Capitulo veinte Bella POV No debí haberme metido en esto…no debí. Jamás creí que Alice poseyera todo un plan para cambiar mi aspecto, solo estaba esperando mi autorización…por que era evidente que tenía todo planeado desde antes, desde mucho antes. Lo primero que hizo fue llevarme a un centro de estética enorme en el centro de la ciudad, cuyo aspecto era en extremo elegante, y seguramente costoso. -Alice querida…- le dijo un hombre rubio y alto- ¿Cómo estas?- dijo dándole un beso en cada mejilla a modo de saludo -Muy bien Jimmy- asi que ese era Jimmy- esta es Bella… -Asi que tú eres la famosa Bella- dijo a la vez que me saludaba de similar manera que Alice. ¿él había dicho famosa? ¿de donde?.- pero adelante…pasen, pasen…tenemos mucho que hacer… Me levaron a una de estas sillas especiales donde te lavan el cabello y cuyo nombre no recuerdo, por que a decir verdad no era muy fanática de estas cosas. Lavaron mi cabello y luego lo secaron; después me sentaron en una silla para comenzar a cortarme el cabello. -¿Qué corte?- le preguntó Jimmy a Alice -Tú sabes cual Jimmy…-dijo, yo no tenía ni idea -Por supuesto. ¿Qué corte?...¿que iban a hacer con mi cabello?. Me cortaron el cabello, pero no me pude ver por que Alice estaba realizando su fantasía estilo programa de televisión de cambios extremos y al igual que en ellos no me iba a dejar verme hasta que el “producto estuviera completo” como ella misma afirmo. No me quedo de otra, depilaron mis cejas y hasta me maquillaron, luego me llevaron a otra sala…llena de ropa…no quería saber cuanto dinero estaba gastando Alice, pero estaba segura de que era una fortuna y lo peor de todo…parecía que lo tenía planeado desde hace años. -toma- me dijo Alice pasándome una pequeña cajita -¿Qué es esto? -Tus nuevos lentes… -Pero…no debería ir a donde un oculista antes…¿Cómo puedo saber si voy a ver con ellos? -Créeme son iguales a los anteriores… -¿Cómo?... -No lo quieres saber. Ahora también sabía el ajuste de mis lentes, ¿Cuanto tiempo llevaba planeando todo esto?. Luego me llevo a casa, aun no me había dejado acercarme a ningún espejo, lo que solamente conseguía aumentar mis nervios. -Alice por favor…quiero verme- ella negó con la cabeza- All…no fuiste capaz de … - una sonrisa ilumino su rostro de duendecillo travieso. Corrí escaleras arriba, aun me preguntó como no caí, abrí la puerta del baño y ¡sorpresa!...el espejo había desaparecido-¿de que va todo esto Alice? -De nada…solo quiero aumentar el suspenso… -El suspenso me va a matar antes… -Oh…no…ahora por que no mejor vamos a tu pieza…¿se te olvida que día es hoy?- negué con la cabeza -Es martes de pijamas… -Exacto… Alice y yo tuvimos nuestro “martes de pijamas” normal excepto por que al parecer los espejos habían sido exiliados de la casa. A eso de media noche recordé que no había visto a Charlie y pensé que era cosa de Alice, pero luego vi la nota que me había dejado para avisarme que tenía turno de noche en la comisaría. -hoy no vamos a ir al instituto- me dijo Alice mientras comenzaba a vestirme -¿Qué?...¿por que? -Por que…aun no he terminado con tu transformación Bells… -¿Qué? ¿hay más?- ella asintió -Es hora de cambiar tu guardarropa… -Oh no Alice, esto…esto se te esta yendo de las manos… -Claro que no…- me dijo- ahora cámbiate…que nos vamos al centro comercial…tengo que terminar contigo antes del partido -El partido, cierto…lo había olvidado No me quedaba de otra, ya había accedido a que Alice hiciera y desasiera con mi imagen, lo cual técnicamente equivalía a venderle tu alma al diablo…peor no había más opción, además debía admitir que me moría de ganas de ver la cara de ese par de…”señoritas”. El centro comercial no estaba tan atestado como en otras ocasiones, tal vez se debía a que era un miércoles por la mañana. Creo que después de unas 3 horas perdí la noción de a cuantas tiendas habíamos entrado y cuantas cosas habíamos comprado, Alice estaba tan emocionada como un niño pequeño abriendo sus regalos de navidad. Cuando al fin terminamos, Alice volvió a encerrarme en el baño para arreglarme en mi como decirlo “primera aparición publica después de” -perfecto…- dijo haciendo el ademán de secarse unas lagrimas-…estas preciosa… -¿puedo verme?- ella asintió, volteando el espejo.- ¿esa…esa soy yo? -Si… No lo podía creer…la mujer del reflejo era yo…en verdad que había cambiado, era increíble lo que un corte de cabello, algo de maquillaje y la ropa correcta podían hacer. Alice era increíble y verdaderamente tenía talento, tal vez debería dedicarse a asesora de imagen…contaba con mi apoyo. Rosalie POV El equipo de animadoras esta ya en el camarín, todas estábamos totalmente listas y recibiendo las instrucciones de ultimo minuto que Tanya se empeñaba en dar. Era mi mejor amiga y eso pero a veces…me hacía simplemente odiarla. Como ayer…no se que le dio contra la chica Swan, pero la verdad esta vez se había extralimitado, fue demasiado y lo peor de todo es que fue por un hombre que ni siquiera la quiere, alguien que la ignora como al papel tapiz. Y es que estaba más que comprobado que a Edward no le interesaba Tanya y por más desplantes de todo tipo que le hiciera ella seguía obsesionada con él, al igual que Lauren. Me sentía mal por la chica Swan, Bella me parece que es su nombre, en verdad fuimos muy malvadas y durante todo el día no he podido evitar sentirme culpable, tal vez era hora de un cambio, no sé tal vez era la hora de que le dijera sus cuantas verdades a Tanya…pero después del partido, ahora las animadoras teníamos que estar unidas…todo para la victoria de nuestro equipo. Nos miramos por última vez en el espejo, solo para comprobar que estábamos divinas como siempre y salimos al campo agitando nuestros pompones de los colores del equipo, blanco y rojo. El equipo de fútbol ya se encontraba en la cancha al igual que los contrincantes, las graderías estallaron en vítores en cuanto entramos, como siempre…éramos las más populares no había duda de ello. Tomamos nuestras posiciones para realizar una coreografía de inicio. Mientras nos ubicábamos me permití darles una mirada a los chicos, Jasper mi hermano estaba con esa aptitud de general antes de la batalla, como intentando prever cada movimiento de sus contrincantes aun cuando el juego todavía no iniciara, Emmett, mi Emmett estaba de pie con su postura relajada como siempre, para él el fútbol era solo diversión y Edward se notaba totalmente distraído, lo cual era extraño en él, más cuando el juego estaba por comenzar. - cinco…seis…siete…ocho…- contó Tanya, la música comenzó y nosotras realizamos nuestra coreografía ante la atenta mirada de todos los presentes. Edward POV Estaba preocupado…pero no era por el partido, era algo más lo que me preocupaba, mejor dicho alguien. Bella no había aparecido en todo el día en el instituto, al igual que Alice, lo cual era sumamente extraño pues ninguna de las dos acostumbraba hacer novillos y no creo que cuando quedaba tan poco de clases comenzaran. Había llamado a mi hermana en cuanto terminaron las clases, para saber si todo iba bien. -claro que estamos bien Edward…pero ahora estoy ocupada…nos vemos en el partido- era lo único que logre sacar de su conversación y el partido estaba por comenzar y ellas no aparecían. Mamá y Papá habían llegado de los primeros y ya estaban sentados, a su lado había dos puestos vacíos, uno para Alice y otro para Bella. El equipo de animadoras acababa de terminar su presentación, al termino de la cual Tanya me dirigió una mirada que intento ser coqueta, luego vino el equipo de porristas de los contrincantes, pero de Bella y mi hermana no había rastro, me estaba desesperando y que tal si el coche de Alice se había vuelto a averiar. El arbitro ya estaba en el centro de la cancha, me acerque allí junto con el capitán del equipo contrario, era hora de decidir quien partía, deje vagar mi vista a través de las graderías por ultima vez, y allí estaba Alice sentada junto a mis padres, y a su lado había otra chica…esperen un segundo esa no es Bella, llevaba la blusa que yo le había regalado, pero estaba distinta. Su cabello estaba cortado de otra forma y totalmente rizado, bajo el inmenso sol de Phoenix tenía unos reflejos rojizos adorables en los que antes no había reparado, y su rostro se veía distinto, y más angelical…sus grandes orbes color chocolate destacaban ahora que esos gruesos lentes no eran un obstáculo, se veía hermosa, diferente pero aun seguía siendo la misma chica…la misma chica dulce de la que me había enamorado. Al fin había decidido mostrarle a todo el mundo lo hermosa que era…tanto por dentro como por fuera. -cara o sello…- preguntó el arbitro, yo seguía mirando a Bella, quien se había sonrojado al notarme observándola, incluso a esta distancia su sonrojo me parecía adorable- cara o sello- repitió -cara…- respondí. Giró la moneda en el aire, la tapo con su mano por unos momentos, luego la destapo -cara…Phoenix parte…- dijo dando el pitazo inicial El juego había comenzado… ______________________________________
