lunes, 28 de septiembre de 2009


Capítulo 10. ¡¡No Peleen Por Mí!!

Estaba oscureciendo y manejé a una velocidad considerable. Quería ver el mar, aspirar su aroma. Tal vez eso me ayudaría a calmarme. Me sentía rechazada y que no era parte de nada. Todo en mi vida era una farsa bien montada. Necesitaba gritar, sacarme esto que me atormentaba.

Llegué a la playa de La Push. Caminé hasta la orilla del mar y grite por un buen rato, hasta que me dolió la garganta. Estaba molesta, frustrada, rabiosa y sumamente desesperada.

- ¿Que te hizo el imbécil?- oí una voz cuando me calmé un poco y me senté

- ¿Jake? ¿Que haces aquí?

- He estado aquí todo el tiempo pero llegaste tan molesta que ni te diste cuenta- dijo mirando al piso.

- Lo siento, te confundí con una roca, está algo oscuro.

- Claro, espera, haré que se vayan las sombras.

Tomó unos leños y los apiló en una depresión del piso. Luego sacó un encendedor y los prendió. El fuego iluminó el pequeño espacio, y me senté para mirarlo mejor. Sabía que esos maderos eran de algún naufragio. La madera que pasa mucho tiempo en el mar produce un fuego azulino. Era hipnotizante.

- Y bien. ¿Me vas a contar lo que te pasó?- preguntó mi amigo

- Es complicado Jake. Parece ser que la familia en pleno se mudó a Forks y eso tiene a Edward con un humor de perros.

- ¿Te ha gritado, ofendido o agredido de alguna forma? Solo dame una excusa para golpearlo Bella. Te aseguro que me harás muy feliz.

- No me ha hecho nada. Y no quiero que andes montando escenas Jake. ¿Tu eres buena persona, cómo vas a sentirte bien golpeando a alguien?

- Dime. ¿Te hizo algo en el viaje? ¿Se portó mal contigo? ¿Se propasó?

- No Jake, solo tuvimos un pequeño incidente el resto estuvo bien.

- ¿Incidente?

- Si, verás la puerta de una de las habitaciones se cerró y no pudimos abrirla. Estuvimos atrapados por 3 días, sin agua ni comida. Al final pudimos comunicarnos con Alice para que llamara al hotel y nos abrieran.

- ¿Seguro que no lo hizo a propósito?

- Estoy segura. Él tampoco quería estar allí encerrado conmigo.

- No se como puede ser tan estúpidamente afortunado y echarlo a perder, pero agradezco eso.

- ¿Echarlo a perder? No te entiendo.

- Bella, estoy que reviento por dentro. Te casaste con ese idiota y ahora viven bajo el mismo techo. Él tiene oportunidades que yo no tengo.

-De que hablas Jake.

- Soy tan poca cosa par ti que nunca lo notaste ¿verdad?

- Como puedes decir eso. Eres mi mejor amigo y confío en ti.

- Pero no me confiaste que te ibas a casar. Si lo hubieras hecho no estarías así ahora.

- Tradúceme lo que tratas de decir porque estoy empezando a creer que el desquiciado eres tú.

Se levantó y me puso de pie mirándole.

- Bella, toda mi vida he estado enamorado de ti. He soñado miles de veces que me casaba contigo. Eres la persona más maravillosa que conozco. No sabes lo desesperante que fue verte casándote con otro. Fue una tortura. Quería asegurarme de que no lo amabas y sacarte de allí y cuando estuve a punto de lograrlo te arrepentiste de huir y te fuiste a esa estúpida luna de miel.

- Basta Jacob. ¿Somos amigos recuerdas? Mejores amigos para siempre. Yo no sabía que tu…

- Bella te amo. Deja esa casa. Déjalo a él. No eres feliz. Dame una oportunidad, yo se que tu también me quieres.

- Jake yo nunca te he visto de esa forma.

- Porque siempre me has visto como amigo, te puedo demostrar que me puedes amar.

- Estoy casada Jake, esto no es bueno.

- Al diablo con eso. Tu matrimonio es una farsa. Y ya no me importa que no podamos casarnos. Solo te quiero junto a mí.

Y peligrosamente se acercó posando sus manos en mi cintura.

- Bella solo déjame demostrarte que me quieres.

Yo estaba de una pieza, no esperaba que mi mejor amigo de pronto me dijera tantas cosas. ¿Acaso yo podría quererlo de otra forma? ¿Lo quería? Era Jake, era divertido, alegre, espontáneo. Pero yo no lo veía como a Edward.

Acercó su rostro hacia mí, sentí su aliento cerca y giré mi cara y cerré los ojos.

- No Jake, suéltame.

- Suelta a mi esposa miserable perro- era la voz de Edward gritando.

Jake me apartó a un lado y se puso frente a mí.

