miércoles, 21 de octubre de 2009

Capítulo 19. Apuestas Arriba

Bella POV

¿Realmente pasó la noche pasada? Corrijo ¿Realmente me pasó a mí la noche pasada? Es difícil de creer. Lo que hizo Edward anoche traspasaba más allá de lo dulce, perfecto, encantador, adorable, impresionante… no hay literalmente palabras suficientes que puedan describirlo. Pero por ahora, sólo utilizaré una.

Memorable.

Si olvidara todo lo que me ha ocurrido en estos veinte años de vida, excepto esta noche pasada, aún seguiría en el cielo. No necesitaría saber mi nombre, mi edad, o incluso el nombre de la ciudad en la que estamos. Solo necesitaba saber que anoche fue real. Que era algo asombroso que me había ocurrido a mí.

Y cuando me giré en nuestra cama, para ver la cara de un dormido Adonis, supe que lo era. Incluso aunque esas cosas sólo pasaban en los cuentos de hadas con príncipes y princesas, de alguna manera, de casualidad (quizás un poeta roció su magia en el universo equivocado), el cuento de hadas había terminado ocurriéndome a mí.

Dulcemente besé la frente de Edward y me levanté de la cama. Quería ducharme, y él se merecía dormir tanto como quisiera. El tema de las duchas realmente lo tenía un poco desastroso desde el comienzo de las vacaciones. ¿Es posible que haya empezado no hace más que una semana? Flipa.

Cogí ropa nueva y me fui de puntillas al cuarto de baño. Cerré la puerta y comencé mi cálido baño cuando me quité la ropa. Entré en la ducha y me comencé a enjabonar, pero me encontré con que mis manos se paraban varias veces. Simplemente no podía evitar dejar que mi mente divagara hacia mi “graduación”. La nota, el ramillete, el gimnasio, y especialmente cuando hicimos el amor… todo era demasiado increíble.

Suspiré y cerré los ojos contenta, cuando sentí un par de brazos fuertes que me rodeaban. Sentí cómo besaba mi cuello y me eché contra su pecho “¿Dormiste bien?” Edward me preguntó con su voz aterciopelada.

“Mmm… en verdad tuve un par de sueños buenos” dije mientras me giraba para encararlo.

“¿Oh, en serio? ¿Estaría yo interesado en alguno de ellos?” me preguntó con una sonrisa en la cara.

“No creo” bromeé “Eran mayormente de cosas que te quería hacer para agradecerte lo de anoche” dije mientras me escapaba de su abrazo, volviendo mi espalda de nuevo hacia él, y empecé a enjabonarme el cabello.

“¿Qué clase de cosas?” susurró en mi oído desde atrás.

“Oh, no querrías saberlo. Eres demasiado caballeroso para mí como para que me digas esas cosas” continué bromeando. Me encantaba burlarme de Edward. Estaba tan sexy todo el tiempo sin que incluso lo supiera. Aunque sólo era justo que lo dejara en ascuas un poco.

“Querida, como tú muy bien sabes, no soy siempre un caballero” dijo, rodeándome con los brazos otra vez. “¿No me lo dirás?” susurró antes de que mordiera ligeramente mi lóbulo de la oreja.

“Bueno, si no eres un caballero, entonces ¿Por qué no me dices lo que tú quieres que te haga para agradecértelo?” sugerí. Para ser honesta, quería que me hablara lascivamente. Edward no me había hablado así nunca antes, y estaba deseando escucharlo. Siempre me elogiaba respetuosamente, lo que me encantaba, no me malinterpretéis. Me encanta que me respete, pero algunas veces, sólo quiero escuchar lo que me haría… como me trataría si fuera su placentera esclava.

“Creo que prefiero mostrártelo” dijo, y de repente tenía mi pecho presionado junto a la pared y él presionando mi espalda. Esto también valía.

