viernes, 27 de noviembre de 2009

VENTANA AL AMOR

Capítulo Veintisiete

Edward POV

-¿Tanya?- dije al verla parada frente a mi perta, la cual acababa de abrir. El estridente timbre me había desperado.-¿Que haces aquí tan temprano?

-Lo siento Edward ¿te desperté?- me preguntó

-No.- mentí- ¿Qué sucede?

-Lo siento- repitió.- es que estoy tan emocionada, necesitaba hablar con alguien…

-Pasa…- dije haciéndola entrar- ¿Qué paso?- le pregunté una vez tómanos asiento en la sala.

-¡Mark me llamó!.- dijo emocionada- ¡viene a Chicago en una semana!. Edward estoy tan feliz.- dijo abrazándome

-Me alegro mucho por ti.- conteste reprimiendo un bostezo

-Si, no sabes cuanto lo he extrañado, este mes sin él se me ha hecho insoportable…

-Me imagino, yo apenas y puedo estar separado de mi Bella unas horas…

-Hablando de ella, que te parece si en compensación por haberte despertado y por que esta mañana me siento sumamente feliz, no os preparo mi desayuno especial, ¿Bella esta acá, cierto?

-No, esta en su casa…- su rostro se entristeció.- pero la voy a llamar para que nos acompañe.

-Genial, sabes… ella es una persona asombrosa… te merece totalmente.

-Estas equivocada Tanya, él afortunado soy yo al tenerla a ella…- ella sonrió

-Bueno, será mejor que me vaya a la cocina si quiero que mis panqueques especiales estén listos antes del medio día. Tú puedes volver a dormir si quieres

-No estaba durmiendo.

-No seas mentiroso, Edward. Te conozco, tu almohada aun esta marcada en tu cara

-No es cierto…- dije tocándome para verificar, Tanya se rió antes de deslizarse a la cocina.

Mire la hora en la pantalla de mi televisión, aun era muy temprano para llamar a Bella, por lo que decidí darme una ducha antes de hacerlo, cuando me dirigía a mi cuarto a por mis cosas, un estruendo de cosas al caer seguido por una maldición proveniente de la cocina me distrajo.

-Tanya ¿estas bien?- le pregunté

-Si, solo se me cayo la leche encima de la ropa…- dijo indicando su blusa y su pantalón totalmente mojados

-¿Cuánta leche se te cayo encima? ¿la reserva nacional?

-Muy gracioso, Cullen. Anda, supongo que tendrás algo para que me ponga mientras lavo esto…

Lo único que pude facilitarme fue una de mis camisas, ni siquiera mis pantalones deportivos le calzaban, se le caían por más que se los ajustara así que desistió de ellos, me dedicaba miradas asesinas cada vez que me reía de ella.

-Me voy a dar una ducha…- le dije- si te vuelves a ensuciar ya sabes donde esta la ropa, solo deja algo para que yo pueda usar.- añadí con una risa

-ja, ja, ja… ríete Cullen, ya me las pagaras- dijo- ¿ya llamaste a Bella?

-Luego de la ducha, o tal vez sería mejor que la llamara para el almuerzo.- dije al ver que aun no comenzaba a cocinar y conociéndola sabía que se iba a demorar.

-Ja, ja, ja muy gracioso… anda mueve tu trasero a la ducha de una vez y deja trabajar a la maestra.- rodé mis ojos mientras me dirigía al baño.

El agua caliente relajo mis músculos y termino de despertarme por completo. Se estaba sencillamente bien bajo el chorro de agua caliente, el ruido sordo que hace algo al caer me distrajo mientras me colocaba una toalla alrededor de la cintura. Solo un nombre vino a mi mente, Tanya, a este paso ella iba a destrozar mi cocina antes terminar de cocinar medio plato.

Salí del baño y atravesé el pasillo hasta llegar a mi cocina.

-¿Tanya, Qué fue ese ruido?.- pregunté antes de entrar. Ella no respondió.

