miércoles, 25 de noviembre de 2009


Capítulo 24. Decisiones, Decisiones

Edward POV

Colgué el teléfono y fui directamente hacia Bella que parecía al borde de las lágrimas. Cogí su mano.

“Vamos.” Le dije y la llevé hasta mi habitación.

“Edward, ¿Qué ocurre?” preguntó una vez estuvimos en la habitación con la puerta cerrada. Miré a sus tristes, marrones ojos, y los vi llenos de lágrimas.

“Un profesor de mi facultad me ofreció una oportunidad para cubrir a algunos doctores de allí este verano.” Le dije a toda velocidad.

“¿Y?” preguntó, esperando para escuchar lo que tuviera que decirle.

“Y les dije que primero necesitaba hablarlo con alguien.” Le dije. Suspiré. “Bella, esto es enorme para mi futuro, pero tú eres más importante. No quiero estar sin ti. Creo que voy a rechazarlo.” Le dije.

No es justo. Finalmente sentía que tenía las dos cosas que quería en mi vida. Mi carrera y Bella. Ahora, parecía como si el universo me estuviera obligando a decidir entre los dos. Pero al final, tendría esta oportunidad eventualmente, pero sólo tendría que pasar el verano con Bella.

“No.” Dijo, sacándome de mis pensamientos. Vi cómo sus lágrimas comenzaban a correr por su rostro. “Quiero que lo aceptes. Quiero que lo hagas. Me niego a estar en medio del camino de la carrera que quieres.”

“Bella…” comencé, pero ella me interrumpió.

“Edward, escúchame. Te quiero, y siempre lo haré. Tanto si estás lejos de mí o sosteniéndome entre tus brazos. Te digo que… tú tendrás esa plaza de trabajo, y serás bueno en ello. Y te ayudará a ser un gran doctor como Carlisle.”

“Gracias.” Susurré al cogerla en un abrazo y besarla en su cabeza. Ella sólo asintió debajo de mí.

Esa noche, después de que le dije todo a mi familia que me iba por la mañana, Bella y yo fuimos a la cama. Ninguno de nosotros dormimos hasta las primeras horas de la mañana. Solamente nos sostuvimos el uno al otro.

“Te veré pronto.” Le dije, tratando de hacerle sentir mejor.

“Si.” Trató de sonreír al mirarnos el uno al otro. “Menos mal que las vacaciones son solo en cinco meses. Tuve que esperar tres años, así que no debería ser tan malo.” dijo.

Pero pude leer a través de ella y sabía que la estaría matando tanto como me estaría matando a mí mismo.

“Bella, te amo.”

Sus ojos comenzaron a dejar escapar otra vez gotas de agua salada por sus mejillas. “Yo también te amo.”

Al final conseguí que se durmiera, pero cuando ella se durmió tuve que levantarme para preparar el viaje que me esperaba. La dejé dormir mientras me preparaba y decidí que sería más fácil si no le decía adiós. Así que guardé todas mis cosas en mi coche, y volví a mirar hacia la casa una vez más. Pero cuando lo hice, vi a Bella de pie en el porche abrigada con una manta, mientras el sol apenas comenzaba a elevarse.

No había palabras que pudiera decirle. Ella debió haber sentido lo mismo, porque solo se quedó allí mirando como un triste ángel. Nadie tan hermoso debería estar nunca tan triste. Antes de que pudiera incluso hacer un par de pasos, ella corrió hacia mí y saltó en mis brazos. “Por favor, no te olvides de mí.” Me susurró. Casi me perdía allí mismo y rompía a llorar. Pero no podía hacerlo. Tenía que ser fuerte, por nosotros.

“Nunca.” Le dije y entonces la bajé sobre sus pies. La besé una última vez, y lo saboreé. Era dulce y suave, dejándole saber que era la cosa más importante de mi mundo.

La dejé ir, y ninguno de nosotros tenía la fuerza para decir adiós. O tal vez simplemente no queríamos admitir que lo estábamos dejando. Seguí diciéndome que esto no era un adiós. Sería solo un “hasta luego”, pero mi corazón lo notaba diferente.

Entré en mi coche y la vi caer al suelo en mi espejo retrovisor cuando salí por el camino de la entrada, dejando mi corazón detrás. Tanto si pudiera como si no continuaría latiendo por ella. Ella sería la única que tendría mi corazón y a mí. Ella era tan parte de mí como yo de ella. Y yo estaba dejándola detrás. “Te quiero” Me dije a mi mismo en silencio mientras conducía lejos de la única verdadera felicidad que había conocido.


Bella POV

No estoy segura de cuánto tiempo me quedé sentada en las escaleras de la casa esa mañana después de que él se fuera. Pero recuerdo a Alice saliendo y cogiéndome, y después todos uniéndose. Cuando lloré, estábamos todos sosteniéndonos juntos en un abrazo en grupo… solo que el grupo había perdido a una persona muy importante.

Pero yo lo amaba demasiado para dejar que renunciara a su futuro por mí. No le permitiría hacerlo.