Comenzó a besar el comienzo de mi cuello y luego se movió para succionar mi hombro. Sus manos volaron hacia mi pecho y tomaron mis senos. Él continuó besándome y succionando mi espalda mientras sus manos masajeaban mis pechos. Sus manos eran como mágicas, ya casi me tenía gimiendo.

“Edward, te necesito” le dije en una voz rasposa cuando sus manos comenzaron a descender por mi cuerpo hasta el estómago.

Edward me giró y mi espalda se estrelló contra la pared de manera que ahora estaba de frente a él. Atacó mi boca mientras agarraba mi cintura y me elevaba contra la pared. Yo al instante enrosqué mis piernas alrededor de su torso cuando me penetró.

La pared fría contra el calor de su cuerpo era increíble y me encontré con cada uno de sus movimientos queriendo más y más. Demasiado pronto abandonó mi boca, lo que era bueno, porque necesitaba respirar desesperadamente.

Eché la cabeza hacia atrás contra la pared, intentando recuperar el aliento y su boca comenzó a succionar mi pecho izquierdo, excitándome mucho más. Iba a venirme, lo podía sentir, así que él también podía, pero eso causó que se moviera más fuerte y profundamente contra mí.

“Ah, Bella. Eres tan increíble” casi gruñó sin aliento.

Eso me desarmó. Grité su nombre mientras sentía que mi cuerpo explotaba, pero él seguía moviéndose más y más fuerte, haciendo que la sensación de mi estómago bajo volviera a aparecer. Era muy bueno en esto. No podía estar posiblemente dándole el mismo placer que él me estaba dando a mí.

“Edward, oh dios, Edward” fue todo lo que pude soltar. Mi cerebro no se podía enfocar en nada más que no fuera lo que me estaba haciendo.

Volvió a llevar su boca hacia la mía y gemí en ella ante el increíble sabor de Edward. Volví a correrme demasiado pronto, y después de tres duras estocadas mas, él lo hizo también.

Nos quedamos en esa posición un rato intentando recuperar los alientos antes de que se apartara de mí y me bajara.

“Eso fue un cambio desde anoche” dije con una sonrisa. Me besó y se apartó.

“Eso fue fantástico, gracias” dijo mientras intentaba llegar a la ducha para cerrar el grifo. Se salió de la bañera y me tendió la mano para asegurarse de que no me cayera cuando saliera también. Siempre el perfecto caballero.

Nos secamos y nos vestimos en el cuarto de baño, juntos. Tan pronto como terminamos, me levantó al estilo de las novias y me llevó de vuelta a la habitación, donde Edward me soltó en la cama. Me reí de la sorpresa y luego lo besé.

Tomó mi mano y la besó “Tengo que irme para limpiar el colegio. No creo que les haga gracia que cuando vuelvan en otoño se encuentren todo lleno de rosas y el gimnasio decorado” dijo con una risa.

“Pueden dejarlo así hasta la próxima graduación” bromeé.

“Vale, te veré en un par de horas”

“No, yo quiero ir contigo. Quiero ayudarte a limpiarlo.” Le dije.

“Bell, no. Era una sorpresa para ti. No vas a ayudar a limpiarlo. Ya, te veré luego.” Me dijo.

“Genial, encontraré a alguien que me lleve, y entonces no tendrás excusa” le dije.

“Bien, si encuentras a alguien que te lleve, entonces puedes venir también. Pero eres una cabezota.” Dijo.

Me reí “Dime algo que no sepa”

“Michael Phelps ganó 8 medallas en las Olimpiadas del 2004. 6 de oro, y dos de bronce.” Afirmó.

“¿Qué?” pregunté.

“Dijiste que te dijera algo que no supieras, así que… ahí lo tienes, Phelps”

“Eres absurdo” le dije antes de agarrar su mano y llevarlo hacia la cocina donde yo sabía que estarían todos los demás.

“Vale, chicos, en serio, tenéis que avisarnos antes de que empecéis a gritar y a gemir así otra vez” dijo Jasper, sonando molesto. Sentí mis mejillas arder y miré al suelo.

