CAPITULO 9. Un nuevo amigo
“No sabía que tocaras el piano Edward” Dije, intentando sacar conversación. Pero estaba realmente sorprendida.
“Lo mismo digo”
Reí entre dientes.
“¿Bella?” me miró.
“¿Si?”
“Mira, yo solo quería disculparme por lo que hice ayer. Parece que estoy cometiendo demasiados errores siempre que estoy a tu alrededor. Y lo siento.”
Wow. Esta disculpa parece mucho más sincera que la del centro comercial.
“Disculpa aceptada” dije sonriendo
Me devolvió una sonrisa torcida.
Suspiré “Ya sabes, quiero decir que no voy a devolverte todas las cosas que me has hecho antes”
“¿Huh?”
“Estaba ideando maneras de devolverte todas cosas que me hiciste” Confesé.
Se rió. Era un aterciopelado y musical sonido, que cuando paró, me quedé esperando oír más y más.
“De todas formas, ¿Qué tal si pudiéramos ser… amigos?” preguntó.
Vale, ahora sí que está yendo un poquito lejos.
“Uh… Edward, no creo que podamos ser amigos”
Me miró confuso.
“¿Por qué?”
“Edward, no te conozco de hace mucho pero a la vista se ve que eres todo un playboy. I enserio que no me gusta el trato que les das a las mujeres. Quiero decir, difícilmente te acuerdas de sus nombres, y te lías con ellas como si tu vida dependiera de ello. Yo eso lo encuentro extremadamente vergonzoso. Ese tipo de trato que les das a las chicas, usándolas para tu placer, no lo puedo dejar pasar. Sé que probablemente esté siendo predispuesta, pero yo nunca podré ser amiga de alguien que se comporte así. Quizás si cambiaras…” Paré, dándome cuenta de que había estado despotricando.
Parecía shockeado “Me haces parecer una mala persona Bella. Esas chicas saben qué es lo que van a tener cuando están conmigo”
“Pero Edward, ¿Se mosquean si no recuerdas sus nombres?”
Dudó “Sí” suspiró y agachó la mirada.
“¿Ves? No importa cuánto intenten ocultarlo, ellas aún les dan importancia a esas pequeñas cosas” De repente, levantó el rostro y su mirada parecía que llevaba ira.
“¿Quién te crees que eres tú de todas formas? ¡Actuando como si supieras más de mi propia vida que yo mismo! ¡Lo siento si las únicas personas con las que disfruto estar no son acosadoras!” Escupió.
Esa ironía. Sentí como si hubiéramos conseguido algo, y ahora, solo sentía como si me hubieran abofeteado.
Me levanté y me dirigía hacia otro piano cuando tropecé y casi me caigo.
Pero rápido como un rayo, me cogieron. Ni siquiera levanté la mirada para ver quién fue, me deshice de sus manos y seguí caminando.
Me senté en un piano distinto y permití a mi pelo marrón crear una cortina a mi alrededor. Estaba segura que mi rostro estaba escondido y empecé a llorar. Podía ver las lágrimas cuando caían encima de las teclas del piano y todo mi cuerpo se sacudía.
El profesor de música entró entonces y se presentó ante nosotros como Señor Money. Nos explicó que en un mes tendríamos que componer una melodía propia para un concurso. Podíamos hacer un solo, o por parejas. Miré por toda la habitación y no reconocí a nadie más así que adiviné que haría un solo. Tendríamos todo el tiempo en esta clase durante el mes entero para trabajar en la composición.
Quité las cosas y miré las teclas, mientras intentaba recordar la melodía que tatareé en la ducha un par de días atrás. Comencé a tocar unas pocas notas de la música, y escribía todo lo que podría ser un progreso. Me iba a llevar tiempo antes de que la completara entera.
Podía oír a todo el mundo tocar diferentes melodías pero mi oído fácilmente escuchó la de Edward. ¿Por qué era tan triste?
