miércoles, 7 de abril de 2010

N/A: Uhiii este One Shot lo hice hace muchísimo tiempo, y lo encontré haciendo limpieza en mi laptop. Espero que les guste, narra un poquito la vida de universitaria de Nessie y la forma en que extraña a su Jake. Basada en años después de Amanecer. Disfruten!!! A propósito creo que lo subí antes en mi blog y en este creo que también, pero lo borré. Bueno leeanlo si quieren, espero sus comentarios.

P.D : Antes tenía otra portada, esta es la que usé para FanFiction :P Por cierto publico mis Historias allí también por si quieren pasar a darse una vuelta por allí. -> Click Aquí.

Gemelli Angylito



Summary: Nessie ya es mayor de edad y sus padres deciden de que a pesar de ser una Híbrida debe vivir lo más normal posible, es así como la alejan de su único amor, o al menos eso es que lo todos creen. (Después de Amanecer)



My life away from you – One Shot

"Mi vida lejos de ti"

NESSIE POV

Esta mañana me siento extraña, no recuerdo realmente si soñé o no, pues no tengo claro que es lo que me pone así, con una sensación de angustia, de ahogo, como si quisiera gritar a los cuatro vientos algo que detiene el aire justo en la mitad de mi garganta. Algo que clama salir. Pero no sé lo que será. Es una sensación muy extraña, difícil de definir con palabras.

Supongo que no tengo mayores razones para estar triste, es solo uno de esos escasos días en mi vida, esos que te hacen ponerte madura y pensar en el rumbo que tomas en la vida.

Dicen que siempre después de las risas vienen inevitablemente momentos de pena, esa sería una buena teoría para lo que siento en estos momentos. Una buena excusa para sentirme tranquila conmigo misma. Y dejar de pensar que realmente si me estoy volviendo loca.

Una persona que acostumbra regalar una sonrisa espontánea a diario, se siente fatal en estos días, simplemente mi costumbre es andar sonriente por la vida, gritando de alegría y dando brincos locos por los pasillos de la universidad. Pues sí, desde que entré a la universidad mi vida ha cambiado muchísimo, mi madre y mi padre decidieron que debía tener el máximo de experiencias humanas, que ellos no dejarían que por mis condiciones especiales, dejara de vivir los procesos que todo adolescente normal tiene.

Sé que ellos me extrañan tanto como yo a ellos, estar tanto tiempo lejos les resulta tanto o más doloroso que a mí, lo sé y así lo siento, nunca había pasado tanto tiempo alejada de los seres que amo, es como si estuvieran cerca de mí, pero al mismo tiempo como si cientos de kilómetros nos separaran, para nosotros cruzar las fronteras era solo cuestión de horas, y dependiendo del lugar hasta me atrevería a decir que minutos. De vez en cuando los visitaba, pero últimamente no lo hacía muy seguido, supongo que es porque las despedidas y el regreso a este mundo nuevo son cada vez más penosas, y cuando debía alejarme de mi Jake se hacían casi insoportables.

Mi Jake, posiblemente él sea el causante de esta angustia, y es que lo necesito y extraño tanto. Es como si algo de mí, algo esencial para vivir se hubiere esfumado cuando no lo tenía cerca de mí. Desde que tengo memoria, jamás había sentido tanta la necesidad de tener a alguien a mi lado, no de una forma tan incondicional.

Ya casi es hora de entrar a la primera clase, y este paseo por los jardines de la universidad me recordaba a mi hogar, rodeado de aéreas verdes, el clima casi siempre nublado y húmedo, donde casi no había necesidad de esconderme, aunque mi piel no brillase tanto como la del resto de mi familia, debía cuidar las apariencias.

De pronto el sonido del timbre que anunciaba el inicio de la primera clase me sacó de mi laguna mental, de mi extraño transe, tomé mis libros de Anatomía y me encaminé a pasos casi tan sigilosos como los de un humano normal.

Otra clase sin sentido para mí había pasado, como no siempre sentía la necesidad de dormir repasaba mis lecturas de noche, mi compañera de cuarto, JOY siempre estaba tan rendida al final del día que prácticamente podría asegurar que jamás se daría cuenta si yo dormía o no. Ella era bastante extrovertida, de una mente muy rápida, sobre todo cuando se trataba de asuntos relacionados con chicos. Era extremadamente guapa para ser una simple humana, su mirada estaba cargada de dulzura y a la vez de mucha sensualidad, si no la conociera hace dos años diría que es una de nosotros, porque su simpleza y belleza era digna de compararla con la que de forma innata poseía nuestra especie.

Ella era la única que prácticamente me conocía en este lugar, estoy segura que si no hubiésemos sido compañeras de cuarto, seríamos amigas de todas maneras. Ya que ella jamás había sentido envidia de mí como lo hacían las demás chicas en este lugar, todas me miraban de pies a cabeza cuando pasaban a mi lado, como si de por sí no tuviera asuntos de los cuales preocuparme o no sintiera vergüenza, como si no pudiera ser tímida.

