Capítulo 21. En marcha el plan de juego. Bella POV Vale, Bella. Sólo cálmate. Solamente es un hombre desnudo. Corrección… ¡Es un EDWARD desnudo! Sí, pero eso no debería importar. ¿Por qué armaba tanto follón? Ya lo había visto antes desnudo. Sí, pero siempre pudiste hacer algo para remediarlo. Y un Edward desnudo es SIEMPRE algo por lo que armar follón. Bueno, eso era verdad. Quizás debería ignorarlo e irme a la cama. Pero entonces el pensamiento de Edward sentándose en el jacuzzi y desnudo empezó a meterse en mi mente, y se veía realmente bien. Y quizás, si me había afectado tanto a mí, entonces mi cuerpo desnudo lo afectaría también a él… quizás. Sólo había una manera de averiguarlo. Seguí el rastro de ropa que Edward había dejado atrás. Afortunadamente, su cuerpo ya estaba sumergido en el agua y las burbujas me prevenían para no ver nada. Pero eso sólo me ayudó un poquito, porque yo sabía que tesoro gigante se encontraba bajo la superficie… y realmente quiero decir gigante. “Así que has decidido acompañarme” dijo, con una voz difícilmente resistible. “Pensé que estarías solito” dije, quedándome al lado suyo al borde del jacuzzi. Se echó hacia delante y se acercó hacia mí, enseñándome más de su cuerpo conforme se inclinaba. “Pensaste bien” ronroneó en mis labios antes de besarme dulcemente. Mi corazón comenzó a latir fuertemente, estoy segura de que él podía oírlo, y mi respiración se hizo superficial. “Supongo que debería quitarme la ropa” dije una vez que me soltó. “No tienes por qué” dijo como si no le importara lo que fuera “Pero supongo que será más cómodo que sentarte en ropa mojada. Aunque a mí me gustaría ver ambas cosas” añadió con una deslumbrante sonrisa. Vale, si él iba a jugar para ganar, entonces lo haría yo también. Ese truco que hizo en el cine fue mucho peor que mi maniobra de la cena, y ahora ¿el juego del jacuzzi? Ni de coña. No iba a desistir tan fácilmente. ¡No señor! Así que, pensé que lo podría poner un poquito más interesante. “A lo mejor puedes tener un poco de los dos” dije seductoramente. Alzó sus cejas y me miró “¿oh? ¿Y cómo propones que lo hagamos?” preguntó, la emoción se leía en su rostro, casi me río, pero en vez de eso me sonrojé. Me quité los zapatos y calcetines y entré, completamente vestida, al jacuzzi “Fácil. Así” dije cuando entré y me dirigí hacia la parte del jacuzzi donde él estaba. Me quedé de pie de manera que pudiera ver cómo la ropa se me quedaba pegada al cuerpo. “Quizás puedas ayudarme a quitarme la ropa mojada” sugerí. Pero antes de que tuviera tiempo de sentarme, ya estaba a mi lado. Me aseguré de que mis ojos no recorrieran su cuerpo de Dios griego cuando se acercó incluso más a mí. Si miraba a alguna parte de su cuerpo, sabía que perdería al instante, y no podía permitírmelo. Así que simplemente miré a sus verdes ojos que brillaban con lujuria. Suavemente presionó su cuerpo contra el mío, dándome una increíble sensación al empujar la ropa mojada contra mi cuerpo más aún, y me besó. Tío, ¡Me besó! Mientras nos besábamos, sus manos fueron hacia la parte baja de mi camiseta y nuestros labios se separaron por un segundo para poder aspirar en tan necesitado aire y me deslizaba la prenda por encima de la cabeza. Pero tan pronto como se hizo caso omiso de ello, sus labios volvieron a mí. A continuación, sus manos se movieron de mi estómago hacia mi falda, la cual bajó de un fluido movimiento, y yo me la quité. Él hizo lo mismo con mis pantis antes de volver a mi espalda mientras me besaba en el cuello. Desabrochó mi sujetador y dejé que se resbalara por mis brazos hasta caer al agua junto a la falda y ropa interior. Su boca reclamaba la mía y sus manos bajaron por mi espalda, haciéndome escalofriar, antes de agarrar mi trasero y acercarme