lunes, 23 de noviembre de 2009

Capítulo 26. Te Esperaré Siempre


- Pequeña, vamos dime ¿que es lo que piensas?

- Eso es extraño Jazz, todo parece indicar que el avión cayó cerca de la frontera, si venía hacia Port Ángeles ¿cómo es que se desvió tanto de su ruta?

- No lo sé. ¿Tienes alguna teoría?

- Si, me temo que la zorra esa está detrás de todo.

- Pero es extraño, si ella lo planeó todo entonces no tenía planeado este accidente.

- Estoy segura que no lo planeó sola.

- ¿Crees que pretendía llevarse a Edward a Canadá?

- No, creo que hay más detrás de todo esto. Me temo que va a ser duro para Bella soportarlo pero voy a llegar al fondo de todo.

- Llamé a Carlisle y a Esme hace unos minutos. Ellos han viajado hasta el lugar donde encontraron el avión. Está destrozado. Se partió en pedazos, solo han encontrado restos. Van a traerlos para comparar el ADN- la voz de Jasper se quebró.

Era cierto entonces. El avión cayó. Edward. No. Quería abrir los ojos y levantarme para ir a buscarlo pero no podía y era mejor así. Ya era suficiente problema para todos lo que había pasado para tener que cuidar de mí. No quería enfrentar la idea de que el amor de mi vida no volviera más. No iba a aceptarlo. ¿Cómo podría hacerlo? Si aceptaba que él ya no estaba en este mundo no tendría ninguna esperanza para continuar. Nada por que vivir. Jamás lo aceptaría. Sé que volvería.

“Ella esperaba por él aún cuando no había esperanza. Confiaba y esperaba… Sabía que un día lo vería aparecer en la hora del crepúsculo”

Te esperaré Edward. Te esperaré.

*****

No se cuanto tiempo había pasado, todo estaba en silencio. Me obligué a abrir los ojos. Una habitación blanca. Ya no estaba conectada a ningún aparato pero el olor inconfundible a desinfectante y medicinas aun me decía que estaba en un hospital. Mi madre dormía cerca de mí en una pequeña cama plegable.

¿Dónde estaba Edward? ¿Qué había pasado? Tomé el teléfono que estaba al lado de mamá y marque a la única persona que podría darme respuestas.

- ¿Aló Sra. René? ¿Bella esta bien?- oí la voz de Alice aun somnolienta.

- Alice, soy yo. Mi mamá está dormida. Estoy despierta y confundida. ¿Que día es hoy? ¿Que ha pasado?

- Bella. Tranquila amiga. Has estado inconciente dos días. Pero eso debe ser por los sedantes, los médicos no querían que entres en crisis nerviosa. No en tu estado.

- ¿Tan mal estoy?

- Bella. Debo hablarte personalmente. Espérame. No tardo más de 15 minutos en llegar.

- ¿15 minutos?

- Bella te trajimos a Forks hoy en la mañana. Bueno ayer, considerando que estamos comenzando un nuevo día.

- Alice, solo dime una cosa más. ¿Edward?

- Tranquila Bella. Aún no lo encuentran. Eso quiere decir que por lo menos no hay certeza que… tu sabes le haya pasado algo definitivo. Espérame y acuéstate.

Amanecía. Pude ver el bosque a través de la ventana. Un bosque blanco. Los árboles eran altos y la nieve los cubría casi en su totalidad.

Alice no demoró ni diez minutos en llegar. René de despertó antes y se sorprendió de verme levantada.

- Bella hijita. Acuéstate, no debes levantarte todavía. Ven mi amor- dijo llevándome de vuelta a la cama.

- Estoy bien mamá.

- Mira hija, sé que hay cosas difíciles de aceptar pero pase lo que pase la vida continúa…

-Mamá aun no he aceptado nada. Sé que él volverá por mí. Estoy segura.

- Hijita aún cuando este vivo ojala que no vuelva- dijo con rencor.

Entonces Alice entró en la habitación. La miré desesperada. Había algo malo en todo esto.

- Bella, acuéstate.

- Alice ¿Qué pasa?- dije por primera vez a punto de llorar.

- Por favor Sra. ¿Podría dejarnos solas?

