojada y me abrazo más fuerte.

-Bella no puedo y no quiero estar lejos de ti…jamás-, le susurre mientras inhalaba su intoxicante aroma.

-¿Qué vamos a hacer?-, me pregunto, levante su mentón y acaricie su mejilla.

-Voy terminar con Rosalie…-, conteste.

-Pero ella no me perdonara, aun cuando jamás se entere de lo que paso-, me dijo y yo tome su cara entre mis dos manos.

-Terminare con ella…y después de un tiempo nos iremos tu y yo a comenzar otra vida, será nuestro secreto…ella no sabrá…tal vez en unos años llegue a entenderlo…-, le susurre antes de besarle, ella llevo las manos a mi cabello y las mías bajaron hasta su cadera.

-Estoy loca por ti Edward Cullen…-me dijo contra mis labios, sonriendo aun con los ojos llorosos, la volví a besar y la abrace, jamás pensé en traicionar a Rosalie, no se lo merecía, pero Bella era lo mas importante en mi vida, por ella dejaría todo y la seguirá hasta un lugar donde pudiéramos ser solo nosotros dos.

Almorzamos sonrientes y sin decir casi nada, era un silencio acogedor, decidimos caminar un poco por la playa antes de partir, tomo mi mano como lo había echo cuando fuimos a la alberca y le sonríe, mientras me perdía en sus ojos.

-¿Qué le dirás a Rose?-, susurro viendo hacia el azulado mar

-Que…se merece una persona que la ame… que yo no puedo estar con ella solo por convivir, por comodidad…-, le susurré aun inseguro de si eso seria suficiente y no la lastimaría demasiado.

-Me duele hacerla sufrir-, dijo Bella

La abrace y ella beso mi cuello, -Es todo lo que podemos hacer, necesito saber que tu estarás conmigo…después…necesito el valor para verla a la cara-, le susurre y ella me abrazo mas fuerte.

-Solo se libre…te esperare todo lo que sea necesario-, se levanto un poco dándome y un beso, la levante y ella enrosco las manos en mi cabello.

-Pronto-, le dije antes de separarnos, sabia que ella se sentía incomoda, y haría todo lo posible en terminar mi relación con Rosalie lo mas pronto posible.

Fuimos al aeropuerto un poco antes de la comida, al subir al avión, se sentó y recargó su cabeza en mi hombro y envolvió mi cintura con sus brazos y susurro “No temas”, le bese la cabeza y me aferre a ella mientras despegábamos, era la primera vez que el volar no me ponía loco, todo gracias a ella, a mi mujer, por que eso era Bella, mi mujer, aunque ahora solo fuera un secreto

-Te esperare-, me dijo antes de bajar del avión dándome un beso en la mejilla, los dos sabíamos que hasta ese gesto llegaba nuestro contacto, hasta que arreglará mi situación, asentí y bajamos, vi como Bella trataba de sonreír mientras nos acercábamos a Rosalie, la abrazo y luego me dio un beso, instintivamente busque con los ojos a bella y ella tenia la cabeza baja.

-¿Cómo les fue?-, dijo Rosalie mientras íbamos por el equipaje.

-Van a firmar con nosotros-, le conteste y ella brinco alegremente.

-Felicidades…-, nos dijo y Bella le sonrío, antes de girarse y caminar a la salida.

-¿Qué les parece si vamos a cenar y celebramos…?-, propuso ella, Bella le sonrío tenuemente y luego negó con la cabeza.

-Estoy cansada Rose…mañana tenemos que ir a la oficina temprano…tal vez en otra ocasión-, susurro ella.

-Bella-, reprocho mí…novia

-Por favor Ross-, le dio y Rosalie asintió

-Descansa-, dijo abrazándola antes que se subiera aun taxi.

-Cuídate Bella-, susurré sonriéndole tenuemente y ella asintió antes de partir.

-Bien…a donde quieres que vayamos-, dijo Rosalie abrazándome

-A casa…también necesito dormir Rose-, le dije y ella asintió.

-OK…-, dijo para besarme levemente los labios y comenzar a caminar a su auto.

Le pregunté como había pasado estos días…agradecí que me contara asuntos de su trabajo mientras aclaraba un poco mis pensamientos. Subimos al departamento y entre dejando las maletas en una esquina.

