martes, 13 de octubre de 2009

VENTANA AL AMOR


Capítulo Quince

Bella POV

-Gracias Edward… en serio no tenías que molestarte en quedarte con Su…- le dije en cuanto me subí a su auto.

-En serio Bella, no es molestia. Su y yo la pasamos muy bien… ¿no es así?...

-Es verdad, tío Edward es muy simpático…- dijo Susan.

-¿Tío Edward?...- le pregunté.

-Sip…- dijo Susan ganándose en medio de los asientos- Tío Edward es mi nuevo “tío postizo”… pero yo quiero que sea mi tío de verdad…

-Su…- la reprendí- ¿Qué va a pensar Edward?- dije sonrojándome.

-No es molestia Bella…- ¿Qué significaba eso, acaso él quería lo mismo?. Me volví a sonrojar.

El viaje siguió entre las conversaciones de Susan y Edward y mis “leves” sonrojos. Esa chica era demasiado directa para mi propio bien mental, tal debería dejar de darle tanta azúcar. Llegamos a la casa, Edward estacionó frente a ella.

-Gracias… por todo…- musite con la mano en la manilla.

-No hay de que…- me respondió.

-¡Chau tío Edward!- se despidió Su dándole un beso en la mejilla.

Bajamos y llegue hasta la puerta, Edward seguía, tal vez esperando a que entráramos; rebusque en mi cartera mis llaves, cuando las encontré las introduje en la cerradura.

Una vuelta, dos… ¡Demonios!, la llave pasaba en banda.

¿Qué clase de karma estaba pagando?

¿Por qué a mí? ¿Por qué justo hoy? ¿Por qué… Por qué a mi?...

¿Qué más podría pasarme ahora?


-¿Sucede algo?...- escuché a una voz aterciopelada preguntar a mi espalda.

-Sip… tía Bella no puede abrir…- respondió Su.

-¿Me permites?...- me preguntó.

-Claro…- dije apartándome.

Al parecer… mi casa y mi auto se habían confabulado en mi contra al igual que la alfombra de Edward, ¿Qué tenía el mobiliario contra mi?.

-No hay caso…- dijo Edward.- Algo le pasa a la cerradura.

-¡Maldición!...- solté- Voy a llamar un cerrajero.

Saqué mi celular, pregunté a la operadora y pregunté por un cerrajero.

Hoy no era mi día de suerte, no, no, no…

Era el último cerrajero que me quedaba por llamar y… me respondieron lo mismo, cerré mi celular con furia.

-¿Qué pasa?- me preguntó Edward.

-Pasa que…- dije calmada.- ¡¡no sé quien fue el estupido que invento el “día del cerrajero”!!- grité.- Ninguno esta trabajando hasta mañana.- me senté en las escaleras de la entrada.- ¡¿Qué voy a hacer?!...- dije escondiendo mi cara en mis manos.

-Tranquila…- dijo él poniendo una de sus manos en mi espalda-… puedes irte a mi departamento, tú y Su…

-No, no puedo hacer eso…- le dije levantando la cabeza.- ya haz hecho mucho por mi hoy, no sé… llamó a Alice o a Esme… en serio…

-Nada de eso, no es ninguna molestia… además estamos cerca…

-Pero…

-En serio Bella, no me molesta ayudarte…

-No sé… ¿Qué dices Su?...- dije esperando que ella prefiriera ir a casa de Alice o de Esme.

Memorandum, no debo preguntarle nada más a mi sobrina, la pequeña era una traidora a veces…

-Yo quiero ir a casa de tío Edward…- dijo.

-Ves… no hay problema…- suspire.

-En serio, no quiero molestar…

-Bella...tú nunca molestas…- me dijo mirándome directamente a los ojos. Esta bien me rindo, me rindo.

Volvimos al carro, Edward comenzó a conducir. La verdad no tenía idea donde se encontraba su departamento, solo sabía que era en el centro. El edificio de departamentos era enorme, uno de los más modernos y lujosos de todo Chicago.

Entramos a la recepción y subimos en el elevador hasta el décimo piso. La puerta se abrió dejando ver un amplio pasillo con solo una puerta, ¿acaso el departamento de Edward era el único en ese piso?. Edward abrió la puerta.