Tan pronto como la clase terminó, me levanté y corrí hacia la puerta para encontrarme con una rubia. Me miraba furiosamente y no creo que sea porque choqué contra ella. La reconocí como la rubia que había visto besando a Edward el día que llegué. Puse los ojos en blanco entendiendo por qué estaba aquí y la empujé. Tenía una sola misión en mente y era encontrar a Jayden. Me tuve que recordar no estar a la vista de Jacob tampoco.
Deambulaba sin rumbo fijo por un momento hasta que paré. Empecé a caminar hacia mi cuarto. Tan pronto como se veía el edificio, me percaté de que alguien apoyado en mi coche en el aparcamiento.
Jadeé cuando vi la gran altura del individuo pero suspiré aliviada al ver que tenía el pelo rizado y negro. Corrí hacia él, o al menos hice el intento de correr, estoy segura que aquello pareció más un traspié.
“¡Hey Jayden!”
Se giró hacia mí y sonrió.
“Bella”
Estaba muy aliviada de haberlo encontrado y me encontré abrazándolo. Entonces me di cuenta de que tardo o temprano le tenía que hablar de Jacob, que no me haría nada, y lo apreté más fuerte.
“Bella, ¿Qué va mal?” murmuró en mi pelo.
“Tengo que hablar contigo. Vámonos a algún lado” dije, separándome.
Me miró “¿Qué tal el Starbucks (supongo que será una cafetería) fuera del campus?”
“Sí, vamos” Señalé el asiento del copiloto de mi coche.
Tan pronto como estuvo dentro del coche soltó un pequeño silbido.
“Es un gran coche Bella”
Sonreí. “Gracias. Tengo una pequeña manía con la velocidad, los coches deportivos.”
Estaba nerviosa durante todo el trayecto, y lo miraba a hurtadillas. Teniendo una batalla en mi interior.
Él había sido muy amable conmigo, y no quería dejarlo ir demasiado pronto. Quizás no debería decírselo, pero eso sería egoísta. Debe saber su posibilidad de poder estar en peligro. No me gustó la manera en que Jacob lo miró antes. Si las miradas pudieran matar, él estaría muerto. Quiero decir, que era peor que incluso como miraba a Edward.
Gracias a mi rápida conducción llegamos en un par de minutos. Aparqué y salí, esperando a Jayden.
“¿Va todo bien Bella? Tú eres extremadamente activa y estás como nerviosa”
Gruñí como respuesta y lo guié hacia dentro.
Nos sentamos en una caseta al final, y yo dándole la cara al resto de la cafetería por lo que podía estar atenta. Le hice a la cafetería un breve escáner y suspiré de alivio. Me giré hacia Jayden para mirarlo a sus ojos azules.
“Jayden, hay algo importante que tienes que saber” empecé nerviosa.
“¿El qué es Bella?”
“¿Recuerdas al chico de clase de cálculo?”
Arrugó la frente “Sí...”
“Bien, él es mi ex-novio de Phoenix y él esta...” dudé.
“¿Sí?” urgió.
“Está siguiéndome a todos lados” añadí rápidamente.
Jayden soltó una leve respiración como si hubiera estado rehusándose a respirar en todo el tiempo. Pareció pensativo por un momento “Quieres decir que te está siguiendo. ¿Es por eso porque no parecías feliz de haberlo visto antes?”
Asentí “Él tampoco es muy feliz de verte a ti”
Me dio una mirada interrogativa.
“Jayden, anoche amenazó con secuestrarme si no volvía con él y cualquiera que estuviera en su camino sufriría las consecuencias. Cometí un error en decirle que me iba de allí, y si averigua esto, bueno...”
Me senté y lo observé cuando estaba sumido en mis palabras. Parecía pensativo, pero para nada parecía asustado.
“Bien, Bella, nos aseguraremos de que no ponga la mano encima en ninguno de nosotros” dijo después de un tiempo.
