martes, 22 de septiembre de 2009

CAPITULO 14. Amor y Reacciones


† Edward POV

Trasladé a Bella en mis brazos hacia la habitación de huéspedes, liberando la sensación de alivio que comenzaba a apoderarse de mí. El alivio, obviamente, no sería completo hasta que haya hecho trizas a Mike, pero eso tendría que esperar hasta que Bella y Allie estuvieran a salvo en nuestra casa. Me hice una nota mental de hablar con Carlisle cuando llegara a la casa. Debíamos hacer arreglos con los mejores abogados del estado. Del país, si fuera necesario. Bella tendría a Allie. Yo tendría a Bella.
Todo volvería a ser como antes.

-¿Tienes miedo?- Le pregunté mientras la acomodaba en la cama. Ella me miró con esos hermosos y profundos ojos color chocolate.

-Un poco,- Se detuvo, -¿Te refieres a Mike?- Yo asentí, urgiéndole que continuase. Bella suspiró, -Ok, estoy aterrorizada.

-¿Por qué?- Me acomodé en la cama, a su lado, alcé mi mano para acariciar su mejilla con mis dedos. -Bella, no va a lastimarte. Estaré allí, si así lo quieres.

-¡No!- Gritó con sus ojos bien abiertos, -Si te ve, va a decir que cometí adulterio. Va a encontrar la forma de hacer todo peor.

-Bueno, pero estaré allí, sin que me vea.- Le recordé, tratando de no sentirme herido o apartado por sus palabras. Era tonto sentirme herido cuando sabia que me amaba.

-Gracias,- Susurró suavemente, -Pero no tengo miedo de que me lastime, Edward. Eso…duele, obviamente, pero no es lo que me aterra.

-Temes lo que pueda hacerle a Allie,- Ofrecí, sabiendo que era verdad. Alice me lo había dicho antes. Bella estaba indecisa, hasta esta noche. Como Alice había predicho, su confrontación con Mike la había forzado a tomar una decisión. Yo solo esperaba que fuera una buena.

-El podría apartarla de mí para siempre,- Su mirada se volvió hacia el cobertor, donde retorcía una parte de él con sus dedos. -El podría lastimarla, se que lo haría. Después de las cosas que ha dicho esta noche. Fue espantoso. El solo…la usa. Me pregunto si le importa aunque sea un poco, de verdad.

Me aparté de ella. Sabía que era lo que sentía Mike por Allie. A pesar de que me concentré en cuidar de que Bella no resultase herida, leí su mente. No había ningún pensamiento feliz sobre Allie. La manipulaba, le hacía quererlo únicamente para lastimar a Bella. Traté de esconder mis ojos de Bella, temía que viera las horribles verdades a través de ellos. Quizás me conocía demasiado bien.

-¿Que me estas escondiendo?- Me preguntó. Se movió a mí alrededor, buscando mis ojos, -Edward ¿Que es lo que sabes?

-No es nada Bella,- Me volví hacia ella con mis ojos llenos de una falsa seguridad. No me creyó ni por un segundo. Suspiré, -No tenía ningún pensamiento bueno para con Allie, Bella. Alice dice que ha pensado cosas espantosas. Horribles. El no es bueno para Allie, Bella. No es bueno para ti.

-¿Qué clase de cosas?

Muerte. Mike quería matarla.

Pero no podía contarle eso a Bella. Ya había soportado suficiente al oír que no le quería a Allie. Si sabía que Mike había pensado matarla, la destruiría. Así que le dije parte de la verdad, -Cosas que tú misma temiste. Alice le vio golpeando a Allie.

La observé mientras su rostro se contorsionaba en una mueca de dolor y sentí mi corazón estrujarse junto con ella. Acerqué a Bella a mis brazos, mis manos acariciaban suavemente su hermoso cabello. Susurré su nombre contra su frente, decorando su piel con suaves besos. Finalmente la sentí relajarse. Me aparté de ella para mirarla. El dolor aun seguía allí, pero estaba mejor.

-¿Edward?

-¿Si, Bella?- Había permanecido en silencio por unos instantes. Me dejé perder en su profunda mirada.

