Capitulo 16. Confío En Tí
Me sentía completa entre sus brazos mientras caminábamos por la reserva.
- Bella- Escuche la voz desesperada de mi padre.
- ¿Hijita, qué te ha pasado?- Era mi madre llorando.
- Brujita pensé que ya habías pasado a mejor vida- Emmett tan optimista para variar.
- Edward ponme en el suelo por favor- le susurré al oído.
- ¿Avergonzada de estar en brazos de tu marido? –Me respondió juguetonamente.
- No es eso, necesito explicárselo a ellos. No va a ser fácil. No me dejes sola.
- Nunca mi amor.
Avanzamos tomados de la mano hacia mi familia.
- Bella, esto ha ido demasiado lejos, hoy mismo regresas con nosotros, te hemos puesto en peligro mortal al permitir que emparentaras con esos locos y retorcidos Cullen. Salvo Carlisle todos los demás están dementes.
- Papá no regresaré a su casa. Me quedo con Edward- dije sin dudar.
- No Bella, es mi última palabra vine a llevarte conmigo ya no quiero que te expongas por ayudarnos. Es injusto. Cuando nos enteramos que te traían a La Push y oí que había una pelea por aquí y que el Tal Marcus Cullen quería arrasar la reserva casi me vuelvo loco, tú estabas en medio de toda esta locura. Y que hay de cierto en que trató de dispararte, lo están diciendo unos trabajadores a la policía.
- Todo eso ya terminó papá, Edward llegó a tiempo para evitar la pelea. Y yo estoy bien.
Trató de tomarme del brazo para acercarme y yo me escondí tras mi esposo.
- Sr. Swan, no es mi intención ser descortés pero no voy a permitir que se lleve a Bella por la fuerza. Queremos ir a nuestra casa a descansar y olvidar lo que ha pasado aquí.
- No quiero oír nada más de ti muchacho, no sé que hayas hecho pero no quiero a mi Bella cerca de ti jamás.
- Pues va a tener que acostumbrarse, ella es mi esposa y no dejaré que se vaya.
- No tienes ningún derecho, Bella sólo se casó contigo porque Carlisle y yo estábamos desesperados y en la ruina. Ella no es tu esposa de verdad, ese matrimonio se puede anular en cualquier momento, de hecho ya presenté los papeles para la anulación.
- ¡Yo no quiero que se anule mi matrimonio papá!- grité con fuerza. –Yo amo a Edward. Nos amamos y no nos vamos a separar- dije con menos fuerza.
- ¿Qué? ¿Estás loca? Bella hija déjame ayudarte ven con nosotros.
Yo salí de la protección de Edward, había enfrentado una turba de maleantes con decisión, a un loco que quería matarme, tenía la suficiente fuerza para enfrentar a mi padre y defender lo que quería.
- No necesito nada papá, espero que entiendas. Yo amo a Edward. Soy feliz con mi casa y mi matrimonio. Lo que pasó hoy fue algo que era inevitable pero de ahora en adelante Marcus no volverá a molestarnos. Te quiero papá, ¿es tan difícil que aceptes que soy feliz?
- Charlie, ellos tiene razón- Era la voz de Carlisle que traía a Esme de la mano. Ella al ver a su hijo corrió a sus brazos. –Edward y Bella se han enamorado, me lo han confesado justo antes de que este problema empezara. Ahora no podemos separarlos ni siquiera empleando la fuerza. Están casados. Por qué no dejamos que ellos se entiendan.
- No es tu hija de la que estás hablando. Claro que se pueden separar, anularemos el matrimonio, ellos no habrán…- dijo Charlie pero lo interrumpí.
- Si hemos dormido juntos papá. Si eso es lo que quieres saber. No permitiré que anules mi matrimonio. Nadie me va a separar de Edward- sentí sus brazos protectores y su cuerpo en mi espalda.
