viernes, 13 de noviembre de 2009

VENTANA AL AMOR


Capitulo veintitrés:


Bella POV:


-Estoy nerviosa…
-Tranquila, amor, todo va a salir bien…- dijo Edward masajeándome los hombros
-Eso espero…
Estábamos a minutos de que empezara el lanzamiento oficial de mi nuevo libro, y como cada vez, estaba nerviosa. Siempre caía la posibilidad de que a la crítica no le gustaría o que la gente no entendiera la historia, siempre podía ser un fracaso y sepultar mi carrera, ¿era demasiado fatalista?. Todos mis amigos estaban reunidos para darme ánimos; iba a ser un evento sencillo, nada del otro mundo, la lectura de unas paginas del nuevo libro y después una firma de libros y hablar un rato con el público. No había por que estar aterrada. Era algo muy sencillo, a menos que te llames Bella Swan y estés ocupando unos tacones de 5 cm, obra y gracia de tu mejor amiga casi cuñada. No tenía que estar asustada para nada.
Pero lo estaba.
-Bella deja de moverte tanto, se te va a desarmar el peinado…- me regaño Alice
-Lo siento, es que estoy nerviosa…
-Relájate, todo va a ir bien.-no sé por que pero le creí de inmediato. Alice siempre tenía razón.
Como me dijo Alice, todo salio de lo más bien, incluso lo disfrute. No me había dado cuenta de la cantidad de gente que apreciaba mis novelas y me sorprendió el cariño que me trasmitían. El hecho era sin duda gratificante, pero aun quedaba esperar a la crítica.
-¿estas más tranquila ahora?.- me preguntó Edward
Nos habíamos escabullido un poco del evento para estar a solas, no es que me molestara que me vieran con Edward, es solo que sabía como solía ser la prensa y que la escritora saliera con su editor, era un tanto “sospechoso”.
-si…- le respondí rodeando su cuello con mis brazos.- al parecer todo va bien…
-más que bien, se nota que están encantados con tu libro…
-eso espero…
-Alice me va a matar por esto pero no me importa.- lo mire extrañada, no supe a que se refería hasta que sentí sus manos en mi cabello, antes de que me besara.
Besar a Edward era lo mejor del mundo, siempre parecía que era la primera vez. Siempre era algo especial, sabía que no hartaría de tener sus labios sobre los míos nunca.
Fuimos con todos los demás a cenar a un restorán en el centro a modo de celebración. Aunque yo no le veía el caso. Pero, mejor no discutir con ellos. Nos sentamos en una gran mesa familiar en la parte reservada del lugar.
-¿Bella?.- preguntó de pronto Alice, aleje mi vista del postre para mirarla a ella.
-¿si, Alice?
-¿tienes algo que hacer mañana?.- me preguntó con ojos brillantes
-Ehh…- dudé- no, ¿Por qué?
-Perfecto. Nos vamos de compras…
-Eh ¡¿Qué?!.- casi grité, todos se quedaron mirándome- no, no Alice, por favor…- rogué
-Vamos Bella, estoy aburrida.- dijo haciendo morros.- después de organizar la boda de Rose no tengo mucho que hacer…dale, me portare bien…
-Eh, lo siento. Pero tú sabes tengo que cuidar a Su…
-A mi sobrinita seguro que le gustaría acompañarnos de compras ¿no es así, corazón?...- le preguntó. Sabía que iba a decir que si
-Si, a mi me gusta ir con tía Allie…
-Ves, no hay problema…- comenzó Alice
-Si, pero…también tengo que escribir…
-No me vengas con eso. Acabas de publicar un libro…¿cierto que no tiene que tener otro libro todavía, Edward?.- mire a mi novio, más le valía ayudarme.
-Este…- dijo él.- si ella quiere podría publicar mañana mismo, Alice. Ella tiene que escribir cuando quiera…
-Si, si…pero un día no le hará nada malo. Por favor, Bella. Hazlo por mi tu mejor amiga y cuñada…- dijo poniendo ojitos. Suspire resignada
-Ok, esta bien, esta bien.- ¿Qué le iba a hacer?