- No me iré de aquí. Bella necesita saber la verdad no quiero que le des falsas esperanzas.

-Las cosas pueden no ser lo que parecen. Hemos pasado muchas experiencias amargas que usted ignora. Por favor no diga nada que pueda alterar a Bella.

Mi mamá quedó en silencio pero sabía que dentro de ella estaba a punto de explotar.

Mi amiga tomó aire y me sonrió.

- Bella, acuéstate primero. Empezaré por el principio. Desde que te desmayaste en Port Ángeles después de ver ese noticiero. Bueno la policía y la marina han estado en la búsqueda de sobrevivientes. No se encontró a nadie con vida. Pero ninguno de los restos coincide con el ADN de Edward. Hoy darán por concluida la búsqueda de cuerpos. Ellos creen que no podrían haber sobrevivido tantos días con el tiempo que hace y en aguas tan heladas. Si no aparece su cuerpo esperarán un mes hasta darlo por muerto.

Mi corazón latía muy rápido. Lo iban a dar por muerto, como podrían así de simple asumir que él ya no iba a volver.

- Ayer se encontró una carta de Tanya dirigida a su madre donde explicaba que se iba a Vancouver con Edward.

- Eso no es cierto- dije molesta. La rabia secó mis lágrimas. Yo sabía que la resbalosa esa planeaba algo. Lo supe mucho antes de que esto pasara. Debí haberle advertido a Edward.

- Hija, los del aeropuerto confirmaron que el avión cambió de rumbo mientras volaba. Ellos planeaban irse juntos- dijo mamá llena de cólera.

- No. Sé que es mentira. Edward no haría algo así jamás. Era ella, sé que Tanya planeaba algo yo la oí en el colegio…

- Bella, sé que lo querías pero debes abrir los ojos, Edward retiró una gran cantidad de dinero en Seattle el lunes por la mañana- dijo mamá llorando.

- ¿Dinero? Cómo tenía acceso al dinero si aún no hemos heredado.

- Rene por favor. Aún no hemos confirmado nada, son sólo suposiciones. La carta que envió Tanya apenas se entendía, como si lo hubiera escrito apurada. Todavía no obtenemos la grabación entre el piloto y la torre de control sobre el cambio de rumbo. Y el dinero que Edward retiró no era de su cuenta, era una reparación para la reservación Quilete por los daños ocasionados por la empresa que pertenecía a los Cullen- corrigió mi amiga.

- Alice yo sé que quieres darle esperanzas a mi hija pero no debes cerrar los ojos a las evidencias. Edward fue un canalla todo el tiempo y estaba en combinación con esa chica. Ojala no vuelvan si es que aún están vivos.

- Pues yo no creo en ninguna de esas evidencias mamá. Voy a esperar a que él regrese. Sé que va a volver. Lo sé- dije a punto de llorar.

- Hija no debes alterarte, no le hace bien al…

- ¡René!- gritó mi amiga.

- ¿qué pasa?- pregunté asustada, ¿acaso me habían detectado alguna enfermedad oculta o algo no iba bien conmigo?

- Bella- dijo Alice con gran cariño. –Amiga te han estado haciendo análisis y pues, pues, los resultados dicen que estas embarazada.

- ¿Qué?- grité, desesperada –Eso no es posible, yo he sido constante, me he cuidado perfectamente, sólo una vez se me olvidó pero por unas horas…

- Bella, estuve consultando, el Dr. dice que los antibióticos que tomaste hace 1 mes pueden haber inhibido el efecto de la píldora. Tú sabes que no es 100% efectiva.

Mi corazón bombeaba muy rápido, sentí un vértigo, el mismo que venía sintiendo muchas mañanas pero que no había hecho caso. Un bebé. Un hijo de Edward y mío. Sentí mucho miedo pero a la vez sólo imaginarme con un bebé en brazos hizo que todo cobrara sentido. Ya no estaba sola. Seríamos dos los que esperaríamos. Él tenía que volver, tenía que regresar para ver a su hijo.

- Bella corazón- dijo mi madre acercándose. – Si no deseas al bebé sería comprensible, él te engañó y abandonó y tal vez haya muerto.

