miércoles, 21 de octubre de 2009

Capítulo 19. Apuestas Arriba

Bella POV

¿Realmente pasó la noche pasada? Corrijo ¿Realmente me pasó a mí la noche pasada? Es difícil de creer. Lo que hizo Edward anoche traspasaba más allá de lo dulce, perfecto, encantador, adorable, impresionante… no hay literalmente palabras suficientes que puedan describirlo. Pero por ahora, sólo utilizaré una.

Memorable.

Si olvidara todo lo que me ha ocurrido en estos veinte años de vida, excepto esta noche pasada, aún seguiría en el cielo. No necesitaría saber mi nombre, mi edad, o incluso el nombre de la ciudad en la que estamos. Solo necesitaba saber que anoche fue real. Que era algo asombroso que me había ocurrido a mí.

Y cuando me giré en nuestra cama, para ver la cara de un dormido Adonis, supe que lo era. Incluso aunque esas cosas sólo pasaban en los cuentos de hadas con príncipes y princesas, de alguna manera, de casualidad (quizás un poeta roció su magia en el universo equivocado), el cuento de hadas había terminado ocurriéndome a mí.

Dulcemente besé la frente de Edward y me levanté de la cama. Quería ducharme, y él se merecía dormir tanto como quisiera. El tema de las duchas realmente lo tenía un poco desastroso desde el comienzo de las vacaciones. ¿Es posible que haya empezado no hace más que una semana? Flipa.

Cogí ropa nueva y me fui de puntillas al cuarto de baño. Cerré la puerta y comencé mi cálido baño cuando me quité la ropa. Entré en la ducha y me comencé a enjabonar, pero me encontré con que mis manos se paraban varias veces. Simplemente no podía evitar dejar que mi mente divagara hacia mi “graduación”. La nota, el ramillete, el gimnasio, y especialmente cuando hicimos el amor… todo era demasiado increíble.

Suspiré y cerré los ojos contenta, cuando sentí un par de brazos fuertes que me rodeaban. Sentí cómo besaba mi cuello y me eché contra su pecho “¿Dormiste bien?” Edward me preguntó con su voz aterciopelada.

“Mmm… en verdad tuve un par de sueños buenos” dije mientras me giraba para encararlo.

“¿Oh, en serio? ¿Estaría yo interesado en alguno de ellos?” me preguntó con una sonrisa en la cara.

“No creo” bromeé “Eran mayormente de cosas que te quería hacer para agradecerte lo de anoche” dije mientras me escapaba de su abrazo, volviendo mi espalda de nuevo hacia él, y empecé a enjabonarme el cabello.

“¿Qué clase de cosas?” susurró en mi oído desde atrás.

“Oh, no querrías saberlo. Eres demasiado caballeroso para mí como para que me digas esas cosas” continué bromeando. Me encantaba burlarme de Edward. Estaba tan sexy todo el tiempo sin que incluso lo supiera. Aunque sólo era justo que lo dejara en ascuas un poco.

“Querida, como tú muy bien sabes, no soy siempre un caballero” dijo, rodeándome con los brazos otra vez. “¿No me lo dirás?” susurró antes de que mordiera ligeramente mi lóbulo de la oreja.

“Bueno, si no eres un caballero, entonces ¿Por qué no me dices lo que tú quieres que te haga para agradecértelo?” sugerí. Para ser honesta, quería que me hablara lascivamente. Edward no me había hablado así nunca antes, y estaba deseando escucharlo. Siempre me elogiaba respetuosamente, lo que me encantaba, no me malinterpretéis. Me encanta que me respete, pero algunas veces, sólo quiero escuchar lo que me haría… como me trataría si fuera su placentera esclava.

“Creo que prefiero mostrártelo” dijo, y de repente tenía mi pecho presionado junto a la pared y él presionando mi espalda. Esto también valía.

Comenzó a besar el comienzo de mi cuello y luego se movió para succionar mi hombro. Sus manos volaron hacia mi pecho y tomaron mis senos. Él continuó besándome y succionando mi espalda mientras sus manos masajeaban mis pechos. Sus manos eran como mágicas, ya casi me tenía gimiendo.

“Edward, te necesito” le dije en una voz rasposa cuando sus manos comenzaron a descender por mi cuerpo hasta el estómago.

Edward me giró y mi espalda se estrelló contra la pared de manera que ahora estaba de frente a él. Atacó mi boca mientras agarraba mi cintura y me elevaba contra la pared. Yo al instante enrosqué mis piernas alrededor de su torso cuando me penetró.

La pared fría contra el calor de su cuerpo era increíble y me encontré con cada uno de sus movimientos queriendo más y más. Demasiado pronto abandonó mi boca, lo que era bueno, porque necesitaba respirar desesperadamente.

Eché la cabeza hacia atrás contra la pared, intentando recuperar el aliento y su boca comenzó a succionar mi pecho izquierdo, excitándome mucho más. Iba a venirme, lo podía sentir, así que él también podía, pero eso causó que se moviera más fuerte y profundamente contra mí.

“Ah, Bella. Eres tan increíble” casi gruñó sin aliento.

Eso me desarmó. Grité su nombre mientras sentía que mi cuerpo explotaba, pero él seguía moviéndose más y más fuerte, haciendo que la sensación de mi estómago bajo volviera a aparecer. Era muy bueno en esto. No podía estar posiblemente dándole el mismo placer que él me estaba dando a mí.

“Edward, oh dios, Edward” fue todo lo que pude soltar. Mi cerebro no se podía enfocar en nada más que no fuera lo que me estaba haciendo.

Volvió a llevar su boca hacia la mía y gemí en ella ante el increíble sabor de Edward. Volví a correrme demasiado pronto, y después de tres duras estocadas mas, él lo hizo también.

Nos quedamos en esa posición un rato intentando recuperar los alientos antes de que se apartara de mí y me bajara.

“Eso fue un cambio desde anoche” dije con una sonrisa. Me besó y se apartó.

“Eso fue fantástico, gracias” dijo mientras intentaba llegar a la ducha para cerrar el grifo. Se salió de la bañera y me tendió la mano para asegurarse de que no me cayera cuando saliera también. Siempre el perfecto caballero.

Nos secamos y nos vestimos en el cuarto de baño, juntos. Tan pronto como terminamos, me levantó al estilo de las novias y me llevó de vuelta a la habitación, donde Edward me soltó en la cama. Me reí de la sorpresa y luego lo besé.

Tomó mi mano y la besó “Tengo que irme para limpiar el colegio. No creo que les haga gracia que cuando vuelvan en otoño se encuentren todo lleno de rosas y el gimnasio decorado” dijo con una risa.

“Pueden dejarlo así hasta la próxima graduación” bromeé.

“Vale, te veré en un par de horas”

“No, yo quiero ir contigo. Quiero ayudarte a limpiarlo.” Le dije.

“Bell, no. Era una sorpresa para ti. No vas a ayudar a limpiarlo. Ya, te veré luego.” Me dijo.

“Genial, encontraré a alguien que me lleve, y entonces no tendrás excusa” le dije.

“Bien, si encuentras a alguien que te lleve, entonces puedes venir también. Pero eres una cabezota.” Dijo.

Me reí “Dime algo que no sepa”

“Michael Phelps ganó 8 medallas en las Olimpiadas del 2004. 6 de oro, y dos de bronce.” Afirmó.

“¿Qué?” pregunté.

“Dijiste que te dijera algo que no supieras, así que… ahí lo tienes, Phelps”

“Eres absurdo” le dije antes de agarrar su mano y llevarlo hacia la cocina donde yo sabía que estarían todos los demás.

