miércoles, 7 de octubre de 2009

Capítulo 16. Baja

Edward POV

Me levanté dándome cuenta de que Bella y yo estábamos enroscados. Ligeramente besé su hombro. La cantidad de amor que tenía por esta mujer era increíble. Eso me hizo darme cuenta de lo idiota que había sido al no haberme dado cuenta de ello antes. Y pensar que podríamos haber pasado años como éste juntos.

“Buenos días” habló suavemente. Moví su pelo y besé la hendidura de su cuello.

“Sí, son perfectos en verdad” respondí, diciendo la verdad. Esto era la perfección. Todo lo que necesitaba para siempre era a Bella tumbada entre mis brazos.

“¿Tienes tu móvil? Quiero preguntarle a Alice qué tiene planeado para hoy” dijo cuando se giró para ponerse de cara a mí en la cama.

“Claro, pero estaba pensando que hoy podríamos hacer nuestra gran escapada” dije cuando rodaba hacia la mesita de noche para coger mi teléfono “O quizás estar en la cama un poco más esta mañana” dije, besándola y luego dándole el teléfono.

“Vale, tienes que parar. Voy a estar al teléfono y tú haciendo esto me distrae” dijo cuando marcaba el número, mientras, yo le iba besando del cuello hacia abajo. Y no pude parar.

“Edward” rió tontamente “Oh, hola Alice, jaja, Edward, para” se rió otra vez “Me estaba preguntado qué es lo que tienes planeado para hoy” dijo y luego gimió cuando mi mano derecha empezó a masajear su pecho izquierdo.

“Lo siento, no, estoy escuchando” dijo cuando ella mantuvo sus ojos cerrados y dejaba caer su cabeza hacia atrás “Mmm. Vale. Gracias. Sí, adiós” dijo sin aliento.

Colgó el teléfono, lo tiró al suelo y cogió mi cabeza, forzándome a que la mirara.

“Eso fue mezquino”

“Lo siento” dije con una enrevesada sonrisa.

“Oh, sí. Eso parece” se rió “Vamos, tú, hombre loco por el sexo ¿Qué te gustaría hacer esta mañana?” preguntó.

La puse más cerca de mí “Creo que tú sabes lo que quiero hacer contigo, o debería decir, hacerte esta mañana” susurré contra su mejilla, antes de besarla.

“Tengo una idea mejor” dijo.

“¿Una mejor idea?” pregunté escépticamente “Lo dudo”

“Bueno, no soy así de fácil, Edward Cullen” se rió “Juguemos a ‘Go Fish’ (N/T: Se trata de un juego de cartas infantil, viene siendo como el de las parejas aquí. La única diferencia es que se le vas preguntando a tu oponente si tiene la carta que tú necesitas para formar las parejas y si éste no lo tiene, te dice ‘go fish’, o en otras palabras, roba.)” Dijo cuando saltó fuera de la cama completamente desnuda para coger una baraja de cartas.

Yo sólo me reí de ella “Ya sabes, nunca dejas de sorprenderme, Bella” sólo Bella sugeriría un juego como Go fish mientras estaba tumbada desnuda en la cama con su novio. Definitivamente, era única en su especie… y no la tendría de ninguna otra manera.

Volvió a la cama y se sentó con las piernas cruzadas, exponiéndoseme “Bella, no estás ayudando a mi autocontrol ahora mismo” gemí.

Ella bajó su mirada e inmediatamente se ruborizó. Puso las sábanas por encima de su regazo, pero sus pechos aún estaban expuestos. Me senté y me apoyé en el cabecero de la cama cuando ella barajaba las cartas y las repartía.

No tenía ninguna pareja de mis siete cartas, pero miré a Bella y ya tenía dos “Puedes ir tú primero” dijo.

Le di una mirada. Dejarme mirarla mientras jugábamos a un juego de cartas de niños era pura tortura, incluso pervertido de un modo extraño. No sabía si estar excitado o no. Pero cuando ella se rió de mi mirada, sus pechos se agitaron ligeramente y excitarse era la parte que parecía estar ganando.

Realmente no podía creer que estuviera a punto de hacer esto “¿Tienes algún cinco?” pregunté y no pude evitar reírme un poco ante la situación actual.