- Mamá ¿Cómo puedes creer que no quiero a mi bebé? Yo amo a su padre y sé que él volverá por nosotros. Edward no ha muerto.

- René por favor si vas a decir esas cosas sería mejor que te marcharas, estás alterando a Bella- la reprendió Alice

- Es mi hija y debo estar cerca de ella ahora que me necesita. Hoy te darán de alta mi amor- dijo dirigiéndose a mi –Podrás volver a casa con nosotros. Ya arreglé tu habitación.

- Gracias mamá pero yo tengo mi casa y es allí a donde voy ir cuando salga de aquí.

La puerta se abrió y entró un doctor muy joven.

- ¿Sra. Isabella Cullen?- dijo mirando mi ficha.

- Bella por favor Dr.-

- Bien Bella, a medio día podrá irse a su casa, aquí traigo la receta. Debe tomar acido fólico y alimentarse bien. En un mes es su primer ultrasonido. No haga movimientos ni ejercicios bruscos durante el primer trimestre. Su amiga nos contó que usted se estaba cuidando así que no queremos correr riesgos, posiblemente su cuerpo esté predispuesto a rechazar al bebé. ¿Por cuánto tiempo usó la píldora?

- Creo que 2 meses y medio, todavía tengo a la mitad el tercer blister.

- Entonces podría ser eso. Su cuerpo aún no se había habituado a su uso. Pero de todas formas nada de ejercicios.

-Si Dr. me cuidaré mucho, lo prometo- dije con una sonrisa. A pesar de todo no podía evitar sonreír. Mi bebé crecía dentro de mí. Y su padre volvería pronto. Quisiera salir a buscarlo para que supiera. Y sobretodo saber que había hecho Tanya y quienes más estaban involucrados. Conocía demasiado a la familia como para saber que eran capaces de cualquier cosa. Varios nombres rondaban mi cabeza. James, Victoria, Marcus, Cayo.

*****

Charlie vino por mí cuando me dieron de alta. Alice iría por la tarde con Jasper a visitarme.

- Bella he hablado con Carlisle hoy, él y Esme no han venido a verte desde que tu madre los echó.

- ¿Mamá no dejó que me vieran?

- Tu sabes que todo parece demostrar que Edward y Tanya pensaban fugarse. Yo aún no lo creo. Estos meses lo he estado observando, su comportamiento es ejemplar. Y he visto como te trata, odio decir esto pero no creo a Edward capaz de algo así. Dime pequeña sé que hay cosas que no me has contado. Carlisle mencionó algo sobre James, el esposo de una de tus prima políticas. ¿Es cierto que él quiso secuestrarte?

Yo no le había contado nada a mis padres porque no quería involucrarlos, ni de las drogas que usó Tanya ni del intento de rapto. Ni siquiera sabían que me había lastimado aquella vez y que estuve enferma.

- Si papá James y Tanya planearon atacarnos dos veces. La primera Tanya drogó a Edward. Y la segunda James trató de llevarme con él después de que Tanya me golpeó.

- ¿Pequeña porque no nos avisaste?

- No quería preocuparlos papá. Edward y yo manejamos todo muy bien.

- Y estoy orgulloso de ello pero preocupado. No sé si sea lo correcto y sé que tu madre se va a oponer. Tal vez tenga que mentirle.

- ¿Qué tiene en mente papá?-pregunte intrigada.

- Bella ¿recuerdas que Carlisle y yo teníamos un negocio que no funcionó?

- Si y por eso ellos perdieron su casa.

- Si, eran equipos de alta montaña. Pero mandamos a hacer arneses a Seattle. Pues descubrimos que fueron saboteados, no tenían la aleación de titanio que se necesitaba por eso cuando hubieron un par de accidentes nos demandaron y tuvimos que sacar nuestros ahorros para cubrir los gastos. Nos cambiaron los arneses. El mes pasado viajamos a Seattle para investigar y descubrimos que el dueño de la fabrica fue sobornado por Marcus Cullen. Recuperamos nuestros arneses, también sobornamos a un empleado. Podemos probarlo pero eso será mas adelante. Carlisle y yo pensamos salir a buscar a Edward, tenemos los equipos. Billy tiene los perros para poder adentrarnos en esas islas. Es difícil porque ya casi estamos en invierno pero queremos hacerlo.