Ambas teníamos una especie de magnetismo con los hombres, pero a diferencia de mi compañera, que me atrevo a llamar amiga, yo tenía un solo y único amor. Mi Jake era mi todo, mi vida, mi razón, mi universo entero, los comunes humanos no llamaban ni una pisca de atención en mí.

Otro día pasaba, y mi angustia seguía con la misma intensidad, casi sentía la necesidad de respirar de vez en cuando, mi garganta estaba seca, ya ni la ponzoña la humedecía, lo necesitaba.

¿¡ Y que acaso no se dan cuenta que no puedo vivir lejos de él !?

Esas palabras salieron en un grito ahogado, y por poco JOY se despierta.

Conforme pasaban los días mi ansiedad se hacía casi insuperable. Tenía que verlo cuanto antes.

Me levanté de mi cama cuando estuve segura de que todo el mundo dormía plácidamente y caminé hacia el corredor donde estaba la caseta telefónica sin que nadie pudiese notar mis pasos por aquel corredor.

Saque una moneda de mi ajustado pantalón y marqué el número de la casa de Billy Black.

No me di cuenta en qué momento mi corazón comenzó a latir de manera tan frenética, como si en cualquier instante saltara de mi pecho.

Nessie, eres tú!

Su voz sonó casi como música para mis oídos, sentí como si no la escuchase hace siglos, pero a pesar de eso, la forma en que ella me deslumbraba no había cambiado en nada.

Si mi Jacob, soy yo. Susurré las palabras con más entusiasmo del que pudiera controlar.

Te extraño. Ambos dijimos la frase al mismo tiempo. Que la risa fue casi predecible.

Jake. Dije con un tono angustioso.

Te necesito… continué entre sollozos.

Y yo a ti. Respondió sin pensarlo.

Crees que podrías…

Voy ahora mismo para allá. Dijo antes de que pudiese terminar la frase.

En ese momento escuché como colgaba el auricular.

Cada minuto se sintió como horas, cada hora como si fuesen días…

Me cambié de ropa y salí rápidamente de la habitación, casi corriendo, algo que mi especie no necesitaba hacer, me dirigí a nuestro lugar secreto, un edificio de la facultad de Humanidades que se encontraba deshabitado, y que yo había decorado con velas y girasoles.

Me senté en el sofá que estaba en el rincón opuesto a la entrada y lo esperé…

Estaba casi dormida cuando un cálido beso en mi frente me despertó.

-Ya estoy aquí pequeña. Ya estoy aquí. Susurró tiernamente mientras me incorporaba.

No pude controlar mi impulso, y me aventé a sus brazos. Rodee con los míos su cintura, y casi instantáneamente con el contacto sentí su calor corporal que tanto me provocaba.

Tomó con sus manos y mi rostro, acariciándolo como nadie mas en este mundo podría hacerlo. Lentamente clavó su mirada en la mía, y delicadamente posó sus labios sobre los míos, presionándolos cada vez más fuerte contra los suyos.

Enredé mis dedos entre sus cabellos, haciendo del beso aún más intenso.

No necesitaba palabras para explicarle como me sentía, simplemente inundé su mente con imágenes, y comprendió rápidamente como me había estado sintiendo.

Sin darnos cuentas ese beso nos llevó a una acalorada situación, caímos al piso, que estaba cubierto por una cobija de lana, caímos de tal manera que mi cuerpo quedó sobre el suyo, y en forma drástica la intensidad de los latidos de su corazón se hicieron aun más ruidosos y constantes.

Casi con urgencia comencé a recorrer cada espacio de su cuerpo, y él hizo exactamente lo mismo con el mío. Como ya dije, las palabras no eran necesarias, solo bastó un recuerdo, una imagen, para que él supiera perfectamente que es lo que mi mente y cuerpo demandaban.

Sus besos, sus manos, su cuerpo, todo se amoldaba a mi superficie como si jamás se hubiesen separado. Como si nos perteneciéramos el uno al otro. En eso no había dudas.

El comenzó a quitarme la incómoda e innecesaria ropa que impedía el contacto directo con su piel. Y yo bajé lentamente mis manos hasta alcanzar el cierre de su pantalón. Mi respiración y la suya se hicieron casi jadeantes, como si nos faltara el aire, como si nos diera un ataque de Asma. Aumentando su normal ritmo, llegando a ser extremadamente ruidosa.

Cuando terminamos de librarnos de esa estúpida ropa, volví a posar mis manos en su rostro, para mostrarle otro recuerdo, otro deseo.

Un gruñido animal salió de su interior cuando por fin cumplió mi deseo y entró en mi, para hacerme suya, para transformarnos en un solo ser.

Nuestros cuerpos tenían un ritmo natural, nuestras manos tenían un camino marcado para acariciarnos, nuestras respiraciones se acoplaban como si fueran una sola.

