martes, 15 de septiembre de 2009

Capítulo 11. El Infierno Llega A Casa


† Bella POV

Me dediqué por completo a cocinar, apresurándome a conseguir todos los ingredientes para hacer una comida decente en la media hora que tenia. Edward y Alice permanecían parados, mirándome ansiosamente. No había conseguido reunir las fuerzas suficientes para pedirles que se fueran. Tenerlos conmigo, aunque parecieran estatuas de mármol, era un alivio. La carne se cocinaba rápidamente en la plancha, bajé el fuego de la hornilla y me enfrenté a ellos.

-No,- Habló Edward con firmeza, parpadeé y titubeé unos instantes.

-No dije nada,- Comencé inocentemente, volviéndome hacia la plancha para dar vuelta la carne.

-Lo sé.- Podía jurar que había escuchado una risa en su tono de voz pero cuando me giré a verle su rostro seguía con expresión severa, -Se lo que vas a decir.

-¿Ahora puedes leer mi mente?

-No,- Comenzó, sus ojos me devolvieron la frustrada expresión que tanto conocía. Frustración porque era la única persona a la cual no podía leer su mente y porque era la que más deseaba leer. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, -Pero creo que puedo leerte a ti.

-Bien,- Suspiré derrotada, -¿Que era lo que iba a preguntar entonces?

-Ibas a pedirnos que nos fuéramos antes de que Mike llegara,- Dijo simplemente, como si fuera lo obvio. Quizás lo era. De todas formas, asentí. Sus ojos se achicaron, -La respuesta es no.

-¡Va a llamar a la policía!- Protesté alzando mi tono de voz. Los ojos de Edward se perdieron en el techo. Allie no se había despertado.

Yo, obviamente, no temía que Edward pudiera ser herido por Mike. Honestamente la simple idea de que Mike pudiera golpear a Edward era una ridiculez. Edward lo mataría antes de que se diera cuenta de que estaba en la misma habitación que él. No era una pelea física lo que temía. Aun podía causarles demasiados problemas a los Cullen. No podía permitir aquello. No iba a permitirlo.

-Deja que vengan,- Lanzó Edward. -Entonces Charlie vera lo que Mike le hace a su hija.

Me sobresalté ante su tono de voz e instantáneamente su rostro se suavizo. -Lo siento Bella,- susurró y entonces me encontré entre sus brazos. Me sostenía cerca de él, pasando su mano por mis cabellos, -Es que odio que te haga esto. Merece sufrir. Merece algo más que sufrir.

-Es el padre de Allie,- Murmuré contra su pecho.

-¿Entonces te vas a quedar?- Su voz tenía un dolor tan grande que me desgarraba, -¿Vas a quedarte con él, por Allie?

-No puedo hacer eso ahora, Edward,- Mi voz era suave pero sabía que me escuchaba. Alice estaba en silencio. La habitación estaba en silencio, exceptuando el ruido de la carne asándose. -No puedo quedarme más con él. Tendría que ser fuerte pero no puedo negarme a ti.

Mis ojos buscaron los suyos, -Edward, te amo. Si nos aceptas, seremos tuyas.

-Entonces son mías,- Murmuró contra mis labios mientras se acercó a ellos. Me alcé para besarle, disfrutando de su gélida piel. Una sensación que había añorado por mucho tiempo.

-¿Entonces vivirán con nosotros?- Preguntó Alice antes de que nos separáramos para respirar. Danzaba a nuestro alrededor con una enorme sonrisa en sus labios, -¿Tú y Allie?

-El la lastimara,- Dije asintiendo suavemente, -Algún día se que lo hará. El es bueno con ella solo para herirme pero no dudo ni un segundo de lo que sería capaz. Antes no tenía escapatoria. Ahora tengo algo mejor que eso.

-Creo que tienes que dar vuelta la carne, Bella- Dijo Alice, mirando preocupadamente de la plancha a mí, -No sé mucho sobre comida, pero eso huele peor que lo usual.

-¡OH no!- Corrí hacia la sartén, dando rápidamente vuelta la carne, -Diablos, se quemó.

Dejé lo que pude rescatar de la carne en un plato. Los dos mejores trozos serian para Mike. Fui hacia la alacena para buscar especias para sazonar el intento de cena. -Tienen que irse, Edward.