- Papá eso es maravilloso. Por favor háganlo. Me gustaría ir con ustedes…

- No niña tu no vas a ningún lado, no puedes poner en riesgo al pequeño que esperas- dijo sonriendo.

Llegué a casa muy contenta, una nueva esperanza renacía en mí. Mi papá creía en Edward y lo traería conmigo de vuelta. Sólo rogaba porque él estuviera bien, dónde sea que esté en este momento.

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chicas... atareada, atareada, atareada... pero cumplí!!!
por cierto LOVERS CULLEN FICS YA ESTÁ EN TWITTER!!! así que por fis, nada les cuesta pinchar en el botoncito y darse una vuelta jejeje...
en fin... cuidense mucho, los chocolates presentes, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!

Bellany G.
**Mmmm... extraño, pero te amo!**


Capítulo 2. Nuestras Vidas

Bella POV

Llevaba una vida solitaria, pero me gustaba no me podía quejar de ella, estaba escribiendo mi segundo libro siempre he amado los libros; tenia una linda casa en la playa, unos padres amorosos aunque estaban separados y un par de amigas, no era una chica muy sociable, era por decir tímida. Mi casa quedaba bastante alejada la había comprado con el pago de la publicación de mi primer libro una novela muy linda de hombres lobos inspirada en una leyenda de los nativos de mi antiguo hogar en Forks; la soledad me ayudaba a inspirarme aunque a mi padre no le hacia mucha gracia que mi casa quedara tan recluida del mundo yo me sentía feliz viviendo en mi burbuja. La única vivienda cerca de mi casa era la de una joven pareja, se les veía muy felices, mi vecino el Dr. Cullen era medico pediatra, sabia que hacia muchas veces operaciones gratis a niños que no tenían los recursos para atenderse en sus oficinas o ir a un hospital, era un medico muy reconocido a su corta edad; había salvado muchas vidas, según sabia yo; y su hermosa novia creo que es modelo. Teníamos una relación cordial el Dr. Cullen siempre me sonreía y era muy cortes su novia me sonreía también aunque ella siempre me miraba como si yo fuera una cosa vendida a menos, aunque a su lado y al de su novio así me veía, como un triciclo roto. De vez en cuando venia mi mejor amiga Ángela y su novio Ben a visitarme, eran una linda pareja y estaban muy enamorados. Mis días consistían en pasear por la playa y sentarme bajo las palmeras con mi laptop a escribir, extrañamente el nuevo personaje de mi historia se parecía físicamente a mi vecino: ojos verdes, cabello broncíneo, alto de contextura fuerte, con una sonrisa cálida que inspira confianza y te puede paralizar el corazón. Que tonta soy a suspirando por un personaje de mi imaginación, teniendo 22 años, nunca me he enamorado, nunca me han besado, cualquiera diría que salí de un convento.


Edward POV

Tenia todo lo que podía desear una exitosa carrera como medico, una hermosa casa y a mi adorada Tanya, ella era tan tierna y me amaba tanto como yo a ella, incluso no le molestaba esperar hasta el matrimonio para consumar nuestra unión, se que es algo ridículo en estos tiempos, pero así me criaron mis padres, mi padre era un caballero y desde pequeño le jure que nunca tomaría a una mujer hasta que fuera mi esposa. Mi pequeña Tanya es muy ardiente aunque sea virgen, cada vez me costaba más refrenarme cuando las cosas se ponían algo peligrosas, ella suspiraba frustrada haciendo un atractivo puchero, pero no se quejaba; ella podía tener a cualquier hombre que quisiera, pero ella solo tenía ojos para mí, así como yo para ella. Era algo caprichosa y no le cae bien a mi familia, pero yo la consiento en todos sus caprichos por muy ilógicos que fueran. Mis días transcurrían entre el amor por mi carrera, la inmensa satisfacción de ver a un niño curado de sus dolencias y la sonrisa de alivio en las caras de sus padres; la compañía de mis hermanos y mis padres aunque desde que me comprometí con Tanya no los veía mucho, pero si les enviaba mensajes de texto todos los días; y la devoción que sentía hacia mi hermosa prometida.