Suspiritos: APOSTANDO EL CORAZÓN FAN FIC
Capítulo 21. En marcha el plan de juego. Bella POV Vale, Bella. Sólo cálmate. Solamente es un hombre desnudo. Corrección… ¡Es un EDWARD desnudo! Sí, pero eso no debería importar. ¿Por qué armaba tanto follón? Ya lo había visto antes desnudo. Sí, pero siempre pudiste hacer algo para remediarlo. Y un Edward desnudo es SIEMPRE algo por lo que armar follón. Bueno, eso era verdad. Quizás debería ignorarlo e irme a la cama. Pero entonces el pensamiento de Edward sentándose en el jacuzzi y desnudo empezó a meterse en mi mente, y se veía realmente bien. Y quizás, si me había afectado tanto a mí, entonces mi cuerpo desnudo lo afectaría también a él… quizás. Sólo había una manera de averiguarlo. Seguí el rastro de ropa que Edward había dejado atrás. Afortunadamente, su cuerpo ya estaba sumergido en el agua y las burbujas me prevenían para no ver nada. Pero eso sólo me ayudó un poquito, porque yo sabía que tesoro gigante se encontraba bajo la superficie… y realmente quiero decir gigante. “Así que has decidido acompañarme” dijo, con una voz difícilmente resistible. “Pensé que estarías solito” dije, quedándome al lado suyo al borde del jacuzzi. Se echó hacia delante y se acercó hacia mí, enseñándome más de su cuerpo conforme se inclinaba. “Pensaste bien” ronroneó en mis labios antes de besarme dulcemente. Mi corazón comenzó a latir fuertemente, estoy segura de que él podía oírlo, y mi respiración se hizo superficial. “Supongo que debería quitarme la ropa” dije una vez que me soltó. “No tienes por qué” dijo como si no le importara lo que fuera “Pero supongo que será más cómodo que sentarte en ropa mojada. Aunque a mí me gustaría ver ambas cosas” añadió con una deslumbrante sonrisa. Vale, si él iba a jugar para ganar, entonces lo haría yo también. Ese truco que hizo en el cine fue mucho peor que mi maniobra de la cena, y ahora ¿el juego del jacuzzi? Ni de coña. No iba a desistir tan fácilmente. ¡No señor! Así que, pensé que lo podría poner un poquito más interesante. “A lo mejor puedes tener un poco de los dos” dije seductoramente. Alzó sus cejas y me miró “¿oh? ¿Y cómo propones que lo hagamos?” preguntó, la emoción se leía en su rostro, casi me río, pero en vez de eso me sonrojé. Me quité los zapatos y calcetines y entré, completamente vestida, al jacuzzi “Fácil. Así” dije cuando entré y me dirigí hacia la parte del jacuzzi donde él estaba. Me quedé de pie de manera que pudiera ver cómo la ropa se me quedaba pegada al cuerpo. “Quizás puedas ayudarme a quitarme la ropa mojada” sugerí. Pero antes de que tuviera tiempo de sentarme, ya estaba a mi lado. Me aseguré de que mis ojos no recorrieran su cuerpo de Dios griego cuando se acercó incluso más a mí. Si miraba a alguna parte de su cuerpo, sabía que perdería al instante, y no podía permitírmelo. Así que simplemente miré a sus verdes ojos que brillaban con lujuria. Suavemente presionó su cuerpo contra el mío, dándome una increíble sensación al empujar la ropa mojada contra mi cuerpo más aún, y me besó. Tío, ¡Me besó! Mientras nos besábamos, sus manos fueron hacia la parte baja de mi camiseta y nuestros labios se separaron por un segundo para poder aspirar en tan necesitado aire y me deslizaba la prenda por encima de la cabeza. Pero tan pronto como se hizo caso omiso de ello, sus labios volvieron a mí. A continuación, sus manos se movieron de mi estómago hacia mi falda, la cual bajó de un fluido movimiento, y yo me la quité. Él hizo lo mismo con mis pantis antes de volver a mi espalda mientras me besaba en el cuello. Desabrochó mi sujetador y dejé que se resbalara por mis brazos hasta caer al agua junto a la falda y ropa interior. Su boca reclamaba la mía y sus manos bajaron por mi espalda, haciéndome escalofriar, antes de agarrar mi trasero y acercarme más a él. Podía sentir el pliegue de cada músculo de su cuerpo presionando contra mí. Y hablando de cosas que se apretaban contra mí, estaba muy claro que por la presión ejercida a mi estómago, él estaba disfrutando el beso tanto como yo. Dejó ir mis labios y me bajó hacia el agua para sentarme en su regazo. “Bella. Estás haciendo la victoria muy difícil” dijo antes de besar la parte superior de mi pecho derecho. Dejé escapar un leve gemido. “Podría decir lo mismo de ti” dije sin aliento. No quería nada más en ese momento que desistir y decir “a la mierda la apuesta, te deseo”, pero algo me paraba. Creo que era el orgullo. Ja… orgullo, en una situación como esta. Pero en serio, siempre era bueno deslumbrándome. Siempre tenía ese loco efecto en mí que provocaba que todos mis huesos se me hicieran caramelo y mi voluntad se disipara. Pero por una vez, quería la que se lo hiciera a él. Quería hacerlo desear estar conmigo. Quería ser la que le enseñara que podía ser igual de dominante que él. No hacía falta que lo supiera después de esto, nunca lo volvería a intentar de nuevo. Había que hacer mucho esfuerzo. Su lengua entró en mi boca mientras con sus manos masajeaba mi pecho. Vale, eso no era justo. Ya estaba tan cerca de desistir, que no podía apenas centrarme. “¿Quieres que te diga lo que quiero hacerte?” me preguntó en una voz ronca, con profundas respiraciones. ¡Oh mierda! Siempre había querido que Edward me hablara lascivamente. Realmente quería que lo hiciera. Pero no ahora… no cuando estoy intentando controlarme. Si decía sí (Y realmente, de verdad que quería decirlo) perdería la apuesta. Y NO perdería esta apuesta. Con toda la fuerza de voluntad que pude sacar, me separé de su cuerpo. Le di un corto y rápido beso en la mejilla y salí del jacuzzi. Sin mirar atrás corrí hacia la casa y subí las escaleras. ¡Necesitaba una ducha fría y ahora! “¿Bella?” salté ante la voz, y me giré para ver a Jasper “Oh Dios mío Bella, lo siento” dijo mientras se giraba y se tapaba los ojos. Genial, simplemente genial. “Lo lamento Jasper. Pensé que todos estaban durmiendo” “¿Así que andas por la casa mojada y desnuda cuando toda la gente está durmiendo?” se rió “Tío, Emmett y yo debemos empezar a traer gente por la noche. Nos podemos sacar una fortuna” dijo con una risa. “No puedo creer que estés burlándote de mí en un momento como este” dije impresionada. “Lo siento. No pude evitarlo” se disculpó. “Buenas noches, Jasper” dije mientras caminaba hacia la habitación de Edward y mía. Entré a la ducha e hice desaparecer todo el estrés que el jacuzzi y el cine me habían provocado. Edward POV Era un horrible pensamiento, pero lleno de diversión. Ojala supiera lo guapa que era. Para ser honestos, me alegraba de que se hubiera ido, porque después de que me sentara con ella en mi regazo, perdí. Una vez que nos sentamos, no tenía ninguna intención de parar, y ella ni siquiera lo sabía. Pensaba que sería su culpa si íbamos a más. Me salvó a mí parando y yéndose. Pero incluso cuando se iba, se veía muy adorable. Sólo deseaba que