“Aw, mira. Avergonzaste a Bella, imbécil” dijo Emmett. Sonreí un poco ante eso. Emmett era como mi hermano mayor. Me encantaba tenerlo cerca.

“Eh, ¿queréis ayudar a limpiar el colegio? Edward no me dejará ir a menos que vayáis todos” expliqué sacándole la lengua a Edward.

“Claro” respondió Alice.

“Nos encantará” Rosalie concordó. Tuve la sensación de que estaban respondiendo por sus chicos también.

“Genial, vayamos.” Dije. Eché una mirada alrededor de la habitación y vi que los chicos no parecían demasiado complacidos de ir a limpiar el gimnasio.


Edward POV

Era muy cabezota. No me gustaba el hecho de que se sintiera obligada a limpiar algo que yo hice. Quería hacer esto por ella, y no quería que ella limpiara. Me sentí horrible cuando la vi en el gimnasio cargando una bolsa de basura y echando cosas dentro.

“Bella, vamos, no tienes que hacerlo” le dije, deseando que esta vez escuchara.

Agarró mi cara con sus manos. “Edward, quiero hacerlo. Además, mira cuánto se están divirtiendo” dijo, mirando a Emmett, el cual estaba completamente enredado en serpentina, como una momia. Solté una pequeña risa.

Entonces, Emmett nos escuchó reírnos y estiró los brazos como una momia y comenzó a andar hacia Bella.

“Emmett, déjame en paz” se rió y lentamente se alejaba de él. Él continuó persiguiéndola “¡Emmett!” gritó. Ya estaba corriendo alrededor del gimnasio, chillando mientras Emmett la perseguía. El resto de nosotros nos reíamos tan fuerte que no podíamos hacer nada.

“Hey, pongamos algo de música” sugirió Alice mientras sacaba el gran equipo de música que tenía anoche. La encendió y comenzó a bailar. Jasper se le unió pronto y yo me senté mientras Bella aún corría alejándose de Emmett.

Miré al cuadro que estaba delante de mí, y lo supe. Bella siempre había sido parte de nuestra familia. Encajaba perfectamente con todos nosotros.

“¿Qué piensas?” preguntó Rose cuando se paró a mi lado.

Moví la mano delante de mí “Esto” dije, refiriéndome a la escena que teníamos delante “Es tan perfecta. Es como si ya perteneciera a la familia”

“Oh Edward, lo hace” Rose dijo “Tú sólo fuiste el último en darte cuenta”

Sabía que no lo decía con mala intención, ella sólo afirmaba que ella siempre había pertenecido a esto… con nosotros. Pero dolía. La amaba. Más de lo que las palabras posiblemente puedan describir, y aún así no me di cuenta de que ya era una de nosotros. No antes de este momento.

“Edward” Bella se rió, aún corriendo “Edward, por favor, sálvame”

“Bueno, vamos. Tienes que salvar la vida de esa damisela en apuros” Rose me dijo.

Fui detrás de Bella, la agarré, echándola por encima de mi hombro izquierdo y salí del gimnasio. Caminé hacia el aula de biología. Y la solté encima nuestra mesa de laboratorio.

“Mi héroe” dijo dramáticamente y rodeó con sus brazos mi cuello.

“Me encantan las damiselas en apuros” dije antes de besarla rápidamente.

“¿Qué más te encanta?” preguntó en una voz sexy, eso hizo que mi respiración se entrecortara inmediatamente. Era increíble cómo podía ser tan romántica en alguna ocasión, y ser endemoniadamente sexy a la siguiente.

“Tú” afirmé. La tumbé en la mesa y me eché encima de ella. La besé profundamente, envolviendo su lengua con la mía, forzando a la suya a permanecer en su boca. Sabía muy deliciosa, dudaba que alguna vez pudiera tener suficiente. Así que profundicé más, haciéndola gemir contra mí.