“¿Huh?” no podía ser que estuviera diciendo eso “¿No estás asustado? ¿No vas a estar lejos de mí?”
Frunció el ceño “¿Por qué haría eso?”
“Pues..., no sé, ¿quizás porque podrías salir herido? quiero decir...”
“No te voy a abandonar Bella” murmuró, mirándome intensamente.
Estaba impresionada. Sonreía enormemente y antes de que me diera cuenta, salté a su regazo, envolviendo su cuello fuertemente.
Podía sentir como se reía por debajo mío.
“Estoy muy feliz de que no me dejes” suspiré, cerrando mis ojos. Me envolvió entre sus brazos y permanecimos así por un momento, pero inmediatamente miré arriba al escuchar el timbre de la puerta, señal de que alguien acababa de entrar a la cafetería.
Me congelé y mis ojos se abrieron como platos.
Jayden me echó hacia atrás “¿Qué va mal Bella?”
“Jacob está aquí” susurré
Siguió mi mirada y frunció el ceño cuando vio a Jacob mirándonos.
“Vamos, salgamos de aquí” dijo, ayudándome.
Nos levantamos y fuimos derechos a la puerta donde Jacob aún estaba de pie.
Miré abajo para evitar su mirada, pero podía sentirla.
No cruzó palabra con nosotros cuando pasamos por delante de él y salimos del lugar.
Sin embargo, nos siguió.
Cuando entramos en mi coche, él entró en el suyo, y cuando salí con mi coche, él iba detrás del mío.
“No puedo creer, que así por las buenas y abiertamente nos esté siguiendo” Murmuró Jayden.
Estaba empezando a oscurecer pero aún quedaban estudiantes por ahí cuando aparqué el coche. Observé como seguían mi coche con la mirada.
Jacob no nos siguió aquí.
Salimos del coche y me despedí de Jayden diciéndole adiós con la mano.
“Te recogeré por la mañana” me llamó.
Fue entonces cuando me di cuenta de que no le había dicho nada del beso con Edward.
Me giré hacia mi habitación, decidiendo que se lo diría mañana, además, ni que estuviéramos saliendo juntos todavía o algo.
Crucé la puerta para encontrar a Edward vestido con los bóxers y los calcetines de Bob Esponja, tumbado en el sofá y viendo ‘Trato o no trato’.
Me reí para mí misma ante tal panorámica y levantó el rostro para mirarme. Me helé, recordando la última conversación que habíamos tenido juntos. De repente me sentí culpable de la manera en que le había hablado y decidí que me disculparía rápidamente.
Caminé a la habitación y decidí que me pondría mis pantis de Barney para alegrar el ambiente. Me puse mi top morado por la cabeza y caminé hacia la cocina. Mi estómago estaba rugiendo y estaba deseando que hubiera por un milagro comida, considerando que no había ido a comprar todavía.
Estaba sorprendida de ver a Edward merodeando ya por la cocina.
“Edward, ¿Qué estás haciendo?” pregunté curiosa.
“Nada. Ve al salón tengo que hablar contigo en un segundo” Pidió, bloqueando todo lo que estaba haciendo con su cuerpo.
No quería escucharlo, pero estaba curiosa. Así que, fui al salón y vi ‘Trato o no Trato’
La mujer del programa estaba literalmente mordiéndose las uñas mientras esperaba a que la modelo abriera la caja. Sonreí cuando Howie Mandell caía en suspense al anunciar unos intermedios. Siempre lo hacía.
Algo olía terriblemente bien. Giré mi nariz hacia la cocina, expectante. ¡Sí! Olía como a… ¡bacon! Mi estómago estaba gruñendo fuertemente otra vez.
Oí pasos y me giré hacia la televisión, sabiendo que Edward venía.
Por supuesto, caminó con una bandeja en sus manos, la puso en la mesa delante de mí y me miró expectante. Había un montón de pancakes y bacon con un vaso de zumo de naranja.