Cuando entre a la estancia vi que había provocado el alboroto, en el piso había una caja celeste totalmente aplanada crema y algo de masa se desbordaba de su interior, mis ojos siguieron avanzando y entonces vi a Bella, tenía los ojos desbordados por las lagrimas y se sujetaba el estomago con fuerza.

- ¡Bella!...- la llamé, pero ella estaba como ida y no respondió,- ¿Qué te pasa?..- le pregunté con la preocupación marcada en la voz, su rostro estaba contraído por la pena y el dolor, me acerque a ella.- ¿Bella, amor, Qué sucede?.- tome su brazo con cuidado.

- ¡suéltame!- gritó con la voz rota y apartando su brazo de mi toque con brusquedad. Luego salio corriendo antes de que fuera capaz de reaccionar.

Me quede parado allí, quieto e incapaz de reaccionar. Cuando fui capaz de volver en mi salí disparado rumbo a la puerta que aun seguía abierta de par en par.

-¡Bella! ¡Bella!- la llamé, me dirigía hasta las escaleras cuando la voz de Tanya me detuvo.

-Edward no puedes salir así,- me dijo con voz queda. Ella tenía razón.

Entre al departamento, corrí hasta mi habitación y me vestí con lo primero que cogí del armario.

-¿Qué paso, Tanya?- le pregunté mientras cogía mis llaves y abotonaba mi camisa a la vez.

-No lo sé. Solo ví a Bella después de escuchar el ruido que el paquete hizo, no dijo nada… no entiendo por que se fue así, pero me da miedo…- agregó preocupada:- le puede pasar algo…

-Pero ¿Por qué reacciono así?

-¿acaso no haz notado como ando?. Dijo indicándose.- creo que ella pudo malinterpretar eso,- Agrego tomando el dobladillo de la camisa.- yo igual lo hubiera hecho…

-No, no, no ella no puede pensar que…

-Eso no puedes saberlo, Edward.- me afirme en el mueble que estaba junto al recibidor.- pero que haces,- me regañó.- anda a buscarla, ya…

-Si. Por favor, llama a los demás, Bella se veía muy alterada y creo que voy a necesitar la ayuda de ellos para encontrarla más rápido.

Me precipite escaleras abajo, Bella seguramente ya estaba lejos de aquí, pero ¿Dónde?. Me subí de manera apresurada a mi carro, sin importarme siquiera colocarme el cinturón y arranque.

Primero me dirigí directo a su casa, sería el lugar más obvio para ir, pero esta estaba completamente vacía. Ella no estaba allí.

Di una vuelta por los alrededores, y otra y otra, mire en todas direcciones esperando encontrar su carro en las calles o sus cabellos castaños mientras se deslizaba por la acera. Pero nada, no había rastro de ella.

Sentí miedo, le podía haber pasado cualquier cosa al estar tan alterada y sola. Solo pensar en los peligros en que podría encontrarse me estremeció, debía encontrarla y pronto.

Seguí buscando sin resultado, no estaba en ningún lado y la angustia comenzaba a oprimirme el pecho hasta el punto de hacerme casi imposible e incluso dolorosa la respiración. Debía encontrarla, necesitaba encontrarla.

Fue en esos momentos cuando el sonido de mi celular me saco de mis supociones fatalistas, abrí la tapa y conteste sin siquiera verificar quien era. Solo había una voz que deseaba escuchar.

-¿Bella?- pregunté esperanzado.

-No, soy yo, Alice…- respondió mi hermana seria.

-¡Alice!.- exclame.- ¿Qué sucedió? ¿encontraron a Bella? ¿Dónde esta?¿esta bien?.- las preguntas salieron de manera rápida y atropellada de mis labios.

-Cálmate, Edward. Ella esta bien.

-¿esta en tu casa? Quiero verla…- sentí como al fin podía volver a respirar. Ella estaba bien.

-No creo que eso sea bueno ahora mismo, Edward.

-¡¿Qué?!¿Porque?...

-Ella no quiere verte, Edward- dijo con aparente calma, aquella calma previa a la tormenta- ¡no sé como pudiste hacerle esto!.- gritó.- ¡más ahora cuando…

-¿Cuándo qué, Alice?

