martes, 29 de septiembre de 2009

VENTANA AL AMOR

Capítulo Once

Edward POV

Era un idiota y un estupido… pero en este momento me daba igual.

Me costaba creer que todo había sido un error para Bella, si así fuera,¿Por qué la sentía estremecerse bajo mi toque? O es que me estoy volviendo loco e imagino cosas.

Era ahora o nunca… es bueno correr riesgos… eso siempre me decía mi abuelo y creo que era hora de hacerlo.

-Bella…- repetí su nombre.- yo…

Me acerque más, su aliento se mezclaba con el mío, ella había cerrado sus ojos, ¿acaso necesitaba más pruebas?. Me acerque más… cambie mis manos de su rostro a su cintura, ella también se acercó a mi. Pero de pronto se paro en seco y abrió los ojos.

-¡¡El pastel!!.- fue lo único que dijo al separarse de mis brazos y correr al horno.

En ese momento comprendí la razón de por que se alejo, el pastel que estaba cocinando estaba a punto de quemarse, intentó sacarlo pero no había llevado nada por lo que se quemó. Me acerqué a ella y saque el bizcocho con el paño que tenía en mi mano, con cuidado lo deje sobre la mesada.

-Déjame ver tu mano…- le pedí, ella me la extendió, tenía una leve quemadura en su palma.- Ven…- dije llevándola al lavaplatos, abrí la llave del agua fría.- Deja la mano aquí un momento… voy a buscar algo para curarte…- dije yendo al baño.

-Gracias…

Afortunadamente el kit de primeros auxilios estaba en el mismo lugar de siempre, por lo que no demore en encontrarlo. Sequé con cuidado la mano de Bella e hice que sentara con la mano extendida. Recordaba perfectamente todos los cursos de primeros auxilios que había tomado, por lo que supe exactamente que hacer, lo único que me hacia perder a momentos la concentración era la certeza de que estaba tocando la piel de Bella.

-Listo…- dije finalizando el pequeño vendaje.

-Gracias…- repitió.

-No hay de que…- puse mi mano suavemente sobre su venda.

-No sabía que supieras primeros auxilios…

-Mis abuelos insistieron en que tomara algunos cursos en Inglaterra.- baje un poco la cabeza al hablar de ellos.

-Los extrañas…- no era una pregunta.

-Mucho, técnicamente viví con ellos toda la vida…

-Si…- suspiro.- Edward… ¿te puedo preguntar algo?...- me dijo nerviosa.

-Claro…

-¿Por qué te fuiste?...ciertamente no recuerdo el porque.

-Fue por que me gane una beca, además de que mis abuelos estaban muy solos allá…

-Ahh… ¿nunca extrañaste Chicago?

-Claro que si… aunque claro no lo notaba tanto por que tenía a mis abuelos… pero luego de su muerte, comencé a darme cuenta de que extrañaba mucho mi casa, mi familia…

-Ahh…- dijo un tanto triste.

-…A ti también te extrañe…

-¿Si?...- yo asentí.

-Yo también te extrañe…- me dijo sonrojándose.

-… Y ahora vamos a trabajar juntos, no sabes cuanto me sorprendió. Al final conseguiste lo que siempre quisiste… ser escritora…

-Si… aunque fue difícil… al principio nadie tenía fe en mis libros… solo Rogers…

-¿Quién era Rogers?- Sentí una extraña punzada de celos, pero después recordé que Rogers era el nombre del antiguo editor aquí en Chicago. Suspire, me estaba pasando…

-Y ahora eres todo un éxito…

-No es para tanto, Edward…

-Claro que lo es…

-No vas a elogiar todo lo que hago solo por que eres mi amigo, ¿eh?...- dijo de manera graciosa.

Amigo… eso era yo para ella, nada más que un amigo. Y eso debía ser ella para mi también, solo una amiga…

-Creo que tengo que terminar el pastel…- dijo rompiendo el silencio.- y tú tienes que darte una ducha…

En ese momento recordé que seguía cubierto de crema color morado.

-Si tienes razón… eh… no… ¿no se suponía que era mi hermana la que se encargaba del pastel?.- le pregunté

-Se suponía… pero la verdad Alice y la cocina no son compatibles…

-¿Ah no?...no se suponía que Alice era “perfecta”.- dije haciendo comillas aéreas.

-Nunca te han contado del incidente del gato…

-¿Qué gato?


Alice POV

Llegue junto con Su a la casa, cuando creí que sería una hora “prudente”, me encontré con Emmett afuera, estaba impaciente esperando en el jeep.

-¡¡Me puedes decir por que no podía entrar hasta que tu llegaras!!...- me soltó

-Paciencia Emy, ya lo vas a saber…

-¡¡Quiero saberlo ahora!!...

-Luego Rose y yo te explicaremos…

En verdad no me hacia mucha gracia aquello, mi adorado hermanito no era muy conocido por su discreción… tendría que inventar algo para mantenerlo al margen. Entramos en la casa, Emmett se cambió para ir a recoger a Rosalie y yo oculte el regalo de mamá, luego de eso me dirigí a la cocina, Su ya se había ido para allá para ver a su tía, esas dos se querían mucho. Bella estaba terminado de decorar el pastel, mientras Susan la ayudaba alcanzándole algunas cosas.

-Vaya… se ve muy bien ese pastel…- comenté

-Gracias, Alice…- me respondió, solo en ese instante me percate del vendaje que cubría su mano.

-¡Dios!- grité- ¡¿No me digas que Edward y tú pelearon?!.- solté sin pensar, pero que querían que hiciera, me sorprendí al verla.

-Eh… no…- dijo confundida- Pero, ¿Cómo sabías que Edward estaba aquí?...- me preguntó

Bravo Marie Alice, eres brillante… sencillamente brillante… ¿Cómo vas a explicar esto ahora?...piensa, piensa, piensa

-Ehh… este… Emmett me dijo que él se había venido antes…- dije, eso no era totalmente falso.

-Ahh…- dijo- ¿Qué tal quedo?...- preguntó volteando el pastel.

-¡Guau!...Bella podrías dedicarte a la pastelería perfectamente, esta muy lindo…

-Gracias…

-Pero… ¿me vas a decir que te paso en la mano?- aún no lo había olvidado

-Ahh… esto, bueno me queme al intentar sacar el pastel…

-Ay Bella, Bella, Bella… nunca cambiaras querida amiga…

-Al parecer no…- dijo mientras comenzaba a recoger las cosas que había utilizado.

Ayude a Bella a terminar de ordenar la cocina, después nos fuimos junto con Su para comenzar a decorar la sala, no tenía idea de adonde demonios se había metido Edward, ahora que lo necesitaba, teníamos que colgar unos globos y ni siquiera con las sillas alcanzábamos el techo.

-Bella en serio… baja de ahí…- le dije al verla haciendo equilibrio sobre la silla- Mejor voy a buscar a Edward…

-No, Alice… estoy segura de que puedo…- me contradijo

-No lo dudo… pero no quiero que te descalabres el cuello en el intento…

-Alice…- me regaño. Pero en ese momento comenzó a balancearse peligrosamente sobre la silla.