-Bienvenidas…- nos dijo dejándonos pasar.

El lugar era enorme, pude notar que la decoración al igual que la de la oficina había estado a cargo de Esme y Alice, pues los colores eran similares.

-Pónganse cómodas…- dijo Edward.- Voy a preparar la cena…

-¿Te ayudo?...- le pregunté, no me las iba a dar de ociosa.

-No es necesario…

-Por favor… déjame recompensarte. Hoy haz hecho mucho por mí…

-Esta bien…- me dijo.

-Su… no toques nada ¿si?...- le dije. Esa niña era demasiado curiosa.

-¿Quieres ver televisión?

-Si…- respondió.

Edward le indicó donde estaba el televisor y Susan se quedo fascinada viéndola, pues estaban dando su programa favorito.

Llegamos a la cocina, de color amarillo. Edward se dirigió a la alacena.

-¿Qué le gusta comer a Su?...- me preguntó.

-Lo que tengas esta bien, no tienes por que complicarte por nosotras…- me miró enarcando una ceja.- en serio… no es recelosa con la comida…

-Esta bien te haré caso… pero si no le gusta, será tú culpa ¿eh?...

-Esta bien… déjame como la tía malvada, no hay problema…

-Tonta Bella…

Edward comenzó a sacar los implementos para preparar lasaña. Debía admitir que era un gran cocinero, tampoco me dejo acercarme al horno, según él por que no era necesario que me volviera a quemar. Me sonroje al recordar ese día. Cenamos y luego insistí en ayudarlo con la loza.

-Bella no acostumbro a que mis invitados trabajen…

-Por favor… me hace sentir útil.- suspiro.

-¿Cuántas veces tengo que repetirlo?...

-No importa cuantas, no te haré caso…

-Se me olvidaba lo testaruda que podías llegar a ser…

-Cállate Edward…- bromeé y le quite los platos de las manos.- ¿yo lavo y tú secas?.- suspiro resignado.

-Ok…- abrí la llave del agua- aunque…- dijo acercándose a mí.- no crees que es más sencillo utilizar el lavavajillas…

-Oh no, odio esos aparatos… la ultima vez que ocupe uno casi destruyo el juego favorito de vajilla de Esme… no fue agradable.- Edward soltó una carcajada, le dedique una mirada de odio.- ¿Qué es tan gracioso?...- se siguió riendo.

Si tal vez sea una actitud infantil… pero, ¡no era gracioso!...me sentí muy mal cuando paso eso, y él no podía reírse de mi por eso. En el lavaplatos ya había suficiente espuma, tome un poco en mi mano y se la avente en la cara sin pensar, su risa cesó al instante. Edward me miró serio.

Oops… la regué…- pensé- se enojo…- se acercó más a mi de manera lenta luego de haberse limpiado la cara con la mano.

-Bella…- dijo. Lo estaba mirando así que no me percate de los movimientos de su mano hasta que sentí la espuma fría en el centro de mi cara. Edward volvió a estallar en risas.

-¿Te crees muy gracioso?...- dije luego de limpiarme.- esto es la guerra Edward Cullen…- le dije antes de volver a mojarlo.

Nos estábamos comportando como dos niños pequeños, pero hacía mucho que no me reía tanto. Estábamos completamente empapados y el piso estaba repleto de lavaza resbalosa, por lo que en un extraño movimiento Edward tropezó llevándome con él al piso. Quede encima de él, su rostro a escasos centímetros del mío.

No supe como, pero él tenía sus manos en mi cintura, y la ropa mojada no ayudaba en lo más mínimo… lo sentía demasiado cerca de mi; nuestra respiración era todavía desacompasada a causa de la risa, nos miramos a los ojos, mis manos descansaban en su pecho y estaba a punto de cometer una locura.

Si es que Edward no la cometía primero que yo…

Sé racional Bella…- me dije mentalmente.- sé racional…

Me aleje de él y me incorpore con cuidado, Edward también se levanto.

-Lo siento…- musitó. ¿Por qué se disculpaba?

-No, yo lo siento… yo empecé y mira ahora este desastre…

-Si… pero yo te seguí… y mira ahora como estamos…- dijo señalándose y luego señalándome. Me golpeé la frente con la mano.

