viernes, 16 de octubre de 2009

NO DESEARÁS

Capítulo 4. Amigos

Bella POV

No podía creer que este día hubiera llegado casi sin darme cuenta, estábamos a mediados de junio y yo ni siquiera lo había notado del todo, había pasado varios días desde que me había admitido a mi misma que Edward me gustaba mas de lo que debería, había estado atormentándome la cabeza con ese pensamiento y recriminándome el disfrutar de su voz, de su olor, de mirarlo a diario, que ayer cuando Rosalie me llamo para invitarme a pasar esta día con su familia, la fecha me callo como un balde de agua fría, me negué argumentando que quería estar sola y ella lo comprendió sabia que este era un día difícil.

Llegue a la oficina y todos tenían caras alegres, había algunas felicitaciones y sonrisas porque solo se trabajaría medio día debido a que la mayoría de la gente pasaba el día en familia, trate de llegar rápidamente a mi oficina, no estaba de ánimos para que alguien notara que “El día del padre” sacaba lo peor de mi.

Llegue a mi oficina y me prepare un café, esperando que la cafeína me ayudara a controlarme y relajarme un poco, prendí la computadora y abrí mi correo, una tenue sonrisa se dibujo en mi rostro cuando vi un correo de Alice en la bandeja.

Hola Bells

Hermanita se que tienes la seguridad de que yo se exactamente como te sientes hoy, pero recuerda que nos tenemos la una a la otra y claro a nuestra loca madre, el nos hizo fuertes.

Además solo es otro día, espero que me llames pronto, aun sigo sintiendo esa sensación y crece más, Bella estoy empezando a parecer paranoica, llámame en cuanto puedas ok.

Te quiero

Alice

Sonreí mientras lo leía, Alice siempre supo manejar mejor que yo esto, pero quizás se debía a que ella prácticamente no recordaba a Charlie, para ella nunca fue su papá, o al menos intento serlo.

Hola Ali

Gracias, me conoces muy bien, tranquila estoy bajo control, como dices solo es otro día.

Te llamare el fin de semana, y tranquila aun no me he ganado la lotería, no se de que otra forma pueda cambiar mi vida, te extraño hermanita.

Bella

Comencé a revisar los diseños de los carteles para la campaña que estaba manejando Edward, trate de no pensar en el tiempo, pronto podría estar en mi casa, y recostarme en mi cama, ver una aburrida película y que este día terminara, me quede viendo hacia la ventana, se podían observar algunos edificios, el sol formaba sobras sobre estos.

-Bella…-, me llamó el y yo cerré los ojos, “Rosalie, recuérdalo”, anuncio mi mente, estos últimos días había tratado de limitarme a tratar asuntos meramente profesionales con Edward, entre mas distancia hubiera seria mas fácil olvidarme de mi absurda atracción hacia el. Me gire lentamente y lo mire parado con la puerta entreabierta.

-Venia por los diseños… de los carteles-, susurro aun viéndome con el ceño fruncido.

-Claro-, le conteste dándole el folder, se giro para salir pero se detuvo tomando la perilla con su mano.

-Bella…-, me llamo y yo lo mire, dejándome por un momento disfrutar de sus hermosos ojos.

-¿Estas bien?-, susurro.

No, no estaba bien, odiaba el día del padre por que me dolía que jamás tuve uno de verdad, no estaba bien por que me gustaba el novio de mi mejor amiga, no esta bien por que tenia que verlo todos los días y no estaba bien por que el me lo preguntaba por que eso hacia latir una vaga esperanza de que yo le importaba, no, no estaba bien pero jamás lo diría.

-Si, solo un poco cansada-, le dije intentando sonreír, el pareció tensarse y después suspiro.

-Bien… supongo que ya no te veré hasta mañana, que disfrutes el día-, me dijo antes de salir.

Dos horas más tarde casi sonreí al poder salir de la oficina, la mayoría de la gente se había ido.

-Hasta mañana Isabella-, me dijo Jessica, la recepcionista mientras subía a su automóvil, quedaban pocos autos en el estacionamiento, me despedí con la mano y entre al Volvo.