Corrí a su lado, pero mi hermano Edward –que no tengo idea de donde salió- fue más rápido que yo y la sostuvo en sus brazos antes de que Bella se aporreara contra el suelo.


Bella POV

-Bella en serio… baja de ahí…- me dijo Alice- Mejor voy a buscar a Edward…

-No, Alice… estoy segura de que puedo…- la contradije, no era necesario molestar más a Edward, ya había sido suficiente con el incidente de la crema y el de la quemadura… si hubiera un tercero Edward comenzaría a creer que soy torpe al propio.

-No lo dudo… pero no quiero que te descalabres el cuello en el intento…

-Alice…- la regañe, y por distraerme la silla comenzó a balancearse mucho, ¡excelente! Ahora me iba a dar contra el piso.

Esta bien, se que es mi culpa que este apunto de caerme, lo admito, cerré los ojos y me deje caer… espere el impacto contra el piso de madera, uno, dos, tres, cuatro segundos y no paso nada, vamos no estaba tan alto… ¡¿no podía haber muerto?! ¡¿o si?! Abrí los ojos lentamente.

-¿Estoy en el cielo?...- esa fue la primera pregunta estupida que se vino a la mente al ver esos bellos ojos verdes tan cerca de los míos. Edward se sonrió, ¡demonios! ¿lo había dicho en voz alta?

-No, aun estas viva…- me contesto. Solo en ese momento fui consiente de lo cerca que estábamos y de que tenía sus manos firmemente asidas a mi cintura, me sonroje.

-Gra-gracias…- musite

-De nada…

-Ejem… ejem…- escuché como Alice se aclaraba la garganta, obviamente para alertarme del “espectáculo” que Edward y yo estábamos dando. Él también se dio cuenta por lo que con cuidado me estabilizo en el suelo.

-¿Me puedes decir por que estabas encaramada en esa silla?...

-Es… estaba intentando colgar unos globos…

-¿Por qué no me llamaron?

-No quería molestarte…

-Eso esta mal, ¿no te das cuenta que te podías haber echo mucho daño con esa caída?- yo asentí.- Tú nunca serías una molestia…

-Lo siento…

-No hay nada por lo que tengas que disculparte… vamos, díganme en que las puedo ayudar…- le dijo a Alice.

Con ayuda de Edward terminamos antes de tiempo, luego llego Emmett junto con Jasper y Rosalie, los demás nos fuimos a cambiar. Una media hora antes de que comenzara la fiesta los invitados comenzaron a llegar, no era mucha gente, solo los amigos más íntimos… Carlisle llegaría de pronto con Esme así que todos nos fuimos yendo a nuestros escondites. En eso se escuchó el timbre, raro, que yo supiera no faltaba nadie; Emmett fue a abrir la puerta, casi se me cae la boca cuando vi quien era el ultimo invitado… ¡¡Demonios que hacía él aquí!!

-Alice…- la llamé- ¿Qué demonios hace Tyler aquí?...- le pregunté en susurros.

-Bueno, como él es el asistente de mamá, además de su amigo creí que era conveniente invitarlo… además… él es tu primera cita…- ella me respondió de la misma forma.

-¡¡Qué?!...- casi grité- como que mi primera cita…

-Eso, no me dijiste que querías empezar a conocer gente… bueno, él es el primero.

-Alice… a él ya lo conozco… ¡¡y no lo soporto!!

-Vamos Bella, dale una oportunidad… el chico se muere por ti… además te va a servir para practicar…

-A veces eres terrible, lo sabías…

-Y tú eres testaruda… pero igual te quiero…

-Y yo, pero te juro que si Tyler no me deja en paz al menos un segundo esta noche… me las pagaras…- la amenace

-Uyy… que miedo…- dijo simulando temblar.- te dejo… ahí viene tu “cita”…- me dijo

-Hola Bella… tanto tiempo…- comentó Tyler con voz canchera.

-Hola…- respondí

Genial, creo que esta fiesta se arruino antes de comenzar. Gracias a Dios en esos momentos se comenzaron a escuchar voces en el porche, al parecer Carlisle y Esme ya estaban aquí, así que tuve que tomar mi lugar junto a los demás hermanos Cullen, dejando a Tyler solo.

-En serio amor… no entiendo por que no podemos…- decía Esme justo cuando la puerta se abrió.

-¡¡Sorpresa!!...- gritamos todos al verla.- ¡¡Feliz cumpleaños!!

-Oh chicos…- musito emocionada, llevándose una mano a la boca. Eso era lo maravilloso de Esme, no importaba las veces que hiciéramos esto para ella siempre sería una sorpresa.

Luego de que todos los invitados la saludaran, Esme comenzó a conversar con los demás; lamentablemente alguien aprovecho el momento para convertirse en mi sombra.

-Así que… ¿Cómo te ha ido?...- me preguntó Tyler justo en el momento en que estaba sola.

-Este… bien…- respondí- ¿y a ti?...- pregunté por ser cortés. Graso error.

-Bueno, como sabes yo…

Y desde ese momento no paro de hablar, ¡Dios, ese hombre hablaba hasta por los codos! Y lo peor era que su complejo de superioridad, él todo lo podía hacer bien… era tedioso. Comencé a buscar a alguien, quien fuera, para sacármelo de encima, pero no tenía idea de adonde se habían ido todos. En un momento localicé a Edward, le hice unas “disimuladas” señas para que viniera a mi rescate, pero hizo caso omiso de estas y desapareció con un gesto contrariado en el rostro. ¿Sería muy descortés que dejara al hombre hablando solo?, que va, seguramente ni lo notaría.

En estos momentos deseaba destrozar toda la colección de zapatos Jimmy Choo de Alice, hacerlos trizas… en que momento había ideado esta nueva forma de tortura… ¡¡era insoportable!!

-Eh… me disculpas… necesito ir al tocador…- le dije, lo sabía era la excusa más pobre que tenía. Pero no estaba como para idear toda una novela para salir del paso.

-Esta bien, te espero…-

No por favor no lo hagas… pidió mi fuero interno.

Técnicamente volé escaleras arriba, en semejante estado de excitación –debido a la carrera escaleras arriba - necesitaba refrescarme, así que entre al baño de manera apresurada. Cerré la puerta con fuerza apoyando mi cuerpo en ella, suspire de alivio, al fin soledad.

-¿Bella, Qué haces aquí?...- preguntó una voz aterciopelada.

Edward se encontraba frente al lavamanos, las manos apoyadas en torno a él y la misma expresión de disgusto de hace un rato.

-Edward… este yo… lo siento… no sabía…- musité de manera nerviosa, él no dijo nada.- Ehh… mejor me voy…

-Mejor…- corroboró

-Me volteé para girar la perilla, pero esta paso en banda, volví a tratar y nada.

-¿Qué pasa?...- preguntó

-No funciona…- dije indicándola. Suspiro

-Déjame ver…

Edward volvió a repetir el procedimiento, sin resultados también.