más a él. Podía sentir el pliegue de cada músculo de su cuerpo presionando contra mí. Y hablando de cosas que se apretaban contra mí, estaba muy claro que por la presión ejercida a mi estómago, él estaba disfrutando el beso tanto como yo. Dejó ir mis labios y me bajó hacia el agua para sentarme en su regazo. “Bella. Estás haciendo la victoria muy difícil” dijo antes de besar la parte superior de mi pecho derecho. Dejé escapar un leve gemido. “Podría decir lo mismo de ti” dije sin aliento. No quería nada más en ese momento que desistir y decir “a la mierda la apuesta, te deseo”, pero algo me paraba. Creo que era el orgullo. Ja… orgullo, en una situación como esta. Pero en serio, siempre era bueno deslumbrándome. Siempre tenía ese loco efecto en mí que provocaba que todos mis huesos se me hicieran caramelo y mi voluntad se disipara. Pero por una vez, quería la que se lo hiciera a él. Quería hacerlo desear estar conmigo. Quería ser la que le enseñara que podía ser igual de dominante que él. No hacía falta que lo supiera después de esto, nunca lo volvería a intentar de nuevo. Había que hacer mucho esfuerzo. Su lengua entró en mi boca mientras con sus manos masajeaba mi pecho. Vale, eso no era justo. Ya estaba tan cerca de desistir, que no podía apenas centrarme. “¿Quieres que te diga lo que quiero hacerte?” me preguntó en una voz ronca, con profundas respiraciones. ¡Oh mierda! Siempre había querido que Edward me hablara lascivamente. Realmente quería que lo hiciera. Pero no ahora… no cuando estoy intentando controlarme. Si decía sí (Y realmente, de verdad que quería decirlo) perdería la apuesta. Y NO perdería esta apuesta. Con toda la fuerza de voluntad que pude sacar, me separé de su cuerpo. Le di un corto y rápido beso en la mejilla y salí del jacuzzi. Sin mirar atrás corrí hacia la casa y subí las escaleras. ¡Necesitaba una ducha fría y ahora! “¿Bella?” salté ante la voz, y me giré para ver a Jasper “Oh Dios mío Bella, lo siento” dijo mientras se giraba y se tapaba los ojos. Genial, simplemente genial. “Lo lamento Jasper. Pensé que todos estaban durmiendo” “¿Así que andas por la casa mojada y desnuda cuando toda la gente está durmiendo?” se rió “Tío, Emmett y yo debemos empezar a traer gente por la noche. Nos podemos sacar una fortuna” dijo con una risa. “No puedo creer que estés burlándote de mí en un momento como este” dije impresionada. “Lo siento. No pude evitarlo” se disculpó. “Buenas noches, Jasper” dije mientras caminaba hacia la habitación de Edward y mía. Entré a la ducha e hice desaparecer todo el estrés que el jacuzzi y el cine me habían provocado. Edward POV Era un horrible pensamiento, pero lleno de diversión. Ojala supiera lo guapa que era. Para ser honestos, me alegraba de que se hubiera ido, porque después de que me sentara con ella en mi regazo, perdí. Una vez que nos sentamos, no tenía ninguna intención de parar, y ella ni siquiera lo sabía. Pensaba que sería su culpa si íbamos a más. Me salvó a mí parando y yéndose. Pero incluso cuando se iba, se veía muy adorable. Sólo deseaba que no subiera las escaleras en su apuro. Bueno, podría irme también a la cama. Quizás un buen descanso me ayudara a aclarar mis pensamientos y me rejuvenezca para otro día de tortura. Me salí del jacuzzi y lentamente me dirigí a subir las escaleras. “¡Edward! Maldición ¿Qué pasa contigo y tu novia para andar desnudos por la casa?” preguntó Jasper en un susurro fuerte. Solté una leve risa “Así que, me imagino, que viste a Bella por aquí” dije. “Sí. ¿Has perdido la apuesta ya?” preguntó. “Casi, por no aún” le dije. “Tío, tu fuerza de voluntad es impresionante. Ella está buenísima” “Jasper, ¿Te importaría no decirme lo hermosa que es mi novia después de haberla visto desnuda? Ya sé que al menos que