Deje mi maletín en el asiento del copiloto y puse mi disco favorito de música clásica, salí del edificio y la música comenzó a relajarme un poco, pensé que lo peor habría pasado, cuando unas cuadras después el auto comenzó a rechinar de forma extraña, pensé que seria momentáneo pero el ruido no cesaba, decidí estacionarme en una calle un poco menos transitada y apague el auto, me baje buscando algo que pudiera causar el ruido pero no note nada, me volví a subir y encendí el auto pero no paso nada, gire la llave demasiadas veces y nada paso, maldije por lo bajo mientras trataba de no entrar en un estado de histeria, saque el celular de mi bolsa y llame al seguro, este día no acabaría pronto.

Me avisaron que la grúa llegaría en unos minutos para llevarlo al taller, aunque me aclararon que tal vez se tardarían algo mas de lo normal, solo pude articular un “No importa, espero, no se preocupe”, para no desquitarme con el telefonista.

Salí del auto y me recargue en la puerta mientras trataba de leer el análisis de necesidades de un nuevo cliente, seria mi primera propuesta individual y quería que fuera la mejor.

-¿Bella?-, pregunto un voz que reconocí casi al instante, su auto se paro al lado del mío y bajo mas la ventanilla.

-¿Qué pasa?-, pregunto.

-Decidió tomar un descanso-, dije tocando mi auto, el sonrío negando con la cabeza.

-Ya veo, llamaste al seguro-, inquirió.

-Si no te preocupes estarán aquí en minutos-, le conteste.

-Esta bien, suerte-, susurro antes de echar a andar el automóvil, me despedí con la mano y doblo la esquina.

Quise volver a mi lectura pero se convirtió en algo imposible, releí infinidad de veces la misma línea y solo podía pensar en Rosalie, sus padres y su perfecto novio. Se formo un nudo en la garganta que me hizo odiarme, era masoquista pensando en algo que no debería de importarme.

-No te pagan horas extras cuando sales de la oficina-, me susurro tan cerca que pude sentir su respiración en mi oído.

-Edward-, exclame con mas alegría de la que desee dar a conocer, sonrío mientras me ofrecía uno de los dos vasos de café que tenia en la mano, había estacionado su auto detrás del mío.

-Pensé que te habías ido-, le dije sonriendo.

-Si, pero no quería dejarte sola, además solo serán unos minutos y un buen café siempre ayuda-, dijo señalándome el vaso.

-Gracias-, le susurre.

-Además que si Rosalie se llega enterar que te deje sola me asesina-, se precipito a contestar.

Rosalie”, era por ella que estaba aquí, apreté el vaso mientras luchaba por aclarar el nudo de mi garganta, “y por que mas si no estaría aquí”, me cuestiono la razón, era ilógico pensar que estaba preocupado por mi.

El percibió mi reacción y frunció el ceño, trate de cambiar el tema, -Rose me dijo que pasarías el día con ella y sus papás, ¿Y tus padres, no los veras hoy?-, le cuestione esperando que el no considerara una intromisión mi pregunta.

-Le llame a mi padre hace un rato, ellos viven en Forks, un pueblo en Washington-, susurro sonriendo.

-Se donde es Forks-, le dije algo emocionada.

-¿Si?-, cuestionó con el ceño fruncido.

-Nací en Forks-, le susurre.

-Ahora se de donde viene tu piel tan blanca que parece cremosa…-, susurro y desvío la mirada, no se si lo quiso decir de esa manera pero fue como una caricia, me hizo sentir un escalofrío que trate de reprimir.

-Mis padres se mudaron hace algunos años, mi padre es medico y es de gran ayuda para toda la gente del pueblo y la reserva-, me contesto recomponiendo el semblante.

-Ya veo, hace años que no voy-, le susurre.

-¿Por qué?-, pregunto.

-Es mi lugar favorito en el mundo-, le conteste sarcásticamente.

-¿No te gusta la lluvia?-, me dijo sonriendo.

-No… pero no es eso-, le conteste desviando la mirada.

-Tu… ¿veras a tus padres?-, susurro tratando de aligerar la conversación, lo cual no logro.

-No… mi mamá vive en… no lo se con certeza justo ahora lo ultimo que supe es que la semana pasada estaba en Chicago-, le conteste.

-Tiene espíritu gitano-, bromeo con la ceja levantada.

-No, su nuevo esposo viaja mucho-, conteste sacándole la lengua y el sonrío.

-Y tu padre-, susurro.