-Creo que estamos encerrados…- dije

-Eso parece…

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mmmmmm... si si lo sé... yo tambien me frustre... esta bien que el pastel era muuuy necesario para la fiesta peeeero... un beso era mas!!!! T_T... por otra parte mmmm... encerrados en el baño... bueno si yo fuera Bella (mi vida cierra los ojos un tris si??) para nada me quejaba de permanecer hooooooooooras encerrada con Edward jejeje... ustedes chicas???
dale... que creen que haya hecho enojar a Edward??? muajajaja T-E-O-R-Í-A-S!!
bueno, falta una actualización y terminamos por hoy...
cuidense mucho y degusten esos ricos y deliciosos chocolatotes, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Podría encerrarme contigo donde sea, Te Amo**

ACUERDO PERFECTO

Capítulo 12. Cullen & Swan

Bella se despertó sintiéndose radiante, era un extraño sentimientos de felicidad que le hacia sentir cosquillas en el pecho y mariposas en el estómago, llego a pensar que parecía un adolescente pero así se sentía, estaba acostada sobre el pecho del hombre al que amaba, con el que reía y bromeaba, con el que se entregaba a cada segundo y el que la llevaba a muchos lugares que ella si quería se imagino, deseo quedarse en esa explendida habitación siempre, no salir y olvidarse de todo menos de el, pero tenían que regresar, a su casa, a la Universidad, a la realidad y no estaba segura si todo seria igual.

Lo miró por entre sus pestañas para encontrar a Edward mirando el techo con ambos brazos detrás de la cabeza, parecía estar demasiado concentrado.

-¿Qué haces?-, preguntó ella aun con voz ronca, el la miró y sonrío deslumbrantemente antes de responder.

-Pensaba-, fue su respuesta mientras ella se acercaba un poco más a sus labios

-No… ya en serio Cullen ¿Qué hacías?-, se burló y el rió bajito.

-Siempre tan simpática amor-, contestó el, Bella estaba dispuesta a responder pero los labios de Edward silenciaron cualquier replica.

-Buenos días-, murmuró contra sus labios.

-¿Cómo has dormido?-, preguntó el mientras la estrechaba de su cintura y ella entrelazaba a un mas sus piernas.

-Las horas que he dormido han estado bien… pero lo que no he dormido… ha estado mucho mejor-, aseguró Bella para besarlo de nuevo mientras Edward la ponía sobre el.

-Fue la mejor cita de mi vida-, murmuró ella seriamente, el asintió y la miró de nuevo con gesto pensativo.

-Esta bien supongamos que te creo que estas “pensando”, ¿Qué es?-, preguntó Bella mientras el delineaba sus labios con sus dedos.

-Tengo miedo de perderte-, dijo el y ella frunció el ceño, Edward tenia miedo de tantas cosas, de quitarse la careta del playboy de la Universidad, de regresar como solo el hombre que se había enamorado de Bella, el que estaba dispuesto a tomar las riendas de la empresa de sus padres, el que quería casarse y formar un familia.

¿Cuáles eran los planes de ella?, ¿Qué haría después de la Universidad?, ¿Querría que los vieran juntos en la Universidad los últimos días antes de la graduación?, y después que… si le pedía que se casara con el… ¿Lo rechazaría?

-Edward-, lo llamó, haciendo que el retomara su atención en ella.

-No puedes perder aquello que te necesita para vivir… no seas tonto Cullen no te desharás de mi tan rápido-, bromeó ligeramente mientras el sonreía aun temeroso

-Promételo-, insistió el y Bella se torno seria

-Lo juro…-contestó Bella antes de besarlo, el pánico le estrujaba el estomago, era la novia de Edward Cullen… como había pasado eso o como reaccionaria la mayoría de la población estudiantil, ante la despedida del soltero “mas cotizado”, no lo sabia… pero hablando claro tampoco le importaba mientras estuvieran así, juntos… amándose de todas las formas posibles.

Esas palabras le dieron el valor que el necesitaba para darle su ultimo regalo.

Edward se levantó de la cama y fue hasta su pantalón, miró a Bella antes de sacar un pequeña caja, ella dejó de respirar mientras el temor bailaba en los ojos de Edward, fue hasta la cama de nuevo y se sentó al lado de ella, tomándole las manos.

-Todos piensan que te pediré que te cases conmigo-, murmuró mientras el nerviosismo de Bella se convertía en enojo y alejaba sus manos.

-Y esto es para hacerlo mas real-, espectó girándose para quedar sentada dándole la espalda, se reprimía por haber pensado en estupidas fantasías.

Edward maldijo en sus adentros… no era la mejor forma de proponerle algo, suspiró antes de tocarle el hombro pero ella se levanto llevándose la sabana consigo.

-Diré lo que quieras-, continuó ella tratando de no llorar.

-Es que no quise decir eso… al menos no así-, trató de explicarse el pero ella se rió secamente.

-Entendí…-contestó encogiéndose de hombros.

-No, no entendiste-, la giró exasperado, el se había dado cuenta que ella estaba dudando, no lo podía permitir.

-Solo quería decirte lo que ellos pensaban… esto-, anunció señalando el anillo que había sacado de la cajita, un bello anillo de compromiso.

-Esto es solo entre tu y yo… no te estoy pidiendo nada Bella… te estoy ofreciendo… me estoy ofreciendo-, corrigió.

Ella estaba muda mientras el se acercaba cada vez mas hasta envolverla con sus brazos.

-No seas tonta Swan hace mucho que nosotros no fingimos nada… creo que nunca lo hicimos… ahora te ofrezco todo lo que tengo, todo lo que soy, ¿Me aceptas?-, pidió el mientras Bella lloraba, por tenerlo así, por sus palabras, por que sentía que no lo merecía.

-Siempre tienes que ser tan perfecto-, se burló con la voz entrecortada y el sonrío

-Lo intento-, aseguró mientras ella golpeaba su hombro juguetonamente y el secaba sus mejillas.

-¿Puedo?-, insistió el mostrándole el anillo, ella asintió y tendió su mano, el anillo se deslizo perfectamente.

-¿Entonces nos vamos a casar?-, dijo ella en tono burlón.

-No lo dudes… algún día-, aseguró el, Bella sabia que esto no era por lo que pensara su familia, el le estaba prometiendo convertirla en su esposa, y de pronto Bella no deseó nada más.

Salieron del hotel con algo de nostalgia, ninguno de los dos quería dejar su mundo personal, pero era necesario, era casi medio día y aun debía alistarse para partir.

Al llegar a la casa Edward beso a Bella en el auto sensualmente antes de sonreírle de forma torcida.

-No creo que pueda tocarlos en algún tiempo-, le murmuró rozando su boca y ella sonrío

-Podríamos intentar algo en al avión-, le susurró Bella mordiéndose el labio tenuemente mientras Edward jadeaba y ella bajaba hacia la casa de los Cullen riéndose de su rostro.

-Eso no es gracioso Swan-, dijo el a su oído dándole alcance al pie de la casa.

-Si lo es-, aseguró ella mientras entraban.

Encontraron a todos en el jardín preparando hamburguesas al aire libre mientras conversaban, Alice los miro y sonrío mientras saludaba.

-Creí que no regresarían nunca-, hizo un teatral mohín

.Enana, debes de darles tiempo… veras hay ciertas cosas que llevan su tiempo, tu sabes alguien te ha contado sobre las abejas-, comenzó Emmett mientras Rosalie se tapaba la cara.