La cena siguió con normalidad, en realidad siempre lo pasábamos muy bien todos juntos. Cuando nos retirábamos del restaurante, Alice me volvió a recordar que mañana teníamos una “cita” con unas cuantas tiendas.
-en especial tenemos que hacer una visita a Victoria´s Secret…- me dijo al oído.
-¡¿Qué?!...- le pregunté, pero la duendecillo ya se había subido a su auto. Y me hacia señas desde él. Creo que mi mandíbula aun estaba desencajada cuando Edward se acercó para abrirme la puerta del carro.
-¿te pasa algo, amor?...
-Ah, no, no nada…- no le podía decir que estaba así por que su hermana me había dicho que iríamos a comprar lencería, que de seguro sería muy atrevida. Conocía muy bien a Alice.
Susan POV:
-¿Su?.- me preguntó Dan
-¿si?...
-¿quieres ir al patio?
-Bueno…- dije caminando por él.
Estábamos en recreo, ya quedaban solo dos clases para salir. Hoy iría con mi tía Allie y mi tía Bella al centro comercial. Eso me gustaba, era muy entretenido, me encantaban todas las cosas lindas que había en las tiendas. No entendía por que a mi tía Bella no le gustaban.
Dan y yo nos sentamos en unos columpios que había en el patio. Él había sido mi mejor amigo desde que entre al colegio, siempre habíamos estado juntos, aunque claro a mi me gustaba un poquito. Es que era tan lindo.
-¿Su?.- me preguntó
-¿Qué pasa?
-Te quería preguntar algo…- dijo serio, eso era raro, Dan siempre andaba sonriendo.
-Dime…- él se paro de su columpio y se gano delante de mí. Tomo mis manos entre las suyas, él era un poco más alto que mí y ahora que yo estaba sentada se notaba más.
-Su…tú…¿querrías ser mi novia?...- me preguntó mirándome con sus lindos ojos azules. y con una flor en la mano
-Si, claro…- dije tomando la flor
-¿en serio?.- yo asentí. Él se acercó y me dio un beso en la mejilla. Luego me tomo de la mano para volver al salón pues ya había tocado el timbre.
El resto de las horas me las pase en las nubes, igual que tía Bella cada vez que veía a tío Edward. Me recordaba a las pelis de Disney. Cuando terminaron las clases Dan se despidió de mi nuevamente con un beso en la mejilla. Me fui hasta el auto donde me esperaban mis tías, iba dando saltitos como me había enseñado que tenía que hacer Tía Alice cada vez que estuviera contenta. Me encarame al asiento de atrás sin que me ayudaran. Yo tenía un novio, ya era grande.
-vaya, vaya alguien esta de buen humor.- comentó tía Alice.- ¿y esa flor?...
-me la regalo mi novio…- dije
-¿tú…tú qué?.- preguntó tía Bella volteándose para mirarme
-Mi novio, Dan…- tía Alice comenzó a reír.
-Pero mira que bien.- dijo- al menos saliste más rápida que tu tía Bella. Ya me asustaba que salieras igual que ella con fobia a los chicos…- dijo sonriendo- me alegro por ti corazón…
-Yo también, Su…
Llegamos al centro comercial, estaba tomada de las manos de mis dos tías, por que ellas decían que ese lugar era muy grande y yo podía perderme.
-por donde empezamos primero…- dijo tía Alice llevándose un dedo al mentón.- oh, ya se…vengan…- dijo avanzando.
Llegamos a una tienda enorme, en las vitrinas estaba lleno de maniquíes con súper poca ropa, le pregunté a mi tía Alice si todavía los estaban arreglando pero ella me dijo que no, vi que mi tía Bella tenía una cara de susto, como la que ponía yo cuando apagaban la luz o llovía muy fuerte en la noche.
-Alice en serio…no es necesario…
-Nada de eso, vamos Bella un poco de lencería no te vendría mal
-¿Qué es lencería?.- pregunté
-Es lo que están ocupando los maniquíes.- me respondió tía duendecillo. Luego tomo la mano de tía Bella y la arrastro dentro de la tienda.