Bella POV

Iba caminando por la playa pensando en que haría Edmund en el epilogo de mi libro solo me faltaban un par de paginas y estaría terminado, así había nombrado a mi nuevo personaje, me encantan los nombres de principio del siglo XX, me senté bajo la palmera en la que había escrito toda la historia, me protegía del sol, estaba situada cerca de mi casa y al sentarme allí podría perderme en mis pensamientos mirando la inmensidad del océano, había terminado de poner la palabra Fin cuando escuche unas risas, alce la vista para encontrarme con mis vecinos, en verdad eran tan hermosos que hacían que me doliera el estomago.

-Buenos días Srta. Swan- dijo el Dr. Cullen, mostrando su hilera de perfectos dientes en una gran sonrisa, que hacia que mi corazón se detuviera. Su novia iba al lado y me miraba con abierta displicencia.

-Buenos días Dr. Cullen, Srta. Tanya- dije yo con una tímida sonrisa

-Como va con su nuevo libro? Ha hecho avances? – Pregunto sentándose frente a mí sosteniendo la mano de su novia. Vi que ella me seguía mirando con ojos fríos aunque en su boca había una sonrisa.

-Pues lo acabo de terminar- me sonroje al ver mi reflejo en esos deslumbrantes ojos verdes.

-Es otra novela de amor cursi como la primera- me dijo Tanya, el Dr. Cullen la miro con reprobación, yo me sonroje aun más y deja caer mi cabello sobre el costado de mi cara para crear una pared.

-No, esta vez es sobre vampiros, siempre me han fascinado las criaturas de la noche- dije sintiéndome un poco nerviosa, agradecí escuchar a lo lejos la voz de mi mejor amiga que me llamaba, me levante de un salto y mi pobre equilibrio me fallo, trastabille y cerré los ojos esperando el golpe que nunca llego, sentí unas fuertes manos a mi alrededor.

-Se encuentra bien Srta Swan?-me sonroje como nunca al sentir una descarga eléctrica que me quemo donde su piel hacia contacto con la mía, alce la vista y me perdí en la inmensidad de esos ojos tan verdes como el mar que se abría a pocos pasos de nosotros, vi a su novia rodearlo por el cuello y plantarle un beso en el hueco detrás de su oreja. El me soltó al instante.

-E… si gracias Dr. Cullen disculpe mi torpeza, hasta luego Dr. Cullen y Srta. Tanya- me di la vuelta dándome cuenta que el color no había desaparecido de mi rostro, llegue a mi casa y vi a Angela y a Ben tomados de la mano.

-Hola Bella!!- me dijeron Ángela y Ben siempre alegres.

-Como están chicos, es un gusto verlos, los extrañe. A que no adivinan? Acabo de terminar mi libro- dije levantando la voz dos octavas por la emoción.

- Es genial Bella, entonces ya tenemos dos motivos para celebrar esta noche- dijo Angela y la vi sonrojarse al levantar su mano izquierda y mostrarme el anillo que llevaba. Ben estaba exultante de felicidad.

-Se comprometieron chicos, es genial felicidades a los dos, se que serán muy felices- les dije abrazándolos- Debemos ir a cenar -les propuse,- dejen que envíe el email a la editorial con el epilogo y me arreglare.

-Claro Bella, mientras daremos un paseo por la playa, mientras te esperamos, nos buscas cuando estés lista.- dijo Ben caminando tomado de la mano con Ángela hacia la playa.