-Emmett -, reprendió su madre y el se callo al instante.

-Gracias mamá-, alabó Edward riendo.

-¿Por qué no se cambian y bajan a comer co nosotros antes de salir al aeropuerto?-, pidió esta mientras los dos asentían.

Subieron a la habitación y se ducharon para terminar de arreglar su equipaje, Bella cepillaba su cabello mientras Edward terminaba su maleta, ella se puso los lentes de nuevo y el sonrío.

-Te escondes…-, aseguró el y ella lo miro a través del espejo.

-Te importa-, replicó Bella algo insegura, tal vez si a el le molestara decidiría usar los de contacto permanentemente.

-En realidad…-, comenzó Edward caminando hasta poder girarla y encararla, -…no, al final conozco cada aspecto de ti, mi sensual bibliotecaria-, se burló y ella le sacó la lengua pero sonrío mientras salían de la habitación.

-¡Los lentes!-, exclamó Alice exasperada mientras Rosalie sonreía negando con la cabeza.

-Me agradan más Ali-, contestó Bella sentándose al lado de ella en la mesa del jardín.

-Pero…-, comenzó solo un segundo antes de que Edward la mirara.

-Bella llevará lo que le haga sentir bien-, susurró a su hermana y Esme sonrío a Carlisle mientras Bella miraba a Edward y luego a Alice.

-Aun así sigues siendo extraña-, admitió con una sonrisa y Bella rodeó los ojos sonriendo.

-¿Jazz has visto a un conejito con lentes?-, preguntó Emmett al chico rubio mientras Edward lo miraba con un gruñido.

-Em...-, advirtió Rosalie y el levanto las manos.

-Solo es una pregunta-, aseguró el grandulon de forma inocente.

-Y tu Emmett... sabes por que los osos son considerados aburridos-, replicó Bella señalándolo con el dedo mientras Edward reía y la acercaba más a él.

Emmett iba a replicar un segundo después de que Alice gritara y casi brincara de la mesa.

-¿¡Se van a casar!?-, aseguró viendo a la mano de Bella, ella lo comprendió mientras bajaba su brazo titubeante, los ojos de Esme eran de alegría y orgullo igual que los de Carlisle, Rosalie sonrío a Edward y Jasper rió ante el festejo de su pequeña novia que abrazaba a Bella y a su hermano.

-Eddie tienes algo que decirnos-, inquirió Emmett con un tono falso de formal paternidad.

-Le pedí a Bella que me aceptara para el resto de su vida-, murmuró el viéndola a ella y luego a sus padres.

-Linda forma de pedirlo-, aseguró Rosalie y el sonrío devuelta.

-Entonces se casaran…-, preguntó Esme mirando a Bella con anhelo, Edward esperó que ella contestará, era ella la que lo decidiría, el estaría siempre ahí, esperaría lo que fuera necesario.

-Si, pero primero queremos acabar con todo esto de la Universidad y comenzar una nueva etapa de nuestras vidas “adultas”-, exclamó Bella mientras tomaba la mano de el, el corazón de Edward latía descontrolado mientras apretaba su agarre.

-Felicidades-, por fin exclamó Carlisle mientras todos felicitaban y sonreían.

Casi sin darse cuenta estaba despidiéndose a minutos de abordar el avión, Bella sentía un nudo en la garganta, una tristeza de separase de su familia, y a la vez esperanza de volver a verlos… pronto.

Primero vino Rosalie a abrazarla, le besó la mejilla y sonrío mientras negaba con la cabeza.

-No cambies chica extraña, cuando nos volvamos a ver tienes que seguir reconociendo los defectos de este tipo-, se burló mirando a Edward y Bella rió.

-Gracias Rose cuida a Jazz y a Emmett-, pidió Bella mientras la rubia asentía, fue hasta Edward mientras Emmett sonreía abrazando a Bella.

-Adiós…conejito-, bromeó y Bella rió.

-Adiós oso-, se despidió mientras Emmett se acercaba un poco mas a su odio.

-Cuida a Eddie…te ama pequeña-, el corazón de Bella dio un salto al escucharlo sonrió asintiendo y Emmett no dijo mas mientras iba con su hermano.

-Gracias Bella-, murmuró Jasper cuando la abrazaba.

-No hice nada-, ella se encogió de hombros y el negó riendo.

-Si lo hiciste, sin ti y sin Edward yo seguiría siendo un estupido-, susurró el en tono bajo y ella rió.

-Ok Jazz solo olvídate de las telenovelas ¿si?-, el asintió para darle paso a su novia, Alice no dijo nada solo la abrazó con los ojos llorosos, se separó solo para volver a abrazarla.

-Te voy a extrañar-, sollozó

-Yo también pero te tengo una buena…una personita invento un aparatito llamado teléfono, es mas la computadora hace mejor trabajo…-, bromeó y Alice rió triste.

-¿Me llamarás?-, preguntó y Bella asintió.

-Ali…-, llamó cuando ella iba hacia Edward que estaba con sus padres.

Alice volvió su rostro y Bella señaló con el dedo.

-Nada de sala de juntas…por ahora-, sugirió mientras Alice se sonrojaba bajito y asentía.

Finalmente Bella caminó hasta Carlisle y Esme, le dio un abrazó al primero y luego se acercó a Esme que tenía los ojos llorosos, la abrazó para solo pronunciar tres palabras a su oído.

-Hasta luego hija-, susurró y Bella la abrazó más fuerte. Edward sonrió mientras las veía cuando se separaron tomó la mano de Bella y se dirigieron a abordar, ya en el avión, Bella acarició la palma de Edward mientras este sonreía.

-Fueron los mejores días de mi vida Cullen-, aseguró ella sonriendo.

-Y los míos-, concordó el mientras la acercaba a su pecho después de haber despegado, levantó un poco su mentón y rozó sus labios.

-Conoces la palabra control-, inquirió ella y el sonrió.

-Claro…-dijo el siguiéndole el juego.

-Pues estas tentando el mío-, aseguro ella, Edward la estrechó mas fuerte, Bella bostezo ligeramente y el sonrió.

-Descansa mi amor-, dijo mientras le quitaba los lentes y ella cerraba tenuemente los ojos, la miro un poco antes que el también descansara un poco.

Después de dejar el aeropuerto tomaron un taxi para dirigirse primero al edificio de Bella, al llegar Edward pidió al chofer que lo esperara mientras subía la maleta de ella a su pequeño departamento y se despedían.

Bajaron de nuevo al pie de la puerta del edificio ya con la noche cayendo, fueron hasta el taxi y Edward se giró para abrazarla.

-Me vas a hacer falta-, aseguró mientras la besaba.

-Y tu a mi-, murmuró mientras intensificaba el beso, de ser por ellos seguirán así todo la noche pero apenas tenían el domingo para alistar tanto sus cosas como para terminar proyectos y trabajos pendientes, además que ninguno había estudiado algo para los exámenes, las responsabilidades apestaban, pensó Bella.

-¿Cullen?-, preguntó Jacob Black que pasaba por esa calle rumbo a una cita, unos edificios mas adelante.