-Nada, nada.

-Alice por favor, dime que sucede. Necesito hablar con Bella.

-Ahora no, ella no esta en condiciones de hacerlo, Edward.- dijo antes de cortar repentinamente sin siquiera despedirse.

-¿Alice? ¡¿Alice?!

No sabía que hacer. Por un lado quería hablar con Bella y aclararle que lo que había visto no era lo que parecía, pero si ella estaba tan alterada como parecía, lo mejor sería que le diera algo de tiempo para serenarse.

Pero la angustia de la espera dolía.

Y más lo hacía sentir que ella no confiaba en mí.

¿Acaso no lo había dado pruebas suficientes de mi amor hacia ella?. Deje que mi cabeza cayera en el respaldo del asiento, estaba abrumado, estresado y aun no era mediodía.


Alice POV

-¿bueno? ¿Alice?

-Si ¿Quién es?.- pregunte algo dormida aun, restregándome los ojos.

-Soy yo, Tanya.

-Ah, hola Tanya ¿Qué hay?

-Alice es Bella…- dijo preocupada.

-¿Qué pasa con Bella?.- pregunté haciendo eco de su preocupación.

Tanya me relato todo lo sucedido desde su punto de vista. Me costó creerle, más de lo que pensaba, Bella no tendía a actuar de manera precipitada o a inventar cosas, pero tampoco podía desconfiar de Edward, el la amaba por sobre todo.

-¡¿Cómo que no saben donde esta?!- grité contra el teléfono, presa del pánico. Con lo que conseguí despertar de un sobresalto a mi esposo.

-No, salió corriendo. Edward la esta buscando ahora, pero no creo que la encuentre si ella no quiere ser encontrada…

-Esto esta mal, muy mal…- susurré.- tenía miedo por Bella, ¿habría pasado al departamento antes o después de la cita con la doctora?

-Lo sé, por eso me pidió que te llamara y también a todos los demás, va a necesitar su ayuda.

-Voy a llamar a Rose.- le dije antes de cortar y precipitarme a marcar el numero de mi amiga, le conté todo lo más rápido que pude mientras buscaba algo que ponerme, por primera vez no me intereso si mis prendas combinaban o no.

-¿Qué sucede, amor?- me preguntó Jasper, aun adormilado.

-Bella…-

Nos reunimos todos en casa de mis padres para dividirnos y buscar a mi amiga. Me aterraba pensar en lo que podría sucederle si se encontraba en el estado de conmoción que me había relatado Tanya. A Rose y a mi nos obligaron a quedarnos en casa, argumentando que tanto estrés no nos hacía bien en nuestro estado; si supieran que Bella seguramente estaba en el mismo estado, ellos también estarían aterrados como yo.

Rose también me preocupaba, caminaba de un lado para otro de la sala con el celular en la mano, estaba nerviosa, demasiado nerviosa; y eso no la ayudaba, solo le quedaban unas semanas para tener al bebé y cualquier tensión o situación estresante podría adelantarle el parto, lo cual no era para nada conveniente.

-¿Dónde estará?- me preguntó.

-No lo sé.

-Estoy asustada…

-Yo también…- admití- tengo miedo de que le pase algo, más ahora en su estado…

-¿Qué estado? ¿Qué pasa Alice?

-Rose, ayer Bella se hizo una prueba de embarazo…

-¿una prueba de embarazo? ¿y que salio?

-Positivo, esta mañana iba a ir al medico para confirmarlo…

-…y después se fue al departamento de Edward y vio sabe Dios que.- dijo atando los cabos que yo no había logrado unir.- pobrecita, debe estar devastada, tenemos que ir a buscarla, Alice.

-Pero no podemos salir.

-Tenemos que hacerlo. Nuestra amiga nos necesita, no estoy tranquila aquí haciendo nada…

-Yo tampoco… ven vamos, tomemos mi carro y vayamos a buscarla…- dije

Dimos muchas vueltas, sin encontrar rastro de ella. Ya llevábamos casi media hora de búsqueda cuando comenzó a llover de manera lenta, no era más que una leve llovizna, pero imaginar a Bella vagando por ahí y con lluvia- por mínima que fuera- me hacia doler el corazón. Teníamos que encontrarla. Íbamos por los alrededores del estacionamiento del parque cercano al lago, cuando algo llamo la atención de Rosalie.