“Nop, lo siento. Go fish” contestó con una enorme sonrisa que hizo brillar sus ojos y otra cruzó mi rostro también. Cogí una carta del montón.

“Edward, ¿Tienes alguna reina?” preguntó.

“No, mi amor. Go fish” contesté.

Me incliné más cerca de Bella “¿Bella, tienes algún dos?” le pregunté con una voz suave.

Cogió una carta de sus manos y en vez de dármela, la cogió y recorrió mi pecho con ella, hasta que alcanzó mi regazo y la dejó ahí. Oh, era astuta. Pensé para mí mismo.

“¿Bella, tienes algún nueve?” pregunté acomodándome y acercándome ligeramente un par de centímetros más a ella otra vez.

“Go fish” fue lo que respondió en una voz ronca. Otra vez, cogí una carta y descarté una pareja de reyes.

“Edward ¿Tienes algún seis para darme” preguntó cuando se mordió su labio inferior.

Cogí mi seis y se lo tendí. Me cogió por la muñeca y me quitó la carta pero no me dejó ir, sino que bajó su boca hasta mi dedo índice y dulcemente lo chupó. Mis ojos se cerraron ante la sensación de su cálida boca en mi dedo, lo cual por supuesto hizo que mis pensamientos se fueran hacia algo más que ella podría estar chupando ahora mismo. Soltó mi muñeca y mi dedo.

“Edward ¿Tienes algún as?” preguntó, moviendo la sábana que cubría su regazo un poco. Su muslo derecho estaba totalmente expuesto.

“Go fish” apenas pude decirlo al mirar su pierna.

La miré por debajo de mis pestañas, intentando deslumbrarla “Bella ¿tienes algún tres?” pregunté.

Cogió una carta de su mano y la dejó en su muslo desnudo “Yo creo que esto dice que sí”

Alcancé su muslo con la carta y dejé mover mi mano hasta su doblada rodilla, encantado con la suavidad de su piel y con la forma en que respiraba cuando apretaba su muslo dulcemente.

“Ahora ¿Tienes algún siete?” pregunté.

“Go fish” lo hice y descarté una pareja de ochos.

“Edward” respiró, a propósito intentando atraer mi atención. Ella sabía que me encantaba la forma en que decía mi nombre así. “¿Tienes alguna reina?”

“Go fish”

El juego continuó por un rato más así. Y de vez en cuando se destapaba más la sabana que la cubría para exponerse más a mí, así que hice lo mismo, hasta que ninguno estuvo más cubierto.

Estaba orgulloso de que ella fuera la primera en ceder. Y antes de que pudiéramos realmente acabar el juego, se lanzó a mi regazo y comenzó a cabalgarme. Desde ahí, nos tiramos a la cama, haciendo el amor encima de las cartas de que estaban ahí. Innecesario era decir que una par de ellas estuvo pegada a nuestros cuerpos sudados al final.

Nos tumbamos en la cama por un momento hasta que me di cuenta de lo que acababa de ocurrir y empecé a reírme “Bella, piensa en lo que acabamos de hacer” me reí. No tardó en unirse a mí.

“¿No te alegras de que haya elegido este juego?” dijo con una risita tonta.

“No dudaré de ti nunca más” dije con una risa cuando me levanté “Vamos, deberíamos ducharnos y empezar nuestro día”

“Vale” dijo cuando me guió hacia la ducha.

Fue una muy casta ducha la que tuvimos. Yo estaba más del lado juguetón. Nos turnamos para enjabonar el pelo del otro, y ella sintió la necesidad de enjabonarme el mío más fuerte de lo necesario así que terminé haciéndole cosquillas. Hice que se resbalara y cayera al suelo y me llevara consigo también. Nos quedamos en el suelo de la ducha yo encima de ella riéndonos hasta que el agua empezó a enfriarse.

Nos vestimos y decidimos salir y pasear. Primero fuimos a una pequeña cafetería para desayunar café y donuts.

“¿Relleno de gelatina? ¿En serio Edward?” me preguntó Bella con una risa.

“sabes qué, no me hables señorita ‘sólo tomaré un donut normal aburrido’” repliqué mientras le daba un empujoncito juguetón en el hombro.

Nos sentamos en una pequeña mesa de la tienda.