Adentro habían más maniquíes con eso que tía Alice llamó “lencería”, habían varias de esas cosas en aparadores y de distintos colores, mi tía comenzó a recorrer el lugar, mientras tía Bella y yo la mirábamos. Al final volvió a nuestro lado con los brazos llenos de esas cosas.
Alice POV:
-ah no, no, no y no Alice no me voy a probar esto…- dijo Bella sosteniendo en alto una tanga que le acababa de pasar.
-Pero ¿Por qué no?...
-Alice, esto es…mira…- dijo extendiéndola.- mi hilo dental tiene mayor grosor…estas demente…
-Vamos Bella, un poquito de atrevimiento…no todo el tiempo vas a llevar ropa interior de abuela.
-Si por “ropa interior de abuela” te refieres a prendas que cubran lo que deben cubrir, te diré que sí.
-Bueno, ok, ok…esta bien…al menos ¿te gusto alguno de los sujetadores que te pase?...
-La verdad,- dijo medio avergonzada.- si…
-¡que bien! Al menos eso es un progreso…ven vamos a la caja a pagar…
-Ah, no. Alice no tienes que pagar por mí…
-Considéralo un regalo…
-¿regalo? ¿y por que otra vez?...
-Cumpleaños adelantado, día de la amistad, por lo que sea…- dije tomando las prendas y yendo a la caja antes de que pudiera detenerme.
Luego de hacernos con unas cuantas bolsas en Victoria´s Secret decidí que era hora de ver algo de ropa infantil para Su, después de todo si la chica tenía un novio debía hacer que se viera lo mejor posible. Lo bueno era que ella a diferencia de su tía aceptaba de buen grado todo lo que le dijera que debía ponerse. Era una niña tan adorable. Luego de conseguir cinco conjuntos nuevos para Susan decidimos ir a por un helado. Hacía un calor infernal ya que se acercaba el verano, este día si pude comer chocolate, estaba segura de que lo del día anterior se debió a mi exceso de cacao durante la boda. Estábamos comiendo nuestros helados cuando el celular de Bella comenzó a sonar, me reía, no podía llevar esa melodía.
-Amor, ¿Qué pasa?.- oh, déjenme adivinar quien llama: Edward. No había que ser psíquico para imaginarlo.- uhum…si, claro.- comenzaron a hablar.- ok, nos vemos.
-¿Qué paso?...
-Era Edward. Tengo que ir a la editorial ahora…
-¿segura?...¿no es una trampa?...¿no lo hiciste llamar para huir de la tarde de compras que planee?...- dije mirándola sospechosamente
-Para nada. Es algo de la editorial. Me dijo que eran unas noticias…- dijo, le creí. Bella era incapaz de mentirme, no por que me apreciara de sobremanera –cosa que era cierta- simplemente era que yo sabía cuando no me decía la verdad, sexto sentido de amiga.
-Ok…anda yo me quedo con Su, todavía nos quedan una tiendas que visitar ¿cierto, corazón?
-Sip…
-De acuerdo, voy a llamar un taxi.
-No, no, no…llévate mi auto…
-Pero ¿y tú?...
-Yo llamó a Jazzy para que nos venga a recoger…
-¿estas segura?
-Completamente…
-Gracias Alice. Nos vemos después…- dijo yéndose.
-Bien Su ¿adonde quieres ir ahora?
-¡¡A la juguetería!!
-Bien, vamonos…
Pasamos un largo rato mirando juguetes y después fuimos a comprar más ropa, pues justo anunciaron una venta de 2x1 en una de mis tiendas favoritas, al menos Su no era como Bella y disfrutaba acompañándome en mis compras. Luego de eso llame a Jasper para que viniera a recogernos, no quería agotar a mi sobrinita pues mañana tenía colegio. Nos quedamos esperando cerca de las tiendas del primer nivel. Cuando algo llamo poderosamente mi atención. En uno de los escaparates de una tienda de bebés había un precioso vestido rosa con moños a tono, perfecto para la bebita de Rose y mi hermano. Pero no fue esto lo que me impulso a mirar la vitrina, si no un trajecito todo de color azul celeste.