La piel de mis pechos desnudos sentían el calor de su cuerpo, que estaba cubierto de un exquisito sudor, miles de microscópicos cristales líquidos lo cubrían, haciéndolo una presa irresistible.

Nos besamos, acariciamos y nos entregamos por completo hasta que el sol amenazó con salir. Odiaba tener que volver a mi vida cotidiana. A esa absurda rutina. Volver a desprenderme de él. Si alguien se enterase de estos encuentros de seguro me metería en problemas y de paso me quedaba viuda antes de casarme con mi amado Jacob Black, mi padre tendría una excusa perfecta para llamarlo chucho y de paso sacarse las ganas de golpearlo.

Apoye mi cabeza en su seno, y recorrí por última vez su piel desnuda. Me incliné sobre él para besarlo con la misma intensidad que lo había hecho durante esta noche. Él respondió a mi beso como si también lo necesitase y me alejó suavemente de él.

Era la hora que tanto odiaba. La hora en que mi vida lejos de él debía comenzar.

N/G: Nenas!! me alegra ver que han vuelto a comentar!! enserio no me cansaré jamás de darles las gracias por el incondicional apoyo que nos han dado...

Gemelii Angylito

Capítulo 17: Su primer error

Bella POV

Cuando llegamos a la casa de los Cullen, Esme estaba parada en el porche para recibirnos. Tenia uno de los bebes de Rosalie en sus brazos. No podía decir si era Everett o Elliott, pero estaba sonriendo. Edward salió primero del auto y se inclinó hacia el asiento trasero para sacar el asiento de infantes de Eddie de la base.

Le di una mirada a Eddie quién estaba durmiendo plácidamente.

"Bella, Edward ¡Vengan aquí y déjenme ver a mi ficticio nieto!" me hizo sonreír que estuviera tan emocionada por nuestras pretendidas familias.

"Esme, quiero que conozcas a Edward, pero le diremos Eddie." Ella alzó sus cejas al escuchar 'Eddie' y miró a Edward. Le hizo una pregunta en silencio en su cabeza y el asintió en respuesta.

"Es hermoso Bella, ¡Y que hermosos ojos verdes que tiene!" sonreí orgullosa cuando reparó en ese detalle. "Elliott mira a tu pequeño primo. Estoy segura de que ustedes dos se meterán en cualquier tipo de problemas."

Sostuve la puerta mientras Edward cargaba al bebe dentro de la casa. Esme trajo a Elliott detrás de nosotros. La casa había sido transformada en el mundo del bebe. Alice estaba cambiando a Elizabeth en su segundo conjunto del día y estaba acomodándole el moño. Rosalie estaba leyendo un paquete de pañales mientras Everett dormía placidamente en su asiento.

"¿Cuántas veces piensas cambiarle de ropa Alice?" pregunté mientras me acercaba para ver como lucia la pobre de Elizabeth. Estaba vestida con un jumper rojo y un enorme gusano en su pancita. El moño rosado que antes llevaba fue reemplazado por una vincha elástica con una flor roja.

"Solo la tendré unos pocos días Bella así que planeo sacarle provecho." Todo el ajetreo debió de despertar a Elizabeth ya que sus ojos comenzaron a moverse y dejó escapar un pequeño quejido.

"¡OOHH mi bebe es la primera en despertarse!" Alice la alzó en brazos y bailoteó por la sala.

"Alice, solo recuerda que los bebes necesitan dormir mucho, así que asegurate de que descanse todo lo que necesite." Le advirtió Esme mientras acostaba a Elliott en su sillita del auto.

"Mantenlo tranquilo Alice, tengo dos bebes mas por los que preocuparme y mi estúpido esposo aun no llega a casa." la bronca de Rosalie hacia Emmett no había mejorado en nada.

"Volverán pronto a casa Rosalie. Se han retrasado un poco..." me callé, sabiendo que querría una explicación. Edward llevó a Eddie hacia la mesada de la cocina, lejos de las preguntas de Rosalie.

"¿Qué lo retraso? Sus pretendidos hijos están esperando por que él llegue a casa con su real esposa. ¿Qué es más importante que eso?" se sentó firme en el sofá, su tensión era claramente visible.

"Um- el y Jasper detuvieron a Mike Newton por exceso de velocidad en el estacionamiento de la escuela." Me salió mas como un susurro que una respuesta, pero esperaba que no entendiera parte de ella. Estúpido oído de vampiro.

"¿El que? ¿Acaso no tubo suficiente con el problema que se gano a la mañana?" salió corriendo hacia el teléfono. "Emmett Cullen, ¡Vuelve a casa ahora! No me hagas levantar la voz cerca de nuestros pretendidos hijos o por Dios que lo lamentaras. ¿Que, le hiciste llorar? Ok- eso es divertido... ¡Te veo pronto!" una sonrisa jugaba en sus labios mientras colgaba. "A veces me pregunto por que lo amo. ¡Aparentemente el y Jasper asustaron tanto a Mike que se puso a llorar! No me dio muchos detalles, pero llegaran pronto a casa." sacudió su cabeza mientras se inclinaba sobre los bebes. "Lo siento chicos, pero su padre a veces es un tonto, pronto se darán cuenta."