Edward se separó de Bella solo lo suficiente para mirar a Jacob, Bella se recargó en el pecho de Edward mientras miraba de reojo al chico Black.

-Hola-, saludó Edward.

-Hola-, saludó el, mas entretenido por mirar quien era la “nueva conquista” de su amigo.

-¿Isabella?-, preguntó Jacob sorprendido, compartía con ella varias clases por sus carreras afines, nunca habían realmente hablado pero distaba mucho de los gustos de Edward Cullen, para ser sinceros ese era el motivo por la que no había hablado con ella nunca, aun cuando Bella le gustaba por alguna extraña razón Jacob siempre pensó en lo que dirían si saliera con una chica tan –poco popular como ella.

-Si…-, contestó Bella mientras Edward apretaba mas su cintura.

-¿Van a salir?-, preguntó Jacob sin poder detenerse.

-No en realidad…solo me estaba despidiendo de mi novia-, aclaró Edward mientras eso se sentía como un balde de agua fría para Black, a decir verdad se sentía como asombro y curiosidad, dolor y celos, si el hubiera hablado con ella mucho antes… ¿Desde cuando conocía a Edward?, al fin se dio cuenta que su oportunidad había pasado si alguna vez la tuvo, negó levemente con la cabeza y sonrió algo fingidamente.

-¿Novia?-, se burló y Edward asintió.

-¿Qué van a hacer todos tus chicas?-, preguntó y Bella sonrió mientras ese sentimiento territorial se apoderaba de ella.

-Te tienen a ti…no más “chicas” para este hombre-, bromeó y Jacob sonrió genuinamente.

-Me dio gusto saludarlos a ambos….cuídate viejo-, se despidió de Edward y siguió caminando no queriendo pensar mucho en ella y lo que no fue…los hubieras no existen.

Cullen & Swan, pensó Jacob, quien lo diría.

Bella miró a Jacob continuar caminando mientras Edward giraba su rostro para encararla.

-Mirando lo que te perdiste…-, quiso bromear el pero las palabras salieron demasiado hoscas.

-No seas tonto-, rió ella mirando a su novio celoso de aquel chico.

-El era una opción-, murmuró Edward.

-En realidad no…-, se acercó mas a Edward y beso su oído antes de continuar.

-No me gustan los morenos….eras tu o nadie-, aseguró mientras Edward buscaba sus labios impaciente.

-Debes de parar si quieres que te deje ir-, susurró Bella sin aliento.

-Te llamare-, aseguró Edward mientras se giraba hacia el auto, pero antes de abrir la puerta se giro de nuevo con una sonrisa.

-Me acabo de dar cuenta que no tengo tu numero-, los dos se rieron de la situación mientras Edward buscaba su móvil, guardó el numeró de Bella y esta le dio un ultimo beso antes despedirse.

Bella entró a su departamento con algo de nostalgia miro a su cama añorando el cuerpo de el siquiera solo abrazándola mientras dormía, estaba segura que no soportaría mucho, ella lo quería a el siempre, y estos días serian los mas largos de su vida, estaba decidido después de aquí, seguirá a Edward a donde sea.

El domingo pasó demasiado rápido y para su sorpresa el lunes al iniciar los exámenes un nuevo rumor estallaba a varias voces, Bella esperaba aquello pero sobrepasaba su imaginación, no había ninguna otra conversación entre las mujeres mas que la de la novia de Edward Cullen, al parecer Jacob había sido algo comunicativo pero también extrañamente no había dicho de quien se trataba, lo que Bella agradecía, no soportaría ningún comentario directo, ya era suficiente todas la suposiciones.

Edward le había llamado por la mañana y se había burlado de todas las descripciones diferentes que había de su “novia”. Le había deseado suerte en el resto de los exámenes y le había dicho cuanto la extrañaba, Bella estuvo tentada a invitarlo a quedarse con ella por la noche pero tenia que estudiar, no había forma de hacerlo si el estaba cerca.

La rutina siguió casi igual hasta el miércoles, solo quedaba un día mas de exámenes y comenzaban las graduaciones, a Bella le restaba solo un examen, pero harta de las “fiestas de despedida” en su edificio, fue hasta la biblioteca de la Universidad pasadas las 8 de la noche, en estos días prácticamente estaba sola, aun cuando cerraba hasta las 12 de la noche, ya nadie estaba por ahí al final de cursos, subió al segundo piso hasta una de los cubículos personales de estudio, estaban separados de tal manera que parecían un pequeño cuarto había un escritorio y conexiones para portátil y una silla, perfectos para estudiar, y para no ser observado por nadie, el lugar estaba prácticamente vacío, y se encontraba sola en el segundo piso, se sentó y comenzó a mirar sus resúmenes hasta que su celular sonó.

-Hola Cullen-, saludó viendo el identificador de llamadas.

-Hola Swan-, respondió el mientras la impaciencia por verla se estaba volviendo insoportable.

-¿Cómo vas con tu estudio?-, preguntó ella y el rió.

-Estoy en un receso… salí a caminar un poco-, contó mientras veía la biblioteca desde fuera.

-Te extraño-, admitió Bella y el sonrió.

-Yo también… sabes… estoy fuera de la biblioteca, me recuerda a tu falda-, se burló mientras Bella se mordía el labio, ella estaba… en la biblioteca y llevaba la dichosa falda… disfrutaría esto.

-¿Crees tener suerte Cullen?-, preguntó ella sonriendo.

-No lo se amor… ¿Tu que crees?-, respondió Edward con el ceño un poco fruncido.

-Tal vez… podrías entrar la biblioteca y darte un vuelta por los cubículos de estudio… tal vez-, repitió mientras Edward no necesito mas para prácticamente correr hacia ella.

Fue hasta el segundo piso y la busco en cada cubículo hasta encontrarla recargada en la mesa del ultimo cubículo del ala izquierda, rió bajito al ver la falda y ella sonrió mientras acortaba la distancia para besarlo.

-Te extrañe…-, volvió a repetir contra sus labios.

-Unos días mas amor-, prometió Edward mientras la volvía a besar.

-Sabes no debería hacer esto… ya sabes, no se si te has enterado pero tengo novia-, bromeó el mientras ella reía.

-Si claro la novia de Edward Cullen, ¿Al fin me dirás como es?-, le siguió el juego.

-Es hermosa… su cabello marrón cae sensualmente a los lados de su cara-, murmuró quitándole la pinza que sostenía el moño en su cabello.

-Sus ojos marrón son tan transparentes que si miras bien observaras su alma-, anunció echándole los lentes hacia su cabeza para quedar en su cabello, Bella sonrió y el la besó antes de continuar.

-Su cuerpo me vuelve loco…-, aseguró estrechándola mas y ella le sacó la lengua.

-Extrañaba esta falda-, admitió Edward acariciando la tela.

-Ya no es ridícula-, bromeó Bella y el asintió.

-Claro pero es mi ridícula-, aseguró mientras Bella reía, se separo para volver a sentarse en la silla mientras Edward se recargaba en una de las paredes del cubículo.

-¿Cuantos exámenes te faltan?-, murmuró.