-Ni hablar,- Me cortó. Casi había llegado a terminar la oración.

-Edward, estaré bien, por favor,- Me volteé a mirarle, dejando la comida sobre la mesa, -Solo empeoraran las cosas si te ve aquí. Por favor.

-Bella ¿Y si te lastima?- Susurró Alice. No tuve que preguntar. Había visto mi futuro.

-Seria una noche fuera de lo común si no lo hiciera,- Traté de sonar tranquila pero solo conseguí ponerme más nerviosa.

-No vamos a dejarte para que te lastime. Fin de la discusión,- Gruñó Edward.

-Edward, escucha,- Me acerqué hacia él apoyando mis manos en sus brazos. Miré a sus ojos, rogándole que me entendiera. -Iré contigo. Llevaré a Allie y pelearemos por la custodia y seré tuya. Hasta entonces debes confiar en mí. Debes dejar que las cosas entre Mike y yo sigan como siempre. No puedo dejar que esto afecte a Allie. Sería demasiado brusco si las cosas pasan ahora mismo.

Miró a mis ojos, en su rostro pude ver la batalla de sus emociones. Se debatía entre el deseo de quedarse, y probablemente matar a Mike, y el deseo de hacer las cosas lo mejor posible para Allie. Finalmente tomó mi rostro entre sus manos y se inclinó, besando mi frente y luego mis labios. -Está bien, Bella.

-¿De verdad?

-De verdad- Me sonrió con mi sonrisa favorita, -Pero lo digo de enserio, nunca más va a lastimarte, Bella.

-Está en la esquina, Edward,- Avisó Alice.

-¿Te veré pronto?- Pregunté, con dolor en mi voz.

-Antes de lo que crees,- Me sonrió, presionando sus labios contra los míos. Cerré mis ojos, dejándome llevar.

Cuando los abrí se habían ido.

Corrí escaleras arriba, sabiendo que tenía que despertar a Allie y explicarle algo muy importante antes de que hablara con Mike. Entré a su habitación y la levanté de la cama, cargándola en brazos. Sus ojos se abrieron de golpe ante el repentino movimiento, -Allie, mamá necesita que le hagas un favor.

-¿Qué?- Preguntó en medio de un bostezo. La senté en el borde de la cama y me arrodillé, mirándola a los ojos. Cuando estuve segura de que había despertado, hable;

-Necesito que guardes un secreto,- Al escuchar el misterioso tono de mi vos, sus ojos se abrieron.

-¿Qué secreto?

-No puedes decirle a papi sobre Edward o Alice,- Comencé, en su rostro vislumbre una mueca de decepción, -Ellos son viejos amigos de papá. Están aquí para sorprenderlo. No quieres arruinar la sorpresa ¿verdad?

-No, Mami,- Murmuró, sabía que estaba decepcionada, pero guardaría el secreto.

-Bueno, vamos bebé,- Me puse de pie tomando su pequeña mano entre la mía, -La cena esta lista y papá llego a casa.

-¡Papi!- Gritó cuando llegamos al pasillo. Escuché sus pasos resonar en la escalera y detenerse frente a la puerta de entrada.

Bajé lentamente por las escaleras, viendo a Allie tironear del pantalón de Mike, tratando de llamar su atención. El iba con una mano sobre su cabeza, mientras que en la otra sostenía la correspondencia. Leía detenidamente cada una, ignorando a Allie pero cuando me vio, dejó las cartas a un lado y tomó a mi hija en brazos dando vueltas en círculos, -¡Allie! ¿Qué tal te fue hoy?

Allie sonreía alegremente al recibir la atención que tanto se merecía, -Fue fabuloso papi.

-¿Hiciste algo en especial?

Allie se detuvo, mirándome rápidamente, -No.

Mike le creyó.

La dejó en el suelo y palmeo su cabeza rudamente. Ella le sonrió y corrió hacia la mesa. La seguí silenciosamente, tranquila. Mike nunca me lastimaría frente a ella.