- Exactamente el idiota que quería encontrar. Ahora no hay tanta gente que pueda defenderte- dijo mi amigo con odio

- No necesito que me defiendan. Esto es entre tú y yo, deja que ella se vaya.

- Ella se queda conmigo a donde pertenece, tú no eres más que un niño rico que la necesita por un tiempo.

- No te pertenece, ella es mi esposa.

- Eso será para todo el mundo pero sabes que es una mentira. Tú no la quieres como yo. Solo la estás usando.

- ¿Quién te ha dicho que no la quiero?- mi cabeza dio vueltas, ¿acaso escuché bien?

Y vi como Jake se abalanzó sobre Edward que esquivó el golpe.

- ¿Tienes que ser tan primitivo perro? ¿Si te parto la cara estarás tranquilo?- dijo Edward con esa sonrisa que me gustaba.

- Eso está por verse maldita sanguijuela- y Jake avanzó hacia un lado y luego cambio de dirección, lo que ocasionó que Edward no pueda evitar el golpe. Le dio de lleno en el estómago y vi como se doblaba con las manos en el estómago. Sentí tanta ira contra Jake que corrí hacia él.

- Basta Jake, déjalo en paz, eres un tramposo, no peleas limpio.

- El que gana la pelea se queda con la chica- dijo tomándome por la cintura y levantándome del suelo.

- Bájame Jake, pedazo de neanderthal, yo no soy un premio- grité como loca.

- Quien te dijo que ganaste la pelea animal- Edward estaba parado frente a nosotros.

- Así que el niño rico no se da por vencido. Si te mato ella será viuda y podrá casarse conmigo- dijo Jake acariciando las palabras.

- Solo así podrás tenerla, jamás mientras yo viva.

Jake me bajó al piso y me miró.

- Vete Bella, espérame en mi casa. No quiero que veas esto- su mirada era vacía, pero tramaba algo. No iba a permitir que cometiera una locura.

Corrí hacia Edward y me abracé a su cintura.

- Lo siento amor. Solo estaba molesta porque Tanya está en el pueblo. No quise decirte esas cosas. Perdóname. No volveré a huir de casa. Llévame contigo.

Edward se quedó rígido mirándome, yo le guiñé un ojo y él sonrió.

- No estoy molesto contigo mi vida. Solo con tu amigo aquí presente- dijo mirándolo desafiante.

- La cara de Jake era pura confusión.

- Bella nunca me dijiste que lo amabas- dijo muy molesto.

- Nunca preguntaste Jake, lo siento- dije muy triste sin voltear.

- Entonces no tengo nada más que hacer aquí. Adiós Bella.

Sentí que se alejaba a grandes pasos.

- ¿Eso es todo? ¿No ve iba a matar?- dijo Edward aún abrazado a mi.

- No juegues con fuego Edward, yo se la fuerza que tiene Jake si intenta matarte no dudes que lo hará

- Yo no soy precisamente un papanatas Bella, te sorprenderías. No te agradezco lo que hiciste porque no lo necesitaba pero tampoco te puedo negar que me gusta tenerte así- Estuvo en silencio un momento mientras seguía mirándome. –Me gustas Bella más de lo que te puedo expresar con palabras. Yo… te quiero.

Mi corazón latía como loco, lo tenía tan cerca.

- Pero si prefieres a tu amigo lo entenderé, si no quieres estar cerca de mi puedes marcharte. No me debes nada. Eres libre de hacer lo que quieras.

- Te quiero a ti- le dije mientras lo abrazaba más.

Estuvimos abrazados frente al mar por algunos minutos.

- Vayamos a casa, debemos hablar- dijo Edward, llevándome al auto.

Manejamos siguiendo mi ritmo ya que yo iba delante de él. Sentí por el retrovisor que no quitaba la vista de mí. Estacionamos delante de la casa y antes de bajar Edward ya me sostenía entre sus brazos.

- Siento no haber hecho esto cuando llegamos ayer, estaba distraído- dijo mientras entrábamos a nuestra casita.

Me llevó al sofá y me colocó en su regazo. Hoy sería un día memorable.

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la segunda y final de mi día, recuerden el calendario vale... hay que seguir reglas...
mmmm... del cap. pues parece que ambos estan intentando aceptar lo que sienten, solo espero que las cosas no se compliquen con Tanya en el pueblo y Jake al acecho, ustedes que dicen, este par por fin se arreglará????
dale, cuidense y los chocolatitos, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Mi calma eres tu**

ESA NANA

Capítulo 12. Rota

Miércoles(Día del partido de baloncesto)

La luz del sol llenó toda la habitación cuando abrí los ojos, bostezando y estirándome. Me levanté, caminé hacia el baño y me duché rápidamente. Me vestí con la ropa que Alice me había sacado la noche anterior.