-Solo uno mañana… pero es el mas complicado-, admitió Bella con una cara de fastidio.

-¿Tu?-, preguntó mientras Edward se aceraba para mirar sus apuntes.

-Aun tres mañana… pero estaba demasiado frustrado para estudiar-, admitió besándole el cuello al tiempo que Bella cerraba los ojos.

-Edward-, ella gimió tan deseosa como el, estos días se habían extrañado tanto, era como valorar lo que tenia, las bromas, las risas, el apoyo mutuo, y las caricias, las noches amándose.

Bella giró su rostro para besarlo y se levanto de la silla, Edward mordió tenuemente su labio mientras su lengua rozaba la de ella, se sentó en la silla y Bella en su regazo.

-Necesito estudiar mi tentador amigo-, murmuró ella en un hilo de voz.

-Estudia entonces-, se encogió de hombro mientras Bella lo miraba confusa.

-Anda amor mira la carpeta-, la giró tenuemente para que ella quedara sentada aun sobre el pero de frente a la mesa, dándole la espalda, comenzó a besar su cuello mientras Bella gemía.

-Edward por favor-, pidió ella mientras el acariciaba su cintura.

-Estudia amor-, ordenó mientras sus manos iban a sus muslos aun acariciando, levantando poco a poco su falda.

Bella se apoyo en la mesa mientras el seguía en su cuello y sus caricias tenues, ella quiso girarse pero el solo besó la comisura de su labios y la volvió a sentar sobre el de frente a la mesa, salvo que ahora había levantado su falda para que se sentara solo con su ropa interior interponiéndose ante el contacto con el.

-Estamos en la biblioteca-, recordó ella mordiéndose el labio, el besaba su cuello, su oreja y sus manos acariciaban sus piernas por debajo de la falda.

-Estas estudiando amor-, se encogió de hombros nuevamente con una sonrisa.

Bella miró la carpeta pero no podía leer una solo línea, una de las manos de Edward se deslizo dentro de su ropa interior y acaricio su clítoris suavemente, Bella se agitó contra el frotándose, sintiendo su erección.

-Edward-, gimió y el sonrió.

-Estudia Swan-, ordenó en tono burlón mientras seguía con sus caricias, haciendo que ella sostuviera la orilla de la mesa, se mordió el labio hasta casi sangrarlo cuando su orgasmo llego debido solo a sus caricias.

-Te necesito-, murmuró Bella recargada con su espalda en el pecho de el.

-Y yo a ti-, concordó Edward.

-Entonces hazlo-, Bella se levantó y bajó un poco mas su ropa interior mientras el se desabrochaba titubeante el pantalón, ella sonrió y lo besó antes de que el lo bajara, solo un poco, volvió a sentarse ya piel con piel, con la falda tapando algo el “indebido acto”.

Volvió a levantarse solo un poco mientras Edward se acomoda en su entrada y la penetraba mientras ella jadeaba bajo.

-Bella-, gimió Edward mientras ella se inclinaba hacia la mesa y el acariciaba su espalda metiendo su manos debajo de la blusa.

Después de unos movimientos tenues, la atrajo a su pecho y comenzó a devorar su cuello mientras ella se mordía y apretaba los labios para no gritar, para no hacer ruido.

Edward sujetó su cadera y la ayudó a moverse mientras ella sostenía fuertemente las orillas de la pequeña mesa.

Llegaron a un orgasmo demasiado placentero, la adrenalina del momento y del lugar era demasiado excitante, Edward ahogó cualquier sonido en el hombro de Bella mientras esta tomaba una de las manos de el, y silenciaba su boca en su piel.

Edward besó detrás de su oído, Bella sonrió y se levantó para acomodarse la ropa al igual que el, se sentó de nuevo pero a hora de lado, para poder mirarlo.

-Te amo-, murmuró antes de besarlo mientras el sonreía.

-Y yo a ti-, contestó antes de mirar la carpeta.

-Ahora tengo que dejarte estudiar cierto-, inquirió y ella rió bajito.

-Si… pero creo que volveré al departamento, no puedo estudiar aquí… ya no-, admitió mientras se sonrojaba levemente.

-Te acompaño-, dijo el y ella asintió antes de recoger sus cosas para salir.

Caminaron abrazados mientras recorrían las instalaciones casi vacías del campus, llegaron al edificio de Bella y Edward la acompañó hasta la puerta de su departamento, le dio un lento beso antes que ella abriera la puerta.

-Recuérdame por que no puedo dejarte entrar-, jadeó ella con el aire faltando.

-Tienes que estudiar… tenemos que estudiar-, dijo el mientras la besaba de nuevo.

-Cuídate-, pidió ella contra sus labios.

-Estaré el viernes en tu graduación-, prometió Edward y ella sonrió.

-Te amo-, respondió

-Como yo a ti-, sonrió el antes de besar su cuello antes de partir.

Bella entró a su departamento aun con el calor en sus mejillas por aquel encuentro,… la graduación, ahí ella regresaría su oferta, ella lo aceptaba a el y esperar que el la aceptara, no quería estar separada de el nunca. Así era, había aprendido que la vida es de tomar riesgos, decisiones, su loca idea de ese acuerdo la había llevado al amor de su vida, a veces para ser feliz hay que arriesgarse, ser valientes.

Edward caminó a su dormitorio decidido a pedirle formalmente que se casara con el, la amaba y quería ser su esposo y que ella fuera suya ante todos, y tenia una gran idea para pedírselo…

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mmmmm... haber diganme quien ahora (y despues del confesionario jejeje) quiere una biblioteca???... yo si... (ups! shhhh)...
en fin, aqui todo chocolate derretido jajaja... y parece que más!!! ambos quieren boda... wiiiiiii!!!
bueno, cumpliendo... martes lemmonero jejeje... y ahora si la historia termina, estamos a solo un cap... hablando de eso mmmm... la encuesta para elegir el siguiente fic esta por terminar, entonces el ultimo capitulo de Acuerdo Perfecto sera el JUEVES... anotenlo y convenzan a Nena y Cuñada Cullen de que los gemelos Vulturi no me van a dejar subirlo hasta el JUEVES vale... tengan paciencia, solo son dos días...
otra cosita... el fic que saldrá ganador aún no tiene fecha en el calendario pero les aseguro que del domingo no pasa...
ah!! y el otro estreno "No Desearás" también será para esta semana o a más tardar el lunes ok...
dale cuidense y coman chocolates ricos ricos, suspiren (ey si lo esperaron tanto merece miles de suspiros no??) y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Cambio de escenario mi vida, te gusta??**

Capítulo 18. Cautiva

† Edward POV

Sostenía a Bella sobre mis brazos, mi mano recorría suavemente su espalda. Aun dormida, su rostro estaba marcado por la preocupación y el miedo de lo que iba a venir.

Luego de que dejó caer el teléfono sus rodillas se rindieron y cayó en mis brazos, que esperaban sostenerla. Susurró incoherencias mientras las lágrimas se agolpaban en las comisuras de sus ojos, no podía decir nada para evitarlas. La alcé en mis brazos y la llevé dentro de la casa, susurrando cualquier palabra que la reconfortase. Eventualmente las lágrimas salieron, seguidas por tantas más. No faltaba mucho para que se encontrase con la trabajadora social ¿Quién era yo para romper su momento de liberación del infierno en el que vivía?