“Vale, chicos, en serio, tenéis que avisarnos antes de que empecéis a gritar y a gemir así otra vez” dijo Jasper, sonando molesto. Sentí mis mejillas arder y miré al suelo.

“Aw, mira. Avergonzaste a Bella, imbécil” dijo Emmett. Sonreí un poco ante eso. Emmett era como mi hermano mayor. Me encantaba tenerlo cerca.

“Eh, ¿queréis ayudar a limpiar el colegio? Edward no me dejará ir a menos que vayáis todos” expliqué sacándole la lengua a Edward.

“Claro” respondió Alice.

“Nos encantará” Rosalie concordó. Tuve la sensación de que estaban respondiendo por sus chicos también.

“Genial, vayamos.” Dije. Eché una mirada alrededor de la habitación y vi que los chicos no parecían demasiado complacidos de ir a limpiar el gimnasio.


Edward POV

Era muy cabezota. No me gustaba el hecho de que se sintiera obligada a limpiar algo que yo hice. Quería hacer esto por ella, y no quería que ella limpiara. Me sentí horrible cuando la vi en el gimnasio cargando una bolsa de basura y echando cosas dentro.

“Bella, vamos, no tienes que hacerlo” le dije, deseando que esta vez escuchara.

Agarró mi cara con sus manos. “Edward, quiero hacerlo. Además, mira cuánto se están divirtiendo” dijo, mirando a Emmett, el cual estaba completamente enredado en serpentina, como una momia. Solté una pequeña risa.

Entonces, Emmett nos escuchó reírnos y estiró los brazos como una momia y comenzó a andar hacia Bella.

“Emmett, déjame en paz” se rió y lentamente se alejaba de él. Él continuó persiguiéndola “¡Emmett!” gritó. Ya estaba corriendo alrededor del gimnasio, chillando mientras Emmett la perseguía. El resto de nosotros nos reíamos tan fuerte que no podíamos hacer nada.

“Hey, pongamos algo de música” sugirió Alice mientras sacaba el gran equipo de música que tenía anoche. La encendió y comenzó a bailar. Jasper se le unió pronto y yo me senté mientras Bella aún corría alejándose de Emmett.

Miré al cuadro que estaba delante de mí, y lo supe. Bella siempre había sido parte de nuestra familia. Encajaba perfectamente con todos nosotros.

“¿Qué piensas?” preguntó Rose cuando se paró a mi lado.

Moví la mano delante de mí “Esto” dije, refiriéndome a la escena que teníamos delante “Es tan perfecta. Es como si ya perteneciera a la familia”

“Oh Edward, lo hace” Rose dijo “Tú sólo fuiste el último en darte cuenta”

Sabía que no lo decía con mala intención, ella sólo afirmaba que ella siempre había pertenecido a esto… con nosotros. Pero dolía. La amaba. Más de lo que las palabras posiblemente puedan describir, y aún así no me di cuenta de que ya era una de nosotros. No antes de este momento.

“Edward” Bella se rió, aún corriendo “Edward, por favor, sálvame”

“Bueno, vamos. Tienes que salvar la vida de esa damisela en apuros” Rose me dijo.

Fui detrás de Bella, la agarré, echándola por encima de mi hombro izquierdo y salí del gimnasio. Caminé hacia el aula de biología. Y la solté encima nuestra mesa de laboratorio.

“Mi héroe” dijo dramáticamente y rodeó con sus brazos mi cuello.

“Me encantan las damiselas en apuros” dije antes de besarla rápidamente.

“¿Qué más te encanta?” preguntó en una voz sexy, eso hizo que mi respiración se entrecortara inmediatamente. Era increíble cómo podía ser tan romántica en alguna ocasión, y ser endemoniadamente sexy a la siguiente.

“Tú” afirmé. La tumbé en la mesa y me eché encima de ella. La besé profundamente, envolviendo su lengua con la mía, forzando a la suya a permanecer en su boca. Sabía muy deliciosa, dudaba que alguna vez pudiera tener suficiente. Así que profundicé más, haciéndola gemir contra mí.

Sus manos agarraron mis hombros y las hundió en mí. Me gustaba que fuera un poco áspera. Me hacía sentir como si me pudiera controlar.

Mi mano se deslizó para desabotonar su camisa y empecé a acariciar su perfecto estómago plano. Subí la mano y comencé a masajear su pecho a través del sujetador, haciendo que soltara otro gemido.

Moví mis labios hacia su cuello se quedaron ahí. Rodeó mi torso con sus piernas y comenzó a restregarse contra mí. Ahora fue mi turno para gemir. Sus manos abandonaron mis hombros y bajaron hacia mis pantalones, donde empezó a desabotonarlos. Y dios, cómo quería que lo hiciera.

“Bella” gemí “Te necesito muchísimo ahora mismo”

Ella sonrió y bajó la cremallera de mis pantalones, antes de susurrar en mi oído “Entonces, tómame”

La besé otra vez con tanta fuerza como la última vez y dejé que mis manos viajaran hacia sus pantalones.

“Hey… ¡Woah!” escuché a Emmett decir cuando la puerta se abrió “¿Estaba siendo Bella una mala estudiante?” se rió.

Escondí mi rostro contra su pecho. Esto no estaba ocurriendo… otra vez.

“¡Eh Rose, Jazz, venid a ver esto!” los llamó Emmett.

¿Iba en serio? ¿Realmente los estaba llamando para que vieran lo que estábamos haciendo… o a punto de hacer? Me bajé de Bella y volví a abotonar mis pantalones. Miré hacia Bella y parecía que si pudiera morir de la vergüenza, lo haría.

“Emmett, fuera” Casi le gruño y le entrecerré los ojos.

“Bien. Por favor, continúen” y con eso, se giró y cerró la puerta.

Le rodeé los hombros a Bella con mi brazo y ella escondió su rostro en mi pecho.

“¿Estás bien?” le pregunté. Ella asintió contra mí.

“Creo que nos hemos estado dejando llevar demasiado” dijo, apartando su rostro de mi camisa y alzando la vista hacia mí.

“¿Qué quieres decir?” le pregunté, mis cejas se alzaron en confusión.

“Edward” se rió “Casi tenemos sexo encima de la mesa del aula de Biología. Sin mencionar que nos ha pillado tu hermano mayor”

Bueno, eso era verdad, pero ni que fuéramos los únicos que nos pillaran a punto de tener sexo.

“Sólo creo que no deberíamos tener sexo por un tiempo” dijo con un encogimiento de hombros.

¿Iba en serio? ¿Y cuánto tiempo era un tiempo? ¿Era tan malo que ya no quería hacerlo más conmigo?

“¿Bella, he hecho algo mal?” le pregunté.

“¡No! ¡Dios, no! Eres genial, sólo pienso que deberíamos pararlo por un tiempo” explicó. Pensé en ello por un momento. La amaba. Quería compartirlo todo con ella… incluyéndome a mí mismo, una y otra vez.

“Bella, lo que nosotros hacemos es totalmente normal, estamos en nuestros veinte años. Somos adultos, y es nuestra decisión” le dije.

Se giró de manera que estaba en frente de mí totalmente “Lo sé, pero por favor, yo sólo quiero enfriar las cosas un tiempo. Te amo, pero todo ha pasado muy rápido este verano. Quiero decir, solo ha pasado una semana y mira lo que ha pasado. Por favor, ¿Podemos hacer eso por un pequeño cierto tiempo? ¿Por mí?” preguntó, con los amplios ojos marrones mirándome directamente hacia mí.