-tía Alice ¿Por qué entramos a una tienda de bebés?.- me preguntó Su. No tenía ni idea de que habíamos entrado.
-Este…vamos a comprar algo para la bebita que esperan Rose y Em
-¡que bien! ¿te puedo ayudar?
-Claro…
Miramos un poco de ropa para mi futura sobrinita. Cuando fui hasta la caja no pude evitar pedir también el trajecito que vi en la vitrina. La verdad no le vi el caso, solo sabía que tenía que comprarlo. Era una sensación extraña. Cuando salimos de la tienda recibí una llamada de Jasper que nos estaba esperando en la entrada del centro comercial. En cuanto nos vimos me di un pequeño beso en los labios, otro en la mejilla a Su y tomo mis bolsas como todo un caballero para llevarlas al carro.
-¿ropa de bebé?.- preguntó extrañado al ver el logo de algunas de las bolsas. Asentí
-Si, es para nuestra futura sobrinita…¡Rose se va a volver loca cuando la vea!
-Ya lo creo…
Edward POV:
Acababa de recibir una llamada de mi anterior jefe en Inglaterra. Me tenía muy buenas noticias. Primero me dijo que querían importar el libro que Bella acababa de lanzar, lo que sin duda era una excelente noticia, ella se pondría sumamente feliz.
La otra noticia también me tenía la mar de contento. La verdad en todos los años que había estado en Inglaterra no había echo muchas amistades, nunca había sido de aquellos que justaban rodearse de personas. Era de los que tenían pocos amigos pero verdaderos, por eso que me acabaran de decir que mi mejor amiga iba a venir a Chicago me ponía muy feliz.
Conocí a Tanya por que ambos trabajábamos en la misma editorial, al principio no nos llevábamos muy bien, por que ella creía que yo quería quitarle su puesto; mas con el paso de los días comenzamos a conocernos y terminamos siendo grandes amigos, ella había estado en mis momentos más difíciles. Por lo que volver a verla era una muy buena noticia.
-Señor Cullen, Bella, digo la señorita Swan acaba de llegar…- me aviso Jessica en medio de unas risitas mal disimuladas.
-Dile que pase…- me levante de mi escritorio para saludarla.
-Hola, amor…- dijo atravesando el umbral y cerrando tras ella. No quería que la cotilla de mi secretaria se pusiera a escuchar, aunque de seguro una puerta cerrada no la detendría.
-Hola ¿Cómo estas?...- le pregunte rodeándola con mis brazos
-Ahora que estoy contigo, mejor. Gracias por salvarme de la tarde de compras con tu hermana…- dijo besándome
-Si me vas a agradecer así. Cuando quieras…- dije sonriendo- pero, aunque me encanta rescatarte de las garras de mi endemoniada hermana, te llame por algo más…
-¿si? ¿Por qué?.- preguntó sentándose en el amplio sofá de cuero beige que estaba a un costado de mi oficina.
-Bueno te tengo unas cuantas noticias…- dije sentándome a su lado
-Espero que no sean malas…- preguntó mirándome a los ojos
-Para nada, son excelentes noticias…
-¿ah, si? ¿Cómo que?...
-Hace una hora me llamaron de la filial inglesa y…¡felicitaciones! Me acaban de decir que van a lanzar tu libro también en Londres
-¿en serio?.- me preguntó llevándose las manos a la boca de la impresión.- ¿de verdad, Edward?- yo asentí- oh, es maravilloso, increíble…- dijo arrogando sus brazos en torno a mi.
-No sé por que te sorprende tanto. Eres muy talentosa mi vida, tus libros son excelentes…
-Me vas a hacer sonrojar…
-Te ves hermosa cuando te sonrojas y lo sabes…- le susurre al oído
-Edward…- dijo con voz temblorosa.
-¿Qué pasa?.- volví a susurrarle
-Deja de hacer eso…
-¿hacer que?...