Me dirigí a la cocina para encontrarme a mi Edward preparando el desayuno como cada mañana de esta semana.

Me congelé al dar medio paso. Woah, ¿Mi Edward? ¿De dónde ha salido eso?

“¡Buenos días Edward!” dije cuando caminaba hacia el salón y encendía la televisión.

“Buenos días Bella” lo vi entrar con un plato con bacon y huevos.

“Gracias Edward” dije cuando se sentó a mi lado. Algo en él se veía un poco apagado.

“¿Qué va mal Edward?”

“¿Qué? Oh, nada ¿Por qué lo dices?”

Busqué su rostro y supe que estaba mintiendo. Me pregunto que sería...

“¿Bueno, emocionada por ir al partido esta noche?” preguntó.

Me encogí de hombros “No se lo digas a Alice, pero no realmente. Pero tengo que apoyar a Jayden, ya sabes...”

No contestó.

Comimos en silencio esa mañana, algo que nunca habíamos hecho antes. Ahora sabía definitivamente que algo iba mal...

Cuando terminé de comer, volví al dormitorio para coger todas las cosas necesarias para el colegio y esperé en el salón a que viniera Jayden.

Pocos minutos después, escuché su llamada a la puerta, y le dije adiós con la mano a Edward cuando me iba.

“¿Emocionado por el partido Jayden?”

“Adivino que vendrás ¿No?” asentí “Bien, porque tú eres mi amuleto de la suerte” dijo con una voz cantarina.

Reí “Mejor voy”

“¿Te gustaría salir fuera un ratito después de clases?” preguntó.

“Claro, pero ¿te importa si me llevo mi pen-drive y uno tu ordenador? Tengo que entregar una redacción de inglés para mañana y no he empezado aún”

“Claro”

Todo el camino desde mi dormitorio a la clase, gente le deseaba buena suerte a Jayden para el partido de hoy. Empecé a estar un poco enfadada cuando empezaban a interrumpir nuestras conversaciones pero bueno...

Al finalizar la clase me dio un fugaz beso en la frente y me dijo que me vería después del colegio.

Las clases parecían eternas mientras esperaba la hora del almuerzo donde podría ver a mis amigos.

Cuando llegó, mi estómago hacía ruiditos vergonzosos, así que cogí rápidamente algo de comida y me senté al lado de Edward y empecé a comer.

La mesa estaba inusualmente callada hoy. ¡Incluso Emmett no estaba hablando! Cuando estaba terminando de comer iba a preguntar que qué pasaba, pero Alice me interrumpió.

“Hey Bella, nos veremos en tu habitación antes del partido asi podremos ir juntos ¿Vale?”

“Claro”

“Vamos Bella” dijo Edward, levantándose y entregándome su mano para ayudarme. La agarré y me levanté, esperando a que soltara mi mano, pero el no lo hizo hasta que alcanzamos la clase. No es que no lo quisiera de todas maneras...

Trabajamos un poco más en nuestra canción y me di cuenta que necesitaríamos una semana más y habríamos terminado. Cuando las clases terminaron, caminamos juntos hasta los dormitorios, y después nos separamos.

Jayden me estaba esperando en mi coche como él había prometido y condujimos hasta su apartamento. Tan pronto como aparcamos en el lugar. Cogí el pen-drive de mi bolso y lo llevé hasta su habitación. Necesitaría mucho tiempo para terminar la redacción.

Enchufé el pen en su ordenador y empecé a trabajar mientras Jayden se echaba una siesta.

Un par de horas después, casi había terminado. Sin embargo, ya era hora de volver y lo terminaría en mi habitación.

Estiré los dedos y me levanté para despertar a Jayden. Podía oirlo roncar suavemente en el sofá.

“Jayden” dije, sacudiéndolo suavemente. No cedería.

Me acerqué más a su rostro y le planté un beso en los labios.

“¡Ehh mamá! ¿Para qué haces eso?” gimió, abriendo sus ojos “¡OH! ¡Bella! ¡Maldita sea!”

No podía evitar reirme de él “Vamos, tienes que estar temprano, ¿recuerdas?”

Gimió cuando se puso de pie para coger su uniforme mientras le esperaba pacientemente en la puerta.

Tan pronto como aparqué en mi aparcamiento, salté, literalmente, del coche y me dirigí a mi dormitorio, deseándole buena suerte a Jayden en el caso de que no lo viera antes del partido.

Todo el mundo ya estaba en mi habitación cuando llegué así que nos fuimos. Me quedé detrás para andar con Edward.

Cuando llegamos allí, el lugar estaba casi lleno, así que nos apretujamos en una esquina de enfrente.

Tan pronto como nos sentamos, podía sentir los ojos de alguien posados en mí. Por lo tanto, miré hacia el campo y no me sorprendí de ver a Lauren, con el uniforme de animadora, mirándome. Aún no sabía que era lo que hacía que me odiara.