-Dios, estoy completamente empapada…- dije. Y no tenía nada que ponerme. Debí, debí irme a casa de Esme o con Alice…

-Si, vamos a tener que poner esa ropa a lavar…

-¿Y que pretendes que use mientras se lava?...- pregunté irritada. Este día no era el mío sin duda, todo me salía mal.

-Podemos buscar alguna de mis cosas…

-No hay de otra…- dije, ya era considerablemente tarde.

-Ven…- dijo tendiéndome una mano para que no cayera.- vamos a meter eso a la lavadora y a que te cambies no quiero que te enfermes…


Rosalie POV

Emmett me invitó a cenar al mismo restaurante al que habíamos ido en nuestra primera cita, estaba nerviosa… esa noche le daría la gran noticia, estaba tan emocionada. Siempre había soñado con ser madre y sabía que Em se moría por tener un pequeño en sus brazos, él adoraba a los niños, tal vez por que él era uno en su interior.

Llegamos a nuestra mesa, que estaba en la parte de los reservados, había un candelabro con velas en el centro y un ramo de rosas rojas esperaba en mi puesto. Emmett corrió la silla para que pudiera sentarme.

-Emmett están hermosas…- le dije luego de oler el perfume de las rosas.

-No tanto como tú amor.

-Emmett… me voy a sonrojar…- bromeé. Emmett rió de manera nerviosa. A decir verdad estaba muy nervioso al igual que yo.

Cenamos, en medio de una conversación agradable; estábamos comiendo el postre… era ahora o nunca, bueno en realidad no, pero así era el dicho.

-Emmett…

-Rose…- dijimos al mismo tiempo- Tengo algo que decirte…- ambos nos reimos de la situación.

-Tú primero…- le dije.

-No, no… tú primero amor…- respire.

-Esta bien… Emmett… hay algo que tengo que decirte.- dije de manera seria, él se puso pálido.- Emmett… yo…

-¡No Rose, mi vida! ¡No me dejes!...- gritó. La gente alrededor se volteó a mirarnos.- ¡Rose, por favor… yo te amo! ¡Yo…

-Emmett, tranquilízate…- le dije.- Yo no te voy a dejar…

-Ah no…- suspiro.

-No tontito… te amo demasiado… lo que quiero decirte es otra cosa…

-¿Qué?...

-Emmett… tengo que darte una noticia muy importante.- dije- Algo que va a cambiar nuestras vidas por completo… Emmett, estoy embarazada.- escuché el ruido sordo que produjo la caía de Emmett al suelo - ¡Emmett! ¡Emmett!...- grité levantándome para ir a su lado- Emmett… ¿estas bien?...

-… ¿Vamos… Vamos a ser padres?...- me preguntó.- Yo asentí. Se levanto de un salto y me rodeo con sus enormes brazos.

-Oh, amor… ¡me haces tan feliz!...te amo…- dijo, para después comenzar a besar mi frente, mejillas, ojos y labios, luego bajo hasta mi estomago y deposito un tierno beso en mi invisible barriga. Estaba tan feliz… ¿Qué más podría desear?

-Rose, mi vida… yo también quería decirte algo…- me dijo, no me había dado cuenta de que se había hincado frente a mi.- Rosalie Hale… me harías el honor de ser mi esposa…- dijo con un bello anillo en la mano.

-Oh, Emmett… por supuesto que si… si, acepto…- deslizó el anillo por mi dedo, para después incorporarse y besarme nuevamente.

A nuestro alrededor se escucharon aplausos, se me había olvidado que estamos en el restaurante. Pero ¿acaso importaba?... para mi no, era completamente feliz... iba a casarme con el amor de mi vida, y dentro de unos meses sería madre. No podía pedirle nada más a la vida.


Edward POV

-Tal vez esto te quede…- le dije a Bella pasándole uno de mis pijamas- lo siento… pero no tengo ropa de mujer como veras…

-Si, me doy cuenta…- dijo tomándolo.- ¿Dónde esta el baño?...

-Allí…- dije indicándole la puerta. Ella fue hacia allá.

También me cambie, el jueguito de la espuma me había dejado completamente empapado. Me sentía extraño, hacía unos momentos podría haber jurado que Bella quería besarme tanto como yo a ella. Pero hubo algo que la detuvo…pero ¿Qué?.