-Hablarme al oído…por favor…- rogó
-Bueno…- dije deslizando mis labios por su cuello
-Ed-Edward…alguien podría entrar…por favor…
-Esta bien. No quería incomodarte
-No, no te disculpes. Sabes que no es por ti, es por que tienes a la secretaria más chismosa de Chicago, imagínate que pasa y si nos ve así…
-Tienes razón.
Rose POV:
¡Que divina era Italia! ¡Maravillosa!. Habían sido las semanas más hermosas de mi vida junto a Emmett paseando por los viñedos de la Toscana, mirando puestas de sol en medio de aquellos alucinantes paisajes. El fin de semana antes de volver a casa fuimos a Milán a comprar algunas cosas para llevar a la familia, encontré unos bolsos italianos perfectos para mis cuñadas.
-voy a extrañar esto, ¿sabes?.- le dije a Emmett mientras mirábamos la puesta de sol desde el balcón de nuestro hotel. Al día siguiente volvíamos a Chicago.
-Si yo también…pero siempre podemos volver de una segunda luna de miel…
¿en serio?
-Claro, en cuanto nuestra pequeña…- dijo acariciando mi vientre por sobre la ropa.- crezca un poco…¿Qué te parece?
-Perfecto…- dije abrazándolo más por la cintura
-Hablando de la bebé, aun no hemos pensado en su nombre…
-Es verdad…¿quieres elegirlo ahora?
-Me parece bien, así no tenemos que atenernos a que la familia intervenga…¿te imaginas el nombre que podría ponerle mi hermana?
-Es verdad, conociendo a Alice…nuestra hija terminaría llamándose Dolce (n/a: por la marca Dolce&Gabbana)
-Es verdad. Mi hermana y su obsesión por la moda…
-¿tienes algún nombre en mente?
-La verdad es que si…
-Ah si…¿Cuál?...
-No sé, me gustaría que se llamara Lilian…
-Es un lindo nombre. Me gusta…
-¿de verdad? ¿no piensas que es…- puse un dedo en sus labios
-Es perfecto Emmett. Nuestra hija se va a llamar Lilian Cullen…y no se discute…
-Lo que usted diga señora Cullen…
-Me encanta como suena, repítelo
-Señora Cullen, señora Cullen…- dijo acercándose hasta capturar sus labios con los míos.
Mientras me besaba el cielo a nuestras espaldas oscureció dejando a la vista las estrellas.


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Bellany G.
**Simplemente enamorada**

NO DESEARÁS


Capitulo 11


No hay hombres perfectos




(Bella)


Prácticamente me había costado toda la mañana el poder al menos pensar coherentemente, después de que Rosalie salio del departamento me quede sentada por varias horas, llorando hasta que no pude mas, hasta que la sed me quemo la garganta pero aun así no me moví, no hice absolutamente nada, cuando el ruido del teléfono de mi departamento comenzó a sonar me di cuenta que la vida seguía aun si yo estaba muerta por dentro, así que me levante sin gana alguna y fui a bañarme necesitaba hacer una cosa antes de cualquier otra decisión.
Llame a la oficina y pedí hablar con Eleazar, pregunto el motivo de mi ausencia en la compañía y yo le prometí explicarle todo durante la comida, no podía ir a la oficina, no podía verlo a el.