Unos pocos minutos después, habían gestos de ánimo cuando nuestro equipo corría hacia el campo, con Jayden el primero. Lo vi mirar a la multitud, tan pronto como me vio, me mandó un beso.

Cuando el equipo oponente entró, había un minúsuclo equipo de fans que daban poquísimos ánimos, era patético.

Fue un partido raro, porque ninguno hablaba con los otros. Todo el mundo estaba absorto en el juego, incluídos todos mis amigos. Yo, no siendo una gran fan del baloncesto, me sentí adormilada.

A mitad de partido, íbamos ganando de 18. Diría que nuestro equipo es bueno, pero todo ellos pasaban el balón a Jayden. Creo que una táctica se llamaba así: 'Pasa el balón a Jayden'.

Él era realmente bueno y muy a menudo me miraba desde allí y me regalaba una hermosa sonrisa. Fue una vez de esas veces cuando Lauren me miró, después a Jayden, y volvió a mí. Entonces arrugó el ceño. Me pregunto que le pasaría.

Cuando era el 4º cuarto, era evidente que eramos los ganadores. Pero aún teníamos que estar hasta el final. Mis párpados se hacían mas pesado a cada minuto que pasaba, y podía sentir mi cabeza ladearse. Mi sueño cesó cuando escuché un silbido del juego que me hizo despertar. Eso fue suficiente para que Edward se diera cuenta y me permitió descansar la cabeza en sus piernas.

Escuché el silbido final y me levanté rápidamente. Miré la pantalla y me di cuenta de que habíamos ganado de 38. Una avergonzante pérdida para el equipo contrario.

Alice daba pequeños saltitos y chillaba, y me uní a ella.

Vi a Jayden hacerme señas de que fuera y me encontrara con él, así que, corrí y salté en sus brazos abiertos.

“¡Buen trabajo capitán!” lo felicité.

“Gracias. ¡Ha sido porque tenía a mi amuleto de la suerte aquí!”

Me reí tontamente.

“Te veré después, voy a dormir. Creo que tú también lo necesitas”

Me sonrojé, avergonzada de que se hubiera dado cuenta de mi pequeño sueñecito en el partido.

“¡Vale, adiós!”

Terminamos siendo los últimos en salir de allí desde que Alice se dedicó a felicitar a cada uno de los jugadores individualmente. Emmett y Rosalie se habían ido, así que Edward, Jasper y yo esperabamos allí a Alice.

Cuando volvimos, estaba exhausta y me senté en unos de los sillones de Edward, mientras él ganduleaba en el gran sofá.

Abrí los ojos, eché una mirada al reloj y me percaté de que había pasado una hora dede que volví. También recordé que tenía la redacción de ingles por terminar.

Caminé hacia mi bolso y empecé a buscar mi pen-drive. Al no encontrarlo, me di cuenta de que lo había dejado en el ordenador de Jayden. Me golpeé la frente en frustración, que estúpida era.

“¿Qué va mal?” me preguntó Edward desde el sofá.

“Olvidé mi pen-drive en el apartamento de Jayden y aún tengo que terminar el trabajo y entregarlo mañana. Mira, tengo que volver, no tardaré”

“Vale”

Cogí rápidamente el ascensor y troté hasta el coche. Pisé el acelerador y estuve en su apartamento en nada de tiempo. Cogí su ascensor hasta la 3º planta y me dirigí a su habitación.

Me estaba acercando a su puerta, podía ver una raja de luz a través de ella. Y entonces me di cuenta de que estaba abierta. Iba a abrir la puerta cuando escuché una voz. Su voz. Lauren. ¿Qué estaba haciendo ella aquí?

Silenciosamente abrí la puerta entera y miré hacia el sonido que salía de ella. Mi mandíbula se abrió y mis ojos se abrieron como platos al ver lo que vi.

Allí, en el sofá estaba Lauren con una pierna a cada lado de Jayden en pleno proceso de morreo.

Podía sentir la pena en mi corazón, la furia en mi mente, y las lágrimas amenazaban con salir. Confié en él y me engañó de la misma manera que Jacob.

Recuperé la compostura y decidí que nadie vería lo mucho que me afectaba aquello.

Caminé hacia el ordenador donde mi pen-drive estaba y lo cogí, guardando antes el archivo.

“¿Isabella Swan?” Lauren dijo pícaramente. Oh, ¡así que alguien se ha dado cuenta de que estoy aquí!

La ignoré. Podía oir como arrastraban los pies en el suelo. Asumí que era Lauren porque un segundo después ella dijo ¡Ow!.

Podía sentirlo a él de pie a mi lado, pero no levanté la mirada. Déjalo hablar primero.

Desenchufé el pen-drive y me dispuse a salir.