Cenamos en silencio. Allie trató una o dos veces iniciar una conversación, pero Mike continuamente le callaba. Leía el periódico en la mesa, como lo hacía cada noche. Eventualmente Allie decidió que había tenido suficiente de la carne quemada y jugueteaba con los restos de su comida. Yo permanecía allí, sentada, con el plato lleno y el estomago vacío. No podía comer. Sabía que era lo que se venía luego de que dejase a Allie segura en su cama.

Entre toda la ansiedad, me había olvidado. Tonta, tonta Bella...había olvidado que Mike nos había visto. ¿Como un detalle tan importante había escapado de mi atención? Debería haberle pedido a Edward que se quedase. Debí haberle rogado que lo hiciera. Solo podía imaginar la clase de cosas que Mike me haría en la noche.

Todas las espantosas escenas, todas las horrorosas ideas corrían por mi mente mientras miraba fuera de la ventana de nuestro dormitorio. La cena había terminado y Mike había llevado a Allie a la cama. Solo esperé a que el dolor viniera a mí. No pasaría mucho tiempo desde que abriera la puerta para que comenzara a golpearme. Quizás me gritaría un poco esta vez, prolongando lo inevitable. Un día tan maravillosos debía tener algo negativo, de alguna forma. Mike era eso. Una consecuencia de mi felicidad.

-Te vi con él,- La voz de Mike sonó a mi lado. Me tambaleé lejos de la ventana, acorralándome contra la puerta más cercana. Me maravillaba ante mi habilidad de caminar hacia atrás y no caerme.

-¿Con quién, Mike? ¿De qué estás hablando?- Inocente. Tenía que jugar al inocente. Era todo lo que podía hacer ahora. El avanzó hacia mí.

-¿Crees que no lo se?- Su voz sonaba frenética, casi podía decirse que eran ladridos. Se acerco mas, gritándome en la cara, -¡Eres una perra! ¡Una prostituta! ¿Crees que no te vi con él? ¡Ya te enseñare!

-Mike, no, por favor,- Susurré, levantando las manos en mi defensa. Las lágrimas salían a borbotones de mis ojos mientras hablaba una y otra vez. Me dejé hacer al piso, le miré aterrada. ¿Por qué había dejado que Edward se fuera? ¿En que había estado pensando?

-¡Debería echarte a la calle! ¡Debería sacarte a Allie!- Lanzó, su voz aumentando de volumen con cada palabra. Nunca me había gritado tanto. Me asustaba. Seguramente significaba que la golpiza sería tan fuerte como sus gritos. -Pero no haré eso. Voy a enseñarte a que me respetes. ¡Tú eres mía!

-Mike, vas a despertar a Allie.

-¿Y? Deja que la perrita se despierte para ver a la ramera de su madre llorar.- Se inclinó hacia mí, aun gritándome, -¿A quién mierda le importa? ¡Eres una basura! No eres nada. No me extraña que te haya dejado, estúpida perra. ¿Quién podría quererte?

-¡Cierra la boca!- Mi voz me sorprendió y mis ojos se abrieron de golpe. Me miraba con rabia en sus ojos.

Alzó sus puños y yo me abracé a mi cuerpo, preparándome para el inminente impacto. No sería una cachetada, como generalmente lo era. Seria duro y quizás en el lugar equivocado, fatal. Era consciente de las fragilidades de mi cuerpo. Su mano voló y ahogué un grito. En eso momento escuché un golpe y luego nada.

Por un momento me pregunté si el sonido había sido yo. Miré a Mike. Permanecía de pie frente a mí, el brazo aun levantado y los ojos en blanco. No estaba allí. Estaba inconsciente. Estuvo así por unos instantes antes de caer al suelo. Yacía inmóvil. Detrás de él, estaba Edward.

Los ojos de Edward miraban a Mike con furia y rabia. Me di cuenta de que estaba gruñendo, profiriendo bufidos encolerizados por la nariz. Fuera de eso, la habitación permanecía en silencio. Mis ojos se llenaron de miedo, mientras esperaba a que Edward me mirase.

Finalmente, sus ojos se encontraron con los míos, y mi favorita sonrisa jugaba en sus labios. Sus ojos permanecían negros, furiosos, -Te dije que nunca más iba a lastimarte.