Pasadas de las 2 salí de mi departamento, me había puesto un pantalón de mezclilla y una camisa blanca, había dejado mi cabello suelto y había luchado por que las gotas de los ojos desaparecieran un poco la irritación por el llanto, Eleazar acordó vernos en un restaurante del centro, cuando llegue el me saludo efusivamente y me invito a sentarme, ordeno un platillo de comida mediterránea mientras yo ordenaba solo una ensalada …el frunció el ceño y noto que la cita no era precisamente un festejo o una mera cordialidad, después de agradecerle haberme dado la oportunidad de trabajar con el y en una compañía de la altura de Point, y todo lo que aprendí en estos casi dos meses…presente mi renuncia, el pareció quedarse en blanco por un momento, después de unos minutos de leer la carta que le había entregado, trato de saber la razón de esta decisión, era sencillo Rosalie estaba embarazada, Edward debía olvidarse de mi, yo debía de desaparecer de su vida, pero no podía contestar mis razones así que le dije que mi hermana me necesitaba en estos momentos, que tenia que mudarme con ella y el pareció comprenderlo solo un poco, me dijo que presentaría mi decisión a la junta directiva y que de verdad lamentaba que me fuera en tampoco tiempo, nos despedimos mientras ponía una única condición, yo había logrado junto con Edward el contrato con la cadena hotelera así que debía estar en la firma del contrato, después de la fiesta yo era libre de compromisos con la compañía, asentí llena de miedo de tener que verlo aunque fuera una sola vez mas.
Al regresar al departamento me sitia sola, el entrar a ese lugar vacio reflejaba exactamente como había sido mi vida, jamás lo había notado hasta que conocí a Edward el había sido en mi vida, luz, calor, protección, seguridad y amor.
Un solo atisbo en mi vida de que pertenecía a un lugar, de que había una persona para mi, ahora todo eso ya no me importaba, creí poder luchar…pero jamás pensé en que Rosalie estuviera embarazada, sentía miedo, rabia, dolor, celos y envidia, por que mas que todo, mas que pensar que ellos estuvieron juntos, mas que cualquier cosa tener un hijo de Edward me llenaba de un calor en el pecho y de un dolor al saber que jamás podría ser.
Prendí solo una lámpara que ilumino tenuemente la sala, me senté en el sofá tratando de dormir un poco aun no oscurecía por completo pero yo solo quería dormir.
El sonido de mi celular me despertó de mi momentáneo letargo, busque en mi bolso hasta que pude encontrar el dicho aparato, suspire mientras veía el nombre de mi hermana en la pantalla, no pude contener una pequeña sonrisa, ella era todo lo que me quedaba.
-Hola-, salude yo tenuemente
-Hola Bells, ¿Pasa algo?-, pregunto ella al otro lado de la línea con voz algo seria, muy extraño en ella.
-No…por que-, conteste esperando que no preguntara nada
-Bella se que decidiste algo…confía en mi, se que jamás has creído en mi pero por favor-, dijo y yo trague mientras comenzaba a llorar.
-Te creo Alice, te juro que te creo…-, le dije en un susurro
-Decidí mudarme a Seattle-, continúe y espere su reacción
-De verdad-, en su tono había dos sentimientos demasiado nítidos, alegría y preocupación, ella sabía que había suficientes razones para que yo quisiera huir de Phoenix
-Si, ¿no te molesta?-, le conteste y ella soltó una risita
-Claro que no tonta, te puedes quedar conmigo…con nosotros el tiempo que desees-, contesto ella
-Pero dime por que esta decisión-, pregunto
-Termino mi tiempo aquí, eso es todo-, le conteste mientras veía mi departamento.
-La verdad es que no importa el motivo…siempre contaras conmigo Bella-, contesto mi hermana y yo sonreí por un momento.
-Gracias-, susurré
-A ti…llámame en cuanto estés lista-, contesto Alice
-Claro…cuídate y dale saludos a Jasper por mí-, le susurré y ella se despido y colgó.
Deje el celular en la mesita y me senté en el sillón mientras trataba de no pensar en nada, me agarre el cabello en un moño y recosté mi cabeza en el respaldo, estuve unos minutos así mientras la noche se tornaba oscura, el timbre de la puerta sonó impaciente haciéndome estremecer, no importaba quien seria no soportaría mas confesiones, mas llanto, solo quería quedar así, sola.
-Bella-, llamo Edward desde fuera, yo no me moví mis pies no respondían
-Ábreme si estas ahí-, susurro con voz desesperada.
-Bella-, casi grito, me moví torpemente hasta quedar frente a la puerta.
-Tienes que irte Edward-, le susurre
-Bella-, pareció que su voz se lleno de alegría.