Lo miré confusa. Lo miré con ojos interrogantes mientras él se desplazaba por alrededor nervioso.
“Lo he hecho para ti Bella. Ya sabes, no puedo hacer otra cosa que no sea comida de desayuno y brownies pero quería hacerte algo para que vieras cuanto estoy de arrepentido”
Estaba estupefacta. Mi boca se movía pero no salía sonido alguno.
El empezaba a parecer triste.
“¿No me vas a perdonar?”
Señalé el sitio de al lado mío en el sofá. Sonrió y se sentó a mi lado.
“Estoy sorprendida, eso es todo Edward” dije finalmente.
Dio un suspiro de alivio.
“Te entenderé si no me perdonas Bella, lo que te dije esta tarde estuvo extremadamente fuera de línea. Pero yo quería mostrarte que de verdad estoy arrepentido.”
Suspiré. “No eres el único que necesita disculparse Edward. No tenía derecho de juzgar tu manera de ser. Quiero decir, que tenías razón. Tu sabes más de tu vida que yo, y debería dejar de meterme en lo que no me llaman”
“Bella, tus palabras han tenido un cierto efecto en mí. Por eso es porque me comporté así. Me di cuenta que tenías razón, y me avergoncé de mí mismo pero no tenía derecho a descargar mi ira contra ti. Nadie excepto Alice me había dicho eso en mi cara, y adivino que oírlo de boca de otra persona que no sea de la familia me hizo despertar. Voy a cambiar Bella. Pero necesitaría tu ayuda” añadió, sonriendo.
¡Estaba sonriendo como una idiota!
“Edward, ¡estaría feliz de ayudar!”
“Solo una cosa más, ¿Nos podemos considerar… amigos ahora?” preguntó.
Pretendí pensar un segundo.
“¡Claro!” sonreí.
Sacó un brazo “¿Amigos?”
Agarré la suya “Amigos” y las sacudimos. Me sorprendí al tirarme encima de él y rodear su cuello con mis brazos dándole un fuerte abrazo.
Él dudó, pero después pasó sus brazos por mi cintura.
“Bella” murmuró.
Me ruboricé y me separé de él, avergonzada de mis actos. En ese preciso momento mi estómago gruño con fiereza.
Me sonrojé más aún y Edward sonrió “Cómete los panecillos Bella”
“Sólo si tu también comes conmigo”
Fue a coger otro tenedor y cuchillo y comenzamos a comer.
Miré sus bóxers y me reí tontamente otra vez.
“¿Qué?” Preguntó con una mirada inocente.
“¿Te gusta Bob Esponja?” pregunté
“¡Me encanta! Y no me digas que no te gusta Barney tampoco” replicó, riéndose de mis pantis.
Nos reímos uno del otro un momento, entonces continuamos viendo ‘Trato o no trato’
La mujer ahora tenía dos cajas restantes, 3 incluyendo la suya propia con cantidades de dinero de 1, 1.000, y 1.000.000. También tenía una extrema oferta del banco. Ella cogió una caja para que fuera abierta y sabía que algo malo iba a ocurrir.
Por supuesto, al abrirse la caja, era la de 1.000.000. Yo gruñí y escuché a Edward hacer lo mismo también. Me giré para poder verlo y le sonreí, pero ya me encontré con que él ya me estaba mirando.
Me sentía bien estando aquí con él. Intenté ignorar la cálida sensación de hormigueo que sentía cuando lo miraba a los ojos.
“¿Bella?”
“¿Hmmm?”
“¿Serás mi pareja para el concurso de piano?”
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Cariños nenitas!!! Espero que les guste el capitulo de hoy!!!
Bells!! te necesito!!! Nenita!! da señales de vida!!!
Cariños y espero muuuchooos Suspiritos!!!
Angylito!
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lo siento, tengo buenas explicaciones para que mi Nena aún siga haciendo mi trabajo... en un ratito más les digo...
Bellany G.
**Aún te extraño**