Todos nos reímos suavemente para no despertar a los chicos. Pobre Mike, ¿Quién será la próxima víctima del suplente Emmett? la lista no tenia fin…

Esme y yo fuimos a ver a Edward y a Eddie en la cocina, aun estaba tranquilo. Alice nos trajo a Elizabeth, quien estaba haciendo muecas mientras me la daba.

"Ve a ver a la tía Bella por un minuto." Mientras sostuve a Elizabeth, Alice me sonrió "Jasper y yo escogimos unas cosas para ti, bueno técnicamente para Eddie. Ropas, pañales, mamaderas, juguetes y esas clases de cosas. Las necesitaran hoy a la noche así que los pondré en un pañolero mientras Elizabeth se comporta bien."

Mis ojos fueron de Esme a Edward y ambos trataban de no sonreír. "Alice, ¿cuantas cosas hay allí? ¿Y desde cuando necesito un pañolero?"

"Desde esta tarde cuando Jasper y yo nos salteamos una clase. Teníamos que comprar unas cosas de último minuto. Toma, esto será suficiente." En la encimera dejo un enorme bolso porta pañales. Era enorme y, obviamente, de color azul marino.

Edward soltó una carcajada al ver mi expresión de desconcierto. "Respira Bella, esta bien. Planea donar todo esto cuando se termine el proyecto. ¿Eso te hace sentir mejor?" lentamente comencé a respirar y me tranquilice. Todas las cosas que Alice había comprado para este proyecto, las cunas, los asientos para el auto, las ropitas, las mamaderas y los juguetes servirían para una buena causa y no serian desperdiciados. Eso me hacia sentir mucho mejor. "Gracias Alice, por todo. Estoy segura de que empacaste todo lo que necesite para la noche." La abrace con mi brazo libre. Elizabeth comenzó a chillar con más fuerza en mis brazos. "Creo que quiere a su mami." Y rápidamente se la pasé a Alice quien comenzó a llenar una mamadera.

La atención de Edward se enfocó en la puerta principal y supe que Emmett y Jasper estaban llegando a la calzada. El comenzó a reír sobre lo que fuera que estaba pasando por sus mentes. Le di una mirada interrogante. "Quieren contar a todos la historia ellos mismos."

Everett y Elliott comenzaron a dar suaves chillidos ahora. Alice le estaba dando a Elizabeth su biberón cuando los chicos entraron por la puerta. Emmett gritó "¡No van a creer..."

"SSSSSSHHHHHSSSSHHH" todos alzamos nuestros dedos y le hicimos callar para que no molestara a los bebes.

"Oh- lo siento." Susurró y caminó hacia Rosalie y los bebes. El gentilmente besó la cabeza de cada uno de los bebes, y dijo suavemente "¡Matamos del susto a Mike hoy! Nos estacionamos y nos quedamos sentados en el auto unos diez minutos, utilizando la tortura psicológica. Jasper le dio con todo el miedo y pánico que pudo mientras que yo mantenía las luces encendidas. Cada tanto encendía la sirena y era entonces cuando Mike saltaba de su asiento." comenzó a reírse tanto que no pudo continuar.

Alice estaba a un lado de Jasper mientras alimentaba a Elizabeth. El se apartó unos pasos, no queriendo molestarlas mientras terminaban de contar la historia. "Después de que Emmett hiciera el 'ataque de la sirena' unas seis veces, Mike abrió la puerta de golpe y saltó del auto gritando que era inocente. Emmett encendió el altavoz y le dijo que volviera al auto o tendría que 'llevarselo' creo que fueron sus exactas palabras. Mike saltó dentro y hasta le sentimos llorisquear. Ahí fue cuando llamaste Rosalie, y Emmett aceleró dejando a Mike llorando dentro de su auto.

Para cuando Jasper terminó de contar su historia de tortura mis manos estaban sobre mi rostro para mantener mi risa dentro, Rosalie había tomado una almohada del sofá y se reía en ella. Edward y Alice no solo tenían la demostración verbal, si no que también física, su cuerpo temblaba con la risa. A la pobre de Elizabeth parecía no gustarle todo el sacudón y comenzó a llorar. Jasper rápidamente se acercó a Alice y se la quitó. La sostuvo contra su pecho y fue afuera de la casa para tratar de tranquilizarla. Segundos después con el bebe durmiendo en sus brazos. Everett y Elliott comenzaron a hacer sonidos más fuertes así que Rosalie fue a preparar sus biberones.