Sus manos agarraron mis hombros y las hundió en mí. Me gustaba que fuera un poco áspera. Me hacía sentir como si me pudiera controlar.

Mi mano se deslizó para desabotonar su camisa y empecé a acariciar su perfecto estómago plano. Subí la mano y comencé a masajear su pecho a través del sujetador, haciendo que soltara otro gemido.

Moví mis labios hacia su cuello se quedaron ahí. Rodeó mi torso con sus piernas y comenzó a restregarse contra mí. Ahora fue mi turno para gemir. Sus manos abandonaron mis hombros y bajaron hacia mis pantalones, donde empezó a desabotonarlos. Y dios, cómo quería que lo hiciera.

“Bella” gemí “Te necesito muchísimo ahora mismo”

Ella sonrió y bajó la cremallera de mis pantalones, antes de susurrar en mi oído “Entonces, tómame”

La besé otra vez con tanta fuerza como la última vez y dejé que mis manos viajaran hacia sus pantalones.

“Hey… ¡Woah!” escuché a Emmett decir cuando la puerta se abrió “¿Estaba siendo Bella una mala estudiante?” se rió.

Escondí mi rostro contra su pecho. Esto no estaba ocurriendo… otra vez.

“¡Eh Rose, Jazz, venid a ver esto!” los llamó Emmett.

¿Iba en serio? ¿Realmente los estaba llamando para que vieran lo que estábamos haciendo… o a punto de hacer? Me bajé de Bella y volví a abotonar mis pantalones. Miré hacia Bella y parecía que si pudiera morir de la vergüenza, lo haría.

“Emmett, fuera” Casi le gruño y le entrecerré los ojos.

“Bien. Por favor, continúen” y con eso, se giró y cerró la puerta.

Le rodeé los hombros a Bella con mi brazo y ella escondió su rostro en mi pecho.

“¿Estás bien?” le pregunté. Ella asintió contra mí.

“Creo que nos hemos estado dejando llevar demasiado” dijo, apartando su rostro de mi camisa y alzando la vista hacia mí.

“¿Qué quieres decir?” le pregunté, mis cejas se alzaron en confusión.

“Edward” se rió “Casi tenemos sexo encima de la mesa del aula de Biología. Sin mencionar que nos ha pillado tu hermano mayor”

Bueno, eso era verdad, pero ni que fuéramos los únicos que nos pillaran a punto de tener sexo.

“Sólo creo que no deberíamos tener sexo por un tiempo” dijo con un encogimiento de hombros.

¿Iba en serio? ¿Y cuánto tiempo era un tiempo? ¿Era tan malo que ya no quería hacerlo más conmigo?

“¿Bella, he hecho algo mal?” le pregunté.

“¡No! ¡Dios, no! Eres genial, sólo pienso que deberíamos pararlo por un tiempo” explicó. Pensé en ello por un momento. La amaba. Quería compartirlo todo con ella… incluyéndome a mí mismo, una y otra vez.

“Bella, lo que nosotros hacemos es totalmente normal, estamos en nuestros veinte años. Somos adultos, y es nuestra decisión” le dije.

Se giró de manera que estaba en frente de mí totalmente “Lo sé, pero por favor, yo sólo quiero enfriar las cosas un tiempo. Te amo, pero todo ha pasado muy rápido este verano. Quiero decir, solo ha pasado una semana y mira lo que ha pasado. Por favor, ¿Podemos hacer eso por un pequeño cierto tiempo? ¿Por mí?” preguntó, con los amplios ojos marrones mirándome directamente hacia mí.

Suspiré. ¿Cómo podría negarle nada? “Vale. Porque te amo” dije y le di un rápido beso “Y ¿Cuáles son las reglas de la cosa del ‘no sexo’? ¿Vamos a retroceder solamente a cogernos de la mano?” No quería no poder al menos besarla. No creo que pudiera soportar eso.