“Realmente sabes cómo insultar a alguien” rió “creo que voy a llorar”

“Hueles mal” fue mi insulto elegido, y ambos empezamos a reírnos hasta que las lágrimas caían de nuestros ojos.

Caminamos hacia una pequeña librería que había visto cuando solía venir a Seattle en el instituto. No era más que una tienda pequeña, pero muy hogareña, sin mencionar la tonelada de libros que había. No pude evitar impresionarme.


Bella POV

Entramos a la librería más pequeña y mona, y por ser tan pequeña, estaba impresionada por la cantidad de libros que había. Tan pronto como entramos, una campanita que colgaba de la puerta sonó y un hombre mayor salió de una habitación.

“Hola. Bueno, ¿Qué tenemos aquí?” preguntó cuando caminaba hacia nosotros, mirándome directamente a mí.

“Hola. Me llamo Bella”

“Bueno, es un placer tener a tan hermosa joven aquí. Soy Rupert. Bienvenida a mi tienda”

“Hola Rupert” lo saludé.

“Y tú” dijo girándose a Edward “Te conozco. Edward ¿verdad?”

“Sí señor. Es buenos volver a verte Rupert” dijo Edward estrechando la mano del hombre, que lo acercó para darle un abrazo.

“Ciertamente lo es. Ha pasado mucho tiempo ¿Se te han acabado finalmente los libros para leer? Había pensado que tenías suficientes como para montar tu propia tienda” bromeó Rupert.

“Me quedan un par. Pero he estado muy ocupado últimamente” respondió Edward con una sonrisa.

Rupert me miró “Apuesto a que sí” dijo con una sonrisa.

“Rupert, esta es mi Bella” Edward me presentó. Mi corazón dio un vuelco en mi pecho cuando me llamo suya. Me gustaba que fuera posesivo conmigo, como si yo le perteneciera, porque lo hago. Él podría tener cualquier parte de mí que quisiera.

Rupert cogió mi mano y la besó.

“Bueno, Edward debe haber aprendido su encanto de usted” bromeé.

“Eso espero. Estuvo ciertamente bastante tiempo por aquí para ser un joven de su edad” contestó Rupert “Espero que te haya estado tratando como un caballero trataría a una dama”

“Algunas veces más que otras” le respondí con una sonrisa.

“Edward, necesitas comportarte mejor” le instruyó Rupert.

“¿Qué? No he hecho nada” se defendió.

“Esta mañana me dijo que olía mal” dije, pretendiendo estar completamente seria.

Rupert se acercó más a mí “Ya sabes, creo que deberías darle calabazas y encontrar a un caballero real” susurró con una sonrisa.

Me reí de él “Es una oferta tentadora, Rupert, pero por el anillo de tu dedo, parece que eres un hombre casado. Todos los buenos están ya pillados” dije riéndome.

“¿Vais a parar de flirtear? Estoy aquí” dijo Edward con una risa.

“Cierto. Lo siento” dijo Rupert, y luego me guiñó “¿En qué puedo ayudaros?”

“En verdad, sólo quería mirar” le dije a ambos.

“Entonces, en todo lo que significa, la tienda es tuya” dijo Rupert, haciendo un gesto con la mano hasta el resto de la tienda.

Edward y yo pasamos horas y horas sentados en la tienda, cogiendo libros, sentándonos en el suelo, y leyendo un par de capítulos. De alguna manera conseguimos terminar en el suelo juntos leyendo. Él estaba echado contra una estantería y yo tenía mi cabeza apoyada en su regazo. Era un día muy tranquilo… hasta que el teléfono sonó.

“Hola Alice” respondió “No, no sabía que fuera tan tarde. Vale, vale. Sí, te la llevaré. Vale, adiós.”

Yo internamente gemí. Sabía que Alice nos llevaría de marcha, lo que no cabía duda de que empezaría con Bella Barbie también esta noche.

“Lo siento, amor. Nos tenemos que ir. ¿Cuántos has cogido?”

“Oh, sólo como trece”

Se rió y llevamos los libros al mostrador.

“wow, lee tanto como tú” Rupert le dijo a Edward “Es muy cuidadora”

Me reí “Bien, me alegro de tener tu aprobación” le dije.

“Vuelve cuando quieras. Estaría encantado de verlos a los dos” dijo Rupert.