-¿Podemos hacer algo mañana?- Bajó sus ojos hacia la colcha, rompiendo el trance en el que sus ojos me tenían atrapado. Fruncí mi ceño, confundido. ¿Qué era lo que quería hacer? En realidad no importaba. Cualquier cosa que fuera, aceptaría alegremente.

-¿Que tienes en mente?

-Quiero que Allie los conozca mejor,- Comenzó suavemente, con sus ojos fijos en la colcha, -A todos ustedes. Si aun estamos invitadas a quedarnos en tu casa, entonces--

-¿Si aun están invitadas?- Le interrumpí, mis dedos se apoyaron bajo su mentón, levantando su rostro para poder verle a los ojos. Se veía insegura. -Bella, son bienvenidas en nuestra casa. Y cuando digo nuestra,- La abracé más a mí para enfatizar mis palabras, -Me refiero a nuestra casa.
Un hermoso color rosado tiñó sus mejillas, -¿Puede conocerlos mañana? ¿A todos?

-A todos,- Asentí. -Todos estaremos allí.

-Cuando se lo diga a Allie,- Se preguntó más para sí misma, -¿Como se lo diré?

-Tienes que decírselo a Mike primero, pero dale tiempo a Allie,- Susurré en sus cabellos, respirando su aroma mientras agachaba mi cabeza hacia la de ella, -Deja que los conozca. Podemos llevarla al zoológico, al parque...a donde ella quiera ir. Dejaremos que se acostumbre a nosotros.

-Temo que Mike no nos dará tanto tiempo.

-Sí, yo también me temo eso,- Suspiré. -Tendremos que rezar por que suceda lo mejor para Allie. No podemos apresurarla, pero eso no creo que esté en nuestras manos.

-Ella te quiere,- Susurró Bella entre un bostezo. Se estaba tranquilizando, después de un estresante día. Habían sucedido demasiadas cosas.

-Lo sé, amor,- Mantuve bajo el volumen de mi voz. Comencé a tararear su nana, murmurando su nombre ocasionalmente. No pasó mucho tiempo y Bella se durmió.

Espere a estar seguro de que se había quedado profundamente dormida y me aparté de la cama. Mike aun estaba inconsciente en la otra habitación y yo debía luchar contra la fuerte tentación de termina lo que había comenzado. Caminé hacia la puerta, la abrí y la cerré tras de mí. Tendría que hablar con Carlisle sobre el abogado antes de lo planeado.

-¿Edward?

Me giré sorprendido de no haberla escuchado. Estaba tan sumido en mis
pensamientos que había bloqueado todo pensamiento ajeno. Allie estaba parada en la puerta de su habitación, frotándose los ojos.

-Allie ¿Qué haces despierta?- Susurré acercándome a ella. Allie me observó en silencio antes de estirar sus brazos hacia mí. La alcé inmediatamente, sin necesidad de una segunda invitación.

-No me gusta dormir en las noches,- Susurró mientras la cargaba dentro de su habitación. La metí en su cama, arropándola suavemente con las sabanas.

-¿Por qué no?- Pregunté sentándome a su lado, en la cama.

-Me quedo despierta,- Respondió Allie, como si fuera obvio, -Por si mami me necesita.

Leer sus pensamientos casi no tenía sentido. Su mente era un libro abierto, pero ella contaba todo lo que pensaba. Todo pensamiento salía por su boca unos instantes después.

-¿A qué te refieres?- Pregunté sonriéndole, -Tu mami siempre te necesita...eso no significa que no puedas dormir.

-Es cuando mami siempre llora.

Traté de evitar que los gruñidos salieran de mi pecho. No sería bueno aterrorizar a Allie, especialmente siendo el primer día que la conocía, -Tu mami ha estado muy triste.

Ella asintió, bajando sus ojos hacia la colcha.

-No voy a dejar que este más triste,- Le prometí.

Abrió su boca para contestar, deteniéndose para mirarme. Sus ojos me asombraron, su color me asombro. Eran tan diferentes a los de Bella, y a la vez tan idénticos. Tan profundos. -Mami ha estado esperando que tú vengas a salvarla.