Vi que mi vecino salía solo en su volvo plateado cuando presione el botón de envío en mi email. Lo que me pareció extraño fue que mientras apagaba mi laptop, vi llegar un carro rojo que había ya visto en otras ocasiones aparcar frente a su casa, nunca había visto al conductor, se bajo un hombre muy guapo de facciones fuertes y ojos azules como el cielo, se dirigió rápidamente a la puerta donde estaba esperándolo Tanya, me quede helada al ver que se besaban y el la tomaba en brazos, por Dios que es esto, vamos Bella me dije a mi misma eso no es tu problema, pero el corazón me latía a mil por hora y tenia muchas ganas de llorar de la rabia, como podía ella hacerle eso a Edward, el parecía ser un hombre tan bueno. No podía alejarme de la ventana aunque ya no había nada que mirar, forcé a mis pies a moverse para alejarme me sentía asqueada y pensaba en el pobre Dr. El no se merece esto, subí a paso lento a mi habitación y me metí en la ducha necesitaba relajarme, necesitaba alejar de mi mente esa imagen. Salí un poco más calmada y trate de no pensar en la próxima vez en que me encontrara a la “feliz y enamorada” pareja en la playa, me puse un sencillo traje negro, Angela me había elogiado antes este vestido y la verdad era muy lindo, me llegaba cuatro dedos sobre la rodilla, tenia un bonito corte V en el cuello que no era muy profundo yo nunca me atrevería a usar nada que revelara mucho, el vestido caía en cascadas y tenia unos lindos vuelos, me recogí el cabello en un moño en la parte posterior de mi cabeza y me puse muy poco maquillaje como siempre. Recordé que la cartera que combinaba con el vestido la tenia en la guantera de mi auto, la había dejado olvidada allí la última vez que la use. Cuando llegue al garaje me quede en una pieza, veía al Dr. Cullen, hacer gestos y empujar al hombre que había visto entrar a su casa, se veía muy violento, pero no podía escuchar lo que decían a pesar de que parecían estar gritando, entre su casa y la mía había una gran distancia a pesar de estar una al lado de la otra, el hombre tenia una sonrisa burlona en sus labios y parecía esperar a alguien recostado sobre su auto, estaba sin camisa. Vi como Tanya salía por la puerta con una maleta y por lo que me pareció se estaba riendo del Dr. Cullen el parecía muy enojado pero aun así en su rosto había una expresión de rabia mezclada con suplica, como podía hacerle esto, la maldije una y mil veces, yo había visto a diario el amor que el le profesaba desde hace casi 3 meses que fue cuando se mudaron, ella era una mujer cruel, eso lo supe siempre por la manera en la que me miraba y en sus “sutiles” comentarios hacia mi persona. Ella llego al auto y se beso con el hombre frente al Dr. Cullen, le dio una sonrisa despectiva, casi como las que me lanzaba a mi, al Dr. Cuando vio que se quedo helado y apretaba las manos en puños. Ambos se alejaron en el auto dejando plantado en el umbral de su casa al Dr. Cullen, no soporte mirar más, cerré la puerta del mi auto y trate de componerme para no arruinarles la velada a Angela y a Ben; camine hacia la playa tratando de encontrarlos.


Edward POV

Caminamos Tanya y yo tomados de la mano en la playa, ella llevaba días portándose algo extraña, pero cada vez que le preguntaba decía que eran los nervios de la boda. A lo lejos vi sentada bajo una palmera a mi vecina, la srta. Isabella Swan, me parecía una chica muy dulce, aunque algo solitaria, me hacia sonreír aun sin proponérmelo cada vez que no cruzábamos, parecía una niña y lo era en muchos sentidos, un día sin querer escuche una conversación con su amiga, Angela creo que así se llamaba la chica, parecía igual de tímida que Isabella. Al parecer su amiga había tenido relaciones con su novio y Bella, así la llamaba su amiga decía que esperaba que su primera vez fuera igual de mágica que la suya, que esperaba entregar su primer beso y su inocencia a un hombre que la amara y que ella lo amara igual, me dio mucha ternura y me alejé con cuidado para que no se dieran cuenta que las había escuchado. Yo iba algo distraído en mis pensamientos, pero escuchaba la risa de Tanya, se estaba riendo de una compañera que al parecer se tropezó en la pasarella, no me gustaba a veces su sentido del humor. Nos detuvimos frente a Isabella.

-Buenos días Srta. Swan- nunca me había dirigido a ella por su nombre ya que ella siempre me trataba de usted, cosa que me hacia sonreír, parecía que hablaba con una de mis pacientitas.

-Buenos días Dr. Cullen, Srta. Tanya- dijo con una tímida sonrisa, al encontrarse con nuestras miradas, sus mejillas se tornaron un poco rosa.