Suspiré. ¿Cómo podría negarle nada? “Vale. Porque te amo” dije y le di un rápido beso “Y ¿Cuáles son las reglas de la cosa del ‘no sexo’? ¿Vamos a retroceder solamente a cogernos de la mano?” No quería no poder al menos besarla. No creo que pudiera soportar eso.

“No, por supuesto que no” se rió. Bueno, eso era un alivio “Todo está bien. Sólo que no hagamos el acto sexual por un tiempo. Eso es todo. Besos y tocamientos están todavía permitidos” explicó.

Sonreí sinuosamente “Entonces lo que hemos hecho en la mesa está completamente permitido” afirmé, acercándome a ella.

Puso una mano en mi pecho para pararme “Sí” se rió “lo está. Pero no creo que podamos parar si eso ocurre otra vez”

Retrocedí “Vale, pero cuando sea que creas que ‘un tiempo’ ha pasado, házmelo saber”

“Serás el primero en saberlo” dijo y me besó en la mejilla.

“¿Por qué no lo hacemos un poco más interesante?” sugerí.

“¿Qué quieres decir?” preguntó.

“Una apuesta” expliqué “Veremos quién es el primero en caer. Si yo tardo más que tú, entonces te llevo a pasa un fin de semana fuera al sitio que yo elija” le dije.

“¿y si yo gano?” preguntó.

“No sé. ¿Qué es lo que quieres?” le pregunté.

“Mmm” pensó por un momento “La próxima vez que Alice me lleve de compras, tienes que venir conmigo. No puedo soportar eso sola”

Me reí de ella y asentí “¿Hecho?” pregunté.

Ella extendió su mano hacia mí “Será divertido verte perder” dijo y estreché su mano.

De repente la atraje hacia mí y la comencé a besar. Al principio ella estaba demasiado en shock como para corresponderme, pero al poco tiempo se derritió en el beso. Sus manos fueron a mi pelo, y yo suavemente me aparté.

“Oh no, amor. Soy yo el que va a disfrutar viéndote a ti perder” le sonreí.

“Vamos, volvamos al gimnasio antes de que algo de lo que seguro no me arrepentiré luego” dije con una risa.

Caminamos de vuelta hacia el gimnasio para encontrárnoslo hecho un caos. Jasper llevaba a caballito a Alice por alrededor de todo el gimnasio mientras Emmett y Rosalie estaban jugando al voleibol con uno de los globos.

“Y nos llamáis a nosotros, locos” Bella se rió.

“Hey ¿Ya habéis terminado chicos? No habéis tardado tanto” dijo Alice con una sonrisa.

“Touché” Bella dijo con una sonrisa.

“En serio, ¿Qué estabais haciendo?” Preguntó Jasper. La pregunta atrapó la atención de Emmett y Rosalie que caminaban hacia nosotros para unírsenos.

“Bella y yo hemos hecho una pequeña apuesta” dije.

“¿Oh, en serio?” preguntó Rosalie con las cejas alzadas “Cuéntanos”

“Hicimos una apuesto para ver cuál de los dos puede aguantar más sin sexo” explicó Bella.

“¿Qué? ¿Por qué lo habéis hecho?” Emmett preguntó con la cara que parecía que iba a llorar.

“Porque las cosas han ido demasiado deprisa, y pensamos que deberíamos relajar el ritmo, sólo un poquito” Bella explicó “Así que, Emmett y Rose, parece que volvéis a ser los más escandalosos de la casa otra vez.” Añadió.

“¡Demonios sí! Eh, Eddie, que asco ser tú” Emmett exclamó.

“Hey Emmett ¿Cómo te sientes al saber que no puedes hacer gritar a tu mujer más alto que yo puedo hacerlo con la mía?” pregunté con una sonrisa socarrona. Sí, fue un golpe bajo.

“Hey Edward ¿Cómo te sientes de saber que no vas a tener la oportunidad de poder hacerla gritar por un tiempo?” me devolvió Jasper. Touché.

“Hey Jasper ¿Cómo te sientes de saber que no eres ni siquiera capaz de hacer gritar a tu chica? Ni siquiera notamos nada cuando ambos estáis haciendo algo” le devolví.

“Hey chicos, ¿Cómo os sentiríais si todas nosotras tomamos un descanso con el sexo, si siguen hablando de nosotras así?” Rosalie gritó.

Já… ni que me afectara. Ya estaba vaneado. No tenía poder sobre mí. Oh, espera. Yo era en verdad el único que estaba en esta maldita situación ahora.

Pasamos otra hora y media limpiándolo todo, y luego otras dos pasando el rato y escuchando la radio. Haríamos turnos para hacer playback con la canción que sonaba.

Tenía que admitirlo, creo que Emmett ‘cantando’ ‘Rapsodia bohémica’ fue la mejor. Pero cuando Bella ‘cantó’ ‘Aquí voy otra vez’ con los movimientos de baile que le añadió, hizo que quisiera perder la apuesta ahí mismo y en ese instante.

Esto iba a ser muy difícil, pero me convencí a mí mismo de pensar que si ganaba, podría llevármela a donde sea que quisiera. Sabía que ella estaba pensando en que la llevaría a un hotel en Seattle o algo como eso, pero yo estaba pensando en algo mucho más grande. Estaba pensando en Nueva York, Los Ángeles o Las Vegas. Sí, ¡Las Vegas! Cuando gane la apuesta, allí será donde la lleve… Vegas. Le encantará.

Ella era de esas personas de la que podría llevármela a Las Vegas y apreciaría la belleza. Podía imaginar lo grandes que se le quedarían los ojos cuando llegáramos a la ciudad con todas las luces. Sí, ganaría esta apuesta, pero sabía que Bella me lo pondría de todo menos fácil.


Bella POV

El camino a casa fue tranquilo, y ni siquiera nos cogimos de la mano. No porque estuviéramos enfadados o porque no quisiéramos. Era exactamente lo opuesto. Realmente queríamos. Ambos queríamos tocarnos el uno al otro. Pero eso era exactamente el porqué de porque no podíamos. Incluso en ese momento estaríamos poniendo a prueba nuestro control, especialmente después de lo que pasó en el aula de biología.

Pero me quedé pensando sobre las compras con Edward. No se tendría que retener nunca más. Cuando Alice me tendiera un conjunto sexy para probármelo y a Edward le gustara, no podría siquiera controlarse. Me tomaría allí mismo en el probador. Sería más divertido que en un hotel de Seattle. Después de todo, eso ya lo habíamos hecho.

¡Whoa! ¿De dónde había salido esta parte de mí? Nunca antes había pensado así. Este chico me estaba volviendo loca.

Le di una pequeña mirada mientras conducía, sus ojos estaban enfocados al frente de nosotros. Era muy guapo. Perfecto. Esta sería una apuesta realmente dura para ganar. No sé de qué se quejaba. Yo he estado enamorada de él por seis años. Dios, eso me hace sentir patética cuando lo pongo así. Sí, lo haría perder, pero no antes de hacerlo sufrir un poquito primero.

Quizás esto sea divertido.
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Bellany G.
**Me falta el aire cuando no estás cerca**

NO DESEARÁS

Capítulo 5. Frágil

Edward POV

Abrí la puerta del departamento y recorrí la sala que se encontraba a oscuras, supuse que Rosalie estaría ya dormida, de nuevo me había quedado en la oficina hasta tarde, hasta que no había nadie, después de mucho tiempo que ella se fuera, después de verla salir por el elevador, tratando de encontrar algo que me ayudara a volver atrás, antes de esto, antes de conocerla.