Asentimos y nos fuimos.

Nada más llegar al hotel, fui al instante arrastrada del lado de Edward por Rosalie.

“Necesitamos prepararte. Ve al cuarto de Alice mientras cojo la ropa de tu cuarto” me ordenó “Estaré para arreglarte el pelo en un minuto”

Lo hice y me fui hacia la habitación de Alice al mismo tiempo que esta echaba a Jasper por la puerta.

“Lo siento. Pero créeme, no quieres estar aquí” le dije a Jasper. Me dio una sonrisa de disculpa antes de que fuera empujada hacia la suite de Alice.

“Siéntate” me ordenó señalándome la silla que estaba delante del tocador. Hice lo que me dijo y me senté.

“Vale, ¡Lo conseguí sin que Edward lo viera!” anunció Rosalie sonando muy orgullosa de sí misma.

“Bien, ahora ven y empieza. Esto va a durar más que anoche” Alice dijo, y de nuevo gemí para mis adentros.

Para lo que parecía como una eternidad, me peinaron, rizaron el pelo y me maquillaron. Al final parecía que Rosalie y Alice estaban exhaustas del esfuerzo que parecía haberles costado para hacerme parecer menos inocente y más sexy.

“Cámbiate” ordenó Alice, tirándome las ropas. Suspiré, pero empecé a desnudarme y ponerme la ropa para salir.(link al final del cap.)

En verdad, realmente me gustaba. El top era de un bonito azul al estilo corsé, pero para mi alivio tenía tirantes. Lo combinamos con unos vaqueros a la moda que quedaban bastante bajos. Simplemente cubriendo mi culo. Me habían dicho específicamente que no llevara ropa interior (ya que no tenía un tanga y tampoco Rose o Alice querían ir a mi habitación a coger uno… flojas).

Cuando estuve vestida finalmente me dejaron mirarme en el espejo, lo que completamente me dejó fuera de combate. La ropa me quedaba perfectamente, abrazando cada curva mía. Mi pelo era un sexy y abierto lío de rizos. Alice me había maquillado más oscuro que la noche pasada. Mis ojos eran de un humeante negro carbón perfilados por arriba y por abajo. Por supuesto me puso rímel, haciendo que mis pestañas parecieran imposiblemente largas. Mis labios eran de un brillante rojo, haciendo que parecieran mas llenos de lo que ya eran, y solamente me añadieron un poco de colorete, ya que de eso me ocupaba yo solita.

“Joder” fue todo lo que pude decir. Apenas pude siquiera reconocerme. Alice y Rose estaban chillando de placer “Lo sabemos” contestaron al unísono.

Si yo pensaba que estaba bien, entonces seguramente casi matará a Edward. Me reí ante la imagen en mi mente, pero fue socavada para mi desconsuelo por un golpe en la puerta.

Alice abrió, y nuestros tres hombres perfectos entraron. Edward me vio, sus ojos se abrieron como platos y su mandíbula se abrió. Realmente no le podía culpar, parecía completamente diferente. Incluso diría que estaba buena.

Pero entonces otra vez, él también. Llevaba unos vaqueros negros y una camisa abotonada de mangas largas con los primeros tres botones desabrochados. Quería hacer una ley que dijera que Edward tenía que enseñar parte de su impresionante pecho todas las veces. Se acercó y puso sus brazos a mi alrededor. Cuando fue a besarme, hubo una fuerte tos y nos giramos para ver a Alice mirándonos con desaprobación.

“¿Qué?” le pregunté.

“¡El pintalabios!” respondió como si fuera obvio. Suspiré y me separé de Edward.

“Vale tíos. Pongámonos manos a la obra” gritó Emmett, claramente emocionado.

“Cariño, te quiero, pero si usas esa frase alguna otra vez, te evitaré durante una semana” Le dijo Rose.

Otra vez caminamos hacia el garaje y estuve agradecida de que Jacob no me hubiera visto así, sino creo que Edward literalmente le gruñiría.

Cuando llegamos al pub, estaba claramente lleno, y había una cola que doblaba la esquina.

“Chicas, esto puede que nos lleve tiempo” dije cuando mi rostro decayó un poco.

“Querida, nunca te haría esperar esto” Edward me susurró al oído cuando pasaba su brazo alrededor de mi cintura.