-¿Por qué no te duchas en lo que preparo unos sándwiches?-, pregunto ella, yo asentí y me duche rápidamente, debía terminar con esto.

Cuando estuve vestido fui hasta la cocina y ella me tendió un sándwich, yo le sonreí y me senté frente a ella, camino hasta mí y tomo mi cara para besarme…

-Rose…-, le susurre

-Si estas cansado …lo entiendo te prometí que no cometería los mismos errores, hoy voy a quedarme con mi papas, mama esta algo enferma y papa no cose ni agua…nos vemos mañana amor …Buenas noches-, me dio otra beso y recogió su bolso.

-Rose…-, quería detenerla…pero eso era demasiado egoísta.

-Descansa-, ella sonrío y salio del departamento.

Suspire esperando mañana poder hablar con ella y deseando que Bella entendiera, por la mañana fui temprano a la oficina, mire cuando ella salio del elevador, mientras no pude evitar sonreír, ella me devolvió el gesto bajando la mirada y entro a su oficina, Eleazar nos mando llamar casi a la hora de la comida y llegue a su oficina mientras Bella ya se encontraba ahí.

-Deseo felicitarlos a nombre de toda la Junta Directiva-, dijo mi amigo sonriente.

-Pero como las palabras no bastan…hay noticias…Edward la junta te quiere ofrecer la Dirección Creativa y a ti Bella ser nuestro Creativo principal….-, dijo mientras nos mirábamos por un segundo.

-Eleazar esto es…-, dijo Bella y yo sabia que su emoción reflejaba cierta melancolía, quizás no estemos aquí demasiado tiempo.

-Gracias…amigo-, le dije y el sonrío.

-Además se realizara una cena de Firma de Contrato este Viernes siguiente así que no pueden faltar…pueden llevar a sus parejas-, dijo y Bella bajo la mirada por un segundo antes de recomponerse y responder.

-Gracias Eleazar-, le dijo con una sonrisa, salimos de la oficina y la llame antes que llegara a su lugar.

-Bella necesito una consulta…podrías pasar conmigo antes de irte-, ella asintió y se fue.

Prácticamente conté los minutos para que la salida llegara necesitaba contarle a Bella que no había podido hablar con Rosalie y que hoy hablaría con ella aun si se presentara cualquier cosa…era insoportable despertar sin su aroma en la almohada, no podía vivir sin ella.

-En que piensas-, susurro desde la puerta

-Lo sabes…-, le conteste sonriendo y ella negó con la cabeza devolviéndome el gesto tenuemente, entro y cerro la puerta.

-Bella necesitaba hablar contigo…-, le dije levantándome hasta quedar sentado en el borde del escritorio ella se tenso y yo proseguí para explicarle.

-Hoy hablare con Rosalie, ayer no paso la noche en casa…fue con sus papas…por favor créeme-, le dije y ella se acerco a mi.

-Rose me llamo para contarme de su mama…-, susurro a una corta distancia .

-Confío en ti…solo en ti-, dijo antes de abrazarme

-Te extraño-, susurre

-Y yo a ti-, me contesto

-Te juro que hoy hablaré con ella-, le conteste, ella me callo con sus dedos en mis labios y me beso levemente.

-Aquí estoy-, me dijo y yo asentí, beso mi mejilla y se despidió.

Me quede unos momentos mas en la oficina, mientras repasaba una y otra vez las palabras que lastimaran lo menos posible a Rosalie, en este tiempo la había llegado a querer pero mas como una amiga que como mujer.

Salí de la oficina y maneje al departamento llegue y aun no estaba ahí, me prepare un café mientras la esperaba, mire el departamento y todo lo que había en el, hace poco mas de un mes estaba en paz con la vida que tenia, hasta que conocí a Bella, era ilógico que cuando me había rendido de buscar a la mujer de mi vida, ella me encontrara a mi.

Aun recordaba cada instante de nuestra noche juntos, me había quedado en blanco cuando supe que no había estado con ningún hombre antes, me hizo sentí el hombre mas importante de este mundo, ella se entrego a mi y solo a mi, y yo que me había carcomido con los celos hacia Jacob, hacia Mike, ella ni siquiera los había mirado, solo a mi.

-Hola amor-, susurro Rosalie mientras entraba sacándome de mis pensamientos.

-Hola-, le salude, ella dejo su bolso y llaves y camino hasta mi, me beso en los labios y yo me quede quieto.