- Eso es mentira, ustedes no pueden haber hecho eso. Te aprovechaste de mi niña- dijo mi padre más molesto aún.
- Ya viejo no hagas dramas, esos dos tórtolos de verdad andan enamorados, no se cómo no te has dado cuenta. Además quien podría aprovecharse de la brujita, ella es más peligrosa que el demonio de Tazmania- dijo mi hermano para suavizar las cosas –Te compadezco Edward- dijo mirando detrás de mi.
- Cállate Emmett- dijo mi padre.
- Charlie tranquilo amor. Déjalos que se entiendan, se ven tan lindos juntos- Era mamá con una gran sonrisa. –Él la salvó, podrá cuidar bien de ella. Ya no te tortures más.
Se hizo un silencio incómodo mientras mi padre pensaba y nos miraba.
- Como quieras hija, es tu decisión. Pero si este sujeto te lastima yo me haré cargo.
- Gracias papá- corrí a abrazarlo soltándome de los amorosos brazos de mi ahora aceptado marido.
- Papá a mi también me gusta una Cullen- dijo Emmett –Es la más linda y hermosa mujer del mundo aunque su papi sea malo, yo la quiero.
- Hablaremos de eso luego, por ahora ya tengo suficiente- dijo Charlie sonriendo.
-Así que después de todo la boda si fue arreglada- era la voz de Tanya.
Me giré a verla, a unos metros estaban Jasper, Rosalie y si madre Didyme. Nos miraban con algo de miedo y vergüenza. Tanya en cambio le sonreía a Edward.
- No me interesa, lo único que importa es que tú estés bien- y corrió a abrazar a Edward que la detuvo y le dio un frío abrazo.
- Gracias Tanya de verdad estoy en deuda contigo- dijo él seriamente.
- Ya encontraré la forma de que me lo pagues primito, tenlo por seguro. Mi tía quiere hablar contigo y ésa- dijo señalándome a mí.
- A mi esposa y a mi también nos gustaría tener algunas palabras con ella- dijo Edward y Tanya corrió a hacia los recién llegados.
- Mamá, papá, gracias por venir y preocuparse, ahora pueden regresar yo estaré bien, solo nos falta arreglar algunos detalles- dije algo fastidiada por los comentarios de Tanya.
- Como gustes hija, vámonos Charlie- dijo mi madre, mi padre asintió y se marcharon tomados de la mano.
- Déjame quedarme por favor- oí rogar a mi hermano.
- Siempre y cuando no babees y mantengas tu bocaza cerrada.
- Claro brujis seré una tumba.
- Pero profanada- me burle y sonreí antes de dar cara a los demás Cullen. De hecho no podía sentir ninguno odio por ellos. Sabía que Didyme había amado a Carlisle y no la podía culpar de eso ya que Edward se parecía mucho a su padre. Y Jasper era muy bueno. Rosalie era para mí un enigma.
Avanzamos hacia ellos.
- Hola Jasper- le sonreí.
- Hola Bella, me alegra que estés bien. Tu también Edward- dijo Jasper avergonzado. Él no tenía porque sentirse así ya que no tenía la culpa de nada.
- Edward, Isabella, lamentamos tanto lo ocurrido. No queremos molestarlos, sólo ofrecerles nuestras disculpas por todo lo que han pasado. Yo debí haberles avisado que Marcus planeaba algo pero siempre le he temido, no quería tener problemas. Fui cobarde. Estoy muy arrepentida- dijo agachando la cabeza. Jasper también se veía apesadumbrado y Rosalie sólo tenía ojos para mi hermano. Tanya sonreía como siempre mirando sólo a Edward.
- Tía no debes sentirte así, sé que ustedes no tienen culpa de nada- dijo mi esposo.
- Edward tiene razón no los culpamos de nada, conozco bien a Jasper y sé que tan buen corazón sólo pudo haberlo heredado de una madre noble- Didyme me miró con ternura.