Entre al cuarto y encontré a mi novia acomodando algunas cosas en el closet, llevaba un camisón blanco, me sonrío y yo le devolví el gesto mientras se acercaba.

-Hola amor-, dijo antes de rozar mis labios

-Hola-, le susurre

-Te extrañe-, susurro en respuesta antes de besarme nuevamente, sus manos fueron a mi cabello y yo espere a que terminara pero no lo hacia, se volvía cada vez mas insistente, me separe tenuemente y la mire.

-Necesito darme una ducha-, le conteste a su ceño fruncido

-Edward ¿Qué pasa?-, dijo Rosalie aun con las manos en mi cuello

-Nada, solo estoy cansado, necesito tomar una ducha-, le conteste mientras ella se alejaba abruptamente

-Empieza a sonar un pretexto no crees-, pregunto

-¿Pretexto?, crees que me duermo en el escritorio, o quizás me la paso jugando-, dije ácidamente

-Yo también trabajo Edward pero a ti no te importa, llevas semanas siendo un fantasma, hace casi dos semanas que no estamos juntos…y tu solo estas cansado…siempre…dime que pasa-, dijo con la voz entrecortada, conocía a Rosalie, mostrar sus miedos era algo que para ella doblegaba su orgullo, solo me hizo sentir mas mal de lo que ya me sentía.

Como le explicaba que me aterraba estar con ella, la ultima vez que hicimos el amor, estaba enojado de ver a Bella con su vecino, y frustrado por que desee que cuando baile con mi novia fuera ella, estar con Rosalie me dejo en claro que ya había sobrepasado los limites, me imagine con ella, con su mejor amiga, desee que fuera ella la que me tocara, a la que yo acariciara, tuve miedo de susurrar su nombre en vez del de Rosalie, entendía como debía sentirse Rose, pero no podía corresponderle, no ahora, me sentía el peor de los hombres, tenia una novia hermosa y yo pensaba en Bella, en su mejor amiga.

-Solo estoy cansado-, le volví a repetir

-¿Crees que soy idiota?-, dijo en un tono mas alto.

-Rosalie…por favor-, le suplique

-Entonces dime que me quieres, demuéstrame que solo estoy siendo absurda…-, dijo abrazándome, yo le bese la cabeza incapaz de hacer cualquier otra cosa, después de unos minutos ella se tenso y se separo.

-Esta bien…no importa…yo si estoy cansada…-, dijo preparando con gestos burdos la cama y recostándose dándome la espalda.

Quería decirle que no tenia de que preocuparse, que estaba con ella, pero de que me servia si pensaba en otra.

Entre a la ducha mientras dejaba que el agua corriera por mi cuerpo me recargue en el frío azulejo, ¿Por qué?, como había dejado que se me fueras de las manos, sabia que debía alejarme de ella, ya era bastante difícil trabajar juntos y aun así era lo bastante egoísta para no alejarme, había pasado casi una semana de aquella tarde del día del padre, había hablado con una Bella que no conocía, una que me contó sus miedos, una que se abrió a mi, que me contó sus secretos, su dolor, y era tan fascinante como la Bella talentosa y creativa que veía en la oficina la mujer tenaz que se imponía en donde se paraba, esta completamente loco de estar cerca de ella, ese día había dicho la palabra amigos tratando de poner un limite entre la razón y mis deseos, le había explicado que era lo menos que podía hacer por la amiga de mi novia, la mentira mas grande que había pronunciado en mi vida.

Salí de la ducha cuando el agua se torno fría, me puse el pantalón de dormir y fue a la habitación, Rosalie estaba dormida a la orilla, me acerque hacia ella y me acuclille frente a su cara.

-Lo siento Rose…-le susurre acariciando su frente

-No se que hacer-, volví a susurrar, me acosté al otro extremo de la cama y trate de conciliar algo del sueño...y la tranquilidad que había perdido.

Me deserte en la mañana para irme al trabajo, Rose seguía dormida, salí de la habitación sin hacer mucho ruido después de cambiarme y me prepare un café.

-Ya te vas-, dijo ella en la entrada de la sala

-Si… ¿Te desperté?-, le susurre

-No…-, dijo mientras caminaba hacia mí.

-Perdóname…-, me susurro y yo fruncí el ceño

-No me has ofendido Rose-, le dije confundido

-Me comporte como una tonta-, sus palabras solo me hacían sentir peor, yo era el idiota que pensaba en su amiga y ella se disculpaba, me levante del desayunador y tome sus cara en mis manos

-No tengo que perdonarte…tienes razón he trabajado mucho…que tal si salimos este fin de semana, tu y yo solos-, le propuse y mostró una gran sonrisa, necesitaba alejarme de todo, volver a estar solo con Rosalie, recordar todo por lo que habíamos llegado hasta aquí, necesitaba olvidarme de ella.

Cuando llegue a la oficina mi determinación se fue a la basura al verla, con un hermoso vestido color arena y su cabello suelto, le sonreí a modo de saludo y entre a mi oficina, debía alejarme, tenia que hacerlo.

La mañana paso rápido, vi que Bella salía de la oficina de Eleazar, quise saber si le habían dado su primera campaña, era un cliente pequeño, pero ella había trabajado duro.

Después de un rato cuando iba a salir a comer, note que ella se quedaba, mis pies caminaron hacia ella sin mucha obediencia a mi parte racional, abrí la puerta y la encontré dibujando algunos bocetos con música árabe sonando desde su computadora, ella movía ligeramente su cabeza y sus pies, mientras sus piernas cruzadas hacían imposible desviar la vista.

-Edward-, anuncio exaltada mientras bajaba el volumen de la música.

-No quise interrumpir…ya todos salieron a comer…no vas a salir-, le dije intentando sonar tranquilo.

-No…quiero avanzar lo mas posible-, me dijo parándose de su silla.

-Me dieron la campaña-, dijo con una gran sonrisa.

-Lo se…-, le susurre y ella dio unos pasos hacia mi, yo acorte la distancia y me abrazo

-¿Por eso la música?-, pregunte sonriente cuando nos separamos mas rápido de lo que hubiera querido

-Me gusta escucharla cuando hay una buena noticia...es…-, susurro

-¿Alegre?-, pregunte y ella sonrío

-Supongo que si-, dijo encogiéndose de hombros.

-¿Tu no sales a comer?-, pregunto

-Si comprare algo ligero-, dijo obligándome a salir de ese lugar.

-Edward…-llamo en tono bajo, me gire en el marco de la puerta.

-Aun te debo un café, que te parece si te invito a comer-, dijo ella sonrojándose levemente.

“No, solo dile no, discúlpate”, gritaba mi parte racional, ella era mi infierno y a mi me estaba gustando el calor mas de lo que debería.

-Yo invito la comida y tú el café-, le dije y ella hizo una mueca.

-No, eso no fue lo que dije-, contesto cruzándose de brazos, a lo que yo sonreí

-No, fue lo que yo dije-, le replique

-Esta bien, decidiremos eso, me puedes esperar una hora y te acompaño, iba salir un poco mas temprano hoy, ¿no hay problema?-, pregunto.

-No, te espero nos vemos en el estacionamientos en una hora, esta bien-, dije y ella asintió, salí de su oficina y regrese a la mía, cerré la puerta y la golpe de forma desesperada, tenia que acabar con todo esto.

Pronto la vi en el estacionamiento, subí a mi auto cuando me indico que la siguiera, recorrió algunas cuadras y se estaciono en el aparcamiento de un restaurante, era pequeño pero familiar y estaba casi lleno en su totalidad.