-¿Cómo te fue en la oficina, que te dijo Eleazar?-, dijo mientras se sentaba a mi lado

-Nos felicito…-, susurre

-¿Quieres algo de cenar?-, dijo y yo tome su mano

-Rose necesitamos hablar-, le dije y ella me miro fijamente

-De…-, susurro ella algo confundida

-Rose…creo que seria mejor…terminar-, le dije y ella alejo su mano de la mía

-¿Terminar?-, susurro

-Rose te mereces a un hombre que pueda darte todo lo que te mereces, alguien que ame cada cosa de ti-, le dije mirando hacia la mesita

-Edward no entiendo…pensé que estábamos bien…-, dijo mientras su voz comenzaba a temblar.

-Lo siento Rose-, le susurre y ella negó con la cabeza

-No…no puedes solo sentirlo…y nuestro viaje y todo este tiempo…Edward yo te quiero-, dijo algo exasperada y nerviosa al mismo tiempo.

-Lo se Rosalie...cometí muchos errores-, le dije y ella se levanto

-Soy un error-, casi grito

-No…no es a lo que me refiero…Rose debía haber hablado contigo antes…de muchas cosas-, le dije y ella paso sus manos por su cabello.

-Dime que cosas-, dijo con los dientes apretados, sabia que le constaba trabajo parecer vulnerable

-Tu sabes que no estamos bien…lo intentamos…no funciono-, le dije en tono bajo incapaz de mirarla

-¿Por qué no me miras Edward?....dilo-, reto con la voz tensa, levante mi cara y sus ojos estaba vidriosos.

-Rosalie…-

-Es otra mujer…conociste a alguien mas-, susurro mientras volteaba la cara.

-Rosalie te estoy dando mis razones-, mentí, deseando que ella jamás hubiera pensado eso.

-Edward no puede hacer esto…no puedes-, susurro

-Por favor entiende no te quiero hacer mas daño-, dijo desesperado.

-No me puedes hacer esto…-, dijo llorando, tomo su bolsa y salio del departamento, golpee la pared mientras me arrepentía de haber engañado así a mi mente y a mi corazón, Rosalie no se merecía esto, y por estupido inicie una relación con ella sabiendo que no era lo que buscaba, ahora ella sufría y eso me dolía, por que la estimaba…Solo el pensar en Bella me mantenía en la cordura, estaba seguro que solo eso valía la pena ahora, por ello debía ser un secreto, si Rosalie se enterara que aquella mujer de sus pesadillas era su amiga, Bella sufriría y ahora si jamás me lo perdonaría.


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Bellany G.
**Mi corazón solo sabe que te ama**

Epilogo

Bella POV

-¡Mami!- Allie se removió feliz desde su lugar en el sofá. Cerré la puerta tras de mi, sonriendo suavemente a mi ángel.

-Hola, Allie-bebé,- Susurré, arrodillándome mientras ella corría hacia mi, con una brillante sonrisa en su rostro. -¿Como te sientes? ¿La pasaste bien en la escuela?

Ella asintió, sus pequeñas coletas de chancho se sacudían con el movimiento. Esa mañana la había peinado, puse pequeñas cintas azules alrededor de sus coletas marrones. Estaba deseosa de mostrárselas a sus amigas. -¡Si!- ¡Jamie Bree adoro mi cabello! Dice que mañana también se va a peinar así.

Me reí, jugando con una de las coletas. Allie hizo una mueca, frunciendo su nariz, -Pero Mike Gernur dijo que las coletas eran para los chanchos.

-Oh, eso no fue muy amable,- Hice una mímica de su expresión mientras la alzaba en brazos y me ponía de pie. -¿Le dijiste que el era un chancho, para que lo supiera?

Allie me miró con sus ojos bien abiertos antes de romper en risitas. Me reí junto con ella, cargándola hacia la cocina. Se movió en mis brazos para verme mejor, -¡No!- Rió, -¡Pero lo es!

-Bueno, la próxima vez,- Continué, sosteniéndola seguramente en un brazo, Abrí el refrigerador con la mano libre, buscando los ingredientes indicados para la cena. -¿Quieres hamburguesas?

Hizo otra mueca, -¿Podemos comer pasta?