-No tengo-, le dije tajantemente antes de tomar un poco de café.

-Todos tenemos uno-, replico.

-No… todos necesitamos de un hombre para ser concebidos pero no todos tenemos padre-, le conteste con los dientes apretados.

-Entiendo-, se limito a contestar.

-No importa, típico… se divorcio de mamá y también de nosotras, mi hermana y yo jamás lo tuvimos en un cumpleaños, en un festival, cuando teníamos pesadillas, poniéndose celoso en nuestra primera cita, nada…-, termine entre dientes.

-De ahí eso de que nadie es perfecto-, me dijo poniendo un mechón de cabello detrás de mi oreja, la misma sensación de electricidad me recorrió el cuerpo y yo sonreí mientras el retiraba la mano, demasiado pronto.

-Es verdad-, me limité a contestar.

-Rose me había dicho que tu hermana vive en Seattle-, susurro.

-Si, ella y su esposo se mudaron ahí hace mas de dos años-, le conteste.

-Alice es mi hermana pequeña, ella y Rose son mi familia-, le dije y el apretó el agarre de su vaso, susurro un “lo se” casi inaudible.

-Para ella es un poco mas fácil, no recuerda mucho a Charlie-, continué y el asintió.

-Además esta tan loca que le festeja a su esposo el día-, le dije riendo.

-¿Tienen hijos?-, pregunto.

-No, según ella es por que en un futuro Jasper será padre-, le dije rodeando los ojos.

-Es una nueva perspectiva-, dijo riendo.

-Si, lo es-, le conteste viendo a sus ojos.

-Hace mucho que se caso-, dijo con el ceño fruncido.

-Van a cumplir tres años, pero se conocen desde hace 6, debo admitir que mi cuñado es lo menos que podría pedir para Alice- le susurre.

-Ella es feliz-, inquirió.

-Si, y eso me hace feliz a mi-, le conteste.

-Tal vez tu ley de la anti perfección tenga fallas-, me bromeo.

-No… no las tiene-, le susurre.

-Te has enamorado alguna vez-, me pregunto.

-No, no creo en el amor-, le conteste ácidamente.

-Eso es muy frío y definitivo-, contesto...

-Y no creo que sea verdad, ni que realmente lo creas-, termino mirándome.

-Para que enamorarse, y si no funciona, mis padres juraban amor y ahora Charlie, esta casado con dos hijos con los que pasa sus fines de semana, para que se juraron amor y solo provoco dolor-, le conteste con la voz entrecortada.

-No lo se… quisiera decirte una respuesta que te diera la seguridad, solo se que en este mundo debe de haber algo mas fuerte, algo que te indique que todo vale la pena solo por un momento con esa persona, solo con un instante...con un roce... Llámalo como quieras, olvídate de la palabra “amor”, solo digo que todos nos merecemos vivir sin pisar el suelo-, dijo susurrando mientras su aliento rozaba mi cara.

-La grúa llego-, susurre mientras el se alejaba y yo trataba de respirar, “Debía alejarme, debía hacerlo”, cotejaron los datos del seguro y comenzaron a remolcar mi auto, en unos minutos, el chofer me entrego la tarjeta del taller y me dijo que podría pasar mañana por la tarde, se despidió y yo suspiré, parecía que por fin llegaba el final del día, estaba atardeciendo y ya era hora de que todo terminara.

-Te llevo a tu casa-, me dijo Edward mientras me ayudaba con el maletín.

-Deberías de ir con Rose, estará preocupada-, le conteste tratando de no demostrar ningún sentimiento.

-No te preocupes, esta bien, te llevo y no es pregunta-, dijo sonriendo, me subí al auto y arranco mientras le indicaba la dirección, encendió la radio y "Claro de Luna" comenzo a sonar haciéndome reír.

-¿Qué es tan gracioso?-, pregunto.

-Yo iba escuchando esa canción, ¿Te gusta Debussy?-, conteste.

-Algunas veces-, susurro.

-Rose permite que oigas esto-, bromee, recordando a mi amiga aborrecer mi colección de discos de música clásica.

-Si, llegamos a un acuerdo, aunque debo de soportar, salsa, y zumba algunas veces, y tecno…-, dijo con cara de asco a lo que yo me reí.

-¿Pisas sin tocar el suelo?-, le pregunte desviando mi mirada, no me atrevia a preguntarle con las exactas palabras cuanto sentía por mi amiga.