tienes un pensamiento inapropiado con ella” le dije. “Lo siento, tío. ¿Pero puedes culparme? Quiero decir, soy un tío.” Eso era verdad. Incluso si Brett viera a Bella desnuda, no habría manera de que ni siquiera pensara en ello. Ella era perfecta. Su suave piel marfil cubriendo cada curva de su cuerpo la forma en que sus pechos se elevaban y caían cuando la hacía respirar más fuerte de lo normal. Su plano vientre que tenía perfectas caderas. Y el trasero tan perfecto, podrías… “Tío, ¿Podrías no excitarte cuando estás desnudo y delante de mí?” Jasper interrumpió el hilo de mis pensamientos. Bajé la mirada para ver que mi pensamiento me había hecho estar un poco excitado (vale, lo admito. Me excitó bastante.) “Bueno, ni de coña me puedo ir a dormir con ella así” “¿Por qué no?” preguntó. Le eché una mirada como diciendo que la respuesta debería ser obvia. “No, en serio. Si quieres que ella pierda, tienes que ir a la cama así. No podrá soportarlo” explicó. Dudé, pero realmente ¿Qué podía perder? Si ella perdía tendría sexo y Las Vegas, y si yo perdía, solamente tendría sexo. Ahora mismo, no le veía ningún lado negativo. Además, podría llevarla a las Vegas en cualquier otra ocasión. “Vale, gracias tío” le dije antes de irme. “Las únicas gracias que necesito es que te pongas la maldita ropa” se rió. Silenciosamente abrí la puerta para ver a Bella que ya estaba y por lo que parecía, bien dormida. Caminé hacia allí y subí a la cama a su lado y la puse cerca de mi cuerpo, amando la sensación que tenía ante el tacto de su camisón y mi piel desnuda. No hacía falta decir, que me llevó tiempo en dormirme con todo lo que había pasado en la noche. Era bueno que estuviera dormida, o de nuevo, habría perdido la apuesta. Soy muy débil. E incluso cuando me quedé dormido, mis sueños con Bella eran de todo menos puros. Bella POV Me levanté sintiéndome sorprendentemente renovada. Por todo lo que había ocurrida el día anterior, cuando llegué a la almohada, me encontré mentalmente y físicamente exhausta. Ni siquiera me di cuenta cuando Edward vino a la cama. Me pregunto cuánto tiempo se habría quedado en el jacuzzi. Me giré cuando me percaté de que no me estaba abrazando como normalmente solía hacerlo cuando me levanté. Y entonces, ahí estaba. Dormido con una pequeña sonrisa en su gloriosa cara. Soltó un pequeño gemido y suspiró mi nombre sin apenas aliento. Y fue entonces cuando mis ojos se alejaron de su rostro, yendo más abajo hasta ver que Edward había montado una tienda de campaña en la cama. Mi respiración se volvió realmente rápida y me encontré a mí misma poniéndome rápidamente excitada. Estaba soñando conmigo. El pensamiento de mí le hacía eso. Y en ese momento deseé poder leer mentes y averiguar que estaba pensando y haciéndome, o yo haciéndole a él. Me quité las sábanas de encima y salí de la habitación rápidamente. Ni de coña iba a estar en la misma habitación que él. Así que fui a la habitación de Alice y empecé a pegar en la puerta. Jasper respondió. “Bella, es bueno ver que encontraste algo de ropa” se rió. Yo sólo le entrecerré los ojos. “Entra, Bella” escuché a Alice gritar desde dentro de la habitación. Pasé a Jasper y entré. “Alice, estoy teniendo MUCHOS problemas con esta apuesta. Y necesito ganar” dije mientras andaba de un lado para otro en su habitación “Necesito uno de tus conjuntos” le dije, rezando que no me arrepintiera de decir eso. Ella vino y me abrazó fuertemente “Estoy muy orgullosa. No me encantaría ninguna otra cosa” dijo, y entonces se separó de mí “Jasper, ve a traer a Rosalie ya” le ordenó a Jasper y se fue. “¿Qué pasa?” preguntó Rose cuando entró en la habitación momentos después. “Bella, aquí quiere que la pongamos sexy” dijo Alice mientras pretendía secarse una lágrima