“No, por supuesto que no” se rió. Bueno, eso era un alivio “Todo está bien. Sólo que no hagamos el acto sexual por un tiempo. Eso es todo. Besos y tocamientos están todavía permitidos” explicó.

Sonreí sinuosamente “Entonces lo que hemos hecho en la mesa está completamente permitido” afirmé, acercándome a ella.

Puso una mano en mi pecho para pararme “Sí” se rió “lo está. Pero no creo que podamos parar si eso ocurre otra vez”

Retrocedí “Vale, pero cuando sea que creas que ‘un tiempo’ ha pasado, házmelo saber”

“Serás el primero en saberlo” dijo y me besó en la mejilla.

“¿Por qué no lo hacemos un poco más interesante?” sugerí.

“¿Qué quieres decir?” preguntó.

“Una apuesta” expliqué “Veremos quién es el primero en caer. Si yo tardo más que tú, entonces te llevo a pasa un fin de semana fuera al sitio que yo elija” le dije.

“¿y si yo gano?” preguntó.

“No sé. ¿Qué es lo que quieres?” le pregunté.

“Mmm” pensó por un momento “La próxima vez que Alice me lleve de compras, tienes que venir conmigo. No puedo soportar eso sola”

Me reí de ella y asentí “¿Hecho?” pregunté.

Ella extendió su mano hacia mí “Será divertido verte perder” dijo y estreché su mano.

De repente la atraje hacia mí y la comencé a besar. Al principio ella estaba demasiado en shock como para corresponderme, pero al poco tiempo se derritió en el beso. Sus manos fueron a mi pelo, y yo suavemente me aparté.

“Oh no, amor. Soy yo el que va a disfrutar viéndote a ti perder” le sonreí.

“Vamos, volvamos al gimnasio antes de que algo de lo que seguro no me arrepentiré luego” dije con una risa.

Caminamos de vuelta hacia el gimnasio para encontrárnoslo hecho un caos. Jasper llevaba a caballito a Alice por alrededor de todo el gimnasio mientras Emmett y Rosalie estaban jugando al voleibol con uno de los globos.

“Y nos llamáis a nosotros, locos” Bella se rió.

“Hey ¿Ya habéis terminado chicos? No habéis tardado tanto” dijo Alice con una sonrisa.

“Touché” Bella dijo con una sonrisa.

“En serio, ¿Qué estabais haciendo?” Preguntó Jasper. La pregunta atrapó la atención de Emmett y Rosalie que caminaban hacia nosotros para unírsenos.

“Bella y yo hemos hecho una pequeña apuesta” dije.

“¿Oh, en serio?” preguntó Rosalie con las cejas alzadas “Cuéntanos”

“Hicimos una apuesto para ver cuál de los dos puede aguantar más sin sexo” explicó Bella.

“¿Qué? ¿Por qué lo habéis hecho?” Emmett preguntó con la cara que parecía que iba a llorar.

“Porque las cosas han ido demasiado deprisa, y pensamos que deberíamos relajar el ritmo, sólo un poquito” Bella explicó “Así que, Emmett y Rose, parece que volvéis a ser los más escandalosos de la casa otra vez.” Añadió.

“¡Demonios sí! Eh, Eddie, que asco ser tú” Emmett exclamó.

“Hey Emmett ¿Cómo te sientes al saber que no puedes hacer gritar a tu mujer más alto que yo puedo hacerlo con la mía?” pregunté con una sonrisa socarrona. Sí, fue un golpe bajo.

“Hey Edward ¿Cómo te sientes de saber que no vas a tener la oportunidad de poder hacerla gritar por un tiempo?” me devolvió Jasper. Touché.

“Hey Jasper ¿Cómo te sientes de saber que no eres ni siquiera capaz de hacer gritar a tu chica? Ni siquiera notamos nada cuando ambos estáis haciendo algo” le devolví.