Eddie continuaba durmiendo placidamente pero los otros dos bebes ya se habían despertado así que no tardaría mucho mas. "Mejor lo llevo a casa, Edward antes de que se despierte. ¿Vienes?" justo entonces su teléfono sonó.

El miró el identificador de llamadas y lo abrió "¿Si Carlisle? Todos estamos en casa, Bella también. Si, deja que pregunte." El aparto el teléfono de su oído "Carlisle quiere ir de caza en la noche y quiere saber si podemos ir con él." Estaba hablándole a Emmett y Jasper.

"Me gustaría ir ya que nuestro ultimo viaje fue tan bueno…" Emmett miraba a Alice y yo recordé como lo volvimos loco con nuestras apuestas de Ebay logrando acortarles su salida de caza.

Edward me miró "No iré si necesitas que me quede a ayudarte con el bebe. Puedo esperar." Estaba hablando en serio, pero podía ver en sus ojos que realmente quería ir.

"Estaremos bien Edward. Mira a Elizabeth y los chicos, todos se volvieron a dormir. Entre Charlie y yo podremos manejarlo." Mi sonrisa le convenció.

"Carlisle, podemos ir contigo. Iré a llevar a Bella a su casa y luego nos encontraremos allí. ¿ok?"

"Deja que junte sus cosas y luego los llevaremos a casa." Edward se colgó el pañolero al hombro y puso a Eddie en el asiento de bebes. Se veía tan paternal que me hizo reír.

"Adiós Alice, adiós Rosalie. Llámenme si necesitan algo." Susurre mientras caminábamos hacia la puerta. Edward ya había acomodado el asiento de Eddie en el auto y el bolso estaba en el asiento delantero. Camine hacia el y le bese con todas mis fuerzas.

"¿Por qué fue eso?" preguntó con una sonrisa.

"Por ser tan buen padre con nuestro bebe. Te veré en mi casa, diviértete manejando mi camioneta." Le bromeé.

El rodó sus ojos y gruñó mientras se quejaba por el auto que le tocaba esta semana. Me deslice cómodamente por el asiento del Mercedes. Eddie ahora estaba haciendo los mismos quejiditos que los otros bebes hicieron antes de despertarse. Apreté el acelerador y estaba saliendo por la calzada antes de que Edward arrancase la camioneta.

Me quedé en la calzada de mi casa por 10 minutos esperando a que Edward llegara. Finalmente escuché el rugido del motor de la camioneta mientras sacaba el asiento de Eddie de la base. Edward salió de mi camioneta con una visible expresión de frustración.

"Voy a comprarte un auto nuevo Bella. No se discute. ¡Esa camioneta es una trampa mortal! Se mueve tan lento que va a causar un accidente algún día. Buscaré algo en Internet para que puedas verlo…" comenzó a decirse a si mismo.

"Ja ja. Disfruta de tu semana con la camioneta y deja de quejarte." Le pasé el asiento de Eddie y cargué el pañolero hacia la puerta. Detrás de nosotros escuché el suave sonido del Porsche amarillo acelerando en la calzada. Charlie tenía las ventanas abiertas y la radio encendida. Realmente estaba disfrutando del Porsche de Alice…

Charlie entró a la cocina mientras le preparaba a Eddie el biberón. Ahora estaba llorando más fuerte. Edward lo sacó del asiento y caminaba hacia la cocina con él.

"Déjenme ver al grandulón. ¡Oh que hermoso! ¿Por que no pido pizza para que no tengas que cocinar, Bella?" Charlie fue a hacer una rápida llamada al local de pizzas. Edward me pasó al bebe y comencé a alimentarlo.

"Edward, podrías buscarme un pañal para Eddie? Cuando termine de comer tendré que ponerle uno nuevo." Había echo varias horas de niñera como para saberme la rutina. Alimentarlos, cambiarlos y luego ponerlos nuevamente a dormir.

Edward rebuscó por unos pocos minutos y luego me alcanzó un pequeño pañal. El me miró un poco confundido. "¿Cómo funciona esto?"

Me di cuenta de que Edward no tenia nada de experiencia con bebes y todas las cosas que se relacionaban con ellos. Alice y Rosalie tampoco tenían la menor idea. Este seria un fin de semana bastante largo para ellos. Sonriendo le dije "Te mostraré cuando termine de comer." Mientras le alimentaba con el biberón, me pregunte cuanto tiempo tardaría en que volviera a ver el mismo líquido.

Luego de que Eddie terminara de comer, lo recosté en el sofá y le di a Edward una pequeña lección de cómo cambiar el pañal. Le pasé el pañal mojado que Eddie estaba usando y Edward salto. "¿Qué se supone que debo hacer con eso?" preguntó horrorizado.

"Tíralo al tacho Edward, no seas ridículo." ¿Qué les pasaba a los chicos con el pis de su pretendido hijo?

La pizza llegó y Edward miró su reloj. "Será mejor que me valla a encontrarme con Carlisle y los chicos. Si prefieres que me quede, solo dilo Bella."