-¿ese no es el carro de Bella?.- dijo indicándome un Peugeot 206 negro aparcado en la acera.

-Si, lo es…- dije reconociendo una caricatura que había pegado Su en la parte trasera del carro.

-Estaciónate aquí…- me dijo- no debe estar muy lejos…

Bajamos, no nos preocupamos por mojarnos bajo la lluvia. Caminamos por el parque pero este estaba vacío, cuando íbamos a volver al carro desesperanzadas, se me vino a la mente el único lugar al que no habíamos ido. El muelle. El pequeño muelle de la orilla del lago.

-¿crees que este allí?.- me preguntó Rose cuando caminábamos en aquella dirección, la lluvia nos pegaba el cabello al rostro

-Es una posibilidad…- le dije.

Caminamos, la lluvia comenzó a sentirse con más fuerza. Sentada sobre el muelle y con los pies colgando sobre la superficie del agua se encontraba Bella. La alegría que sentí al encontrarla se vio empañada al ver el estado en que se encontraba, se notaba en su postura que estaba mal.

-¡Bella!.- la llamamos a la vez, antes de acercarnos. Ella se levanto de manera lenta de su improvisado asiento.

Sus ojos estaban completamente rojos e hinchados, producto de tanto llanto, la mascara de pestañas hacia un recorrido negro por sus mejillas, su cabello estaba mojado y revuelto. En su rostro no había expresión alguna y esto me asusto, se sostenía el vientre con las dos manos, como si se le fuera la vida en ello.

-¡oh, Bella!.- exclamo en un sollozo ahogado Rose. Ella avanzo de manera lenta hacia nosotras.

En cuanto estuvimos a la misma altura la rodee con mis brazos, ella rodeo mi cuerpo con sus brazos y oculto el rostro en mi cuello, sentí como los sollozos que luchaba por contener la hacían temblar, Rose acaricio su cabello en silencio.

Estuvimos así, las tres abrazadas y en silencio, por un tiempo inconmensurable, cuando Bella por fin alzo la vista, estábamos completamente empapadas.

-me mintió…- susurro con la voz rota.

-Seguro hay una explicación para todo, corazón…- le dijo Rose aun acariciándole la cabeza, Bella negó.

-No quiero escucharlo, chicas…no quiero, no quiero…

-Será mejor que te llevemos a casa…no quiero que te enfermes, eso no es bueno para ti…

-…ni para el bebé…- dijo alzando el rostro otra vez

-¿lo confirmaste?.- asintió

-Iba a darle la noticia cuando,- su rostro se contrajo en una mueca de dolor y volvió a llorar.

Cuando logramos calmarla nos dirigimos hasta el auto, la acomodamos en el puesto de atrás junto con Rose que intentaba consolarla, antes de partir llamamos a los demás para informarles que la habíamos encontrado y que fueran a recoger el carro y también a Susan y la llevaran a casa de mis padres, no sería bueno para ella ver a Bella así. Las tres nos dirigimos a su casa.

Bella había caído en un estado similar al sopor después de llorar todo el viaje contra el hombro de Rose quien intentaba por todos los medios reconfortarla, pero había sido inútil.

La cambiamos de ropa, le secamos el cabello y nosotras también lo hicimos, luego Rose la acompaño a su cuarto a recostarse mientras yo le preparaba algo caliente.

Pero sabía que alguien más estaba sufriendo, no desconfiaba de mi hermano, pero todo era tan confuso. Decidí que sería mejor que yo lo llamara, al menos para informarle que Bella ya había sido encontrada.