La miré con mis labios separados, intentando formar una oración. Si mis ojos pudieran crear lagrimas, estarían llorándolas. Su voz sonaba dulce, honesta. La alcé y la acomodé en mis brazos, abrazándola fuertemente.
La sostuve un buen rato, escuchando como su respiración se iba relajando poco a poco, junto con su ritmo cardiaco. Entonces supe que se había quedado dormida. La liberé de mi abrazo y volví a meterla en la cama, dándole un suave beso en la frente antes de caminar hacia la puerta,

-Buenas noches, Allie.

-Buenas noches, papi.

Una ola de felicidad me embriagó y no pude hacer otra cosa más que reír ante la palabra. Hablaba entre sueños, como Bella.

Corrí el resto del trayecto hasta mi casa. Alice se había ido mientras le cantaba a Bella su nana. Me había asegurado que todo estaría bien y que Mike no se despertaría hasta entrada la mañana. Volvería con Bella antes de que pudiera ser lastimada.

-¡Edward!- Me saludó Esme en la puerta, envolviéndome con sus brazos. Se apartó y me observó preocupadamente, -¿Como esta Bella?

-Está mejor.

-¿Y como estas tu?- Preguntó Carlisle, apoyando su mano sobre el hombro de Esme.

-Entonces ¿Alice te contó?- Le pregunté, aunque sabia la respuesta. El solo sonrió en respuesta. -¿Te ha dicho por que quería hablar contigo?-

-Reserve a Ralph Clint para una reunión en dos días, por la mañana,- Comenzó Carlisle, -¿Es muy pronto?

-En lo absoluto,- Sonreí entrando a la casa, -¿Raplh Clint? ¡Vaya! Es el mejor, por lo que he oído…

-Nada menos para ella.- Se alegró Alice desde la escalera. Me dio un pequeño saludo, -Tienes que ver lo que Emmett le ha hecho a la cocina. Nos lo perdimos, ya sabes. Esme lo regañó.

-Hizo trizas la cocina,- Dijo Esme. Carlisle la acercó a él, -¿Quien no le regañaría?

-¡Fue solo el refrigerador, Esme!- Grito Emmett desde la cocina.

-¡Y la encimera de la cocina, y el horno!- Le respondió Alice.

Sonreí caminando hacia la cocina para encontrarme con Emmett en medio del desastre. Obviamente se encontraba en el proceso de limpieza, -¿Y a que se debió todo esto?

-Emmett decidió liberar su temperamento,- Dijo Rosalie desde la única silla de la cocina que se mantenía intacta. Emmett gruñó.

-Ya veo,- Murmuré. Esto era demasiado bueno. Traté de bloquear sus pensamientos para que yo mismo me imaginara lo ocurrido, -¿Por qué?

-Bien, no podía ir y matar a Newton,- Gruñó Emmett, lanzando una pieza de acrílico sobre una pila de escombros que había armado. -Así que, rompí el refrigerador.

-Y el horno y la encimera de la cocina,- Dijo Rosalie, contando con sus dedos.

-Desearía que hubieras guardado algo para mí,- Murmuré mirando el desorden que nos rodeaba. El refrigerador había sido desmantelado en cuatro partes. El horno estaba en el suelo. La encimera de la cocina era apenas una pila de polvo y astillas.

-Guardo tu colección de CD’s- Sonrió Rosalie.

-Ni lo piensen,- Les advertí.

-Así que ¿Allie viene mañana?- Preguntó Emmett, aun ordenando.

-Si ¿Está bien?- Pregunté más por cortesía que por otra cosa. Si Bella quería que Allie nos visitara, Allie nos visitaría.

-Por supuesto que está bien,- Emmett rió, -¿Por qué crees que Esme me está haciendo limpiar la cocina ahora? Necesitamos una nueva, entera, para cocinarle el almuerzo a Allie.

-La casa va a volver a oler a comida nuevamente,- Murmuró Rosalie, con una expresión de disgusto en su rostro.

-Te acostumbraras,- Le sonreí, saliendo de la cocina. Esme y Carlisle se había acomodado en el sofá. Alice estaba sentada en las escaleras con Jasper.

-Alice dijo que querías hablar conmigo,- Me dijo Jasper desde las escaleras.

-Bella planea decirle todo a Mike mañana en la mañana,- Comencé, -Va a ponerse difícil con ella. Así que quiero dejarle las cosas más suaves a Bella. ¿Podrías venir y hacer que Mike sea un poco…razonable?