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antes que nada...
chic@s por favor, se que este capitulo esta de muerte y que más de una quiere a Mike en la silla electrica (yo me uno!!) pero evitense suspiros fuera de tono, no quiero palabras altisonantes y/o odios desmedidos... seamos correct@s, bien podemos demostrar los sentimientos sin ser groser@s, no quiero tener que suprimir suspiros (de verdad me dolería mucho)...

vale, despues de la aclaración no tengo mucho que agregar más que me encantó que Edward no dejara a Bella pasar por esto sola... y la frase "Entonces son mías" quedó grabada en mi corazón... eso es verdaderamente adorable...

dalee... cuidense, suspiren con respeto y...
Nos leemos prontito!!!


Bellany G.
**Un segundo de ti, es un segundo de vida**

Capítulo 2. En Una Nueva Luz


Bella POV

“¡Bella!” Alice gritó mientras entraba a nuestra habitación. Nunca entendí como una chica tan pequeñita podía tener tanta energía. Pero era Alice y alguien tenía que alegrarme al fin y al cabo.

“Alice, respira” Le dije mientras ponía las manos en sus hombros para que no estuviera botando. Simplemente apartó mis brazos y continuó “¡Emmett y Rosalie van a venir a pasar el verano!” gritó.

Rosalie era la novia modelo de Emmett, bueno, ahora prometida. Cualquier modelo vendería su alma por su fantástica figura y su rubio pelo largo, digno de un anuncio de champú. Mi autoestima baja 10 puntos cada vez que estamos juntas en una habitación. Pero encaja perfectamente con Alice y conmigo y las tres somos las mejores amigas... bueno, actuamos más bien como hermanas.

Eché mucho de menos a Emmett y a Rosalie, tanto como Alice por lo que no podía evitar saltar de alegría y gritar de felicidad con ella. Estábamos las dos saltando, riendo y gritando cuando me di cuenta de que si íbamos a verlos, tendríamos que ponernos en marcha.

“¡Vamos! ¡Terminemos de cargar el coche! ¡No puedo esperar!” grité.

Este verano iba a ser genial. Y si todo va bien, ¡Emmett garantizaba hacernos reír!

Las cuatro horas de viaje a Forks parecieron pasar en nada con Alice al volante conduciendo como una loca. Supongo que pasárnoslo bien cantando las canciones de The Backstreet Boys y Linkin Park tuvo algo que ver. Y en casi nada de tiempo, aparcamos fuera de la enorme casa blanca de los Cullen. Vale, si soy honesta, es una mansión, pero ellos prefieren llamarla casa. Carlisle, Esme, Emmett y Rosalie salieron corriendo por la puerta principal en cuanto el motor se apagó.

Hubo abrazos y se escucharon gritos, casi no muero en uno de los abrazos rompe-huesos de oso de Emmett. Finalmente llevamos todo el equipaje y bolsas a casa.

“Bella” dijo Esme con su dulce voz- “Lo siento cariño, pero tu habitación no estará terminada hasta dentro de un par de días. Últimamente han pasado muchas cosas.”

“No pasa nada Esme. No es nada grave. No me importa dormir en el sofá o en el suelo. Quiero decir, es solo para un par de días” le aseguré.

“¡No seas ridícula Bella!” dijo un poco ofendida. “Ninguna hija mía dormirá en el suelo o el sofá. Y desde que Jasper está durmiendo en la habitación de Alice, dudo que quieras estar en esa habitación por la noche.” dijo con un guiño. Me ruboricé por el hecho de que Esme estuviera hablando de que su hija y su novio tenían sexo...demasiado embarazoso.

Jasper era un año mayor que Alice y yo. Era el mejor amigo de Edward y así es como conoció a Alice. Llevan saliendo desde antes de que me mudara a Forks. Es el hermano gemelo de Rosalie, por lo que por supuesto es increíblemente guapo. Rubio, ojos azules, ya sabes cómo son las cosas. Todos parecían modelos de pasarela excepto yo.

“Espero que no te importe, hasta que la habitación esté lista, dormir en la habitación de Edward. No estará aquí hasta dentro de unos días de todas maneras.”