Fuimos hacia el comienzo de la fila. El portero nos miró y quitó la cuerda, dándome una mirada evaluadora con una sonrisa. Edward sólo apretó mi cintura y me apresuró hacia adentro. Estaba monísimo cuando estaba así de celoso por las cosas tontas.

Había luces brillando y música muy alta, tenía su propio pulso. No pude distinguir el cuerpo de una persona de la otra. Todos parecían ser una gran masa de carne con parejas en casi posiciones pornográficas.

Caminamos hacia una mesa para sentarnos, y Jasper llamó a una camarera. Nos pidió coca-colas y vinieron en nada de tiempo.

“Vamos Jazz, bailemos” dijo Alice cogiendo a Jasper y guiándolo hacia la pista de baile antes que él incluso tuviera tiempo de responder.

“¿Te gustaría bailar conmigo?” Edward me preguntó.

“Vale, pero te lo advierto, nunca he bailado así con otra persona” le advertí.

“Creo que lo harás bien” dijo empujándome hacia allí. Miré atrás para ver a Rose y Emmett siguiéndonos hacia donde estaban Alice y Jasper.

Decidí bailar de cara a Edward e intenté lo mejor de mí para ser sexy por el bien de Edward. Si no, ciertamente miraba a los demás. La canción “Crazy Bitch” empezó a sonar y comencé a mover mis caderas de un lado a otro fuertemente, rodeando el cuello de Edward con mis brazos y él mi cintura con los suyos.

Aunque no había espacio entre nosotros, quería estar más cerca de él. Asalté una de sus piernas y comencé a restregarme contra ella. Él dejó salir un gemido casi inaudible, pero yo lo escuché, lo que me dio mucha más confianza y empecé realmente a meterme en el baile. A veces me deslizaba hacia abajo por su pierna y luego subía. Sus manos subirían y bajarían por mi espalda hasta que decidió dejarlas en mi culo.

De repente entendí por qué a todo el mundo le gustaba bailar así. Moví mi boca hacia la de él y empezamos a liarnos, todo el tiempo restregándonos más y más fuerte el uno contra el otro.

Nos besamos durante un par de canciones, pero cuando la canción “Get Low” (N/T: Baja, de ahí el título del capítulo) sonó, decidí cambiar las cosas un poco.

Me giré y empecé a restregar mi culo contra él. Él me respondió poniendo sus manos en mis caderas y moviéndose conmigo cuando yo descargaba mi espalda contra su pecho.

“Sabes que eres mejor de lo que crees” me susurró al oído.

“No has visto nada todavía”

Me agaché completamente y muy lentamente subí mi culo contra él seguido del resto de mi cuerpo.

“¡Oh Dios mío! ¡Bella haciendo eso, es caliente!” chilló Emmett lo bastante fuerte como para que todo el mundo se girara y me mirara. Pero yo continué bailando con un muy feliz Edward (Por lo que podía sentir).

Continuamos restregándonos y nos metimos más incluso en el baile cuando cogí las manos de Edward y las ponía en mi cuerpo para que lo tocara. Cuando las dejé ir, alcancé detrás de mí su cuello y lo puse más cerca de mí. Él me respondió empezando a besar mi cuello y mover sus manos a su bola.

Las deslizó por mi estómago antes de que de repente las metiera dentro de mis pantalones. Jadeé sorprendida cuando lo sentí sonreír contra mi cuello “¿Qué pasa amor?” preguntó con su tono sexy.

No dije nada, sólo restregaba mi culo más y más duro contra él “Mmm ¿Sin ropa interior esta noche? Me estás poniendo las cosas muy placenteras para mí” susurró cuando sus manos bajaban más dentro de mi pantalón. Sacó su mano izquierda y la puso en mi cadera, pero dejó la derecha dentro.

Comenzó a frotarme cuando de repente, solté un gemido cuando repentinamente me metió dos dedos y comenzó a moverlos.

“Edward” suspiré cuando la mayoría de mi peso estaba en su pecho.

“¿Si amor?” preguntó inocentemente como si no pasara nada.

Metía y sacaba los dedos incluso más rápido, ahora moviéndome rápidamente mi clítoris, y mi respiración se acercó a la hiperventilación hasta que finalmente, me vine en su mano y él la sacó.