-¿Bella?- preguntó luego de contestar al primer tono

-No, soy yo, Alice…

-¡Alice!...¿Qué sucedió? ¿encontraron a Bella? ¿Dónde esta?¿esta bien?.-preguntó de manera atropellada y con el pánico marcado en la voz

-Cálmate, Edward. Ella esta bien

-¿esta en tu casa? Quiero verla…

-No creo que eso sea bueno ahora mismo, Edward- le dije

-¡¿Qué?!¿Porque?...

-Ella no quiere verte, Edward- dije con calma-¡no sé como pudiste hacerle esto!.-le grite recordando el estado en que habíamos encontrado a Bella, no importaba si había sido un malentendido o no, él era responsable de ello.-¡más ahora cuando…- me callé al recordar que él no sabía nada del embarazo.

-¿Cuándo qué, Alice?

-Nada, nada.

-Alice por favor, dime que sucede. Necesito hablar con Bella- pidió desesperado

-Ahora no, ella no esta en condiciones de hacerlo, Edward.- le dije antes de colgar.

Coloque en la bandeja tres plato de sopa caliente, Rosalie estaba recostada junto a Bella a quien tenia rodeada por los hombros, lagrimas silenciosas se abrían paso desde sus ojos chocolates, no me gustaba verla así, me partía el corazón.

Era doloroso verla sufrir de esa manera, en el que debía ser el día más feliz de su vida. Ni siquiera había podido disfrutar lo suficiente la noticia de su embarazo. Dijo que no tenía apetito, pero Rose y yo prácticamente la obligamos a comerse la sopa, aun estaba helada, por más que la hubiéramos arropado. Parecía que el frío era por algo más.

-tienes que estar tranquila, Bella.- le dijo Rose.- esto no le hace bien al bebé

-lo intento, pero…- se le volvió a quebrar la voz.

-tranquila, tranquila…- le susurré.

Nos encontrábamos las tres embutidas en la cama matrimonial de su habitación, como en los viejos tiempos, claro que esta vez no reíamos y bromeábamos como antes; ahora estábamos allí para consolar a Bella.

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... de verdad me molesta mucho que justo ahora, haya un capítulo triste que comentar, digamos que mi ánimo no es el mejor y encima le ponen limón a la herida U.u... bueno aqui hay salvación, el punto es que Edward pueda explicar lo que paso...
cuidense mucho, suspiren (ahora si que las necesito T.T) y...
Nos leemos en un tris!

Bellany C.
**Be my friend now, hold me**

NO DESEARÁS


Capítulo 16. Las Cosas Claras


Rosalie POV

La luz brillaba contra mis parpados cerrados, jamas me había gustado que el sol entrara a mi recamara, estuve a punto de maldecir el tener que quedarme con mis padres nuevamente pero imágenes furtivas de la noche anterior provocaron que me despertara de una forma muy efectiva.

Las cortinas de la ventana eran blancas impidiendo una oscuridad a estas horas de la mañana, mire el cuarto donde me encontraba, me senté lentamente en la cama y por primera vez lo mire, acostado a mi lado, creí que tal vez seria un sueño un escape ha la realidad que tanto dolía, pero no, el estaba aquí conmigo de nuevo con esa cara de niño, con esos hoyuelos, con esas manos que me llevaban a mi cielo, tenia miedo que esto fuera por despecho pero en mi corazón sabia que quizás de no haber sido las cosas así quizás aun así yo hubiera terminado en esta habitación.

Me senté y tome un bloc de notas que había del lado de mi buró, jamás pensé en hacer esto pero deseaba sacar todo lo que tenia dentro, todo, lo que había sido mentira y lo que era verdad.

Doble mis piernas protegidas solamente por la sabana blanca y me apoye en ellas para comenzar a escribir.

Bella

No se exactamente que me inclina a escribir esto, creo que lo hago para mi, para terminar un ciclo de mi vida, y un ciclo entre nosotras.

No te voy a mentir el dolor sigue y creo que no se ira, no en algún tiempo, se me da bien enojarme con facilidad pero creo que eso ya lo sabes, esto no es para recriminar nada es para que todos podamos seguir a delante.