"¿A dónde saldrás Edward?" le preguntó Charlie mientras comía su pizza.

"Carlisle nos llevara a un juego de baseball esta noche." Edward debía de saber que se le venia la pregunta ya que no dudo ni un instante. Charlie asintió con su cabeza. "Eso será divertido."

Podía notar por la expresión en su rostro que deseaba desesperadamente poder leer mi mente. "Esta bien Edward. Mira, Eddie esta alimentando y se volvió a dormir. Voy a ir a acostarme temprano ya que me desperté a las 5am."

"¿Estas segura?"

"Si, vete por favor. No olvides que te tomara mas tiempo llegar con mi camioneta." No pude evitar reírme sabiendo que su viaje a su casa le tomaría al menos el doble del tiempo.

"Cuando llegue a casa, de enserio buscare en Internet..." dijo mientras se inclinaba para besar mi cabeza. "Volveré antes de que los dos despierten en la mañana." Dijo acariciando la cabeza del pequeño Eddie. "Adiós Charlie."

"Adiós Edward." Le saludó Charlie.

Eddie estaba durmiendo, así que lo acosté en su asiento y limpié la cocina rápidamente. Charlie se había llevado el asiento hacia la televisión y le estaba explicando las reglas de las ligas nacionales y de la liga Americana de fútbol. Sonriendo, me dirigía a mi habitación y tomé mis cosas para darme una ducha.

Me sentí mejor después de una calida ducha. Cuando salí, me sorprendió cuan cansada me sentía y aun no eran las 8pm. Rápidamente me vestí y corrí a mi habitación cuando escuché el teléfono sonar. "Bella, es Alice, ¡Será mejor que atiendas suena desesperada!"

"¡Atiendo papá! ¿Alice, que sucede?" Escuché a Charlie colgar el teléfono en la cocina.

"Elizabeth esta rota Bella. ¡Algo anda mal!" Alice estaba histérica.

"¿Por que esta rota, que sucedió?"

"Se esta...se esta...chorreando Bella. Esta horrible cosa esta saliendo de su trasero. Es espantoso. ¿Qué debo hacer?"

Comencé a reír. "Bella, no es gracioso. Algo malo le esta pasando a mi hija pretendida. Como su tía esperaba mas de ti."

"No, Alice no te enojes. Lo siento, no hay nada malo con Elizabeth, solo fue al baño. Probablemente es solo…pis." Silencio al otro lado del teléfono. "Alice ¿me escuchaste?"

"Oh- bueno creo que tiene sentido. ¿Siempre es así de desastroso? Le arruinó toda la ropa." Por su tono pude notar que era el conjunto preferido de Alice.

"¿Su pañal no absorbió la mayoría? ¿Se lo pusiste bien?"

"Bueno...es como que se lo quité hace tiempo." Dijo avergonzada.

"¿No tenia pañal? Bueno, eso explica el desastre. ¿Por que le sacaste el pañal?" No podía imaginar por que haría eso. El pañal era algo esencial para el bebe. Realmente esperaba que no hiciera nada extraño…como enseñarle a usar la pelela (N/a: no se otro nombre…es el baño para bebes, cuando están aprendiendo a hacer solitos.) a su recién nacida hija.

"Bueno es solo que el pañal es muy abultado. Hacia que su pequeño trasero se viera enorme en los pantalones que le puse así que se lo saque y el atuendo se veía mejor en ella." Solté el teléfono, estaba riendo con fuerzas. El trasero del bebe se veía grande…solo Alice saldría con eso. Tenia que recordar contarle esto a Edward.

"Bella, Bella, deja de reír y ponte al teléfono. ¡BELLA!" le escuché gritar al teléfono.

"Lo siento Alice. Solo ponle un nuevo pañal y necesitas cambiárselo regularmente antes o después de alimentarla, de lo contrario se desbordara el pañal y será un desastre nuevamente. Confía en mi, a ella no le importa como se vea su trasero. ¿Estas bien ahora?" me sentía mal por reírme. No era su culpa que no supiera nada de los bebes o de las funciones del cuerpo humano. Necesitaba recordar eso. Escuché a Eddie llorando abajo. "Eddie se despertó Alice, ¿necesitas algo mas?"

"Nop, solo le pondré el pañal y le cambiaré el conjunto así estará como nueva. ¡Gracias Bella!" su voz había vuelto a ser dulce y musical.

Colgué el teléfono y me dirigí hacia abajo bostezando. Charlie había sacado a Eddie del asiento y gentilmente lo sacudía en su regazo. "Dámelo abuelo." Me incliné y lo tomé de sus brazos.

Me fije su pañal, estaba seco. Decidí que quizás necesitaría otra mamadera, así que prepare una y me senté en el sofá a alimentarlo. Se bebió algo de la botella e inmediatamente se quedo dormido. Ni bien trate de acomodarlo en la sillita, comenzó a llorar nuevamente. Este ajetreo continuó por una hora. Tuve que ir arriba ya que vi que el llanto estaba molestando a Charlie. Casi podía mantener mis ojos abiertos cuando el teléfono volvió a sonar. Esta vez yo atendí primero.