-Ábreme podemos hablar-, me contesto en tono bajo
-Vete….-, susurre
-Bella si no me abres llamare a la policía, ellos querrán que abras o tumbaran la puerta, diré que intentas hacer algo malo…lo que sea-, amenazo
-Edward por favor-, le dije entrecortadamente
-Ábreme por favor-, suplico, gire la perilla y deslice la puerta lentamente para verlo un momento antes de que me estrechara en sus brazos, yo acabe por estallar en llanto mientras el me abrazaba, segundos después tomo mi cara entre sus manos.
-No llores…por favor-, me susurro para besarme lentamente, me estaba matando pero no podía alejarlo o cuando estas serian sus últimas caricias, la ultima oportunidad de nadar en su boca.
-Rosalie estuvo aquí- murmure
-Lo siento-, se disculpo contra mis labios.
-Tienes que irte-, le dije dando un paso para alejarlo un poco.
-No…no me puedes pedir eso…sabes lo que fue no verte en la oficina, no puedo Bella cuando lo vas a entender-, susurro antes de atraerme hacia el y estampar sus labios con los míos, su beso era desperado y yo le respondí mientras lloraba por ser tan cobarde, solo un instante mas, me susurraba a mi misma. Sus besos me nublaban la mente, me dejaban desvalida.
-Jamás me oyes, jamás te voy a dejar-, me repitió para volverme a besar, con un movimiento subió una de mis piernas a su cadera y yo me impulse para aferrarme a el y olvidar el suelo, sus manos se anclaban a mi espalda mientras besaba mi cuello y mi oreje haciendo gemir, enrede las manos en su cabello, reclamo mis labios otra vez de modo impaciente, le levante el suéter de vestir que traía dejando a la vista su abdomen, con algo de destreza se lo quite por la cabeza y el gimió al contacto de mis labios con su piel, me volvió a besar mientras nuestra lenguas no tenia suficiente del otro, era todo lo que necesitaba, sabia que moriría, que debía alejarlo aun si debía lastimarlo pero después …después repetía mi cuerpo y mi corazón…
Camino hasta el sofá mas grande y me acostó suavemente mientras seguía besándome, susurro mi nombre entre mis labios y yo comencé a desabrochar su pantalón y bajarlo junto con su ropa interior, el hizo lo mismo de forma impaciente con el mío y destrozo los botones de mi camisa, acaricio mi cintura hasta subir a mis pechos, sus manos rozaron por encima de mi sostén haciéndome arquear la espalda, cuando pudimos deshacernos de nuestros pantalones, su erección rozo ya sin ninguna barrera gemí y el beso mi cuello mientras metió sus manos en mi sostén, aferre las mías a su cabello mientras me besaba, bajo una de sus manos para acariciar mi sexo, sus dedos hicieron círculos en mí clítoris y yo tome su mano, era una necesidad insoportable, me levante empujándolo para quedar sentada sobre el, su espalada recargaba sobre el sofá, el quito mi sostén sin tirantes y dejo la camisa abierta sus manos jugaron con mi pechos hasta que llevo su boca hasta los mas cerca de mi corazón, me levante un poco y me aferre al respaldo del sofá mientras lo acomodaba dentro de mi, gemí mientras el cerraba los ojos y apretaba mis senos con fuerza, comencé a moverme lentamente, muy lentamente, las lagrimas se escaparon de mis ojos, por el amor, por el dolor, por la verdad, por que esto era solo un sueño.
-Eres mi vida-, jadeo mientras con sus caderas se impulsaba mas y mas, su manos me trajeron a el, limpiaron mis mejillas y me beso impaciente y tierno a la vez, yo seguí moviéndome hasta que no pude mas y lo abrace con la mayor fuerza, sabia que después de esto lo perdería, por que en mi mente vagaba un niño tan hermoso como el, un niño que jamás permitiría estuviera solo igual que yo.