Cuando te vi con Edward me convencí a mi misma que te odiaba por haberme arrebatado algo mío, pero después supe que jamás me perteneció, como yo tampoco me apegue a el lo suficiente, solo después me di cuenta del motivo de mi rabia de mi enojo y de mi tristeza, tu tenias lo que mas quería y no era el en particular, era su amor.

Yo quería alguien que me amara, quería encontrar alguien que llenara el vacío que Emmett había dejado, pero no lo conseguí y debo admitir que ese fue mi error, no ame a Edward, amaba la idea de lo que podía tener con el si me esforzaba, una familia, un compañero… una compañía, pero no amor, pasión o diversión solo por diversión.

Sabes que es lo mas absurdo de todo que yo note su cambio, pero también el tuyo, yo lo sabia muy dentro de mi y deje que pasara, fui ciega y sorda, evitaban mirarse, esos nervios al estar cerca, en el fondo de mi corazón me duele que mi mejor amiga no me hubiera contado que se enamoro por primera vez, me duele la mentira… el engaño. Pero ya no hay vuelta atrás para nuestros propios errores.

Te escribo esta carta por que tu pudiste no decirle nada a Emmett, o mentirle pero le constate todo, o al menos el lo dio entender así, de no ser por ti, no me sentiría completa de nuevo, estoy reconstruyendo a la verdadera Rosalie a la que jamas dejo de amarlo, a la que se escondió detrás de la mascara del odio hacia el y hacia su abandono.

Emmet te vio en Seattle y se lo que estas haciendo no puedo decirte nada Bella, no creo poder ser la indicada para decir nada, pero tu sabes que todos merecemos ser felices, no lo abandones Bella, afronta tus errores y afronta los regalos que bien o mal te da la vida.

Fuiste como una hermana para mí… pero hasta las mejores familias tiene que separarse alguna vez, te perdono por cualquier cosa que te culpes, no puedo engañarme con un dolor que no siento no al menos de la forma en que debería

Lucha por ser feliz Bella

Atentamente

Rosalie


Mire la hoja mientras sentía una lagrima recorrer mi mejilla la limpie, odiando la forma que los sentimientos te hacen vulnerable, aunque no me arrepentía de ninguna palabra, aun cuando se lo había dicho no podía odiarla era mi familia, siempre lo había sido.

Cuando salí de su edificio aun recuerdo como Edward me pidió que hablara con ella, que ella jamás quiso hacerme daño que el era el que había insistido, hay me di cuenta que no fue una aventura, el la amaba y de no haberse enamorado Bella jamás hubiera permitido que las cosas llegaran a tal grado, me sentía como una mala versión de la celestina, ellos habían encontrado al amor de su vida gracias a mi… y yo me quedaba sola nuevamente. Ni siquiera le dije nada, solo salí de ahí, fui a la casa de mis padres y ellos me recibieron sin saber mucho mas que decir, trate de ser fuerte y no derrumbarme pero solo era un estatua fría y rígida, por casi una semana fui como un robot, me había resignado a vivir mi vida así solo entre el trabajo y mis padres, renuncie a cualquier sueño estupido…hasta que lo vi.

El sabia que lo reconocería, entro en el restaurante con una sonrisa perfecta en su rostro y me saludo como si nunca me hubiera visto, le seguí el juego y lo lleve a la mesa sintiendo mis piernas temblar eran mas de 6 años de no verlo y de nuevo me sentí como una adolescente.

-Le puedo ofrecer algo de beber señor-, pregunté con una tenue sonrisa, el recargo las manos en la mesa y se acerco un poco a mí.

-Creo que nos conocemos lo suficiente para que me hables de tu Rose-, dijo el mostrando sus hoyuelos y yo negué con la cabeza.

-Hola Emmett-, le salude y el sonrío.

-¿Qué haces aquí?-, le dije tratando de sonar seria lo que no logre, jamás lo hacia frente a el.

-Frecuento estos lugares-, bromeo acomodándose una corbata invisible por encima de su camisa.

-Claro-, le dije y le mostré la carta.

-¿Cuanto tendría que esperar para que salieras?-, me pregunto y yo entrecerré los ojos.