“Bella espera” dijo, cogiendo mi brazo.

Compuse mi cara y me giré hacia él. Parecía un niño al que habían pillado robando caramelos.

“¿Qué es esto?” pregunté en el más educado tono que pude.

Parecía desconcertado por mi tono. Quizás el esperaba que estuviera enfadada por que su boca se abrió, y despues la volvió a cerrar. Tuve que resistir la urgencia de reirme porque como lo hizo parecía un pez.

Finalmente recuperó su voz y dijo “Déjame explicarte. Quiero decir, que yo no sabía que ella-”

Lo corté y sonreí tristemente “Ya sabes, eso no te hará una mejor imagen si me estás intentando decir que te estabas liando con una completa extraña”

Abrió su boca para hablar otra vez pero levanté la mano para callarlo.

“Tú sabes Jayden, todo por lo que volví era por mi pen-drive pero he obtenido algo más de lo esperado. Tengo la verdad” Miré detrás de él para ver a Lauren con una sonrisa socarrona.

“Pero no ha sido un gran problema” continué calmadamente “Ha ocurrido antes de que lo resolviera yo, así que lo haré ahora. No me puedo creer que Edward tuviera razón” me giré para irme y escuché pasos a mi espalda.

“No me sigas, adiós Jayden” lo dejé helado en medio de la habitación y me dirigí a Lauren “Divertíos, y no olvideis de cerrar la puerta con llave” ella parecía impresionada por como de calmada lo había dicho. Si ella lo supiera.

Me fui al ascensor y dejé que las lágrimas que estaba aguantando salieran y recorrieran mi rostro. Entré en mi coche y cerré la puerta de un portazo con un poco de más fuerza de la necesaria.

Poniendo mi pen-drive en el asiento acompañante, saqué mi coche del aparcamiento velozmente, ignorando los chillidos de protestas de los neumáticos. Sabía que tenía que rebajar la velocidad, pero mi furia salió y apreté más el acelerador, yendo a una velocidad que nunca antes había ido.

¿¡Cómo pudo!?

Mi mente estaba llena de pensamientos cuando intentaba averiguar durante cuanto tiempo me había estado engañando. Y apenas la conocía. Debe pensar que soy estúpida.

Iba muy distraída, que no me di cuenta de las luces de otro coche venían en mi camino hasta que fue demasiado tarde e iba demasiado rápida para parar. Intenté apartarme pero sabía que sería imposible.

Mis ojos se abrieron en horror y únicamente había una persona en mi mente cuando el otro vehículo se estrelló contra el mío y todo se volvió negro.

Edward

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bueno chic@s la primera de tres (dos mías) actualizaciones del día... disculpenme por haberlas dejado solitas ayer pero tenia un compromiso con el mejor de los primos (al menos de los míos) y no podia faltar y creanme ya lo pagué =( me resfrie y ahora no puedo respirar!! (buuuuuuuuuuuuu)... pero bueno, prometo no volverlo a hacer (al menos no sin justificación) y consentirlas
mmmm... creo que lo que tenemos que rescatar de todo esto es que JAMÁS SE DEBE CONDUCIR SI NO TE ENCUENTRAS EN TUS CINCO SENTIDOS, ES UNA IRRESPONSABILIDAD TANTO PARA TI COMO PARA QUIENES TE RODEAN, ASI QUE POR FAVOR NO LO HAGAN!!...
y algo lindo de la historia... Bella pensó en Edward en 'su último momento' que quiere decirnos eso???... y alguien tiene alguna teoría de lo que le pasaba a Edward antes del partido?? yo quiero escucharlas jejeje
dale cuidense mucho de verdad por que la vida es un suspiro y puedes arrepentirte de no disfrutar, deboren chocolatotes para ser un poquito más feliz, suspiren mucho para que la feliz tambien sea yo y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Mi medicina eres tú**


Por Angylito ( yooo)


Paralelo a SOL DE NOCHE One Shot


Advertencia: Este One Shot contiene Lemmon


t Bella POV

Hoy ha sido un día muy largo, Jake tubo la genial ocurrencia de ir a cazar a Canadá y eso nos llevó el día entero, cuando llegamos a la casa de mi no tan nueva familia estaban todos sentados en la sala riendo de Emmett que hacía bromas sobre la última desaparición de Jasper y Alice, que esta vez se perdieron por casi una semana. Me alegra tener mi casita, ya que no podría vivir en una casa llena de parejas que jamás se duermen y que pueden escuchar el sonido de un alfiler cayendo a medio kilometro de distancia.

No, no, definitivamente agradezco tener privacidad en mi pequeña casita.
Esta noche Edward estaba muy silencioso, usualmente se dedica a lanzar bromas a Rosalie y a Emmett que son sin dudas los peores cuando se trata de disimular el deseo que sienten el uno por el otro.