no subiera las escaleras en su apuro. Bueno, podría irme también a la cama. Quizás un buen descanso me ayudara a aclarar mis pensamientos y me rejuvenezca para otro día de tortura. Me salí del jacuzzi y lentamente me dirigí a subir las escaleras. “¡Edward! Maldición ¿Qué pasa contigo y tu novia para andar desnudos por la casa?” preguntó Jasper en un susurro fuerte. Solté una leve risa “Así que, me imagino, que viste a Bella por aquí” dije. “Sí. ¿Has perdido la apuesta ya?” preguntó. “Casi, por no aún” le dije. “Tío, tu fuerza de voluntad es impresionante. Ella está buenísima” “Jasper, ¿Te importaría no decirme lo hermosa que es mi novia después de haberla visto desnuda? Ya sé que al menos que tienes un pensamiento inapropiado con ella” le dije. “Lo siento, tío. ¿Pero puedes culparme? Quiero decir, soy un tío.” Eso era verdad. Incluso si Brett viera a Bella desnuda, no habría manera de que ni siquiera pensara en ello. Ella era perfecta. Su suave piel marfil cubriendo cada curva de su cuerpo la forma en que sus pechos se elevaban y caían cuando la hacía respirar más fuerte de lo normal. Su plano vientre que tenía perfectas caderas. Y el trasero tan perfecto, podrías… “Tío, ¿Podrías no excitarte cuando estás desnudo y delante de mí?” Jasper interrumpió el hilo de mis pensamientos. Bajé la mirada para ver que mi pensamiento me había hecho estar un poco excitado (vale, lo admito. Me excitó bastante.) “Bueno, ni de coña me puedo ir a dormir con ella así” “¿Por qué no?” preguntó. Le eché una mirada como diciendo que la respuesta debería ser obvia. “No, en serio. Si quieres que ella pierda, tienes que ir a la cama así. No podrá soportarlo” explicó. Dudé, pero realmente ¿Qué podía perder? Si ella perdía tendría sexo y Las Vegas, y si yo perdía, solamente tendría sexo. Ahora mismo, no le veía ningún lado negativo. Además, podría llevarla a las Vegas en cualquier otra ocasión. “Vale, gracias tío” le dije antes de irme. “Las únicas gracias que necesito es que te pongas la maldita ropa” se rió. Silenciosamente abrí la puerta para ver a Bella que ya estaba y por lo que parecía, bien dormida. Caminé hacia allí y subí a la cama a su lado y la puse cerca de mi cuerpo, amando la sensación que tenía ante el tacto de su camisón y mi piel desnuda. No hacía falta decir, que me llevó tiempo en dormirme con todo lo que había pasado en la noche. Era bueno que estuviera dormida, o de nuevo, habría perdido la apuesta. Soy muy débil. E incluso cuando me quedé dormido, mis sueños con Bella eran de todo menos puros. Bella POV Me levanté sintiéndome sorprendentemente renovada. Por todo lo que había ocurrida el día anterior, cuando llegué a la almohada, me encontré mentalmente y físicamente exhausta. Ni siquiera me di cuenta cuando Edward vino a la cama. Me pregunto cuánto tiempo se habría quedado en el jacuzzi. Me giré cuando me percaté de que no me estaba abrazando como normalmente solía hacerlo cuando me levanté. Y entonces, ahí estaba. Dormido con una pequeña sonrisa en su gloriosa cara. Soltó un pequeño gemido y suspiró mi nombre sin apenas aliento. Y fue entonces cuando mis ojos se alejaron de su rostro, yendo más abajo hasta ver que Edward había montado una tienda de campaña en la cama. Mi respiración se volvió realmente rápida y me encontré a mí misma poniéndome rápidamente excitada. Estaba soñando conmigo. El pensamiento de mí le hacía eso. Y en ese momento deseé poder leer mentes y averiguar que estaba pensando y haciéndome, o yo haciéndole a él. Me quité las sábanas de encima y salí de la habitación rápidamente. Ni de coña iba a estar en la misma habitación que él. Así que fui a la habitación de Alice y empecé a pegar en la puerta. Jasper respondió. “Bella, es bueno ver que encontraste algo de ropa” se rió. Yo sólo le entrecerré los ojos. “Entra, Bella” escuché a Alice gritar desde dentro de la habitación. Pasé a Jasper y entré. “Alice, estoy teniendo MUCHOS problemas con esta apuesta. Y necesito ganar” dije mientras andaba de un lado para otro en su habitación “Necesito uno de tus conjuntos” le dije, rezando que no me arrepintiera de decir eso. Ella vino y me abrazó fuertemente “Estoy muy orgullosa. No me encantaría ninguna otra cosa” dijo, y entonces se separó de mí “Jasper, ve a traer a Rosalie ya” le ordenó a Jasper y se fue. “¿Qué pasa?” preguntó Rose cuando entró en la habitación momentos después. “Bella, aquí quiere que la pongamos sexy” dijo Alice mientras pretendía secarse una lágrima de su cara llena de orgullo. “Dios. Oh, ya tengo el conjunto, si no te importa, Alice. Quiero decir, soy una experta en el campo de los modelitos sexys” dijo Rose. “Con todo lo que conlleve, el armario es tuyo” dijo Alice. Rose corrió y de repente sentí que un miedo se instalaba en mí. Volvió un par de minutos después con un conjunto en sus manos. “Llevarás esto hoy” dijo mientras me lo sostenía. Me lo dio y me lo probé. La falda no era siquiera una falda. Estaría mejor clasificado como cinturón “Chicas, esto no es ropa. Es un accesorio” les dije. “Oh, tienes las suficientes piernas para ello, no te preocupes” Alice me aseguró. La camiseta solamente me llegaba por debajo de los pechos y tenía capas alrededor. Parecía algo que se llevaba a las fiestas, no para ir a Forks. “No puedo llevar esto en Forks” les dije. Alice miró a Rose “Tiene razón” dijo “Oh, ya sé, vayamos a Port Ángeles hoy” dijo, de repente emocionada “Quizás podamos ir a bailar otra vez” “Eso sería muy divertido. Oh dios mío, Bella, si bailas con Edward otra vez, él perderá totalmente la apuesta” Exclamó Rose “Vamos, preparemos tu pelo y maquillaje” dijo, sentándome en un silla. Edward POV Bella y yo estábamos haciendo el amor en la playa donde le había dicho por primera vez que la amaba cuando de repente escuché a… ¿JASPER? “Tío, tienes que despertarte” dije, y gemí y lancé las almohadas por encima de mi cabeza. No quería levantarme todavía. Quería terminar mi sueño. “En serio, tienes que aprender a controlar esa cosa” dijo Jasper con una risa. Me senté y lo miré. “¿Soñando con Bella?” preguntó cuando movía las cejas arriba y abajo. “¿Qué quieres?” pregunté, realmente molesto con mi mejor amigo. “Vine para advertirte. Soy un tío, por lo que quiero que ganes la apuesta. Rose y Alice están vistiendo a Bella” dijo. “¿Y? Lo están haciendo todo el tiempo” dije, sin saber muy bien a dónde quería llegar. “Bella realmente quiere ganar. Le pidió a tu hermana uno de sus conjuntos. Y le pidieron ayuda a Rose. Lo siento tío, pero creo que vas a perder. No tienes ninguna oportunidad de competir contra ellas. Ellas no saben que sabemos esto, pero las mujeres tienen el poder. En serio, lo tienen. Pregúntale a Emmett. Él sabe. Bella no se ha dado cuenta del poder que tiene sobre ti todavía… estate agradecido por ello” dijo con una risa. “No puedo perder” le dije “Es perfecta en todo. Necesito ganar esto. Necesito llevarla a las Vegas” “¿Vegas, eh?” dijo Jasper “Eso suena genial” “Sí, lo es, así que realmente tengo que ganar.” Sabía que esto tendría que ir más allá que respirar cerca de ella y caminar sin camisa. Tenía que planear bien mi juego si quería estar a solas con ella en Las Vegas por un fin de semana entero. Había muchas cosas que quería enseñarle. Llevarla a espectáculos, llevarla a bailar. No perdería esta apuesta por un estúpido conjunto. “Jasper, necesito ayuda” le dije. “Cálmate, pensemos en esto por un minuto. Vale, ella te ama. Te quiere desde el instituto. Le gusta que seas un caballero y un romántico. Desde los dos últimos días, le has mostrado que puedes ser lascivo. No creas que no vi la escenita del cine. Así que ahora, actúa como un caballero otra vez. En vez de pensar en sexy, piensa en dulce. Empieza a imaginártela ahora en lencería para cuando la veas en el conjunto de Alice, al menos es ropa” “¿Esa es tu solución? Ser un caballero” pregunté escéptico. “Sí. No le digas que está buenísima, actúa perfectamente educadamente a su