-¿Por qué esperarías?-, le replique y el negó con la cabeza.

-Pienso secuestrarte tome un curso de asesine a rubias gratis-, se encogió de hombros y yo me tape la boca evitando reír.

-Puedo cambiar una suplencia, podrías esperar media hora-, le pregunte y el asintió.

-Entonces ordenare algo-, yo torcí los ojos y el se río.

Cambie mi turno de la noche, sintiendo que probablemente me había vuelto loca, que estaba tan lastimada que todo esto era un sueño pero cuando salimos de restaurante y caminamos, todo se fue a excepción de el y los fuertes latidos de mi corazón.

-A donde vamos-, pregunte cuando ya habíamos recorrido tres cuadras.

-A ninguna lado en especial… solo quería platicar contigo-, susurro y yo asentí.

-Platicar de que…-, especte mientras recordaba cuantas veces quise alguna explicación de su partida.

-De lo que no me dejaste contarte-, replico y yo desvíe la mirada.

-Ya no importa hablar de eso-, le dije encogiéndome de hombros y el suspiro.

-Sigues igual de orgullosa-, dijo en tono burlón.

-Es mi mayor cualidad-, conteste caminando un poco mas aprisa, el me sujeto el brazo con una mano y me jalo hacia el.

-Jamás desee alejarme de ti Rose… eras mi chica… eres mi chica-, me dijo antes de besarme, tuve el impulso de alejarlo o golpearlo en la entrepierna, pero no esperaba la reacción de mi cuerpo hace años no sentía ese deseo revolviéndose en mi estomago, deslice mi mano por sus pecho y el me sostuvo de la cintura.

-Ahora me vas a dejar explicarme-, susurro contra mis labios y yo me separe comenzando a caminar de nuevo el se río y me siguió.

-¿Por qué te fuiste?-, pregunte, si el iba a hablar no me quedaría con ninguna duda.

-Le detectaron un tumor a mi mamá demasiado avanzado, ella sufrió una embolia, nos mudamos para su rehabilitación, papá estaba tan fuera de si, que al llegar de la escuela ya tenia empacado todo, no acepto explicaciones-, dijo el en un susurro mientras yo me sentía como la niña malcriada, el había sufrido y yo solo lo había alejado

-Emmet, lo siento…-, susurre avergonzada y el tomo mi mano.

-No importa… se por que lo hiciste, por que no contestabas-, me dijo y me dio otro beso, cualquier otra persona se hubiera separado nosotros éramos dos conocidos después de años de no vernos y ahora solo podía pensar en sus labios, en su roce, no existían ningún problema, ninguna traición, ningún otro que no fuera el.

-Te amo Rose…-, susurro mientras besaba mi cuello, mi piel húmeda contra el viento me ponían la piel de gallina, lo abrace y escondí la cara en su pecho.

-Llévame contigo-, le dije y el se río.

-¿A dónde?-, pregunto el.

-A donde quieras, pero quédate conmigo-, le dije con la voz entrecortada, ya no podía ser fuerte, no con el, no sintiéndome tan vulnerable y tan protegida.

Levanto mi cara con su mano y limpio las lágrimas, me beso de nuevo de forma impaciente y después se separo sonriendo dejando tomar un poco de aire.

-No me volveré a ir….aun cuando tú ya no me soportes-, bromeo y yo negué con la cabeza, tomamos un taxi y le indico la dirección del hotel en donde se hospedaba.

-¿Dónde vives ahora?-, le pregunte de camino.

-En Seattle-, contesto sonriendo tenuemente.

Cuando llegamos al hotel fuimos hasta su habitación, mis piernas temblaban y mis manos sudaban con anticipación, no estaba segura del por que habíamos llegado hasta ahí pero el había cumplido, me había llevado con el.

Entramos a la habitación y el se sentó en el sillón al lado de su gran cama me invito a sentar y me senté en la orilla.

-Rose… se lo que paso-, me dijo y yo fruncí el ceño.

-No entiendo…-, susurre y el me acaricio la mejilla.