-Creo que puedo hacerlo.

-Gracias,- Suspiré aliviadamente, innecesariamente, bien sabía que no se iba a negar a ayudarme, obviamente.

Estaba fuera de mi casa, corriendo hacia lo de Bella unos instantes después. El frió viento me guiaba hacia mi amor. Hacia lo único que le había dado sentido a mi existencia. La casa permanecía en silencio, todos sus ocupantes dormían. Trepé por la ventana de la habitación de huéspedes y me abracé a Bella.

Me sentía completo, otra vez.

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Pobre Emmett!!! jajajajaja naaa!! pobre Esme !!!
Pero quién no se pondría así con un tipo como Mike!!!

Nenitas las Adoro!!! Hey!! Bells!! perdón por Consentirlas tanto !!

Cariños!!! y ya saben!! Sus Suspiros son mi Aire para vivir!!

Angylito!!

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solo voy a decir dos cositas...
una... creanme cuando les digo que mi nena va a sufrir!!! muajajaja
dos... ME DECLARO OFICIALMENTE "TEAM ALLIE"!!!! alguien me apoya???

Bellany G.
**La espera ya no es tan linda sin ti**

ESA NANA**CORREGIDO

CAPITULO 9. Un nuevo amigo


“No sabía que tocaras el piano Edward” Dije, intentando sacar conversación. Pero estaba realmente sorprendida.

“Lo mismo digo”

Reí entre dientes.

“¿Bella?” me miró.

“¿Si?”

“Mira, yo solo quería disculparme por lo que hice ayer. Parece que estoy cometiendo demasiados errores siempre que estoy a tu alrededor. Y lo siento.”

Wow. Esta disculpa parece mucho más sincera que la del centro comercial.

“Disculpa aceptada” dije sonriendo

Me devolvió una sonrisa torcida.

Suspiré “Ya sabes, quiero decir que no voy a devolverte todas las cosas que me has hecho antes”

“¿Huh?”

“Estaba ideando maneras de devolverte todas cosas que me hiciste” Confesé.

Se rió. Era un aterciopelado y musical sonido, que cuando paró, me quedé esperando oír más y más.

“De todas formas, ¿Qué tal si pudiéramos ser… amigos?” preguntó.

Vale, ahora sí que está yendo un poquito lejos.

“Uh… Edward, no creo que podamos ser amigos”

Me miró confuso.

“¿Por qué?”

“Edward, no te conozco de hace mucho pero a la vista se ve que eres todo un playboy. I enserio que no me gusta el trato que les das a las mujeres. Quiero decir, difícilmente te acuerdas de sus nombres, y te lías con ellas como si tu vida dependiera de ello. Yo eso lo encuentro extremadamente vergonzoso. Ese tipo de trato que les das a las chicas, usándolas para tu placer, no lo puedo dejar pasar. Sé que probablemente esté siendo predispuesta, pero yo nunca podré ser amiga de alguien que se comporte así. Quizás si cambiaras…” Paré, dándome cuenta de que había estado despotricando.

Parecía shockeado “Me haces parecer una mala persona Bella. Esas chicas saben qué es lo que van a tener cuando están conmigo”

“Pero Edward, ¿Se mosquean si no recuerdas sus nombres?”

Dudó “Sí” suspiró y agachó la mirada.

“¿Ves? No importa cuánto intenten ocultarlo, ellas aún les dan importancia a esas pequeñas cosas” De repente, levantó el rostro y su mirada parecía que llevaba ira.

“¿Quién te crees que eres tú de todas formas? ¡Actuando como si supieras más de mi propia vida que yo mismo! ¡Lo siento si las únicas personas con las que disfruto estar no son acosadoras!” Escupió.

Esa ironía. Sentí como si hubiéramos conseguido algo, y ahora, solo sentía como si me hubieran abofeteado.

Me levanté y me dirigía hacia otro piano cuando tropecé y casi me caigo.

Pero rápido como un rayo, me cogieron. Ni siquiera levanté la mirada para ver quién fue, me deshice de sus manos y seguí caminando.

Me senté en un piano distinto y permití a mi pelo marrón crear una cortina a mi alrededor. Estaba segura que mi rostro estaba escondido y empecé a llorar. Podía ver las lágrimas cuando caían encima de las teclas del piano y todo mi cuerpo se sacudía.