“Hey chicos, ¿Cómo os sentiríais si todas nosotras tomamos un descanso con el sexo, si siguen hablando de nosotras así?” Rosalie gritó.

Já… ni que me afectara. Ya estaba vaneado. No tenía poder sobre mí. Oh, espera. Yo era en verdad el único que estaba en esta maldita situación ahora.

Pasamos otra hora y media limpiándolo todo, y luego otras dos pasando el rato y escuchando la radio. Haríamos turnos para hacer playback con la canción que sonaba.

Tenía que admitirlo, creo que Emmett ‘cantando’ ‘Rapsodia bohémica’ fue la mejor. Pero cuando Bella ‘cantó’ ‘Aquí voy otra vez’ con los movimientos de baile que le añadió, hizo que quisiera perder la apuesta ahí mismo y en ese instante.

Esto iba a ser muy difícil, pero me convencí a mí mismo de pensar que si ganaba, podría llevármela a donde sea que quisiera. Sabía que ella estaba pensando en que la llevaría a un hotel en Seattle o algo como eso, pero yo estaba pensando en algo mucho más grande. Estaba pensando en Nueva York, Los Ángeles o Las Vegas. Sí, ¡Las Vegas! Cuando gane la apuesta, allí será donde la lleve… Vegas. Le encantará.

Ella era de esas personas de la que podría llevármela a Las Vegas y apreciaría la belleza. Podía imaginar lo grandes que se le quedarían los ojos cuando llegáramos a la ciudad con todas las luces. Sí, ganaría esta apuesta, pero sabía que Bella me lo pondría de todo menos fácil.


Bella POV

El camino a casa fue tranquilo, y ni siquiera nos cogimos de la mano. No porque estuviéramos enfadados o porque no quisiéramos. Era exactamente lo opuesto. Realmente queríamos. Ambos queríamos tocarnos el uno al otro. Pero eso era exactamente el porqué de porque no podíamos. Incluso en ese momento estaríamos poniendo a prueba nuestro control, especialmente después de lo que pasó en el aula de biología.

Pero me quedé pensando sobre las compras con Edward. No se tendría que retener nunca más. Cuando Alice me tendiera un conjunto sexy para probármelo y a Edward le gustara, no podría siquiera controlarse. Me tomaría allí mismo en el probador. Sería más divertido que en un hotel de Seattle. Después de todo, eso ya lo habíamos hecho.

¡Whoa! ¿De dónde había salido esta parte de mí? Nunca antes había pensado así. Este chico me estaba volviendo loca.

Le di una pequeña mirada mientras conducía, sus ojos estaban enfocados al frente de nosotros. Era muy guapo. Perfecto. Esta sería una apuesta realmente dura para ganar. No sé de qué se quejaba. Yo he estado enamorada de él por seis años. Dios, eso me hace sentir patética cuando lo pongo así. Sí, lo haría perder, pero no antes de hacerlo sufrir un poquito primero.

Quizás esto sea divertido.
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Bellany G.
**Me falta el aire cuando no estás cerca**

3 Comments:

  1. Anónimo said...
    QUE LE PASA A BELLA, AHORA SE DA CUENTA DE QUE HAN ESTADO HACIENDO EL AMOR COMO DOS LOCOS, POBRE DE MI EDWARD, ESPERO QUE EL GANE LA APUESTA, EDWARD VOY A TI 100%, XOXO, SUSPIROS RESTRINGIDOS
    Anónimo said...
    nena cullen: me encanta como bella le va acer pasar a mi vampiro un mal rato con lodel trato a bien quien aguanta a quien ja ja ja muchos suspiros de chocolate para las dos gemelis a y que os balla bien alas dos con los examenes preciosa
    Anónimo said...
    ME GUSTO MUEHCO ESTE CAPITULO POR QUE ESO SE IGNIFICA QUE SI HAY AMOR Y NO SOLO SEXO ME ENCANTO BESOS A TODAS

    ALICE

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