-Seguro,- Sonreí, tomando el pote de salsa y dejándolo sobre la mesada. Cerré el refrigerador con el codo, aun sosteniendo a Allie con un brazo.

Caminé hacia la alacena, buscando entre su contenido la pasta preferida de Allie. Tomé el paquete y lo puse a un lado de la salsa.

-Mami, te quiero,- Allie me dio un beso en la mejilla. Sonreí, sabia que me recordaba su presencia, como si pudiera olvidar que la cargaba en un brazo.

-Yo también te quiero, Allie,- Dije, dándole un beso mojado en la mejilla adrede. Ella se alejó al sentir su mejilla mojada.

-Mami...- Se removió, revolviéndose entre mis brazos. La bajé al suelo, aun riendo. Repentinamente escuche un ruido en el piso de arriba. Pisadas.

-¿Que fue eso?- Me pregunté, mis ojos yendo del techo a Allie.

-Mami, es...- Su boca se movió con la palabra, pero no pude captar sonido alguno.

-Allie, no puedo oírte.

-Es...- Nuevamente, su boca se movió pero no oí nada. Ningún sonido salio de sus labios.

Me dejé caer sobre mis rodillas, el frío suelo que meses atrás me hubiera helado, ahora no hacia nada en mi dura piel. Bajé mi cabeza, presionándola contra el frío de la lápida de Allie. Edward permanecía a mi lado, con su mano sobre mi hombro, -¿La viste otra vez?

Asentí débilmente, con una pequeña sonrisa en mis labios.

Habían pasado cuatro meses desde que Edward me había transformado. Cuatro meses desde que había renacido como un vampiro. Mi habilidad se había mostrado a los pocos días de mi vida como neófita. Las visiones comenzaron de manera incontrolable al principio, succionando cada memoria que tenia. Por semanas luche hasta el limite para ponerle un control a mi poder.

Tenía poder sobre las memorias. Carlisle asumía que, debido a que me aferraba con tal desesperación a los recuerdos de Edward que hasta, en ocasiones, era capaz de crear nuevos, había ganado poder sobre todas las memorias. Al principio había sido duro, pero con control, demostró ser algo útil y poderoso.

Tenia la habilidad de experimentar cualquier recuerdo que escogiera, así fuera mío o no. También era capaz de permitir, o forzar, a las personas a ver los recuerdos. Todo eso era bastante impresionante por si mismo, pero con la practica descubrí que no era lo único que podía hacer. También podía implantar recuerdos, tal como borrarlos.

Había descubierto esto a través de mi dolor una noche. Luego de experimentar, contra mi voluntad, la muerte de Allie a manos de Mike, por la mente de Edward, maldije cada pensamiento de él. Jure que le odiaría con todo mí ser. Deseé, grité, rogué que pudiera perdonarlo a él y todas las espantosas cosas que me había hecho.

Y entonces él desapareció.

No importaba a que recuerdo entrase, no podía encontrar a Mike. Podía oír los sonidos que haría de fondo, como los pasos al subir las escaleras o cerrar una puerta, pero nunca volví a ver a Mike. Todas sus palabras, todo el dolor, habían sido borrados de mi memoria. La única forma que tenia de verlo era a través de la mente de otros, que elegí no borrar.

Solo sabía el nombre de Mike y las cosas que había hecho por lo que Edward me contaba. Después de oír todas las horribles cosas que había hecho, estaba segura de no querer recordarle. Estaba feliz de que se hubiera ido para siempre. El dolor que había quedado solo era recordado en Allie.

Mis pensamientos de Allie eran felices, libres de dolor. Al principio dolía verla a través de mis recuerdos, pero con el tiempo y mi habilidad de controlarlos, deje de sentir dolor al ver a mi dulce ángel. Comencé a darme cuenta de mi habilidad para implantar recuerdos cuando pensaba en ella.

Conversé con unos de los recuerdos, uno diferente al actual, y un nuevo recuerdo aparecía. Era capaz de hablar con Allie, imaginando sus reacciones y respuestas a mis preguntas. Al principio comencé a dejarme perder en mi habilidad, deseando pasar más tiempo con Allie. Pero mi desesperación por estar con Edward era mucho más grande.

Ahora casi usaba mi habilidad.