-¿Qué estará pensando?

Me pregunto cómo es que puede concentrarse tan profundamente con los pensamientos de 8 vampiros rondando su mente.
De seguro otra vez se está recriminando que no merece tanta felicidad, y en cierto modo lo entiendo, pues yo también me lo he preguntado.
Aunque verlo tan concentrado le daba un toque tierno y a la vez muy sensual en su postura, eso me dio una idea genial para esta noche, usaré la lencería que Alice me trajo de regalo de su último viaje a Paris. Sé que a Edward lo vuelve loco verme vestida usando solo eso.

Mientras planeaba de qué forma sorprenderlo, comencé a sentirme cada vez más ansiosa, y ahora solo podía pensar en volver a casa, acostar a Nessie que comenzaba a dormirse en los brazos de Rosalie y lanzarme frenéticamente a los brazos de mi sexi esposo, woww me pregunto si será legal tener a un hombre tan perfecto a mi lado, alguien que sin dudas era el mejor en todo lo hacía, y cuando digo en todo, me refiero literalmente a todo.
Comencé a recordar nuestra primera noche juntos, cuando el terror por no saber qué hacer en ese momento me paralizaba, cuando solo podía pensar en lo nervios, dudando levemente de su capacidad de auto control, cuestionándome en silencio si nuestros cuerpos eran tan o más compatibles como lo éramos en todo lo demás. Pensar en todo esto es lo que me hace agradecer cada día tener esta vida inmortal, no me importa en lo absoluto perder mi alma. Yo había conseguido mucho más de lo que perdí, si realmente la teoría de Edward era cierta.
Gané no solo al hombre maravilloso que llevo por esposo, sino también una hija preciosa dotada de un don aun más impresionante que los del resto de los vampiros que hasta el momento he conocido, una grandiosa familia muy particular, donde cada miembro de ella, gozaba de un carisma y don especial, no solo eran la familia de mi esposo, sino que también eran la mía, había ganado un padre y una madre nuevos, tan buenos como los míos, dos hermanas hermosas y dos hermanos mayores que siempre estarían conmigo y mi pequeña para protegernos.
Simplemente el tiempo ya no era un impedimento en mi vida, todo lo que quería y necesitaba lo tenía frente a mis ojos.

Edward lleva más de una hora sin decir palabra alguna, perdido mirando un punto fijo, y medio sonriendo sin razón aparente. Nessie comenzó a acomodarse suavemente en los brazos de Rosalie, frotando de vez en cuando sus ojos con sus pequeñas manitas. Ya pronto oscurecerá, y el viaje le tenía exhausta, creo que ya es hora de llevarla a su cama.

-¿Edward? –

Él parecía tan distraído pero volteó rápidamente para encontrarme con sus ojos color miel.
- Dime, vida mía. Ese tono de voz era el que me volvía loca, casi incapaz de contenerme por besarlo, es como si tuviera un pequeño toque de pasión al pronunciar las palabras.

-Ya es casi la hora de llevar a Nessie a la cama. – Dije en un susurro, que cualquiera de los presentes en la habitación escucharía, pero decidí comenzar con mi plan de esta noche, me concentre por un instante y comencé a disminuir mi escudo mental para dejar entrar a Edward en mis pensamientos, pronunciando cada palabra con un sutil tono de picardía en la voz, insinuándole mi invitación indecente para esta noche.

-“Y es hora de que nosotros también lo hagamos”.


Solté las palabras casi a gritos en mi cabeza, y clavé mis ojos en su rostro a la espera de su reacción. Antes de eso medio reí solo con imaginar a lo que nos llevarían estas palabras tan cotidianas para algunos simples humanos y la connotación que tenían para una pareja de inmortales, que jamás lidiaban con el cansancio físico o el límite de tiempo.

Edward se puso de pié, y miró con cara de pocos amigos a Emmett que no pudo disimular su sonrisa. De seguro notó nuestra conversación mental.

Luego miró a Alice que estaba notablemente incomoda, espero que no haya visto lo que planeo, pero más espero que sepa ocultárselo a Edward si es así. Reconozco que tener una familia tan talentosa no es de mucha ayuda a veces.

Comencé a sentirme ansiosa por estar a solas con él, en este corto tiempo como inmortal ya me había vuelto una adicta sin remedio a su cuerpo, en realidad a todo lo que a él concierne. Y ya sentía urgencia por tocarlo, besarlo y más aún por sentirme unida literalmente a él.