-¿Dónde esta el cuarto de lavado?...- me preguntó Bella.

Contrólate Edward…- me dije a mi mismo- contrólate…

Bella llevaba solo la camisa del pijama, que aun cuando le quedaba considerablemente larga aun dejaba apreciar un buen tramo de sus níveas piernas, su cabello estaba húmedo. Me la estaba comiendo con los ojos y al parecer ella lo notó, pues se sonrojo de manera violenta.

-Eh… es aquí…- dije caminando hacía allá. Tenía que reordenar mis pensamientos y rápido.

-Tía Bella… tengo sueño…- dijo Su entre un bostezo, había estado tan entretenida en la televisión que casi se había pasado de su hora de dormir.

-Edward… ¿Dónde tienes las frazadas extras y eso?...- me preguntó Bella.

-¿Para que quieres eso?...

-Para preparar el sillón para que Su y yo durmamos…

-Nada de eso, ustedes se quedan en mi habitación…

-En serio Edward ya es suficiente con que nos dejes quedar acá… no es necesario…

-Claro que lo es… que clase de hombre sería se te dejara dormir en un sillón, nada de eso ustedes se quedan en mi habitación.- Bella iba a responder pero se calló al ver que hablaba en serio.

Les indique cual era mi habitación y Bella acostó a Susan en la cama, se quedo con ella hasta que la nena se quedo dormida. Yo estaba en la cocina tomando una taza de café, no me creía capaz de dormir esa noche. No con Bella a tan poca distancia.

-¿Te queda más café?...- escuché preguntar a Bella.

-Claro…- dije sirviéndole una taza- creí que te ibas a quedar con Su…

-No, ella ya se durmió…- dijo bebiéndose el café.

-Tú deberías hacer lo mismo…

-Dudo que pueda…

-¿Por qué?...- le pregunté.

-Usualmente no puedo dormir…

-Ahh… es por…

-¿Lo del accidente?...si, el doctor dice que puede ser por eso… al menos Su si puede dormir…

-Aun los extrañas…- ella asintió.

Al momento nos fuimos a la sala para poder conversar mejor. Hacia tiempo que no lo hacíamos, habían muchas cosas que habían cambiado en estos años. Fue como volver a conocernos y volver a llegar a la misma conclusión. Estaba completamente enamorado de ella. No supe cual fue el momento en el que paso, pero mis ojos comenzaron a hacerse cada vez más pesados, hasta que finalmente me quede dormido.

Cuando abrí mis ojos a la mañana siguiente vi que la cabeza de Bella estaba apoyada en mi hombro y sus manos estaban en mi pecho, yo la sujetaba por la cintura, abrí nuevamente mis ojos, ella estaba placidamente dormida, ambos estábamos en el sillón al igual que la noche anterior, con la única diferencia de que ahora había una manta colocada irregularmente sobre nosotros. No pude evitar la tentación de acariciar el cabello marrón de ella, era tan suave como lo recordaba, Bella comenzó a estirarse, abrió sus ojos lentamente, una sonrisa le recorrió el rostro cuando vio donde estaba.

-Nos quedamos dormidos…- dijo.

-Eso parece…- le respondí.

-Es extraño…- comentó.

-¿El que?...

-El que haya podido dormir toda la noche…

-¿Por qué crees que sea?...

-No se… tal vez sea por… ti…- se sonrojo.

-Me alegro de haberte ayudado.- y lo haría siempre…

-Gracias…

-No hay por que…- aun seguíamos en la misma posición.

Nos seguíamos mirando a los ojos. Acaricie una de las mejillas de Bella con mi mano, ella cerró los ojos ante el contacto.

-Edward…- susurro. Aquel susurro parecía una invitación, la sentí acercarse más.

Espere a que se detuviera al igual que la noche anterior, pero no lo hizo. Si ella no quería parar, no sería yo quien lo haría. Me moría por besarla otra vez. Ella estaba casi encima mía y mi agarre sobre su cintura aumento, sus labios estaban sobre los míos. Comencé a mover mis labios sobre los suyos, a la vez que sentía sus brazos aferrarse con fuerza a mi cuello.