Por mucho que al principio hubiera maldecido mi habilidad, ahora estaba agradecida. Me permitía despedirme varias veces. Ayudaba a mitigar el dolor de su desaparición de mi vida, por que podía verla cuando lo deseara. Fui capaz de moverme y sanar. Podía aceptar su partida de mi vida. Ahora solo entraba a los recuerdos de ella cuando mi mente estaba completa con pensamientos de ella.

Como ahora, cuando habíamos decidido visitar su tumba.

-¿Estas bien?- Susurró Edward. Ahora me sostenía, acomodándome en sus brazos. Me recosté contra él, aun tenia aquella sonrisa en mis labios.

-Si, ahora estoy bien,- Susurré. Me volteé hacia el, mirando a sus ojos. Aun estaban llenos de dolor, después de que habían pasado cinco meses. Sabía que, tal como yo, aun estaba sanando. -Estoy lista.

-¿Estas segura?- Me preguntó. Desde que me había transformado, lo había estado preguntando con frecuencia. Ahora no podía evitar y reírme ante su pregunta.

-Si Edward, estoy segura.

Tome su mano entre la mía, arrodillándome en frente de la lapida de Allie. Deje un beso sobre ella, besando el pequeño ángel que había tallado en la piedra, -Te extraño, bebe,- Susurré, poniéndome de pie, -Volveremos a verte pronto.

Caminamos en silencio hacia el Volvo plateado de Edward.

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-¿Como te sientes, querida?- Me saludó Esme en la puerta.

-Estoy mejor,- Respondí, acercándome a su, ahora, calido abrazo. Era tan extraño recordar su piel fría y dura. Para mi se sentían calidas y suaves, tal como Renee cuando me abrazaba en mi existencia humana.

-Edward ¿Vas a-- Dijo Alice con entusiasmo, saltando grácil mente cuesta a bajo las escaleras. Se detuvo en el último escalón, su boca detuvo la palabra al cruzarse con mis ojos. Ella sonrió avergonzada, volteándose hacia Edward rápidamente, - ir de caza hoy?

-No,- Dijo Edward, su voz sonaba extraña. Mi ceño se frunció ante la confusión. -Hoy no, Alice. Nos alimentamos hace pocos días.

-Lo se,- Continuó, -Pero Bella necesita alimentarse mas. Es una neófita.

-Pero Edward me llevo de caza ayer...- Dije suavemente, preguntándome que era lo que Alice trataba de ocultar y por que. Edward y ella intercambiaron una rápida mirada que cuatro meses atrás me hubiera perdido.

-¡Oh bien!- Alice dijo alegremente antes de que pudiera preguntarle nada. Bailoteó escaleras arriba, y unos instantes después, sentí cerrarse la puerta de su habitación.

-Tranquilízalos,- Escuché a Alice susurrarle a Jasper, maravillándome aun de cuanto podía oír con mi sentido auditivo de vampiro.

Una ola de tranquilidad de apodero de nosotros y escuche a Edward chasquear su lengua. Me volteé hacia él, con mi boca abierta para demandar una explicación. Su rostro estaba frente al mío cuando gire, sus ojos me miraban fijamente. Sentí el aire que no necesitaba atorarse en mi garganta. No tenia idea de que aun pudiera deslumbrarme como lo hacia. Si tuviera corazón, estaría golpeando contra mi pecho.

Su aliento era calido, irresistible… -Vallamos arriba ¿Te parece?

Todo lo que pude hacer fue asentir.

Sonriendo, pasó un brazo por mi cintura y me guió escaleras arriba. Luego de unos breves momentos, mi mente comenzó a aclararse y comencé a pensar que era lo que Alice había estado a punto de decir.

Me alzó en sus brazos cuando abrió la puerta. Con su pie la cerró detrás de él, cargándome hacia la cama. Me acomodó entre las colchas doradas, acercándose a mi cuerpo, sus labios a pocos centímetros de los míos. Me acerqué para rozar mis labios contra los suyos, pero él se aparto. Traté nuevamente, frunciendo mi ceño, pero él me apartó con facilidad.

-¿Qué estas haciendo, Edward?- Hablé, mi voz sonaba molesta.

-Provocándote,- Respiró. Su esencia aun hacia que mi cabeza diera vueltas, -¿Esta funcionando?

-¿Acaso no lo hace siempre?- Susurré, acercándome más. Traté lo mejor que pude de mirarle seductoramente y pude ver que comenzaba a dar resultado.