-¿Te gusta la comida Italiana?-, me pregunto mientras recorríamos el estacionamiento que se encontraba detrás.

-Si…-, le dije incapaz e articular algo mas

Entramos al restaurante y tomamos una de las pocas mesas vacías, minutos después llego una mesera de media edad y nos ofreció el menú, después de unos momentos regreso

-Desean ordenar-, pregunto

Yo mire a Bella y ella sonrío, -Yo quiero la lasaña con setas y champiñones-, dio ella, la señora se giro hacia mi y yo volví a mirar el menú, -Para mi un espagueti a la boloñesa-, dije y se fue después de recoger los menús.

Pronto tuvimos nuestra orden en la mesa y Bella me incito a probarlo, la comida era de verdad muy buena.

-¿Conocías este lugar?-, pregunte

-Si pero hace años que no venia…ha crecido-, dijo con una sonrisa

-Hace cuanto que trabajas en Point-, pregunto

-Unos 4 años-, le conteste encogiéndome de hombros

-Siempre soñaste con engañar a las personas-, dijo bromeando

-Ey tu haces lo mismo-, le replique

-Y no es engaño…es poder de convencimiento, creamos ideas que convenzan a las personas de hacer cualquier cosa-, termine con gesto fingido de superioridad

-Eso suena malévolo-, dijo ella riendo

-Si -, conteste, -Siempre quisiste estudiar Marketing-, le pregunte

-Si, bueno no exactamente la carrera, pero siempre me gusto encontrar formas de lograr mis objetivos, era mas que nada encajar en el…perfil-contesto

-¿y tu?

-Lo decidí justo al entrar a la Universidad, no estaba muy convencido y sin embargo no me imagino haciendo otra cosa, amo lo que hago, aunque eso no fuera lo que todos querían-, susurre

-¿Todos?-, pregunto con el ceño fruncido.

-Mi papá es medico, ya te había comentado, su deseo mas intimo era que yo estudiara medicina, cuando me gradúe el estuvo con migo, me ha felicitado por mi campañas, pero nunca he sentido que alcance sus expectativas, su deseo era que yo trabajara con el y eso jamás podrá ser-, dije mientras ella me miraba intensamente.

-Pero no depende de ti, cada uno de nosotros vive con deseos y no debemos culpar a otras personas de los que podemos ver cumplidos y cuales son realmente imposibles-, dijo ella desviando la mirada

-Pero se por experiencia que un deseo no cumplido duele…demasiado y puede lastimar a muchas personas-, dije y ella me miro y sonrío

-Lo se-, susurro

Pedimos café después de la comida y compartimos un pastel, por un momento no creí que hubiera un lugar en el mundo donde debería estar más que este.

Decidimos pagar la cuenta por mitad, ya que Bella podía ser bastante testaruda cuando se lo propone, íbamos caminado hacia la puerta cuando ella se paro completamente a mitad de las mesas, llegue hasta ella y tenia el rostro desencajado.

-Bella-, la llame pero ella tenia la vista fija en la entrada, mire en su dirección y una familia iba entrando, un hombre de unos 45 años entraba con un niño cargado y una niña tomada del brazo, junto a ellos una bella mujer de la misma edad del hombre, de tez morena y largo cabello negro.

-Charlie…-, susurro Bella en un hilo de voz

Había escuchado ese nombre, era su padre…caminaron un poco mas y la niña jalaba su mano.

-Yo quiero un pastel de chocolate papi-, le decía sonriente

-Si Leah pero primero debes comer al menos espagueti-, dijo el riendo.

-Pediré una silla para Seth-, dijo la mujer mientras casi todos empezaban a notarnos en medio del lugar.

El hombre levanto su rostro y por primera vez vio a Bella, sus ojos se agrandaron y se tenso, quiso dar un paso pero solo desvío la mirada, sabia que esto le dolía, quería ir y gritarle a ese hombre, la había abandonado, y ahora no era capaz siquiera de mirarla, sus pies se movieron demasiado rápido y casi corrió para salir de ahí, el me miro y negué con la cabeza mientras me disponía a seguirla.

Llegue al estacionamiento y ella estaba parada frente a su auto con las manos en el rostro.

-Bella…-, susurré llegando hasta ella, no se movía solo sollozaba haciéndome incapaz de hacer nada.

-Bella…-, le volvía a decir mientras la abrazaba contra mi pecho.

-¿Por qué tuvo que buscar otra familia?-, dijo sollozando

-No soy lo suficientemente buena…tuvo que buscar otros hijos, de verdad no valemos la pena-, decía precipitadamente, yo la abracé mas fuerte y ella lloro, mientras sentía una rabia hacia su padre difícil de soportar.

-El no era lo suficientemente padre para ti...para Alice-, le susurre, poco a poco ella levanto el rostro.

-Tu tienes una familia que te ama…tu mama, Rosalie, Jasper, Alice, yo…-, susurre mientras limpiaba sus mejillas.

-Estoy sola…-, dijo volviendo a sollozar

-No…jamás estas sola jamás…Bella yo estoy aquí contigo-, le dije y acorte la distancia entre nosotros incapaz de detener el impulso de hacerla sentir bien, el impulso de tocar sus labios, el impulso de demostrarle que jamás me podría alejar de ella, se tenso por un momento para después amoldar sus labios con los míos, sus manos avanzaron titubeantes hasta mi cabello, y yo me olvide de todo, bese sus labios delicadamente, había deseado tanto, había soñado con tocar sus labios con los míos, ella entreabrió su boca y la abrace mas contra mi, solo quería sentirla, olvidándome de todo a nuestro alrededor.

Nuestras lenguas se encontraron mientras yo recorría su espalda hasta llegar a su cuello, el aire se hizo apremiante y nos separamos cuando el aire fue insuficiente.

Todo la realidad nos golpeo mientras nos mirábamos, vi en sus ojos el miedo de lo que había pasado.

-Bella…-, susurre pero ella negó con la cabeza.

-No…Edward…no-, contesto y abrí la puerta de su auto, se subió mientras echaba a llorara nuevamente y arranco si decir mas, tuve el impulso de seguirla, me subí al auto pero cuando estuve solo, me di cuenta que no tenia razón en hacerlo, había cometido el error de mostrar lo que nadie debió saber.

-Maldición-, dije golpeando el volante fuertemente.

-¿Qué hiciste, que hiciste?-, susurre mientras llevaba las manos a mi cabello.

Sus labios me acompañarían siempre, ahora estaba seguro que seria imposible olvidarlos.
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Bellany G.
**Cierra tus ojos y piensa solo en mi**

Capítulo 5. Carlisle

Alice POV

La casa se encontraba vacía cuando llegamos de la escuela. Esme y Carlisle estarían de vuelta pronto así que agarre a Rosalie y seguimos planeando como decírselo a Carlisle.

“Rosalie, cuando Esme y Carlisle lleguen a casa necesito que me ayudes a decirle que tendré un bebe.” Sabia que era lo que iba a suceder lo cual le quitaba algo de diversión, pero quería que las cosas salieran a la perfección y para ello necesitaba la ayuda de Rose.

“¿Realmente crees que podrás engañar a Carlisle? Es un doctor Alice, y ha sido vampiro por cientos de años. En todo ese tiempo nunca ha visto a un vampiro embarazado y ¿crees que podrás convencerlos de una? ¿Hablas en serio?” tan escéptica como siempre, Rose pasaba sus ojos de mi a Emmett, quien estaba en el sofá tendido con el vientre. “Emmett, tienes que esconderte si Alice quiere alguna oportunidad con Carlisle. Ve a hacer algo con Jasper. Y ponte una camisa por el amor de Dios, ¡Te ves ridículo!”