El repicar del teléfono se comenzó a escuchar, pretendía ignorarlo, pero en cuanto lo escucho Bella se tensó. Se separo de mí de manera rápida, completamente roja.

-Yo… este… perdón… yo no… no debí…- dijo de manera rápida antes de desaparecer en dirección al cuarto.

Me quede en mi lugar, el teléfono seguía sonando. ¿Por qué me había pedido perdón? ¿Por el beso? Acaso ella no sabía que yo lo deseaba… o tal vez me equivocaba otra vez… y esto era algo unilateral. El teléfono siguió sonando así que decidí atender, tal vez era algo importante.

-¿Bueno?...

-¿Edward? Al fin contestas… me asustaste…- exclamo Alice al teléfono.

-¿Qué pasa Alice?...- conteste un tanto irritado.

-Edward… es que… no encuentro a Bella… estoy llamando a su puerta y no contesta y tampoco responde en el celular… ¿le habrá pasado algo?

-Tranquila Alice, ella esta acá…

-Ahh…- suspiro.- que alivio… ¿y que hace Bella allí?...- preguntó.

-Nada de lo que imaginas otra vez, ella y Su se quedaron puertas afuera y…

-Entiendo, entiendo…

-¿La necesitabas para algo?...

-Este, no nada… después hablo con ella. Gracias, chao hermanito…- dijo colgando.

-Adiós…- lance el teléfono al sillón, y me volví a tumbar en él.

Mientras intentaba descifrar que era lo que pasaba por la cabeza de Bella. ¿Por qué siempre todo lo que hacia era tan inesperado?.

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chic@s lamento la demora, pero tenia unos asuntitos pendientes que resolver...
mmmm... bueno este par sigue en las mismas, definitivamente necesitan un bueno empujoncito... esperemos que cierto duendecillo entre en acción pronto!!...
awww U.U y mas tierno no podia ser el osito más adorable del mundo!!!... se cayó de la impresión!!!! awww diganme que no las mató?! estuvo fantastico!!!... y claro el sueño de Rose por fin se va a cumplir (por lo menos aqui)... va a ser mamá!! wiiiiii!!! jejeje
dale... cuidense mucho, los chocolatitos para el festejo, suspiren de felicidad y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Eres un mieloso muy antojable amor**

7 Comments:

  1. Anónimo said...
    HOLA BELLANY ME ENCANTO PERO ME PONEN DE LOS NERVIOS ESTOS DOS POR QUE NO HABLAN YA Y SE DICEN LO QUE SIENTEN BUENO ESO CREO YO JAJAJA GRACIAS POR EL CAPITULO MUY LINDO
    ALICE
    Anónimo said...
    me has hecho reir un monton, Emmett es un amor de verdad, y que pasa que
    Alice no actua, debe hablar con Su para que las dos ayuden a Edward, cuidense, xoxo, suspiros contenidos
    Elynav said...
    hay em ea relindo!!!!!!!
    ha1!!!!!!!!!!!


    y bella y edward k esperan?
    osea ya parale no? jejejeje

    ya kiero saber k pasa =)
    Anónimo said...
    nena cullen:bueno chicas es tubo genial el capitulo de hoy pero me quereis dejar de desseperar y que esos dos tortolos se decidan a decir lo que siente el uno por el otro buechas sois geniales segir asin muchos besos y suspiros de chocolatepara las dos
    Anónimo said...
    de verdad que estos dos llegan a desesperar, se comportan como si tuvieran la edad de su, que le vamos ha hacer haber si alguien les echa una mano y ponen las cosas en claro de una buena vez.


    muchos suspiros de chocolate.

    sonia cullen
    Anónimo said...
    Se quieren, se aman y se adoran pero son dos tontos, pensando uno lo que pueda creer el otro, creo que Su, Alice, y tal vez hasta Emmett pueden ayudar a estos dos a decidirse, vamos a ver que pasa en la boda, espero sorpresas, Su como yo queremos a TIO EDWARD!!!!, ahhhhhhhh, lo amooooooooooooo, suspiros enjabonados
    Ninive said...
    Jajaja que mala suerte tiene Bella o mas bien que buena suerte ¿no?. a mi tb me encanta dormir abrazada a mi lobito, no puedo dormir sin él me quita el imsomnio jejejeje. un Beso y un suspiro para todas.

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