Después de todo yo lo había causado. Jake solo la había lastimado un poco más. Mike fue el desgraciado que junto las piezas para luego devolverlas peor de lo que estaban. Debí haberme quedado. Debí haberla sostenido en mis brazos donde siempre estaría a salvo. Obviamente, si me hubiera quedado…

Mis ojos pasaron hacia Allie, quien dormía tranquilamente en los brazos de Rosalie. Había estado preocupada por su madre, como era de esperarse, pero Esme y Rosalie calmaron sus lágrimas. Rosalie parecía no querer apartarse de Allie, sus manos aun acariciaban los cabellos de la pequeña. Nunca la había visto tan feliz en todos los años que la conocía.

-Oh Emmett,- Su voz sonaba suave, aun para nuestros oídos. Se inclinó contra él sin apartar sus ojos de Allie, -La quiero.

-Vamos, Rose,- Rió Emmett. -Vas a hacer que me sienta celoso de una niña de tres años.

Sonreí. El tono de voz de Emmett era bromista, pero no podía quitarse la mirada de cariño mientras admiraba a su esposa junto con Allie. Rosalie ignoró su comentario y siguió acariciando el cabello de Allie, con una triste expresión en su rostro, -Le odio.

-¿A quién…a mi?- Emmett frunció su ceño y me miró, -¿Está hablando contigo como si yo no existiera ¡Rose, estaba bromeando!

-¡No, no estoy hablando de ti!- Dijo Rosalie molesta. Le lanzó una mirada que rápidamente se trasformó en una suave y afectuosa. Como cuando miraba a Allie.

-Se refiere a Mike,- Murmuré entre los cabellos de Bella, cuando me había agachado para darle un beso.

-Por favor ¿Podemos ir a matarle y terminar con todo esto?- Gruñó Emmett, sonándose los nudillos, -Puedo hacer cargo ahora mismo de él. Hasta podría hacerlo parecer un accidente.

-Es tentador...- Murmuró Rosalie.

-Primero, si alguien va a matarlo, ese voy a ser yo,- Hablé, separando mi cabeza de la de Bella. Se estiró entre su sueño, acercándose más a mí, -Segundo, solo causaría más problemas. Accidente o no…Alice ya nos ha visto en todos los escenarios que hemos imaginado o planeado. Ninguno termina bien.

-¿Por qué no acude a Charlie?- Preguntó Carlisle con sus ojos fijos en la chimenea. Sostenía a Esme cerca de él, sentado en la misma silla junto con ella.

-No sé porque no ha ido con el aun,- Murmuré mientras mi ceño se frunció, -Obviamente no ha tenido mucho tiempo desde que hemos llegado.

-Deberías llevarla con él,- Ofreció Esme. Sus ojos estaban sobre Rosalie y Allie.

-Hoy más tarde, si ella así lo quiere,- Bajé mi mirada hacia el ángel que dormía entre mis brazos, -Ya ha pasado por mucho hoy.

-No puedo creer que aquel imbécil les haya dicho a los trabajadores sociales que Bella ha sido abusiva con Allie,- Lanzó Rosalie, su rostro tenía una mueca de bronca. -Como si él no hubiera causado demasiados problemas en sus vidas.

-Quizás Bella pueda convencerles de lo contrario,- Murmuró Jasper desde la escalera.

-No,- Murmuró Alice, -La trabajadora social quiere hablar con Allie a solas. Bella no podrá convencerle de nada. A la mujer solo le interesa lo que Allie tenga para decir. Casi va a hablarle a Bella.

-Me lo imaginaba,- Un gruñido resonó en mi pecho. No esperé que Mike actuase con tanta velocidad. No nos iba a dejar fácil sacar a Allie de esa casa.

-Pero, podemos hacer que Charlie le arreste ¿Verdad?- Preguntó Jasper.

-No necesariamente,- Suspiró Alice, -Queda por cuenta de Bella contárselo a Charlie. Eso y…- Su voz se desvaneció.

-¿Y?- Indagué, observando su expresión. Estaba nerviosa.

-Mike ha hablado con Charlie hoy,- Susurró, -Fue poco después de que se puso en contacto con la trabajadora social. Le dije que habíamos vuelto y que...bueno, que tu habías abusado de Bella ¿Edward?

-¿Qué?- Rugí, Bella se sentó sobresaltada, mirándome con sus ojos bien abiertos.

-¿Qué sucedió?- Preguntó preocupada, -¿Edward?

-Mike le dijo a Charle que volví y que yo abusé de ti,- Mascullé, mis ojos pasaron de los de ella a los de Alice. Sus pensamientos estaban bloqueados, -¿Hay algo más?

-No.

Me esforcé, pero no pude sacar nada más de su mente. Froté los hombros de Bella suavemente. Había comenzado a temblar luego de haber escuchado las novedades, nuevamente las lágrimas rodaban por sus mejillas, -La va a apartar de mi ¿Verdad? Va a hacer hasta lo imposible por sacármela.

-Ni muerta vamos a dejar que ese se lleve a Allie lejos de nosotros,- La voz de Rosalie era suave, aun cuando estaba enfadada. Allie aun seguía dormida.

-Él es tu padre, Bella,- Susurré, trazando la línea de su mandíbula con mis dedos. -Puedes convencerlo de lo contrario. No te preocupes, el te creerá.

-¿Cuánto tiempo tendremos antes de irnos?

-A decir verdad, nada,- Dije tristemente luego de darle una rápida mirada al reloj. Entonces me puse de pie, alzando a Bella en mis brazos. -Vamos a llevarte a tu casa.

-Allie,- Susurró Rosalie, sacudiendo suavemente los hombros de la pequeña, quien bostezo suavemente.

-¿Mami?

Una indescriptible emoción se reflejo en el rostro de Rosalie. Era la expresión más cercana a un afecto maternal. Allie se estiró en sus brazos, y abrió sus ojos. Sonrió al cruzar su mirada con la de Rosalie, -Mami ¡Estoy en los brazos de un ángel!

Bella le sonrió afectuosamente a su hija. La habitación nunca estuvo tan llena de amor como ahora. Nunca lo hubiese estado, quizás, sin ella dos. Dejé a Bella en el suelo, y Rosalie le entregó a Allie, -Es perfecta, Bella.

-Gracias, Rosalie.

-¿Tía Rose?- Le llamó Allie, moviéndose entre los brazos de Bella para ver a Rosalie, -¿Puedo volver a visitarte?

-Cuando quieras, Allie.

-Vamos,- Apoyé mi mano sobre la pequeña espalda de Bella, -Será mejor que nos vallamos, o llegaremos tarde.

Caminamos hacia el auto en silencio, Allie se revolvía en los brazos de Bella para buscar una postura más cómoda. El viaje en si mismo fue mudo, y yo mismo preferí que fuera así. Bella estaba demasiado nerviosa. Prácticamente podía sentir sus emociones llegar al límite. Allie debía de haberlo sentido también. No había emitido palabra alguna y sus ojos permanecieron todo el trayecto fijos, fuera de la ventana.