El profesor de música entró entonces y se presentó ante nosotros como Señor Money. Nos explicó que en un mes tendríamos que componer una melodía propia para un concurso. Podíamos hacer un solo, o por parejas. Miré por toda la habitación y no reconocí a nadie más así que adiviné que haría un solo. Tendríamos todo el tiempo en esta clase durante el mes entero para trabajar en la composición.

Quité las cosas y miré las teclas, mientras intentaba recordar la melodía que tatareé en la ducha un par de días atrás. Comencé a tocar unas pocas notas de la música, y escribía todo lo que podría ser un progreso. Me iba a llevar tiempo antes de que la completara entera.

Podía oír a todo el mundo tocar diferentes melodías pero mi oído fácilmente escuchó la de Edward. ¿Por qué era tan triste?

Tan pronto como la clase terminó, me levanté y corrí hacia la puerta para encontrarme con una rubia. Me miraba furiosamente y no creo que sea porque choqué contra ella. La reconocí como la rubia que había visto besando a Edward el día que llegué. Puse los ojos en blanco entendiendo por qué estaba aquí y la empujé. Tenía una sola misión en mente y era encontrar a Jayden. Me tuve que recordar no estar a la vista de Jacob tampoco.

Deambulaba sin rumbo fijo por un momento hasta que paré. Empecé a caminar hacia mi cuarto. Tan pronto como se veía el edificio, me percaté de que alguien apoyado en mi coche en el aparcamiento.

Jadeé cuando vi la gran altura del individuo pero suspiré aliviada al ver que tenía el pelo rizado y negro. Corrí hacia él, o al menos hice el intento de correr, estoy segura que aquello pareció más un traspié.

“¡Hey Jayden!”

Se giró hacia mí y sonrió.

“Bella”

Estaba muy aliviada de haberlo encontrado y me encontré abrazándolo. Entonces me di cuenta de que tardo o temprano le tenía que hablar de Jacob, que no me haría nada, y lo apreté más fuerte.

“Bella, ¿Qué va mal?” murmuró en mi pelo.

“Tengo que hablar contigo. Vámonos a algún lado” dije, separándome.

Me miró “¿Qué tal el Starbucks (supongo que será una cafetería) fuera del campus?”

“Sí, vamos” Señalé el asiento del copiloto de mi coche.

Tan pronto como estuvo dentro del coche soltó un pequeño silbido.

“Es un gran coche Bella”

Sonreí. “Gracias. Tengo una pequeña manía con la velocidad, los coches deportivos.”

Estaba nerviosa durante todo el trayecto, y lo miraba a hurtadillas. Teniendo una batalla en mi interior.

Él había sido muy amable conmigo, y no quería dejarlo ir demasiado pronto. Quizás no debería decírselo, pero eso sería egoísta. Debe saber su posibilidad de poder estar en peligro. No me gustó la manera en que Jacob lo miró antes. Si las miradas pudieran matar, él estaría muerto. Quiero decir, que era peor que incluso como miraba a Edward.

Gracias a mi rápida conducción llegamos en un par de minutos. Aparqué y salí, esperando a Jayden.

“¿Va todo bien Bella? Tú eres extremadamente activa y estás como nerviosa”

Gruñí como respuesta y lo guié hacia dentro.

Nos sentamos en una caseta al final, y yo dándole la cara al resto de la cafetería por lo que podía estar atenta. Le hice a la cafetería un breve escáner y suspiré de alivio. Me giré hacia Jayden para mirarlo a sus ojos azules.

“Jayden, hay algo importante que tienes que saber” empecé nerviosa.

“¿El qué es Bella?”

“¿Recuerdas al chico de clase de cálculo?”

Arrugó la frente “Sí...”

“Bien, él es mi ex-novio de Phoenix y él esta...” dudé.

“¿Sí?” urgió.

“Está siguiéndome a todos lados” añadí rápidamente.

Jayden soltó una leve respiración como si hubiera estado rehusándose a respirar en todo el tiempo. Pareció pensativo por un momento “Quieres decir que te está siguiendo. ¿Es por eso porque no parecías feliz de haberlo visto antes?”