“Pero necesito decirle a Carlisle que también estoy embarazado. Es nuestra tarea y tenemos que escribir una redacción sobre su reacción o no nos graduaremos. No es justo que solo ustedes se diviertan. ¡Tienen que ser mas amables, yo también estoy embarazado!” cuando termino con su lloriqueo, subió a trompicones las escaleras en busca de Jasper.

Comencé a sacarme el vientre falso. Si Carlisle lo veía se daría cuenta de que era una puesta en escena. Lo escondí en el armario. “Rosalie, llegaran a casa en diez minutos. Esperemos ha que Carlisle entre a su oficina y luego iremos por Esme para el gran anuncio. ¿Crees que debemos decirle que es lo que planeamos?” Esme siempre se unía a las bromas hacia Carlisle así que creí que seria seguro.

“Definitivamente. Si ella actua com osi te creyera eso desconcertara aun mas a Carlisle. Bien pensado Alice.” Me dio un rápido abrazo. “Voy a ir arriba para asegurarme que el señor madre no arruine las cosas.” Rosalie subió las escaleras e iba a, estaba segura, amenazar el Jeep de Emmett si arruinaba las cosas. Ella sabia como acorralarlo.

Jasper apareció en la habitación “Alice, ¿Quieres que este presente cuando hagas el gran anuncio a Carlisle? Después de todo soy el padre de tu milagroso bebe.” El era tan dulce, esperando estar a mi lado y reclamando a nuestro hijo ficticio como suyo.

“No, Jasper, esta bien. Realmente necesito que mantengas a Emmett bajo control. ¡Eso seria de gran ayuda!” el se inclinó y me dio un fuerte abrazo y un beso.

Entonces escuche el auto estacionarse. “Hora del show.” Dije y Jasper desapareció. Rosalie bajo corriendo las escaleras y de un salto se acomodó en el sofá. Yo tomé una revista y comencé a hablarle sobre la última moda que venia de Paris cuando Esme y Carlisle entraron por la puerta.

“Hola chicas. ¿Que tal les fue en la escuela? ¿Aprendieron algo nuevo?” Esa era la broma personal de Carlisle sabiendo que habíamos echo el secundario y la universidad muchas veces. Sin siquiera mirarle le dije “hoy fue un día bastante iluminador, no te preocupes.” Giré mi cabeza y le guiñé el ojo a Rosalie.

“Tengo algo de trabajo que hacer, asi que si me disculpan.” Y con eso, se dirigió hacia su despacho. Era tan predecible, esto seria demasiado fácil.

“Esme, ven aqui. Rapido.” Le hice un movimiento con mi mano. Ella dio una mirada de sospecha, aparentemente mi expresión le dijo que tramábamos algo. Camino hacia el sofá y se sentó entre nosotras.

“¿Quieres ayudarnos a gastarle una broma a Carlisle?” pregunto Rosalie entusiasmada.

“¡Saben que me gustaria! ¿Que es esta vez?” juntamos nuestras cabezas mientras le contamos sobre el proyecto. Casi se rió con fuerza cuando Rosalie le contó que hizo que Emmett fuera el embarazado. Seguí con el plan y le dije lo que necesitaba que hiciera.

“Esto será divertido. ¿Cuándo quieren hacerlo?” Esme miro hacia su oficina. “Probablemente ahora sea un buen momento. Realmente tuvo un largo día y ha de estar distraído entre sus casos, así que vallamos ahora. ¡Buena suerte chicas!”

Todas nos paramos del sofá. Esme espero en la cocina mientras Rosalie y yo íbamos a su oficina. Rosalie me alzó sus pulgares y sonrió mientras golpeaba la puerta de la oficina.

“Adelante.” Murmuró Carlisle. Entramos saltando a su oficina y le vimos reclinado sobre el ordenador topeando a gran velocidad. Sin siquiera alzar su vista dijo, “¿Qué puedo hacer por ustedes?”

“Necesito hablarles a ti y a Esme juntos. ¿Rosalie podrías pedirle que venga?” ella ya se había volteado hacia la puerta y dulcemente llamo a Esme. “¿Esme? ¿Podrias venir un minuto? Alice necesita hablar contigo.”

Rosalie y yo nos sentamos en el sofá que estaba frente al escritorio de Carlisle. El aun seguía topeando en la computadora. “Solo déjenme terminar esta parte y estaré con ustedes…” Esme entro a la habitación y se acomodo grácilmente en una de las sillas al lado de Carlisle.

“Querido, las chicas quieren hablar con nosotros, ¿podrías dejar de escribir por un minuto? Seguro que sera algo rapido.” Nos lanzo una sonrisa. Carlisle tipeó unas palabras más, y finalmente nos miro. Estaba bastante distraido por todo el trabajo que tenia. Todo era perfecto.

Comencé a retorcerme las manos para parecer nerviosa. Esme jugo su parte perfectamente. “Alice, querida ¿estas bien? Pareces nerviosa ¿Qué sucede? Por favor dínoslo.” Su preocupación había atraído la atención de Carlisle. El ahora me miraba preocupadamente. Rosalie tomo mi mano entre las suyas, como una buena hermana. “Vamos Alice, díselos.”

Tenía muchas ganas de reírme, pero no podía. “Bueno, hoy recibí una noticia y quería compartirla con ustedes. Estoy muy entusiasmada, pero no se como se sentirán al respecto.”

“Si estas feliz Alice entonces nosotros estamos felices por ti, creo que ya tendrías que saberlo, somos una familia, y eso hacen las familias, se apoyan los unos a los otros. Por favor dinos las buenas noticias.” Que buen padre que era. Siempre tenia las palabras justas para decir.

Ahora, tenía que engañar su lado de doctor, lo cual no seria fácil. Comencé lentamente. “Bueno, no se como decir esto de otra forma mas que lanzarlo de una, así que ahí va. Carlisle, Esme, voy a tener un bebe. Jasper y yo tendremos un bebe.” Les di mi más amplia sonrisa y espere por su reacción.

Al principio estaba desconcertado, y luego confundido como si no hubiera escuchado bien lo que había dicho. Entonces comenzó a tartamudear “¿Tener un bebe? Alice...no puede ser...por que crees que...estoy confundido. ¿Qué es lo que te hace pensar que estas embarazada?”

“Estuve con ella cuando se entero hoy, Carlisle, ¡realmente va a tener un bebe!” sus palabras siempre eran creíbles, Rosalie era muy buena.

“¿Pero COMO puedes estar embarazada, Alice querida? Eres un vampiro y eso es imposible.” Ahora me miraba como si yo estuviera alucinando.

“Bueno Carlisle, cuando un hombre y una mujer se aman hay una forma especial en la que están juntos…” mi cantarina voz tomo por sorpresa a Esme y dejo escapar una sonrisita. La cebza de Carlisle se volteó para mirarla. Ella le sonrió dulcemente, pero lo único que consiguió fue confundirlo aun más e irritarlo. Trataba con todas sus fuerzas de ser paciente, pero nosotras seguíamos presionándole. Ella se recupero rapidamente. “¿Creo que eso lo aprendiste en la escuela de medicina, verdad cariño?”

“Por supuesto que si.” Estaba irritado, lo cual nos hacia reír, y lanzo “¡A decir verdad lo he presenciado en la casa en mas de una ocasión gracias a ciertas personas y su anormal amor por el asiento trasero de cierto JEEP! ¿Por qué creen que toco la bocina antes de abrir la puerta del garaje todos los días?” ahora estaba mirando a Rosalie.