alrededor. Cuando ella avance hasta ti, no lo lleves más lejos de lo que es. Si te besa, NO lo profundices. Sé un caballero. Eso no debería de ser tan difícil para ti” Eso era lo que él creía. Esto iba a ser realmente difícil. Vegas, Vegas, Vegas. Me lo seguía repitiendo para mí. ¡Lo haría! Bella POV “Chicas vosotras mejor vestirse como yo. No iré por las calles de Port Ángeles pareciendo una puta yo sola” le dije a mis dos amigas. “No te preocupes” Rose se rió. “Nos vestiremos también… o nos desvestiremos, ya sabes” Estaba agradecida de que no hubieran hecho demasiado. El conjunto ya estaba solamente un poco por encima de lo normal. Sólo un toque de maquillaje y mi pelo volaría para darle volumen. Simple, pero en verdad se veía bien. Las chicas se cambiaron también. Rosalie en unos pantalones cortos que dejarían a Daisy Duke avergonzada y Alice en una falda negra. Rosalie también llevaba un cabestro rojo mostrando su escote, mientras Alice llevaba un top palabra de honor verde. Caminamos hacia el salón donde los chicos estaban escuchando Halo. Todos ellos pararon, se giraron, y me miraron mientras bajaba las escaleras con los altos tacones, agarrándome a Rose y Alice para que no me cayera. “Tío, vas a perder” Emmett le dijo a Edward, sin quitarme los ojos de encima. “Creo que hicimos bien” dijo Rose a Alice con una sonrisa. “Chicos, hemos decidido ir a Port Ángeles el día de hoy” les dijo Alice. “Ugh ¿Tenemos que ir?” se quejó Emmett “No” dijo Rosalie simplemente “Vosotros os podéis quedar” dijo como si no le importara. “¿En serio?” preguntó Jasper, claramente alegre por la respuesta. “Claro” dijo Alice con una sonrisa “Estoy segura que no nos será difícil encontrar a tres chicos para que nos escolten el día entero y nos lleven a bailar” dijo como si no importara. “¿sabes qué? Creo que podré con un viajecito a Port Ángeles” dijo Emmett levantándose y yendo hasta Rosalie “Yo también” dijo Jasper, uniéndose a nosotras. Edward no había dicho una palabra. Sólo avanzó hacia mí y se quedó enfrente de mí. Cogió mi mano y dulcemente me la besó, antes de entrelazar nuestras manos. Vale, eso me cayó como un jarro de agua fría. No estaba esperando esto. Aquí venía con un espectacular conjunto revelador y lo único que puede hacer es ¿besarme la mano? Quizás no me veía tan buena como pensaba que parecía. “Genial, vayamos” dijo Alice, bailando hasta la puerta, seguida de Rosalie y Emmett. Edward y yo éramos los últimos y él dulcemente me susurró al oído “Te ves hermosa” me sonrojé y bajé la mirada. Me encantaba cuando me llamaba hermosa, realmente me encantaba. Pero no iba hermosa hoy. Quería ser la reina del sexo hoy. Quería ponerlo al límite de su locura de manera que dimitiera. Pero no haría nada de eso. Intenté lo mejor que pude no frustrarme. Tendría que intentarlo más aún. Me senté al lado de Edward en el Jeep y descansé mi cabeza en su hombro. Me rodeó con su brazo y me abrazó. Pero quería mas, así que me escabullí hasta estar sentada en su regazo. “¿Es más cómodo?” preguntó con una risa. “Sí. Me gusta la manera en que se siente tu regazo” le susurré al oído, intentando ser sexy. Él sólo se rió otra vez. ¿Qué pasaba? Eché mi cabeza contra su pecho y él descansó su barbilla contra mi cabeza. “Te amo Isabella” susurró. Esto no entraba en mis planes. Así que pasé el resto del trayecto, echada contra un Edward sin respuesta, intentando pensar en formas que lo llevaran al límite. Todo lo que él hizo en todo el trayecto fue besar la parte superior de mi cabeza y hacer suaves circulitos en mi espalda. Era confortador e irritante al mismo tiempo. En algún otro momento lo habría disfrutado. Pero tenía que ganar la apuesta. Lo llevaría más lejos de lo que nunca había llegado y pensara que podía llegar. Bailar esta noche seguramente sería el quid de la cuestión. Sólo tenía que ser paciente. Y si había algo de lo que hubiera aprendido en estos últimos seis años, era a tener paciencia. _____________________________________________________
Suspiritos: MAKING LOVE OUT OF NOTHING AT ALL FAN FIC
Capítulo 8 : Buena nutrición La noche anterior fue en la que peor dormi. Ahora sabia por que Edward odiaba las noches, ¡Se hacian eternas! Dormi por una hora y despues comenzò a dolerme el costado del cuerpo. Me di la vuelta, pero uno de los tirante se clavaba en mi otro costado y no me atrevia a pedirle a Edward que lo arreglara nuevamente. A eso de las 2:30 finalmente me senté en la cama y juegué a las cartas con Edward, después escribimos el ensayo de la clase de salud y acomodé mi habitación. ¿Qué otra cosa podia hacer en mitad de la noche? Finalmente alrededor de las 5:30 senti que podia dormir pero no estaba del todo comoda. Me di muchas vueltas con lo cual Edward se sentó en la silla ante el inmimente ataque de mi vientre. A las 6:40 me desperté para comenzar el dia. Edward se habia ido, probablemente para cambiarse para la escuela. Yo comencé a revolver las cosas en busca de algo para ponerme. Charlie estaba despierto y me oia romper cosas por la habitación. "¿Bella? ¿Que es lo que estas haciendo? ¿Se rompio algo?" La cabeza de Charlie se asomó por la puerta. "Lo siento papá, tiré la mesita de luz con mi vientre. ¡Tendria que venir con una etiqueta de precaucion o algo por el estilo!" el me sonrió y agitó su mano "Me tengo que ir Bella. Diviertete con Alice mientras compran y te veré mañana después de clases. Comportate. Bueno, obviamente, si te hubieras comportado no estarias embarazada…" al parecer le causó bastante gracia su broma ya que pude escuchar sus risas mientras se dirigia hacia su auto. Concentrandome en mi closet, comencé a buscar que ponerme para ir al instituto. Tendria que haber un vestido que pudiera entrarme ¿verdad? Me puse uno por la cabeza y pasó por mi pecho de utileria hasta que se quedó atorado. El vestido era demasiado pequeño. Tiré con tanta fuerza para que entrara que ahora estaba atrapado en mi nuevo cuerpo. Estaba inclinada, tratando de quitarme el vestido por la cabeza cuadno le escuché. "¡Buenos dias Bella! ¿Que es lo que te has echo?" la caballería habia llegado. Alice se estaba riendo ante mi problema. Me volvi, enfrentandome hacia la direccion de la cual escuché la voz provenir, pero solo podia ver sus zapatos. "deja de reirte y ayúdame. Mi pecho se ha atascado en este vestido. Por favor ayúdame." "Me ire mientras la ayudas." Escuché a otra voz decir. "¿Edward eres tu?" ahora estaba mortificada. Me debia de ver fantastica, inclinada, con el trasero al aire y el vestido cubriendo mi cabeza. "Si Bella, voy a ir abajo mientras Alice te extrae de ese vestido." Pude escuchar su risa. "¡Sera mejor que corras o te lanzaré un corpiño! Entonces veremos quien se rie." Escuché la puerta cerrarse y las pisadas en la escalera. "Bella, quedate quieta, esta atascado en uno de los ganchos de tu vientre. Espera un minuto, aquí vamos." Me mareé un poco cuando me puse de pie despues de haber estado de cabeza tanto tiempo. "Libertad..." fue todo lo que murmuré. "Toma, ponte esto. Te entrará a la perfeccion. ¡Esta tarde compraremos mucha ropa de maternidad!" Alice comenzó a dar sus caracteristicos saltitos de emocion. "Gracias Alice, esta perfecta como siempre." Saqué de la bolsa una blusa de maternidad color azul marino que tenia unas mangas abuchonadas y la tela era liviana, para que no tuviera demasiado calor. Me puse un jean y estaba lista para irme. Alice me miraba desde la cama mientras me terminaba de arreglar. "Entonces…" se rio "Tuviste una noche interesante." Obviamente habia visto todo el tema del corpiño ni bien decidi que Edward me ayudase. Esperaba impaciente a que dijera algo. "Interesante, si, supongo que eso lo resume todo. ¿Habias visto alguna vez a Edward ponerse tan nervioso?" tuve que reirme al recordar su inhabilidad. Me acomodé mi cabello rapidamente en una cola de caballo mientras hablaba con ella. "No. Pero fue bastante entretenido." Sus labios estaban