“¿¡EDWARD VA A VENIR!?” gritamos Alice y yo a la vez. El tono de Alice era de emoción mientras que el mío era de nervios y de impresión. ¿Cómo iba a ser capaz de estar cerca del hombre del que estoy enamorada y que no siente lo mismo por mí? Lo más importante, ¿cómo iba a ser capaz de actuar como su amiga otra vez si él significa mucho más que eso para mí?

Tranquilízate Bella. Respira... Todo irá bien me dije a mí misma. De todos modos tenía un par de días para hacerme a la idea...eso podría ser de ayuda.

Entonces la puerta principal se abrió. Si es Edward, es que Dios me odia y espero desaparecer ahora mismo. Lentamente me giré para ver a Alice correr hacia un muy alto...Jasper. No pude evitar soltar un gran suspiro de alivio.

“Hola Jasper” le sonreí y me dirigí hacia él para abrazarlo.

“Hola Bella. ¿Alguien ha dicho que Edward viene a casa?”

“Sí” respondió Emmett “Debería estar aquí en dos días o así.”

“¡Waw! Ha pasado tiempo ya desde la última vez que estuvimos todos juntos” alegó Jasper.

Carlisle dijo riéndose “Sí, bueno, ya sabes lo estudioso que es. Y estudiar para ser médico no es tarea fácil.” dijo en broma “Este es el primer verano que no ha cogido clases para el verano. Me parece que este chico se hará viejo prematuramente”

“Oh, siempre ha sido tan estudioso.” dijo Esme mientras ponía las manos en los hombros de Carlisle. “Son ya las 9. Deberíamos indicar a las chicas donde se quedarán. ¡Vamos chicos!”
Todos nos ayudaron a Alice y a mí con el equipaje, a subirlo a las dos habitaciones. Con los chicos no tardamos casi nada. Probablemente hubiera ido más rápido si no hubiera estado parada en las escaleras cuando se me cayeron las cajas por todas partes.

“Bien, ¡reunión de chicas!” anunció Alice. Rose y yo fuimos a su habitación y nos sentamos en su colcha rosa mientras esperábamos las explicación del porqué de la reunión.

“¡Tiempo para manicuras!” exclamó Alice dando saltitos de alegría.

“¡Ui!” me quejé a la vez que me dejaba caer en la cama.”Alice no. ¡Odio someter a mis dedos a ese dolor! Realmente odio todo la mierda de los productos de belleza.”

“¡Vamos Bella! Déjanos disfrutar.” dijo Rose sacudiendo mis hombros. Me levanté y la miré.

“Bella...¿por favor?” dijo Alice poniendo su carita de perro desvalido.

“A-lice” gimoteé “No es justo. ¡No puedes usar esa cara!” Sus ojos se agrandaron y humedecieron y su labio inferior estaba haciendo puchero y temblando ligeramente.

“¡ERRRR! ¡VALE! Pero no estoy contenta con esto.” grité a ambas.

“Oh, no te preocupes, lo sabemos.” me dijo Rose con un guiño mientras Alice cogió el abastecimiento para uñas.

Y así comenzó la tortura.

En cuanto empezaron no pude evitar preguntar por Edward.

“Hey Alice, ¿sabías que Edward estaría este verano?” No tenía ni idea sobre lo que sentía por su hermano, y pretendía que siguiera así.

Sonrió. Edward y ella estaban muy unidos. “No, pero ahora estoy súper emocionada. Será como en los viejos tiempo.”

“Sí, como en los viejos tiempos.” farfullé pensando en cómo podría ser capaz se besarle y jugar con él. “¿Crees que le importará que duerma en su habitación?”

“No. Recuerda, no va a estar aquí.”

Alguien tocó a la puerta y Esme entró en la habitación. “Chicas sé que es verano y estaréis despiertas toda la noche, cada noche. Pero solo por hoy, por favor iros pronto a la cama para que por lo menos pueda sentir que estoy intentando ser buena madre.” dijo con una sonrisa.

Todas nos levantamos y la abrazamos. “Vale mamá” dijo Alice mientras le daba un beso de buenas noches.

“Y eres una madre excelente.” Le dije mientras le daba un beso en la mejilla y me iba hacia el hall.

“Buenas noches chicas” dijo mientras se iba.

“Buenas noches Esme” le contestamos todas.

“Vale chicas, os veo por la mañana.”