Asentí “Él tampoco es muy feliz de verte a ti”

Me dio una mirada interrogativa.

“Jayden, anoche amenazó con secuestrarme si no volvía con él y cualquiera que estuviera en su camino sufriría las consecuencias. Cometí un error en decirle que me iba de allí, y si averigua esto, bueno...”

Me senté y lo observé cuando estaba sumido en mis palabras. Parecía pensativo, pero para nada parecía asustado.

“Bien, Bella, nos aseguraremos de que no ponga la mano encima en ninguno de nosotros” dijo después de un tiempo.

“¿Huh?” no podía ser que estuviera diciendo eso “¿No estás asustado? ¿No vas a estar lejos de mí?”

Frunció el ceño “¿Por qué haría eso?”

“Pues..., no sé, ¿quizás porque podrías salir herido? quiero decir...”

“No te voy a abandonar Bella” murmuró, mirándome intensamente.

Estaba impresionada. Sonreía enormemente y antes de que me diera cuenta, salté a su regazo, envolviendo su cuello fuertemente.

Podía sentir como se reía por debajo mío.

“Estoy muy feliz de que no me dejes” suspiré, cerrando mis ojos. Me envolvió entre sus brazos y permanecimos así por un momento, pero inmediatamente miré arriba al escuchar el timbre de la puerta, señal de que alguien acababa de entrar a la cafetería.

Me congelé y mis ojos se abrieron como platos.

Jayden me echó hacia atrás “¿Qué va mal Bella?”

“Jacob está aquí” susurré

Siguió mi mirada y frunció el ceño cuando vio a Jacob mirándonos.

“Vamos, salgamos de aquí” dijo, ayudándome.

Nos levantamos y fuimos derechos a la puerta donde Jacob aún estaba de pie.

Miré abajo para evitar su mirada, pero podía sentirla.

No cruzó palabra con nosotros cuando pasamos por delante de él y salimos del lugar.

Sin embargo, nos siguió.

Cuando entramos en mi coche, él entró en el suyo, y cuando salí con mi coche, él iba detrás del mío.

“No puedo creer, que así por las buenas y abiertamente nos esté siguiendo” Murmuró Jayden.

Estaba empezando a oscurecer pero aún quedaban estudiantes por ahí cuando aparqué el coche. Observé como seguían mi coche con la mirada.

Jacob no nos siguió aquí.

Salimos del coche y me despedí de Jayden diciéndole adiós con la mano.

“Te recogeré por la mañana” me llamó.

Fue entonces cuando me di cuenta de que no le había dicho nada del beso con Edward.

Me giré hacia mi habitación, decidiendo que se lo diría mañana, además, ni que estuviéramos saliendo juntos todavía o algo.

Crucé la puerta para encontrar a Edward vestido con los bóxers y los calcetines de Bob Esponja, tumbado en el sofá y viendo ‘Trato o no trato’.

Me reí para mí misma ante tal panorámica y levantó el rostro para mirarme. Me helé, recordando la última conversación que habíamos tenido juntos. De repente me sentí culpable de la manera en que le había hablado y decidí que me disculparía rápidamente.

Caminé a la habitación y decidí que me pondría mis pantis de Barney para alegrar el ambiente. Me puse mi top morado por la cabeza y caminé hacia la cocina. Mi estómago estaba rugiendo y estaba deseando que hubiera por un milagro comida, considerando que no había ido a comprar todavía.

Estaba sorprendida de ver a Edward merodeando ya por la cocina.

“Edward, ¿Qué estás haciendo?” pregunté curiosa.

“Nada. Ve al salón tengo que hablar contigo en un segundo” Pidió, bloqueando todo lo que estaba haciendo con su cuerpo.

No quería escucharlo, pero estaba curiosa. Así que, fui al salón y vi ‘Trato o no Trato’

La mujer del programa estaba literalmente mordiéndose las uñas mientras esperaba a que la modelo abriera la caja. Sonreí cuando Howie Mandell caía en suspense al anunciar unos intermedios. Siempre lo hacía.

Algo olía terriblemente bien. Giré mi nariz hacia la cocina, expectante. ¡Sí! Olía como a… ¡bacon! Mi estómago estaba gruñendo fuertemente otra vez.