-Como va con su nuevo libro? Ha hecho avances? –pregunte sentándome frente a ella aun sosteniendo la mano de Tanya.

-Pues lo acabo terminar- me dijo y sus mejillas se tornaron más rosa aun mientras me sostenía la mirada, sus ojos eran de un bonito tono café con leche y parecían estar llenos de secretos.

-Es otra novela de amor cursi como la primera- escuche decir a Tanya y me volteé a mirarla con reprobación, a veces parecía una persona totalmente distinta a como yo la tenia mentalizada, vi que las mejillas de Isabella sonrojaban aun más y dejo caer su cortina de cabello castaño sobre el costado de su cara para esconderse. Eso me hizo enojar con Tanya, no tenia por que portarse grosera con ella.

-No, esta vez es sobre vampiros, siempre me han fascinado las criaturas de la noche- dijo con un dejo de nerviosismo en su voz, alzo la cabeza al escuchar como la llamaban sus amigos, se levanto de un salto perdió el equilibro, la vi aferrar la laptop contra su pecho y cerrar los ojos, me impulse hacia adelante y la atrape por la cintura, se sentía tan cálida y frágil, como si un suspiro mío pudiera romperla su escencia era embriagara nunca olí un perfume como ese, fresas y fressias.

-Se encuentra bien Srta Swan?-vi que su rostro se tornaba escarlata y sentí un hormigueo desconocido donde mis manos rosaban la piel desnuda de su cintura puesto que con la caída se le había subido un poco la camiseta, me quede mirando fijamente esos calidos ojos, tratando de descifrar alguno de sus secretos, me sobresalte y la solté al instante cuando sentí las manos de Tanya rodeándome el cuello y besándome detrás de la oreja.

-E… si gracias Dr. Cullen disculpe mi torpeza, hasta luego Dr. Cullen y Srta. Tanya- dijo dándose la vuelta. Me volví par a ver a Tanya y tenia esa sonrisa que ponía cuando sabia que había hecho algo que yo consideraba incorrecto.

Se encogió de hombros y me dijo- hice algo malo amor?- me envolvió en un apasionado beso y se me olvido todo el enojo- me dijo al oído "volvamos a casa a ver si empujamos un poco las barreras, así vamos practicando para la boda". Cuando volvimos a casa, nos entrelazamos en un beso apasionado, ella recorría mi cuerpo de manera experta, plantando besos y caricias, sentía que no me podría contener mucho tiempo, en eso sonó mi celular, era el ringtone que le tenia al hospital debía ser serio si me llamaban en mi día libre.

-Otra vez te llaman del maldito hospital- me dijo Tanya muy enojada.-Siempre es lo mismo me dejas tirada sola aquí por ir a atender a esos mocosos.

-Tanya, no digas esas cosas, tu sabes lo importante que son mis pacientes para mi, amo mi trabajo- le dije en un tono que dejaba ver cuanto censuraba su conducta.

-Ya veras Edward Cullen un día me cansare de ocupar el segundo lugar en tu vida.-dijo marchándose escaleras arriba a la habitación y cerrando de un portazo.

Me dirigí a mi carro y puse mi música calmante, escuche Claro de Luna, ya casi nunca lo escuchaba a menos que estuviera solo, a Tanya no le gustaba la música clásica. Tenía al menos 1 hora de viaje por delante cuando mi celular volvió a sonar y me informaban que mi padre se había hecho cargo de la situación que no fuera. Di vuelta a mi carro, y me dirigí a casa donde trataría de arreglar las cosas con Tanya no me gustaba estuviéramos enojados. Cuando llegue a casa vi un carro aparcado cerca de la entrada me pareció extraño ya que no reconocía el vehículo, entre a la casa y me extraño no ver a nadie en la sala, fui a cocina y tampoco había nadie, el dueño del auto no podía estar de visita en casa de mi vecina ya que estaba afuera de la mía, cuando me dirigí al salón me quede helado al escuchar sonidos provenientes de las habitaciones superiores, eran gemidos, corrí escaleras arriba y abrí la puerta de mi cuarto, me quede congelado a ver a Tanya en la cama con un hombre, de mi boca salió un sonido ahogado y me consumió una rabia que nunca antes sentí, me dirigí con paso decidido a la cama y tome al hombre por un brazo tirándolo al suelo, Tanya dio un grito de sorpresa y vi al hombre se enfundaba en sus pantalones.