Y con esto me fui hacia la habitación de Edward que estaba al final del pasillo. Abrí la puerta y sonreí. Estaba exactamente igual que como la recordaba. Completamente limpia, una gran cama contra la pared de enfrente de la puerta, y por supuesto, su gran colección de CD's. Incluso con algunos huecos en ella, CD's que seguramente se había llevado a la universidad, seguía siendo impresionante. Y tenía el mejor olor del mundo. Siempre olía tan bien.

Corrí hacia la habitación de invitados para coger mi camiseta de tirantes y de paso fui al baño contiguo de la habitación de Edward para cambiarme y lavarme. Esos días con lo único que dormía era con mi camiseta azul con encaje en la parte de arriba y mi ropa interior(que resultó ser negra). Cuando eres una universitaria, no tiene sentido gastar dinero en cosas como pijamas ideales cuando ni siquiera nadie va a llegar a verlos.

Con esto hecho, fui a su enorme cama y salté al centro. Totalmente impregnada, rodeada, del único chico al que he querido, me quedé dormida.



Edward POV

Era mi primer verano desde que me fui de casa para irme a la universidad y no podía estar más emocionado. Estuve diciéndome a mí mismo que todo el trabajo merecería la pena si algun día llegara a ser tan buen médico como mi padre. Cuando llegué con el coche todas las luces de la casa estaban apagadas. Miré el reloj del salpicadero de mi Volvo. 4:30 de la madrugada. Eso lo explicaba todo.

Creo que no me esperaban hasta dentro de un par de días, pero echaba tanto de menos a mi familia que no podía esperar para verles...literalmente. Estaba seguro de que Rosalie y Emmett pasarían aquí el verano con nosotros. ¡Los cinco otra vez juntos va a ser increible!

Aparqué mi Volvo, cogí una bolsa del maletero(ya cogería el resto mañana), y con cuidado abrí la puerta de casa. Sí, todo el mundo estaba durmiendo. Fui a mi habitación. Dejé mi bolsa en el suelo al lado de la puerta y me dirigí al baño.

A medio camino algo me llamó la atención. Miré y ahí, iluminada
únicamente por la luz de la luna, había una niña. No, no una niña. Una mujer. Aparté las sábanas para ver quién era y me quedé helado.

Ahí, en mi cama, estaba un ángel. La mujer más guapa que había visto en mi vida. Su piel pálida se veía tan suave y blanca a la luz de la luna. Su largo cabello castaño estaba esparcido alrededor de su cabeza en mi almohada. Su cara estaba tranquíla con una leve sonrisa en su cara. Y a pesar de que mi madre siempre me educó para actuar como un caballero, el hombre en mí tomó el control y mis ojos vagaron por su cuerpo.

Llevaba puesto un pequeño top de tirantes azul que era suficientemente escotado para ver el comienzo de sus pechos. Su top estaba levantado un poco permitiendo ver su perfectamente plano vientre. No pude contenerme de suspirar por sus curvas perfectas. Suspiró, y se puso boca-abajo, revelando el mejor trasero que he visto en mi vida.

Salí rápidamente de mi ensoñación antes de que pudiera pensar más en ello. Fui corriendo a la habitación de Alice. Estaba durmiendo con Jasper y no la quería despertar, pero tenía que hacerlo. Zarandeé suavemente su hombre. Se giró y sus ojos se abieron rápidamente.

“¡Edward!” gritó mientras me rodeaba con sus brazos.

“Shhhh...” le susurré bajito vista su conducta “No querrás despertarlo.”

“¿No ibas a venir en un par de días?” me preguntó una vez me hubo soltado.

“Estaba demasiado entusiasmado para esperar. Os echaba demasiado de menos chicos.” me volvió a abrazar.

“Alice” le susurré. Echó hacia atrás la cabeza para poder mirarme a la cara.“¿Qué es ese regalo que hay en mi cama?” me miró confusa “¿Por qué hay una preciosa mujer durmiendo en mi cama?” le aclaré.

Me pegó en el brazos “Tonto Edward. Es simplemente Bella. No pensabamos que llegarías hasta dentro de un par de días y la habitación de invitados aún no esta terminada, lo siento...”divagó.