"¿Hola?"

Todo lo que podía oír era un llanto del otro lado. Sonaba como Eddie, pero en estereo. "¿Alice?" pregunte.

"No, soy yo, Rosalie. Bella, los niños no dejan de llorar. ¿Es normal? Esme y yo le caminamos diez millas, creo, alrededor de la casa por el jardín. Si nos deteníamos, se ponían a llorar. ¿Cómo va Eddie?"

"Mientras que no lo baje de mis brazos esta bien. Si lo acuesto en su sillita, comienza a llorar. ¡Creo que estas cosas están programadas para volvernos locos!" estaba tan cansada y comenzaba a ponerme gruñona.

"¿Cómo les detenemos?" Rosalie sonaba desesperada.

"¿Los volviste a alimentar?"

"Sip, acabo de hacerlo."

"¿Les cambiaste los pañales?"

"Si- y creo que Everett hizo caca, ¡era verde y asquerosa!"

"Suena a caca de bebe. Hey, ¿les hiciste provechito?"

"No. ¿Que es eso?"

"Después de alimentarlos puedes sentarlos en tu regazo o ponerlos en tu hombro y gentilmente les golpeas la espalda para que saquen las burbujas de aire de su estomago. Intenta eso."

"Ok espera. Lo intentare con Elliott." Le podía escuchar el suave pat pat pat en su espalda y luego un fuerte BBBBUUUURRRRPP por el teléfono. Rosalie gritó ante el sonido. "¿Bella, lo golpe muy fuerte? ¿Qué fue eso?"

"fue un eructo Rosalie...lo hiciste. ¿Como esta ahora?" comencé a bostezar y mis ojos se cerraron.

"¡Oh Bella, dejo de llorar! Gracias. Esme, haz que Everett eructe, ayuda. ¡Adiós Bella!"

Ahora, si tan solo pudiera averiguar que hacer con mi pequeño bebe demonio. Lo mecí hacia un lado y hacia el otro por veinte minutos y no se movió. Tenia que estar dormido. Lo recosté en el asiento y se quedó tranquilo. Agradecí a Dios y silenciosamente me metí en la cama. Mire al reloj, eran las 11.15 pm. Escuché un suave golpe en mi puerta y Charlie metió su cabeza.

"Me voy a la cama Bella. Buenas noches. Ven a buscarme si necesitas ayuda."

"Buenas noches papa." Cerré mis ojos y escuché el sonido de sus pasos alejándose por el hall. Eddie aun estaba durmiendo, así que me di vuelta y me puse cómoda en la cama. Sin el vientre en medio mi cama se veía cómoda y tentadora. Mis ojos se cerraron y mi respiración se tranquilizo. Cuando estaba al borde de dormirme, lloro. Y lloro. Y lloro.

Maldije mientras me levantaba de un salto de la cama y tranquilice a Eddie. Lo puse en la cama conmigo y los sostuve cerca. Quizás se sentía solo. Pensé para mi misma. Su llanto continuaba. Prendí las luces para mirar su pañal. Trate con el chupete que Alice había puesto en el pañolero. Eso parecía calmarlo, pero aun se sacudía bien despierto. Estaba tranquilo, pero ni cerca de quedarse dormido.

Pase la hora y media siguiente caminando por mi habitación, meciéndolo. Fui a la cocina e hice otro biberón, lo alimente, lo cambie, cambie sus ropas, pero nada ayudaba. Llame a los Cullen para ver como les iba. Quizás descubrieron algún truco que me perdí. Cuando Alice respondió el teléfono escuché unos gritos familiares de fondo. "Hola Bella, ¿que tan cerca estas de gritar?"

"Como unos diez minutos. ¿Qué tal tu y Rosalie?"

"Rosalie grito hace media hora. Me quedan 7 minutos antes de perderlo. Elizabeth era tan buena con Jasper. Creo que me odia."

"No te odia Alice, es un bebe y los bebes lloran. Solo me sorprende cuanto lloran." No pude contener otro bostezo. "Si no lo tranquilizo pronto voy a llamar a Edward. ¿Has tenido noticias de ellos?"

"No, no hemos escuchado de ellos. Rosalie llamo a Emmett y le dejo un mensaje de diez minutos de maldiciones. Fue bastante impresionante. Emmett no estaba nada feliz."

"¡Bien por Rosalie! Dejarlos ir de caza fue nuestro primer gran error, sabes. Tratare una vez mas de hacerlo dormir. Buena suerte Alice."