Caminé lentamente, tratando de no demostrar mi urgencia, me dirigí al sofá blanco donde Rosalie sostenía a Nessie que ya dormía, tomé a mi pequeña, la acomodé dulcemente en uno de mis brazos, ella había crecido tanto en este último tiempo, pero seguía teniendo la dulzura propia de un bebito.
Luego alcancé a mi esposo que me esperaba con la mano tendida frente al umbral de la puerta para dirigirnos a nuestra casa.
Cuando tomé su mano, una corriente eléctrica que inició en la palma de la mano que él sostenía recorrió mi cuerpo entero, y esto me volvía aun más ansiosa por llegar a nuestro acogedor cuarto matrimonial.
En cosa de segundos ya estábamos en nuestra casa, nos dirigimos a la habitación de Nessie, con cuidado la acomodé en su cama, Edward me ayudó a arroparla, y como todas las noches nos inclinamos al mismo tiempo para besar su frente.
Se quedó inmóvil un momento, de seguro preocupado revisando sus sueños, y es que Nessie llevaba días teniendo pesadillas, me siento culpable por heredarle esa parte de mi vida mortal a mi pequeña.
Estaba concentrada pensando en eso cuando Edward me tomó por sorpresa abrazándome fuertemente por atrás, eso sin dudas hubiera hecho que mi corazón latiera descontroladamente, no me di cuenta en qué momento el atravesó la habitación, y a penas me recuperaba de la sorpresa cuando me tomó en sus brazos, riendo ambos nerviosamente y mirándonos a los ojos como quién planea alguna jugarreta de niños.
Cuando llegamos a nuestra habitación, tomó mi cara con sus manos y comenzó a besarme apasionadamente, como si el mundo y el universo fueren a acabar en segundos, por un momento me dejé llevar por la exquisita sensación que producían en mi sus besos, sintiendo como mi estómago comenzaba a cosquillear. Como mi respiración comenzaba a agitarse, por poco olvido mi plan para esta noche.
Aunque me resultaba doloroso alejarme de su perfecto cuerpo, liberé una de mis manos que se encontraban enredadas en su cabello lo alejé delicadamente, y bloquee mi mente para que no pudiera ver lo que tramaba, me dirigí al enoooorme armario que Alice había hecho para mí, y abrí la primera gaveta cuyo olor se me hiciera familiar o parecido al encaje y a la seda, combinación que vuelve loco a mi esposo.
Intenté escoger con cuidado mi vestimenta, tomé una camiseta que además de ser cómoda era bastante transparente con encajes, pero a la vez muy sutil, también tome de la misma gaveta unas pantaletas de seda negras que hacían juego con la camiseta y que eran mis favoritas y las de Edward también, ya que según el realzan de sobremanera mis muslos.
Me miré por última vez al espejo y salí intentando parecer segura y sensual. Miré fijamente a mi esposo que estaba de pié mirándome salir del armario, quería verme linda para él, así es que solté mi cabellera, alborotándola un poco con las manos.
Solo la idea de que esta noche él volvería a ser mío, como tantas noches, hizo que mi urgencia por sentir su piel desnuda se volviera casi irracional. Caminé hacía él, y lentamente comencé a desabrochar los botones de su camisa que tanto deseaba quitar de mi camino. Ni siquiera puede terminar de quitársela, lo deseaba de tantas maneras, y deseaba jamás acostumbrarme y dejar de sentir esta hambre por él. Lo tomé con ambas manos rodeando su cuello y solo quería lanzarme sobre él y besarlo, lo empujé suavemente a nuestra cómoda cama matrimonial.
Me acomodé sobre su pelvis y comencé a arrastrarme por su pecho semi desnudo y él medio se sentó, apoyándose con sus codos en la cama, para luego tomarme de la cintura y apretarme fuertemente contra su cuerpo, el fuego que comenzaba a llenar mi garganta y mis labios ansioso por tocar los suyos se hizo cada vez más fuerte, y pareció notarlo por que subió por mi cuello hasta alcanzarlos sin dejar el contacto de sus labios con mi piel.
La temperatura comenzó a hacerse más cálida a medida que la intensidad de nuestro beso comenzó a ser cada vez más urgente, dejó a sus suaves manos descender ágilmente por mi espalda, deteniéndose en mis caderas solo para hacerme sentir su parte intima, mis pantaletas comenzaron a humedecerse al contacto con su bulto enorme, comenzaba a sentirme impaciente por sentirlo dentro de mí.
Sus manos en un acto descontrolado comenzaron a subir nuevamente por mi espalda, pero esta vez no iban vacías, ahora arrastraban con ellas la delicada camiseta de encajes que tenía puesta, casi instintivamente subí mis brazos para facilitarle el trabajo y apresurar el momento, le ayudé a desprenderse completamente de su camisa y bajé mis manos para comenzar a quitarle los pantalones, y los bóxer que se habían hecho un estorbo para la situación, hizo lo mismo con mis pantaletas, las que arrancó de un solo tirón. Lo que me hacía suponer que su urgencia era casi tan fuerte como la mía.
Me tomó con fuerza, sin dejar de besarme y sin alejarse de mi cuerpo y me volteó hasta dejarme en su antigua posición y cargando su peso delicadamente sobre mí.
Rodeé con mis piernas su cintura, invitándolo mentalmente y con algo de impaciencia a que me tomara por completo. Ah que me hiciera suya, porque solo a él yo le pertenecía.
Un leve quejido salió desde mi boca entreabierta, aunque en mi mente, que ya no gozaba de la protección de mi escudo, lo dejé escuchar más de un quejido que casi se sentía como un gruñido que no se escuchaban tan leves como el que salió por mí boca, casi como si nuestros cuerpos tuvieran memoria propia comenzamos con el vaivén que hizo de mi respiración fuera más ruidosa, mezclándose paulatinamente con la suya, que se transformaba en una mucho más áspera y cortante cada vez.