-Me encontré a Bella en Seattle… me dijo sobre ella y… Edward-, susurro y yo me levante para darle la espalda.

-Rose…-, pidió pero yo me sentía nuevamente engañada o quizás celosa, el venia a interceder por Bella… era una tonta.

-No tenias por que venir hasta aquí solo para hablar por ella-, le dije entre dientes y sentí el calor de su cuerpo detrás de mi solo un segundo antes de que me girara casi con brusquedad.

-No me imagino como te sientes Rose… pero no estoy aquí por ella estoy aquí por que no voy a volver a dejarte… no voy a dejar que encuentres a otro hombre para cumplir tu sueño… nuestro sueño-, dijo sintiendo su respiración en mi piel, el lo recordaba cada minúsculo detalle de todo lo que yo le había confesado y ahora así completamente aterrada de mis sentimientos me di cuenta que todo había valido la pena si el resultado era ese.

Me subí a su cintura importándome poco el vestido que llevaba puesto, Emmett sonrío y después susurro un te amo tan bajo que pareció un sueño, hicimos el amor como si los años no hubieran pasado como la ultima vez que estuvimos juntos… esta vez me quede dormida entre sus brazos y fue una atisbo de un sueño cumplido.

Doble la carta de Bella y me levante para guardarla en mi bolso, mire a Emmett que aun seguía dormido con la cobija revuelta en su cuerpo de la cintura hacia abajo, me envolví con la sabana y fui hasta la ventana, me reí de mi misma y de todo.

Se formo un nudo en la garganta al pensar en Bella, por que todo había sucedido así, tal vez jamás lo entendería solo deseaba sanar, poder sanar y algún día recordar con ella estos momentos, tal vez después de mucho tiempo, mirar esto solo como un estupido juego del destino.

-En que piensas-, susurro Emmett sobresaltándome, mientras envolvía mi cintura con sus brazos.

-En Bella-, admití en un susurro.

-Rose si necesitas tiempo… solo…-, comenzó titubeante y yo me gire para tenerlo frente a frente y le sonreí.

-Emmet no me destruyas… no me dejes nunca… quiero que sepas que esto no es despecho no…-, comencé temerosa de que el pensara que tal vez lo usaba como un escape.

-No me digas nada… no me importa… aun cuando fuera para sacar algún clavo seguirá aquí… por el tiempo que tu desees-, me dijo antes de besarme yo me envolví en sus brazos mientras comenzaba a reír sobre mi boca.

-Tienes hambre…-, me pregunto entre besos.

-De una cuantas cosas-, admití mientras el caminaba hasta la cama.

-Me encantas…-, susurro mientras nos hacia rebotar en el colchón, me reí y el me siguió.

-Necesito llamar a mis padres-, le dije y el me paso el teléfono.

-A mi papá le va a dar un infarto-, el frunció el ceño.

-La ultima vez que no fui a dormir a la casa sin decirles nada me quede contigo… vuelves años después y pasa lo mismo-, le dije en tono burlón y el sonrío.

-Emmett-, lo llame y el se puso serio.

-¿Qué?-, dijo con una sonrisa

-Te amare siempre-, le dije y el dejo el teléfono aun lado, la llamada tendría que esperar…

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las cosas nunca son como se esperan y mucho menos fáciles, pero siempre hay una recompensa para tanto dolor... Rose encontró lo que pensó perdido ahora esperamos que Bella consiga lo mismo...
para las chicas que me han preguntado, les informo que yo no voy a hacer ningun comentario al respecto acerca de la nueva situación, solo les voy a decir que si voy sola en el blog y que mientras tenga tiempo, deseos y compañía (osea ustedes) seguirá todo con normalidad...
cuidense mucho, suspiren y...
Nos leemos en un tris!

Bellany C.
**Tu amor me sostiene y me impulsa a luchar**

AVISO


El Fan Fic "CONSUMADOS" por Adri y los One-Shot propiedad de Angie los pueden encontrar en esta dirección:


Por mi parte es todo y en unos minutos más tienen las actualizaciones del día...

Gracias

Bellany C.
**Contigo nada me falta**

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