Llegamos a su casa en el mismo tiempo que nos había tomado irnos de ella. En un abrir y cerrar de ojos estaba al otro lado del auto, abriendo la puerta para Bella. Allie sonrió encantada. Todo le parecía asombroso, aun si no sabía la realidad de mis ágiles movimientos.

-Estaré en la casa escuchando,- Susurré al oído de Bella mientras entramos en la casa. Ella asintió. Su cuerpo aun temblaba, estaba aterrada. Le di un suave beso en los labios, -Esta bien, Bella. Estarás bien. No dejaré que nada te suceda. El no va a poder lastimarte.

-Te amo, Edward,- Dijo con su temblorosa voz.

-¡Te amo, Edward!- Sonrió Allie. Mi corazón dio un vuelco.

-Valla, parece que las dos chicas más lindas que conozco me aman,- Pasé mi mano por el cabello de Allie, deshaciendo los pequeños nudos que se le habían formado entre sueños. Le di a Bella una sonrisa de aliento y subí las escaleras.

Unos instantes después, alguien llamó a la puerta. La puerta se abrió y escuché la voz de una mujer en la sala. -Hola, señora Newton. Soy Jessica Stanley, hablamos por teléfono.

Esto era innecesariamente ridículo. Jessica fue una de las primeras chicas que Bella conoció en Forks y ahora le hablaba como si nunca antes se hubieran conocido. Se mantenía estrictamente profesional, casi mirando a Bella. Pero sus pensamientos me hicieron verlo con contrario, obviamente.

Así que, así es como se ve Bella en estos días. Mike tenía razón, se ha vuelto un espanto, Los pensamientos de Jessica me llegaron al poco tiempo. Me sentí invadido por la rabia. Bella estaba lejos de ser espantosa. Lo que Mike le había hecho, eso era espantoso. Allie parece bien…con suerte no tendré que sacarla de la casa. Parece una adorable criatura. Aunque las cosas serian más fáciles para nosotros si ella no estuviera…

Nosotros. No se necesitaba ser genio para saber a quién se refería.

-Hola, señora Stanley.- La voz de Bella aun temblaba. Mantuvo formalidad, continuando con la ridícula actuación de Jessica.

-Y tú debes ser Allie Newton. Tu papi me ha hablado mucho de ti.- Sentí la rabia consumirme nuevamente.

Mike...me pregunto si lo veré hoy. Es tan guapo... ¿Cómo fue que termino con Bella? Ella no lo merece.

Sentí un gruñido burbujear en mi pecho. Si supiera quién era Mike en realidad. No que eso importara. Se merecían el uno al otro, aparentemente.

-¿De verdad?- Allie sonaba ansiosa, inocente.

-¿Te molestaría que habláramos un poco, Allie?

Apuremos las cosas, quiero terminar de una vez.

-Está bien,- La voz de Allie era insegura. Bella la dejó en el suelo.

Se produjo un silencio y luego escuché unos pasos sobre los tablones de la escalera mientras que el dulce aroma de Bella se hacía cada vez más fuerte. Estaba allí, para encontrármela en el hall. La acerqué a mis brazos, tratando de confortarla cuanto pudiera. Ella permanecía aun de pie, temblando entre sollozos.

Susurré unas cuantas palabras de aliento al oído de mi ángel, mientras escuchaba la conversación que tenía lugar en la planta inferior.

-¿Allie, alguna vez tu papi te ha lastimado?- Pregunté Jessica.

-No, pero--

-Eso está bien,- Le cortó Jessica. Sentí otra ola de rabia pasarme por encima. Bella me miró confundida, -¿Tu mami alguna vez te ha lastimado?

Por supuesto que Mike nunca la lastimaría. El es bueno. Probablemente gentil...bueno y gentil.

-¡No!- La voz de Allie sonaba angustiada, -¡Mi mami nunca me lastimaría!

-¿Estás segura?- Presionó Jessica. Podía sentir la injusticia. Había aceptado de una la respuesta – interrumpida – sobre Mike, pero no con Bella. -¿Estás segura que nunca te lastimo?

Por favor hazlo fácil. Puedo sacar a Bella de la casa si es una amenaza.

-Estoy segura,- La voz de Allie tembló.

-¿Alguna vez viste que tu mami y papi peleen?- Continuó Jessica, -¿Alguna vez viste que tu papi le pegue a mami?

-Les oigo gritar,- Comenzó Allie, -Pero nunca--

-Entonces ¿Nunca viste a tu papa lastimar a tu mama?

-No, pero-- Nuevamente, Jessica le interrumpió.

-Está muy bien Allie,- Su voz sonaba indiferente, hastiada. Podía oír el movimiento de papeles.

Pero papi lastima a mami. Sé que lo hace. ¿Por qué no me deja decírselo? Los pensamientos de Allie se agolparon. Se sentía frustrada y triste.

-¿Señora Newton?- Bella suspiró entre mis brazos. La liberé, asintiéndole. Bella me miró con miedo antes de volverse hacia las escaleras para bajar.

-Señora Newton, no tengo razones para creer que haya lastimado a Allie,- Comenzó Jessica, su voz sonaba decepcionada, -Pero estaré mirando la casa y me mantendré en contacto con el Señor Newton.

-Jessica, Mike-- Bella comenzó, pero como había hecho con Allie, Jessica le interrumpió.

-Eso sería todo, Señora Newton.

La puerta se cerró y la casa volvió a quedar en silencio.

-¿En que estaba pensando?- Sabía que Bella me hablaba a mí. Corrí escaleras abajo, sosteniéndola entre mis brazos antes de que se pudiera caer. Sus ojos estaban abiertos ante el miedo. -Por qué no…

-Aparentemente tu esposo sabe deslumbrarla,- Lancé, mi furia se aumento. Presioné un beso contra su frente y me disculpé, -Lo siento. Es solo que no puedo creer que haya gente como ella en tal trabajo. ¡Solo mírate! Estas cubierta de marcas y aun así...

Mi voz se perdió entre un gruñido.

-¿Mami?- Allie entró a la habitación, las lagrimas rodaban por sus mejillas, -Mami, no me dejo decirle. Traté...

-Lo sé, bebé- Solté a Bella y ella avanzó, alzando a Allie en sus brazos, acunándola, -Lo sé.

Las lágrimas humedecieron los ojos de Allie, su rostro girándose hacia mí. Su expresión era desesperanzada.

-Papi no me va a dejar ir.

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mmmmm...antes que nada chic@s, sequemos nuestras lagrimitas y pensemos antes de suspirar, recuerden que todo en la vida es una lección y que si tienes los ojos nublados no podrás ver las estrellas... algo bueno vamos a obtener de esta situación, claro nada es facil y habrá que luchar para ser felices...
me da mucha penita que Allie se de perfectamente cuenta de las cosas, pero se que también sabe que ya no están solitas... Edward llegó para quedarse y aliviar su dolor...
dale, cuidense mucho y para las penas un rico chocolate, suspiren mucho (no me dejen solita) y...
Nos leemos en tris!!!


Bellany G.
**Eres perfecto para mi**

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