Edward se aferro a mi mientras llegaba al cielo justo después que yo, nos quedamos así abrazados, solo respirando por unos minutos, su respiración en mi piel me hacia querer evitar alejar su aroma de ella, solo nos cubría mi camisa de manera precaria, me acurruque en su pecho con el aun dentro de mi, sin movernos, sin decir palabras, me recordé que debía hacerlo, el no podía dejarme pero aun no lo sabia todo, eso le correspondía a Rosalie, y haría lo ultimo para poder seguir llamándome su amiga, o tal vez lo había dejado de ser desde el momento de mi traición y solo quería evitarle mas daño.
-Tomare una ducha-, le susurré y me beso tenuemente, pase mis manos por su cabello y salí de ahí, me duche rápidamente y me puse un pants antes de dirigirme a la sala, el había recogido, estaba cambiado y sentado en la orilla del sofá.
Me miro y sonrío tenuemente, me senté a una cierta distancia mientras el se acercaba un poco, puso un mechón de cabello húmedo detrás de mi oreja.
-¿Por que no fuiste hoy a la oficina?-, susurro
-Edward tienes que irte-, le pedí desviando la mirada
-Bella…-, comenzó pero yo me levante
-Tienes que hablar con Rosalie…-, le susurre dándole la espalda
-Bella ¿Qué pasa?-, dijo confundido, trague antes de tomar el valor para lastimar a la persona que más amaba en el mundo.
-Este juego se me salio de las manos-, le conteste
-¿Juego?-, susurro
-Quería demostrarme a mi misma que tenia razón…nunca pensé que no pudiera controlarme-, le susurre y el me sorprendió girándome para encararlo
-¿Qué cosa?-, pregunto algo tenso
-Recuerdas que te dije que mi teoría no tenia fallas…pues no las tiene-, le dije mirando sobre su hombro, espere pero el no hablo.
-No existen los hombres perfectos, Rosalie creía que eras uno y mira quise comprobar que no…la engañaste con su mejor amiga-, le dije caminando hasta quedar alejada de el y poder controlarme, debía de creer que era cierta cada palabra que salía de mi boca, Edward estaba estático no se movió.
-No planee engañarla eso se salio de mis manos ahora ella esta sufriendo y debo arreglarlo-, le dije y el se giro me miro como si viera aun monstruo.
-Soy una estupida teoría-, siseo
-Admítelo todos los hombres son iguales-, le susurré y el acorto demasiado rápido la distancia y me obligó a mirarlo.
-No puedes hablar en serio-, dijo con dolor en su voz
-Lo hago… ahora quiero que te vayas de mi casa-, le pedí entre dientes.
-¿Por qué?-, dijo apretándome del brazo que me sostenía.
-Solo iba a probar contigo jamás pensé en llegar a tener… sexo, se me salio de las manos y bueno solo completas mi teoría, estabas dispuesto a dejarla…como todos como Charlie, como cualquier hombre-, le sise y el aflojo el agarre y sorprendentemente tomo mi cara entre sus manos y me acerco hasta casi besarme
-Bella yo te…-, comenzó pero no podía oírlo, me aleje sin esperar que terminara.
-Yo te que Edward…son solo palabras…se las dijiste a Rosalie y mira…yo no confío en los hombres, no puedo amar a nadie, solo quiero irme de aquí, aprendí de la peor manera que no se puede jugar con fuego-, le dije mientras el se llevaba las manos a su cabello.
-Dime que todo fue una farsa…dímelo-, dijo en tono alto.
-Fue un error, un maldito error…eso querías oír-, le grite
-No puedes ser tan…insensible…tan…-, decía con la voz tensa y entrecortada, me estaba matando a mi misma pero el necesitaba creer que yo no valía la pena.
-Me acosté con el novio de mi mejor amiga…que no podría ser-, le dije zafándome de su ya débil agarre y yendo hacia la puerta
-Vete, por favor…-, le susurre sin mirarlo
-Eso quieres-, susurro entre dientes, me limite a asentir y el salio sin decir mas, cerré la puerta de golpe y me recargue en ella mientras sentía que todo mi mundo se venia abajo, mi mundo era el…ahora solo me quedaba irme de aquí, lejos de mi corazón, lejos de mi vida.


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Bellany G.
**Mi corazón solo sabe que te ama**

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