“Espera. ¿Esa era Bella Swan?” Era imposible. Bella era como mi mejor amiga. Era como una hermana para mí. Ella era delgada, frágil y tenía el pelo rebelde. Esa chica era...¡Ay Dios mío! Me gustaba Bella. ¡No! no, simplemente no la reconocí...sí, es eso. Me dije a mí mismo.

“¡La Tierra llamando a Edward!” me susurró Alice moviendo su mano delante de mi cara.“¿Estás bien?”

“Sí, estoy bien. Debería dejarte dormir. Buenas noches Alice” dije mientras le daba un beso en la frente y después me fui.

Este iba a ser un verano interesante, eso era seguro.

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un regalo en su cama eh?!... parece que nuestro Edward encontró su ángel personal jejeje... y tiene tooooda la razón el verano va a ser mucho más que interesante!!! muajajajaja... Que creen que hará Bella?? digan, digan!!!

dale chic@s no olviden dejarme sus suspiros (creanme los espero con ansias!!) cuidense muchisimo y...
Nos leemos prontito!!!


Bellany G.
**A tu lado me siento segura y feliz**

MEZCLA DE INMORTALES

Capitulo VI

Sentimientos encontrados

Dos días habían pasado desde que Vianka y Nahuel se fueron, y el embarazo de Nessie cada vez era más notorio.

Jacob y Edward discutían sobre los cuidados que debían tener el día en que Reneesme diera a luz. Edward intentaba oír los pensamientos del bebé, para así estar preparados, pero aun no lograba hacerlo. Dice que es extraño, pues le cuesta entender como no consigue leerlos. A estas alturas él ya había podido escuchar a Nessie dentro de mí, y eso lo convertía en su nueva obsesión. Y lo mantenía bastante ocupado.

Rosalie y Esme se dedicaron por días a buscar nombres que sonaran bien en combinación con los apellidos Black Cullen.

Esta vez Billy pasaba mucho más tiempo con nosotros pues era quien con más ansias esperaba la llegada de su nuevo descendiente, él y Charlie tenían apuesta sobre el sexo del bebé. Charlie por supuesto esperaba un varoncito, alguien con quien salir de pesca sus días libres, por su parte Billy quería a una nenita para poder llenar el vacío que sus hijas le dejaron al marcharse de casa luego de casarse.

Debíamos cuidarnos de hacer las cosas bien esta vez, pues ninguno quería volver a ver la guardia de los Volturis cerca de Forks. Aunque esta vez estábamos seguros que este pequeño que viene en camino tampoco sería un niño inmortal ni un hijo de la Luna. Al menos eso esperábamos.

Yo en lo único que podía pensar era en mi egoísta felicidad, ver como sí había podido llevar a cabo mi vida casi de una forma normal, logrando tener una familia, y una descendencia como cualquier humano, esto solo hacía que mi vida fuera más perfecta de lo ya lo era. Tenía al mejor de los hombres-Vampiros a mi lado, un amor que ni con el tiempo perdió su intensidad, una hija inteligente, talentosa, hermosa y que ahora vivía un amor tan real como el de sus padres. Un yerno que a la vez era mi mejor amigo, absolutamente el indicado para confiarle el cuidado de mi pequeña. Y que decir de mi particular familia, Charlie, Billy, los Cullen y una manada completa de licántropos que celebraban la llegada de un nuevo descendiente de su Alfa.

Esta perfección y felicidad no podían durar por siempre, Reneesme ya comenzaba a sentir los dolores del embarazo, su panza estaba enorme, yo diría que el doble más grande que la mía, ella se quejaba mucho por las noches, apenas dormía.

Ya era habitual escucharla llorar en sueños, aunque ella intentaba no demostrar su malestar físico, el que Edward pudiera escuchar sus pensamientos nos mantenía alertas, él no soportaba verla sufrir, en más de una ocasión sintió deseos de acriminarse con Jake, ya un par de veces las cosas se pusieron tensas entre ellos, aunque Edward se controlaba, ya que recordaba lo mucho que sufrió cuando era yo la que sufría esos dolores. Jacob ahora entendía el dolor que sintió Edward en ese tiempo.