de su cara llena de orgullo. “Dios. Oh, ya tengo el conjunto, si no te importa, Alice. Quiero decir, soy una experta en el campo de los modelitos sexys” dijo Rose. “Con todo lo que conlleve, el armario es tuyo” dijo Alice. Rose corrió y de repente sentí que un miedo se instalaba en mí. Volvió un par de minutos después con un conjunto en sus manos. “Llevarás esto hoy” dijo mientras me lo sostenía. Me lo dio y me lo probé. La falda no era siquiera una falda. Estaría mejor clasificado como cinturón “Chicas, esto no es ropa. Es un accesorio” les dije. “Oh, tienes las suficientes piernas para ello, no te preocupes” Alice me aseguró. La camiseta solamente me llegaba por debajo de los pechos y tenía capas alrededor. Parecía algo que se llevaba a las fiestas, no para ir a Forks. “No puedo llevar esto en Forks” les dije. Alice miró a Rose “Tiene razón” dijo “Oh, ya sé, vayamos a Port Ángeles hoy” dijo, de repente emocionada “Quizás podamos ir a bailar otra vez” “Eso sería muy divertido. Oh dios mío, Bella, si bailas con Edward otra vez, él perderá totalmente la apuesta” Exclamó Rose “Vamos, preparemos tu pelo y maquillaje” dijo, sentándome en un silla. Edward POV Bella y yo estábamos haciendo el amor en la playa donde le había dicho por primera vez que la amaba cuando de repente escuché a… ¿JASPER? “Tío, tienes que despertarte” dije, y gemí y lancé las almohadas por encima de mi cabeza. No quería levantarme todavía. Quería terminar mi sueño. “En serio, tienes que aprender a controlar esa cosa” dijo Jasper con una risa. Me senté y lo miré. “¿Soñando con Bella?” preguntó cuando movía las cejas arriba y abajo. “¿Qué quieres?” pregunté, realmente molesto con mi mejor amigo. “Vine para advertirte. Soy un tío, por lo que quiero que ganes la apuesta. Rose y Alice están vistiendo a Bella” dijo. “¿Y? Lo están haciendo todo el tiempo” dije, sin saber muy bien a dónde quería llegar. “Bella realmente quiere ganar. Le pidió a tu hermana uno de sus conjuntos. Y le pidieron ayuda a Rose. Lo siento tío, pero creo que vas a perder. No tienes ninguna oportunidad de competir contra ellas. Ellas no saben que sabemos esto, pero las mujeres tienen el poder. En serio, lo tienen. Pregúntale a Emmett. Él sabe. Bella no se ha dado cuenta del poder que tiene sobre ti todavía… estate agradecido por ello” dijo con una risa. “No puedo perder” le dije “Es perfecta en todo. Necesito ganar esto. Necesito llevarla a las Vegas” “¿Vegas, eh?” dijo Jasper “Eso suena genial” “Sí, lo es, así que realmente tengo que ganar.” Sabía que esto tendría que ir más allá que respirar cerca de ella y caminar sin camisa. Tenía que planear bien mi juego si quería estar a solas con ella en Las Vegas por un fin de semana entero. Había muchas cosas que quería enseñarle. Llevarla a espectáculos, llevarla a bailar. No perdería esta apuesta por un estúpido conjunto. “Jasper, necesito ayuda” le dije. “Cálmate, pensemos en esto por un minuto. Vale, ella te ama. Te quiere desde el instituto. Le gusta que seas un caballero y un romántico. Desde los dos últimos días, le has mostrado que puedes ser lascivo. No creas que no vi la escenita del cine. Así que ahora, actúa como un caballero otra vez. En vez de pensar en sexy, piensa en dulce. Empieza a imaginártela ahora en lencería para cuando la veas en el conjunto de Alice, al menos es ropa” “¿Esa es tu solución? Ser un caballero” pregunté escéptico. “Sí. No le digas que está buenísima, actúa perfectamente educadamente a su alrededor. Cuando ella avance hasta ti, no lo lleves más lejos de lo que es. Si te besa, NO lo profundices. Sé un caballero. Eso no debería de ser tan difícil para ti” Eso era lo que él creía. Esto iba a ser realmente difícil. Vegas, Vegas, Vegas. Me lo seguía repitiendo para mí. ¡Lo haría! Bella