- Gracias pequeña temí que alguien resultara muerto cuando me enteré de todo anoche. Le avisé a Tanya a tiempo de para que alertara a Edward en Seattle. No sé que será de nosotros ahora legalmente. Marcus pasará quizás un buen tiempo en prisión y a pesar de que estoy de acuerdo con eso me preocupa la situación de mis hijos. El año que viene planeaba enviarlos a Dartmouth y no sé si sea posible ya.
- No te preocupes tía, todo se arreglará bien no se que decida el consejo en lo referente a la herencia pero personalmente abogaré para que no quedes desamparada, es más creo que el año que viene todos iremos a la universidad juntos.
Lo miré espantada, cuando había pensado él eso. ¿Todos? ¿Eso incluía a la resbalosa? Yo había planeado ir con Alice. Claro ahora me encantaría ir con mi glorioso esposo pero los demás sobraban. Bueno Jasper y Alice tal vez quisieran estar juntos, podría tolerarlo. Y el grandulón seguro va a querer cerca a la Barbie. Pero no aceptaré que Tanya esté allí. Eso no tiene discusión.
- Calma preciosa ya lo discutiremos- me dijo Edward al oído, apenas le pude sonreír.
- Ahora si nos disculpan tenemos que volver a casa. Permiso- dijo cortésmente Edward y me guió lejos de ellos.
- Bella tenemos que hablar, ya me estoy desesperando de ver a tanta gente y no poder contarte lo que pasó- me dijo él sonriendo.
- Claro yo también muero por contarte como fui tomada como rehén y me enfrenté a una turba enfurecida, ah y como casi me asesina tu tío loco.
- Vaya y pensé que yo era el único qua había padecido. Vámonos de aquí.
Carlisle y Esme se ofrecieron a llevarnos a nuestra casita ya que el auto plateado se había quedado en Seattle. Me dí una ducha y cambié mis ropas que ya tenían mas de un día conmigo y como siempre nos sentamos en nuestro sofá favorito para conversar.
- Bella tuve tanto miedo- comenzó Edward. –Te vi desde el helicóptero cuando llegamos, estabas en medio de todo y quise lanzarme para protegerte.
- Que bueno que no lo hiciste o habría quedado viuda. Cuéntame tu primero que pasó después de que llegaste a Seattle.
- Después de tu última llamada hablé con Tanya, ella me contó que Didyme había oído a Marcus dando instrucciones para que me detuvieran cuando llegara a Seattle. De alguna manera supo que había estado en Port Ángeles y supuso que ruta iba a tomar. No pude hacer mucho porque mientras conversaba con ella los hombres de Marcus me acorralaron. Fui tonto yendo directamente a la empresa. Pero pude llamar a unos amigos para que me ayudaran. Estuve encerrado por horas ayer hasta que Diego y su pandilla pudieron hallarme en el sótano de la empresa. No me asesinaron sólo porque los convencí de que si pedían un rescate por mi iban a obtener más de lo que Marcus les pagaría en un año. Después llame a los miembros del consejo pero la mayoría había salido de la ciudad para una reunión en California. Marcus tenía todo bien planeado para que no supieran nada. Los pude localizar organizando una videoconferencia y volaron anoche, llegaron antes del amanecer. Yo tenía los helicópteros listos y había avisado a la policía de Seattle. Y llegamos lo más rápido que pudimos. Pensé que podía encontrar la reserva en ruinas pero jamás verte allí en medio de todo, quería que estuvieras a salvo y al margen de todo el problema pero al parecer no puedes mantenerte lejos del peligro. Eres un imán para los problemas.
Sonreí cuando dijo esa ultima frase, se me hacía gracioso, yo no había hecho nada para terminar metida en el problema, es más ni siquiera había considerado ir a La Push, pero las cosas pasaron de una manera curiosa.