Colgué el teléfono y traté de cantarle a Eddie. Quizás la música le calmaría y se cansaría. Quince minutos después era obvio que Eddie no necesitaba dormir. De seguro lo saco de su estúpido padre vampiro. Pensé para mi misma. Estaba tan exhausta, tenia lagrimas cayendo por mi rostro. No podía soportarlo más. Con Eddie en mis brazos, abrí la puerta de la habitación de Charlie de golpe, asustándolo. "¡Papa…voy a llamar a Edward para que se venga a dormir!"

"¡No va a dormir aquí Bella! ¿Estas loca?" se estaba tapando sus ojos por la luz.

"Papa, el bebe no deja de llorar. He tratado todo lo que puedo pensar. Estoy exhausta y necesito dormir. Tu tienes su numero del celular, pregúntale si puede pasar la noche conmigo." Le pase el bebe llorando.

Sin una palabra, tomo a Eddie y fue escaleras abajo. Corrí a mi habitación y salte dentro de la cama. Aun podía escucharle llorar. Me puse la manta sobre los oídos y mi almohada encima de eso, pero aun le oía. Veinte minutos pasaron y comenzó a llorar aun mas fuerte. Tome mi teléfono celular de la mesa de luz y marque.

"Edward, soy sollozo Bella. Eddie esta sollozo llorando y no se detiene. Soy una terrible madre. Sollozo se que estas de caza sollozo pero necesito que vengas a casa ahora antes de que me vuelva loca ¿entiendes? Sollozo te amo."

Sabia que Alice y Rosalie habían llamado a Emmett y a Jasper también. Eventualmente uno de ellos recibiría el mensaje y vendría a casa. Le di diez minutos más a Charlie.

Totalmente necesitada de dormir, bajé. Charlie se había quedado dormido en la silla con Eddie recostado contra su pecho llorando. "PAPÁ" grité.

Charlie casi se cae de la silla. Sostuvo a Eddie con un brazo mientras se ponía de pie. "Bella, no se que hacer…el sigue llorando. ¡Y estoy cansado!"

Sin decir una palabra alce a Eddie y lance el teléfono al regazo de Charlie. El suspiro y comenzó a marcar. "Edward, soy Charlie. Lamento molestarte. Espero que no estés durmiendo. Bella necesita ayuda con el bebe. Podrías…querrías…no puedo creer que me hace preguntarte eso. Podrías venir a pasar la noche a casa, por favor." Su rostro se contorsiono como si estuviera sufriendo alguna clase de dolor físico. "Oh genial. Gracias Edward. ¡Le diré que ya vienes para acá!"

"Dijo que recibió tu mensaje y que ya esta en la camioneta. Llegara en breve. ¿Te sientes mejor?" lo que realmente preguntaba era '¿puedo irme a dormir?' saber que Edward estaba viniendo me hacia sentir mejor.

"Si papá. Ve a la cama, pero te lo digo ahora, el quizás este en mi habitación si allí necesito de su ayuda y aceptaras eso ¿entendido?" mis ojos estaban fijos en los de el, retándole a que me discutiera.

"Nada indebido..."

"Tengo el control natal mas efectivo en mis manos, llorando, papá. ¿Crees que seré tan estúpida?"

El asintió con su cabeza, me besó en la frente y volvió a su cama. Prepare otro biberón, cambie a Eddie y espere escuchar el sonido de mi camioneta. Destrabé la puerta para Edward y me fui al sofá para poder darle a Eddie su sexto biberón de la noche. Mis ojos se caían mientras sostenía la botella. Mi cabeza lentamente comenzaba a caerse cuando repentinamente sentí dos fabulosos labios fríos besar los míos. Mis ojos se abrieron de golpe y me encontré con su hermoso rostro. ¡Estaba salvada!

"Edward. Oh gracias a Dios estas aquí...soy la peor madre ficticia de la historia. No deja de llorar. Si lo dejo solo…" nuevamente comencé a llorar. El me besó una vez más y habló suavemente, con su rostro a unos pocos centímetros del mío.

"Bella, eres la mejor madre ficticia, solo estas cansada amor. Ve a la cama. Yo cuidare de el, también es mi hijo pretendido. Lamento haber ido de caza. Fue una mala idea. ¿Me perdonas?" buscó una respuesta en mis ojos.

"Si te perdono." Dije antes de bostezar. Edward sonrió, me alzo en sus brazos, a mi y a Eddie, y nos llevo a ambos a mi habitación. El me sentó en la cama y tomó a Eddie de mis brazos para continuar alimentándolo.

"Duerme Bella, tengo todo bajo control. Estaré aquí. Si llora lo llevare abajo, ¿esta bien?"

Me levanté de la cama y tomé su rostro en mis manos mientras estaba sentado en la mecedora, alimentando a Eddie. "Justo cuando pensaba que no podía amarte mas…" le bese, y luego me trepe a mi cama. Me acosté de lado viéndole como alimentaba a Eddie por unos minutos. Comenzó a tararear mi nana a Eddie y ambos nos quedamos dormidos gracias a Edward.

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