“Bueno, yo no soy la que tendrá el bebe, es Alice. Asi que gritale a ella.” Saltó en su propia defensa.

Carlisle se tomó unos pocos minutos para tranquilizarse y trató de razonar nuevamente. “Alice, lamento si de alguna forma has malentendido las cosas. Hemos hablado en varias oportunidades de esto, no puedes quedar embarazada, no puedes tener un hijo, y no puedes dar a luz.” Su voz era tan gentil cuando lo dijo. Ahora estaba inclinado sobre el borde de su silla, esperando a ver si yo aceptaba lo que me había dicho.

“¿Quién dijo que iba a dar a luz? ¡Yuck! Que desastre. No, el bebe llegara el viernes, no se necesita dar a luz.” Mi nariz se arrugo del disgusto. Completamente abrumado, puso su cabeza entre sus manos y trato de recomponerse. Creo que estaba teniendo un colapso mental.

Esme al rescate dijo “¿Bueno Alice, es un niño o una niña?” el tono maternal de su voz hizo que Carlisle alzara la cabeza de golpe.

“Aun no lo se, pero nos enteraremos cuando lo entreguen” junte mis manos ante el entusiasmo. Rosalie me dio un abrazo, y Carlisle repentinamente me miro aterrorizado.

“¡Alice! No lo hiciste...no lo harías...no estuviste lo suficientemente desesperada como... ¡No ordenaste un bebe por Internet o algo por el estilo!” sus ojos estaban llenos de preocupación.

Rosalie y yo estallamos en risas “¿Crees que ordene un bebe en el mercado negro del Internet? ¿Lo dices en serio Carlisle?” nuestras risas sacudieron la habitación. Esme escondió su rostro en sus manos y Carlisle nos miró como si fuéramos un monstruo de tres cabezas.

Repentinamente la puerta de la habitación se abrió de golpe y Jasper entro apresurado. “Carlisle, te necesitamos. Emmett te necesita. Esta demasiado molesto y te llama.” Sin otra palabra, Carlisle salio en busca de Emmett. El cuerpo de Rosalie se tenso inmediatamente. Toque su mano gentilmente para hacerle saber que Emmett estaba bien, era su turno de dar las noticias.

Mientras entrábamos a la sala familiar, vimos a Emmett doblado en dos, en el sofá, dándonos la espalda. Estaba sacudiendo su cabeza violentamente y le pedía a Carlisle que se alejara de el. “Es solo que no me siento nada bien ahora. No se que es lo que me sucede. Siento este cambio que esta sucediendo dentro de mi y n ose que hacer al respecto.”

Carlisle se acerco mas, preocupado. “¿Sientes algun dolor, Emmett? ¿Podrías describir la sensación para que pueda ayudarte?” sus manos estaban cruzadas y sus cejas fruncidas con la preocupación. El doctor se había apoderado de él.

Rosalie y yo estábamos mordiéndolos los labios para evitar reír. Esme nos miró e inmediatamente entendió que era la broma de Emmett para Carlisle. Su rostro se vio mas aliviado, se había preocupado pero ahora se sentó a disfrutar de show.

“Es tan confuso. Es como si algo se moviera, dentro de mí. Y tengo un hambre increíble...hambre por cosas que no he querido comer en años. Es tan extraño para mí. ¿Carlisle podrías ayudarme?”

“Emmett no tengo ni idea de que es lo que te sucede. ¿Podrías venir y dejar que te vea por un segundo?” Quizás eso ayudaría, por favor.” Le estaba rogando a Emmett quien seguía sacudiendo el sofá, debido a la risa, de eso estaba segura, pero lo escondía bastante bien, tenia que inclinarme ante la dedicación que había puesto en su broma.

En un rapido movimiento Emmett se levanto del sofa, con su espalda aun hacia nostros. ¡Inmediatamente reconoci la remera que traia puesta! Era mia. Ese pillo la había sacado de mi habitación. Cuando el enojo desapareció, me di cuenta de lo gracioso que se vería cuando se diera vuelta. Tome el brazo de Rosalie para contenerme de la histérica risa que se venia.

“Ven aquí Emmett.” Carlisle ya no se lo preguntaba, se lo ordenaba. Obedientemente, Emmett se dio vuelta, revelándose a sus padres. Tenia la enorme barriga falsa, sus nuevos pechos se veían prominentes. Me pregunte si estaba utilizando alguno de los corpiños de Rosalie para el efecto. Y en su remera tenia centrada la palabra “BEBE” y una flecha apuntando a su vientre. Era dos tallas mas pequeñas y le hacia verse aun mas ridículo.

Rosalie se cayó al suelo de la risa. Esme tenía sus manos sobre sus rodillas para sostenerse. Jasper se aparto hacia la mesa y se reclino sobre esta para reírse.

Mire a Carlisle y la preocupación se había ido de su rostro cuando finalmente se dio cuenta de que lo estábamos atormentando para nuestra propia diversión. Emmett tenia una enorme sonrisa en su rostro, muy orgulloso de su satisfactoria actuacion. Me incline hacia el y le aplaudi. El me devolvió el gesto por un trabajo bien logrado.

El rostro de Carlisle se empalidecio. En un fuerte tono gruño “Si no hay nada mas...estaré en mi oficina, ¡Vendiendo sus autos por Ebay!” y salio de la habitación. Esme corrió tras de el. “Supongo que seria mal momento para decirte que Bella también esta embarazada.” Le grito. Le escuchamos cerrar fuertemente la puerta de su oficina.

Eso nos hizo reir con mas fuerza. Realmente estaba impresionada por que habíamos podido engañar a alguien tan brillante como Carlisle. Me reí mientras tomaba unas notas mentales para el ensayo ‘Mi padre se asusto cuando le dije que estaba embarazada. ¡Creyó que había comprado al bebe en el mercado negro de Internet!’

Jasper se acerco a mí con el vientre falso que había escondido en el armario. “Hora de volver a ser la pequeña madre, Alice. ¿Cómo les fue a Edward y a Bella?”

“Charlie se desmayó. ¡Le dije a Bella que no le dispararía a Edward! ¿Dónde esta Emmett? Quiero de vuelta mi remera, iba a usarla mañana en la escuela. ¡Mas le vale que no me la haya arruinado o le golpeare con vientre y todo!”
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Bellany G.
**I need a break with you!!**

Capìtulo Diesisiete

Bella POV

Sus manos rodeando firmemente mi cintura, nuestros labios a escasos milímetros de encontrarse, nuestras respiraciones desacompasadas, el momento era absolutamente perfecto, ni siquiera podía pensar con claridad.

-¡¡Bella!!- la voz de Alice nos hizo separarnos repentinamente, tan rápido que Edward cayó al piso.

-¿estas…bien?- le pregunté

-Si…- me respondió, justo cuando estaba incorporándose, Alice llego a nuestro lado

-¿Qué paso aquí?...¿por que estas en el suelo…hermanito?- dijo en medio de unas carcajadas

-Es que no sabes lo reconfortante que es el suelo, Alli…- le respondió de manera sarcástica- ¿no quieres probar?

-No gracias…- le dijo aun intentando contener la risa. Yo seguía más roja que un cangrejo- ¿Bella que te pasa?

-¿Qué?...eh…a mi…nada…- le dije nerviosa, Alice me miró de manera inquisidora

-¿a que venias Alice?- le preguntó Edward

-Ahh…si, Charlie dice que ya se van Bells…

-Ahh si…- dije levantándome del banquillo

-Nos vemos mañana, Bella- me dijo Edward

-Si…adios.