- Estuve muy preocupada por ti, te llame muchas veces. Sabía que algo te había pasado. ¿Dices que Diego y su pandilla te rescataron? ¿Diego el que me presentaste en nuestra boda? ¿El que traía saco azul y corbata rosa?
- El mismo y su pandilla, son europeos, cada cual más loco que el otro. Pero cuéntame Bella ¿que hiciste ayer después de llamarme?
- Fui al instituto y por tarde me quedé con Carlisle y Esme pero llegaron Sam y unos chicos de la reserva a buscarte y como no te encontraron me llevaron a mi. Querían un Cullen de rehén.
- ¿Eso hicieron? Pero ¿Cómo pudieron?
- No te enfades, estaban desesperados, habían encontrado a Jake herido en la mañana y no sabían que hacer. Se enteraron de que tu eras el heredero y pensaban que si te llevaban con ellos Marcus no daría la orden de atacar, es más estoy segura de que pensaban que tu presencia allí podría disuadir a los trabajadores.
- ¿Pero te llevaron por la fuerza?
- No, yo solita me ofrecí a ir. Quería saber si Jake no estaba grave aunque no te niego que tenía miedo de estar en medio de todo. Como si mi presencia pudiera detener a Marcus. Él me encontró en la habitación de Jake hoy al amanecer. No se dio cuenta de cuidaba a un herido, ni siquiera lo reconoció.
- Bella prométeme algo. Cuando Marcus me dijo aquello hoy por un segundo le creí. Dudé y eso está mal. Por mi mente pasaron diversas conjeturas, mis celos se activaron antes de hilar cualquier pensamiento. Pensé que tu y Jake, bueno que algo pudo haber pasado.
- Si temí que le creyeras, que desconfiaras.
- A eso me refiero. Prométeme que pase lo que pase no creeremos lo que otros nos digan o quieran hacernos creer. Así las evidencias estén en contra nuestra. Confiaremos el uno en el otro.
- Lo prometo Edward. Confiaré en ti. Siempre- dije levantando mi mano derecha y poniendo la izquierda sobre mi corazón.
- Yo también lo prometo, confiaré en ti pase lo que pase- dijo imitando mi gesto.
Nos miramos fijamente, sus ojos brillaban, sentí que el tiempo no existía, que todo lo ocurrido hoy quedaba atrás, muy lejos de nosotros. Sólo éramos Edward y yo que nos habíamos encontrado en esta vida por alguna extraña razón pero no como si fuera la primera vez que nos veíamos sino como la continuación de algo que habíamos dejado inconcluso, como si reconociera en él todo lo que me hacía falta, todo lo que necesitaba para estar completa. No había miedos, ni vergüenzas, ni dudas, éramos uno, dos personas que formaban una sola alma y nos habíamos vuelto a encontrar otra vez.
Sus ojos brillaban, mi cuerpo temblaba todo parecía ir en cámara lenta nunca dejamos de mirarnos y si alguna vez pensé que esto sería difícil me equivoqué porque el era a quien había esperado siempre. Y ahora éramos uno en cuerpo y alma.
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... ok, chic@s yo se que ustedes son un poquitito adictas a lo acidito (vamos pues al lemmon) pero en esta ocasión no va a haber más que una gran imaginación de su parte (y de la mía) para descubrir esa parte... para eso ya saben, hay otros fics donde el color es rojo intenso, aqui lo dejamos en rosita jejeje...
lo mejor de todo es que por fin son un matrimonio consumado y feliz... vamos, se aman!!!! y eso es lo más importante... corazoncitos en el aire!!!
y asi toda mielosa les digo que se cuiden mucho, que se 'nutran' con unos dulces chocolatitos, suspiren con ternura y...
Nos leemos en un tris!!!
Bellany G.
**Mi adicción a la miel la provocas tú**
se amaan *-* awwwwwwwwww
estubo muy tierno en verdad, no hizo falta lemmon *-*
xoxo <3