Untó sus dedos contra mis labios antes de girarme y besarme pasionalmente. Nuestras lenguas bailaban, y fue un beso increíble. Cuando lo rompimos para respirar, él estaba lejos del fin. Se movió hacia mi cuello y empezó a lamerlo.

“¿Quieres que te de la misma satisfacción que me diste?” le pregunté al oído.

“Ya me lo das” me devolvió, antes de que una vez más me besara.

“Joder, son peores que nosotros” dijo Rose, haciendo que me separara de Edward.

“Ni me creo que hayamos visto esta pequeña escenita con la mano, tampoco” dijo Alice con una risita. Me ruboricé en un rojo carmesí y escondí mi rostro en el pecho de Edward.

“No sólo lo hemos visto nosotros, sino que unos 84 tío, y 74 chicas están ahora completamente excitados” se rió Jasper.

“¿Cómo lo sabes?” Edward le preguntó.

“Vi sus caras. Créeme, lo sé”

Bailamos todos un rato más. A cada rato Alice, Jasper, Rose y Emmett nos chillaban “revisión de manos” y teníamos que levantarlas para que ellos las pudieran ver. Era en verdad bastante gracioso. Pero se hizo pronto de día casi, y decidimos irnos.

En nuestro camino al hotel, estaba muy cansada, Me habría quedado dormida si no fuera porque continuamente sentía a Edward a través de mis pantalones, haciéndolos estar mojados.

Para cuando llegamos a nuestra habitación, nos desnudamos y nos quedamos dormidos nada más caer nuestras cabezas en la almohada. Pero cuando me tumbé allí, en los brazos de Edward a punto de entrar en la inconsciencia, escuché a Edward susurrar en mi oído.

“Te amo. Un día te haré mi esposa”

Y con ello, me caí en los sueños de una eternidad con Edward ¿Quién necesitaba el cielo cuando podía tener esto? Ojalá el para siempre existiera.


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oooooooook... despues de este acalorante capitulo, chic@s de verdad que esto es sofocante!!! despues de esto quien no quiere irse de fiesta!!!... jejejeje
vale... lo mejor (lo siento, pero yo soy romantica hasta los tuétanos!!) fue el "Un día te haré mi esposa" awwwww O.O me mató totalmente!!!
bueno, cuidense mucho, disfruten los chocolates para un buen momento de placer, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!


Bellany G.
**Mi vida, te extraño mucho... Aunque solo sea un día, ya no puedo estar sin ti... TE AMO**

3 Comments:

  1. Anónimo said...
    aaah!!!! un dia t are mi esposa...un dia te are mi esposa...
    un dia te are mi esposa...un dia te are mi esposa...un dia te are mi esposa...no dejo d repetirme esa frasee!!!!!...lo ame sigee assi
    Anónimo said...
    ayyyyy, mis niñas, esa experiencia de las manos tambien la vivi y de verdad me han hecho reir, este capi estuvo genial, el un dia te hare mi esposa me suena muy lejano, ojala que cuando el fic termine hayan sorpresitas, jajaja, xoxo, suspiros revisados
    Anónimo said...
    nena cullen: bueno chicas esto va ser el ultimo cometario que las ago alas dos por que me desilosionaron las dos y lo siento de verda pero estoy muy dalida con las dos yo las cosiderabas mas que unas suspiradoras yo las considerraba mis amigas y ya me di cuenta que para bosotras no era igual como bellany nos dio a entender a mi y alice pero bueno ya no importa ya me dicuenta en que fu demasiado tarde para dar me cuenta por que yo llevaba mucho tiempo lee llendo blog y nuca me importo ablar con nadie pero con vosotras fue diferetes me meti con mucha ilusion por vuestro blog y por eso me puse ablar con vosotras dos pero ayer ya medi cuenta que solo era para vosotras una mas de vuestras suspiradas bueno pues eso voy a ser una mas de la que lee en silencio y no se emtemete mas para no sentirme tan mal por vuestro abandono me encato conoceros soy especiales mucha suerte alas dos y que podais aregar pronto vuestras diferencias lo digo por vuestras suspiradoras un beso muy grande para las dos se despide de vosotras una de vuestra mayor admiradora chao

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