-QUE DEMONIOS ESTA PASANDO AQUÍ, TANYA- dije gritando, ella me devolvió una mirada confusa y luego miro al hombre, este asintió con la cabeza y empezó a salir del cuarto.

-Mira Edward ya me canse de jugar a ser la novia buena, santa y pura que tu quieres tener. Me canse de ocupar un segundo lugar en tu vida, de estar por debajo de tus pacientes o de tu familia, esa partida de estúpidos- dijo mientras se vestía. Me quede helado, no conocía a la mujer que tenia en frente.

-Tanya te espero a bajo- dijo el hombre.

-Como pudiste hacerme esto Tanya, íbamos a casarnos yo te amo- le dije con una voz robótica.

-Me amas y nunca te atreviste a llevarme a la cama- me miro con un gesto de burla.

-Yo te respetaba, no pensaba arrebatarte la inocencia hasta que fueras mi esposa- dije sin poder creer lo que me reclamaba, nunca pareció darle mucha importancia.

-INOCENCIA, JAJAJA, DEJE DE SER INOCENTE A LOS 14 AÑOS EDWARD NO SEAS ESTUPIDO- me grito en la cara- YO SOLO DESEMPEÑABA EL PAPEL QUE TU QUERIAS PARA TU ESPOSA, NUNCA TE DISTE CUENTA QUE MIS CARICIAS NO ERA INOCENTES, POR FAVOR NO ME HAGAS REIR. –No podía darle sentido a sus palabras me parecían incomprensibles, era imposible que hubiera estado tan ciego. La vi tirando sus cosas en una maleta, la puerta se volvió a abrir- Vamos preciosa- dijo el hombre – deja a este remedo de hombre.

Me dio invadió una rabia desconocida no soy un hombre violento, pero esta vez lo agarre y le estampe un puño en el estomago.- LARGO DE MI CASA- grite - vi que el hombre salía una vez más-

-TU DECIAS QUE ME AMABAS TANYA, COMO PUDISTE-grite con las manos en mi cabello como si me lo fuera arrancar.

-Qmaba tu dinero querido, pero Felix tiene más no hay nada que me detenga aquí.

-VAMOS AMOR- dijo el hombre desde la planta baja- RECOGE CUALQUIER COSA, YO TE COMPRARE LO QUE NECESITES.

Salí por la puerta de mi cuarto como podía ese hombre seguir en mi casa, llegue a planta baja y vi que estaba en el umbral de mi casa.

-LARGO DE AQUÍ – Grite empujándolo fuera de los escalones- LLEVATE A LA ZORRA ESA DE MI CASA Y QUE TE APROVECHE.

Sentí a Tanya, salir por mi lado, llevaba una maleta, me miro un tenia una sonrisa de burla pintada en su rostro, se acerco a Felix y le planto un beso apasionado, sentí como un balde agua congelada me callera encima, apreté los puños con fuerza para no cometer una locura de la que después me arrepentiría, se voltio a mirarme y en su rostro solo pude ver desprecio, entro al auto y me quede viendo como se alejaba la mujer con la que había planeado pasar el resto de mi vida.

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oooook... yo sé que más de una esta dispuesta a "enseñarle" a Tanya algo más que el sonido de su voz, pero les recuerdo que aqui la violencia tanto a los personajes como a todos los que colaboramos aqui no se tolera vale... hay formas mucho mas "delicadas" para decir lo mal que nos cae Tanya... por lo menos aqui jejeje
y bueno... caray!! yo aún no me explico como alguien puede engañar a Edward... pero las cosas se dan y si el amor no existe es mejor darse cuenta antes de cometer una tontería (como hubiera sido el hecho de que Edward se casara con Tanya no cree??? brrrr, terrible!!)... la pregunta es... que tendrá que ver Bella en el asunto?? o.O
como siempre cuidense mucho, no olviden los chocolatazos, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!

Bellany G.
**Pensando seriamente en pervertir al chocolate =F**

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