-Hay algo que quiero preguntarte, primero...- Continuó susurrando suavemente. Sus labios se movieron contra los míos mientras hablo y yo intente acercarme más. El se aparto, con una sonrisa en sus labios.

-Pregunta.

Bueno, necesito que hagas algo por mi primero,- Comenzó, con una sonrisa traviesa.

-¿Qué es?- Mi ceño se frunció en confusión y frustración. Lo quería ahora. El se apartó de mí.

-Ponte de pie.

Arqueé una ceja. Eso era bastante fácil...me moví de la cama y me pare frente a el. Abrí mis brazos, esperando, -¿Ahora que?

-Bueno, ahora yo me arrodillo…- Susurró, sus palabras sonaban suaves y tranquilas. Se inclino sobre una rodilla y sentí como si mi muerto corazón comenzara a palpitar nuevamente. Metió una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta, la otra la tenía afuera, expectante. Le miré sorprendida y él se sonrió una vez mas, -Voy a necesitar tu mano, amor.

Puse mi mano sobre la suya, su pulgar acariciaba gentilmente mi piel. Saco una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo, la abrió con un rápido movimiento. Dentro, descansaba sobre el terciopelo negro el anillo mas elegante que jamás haya visto. El diamante era un largo ovalo, adornado con bordes de pequeñas gemas. La banda era de oro, creando una frágil red alrededor de los diamantes.

-¿Edward?- Respiré.

-Bella,- Comenzó, con una sonrisa en sus labios, -No hay nada en este mundo que me importe mas que tu. Nunca habrá nada que se compare. Si viviera miles de años, nunca seria capaz de demostrarte cuanto significas para mí. Prometo amarte siempre, Bella. Cada día de la eternidad.-

No podía respirar. Era una suerte que no lo necesitara.

-Bella Swan,- Susurró, tomando el anillo de la caja. Lo sostuvo frente a mi dedo, sus ojos nunca abandonaron los míos, -¿Serias mi esposa?

Mi corazón, si pudiera, se habría saltado un latido. La sonrisa que se cruzo en mi rostro era casi dolorosa. Si tuviera la habilidad de crear lagrimas, estarían empapando mis ojos. Asentí con la cabeza, lentamente, -Si, Edward.

Colocó el delicado anillo en mi dedo, su sonrisa aumentó, -Calza perfecto.

-¿Dónde lo…?

-Era de mi madre,- Me explicó, sus ojos no abandonaron mi mano. Su rostro relucía con orgullo.

-Te gusta eso ¿Verdad?

-No hay palabras para describir cuanto,- Respiró. Entonces se puso de pie, mi mano aun entre la suya, su otro brazo envolviendo mi cintura. Me acerco a él, sus labios acercándose a mí una vez más.

-¿Vas a volver a provocarme?- Sonreí.

-¿Quieres?- Murmuró contra mis labios. Sacudí mi cabeza rápidamente y el sonrió suavemente en respuesta. Sus labios atraparon los míos en un profundo beso, todas las emociones iban de sus labios a los míos. Caímos de espaldas en la cama, sin separarnos.

Mi vida había cambiado drásticamente desde el día en que me mudé a Forks. Había demasiada felicidad, y en misma proporción, había demasiada tristeza. La tristeza del pasado tenia cerrados sus capítulos en mi vida y yo podía sentir como las lastimaduras comenzaban a sanar. La felicidad aun estaba aquí en mis brazos, sus labios contra los míos.

Edward significaba el mundo para mí. Edward era, es y siempre será mi mundo. A pesar de todo lo ocurrido en mi vida, se que el estará siempre a mi lado. Se que siempre estará allí para sostenerme. Siempre estará ahí para protegerme. Siempre estará ahí para amarme.

Siempre estará ahí...para curar mis heridas.

*Fin

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Como toda gran historia, tiene un comienzo y un final, y que mejor final para una historia tan dolorosa y linda a la vez que este... Curando sus heridas llega a su final... un final amargo ... pero feliz... Espero que hayan disfrutado tanto como nosotras cada capítulo, cada suspiro y cada llanto. Allie bebé vivirá en nuestros corazones por siempre... Pues un angelito tan especial como ese no puede pasar al olvido...
Xoxos de amor y tristeza por terminar tan Lindo Fic.
Bellany G.
**A tu lado me siento segura y feliz**

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