POV “Chicas vosotras mejor vestirse como yo. No iré por las calles de Port Ángeles pareciendo una puta yo sola” le dije a mis dos amigas. “No te preocupes” Rose se rió. “Nos vestiremos también… o nos desvestiremos, ya sabes” Estaba agradecida de que no hubieran hecho demasiado. El conjunto ya estaba solamente un poco por encima de lo normal. Sólo un toque de maquillaje y mi pelo volaría para darle volumen. Simple, pero en verdad se veía bien. Las chicas se cambiaron también. Rosalie en unos pantalones cortos que dejarían a Daisy Duke avergonzada y Alice en una falda negra. Rosalie también llevaba un cabestro rojo mostrando su escote, mientras Alice llevaba un top palabra de honor verde. Caminamos hacia el salón donde los chicos estaban escuchando Halo. Todos ellos pararon, se giraron, y me miraron mientras bajaba las escaleras con los altos tacones, agarrándome a Rose y Alice para que no me cayera. “Tío, vas a perder” Emmett le dijo a Edward, sin quitarme los ojos de encima. “Creo que hicimos bien” dijo Rose a Alice con una sonrisa. “Chicos, hemos decidido ir a Port Ángeles el día de hoy” les dijo Alice. “Ugh ¿Tenemos que ir?” se quejó Emmett “No” dijo Rosalie simplemente “Vosotros os podéis quedar” dijo como si no le importara. “¿En serio?” preguntó Jasper, claramente alegre por la respuesta. “Claro” dijo Alice con una sonrisa “Estoy segura que no nos será difícil encontrar a tres chicos para que nos escolten el día entero y nos lleven a bailar” dijo como si no importara. “¿sabes qué? Creo que podré con un viajecito a Port Ángeles” dijo Emmett levantándose y yendo hasta Rosalie “Yo también” dijo Jasper, uniéndose a nosotras. Edward no había dicho una palabra. Sólo avanzó hacia mí y se quedó enfrente de mí. Cogió mi mano y dulcemente me la besó, antes de entrelazar nuestras manos. Vale, eso me cayó como un jarro de agua fría. No estaba esperando esto. Aquí venía con un espectacular conjunto revelador y lo único que puede hacer es ¿besarme la mano? Quizás no me veía tan buena como pensaba que parecía. “Genial, vayamos” dijo Alice, bailando hasta la puerta, seguida de Rosalie y Emmett. Edward y yo éramos los últimos y él dulcemente me susurró al oído “Te ves hermosa” me sonrojé y bajé la mirada. Me encantaba cuando me llamaba hermosa, realmente me encantaba. Pero no iba hermosa hoy. Quería ser la reina del sexo hoy. Quería ponerlo al límite de su locura de manera que dimitiera. Pero no haría nada de eso. Intenté lo mejor que pude no frustrarme. Tendría que intentarlo más aún. Me senté al lado de Edward en el Jeep y descansé mi cabeza en su hombro. Me rodeó con su brazo y me abrazó. Pero quería mas, así que me escabullí hasta estar sentada en su regazo. “¿Es más cómodo?” preguntó con una risa. “Sí. Me gusta la manera en que se siente tu regazo” le susurré al oído, intentando ser sexy. Él sólo se rió otra vez. ¿Qué pasaba? Eché mi cabeza contra su pecho y él descansó su barbilla contra mi cabeza. “Te amo Isabella” susurró. Esto no entraba en mis planes. Así que pasé el resto del trayecto, echada contra un Edward sin respuesta, intentando pensar en formas que lo llevaran al límite. Todo lo que él hizo en todo el trayecto fue besar la parte superior de mi cabeza y hacer suaves circulitos en mi espalda. Era confortador e irritante al mismo tiempo. En algún otro momento lo habría disfrutado. Pero tenía que ganar la apuesta. Lo llevaría más lejos de lo que nunca había llegado y pensara que podía llegar. Bailar esta noche seguramente sería el quid de la cuestión. Sólo tenía que ser paciente. Y si había algo de lo que hubiera aprendido en estos últimos seis años, era a tener paciencia. _____________________________________________________
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