fuertemetne presionados como si tratara de no reir. Entonces su rostro se tensó. "¿Siempre tienes que leer mis pensamientos querido hermano? ¡Es bastante dificil tener una charla de chicas cuando estas espieando mis pensamientos!" "¿No tienes que estar en algun lado, Alice?" parado debajo del marco de la puerta estaba Edward, obviamente habia estado escuchando nuestra conversación. Enfadada con Edward, Alice se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta. "Diviertete manejando a la escuela, Bella. Hazle llegar bien tarde, por favor." Me miró por sobre su hombro y me dio un guiño. "Adios Edward. No te preocupes, cuidare de tu precioso Volvo." Le sacó su lengua meitnras salia de la habitación. "Al menos yo tengo un auto." Le lanzó. Edward avanzó otro paso dentro de mi habitacion y me sonrió. "Buenos dias Bella, es bueno ver tu hermoso rostro al fin." Su mano se extendió y me acercó hacia él, besando gentilmente mi cabeza. "Sera mejor que comas algo antes de ir al instituto o te quedaras dormida para el segundo periodo, casi dormiste en la noche." Me alzó en sus brazos y me cargó por la escaleras. Me miró confundido al ver que no me quejé. Para cesar su preocupacion, le sonrei y dije "No tengo energias como para pelear contigo hoy, ademas quiero ver mis pies por un minuto para asegurarme que los zapatos son iguales." Alcé mis pies en el aire para confirmar que los dos eran negros. "Si, son iguales. Gracias por la ayuda." Le besé la mejilla y gentilmente me dejó en la silla de la cocina. Mientras comia el desayuno, Edward me dio las novedades de su casa sobre Ebay. Jasper se habia pasado toda la noche apostado a las demas personas por 1,00. Emmett estaba enfadado por que su Jeep recien iba por los 12,000. Rosalie era la unica que no estaba entrando en estado de panico aun. Aun nos quedaban quince minutos antes de salir para el institutto. Edward se giró hacia mi y dijo "Valla mira la hora, sera mejor que vallamos llendo. Inmediatamente, miré al reloj. "Tenemos tiempo de sobra Edward ¿de que hablas?" "Si mi amor, pero tu manejas hoy, en tu antigua camioneta, por todo eso estimo que el viaje nos llevara al menos media hora." Una gran sonrisa se dibujó en su rostro mientras se sentaba a mi lado. Le funcí el seño en respuesta "Muy gracioso Edward. Ahora hare que llegues realmente tarde..." Desperdicié diez minutos buscando mi mochila y otros cinco tratando de buscar las llaces. Entonces, mientras caminabamos hacia el auto, me olvidé de cerrar la puerta y tuve que volver a hacerlo. Cuando finalmente consiguió meterme en el auto creyó que ya habia terminado, pero obviamente no. Iba a hacer que el señor puntual llegara tarde. Mientras trataba de arrancar el coche ‘accidentalmente’ dejé caer las llaves al suelo y las pateé debajo de mi asiento. Me incliné y traté de recogerlas, pero mi vientre se quedó atrapado debajo del volante y le tomó varios minutos sacarme de alli y tomar las llaves de debajo del asiento. Estaba bastante molesto, puso las llaves en el contacto y arrancó el auto lo cual me hizo reir. "Bella, vamos, ¡Aun yo podria hacer que llegaramosa tiempo a la escuela!" sonaba bastante exasperado. Sabiendo que habia pasado los limites me puse a manejar hacia la escuela. Para cuadno llegamos al estacionamiento todos los alumnos estaban en clase. Estacioné la camioneta en un lugar libre que habia al lado del Volvo. Escuché a Edward exhalar abruptamente mientras salia de la camioneta. Aun estaba enojado. Esperé a que diera la vuelta y me ayudara a salir por la puerta. Tomé su mano pero finji un pequeño tambaleo y, obviamente, aterricé en sus brazos. Le di una sonrisa cariñosa. "Lamento haberte echo llegar tarde Edward. ¿Me perdonas?" sus ojos ya no estaban llenos de enfado, pero aun estaba molesto. "No hay nada que perdonar, Bella. Esta bien." Trató y se fue caminando, pero no iba a dejarle ir. "Por favor, no te enojes conmigo Edward. ¿Por favor?" sabia exactamente lo que estaba haciendo, pero aun asi el no pudo resistierse y lo sabia. La irritación de sus ojos desaparecio por completo y fue reemplazada con perdón. Se inclinó muy cerca de mi y susurró "¿Como podria enojarme con la madre de mi no existente hijo?" y luego me besó. Me olvidé de mi nombre, de donde estabamos y de cuan tarde se nos habia echo. Todo lo que sabia era que podrian haber pasado horas, pero no me importaba. Me habria quedado alli todo el dia, pero el se apartó de mi y me dejó deslumbrada y completamente atontada. Complacido con si mismo, se rio y dijo "Hasta luego Bella, te veré en el almuerzo." Corrió hacia la clase dejandome atontada, admirando su hermosa forma de correr. Mis peticiones eran buenas, pero su ‘deslumbramiento’ gana nuestra pequeña competencia. En medio de la neblina emocional me moví hacia la clase donde fue recibida con un largo discurso sobre responsabilidad, cortesía y ser puntual. El resto de la mañana me la pase escuchando historias sobre que sucedió con los otros chicos cuando llegaron a sus casas y les dijeron a sus padres que estaban embarazados. No todos los padres habian sido tan tolerantes como Charlie, varios de ellos resultaron castigados por sus bromas. Tambien descubrí que Charlie no fue el unico en golpearse con el suelo, eso definitivamente le haria feliz. Mi falta de descanso se hacia mayor a medida que se acercaba el almuerzo, moria por ingerir algo de cafeina. Edward no me habia esperado despues de clase asi que esperaba que no siguiera enfadado por hacerle llegar tarde- la cafeteria se veia divertida con tantos vientres falsos dando vueltas por alli. Las cosas se caian por todas partes cuando las bandejas rebotaban contra los vientres, o cuando las chicas se sentaban en sus mensas y sius vientres rebotaban contra la superficie, haciendo que sus almuerzos volaran hacia los vecinos. Tres chicas salieron llorando de la cafeteria antes de que alcanzara la maquina expendedora. Miré hacia la mesa de los Cullen y vi a Edward sentado, hablando con Jasper. Me agito su mano y sonrio, supe que no estaba enfadado conmigo. Eso me hizo sentir mucho mejor. Puse las monedas en la maquina y estaba a punto de presionar el boton para una coca cuando una pequeña mano apreto el de agua mineral. "¿Qué diablos haces?" me di vuelta rapidamente, encontrandome con Alice sonriendome. "Bella, no puedes tomar coca, tiene mucha azucar y cafeina. Eso no es bueno para el pequeño Eddie o cuando estas embarazada, el agua mineral es la mejor opcion." En su mano noté un libro ‘Que esperar cuando estas esperando’ lo tenia abierto en la pagina de nutrición para el embarazo. Dandole una mirada, tomé el agua mineral de la maquina y marché hacia la mesa. Me senté a un lado de Edward y fruncí el ceño "¿Quién le dio el libro? ¿A quien debo agradecerle por esto?" Edward apuntó a Jasper quien me enviaba olas de tranquilidad. "Lo siento Bella. Creo que le resultaria un interesante material de lectura. No tenia idea de que iba a usarlo para torturarte. ¿Quieres que coma algo como castigo?" sonaba tan serio cuadno lo dijo que tuve que reirme. "No Jasper, no te obligare a que comas nada esta vez…" dije con una sonrisa. Una bandeja fue acomodada frente a mi, cortesia de Alice. En ella habia una ensalada de espinaca el cual supuse que seria sin adhereso que contuviera algun tipo de grasa. Tambien habia una manzana, jugo de naranja, unas pechugas de pollo grillé, un vaso de leche, on chocolate negro y uno blanco. "Bueno revise todo el libro y las mujeres embarazadas necesitan ingerir mas hierro, asi que traje espinaca, vegetales para mantenerte regular…" justo entonces Emmett comenzó a aullar. "el jugo de naranja tiene acido folico, el pollo proteinas y la leche para el calcio. No estaba segura si te gustaria el chocolate negro o blanco asi que traje de los dos." Tenia una expresion de conformidad en su rostro mientras repasaba todo. Me volví hacia ella, apoyé ambas manos sobre sus hombros y fimemente dije "Alice, sabes