Así estuvimos por un rato hasta que recordé la segunda parte de mi plan, nuevamente lo alejé de mí, tomé su mano que estaba aferrada medio jugando y masajeando uno de sus pechos, me puse de pié y comencé a llevarlo conmigo en medio de apasionados besos hasta nuestro baño, que rara vez usábamos, encendí el jacuzzi otro regalo que seguramente había sido idea de Emmett más que de Rosalie, fue uno de sus regalos para nuestro primer aniversario de bodas, tomé el frasco de la canastilla de esencias y agregué las burbujas al agua que para entonces ya me cubría hasta la cintura, lo miré dando una ardiente mirada a su escultural figura, insinuándole con un ligero moviendo con mi dedo índice para que se uniera junto a mí.
La espuma de las burbujas ya cubrían nuestros cuerpos, del agua caliente comenzó a emanar una neblina de vapor que llenaba por completo el lugar, recorrí un par de veces más el contorno de su silueta, deteniéndome por instantes en su espalda para empujarlo con fuerza al contacto con mi piel húmeda.
Mi respiración estaba experimentando cambios a medida que la excitación aumentaba. El cambio más brusco en mi respiración le ordenaba a mis pensamientos hacer peticiones mentales a mi esposo que cada vez lo invitaban a ejercer más fuerza y rapidez en su penetración, mi parte intima se sentía en llamas, con ese cosquilleo intenso que me avisaba que estaba llegando al cielo, pero si tenía que llegar a ese lugar lo haría en compañía de mi ángel.
Mis movimientos aumentaban su ritmo, creando perfectos círculos con mi cadera. Apretando con fuerza e intensidad contra su pelvis.
Mi mente rogaba por más, gritando por alcanzar el orgasmo…
Sentí como cada músculo de mi cuerpo se tensaba al mismo tiempo que sentía los suyos hacerlo, me apreté con fuerza por última vez contra su pelvis, para sentir como nuestros músculos se relajaban completamente.
Acerqué mi boca a uno de mis oídos y le susurré lo que en mi mente ya pensaba.

-Te amo Edward Cullen, Tú eres más que mi vida. – él era el complemento perfecto, solo él me llenaba por entero.

-También te amo Isabella Cullen, eres todo lo que necesito para vivir ángel mío. – Su respuesta fue instantánea, como si las palabras sintieran urgencia por salir de sus labios.
Acercó mi rostro con una de sus manos y besó mi frente, alzó mi mano y caminamos tranquilamente hasta llegar a nuestra habitación bañada por la luz del sol de día que ya comenzaba a asomarse por nuestra ventana, iniciando un nuevo día…

*FIN


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Bueno, antes que todo quiero agradecerles los Comentarios que dejaron muchas de uds en el mi primer One Shot lemmonero, SOL DE NOCHE.

Espero que hayan disfrutado y suspirado de la misma forma con este paralelo ^^

Sigo Rogando por que mi santa madre no lea esto jajajjajajjaj , y ya saben que las adoro, y que todo esto es para uds, Recuerden dejar suspiros, que de ellos respiro^^ Bueno y como ya es tradición aquí vienen las dedicatorias.

Para la seguidora más adicta y suspiradora que tenemos, nena cullen, lo prometido es dueda, Espero que suspires mucho, y perdón por la tardanza Te adorooo!!! ^^

Para Kokoro nuevamente, que promocionó SOL DE NOCHE en su Blog y que estoy segura que muchas lo vieron ^^ y no está demás decir que la quiero mucho y se siento dichosa de contar con su amistad!!

Para Yanda, mi cuñis, y parte del Staff de Baile de medianoche !!! Gracias por todas tus palabras de apoyo y por cuidar de mi LOBITO ^^ TE AMO!!! CUÑIS!! ERES LA MEJOR!!!

y bueno, Espero que mi querida Alexa está vez si pueda leer esto ! Te quiero muchisimoooo!!! ^^
ah! y para todas las que suspiran con LOVERCULLENFICS !! sisisisi GRACIAS !!!!

Angylito !!

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