Creo que no fui capaz de retomar mi palidez habitual durante el viaje a casa, tampoco mientras me preparaba para dormir y mucho menos cuando dormía…parecía que mi sonrojo se iba a volver permanente y es que cada vez que cerraba los ojos, lo veía a él y lo cerca que habíamos estado de besarnos…acaso, ¿era algo mutuo? ¿él sentía por mi, lo que yo por él? O era solo mi imaginación la que conspiraba en mi contra, rogaba con todo mi corazón que todo fuera verdad.

El lunes mi rostro volvió a su normalidad, al menos hasta que subí al Volvo plateado donde me esperaban Alice y Edward, llegamos a la escuela y me di cuenta de que el súper grupo de rubias populares que la semana pasada me ignoraban, ahora me miraban con una expresión de odio…¿y ahora que les había hecho yo?

Alice y yo nos fuimos a nuestra clase rápidamente, Edward se quedo un rato más con sus “amigos”, aunque hubiera deseado que nos acompañara así me hubiera ahorrado el interrogatorio al estilo Alice.

-¿Qué se traen tú y Edward?- me preguntó cuando caminábamos hacia los casilleros.

-¿de que hablas?- dije haciéndome la desentendida

-…¿Qué sientes por Edward, Bells?...

-Ehh…este…yo nada…-mentí, era pésima mintiendo

-No me mientas Bells, no se te da…además somos amigas desde preescolar me merezco un poco de confianza ¿o no?- suspire

-Si…tienes razón…me pasan cosas con tu hermano- admití frente a la puerta de mi casillero

-¿cosas como?- inquirió.

-Creo…que me gusta…

-Eso ya lo sabía….solo estaba esperando que me lo confirmaras…

-Si, puede ser…- dije abriendo el casillero- pero…¿y él?...

-Creo que tú también le gustas…-me dijo

-Si claro…Allie mírame…- dije indicándome- y míralo a él…desde cuando los cisnes andan con los patitos feos…- ella guardo silencio.

-Mire en el casillero dispuesta a sacar mis libros, pero encontré algo más…una bolsa de regalo color marrón con un lazo azul.

-y esto…- dije tomándolo

-a verlo…- dijo Alice emocionada- ¡guau! Bella tienes un admirador secreto. Abrí la bolsa en su interior estaba la blusa que me había probado el otro día en el centro comercial

-Alice…no me mientas…fuiste tú.-

-No…te lo juro- dijo. Estaba diciendo la verdad

-¿Quién habrá sido, entonces?- no recordaba a nadie más a quien le gustara comprarme cosas, además mi cumpleaños no era hasta dentro de unos meses.

-¿no hay alguna nota?

-Cierto…- dije buscando, en la misma bolsa había una nota.

…Se te veia demasiado linda, como para que no fuera tuya.

Espero que te guste y que no te molestes por haberme tomado semejante libertad.

Edward.

-¿de quien es?…- me apremio Alice, al ver que yo miraba y miraba la nota

-es de…Edward…

-¡¿Qué?!, de mi hermano…- le tendí la nota- tienes razón…uyy parece que va enserio…

-No bromees Alice…- le dije- será mejor que nos vayamos o vamos a llegar con retraso.- le dije dejando la bolsa de nuevo en el casillero y tomando los libros de la clase.

Mientras tanto yo seguía en las nubes…y seguí allí todo el día, gracias a Dios ya había terminado todos los exámenes. Luego de que terminaran las clases fui a dejar mis libros de nuevo en el casillero y a sacar la bolsa y el cuaderno en el que componía, pues estaba casi segura de que hoy en la biblioteca no tendría nada que hacer.

Debería dedicarme a esto de la adivinación, pues la biblioteca estaba totalmente vacía, me acerque a la ventana con el cuaderno en la mano, desde allí se veía el campo de fútbol y en él estaba Edward, me quede allí contemplándolo no sé cuanto tiempo, cuando vine a ver el reloj me di cuenta de que ya era hora de cerrar.

Me dirigí de nuevo hasta mi casillero, me había olvidado del libro de algebra y tenía unos ejercicios que resolver, llevaba mi cuaderno y el regalo de Edward en la mano, la verdad, no me gustaba que la gente gastara su dinero en mi, pero después de todo había sido un lindo gesto…aunque no supiera el por que. Saque mi libro y lo guarde en mi bolso, luego me dirigí a la puerta para esperar a Alice y Edward.


Edward POV

Había sido otra practica agotadora, después de todo solo quedaba un día de entrenamiento para el gran partido. Luego de cambiarme fui a recoger mis libros a mi casillero, cuando iba rumbo a la puerta de salida donde seguramente me esperaban Alice y Bella, me encontré con algo en el camino, botado debajo de un casillero, el de Bella, el mismo en el que le había dejado mi regalo esta mañana, descubrí un pequeño cuaderno de cubiertas color verde, lo hojee, y me lleve una sorpresa al leer lo que había en él.

Eran paginas y paginas con canciones y por la identificación de la portada descubrí que pertenecían a Bella, en verdad tenía talento, eran letras muy hermosas al menos las que alcance a ver, Bella sin duda era un misterio…me pregunté si sería ella la voz misteriosa del cd, no sabía si preguntarle, después de todo por algo lo mantenía en secreto. Me cuestione sobre dejar el cuaderno allí, pero si después alguien lo leía y lo mal utilizaba, no, mal asunto; decidí que lo mejor era conservarlo y dárselo a Alice para que ella se lo regresara a Bella, por que tal vez a ella no le gustaría saber que yo lo había visto…además quería tener tiempo para leerlo a cabalidad.

-Hola Bella…- la saludé cuando la ví en la puerta

-Hola…- me respondió, llevaba la bolsa en la mano, eso era buena señal, a menos que pensara devolvérmela

-¿y Alice?- le pregunté

-Se quedo hablando con Jasper un momento…

-Ahh…- nos quedamos en silencio, contemplando el aparcadero casi vacío.

-Edward…- dijo

-¿si?

-Este…yo…te quería agradecer el regalo…- alivio, al menos no me lo iba a lanzar por la cabeza

-No hay de que…

-Pero…¿Por qué?

-¿Por qué, qué?...- le pregunté

-Porque el regalo…digo, mi cumpleaños es en unos meses más…

-Bueno, digamos que…es en compensación a todos los regalos de cumpleaños que no te he dado

-No tenias por que hacerlo…

-No, pero quería hacerlo.- ella abrió ligeramente su boca

-Edward…yo…

-Shh…no digas nada…antes hay algo que quiero pedirte…- dije armándome de valor, era ahora o nunca.

-¿Qué?...¿que pasa Edward?- me preguntó un tanto preocupada.

-Tú…querrías…ir…a…- ella solo me miraba

-¡¡Bella!!Edward!!...¡¡estoy lista!!- gritó Alice corriendo en nuestra dirección. Yo me golpee la cabeza con la mano y Bella me miro extrañada

-¡¡ya estoy aquí!!- gritó Alice, como si yo no lo supiera- ¿nos vamos?...¿les pasa algo?

-Ahh…no nada…- le respondió Bella.

Nos subimos al carro y realice mi recorrido habitual, lo malo era que ahora debería buscar otro momento para invitar a Bella, por que papá había mandado a reparar el carro de Alice esta mañana y lo tendrían listo en la tarde…solo esperaba que se volviera a estropear.

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Bellany G.
**Te extraño U.U**

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