que no estoy embarazada de verdad ¿Cierto?" ella asintió con su cabeza "¿Entonces por que tengo que comer todo esto? ¡Aun si lo quisiera no podria! Y odio la espinaca…¿Esos son guisanntes? YUCK." Estaba llorisqueando para cuando termine. "Bien, si no quieres comer saludablemente y cuidar de ti y del pequeño Eddie, simplemente lo tirare." Alice tomó la bandeja pero la sujeté por la esquina antes de que fuera tarde. Era bastante buena para hacerme sentir culpable y lanzarme la culpa de la salud del ficticio Eddie era un golpe bajo. Saqué el pollo, la manzana y la leche. "Espera Alice, comere esto, pero la ensalada debe irse." Rosalie gritó repentinamente "¡JA! Paguenme chicos, yo gané." Extendió su mano hacia Edward, Jasper y Emmett y todos le dieron 20. Tenia una mirada triunfante en su rostro. "Gracias Bella. te compraré algo bueno esta tarde con mi ganancia." Sabiendo que me habia perdido de algo, me volví hacia Edward por respuestas. "¿Qué apostaron esta vez?" "Nada malo, solo apostamos cuanto comerias de lo que Alice te traeria. Jasper dijo que solo comerias la ensalada y el jugo de naranja. Emmett apostó que comertias todo. Rosalie apostó por el pollo y la manzana." "¿Y por que apostaste tu?" pregunté sospechosamente. Sus ojos inmediatamente se fijaron en la mesa. Debia de ser algo malo si le tomaba tanto tiempo en contestar. Sabiendo que estaria en problemas, dijo con tranquilidad "aposté que te enfadarias, levantarias de la mesa y tirarías la bandeja al suelo con tu vientre. Lo siento amor." "Y pensar que iba a dejarte manejar a la escuela mañana…oh bueno, lo arruinaste." Eso llamó su atención. Su ceño se frunció. Sabia que solo lo decia para molestarle, pero aun asi se lo creyó. Le sonrei mientras comia mi manzana. El almuerzo terminó y el resto del dia pasó sin mayores incidentes. Me encontré con Edward en mi casillero al finalizar el dia y nos dirigimos hacia el auto. "Toma, tú eres el de la super fuerza, lleva esto por mi." Le lancé todos mis libros. "Mi espalda humana se esta quebrando y necesito ahorrar fuerzas para ir de compras con Alice." El pasó su brazo alrededor de mi cintura y comenzó a frotarla mientras nos dirigiamos a la camioneta. "¡Bella, dale a Edward tus llaves para que podamos irnos!" dijo Rosalie mientras abria la puerta del Volvo. "Sera mejor que cuides de mi camioneta Edward. Si le haces daño a la bujía por forzarle a acelerar lo lamentarás. Y tampoco te dejaré comprarme un auto nuevo, me tendrás que llevar a la escuela todos los dias, ¿entendiste?" él asintio con su cabeza, sabiendo que hablaba muy en serio. Le di las llaves y un beso "Te vere mas tarde...si sobrevivo." Alice se metió al asiento trasero y me dejó acomodarme en el de copiloto, al lado de Rosalie. "Y tu Rosalie cuida de mi auto o todos vendremos mañana al instituto en la camioneta de Bella." amenazó Edward mientras cerraba mi puerta. Rosalie miró a Alice y le dijo algo a velocidad vampirica. Se volvió hacia mi y dijo "Bella, tienes puesto el cinturón de seguridad, ¿verdad?" sabia por el tono de su voz que tramaba algo. Edward estaba comodando mis libros en la parte trasera de la camioneta y se giró rapidamente "Rosalie…" fue todo lo que pudo decir antes de que escuchara la friccion de las ruedas y el auto saliera a una velocidad poco razonable. Lo acomodó en la calle y salimos del estacionamiento, dejando las marcas de las ruedas detrás de nosotras. Alice estaba aplaudiendo. "Rosalie, eso fue genial. Oh- creo que tendras que subir la apuesta de tu auto cuadno lleguemos a casa. Va a hacerte pagar esto…" "¿A quien le importa? ¡valio la pena!" rió Rosalie. Su mano se extendió para plamear mi pierna "¿Estas bien Bella?" Con toda la adenalina bombeando por mis venas me sentia mucho mejor y mas despierta. "Estoy bien Rosalie. ¡Vamos de compras!" ________________________________________________
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Capitulo 8 No existe la palabra “No” (Bella) “Unos días mas….unos días mas…”, me repetía a mi misma cuando Edward salía de mi oficina después de entregarme los spots finales de la campaña, tenia que editar los comerciales con ellos para presentarlos pasado mañana. “Solo unos días mas “, repetí, tocándome los labios, había pasado casi una semana desde que me deje llevar por mis impulsos…por mis sentimientos, por que aun cuando lo quisiera negar lo que sentía por Edward no solo era deseado o pasión desenfrenada era algo mas fuerte que no me atrevía a nombrar. Había decidido que renunciaría a Point en cuanto aprobaran la campaña, me mudaría con Alice y trataría de no estropear mas la vida de Rosalie, con el tiempo Edward lo olvidaría y seria feliz con ella…como antes como debió haber sido siempre. No hablábamos, no nos saludábamos, solo éramos robots hablando de trabajo, no nos mirábamos a los ojos y mas que nada no nos tocábamos, ni siquiera un roce de manos, era tentar demasiado al destino. Había hablado con Rosalie solo una vez, cuando se entero que viajaríamos a Cancún, para presentar la campaña, estaba feliz de que cuidaría a Edward por ella…eso hizo que tuviera que reprimir el cortar la llamada, no había aceptado ser niñera escudándome en que debía tener confianza, ella dijo que era una broma y dejo el tema algo confundida. Eleazar nos había informado del viaje hace dos días y ninguno hizo algún comentario, solo asentimos con la cabeza y nos dirigimos a nuestras oficinas De regreso al departamento, vi a Vanessa sentada en una banca afuera del edificio, la salude con la mano y ella sonrío. -¿Esta bien Bella?-, pregunto -Si …es solo que he estado pensado demasiado…-, le susurre -En tu amiga y su novio…-, inquirió en tono bajo, yo fruncí el ceño y ella inhalo fuertemente. -Lo siento Jacob estaba preocupado y…-, comenzó nerviosamente. -No te preocupes de hecho si he tenido eso muy presente-, admití -Lo amas…-, susurro y yo gire mi cabeza y la mire negando con la cabeza . -No…no…-, decía sin poder estructurar una frase -Perdón estoy siendo la vecina entrometida-, dijo algo apenada -No es eso, es que no puedo amarlo-, le dije sentándome a su lado -No pregunte si debías o podías, pregunte si lo hacías…-, dijo sonriente en un gesto muy parecido al de su novio. -No creía...no creo en el amor-, le dije titubeante -Sabes que eso es como decir que no crees en Dios-, dijo riendo -El que no creamos en las cosas no significa que no existen…-, explico -Aun cuando fuera cierto…no puedo sentir eso …por el…el ama a Rosalie-, le dije tragando el nudo en mi garganta -El lo ha dicho-, replico -…-, abrí la boca pero no pude contestarle -Tal vez deberías poner cada cosa en su lugar-, dijo levantándose y caminando hacia el elevador, la puerta se abrió y la sostuvo mientras me llamaba. -Bella-, dijo con una tenue sonrisa -Si…-, conteste -A veces usamos la palabra “No”, para escondernos de nosotros mismos…de lo que creemos puede dañarnos-, dijo y luego se despidió con la mano…me quede un rato ahí viendo los autos pasar desde la calle, mañana no iría a la oficina, prepararía mis cosas, Eleazar nos había dado el día y Edward solo iría a checar que todo estuviera listo y empacado para el viaje. Tenia un nudo en el estomago de pensar en estar con el sin ninguna defensa que no fuera la distancia que yo pusiera…aun no lograba entender como logre pedirle que se detuviera hace días…no era tan fuerte para soportarlo de nuevo. El siguiente día paso demasiado rápido, por mas que deseaba alargarlo no lo logre, lo único trascendental fue una llamada de Alice que me deseaba suerte en el viaje…parecía nerviosa, me recordó sus palabras y que siempre contaría con ella...pero no dijo nada, ninguna “visión” o presentimiento…nada. Nuestro vuelo salía muy temprano, estaríamos abordando a las 8 así que salí de mi departamento de madrugada, registre mi equipaje y espere a que fuera momento de abordar, minutos después llego Edward con Rosalie del brazo, mi amiga me vio y corrió a abrazarme, mientras yo luchaba por no hacer alguna estupidez -Espero que les vaya muy bien Bells-, me dijo sonriente -Esperemos Rose sino estaremos buscando trabajo-, le dije y ella sonrío al igual que su novio. -Es lo mejor que he hecho…que hemos hecho-, susurro el y yo asentí. Comenzaron a llamar a los pasajeros del vuelo y mi amiga me dio otro abrazo de despedida. -Nos vemos en dos días-, me susurro -Claro…cuídate-, le conteste y ella asintió sonriendo Se giro y abrazó a Edward mientras lo besaba, el no se movió solo la beso tenuemente y después la abrazó mas fuerte, me miro por encima de su hombro y yo desvíe la vista, comencé a dirigirme a abordar y el me alcanzo para caminar a mi altura sin decirme nada. Nuestros asientos estaba juntos…me senté al lado de la ventanilla y el del lado del pasillo, note como se tensaba conforme nos disponíamos a despegar. -Pasa algo…-, susurre -No me gusta volar--, dijo en tono tenso -¿Miedo a volar?