Oí pasos y me giré hacia la televisión, sabiendo que Edward venía.

Por supuesto, caminó con una bandeja en sus manos, la puso en la mesa delante de mí y me miró expectante. Había un montón de pancakes y bacon con un vaso de zumo de naranja.

Lo miré confusa. Lo miré con ojos interrogantes mientras él se desplazaba por alrededor nervioso.

“Lo he hecho para ti Bella. Ya sabes, no puedo hacer otra cosa que no sea comida de desayuno y brownies pero quería hacerte algo para que vieras cuanto estoy de arrepentido”

Estaba estupefacta. Mi boca se movía pero no salía sonido alguno.

El empezaba a parecer triste.

“¿No me vas a perdonar?”

Señalé el sitio de al lado mío en el sofá. Sonrió y se sentó a mi lado.

“Estoy sorprendida, eso es todo Edward” dije finalmente.

Dio un suspiro de alivio.

“Te entenderé si no me perdonas Bella, lo que te dije esta tarde estuvo extremadamente fuera de línea. Pero yo quería mostrarte que de verdad estoy arrepentido.”

Suspiré. “No eres el único que necesita disculparse Edward. No tenía derecho de juzgar tu manera de ser. Quiero decir, que tenías razón. Tu sabes más de tu vida que yo, y debería dejar de meterme en lo que no me llaman”

“Bella, tus palabras han tenido un cierto efecto en mí. Por eso es porque me comporté así. Me di cuenta que tenías razón, y me avergoncé de mí mismo pero no tenía derecho a descargar mi ira contra ti. Nadie excepto Alice me había dicho eso en mi cara, y adivino que oírlo de boca de otra persona que no sea de la familia me hizo despertar. Voy a cambiar Bella. Pero necesitaría tu ayuda” añadió, sonriendo.

¡Estaba sonriendo como una idiota!

“Edward, ¡estaría feliz de ayudar!”

“Solo una cosa más, ¿Nos podemos considerar… amigos ahora?” preguntó.

Pretendí pensar un segundo.

“¡Claro!” sonreí.

Sacó un brazo “¿Amigos?”

Agarré la suya “Amigos” y las sacudimos. Me sorprendí al tirarme encima de él y rodear su cuello con mis brazos dándole un fuerte abrazo.

Él dudó, pero después pasó sus brazos por mi cintura.

“Bella” murmuró.

Me ruboricé y me separé de él, avergonzada de mis actos. En ese preciso momento mi estómago gruño con fiereza.

Me sonrojé más aún y Edward sonrió “Cómete los panecillos Bella”

“Sólo si tu también comes conmigo”

Fue a coger otro tenedor y cuchillo y comenzamos a comer.

Miré sus bóxers y me reí tontamente otra vez.

“¿Qué?” Preguntó con una mirada inocente.

“¿Te gusta Bob Esponja?” pregunté

“¡Me encanta! Y no me digas que no te gusta Barney tampoco” replicó, riéndose de mis pantis.

Nos reímos uno del otro un momento, entonces continuamos viendo ‘Trato o no trato’

La mujer ahora tenía dos cajas restantes, 3 incluyendo la suya propia con cantidades de dinero de 1, 1.000, y 1.000.000. También tenía una extrema oferta del banco. Ella cogió una caja para que fuera abierta y sabía que algo malo iba a ocurrir.

Por supuesto, al abrirse la caja, era la de 1.000.000. Yo gruñí y escuché a Edward hacer lo mismo también. Me giré para poder verlo y le sonreí, pero ya me encontré con que él ya me estaba mirando.

Me sentía bien estando aquí con él. Intenté ignorar la cálida sensación de hormigueo que sentía cuando lo miraba a los ojos.

“¿Bella?”

“¿Hmmm?”

“¿Serás mi pareja para el concurso de piano?”

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Cariños nenitas!!! Espero que les guste el capitulo de hoy!!!
Bells!! te necesito!!! Nenita!! da señales de vida!!!

Cariños y espero muuuchooos Suspiritos!!!

Angylito!

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lo siento, tengo buenas explicaciones para que mi Nena aún siga haciendo mi trabajo... en un ratito más les digo...

Bellany G.
**Aún te extraño**

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