Para nadie era agradable escuchar los sollozos de Ness, ella casi ya no hablaba, y prácticamente se la pasaba durmiendo, Carlisle de vez en cuando le inyectaba anestésicos, aunque no era mucho lo que calmaba sus dolores, ya que su parte Humana era más débil que su parte Vampira.

Estaba claro que el sufrimiento no duraría tanto, pero aún con ese consuelo era terriblemente angustiante verla retorcerse de los dolores, escucharla dar gritos desgarradores, pero al mismo tiempo ver sus ojos llenos de alegría y esperanza. Esperando con ansias poder acariciar el rostro de su bebé. Ella ya tenía esa mirada de madre. A pesar de su dolor corporal ella demostraba una ternura que impresionaba a cualquiera.

Hoy decidí invitar a Jake a cazar conmigo, solo aceptó después de que Edward y Rosalie prometieron no separarse de Nessie, Alice no podía ver que sucedería pero ella veía a Edward tranquilo esta tarde. Así que tomó eso como una señal de que todo estaría bien por hoy al menos.

-“Perdóname Bells, Perdóname por causarle tantos dolores a Nessie”
-“Tranquilo amigo, yo se que ella es feliz contigo, y que lo será por siempre, y créeme que sé que valdrá la pena todo este sufrimiento”.
-“Lo sé, pero no puedo evitar sentirme una basura cada vez que oigo sus gritos de dolor” (Jake tomó su cabeza entre sus manos)

Caminé lentamente hacia él y me senté a su lado para rodearlo con mis brazos, admito que se sintió extraño hacer eso, por un instante recordé los sentimientos que alguna vez creí que me confundieron, Sin quererlo imaginé su cuerpo caliente sobre el de mi hija, pensar que pude ser yo…
Moví mi cabeza bruscamente tratando de quitar ese absurdo pensamiento. Intenté concentrarme nuevamente y le tomé una mano.

-“No es más difícil para ti que para Edward o para mi verla sufrir de esa manera, pero debemos confiar en lo que dijo Vianka y en los cuidados que Carlisle le está dando, es la única opción que tenemos”.

-“Lo sé, es solo que me siento mal por haber culpado a Edward por haberte embarazado, jamás pensé entender el porqué de su sufrimiento ese entonces, no entendía como alguien que aparentaba ser tan firme como un viejo roble podía doblarse y transformarse así nada más en un muerto en vida, es solo que no le creí tal sufrimiento, bueno hasta ahora que el maldito muerto viviente soy yo”.

-“Siempre es tiempo para pedir disculpas, si es que eso te deja un poco más tranquilo, sé que Edward te entenderá.”

-“Lo sé. Pero antes de eso quiero pedirte disculpas a ti también.”
-“¿A mí?, OK, eso si me sorprendió, ¿Porqué tendrías tu que disculparte conmigo?

-“Por dejarme llevar por la pasión, y el amor que siento por Reneesme, si no hubiera sido así ella no estaría sufriendo ahora.”

-“Admito que no me agradó la idea de imaginarlos a ustedes juntos de esa manera, pues sería egoísta e ingenua si no lo aceptara, pues ustedes son el vivo reflejo de mi amor con Edward”.

-“Pues entonces vas a entender que contralar la atracción que sus cuerpos generan a los nuestros es casi imposible, ¿verdad?

-“Me temo que tienes razón… Aunque… No te pases tampoco, ella no deja de ser mi nenita!!”

-“ Lo sé, lo sé!! Aunque para mi ella dejó de ser una nenita hace bastante tiempo, para mí ella es una mujer, la razón por la que mi corazón late con fuerza, y por la que se detiene al mismo tiempo. Por que ella es la única capaz de hacer que mis pies se despeguen del suelo.”

-“Bueno deja ya la cursilería y mejor volvamos a casa, Nessie y Edward nos deben estar esperando...”

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Nenitas, perdón por atrasarme, pero lo prometido es deuda!!
espero que les guste este capítulo ^^

Les cuento que mi mami ya está en casa, y que agradece todos sus cariñitos y rezos ^^

Bueno ya me voy a dormir porque son las 5 am :S pero que conste que para mi es un agrado desvelarme por hacerlas felíces a uds!!

XOXOs!!!

*Mi Vida, Mi Razón, Mi otra mitad, todo eso y más significas tú *

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