-, pregunte sorprendida -Demasiado…-admitió agarrando el antebrazo de su asiento con fuerza. -Tranquilo…-, le dije tomando su mano, olvidándome de nuestro silencioso pacto de no contacto. -Cierra los ojos…nada va a pasar-, le dije recargándome sobre su pecho, el se relajo conforme mi otra mano subía y bajaba por su pecho, no solo era por el era por mi…su olor me ayudaba a relajarme…-Nada va a pasar…-, le susurre -Ahora no-, contesto, envolviéndome con sus brazos para quedar adherida a el, no hice movimiento solo me quede ahí mientras despegábamos…y me fui quedando dormida sintiéndome por primera vez en estos días tranquila. -Disculpen…disculpen-, decía una voz a lo lejos. Abrí los ojos y una aeromoza de mediana edad sonreía…, aun seguía sobre el pecho de Edward su reparación era acompasada, debía estar dormido. -El avión aterrizo-, dijo ella amablemente. -Gracias…-, le dije levantándome un poco -¿Luna de miel?-, pregunto ella -No…no somos…-, dije y ella parecía confundida. -Edward… Edward…-llame Abrí sus ojos verdes aun adormilados y sonrío al verme, me hizo sentir mi corazón latir de una forma descontrolada -Ya llegamos-, susurre -Dormimos mucho-, susurro -Así parece-, dijo la aeromoza antes de partir dándome otra sonrisa. Me levante y bajamos del avión, no dijimos nada mientras íbamos por el equipaje, salimos para tomar un taxi que nos llevara al hotel donde presentaríamos la campaña, ya en el auto, llamo mientras miraba por la ventana. -Habías estado aquí-, susurro -No…es hermoso-, dije aun sin mirarlo -Lo es…-, susurro -¿ Y tu?-, le dije mirándolo -No…ahora entiendo por que se considera mágico-, dijo sonriendo Llegamos al hotel y nos presentamos en Recepción, nos informaron que la junta con la Dirección y los dueños de la cadena seria en unas dos horas después de la comida, nos dieron nuestras habitaciones que solo estaba separadas por so cuartos mas, nos instalamos y bajamos a comer algo ligero antes arreglar todo para la reunión. -¿Crees que lo logremos?-, le dije sin mirarlo -Si…-, contesto seguro -¿Cómo lo haces?-, le dije retándolo mientras sus ojos se cruzaban con los míos -Como puedes estar tranquilo y sereno mientras yo estoy aterrada de presentar el trabajo-, le explique y el sonrío -Bella…-, dijo tomando mi mano, la sensación de su piel contra la mía fue indescriptible, como miles de choques eléctricos pero intensificados con el calor de nuestros cuerpos en aquel clima -Recuerdas el avión…me dijiste que nada pasaría, confíe en ti…ahora tu confía en mi…lo aceptaran-, dijo y alejo su mano para seguir comiendo, le sonreí y asentí incapaz de decir nada, nunca me había sentido así con nadie, sin dudas, sin temor. Fuimos a nuestras habitaciones para arreglarnos y nos encontramos en el lobby, con nuestras portátiles, nos dispusieron la sala de juntas con todo lo necesario, pronto conocimos a los directivos de la cadena hotelera, dimos nuestra presentación, y jamás me sentí tan segura como en ese momento, Edward y yo exponíamos nuestra propuesta con tranquilidad, y con veracidad, terminamos y nos felicitaron, pidieron que les permitiéramos decidir y platicar en privado, nos darían su resolución mañana por la tarde durante el espectáculo nocturno. Cenamos ligeramente y me fui a mi habitación evitando hablar con Edward, parecía querer evitarlo pero solo se quedo ahí en el pasillo mientras yo entraba a la habitación y le susurraba un “Buenas noches”. Me levante con el sol entrando por la ventana, las habitaciones tenia terrazas pequeñas con vista a la Playa, me puse un vestido blanco y me senté en la silla de la terraza y mire el mar, mientras lloraba por que desee que lo que hubiera dicho la aeromoza fuera realidad, estar aquí con Edward como su esposa…resultaba algo tan bello como imposible. Tocaron a la puerta y me limpie los ojos mientras me disponía a abrirla, Edward estaba parado fuera de mi habitación me miro y frunció el ceño… -¿Bella?-, pregunto, -¿Pasa algo?-, susurro -No es solo …tonterías-, le dije y el desvío la mirada -Vamos a almorzar-, le dije y el asintió -Se que no fue el mejor momento…pero me gusto trabajar contigo-, dijo antes de beber su jugo de naranja -Lo se …pero fue un placer también-, dije y desvíe la mirada, “Mala elección de palabras”, el no dijo nada durante el resto del almuerzo, era incomodo hasta cierto punto estar con el…por las razones obvias pero también se sentía tan bien tenerlo cerca, estar junto a el en acciones tan básicas como estas. -Quieres ir a la alberca-, pregunto mientras caminábamos por los jardines del gran complejo hotelero. -No se…-, susurre -Prefieres seguir sola-, dijo casi inaudiblemente y yo tome su mano sin decir nada…no era correcto pero solo me quedaba este día, al regresar daría mi renuncia. El sonrío y caminamos hasta la gran alberca, nos sentamos cerca del área del pool bar en una silla, me quite el vestido dejando mi traje de baño azul, por un momento Edward se quedo quieto, después se quito su playera lentamente dejándome sin aliento, trate de no pensar, me recosté y cerré los ojos. Después de un rato, me di cuenta que el me observaba desde la alberca, su cabello estaba mojado y pegado a su frente, le sonreí y baje la mirada sonrojada. -No piensas mojarte estando en la playa…-, dijo en tono algo burlón. -No…-, susurre -Bella…si estas incomoda…-, dijo titubeante, me levante y me senté en la orilla al lado de el, mojando mis piernas. -Eso es algo…-, le susurre -Por favor-, dijo sonriendo -No me gusta nadar…-, le susurre viendo hacia la playa. -Por que-, pregunto -No hay un motivo…-, le dije echándole agua con una mano, el sonrío y jalo mis piernas haciéndome caer dentro de la alberca, me entro el pánico, y el me sostuvo de la cintura mientras mi cuerpo temblaba. -Bella, ¿Qué pasa?-, susurro aun manteniéndome segura en sus brazos -No me gusta nadar…-, le conteste -Por…- -Cuando tenia 6 mama nos llevo a la playa por primera vez y ella estaba demasiado ocupada vigilando a Alice, no me di cuenta lo profundo del agua hasta que comencé a ahogarme…una pareja me saco mientras veía a mi mama llorar…tiempo después supe por que lloraba aun cuando estaba segura de que yo estaría bien…-, le dije desviando la mirada, el levanto mi mentón y me obligo a mirarlo -Si…Charlie hubiera estado con nosotras no hubiera tenido que depender de desconocidos…-, le susurre -Confía en mi-, me dijo acariciando la mejilla Solo en el…era el único hombre en el que confiaba y lo hacia por que lo amaba…no había otra razón, esta enamorada de el y sabia que el separarme de el me dolería mas que cualquier otra cosa, mas que el asunto de mi padre o la poca atención de mi madre…mas que cualquier cosa que hubiera vivido, por eso lo abrace mientras nuestros cuerpos se juntaban con el agua, el me estrecho y no hizo ningún otro movimiento. Estuvimos algunos minutos así mientras el agua nos movía tenuemente, me separe y el sonrío tenuemente, pero había dolor en sus ojos, igual que en los míos. -Iré a descansar un poco, nos