Finalmente, Emmett me llevó hasta mi habitación… La habitación de Edward. Dormí todo el día y parte del siguiente, sin querer hacer nada. Mi corazón estaba herido. No completamente roto. Él todavía me amaba, y dijimos que estaríamos juntos tarde o temprano y aquella esperanza impedía que se rompiera, pero estaba gravemente herido.

Cuando por fin salí de la cama, no quería ver a nadie. Solo quería enfurruñarme. Habían pasado solo días, pero ya lo sentía como una eternidad.

Decidí comenzar a limpiar el desorden que habíamos hecho esa noche en la que nos lanzamos el uno al otro por todas partes de la habitación. Cuando empecé a recoger algunos CD's, sentí que comenzaba a sollozar y caí al suelo, casi gritando su nombre.

“Bella. Shhhh… Estará bien.” Dijo Alice sosteniéndome. Nos sentamos así por un rato hasta que Rosalie se nos unió.

Me ayudaron a recoger la habitación, y con su compañía comencé a sentirme un poco mejor.

“Oye, ¿sabes qué necesitamos? Un poco de diversión.” Dijo Alice, tratando de animarme.

“Si.” Estuvo de acuerdo Rose. “Vamos al spa.”

“Una depilación de ingles no es exactamente mi idea de diversión.” Les dije y sonreí vagamente con el sonido de sus risas.

“Vamos, vístete. Nos vamos al spa.”

Hice como me dijeron y me vestí. Por el bien de mis amigos tendría que tratar de ser feliz, aunque supiera que no lo sería completamente sin Edward a mi lado.

Así es como pasó una semana. Pondría un rostro valiente cuando estuviera alrededor de mis amigos. No tenían por qué preocuparse por mí. No se merecían eso. Pero luego por la noche, mientras estuviera en la cama que solía compartir con Edward, lloraría. Me sentía tan vacía al no tener esos fuertes brazos a mi alrededor al dormir… Y nada podía arreglarlo.

Una semana y un día después de que él se fuera, tuve el más maravilloso sueño que había tenido desde que se fue.

“Bella, amor.” Le oí susurrar mientras dormía. Y sentí su mano acariciar mi frente. “Bella.” Repitió.

Suspiré, completamente contenta, pero entonces ya no estaba más durmiendo y casi lloré por la pérdida de ese magnífico sueño.

Pero lo escuché otra vez. “Bella.” Me di la vuelta o lo vi. Su perfecto rostro decorado con una pequeña sonrisa en sus perfectos labios.

“¿Edward?” pregunté, no creyendo lo que veía. Antes de que él pudiera responder, tiré mis brazos alrededor de su cuello y lo acerqué hacia mí. Abrí mis ojos y vi a mis amigos sonriéndome desde la puerta. Tan pronto como me vieron, cerraron la puerta y me dejaron con mi amor.

“¿Por qué estás aquí?” pregunté confundida, alejándome, pero manteniendo mis brazos a su alrededor.

“Tú, mi amor, podrías haber sido capaz de vivir sin mí, pero yo no podía funcionar sin ti. No puedo dejarte… todavía no. No cuando acabamos de empezar.” Dijo con su imposible voz suave.

Antes de que pudiera soltar otra palabra, choqué mis labios con los suyos. Nos besamos hasta que ambos necesitamos aire.

“Deberías volver a dormir ahora.” Me dijo. Yo asentí. Sabía que, con él a mi lado, sería capaz de dormir a gusto por una vez en la semana.

“Estarás conmigo, ¿verdad?” le pregunté asegurándome.

Él sonrió y besó mi mejilla. “Claro, solo déjame cambiarme.” Él me dejó y no aparté mis ojos de él mientras caminaba hacia la maleta y sacaba el familiar pijama del fondo. Y mientras se desnudaba frente a mí, yo no apartaba la mirada. Sin mencionar que la vista era fantástica.

Él se arrastró hasta la cama conmigo y sentí como por primera vez en la semana, podía respirar correctamente.

“Te amo”. Susurró besándome en el lado de mi cuello que estaba expuesto hacia él.

“Nunca me dejes otra vez.”

“Ni en sueños.” Respondió en un suave susurro y me dormí.


Edward POV

Se sentía tan bien tener a Bella en mis brazos. Fui un tonto al pensar que podía dejarla en tan poco tiempo y sin avisar con antelación. No, tarde o temprano tendría otra oportunidad de una plaza, pero ella era infinitamente más importante este verano.

Y mientras besaba suavemente su rostro dormido, y veía una ligera sonrisa cruzar su cara, sabía que había tomado la decisión correcta.

Sí, lo que estaba haciendo en este momento era lo que realmente necesitaba. Todo lo que yo realmente necesitaba para siempre.

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bueno... más que visto que el amor no puede estar sin el amor... U.u
cuidense montones, suspiren y...
Nos leemos en un tris

Bellany G.
**No quiero perderte... Te amo T.T**

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