-¿Me estabas escuchando?-, pregunto.

-Regularmente lo hago… así que-, insistí.

-Si algunas veces…-, susurro y yo mire a la ventana incapaz de soportar verlo, “La amaba y ella a el, Rosalie había encontrado al hombre de su vida y me esforzaría por que eso me hiciera feliz

Llegamos fuera de mi edificio y me gire para verlo.

-Gracias, por todo, el café, por escucharme, por…-, sonrío y levanto la mano.

-No tienes por que… ¿Somos amigos?-, pregunto.

-Amigos-, susurre mientras el acariciaba mi mejilla.

-Amigos-, insistió y me beso la mejilla, cerré los ojos mientras parecía estarme quemando por dentro.

Se separo y apretó la mano que aun seguía en el volante.

-Hasta mañana-, me despedí.

-Hasta mañana-, contesto mientras salía de su auto.

Amigos”, pensó mi mente, por que no sabia a eso, por que no lo miraba así.

Camine hacia la puerta del edificio y vi a Jacob esperando sentado en las escaleras, me miro y sonrío mientras negaba con la cabeza.

-Hola chica ruda-, me saludo.

-Hola Jacob-, le dije mientras esperaba el elevador.

-Nadie te ha dicho que si juegas con fuego puedes quemarte-, susurro picadamente.

Yo lo mire con el ceño frunció y me señalo la puerta, me di cuenta que desde donde el estaba había visto bajarme del auto de Edward.

-No es lo que parece-, me precipite a contestar.

-No dije que pareciera nada, solo digo que lo pienses, decide si quieres corre al riesgo, si no apaga el incendio-, me sonrío.

-Basta de metáforas-, le saque la lengua.

-En serio Bella, me agradas-, me dijo serio.

-Gracias, es solo que ha sido un largo día, y que haces además de ver quien entra al edificio-, le pregunte.

-Espero a mi novia-, me contesto.

-¿Novia?-, dije con el ceño fruncido.

-Claro, yo te pregunte si vivías con alguien, pero tu no me preguntaste a mi-, dijo con otra sonrisa.

-Si claro-, le dije mientras el elevador se abría, una chica de unos 20 años a lo mucho salio con largos rizos castaño claro, tez blanca y grandes ojos color avellana.

-Hola…-, dijo sonriente.

-Hola-, conteste.

-Amor ella es Bella-, presento Jacob.

-Ah si, hola mucho gusto Vanessa Wolfe-, se presento y yo sonreí, se despidieron y entre al elevador.

Si juegas con fuego te puedes quemar”… Jacob tenia razón pero era demasiado tarde aun sentía sus labios en mi mejilla y ardía… demasiado.

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mmm dos cositas, esta ya más que comprobado que a Bella le gusta Edward, y desde mi punto de vista no es algo que pueda ocultar, vamos se le nota hasta en las pestañas!!!, sin embargo ustedes creen que Edward este haciendo todo por Rosalie?? de acuerdo tod@s sabemos que él es todo un caballero, pero en realidad es solo por eso???
y la otra, bueno Jacon ya esta descartado, tiene una linda novia (mala tarde para aquellas que pensaron que le gustaba Bells, el tríangulo amoroso no va por ahi =D)... por favor, por favor díganme que recuerdan a Vanessa Wolfe!!... me dicen en un suspiro vale...
pues nada, cuidense mucho, alimentense de chocolates para hacer su sangre dulce (jajajaja), suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Amor por ti camino sin tocar el suelo**

3 Comments:

  1. Anónimo said...
    nena cullen : a ver chicas cada vez me intrigais mas por que me quereis deseperar o que porfa quiero saber como acaban esos dos y como se lo toma rosali ya estoy impaciente por el prosimo capitulo muchos suspiros de chocolate para ti bellany preciosay para angy
    Anónimo said...
    PUES YO CREO QUE LOS DOS SE GUSTAN Y PUES HAVER COMO LO TOMA LA AMIGA NI MODO PERO DE QUE HAY ATRACCION HAY BUENO BESOS A TODAS

    ALICE
    Anónimo said...
    mmm... se gustan ambos, es obvio pero seria bueno saber que estaba pensando Edward cdo le dijo lo de amigos. Muchos suspiros

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