vemos en el evento para saber si firmaran…-, le dije mientras me recargaba en la orilla, el asintió y salí de la alberca. Al llegar a mi habitación, me acosté en la cama y reprimí las ganas de llorar no podía permitirme que el notara nada, ni siquiera mis ojos rojos, me quede dormida con el murmullo del mar que entraba tenuemente por el ventanal. Me desperté con solo media hora antes de la cena, me duche rápidamente y me puse un vestido azul de vuelo hasta debajo de la rodilla, era pegado en el abdomen y mi pecho se cubría con dos trozos de linda tela bordada que se amarraban en el cuello, me puse unas zapatillas bajas y recogí mi cabello en una coleta. Salí de mi habitación y me dirigí al área de espectáculos, había mesas en frente de todo el escenario, con lámparas que combinaban con las tonalidades del atardecer. Edward estaba parado, con una camisa blanca y un pantalón negro, me miro y sonrío mientras me acercaba. -No debo decirlo...pero lo sabes verdad-, susurro y yo desvíe la mirada -Lo siento-, me dijo levantando mi mentón -Si lo se…gracias-, le conteste. -Edward y Isabella…Buenas tardes-, dijo el Sr. Garret Simons, director de Publicidad de la Cadena. -Buenas Tardes…-contestamos. -Bien, solo quiero informarles que la campaña se firmara con Point…me contactare con Eleazar el lunes, ahora por favor disfruten del evento-, dijo invitándonos a tomar asintio, nosotros sonreímos mientras se alejaba. -Te lo dije-, susurro Edward a mi oído Lo abracé y el beso mi cuello haciendo que me separar de inmediato. -Perdón…lo siento por favor…no te vayas-, dijo mientras me ofrecía una silla, me senté sin mirarlo y nos trajeron platos con canapés y mariscos gratinados, el espectáculo comenzó, eran bailes prehispánicos de culturas mexicanas, trate de concentrarme en el escenario y que acabara lo mas pronto posible para que esto acabara, cuando el espectáculo termino, la gente había terminado de comer, se fueron dispersando lentamente, me levante de la mesa mientras Edward me veía. -Buenas noches…descansa-, le dije antes de girarme y caminar rumbo a las habitaciones. No me siguió, así que cambie el rumbo y me senté en el inicio de la playa con mis pies en la arena. Las lágrimas comenzaron a salir mientras solo podía oír al mar rugir. -Bella-, susurro su voz aterciopelada y yo no dije nada, trate de limpiarme un poco la cara sin volver a mirarlo -Bella-, dijo sentándose a mi lado -Necesito hablar contigo…no puedo seguir viviendo como si nada hubiera pasado-, me susurro mientras me esforzaba por no voltearme -No hay nada de que hablar Edward-, dije levantándome y caminando a mi habitación evitando las ganas de correr -Bella…-, jalo mi brazo antes de que pudiera abrir la puerta de mi habitación. -Edward....-, le dije llorando -Perdóname…pero esto es más fuerte que yo-, dijo mientras suavemente tomaba mi cara entre sus manos y me besaba suavemente Yo lo bese con más fuerza llevando mis manos a su cabello. Abrió la puerta de la habitación y entramos besándonos, la cerró con su pierna y me levanto para dejarme sobre la cama, beso mi cuello, y paso su lengua mientras yo me mordía el labio. Quería tener la fuerza suficiente para no traicionar a Rose pero tanto el como yo solo éramos nosotros ahora, habiamos olvidado todo lo demás. Se separo y me miro a los ojos, y sonrío con sus ojos vidriosos. -Sabes que jamás haría esto…pero tenía los pies plantados en el suelo hasta que te vi Bella, después de eso piso sin el suelo, a cada minuto-, me susurro al oído mientras yo besaba su cuello, eso era suficiente para mí, para olvidarlo todo y entregarme al único hombre que he amado en mi vida. Lo bese con todas mi fuerzas y nos separamos jadeando mientras el bajaba a mi cuello y mordía suavemente haciéndome gemir, sus manos recorrían mi cuerpo por encima de la tela mientras las mías se metían por debajo de su camisa. -Te deseo tanto-, le susurre y el gruño mientras su manos fueron al nudo de mi vestido y lo desabrocho, se separo y lentamente bajo las tiras que cubrían mi vestido, lleve mis manos instintivamente a mi pecho y el las tomo al vuelo y las dejo a ambos lados de mi cara sujetas por las muñecas con su manos, me beso suavemente y después bajo lentamente hasta llegar al centro entre mis pechos, mi reparación se había vuelto irregular, levante instintivamente mis caderas y el gimió, su nariz rozó uno de mis pezones haciéndome gemir, me estaba torturando, yo luchaba por liberar mi manos mientras lentamente se llevo un pezón a mi boca y lo beso y acaricio con su lengua. -Edward…-, gemí en voz alta y sus manos recorrieron todo el contornó de mis brazos hasta cubrir mis dos pechos y comenzarlos a acariciar mientras el me besaba en la boca y yo llevaba mis manos adormecidas a su cabello, lentamente bajo el cierre del vestido y lo comenzó a empujar hacia abajo, lo quito totalmente mientras su mirada recorría mi cuerpo, me sonroje y desvíe la mirada. -Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida-, susurro en mi oído -No es cierto-, le dije pensando en Rosalie, sintiendo por un momento un fuerte dolor en el pecho. -Si…lo eres… hermosa, irreal, la única que me vuelve completamente loco, la única que será mía…solo mía-, dijo antes de besarme, mis manos subieron su camisa y el se separo para poder desabrochar los botones, cuando su torso estuvo desnudo, pase mis manos por toda su piel mientras el gemía haciéndome sonreír. Comencé a desabrochar su pantalón y el volvió a encontrar mis pechos haciéndome arquera la espalda. -Completamente loco-, me dijo mordiendo mi pezón provocando un ligero grito de mi parte. Mis manos recorrieron su trasero aun con sus boxers, y una de sus manos entro en mi ropa interior, rozo ligeramente y yo cerré los ojos, nadie me había hecho sentir así, no había dejado que ningún hombre se acercar tanto a mi. Me quito la única prenda que estaba sobre mi cuerpo y siguió con sus ligeros toques haciéndome creer que las palpitaciones no se detendrían nunca. -Edward-, gemí mientras quitaba desesperadamente su ropa interior, su erección rozando contra mi muslo me estaba volviendo loca, jale su cabello para atraerlo a mi, y lo bese mientras el introducía un dedo en mi, jadee y el sonrío tenuemente, -Hazme el amor, hazme sentir mujer-, le susurre antes de besarlo nuevamente, con su mano separo mis piernas y entro en mi…mientras se detenía y gemía fuertemente. -Eres virgen…-, jadeo -Si…-, respondí algo insegura. -No existe el suelo…-dijo antes de besarme y entra completamente en mí, jale su cabello mientras mi boca se trababa con la suya. -Tranquila…-, susurro en mi oído El piqueteo de dolor se convirtió en un hormigueo que me hizo frotarme contra el, gimió en mi oreja y salio volviendo a entrar lentamente, y de nuevo y de nuevo, ahora me sentía morir. -Mas…mas-, jadee mientras su ritmo se volvía frenético, tomo una de mis piernas y la levanto colocándola en su cintura, hice lo mismo con la otra y el gimió y susurro mi nombre con voz ronca, me levanto abrazándome entre sus brazos y quede sentada con el dentro de mi, gemimos al unísono mientras el echaba su cabeza hacia atrás, sentí como comenzaba a temblar mi cuerpo, apoye mis piernas en la cama, gimiendo con cada movimiento y comencé a moverme para friccionar su miembro aun en mi, el gimió y llevo sus manos a mi cintura y comenzó a ayudarme a entrar y salir de el, con solo unos momentos mas grite sintiendo el mayor orgasmo que me hubiera imaginado, el enterró su cara en mi pecho y beso en medio de mis senos. -Cambiaste mi vida…-, le susurre mientras me recostaba en la cama aun con el abrazándome. -Y tu la mía..-, dijo contra mi piel para luego suspirar y cerrar los ojos. Me sentía suya atrapada en su abrazo, y cuando estaba por rendirme al cansancio susurre lo que no me había atrevido a decir, cuando el estaba despierto -Te amo Edward-…. ____________________________________________
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