Rosa y Azul Bella POV El viaje a Port Angeles fue mucho mas divertido. Alice estaba obsesionada con el sexo de su futuro ‘bebe’. Un minuto quería un niño y luego una niña. Normalmente su poder le habría mostrado la respuesta pero aparentemente íbamos a sacar los sexos de un sorteo el viernes y tendría que esperar a leer el papel de su mano. Odiaba no saber que era lo que sucedería. Rosalie nos contó como descubrió a Emmett ‘masageandose’ sus pechos la noche anterior. Cuando ella le preguntó que estaba haciendo, su respuesta fue que estaba acomodando el relleno para que parecieran más redondos y parejos. Las lágrimas caían de mi rostro para cuando llegamos a la tienda. Mientras entrábamos, Alice hizo un plan. “Empecemos por la sección de maternidad y entremos al sector de bebes ¿ok?” subimos por las escaleras eléctricas a la sección de maternidad y en una de las góndolas había una montaña de remeras. Rosalie comenzó a reírse “¡Le llevaré esta a Emmett!” en su mano había una remera que decía ‘Bebe en contracción’ con una flecha apuntando al vientre. “¡Lo divertido es que a él le ENCANTARA! Este chico es bastante extraño en ocaciones, pero esto sera divertido. Voy a ver si tienen mas.” Con su meta fijada, Rosalie comenzó a escanear la zona en busca de más remeras. Le vi revolviendo algunas cosas mientras se reia sola. “Solo estaremos embarazadas por otros dos días Alice así que no necesitaremos de mucho.” Las palabras salieron de mi boca y me dio al menos siete remeras y un vestido. “No me llevaré un vestido Alice, me caigo mucho.” “Buen punto, iré en busca de unos pantalones.” Me arrebató el vestido de las manos y lo devolvió a las perchas. Caminé hacia los vestidores y me probé todas las remeras. Tres de ellas eran bastante lindas. Alice volvió con unos jeans que tenían el tiro bajo, miró las remeras que había escogido y me aplaudió. “¡Te estas volviendo una buena compradora, Bella!” estaba orgullosa de mi progreso en el arte de las compras. Rosalie entró a los vestidores estallando en risas “¡Tienen que ver estas remeras!” Ahora tenía un batallón de remeras maternales en las gamas de los rosas y azules. Una de la góndola de rebajas decía ‘para Octubre’ la rosada decía ‘Embarazada y orgullosa’ en letras bastante femeninas, mi favorita, la cual seguro todos estarían de acuerdo que Emmett usaría después de ‘dar a luz’ era la azul marino. Tenia la silueta de una mujer embarazada sentada en el suelo, reclinada sobre sus brazos y decía ‘Sexy y demostrándolo’. Las risas inundaron todo el sector. De seguro la gente pensó que estábamos locas, pero podía imaginármelo en esa remera. “Rosalie, esas son las mejores. ¿Puedes imaginarte la expresión de Esme cuando Emmett se ponga esas remeras?” la visión de Esme comenzó a hacernos reír una vez mas. Salimos de los probadores y pagamos rapidamente todas las prendas y fuimos hacia el sector de bebes. En unos quince minutos, Alice se las arregló para completar los guardarropas, hasta medias para nuestros bebes ficticios. Terminamos comprando todo en rosas y azules para estar preparadas. Compramos unas remeras de ‘amo a mi mama’ ‘puedo escupir’ ‘la nena de papa’ y otras remeras con dinosaurios y conejos. Cada remera tenia pantalones a juego y sombreritos para que los bebes no se enfermaran, según Alice. Estábamos a punto de salir de la tienda cuando tuve una idea, una maléfica idea. Me volví rápidamente hacia la única persona que podría ayudarme con ella. “Rosalie, necesito tu ayuda, rapido.” Alice estalló en risas. “¡Bella sera tan divertido! Edward volverá a perder. Ustedes dos vallan a comprar, yo quiero ir a ver otra tienda y nos encontraremos en el auto.” Aun podía escucharle reír mientras nos alejábamos. Le expliqué a Rosalie que había sucedido cuando Edward trató de ayudarme la noche anterior con el vientre y como se había espantado al ver mi corpiño. Viendo hacia donde me dirigía con eso, me guió hacia el área de ropa interior y me pasó tres corpiños. Uno era con estampado de cebra, el otro era rojo fuego y el último un azul real, el color que le encantaba como lucia en mi. “Esto servira. Es mi regalo por mis ganancias de el almuerzo de hoy.” dijo dándome un guiño. Los escondi en el fondo de la bolsa. “Me olvidare de que los vi Bella, no te preocupes.” Sus brazos me envolvieron por los hombros. “¿Te has divertido hoy?” preguntó dulcemente. “Realmente me divertido. ¡Ustedes dos se me están pegando demasiado!” juntamos nuestras cosas y nos fuimos a encontrar con Alice. Dos horas y cuatro bolsas enormes de compras después estábamos en el auto de vuelta a casa. Me senté en el asiento de atrás para poder recostarme. Creí que quizás podría ayudar a mi espalda y podría echarme una pequeña siesta ante de volver a lo de los Cullen. Entramos al garaje de los Cullen, cuándo Alice bajó del auto comenzó a reírse mientras subía las bolsas a su habitación. Pasé por la puerta y traté de entender la escena que tenía frente a mí. Habian tres cuneros blancos en la sala familiar. Ninguno de ellos estaba terminado. Edward estaba mirando detenidamente las instrucciones, rotando el papel, tratando de ver que direccion era la correcta. Jasper balanceaba entre sus manos lo que parecía ser una barandilla mientras trataba de acomodarla en la base de la cuna y Emmett estaba de pie al lado de una cuna que casi tenia alguna pieza en su lugar y estaba maldiciendo. Cuando quiso levantar el manual que había tirado su vientre reboto contra el lado de la cuna haciendo que todo se desplomara. De fondo, Carlisle y Esme se doblaban de la risa. Los chicos estaban tan compenetrados en los cuneros que no se dieron cuenta de que habíamos entrado a la casa. Corrí hacia Esme y Carlisle “¿Que es lo que esta ocurriendo aquí? ¿De donde salieron estas cunas?” Carlisle nos hizo una seña a todas de que fuéramos hacia su oficina y cerro la puerta. “Las ordene de Internet ayer en la noche e hice que las entreguen hoy. Cuando llegaron del instituto estaban esperándoles. Les dije que Alice las había comprado y necesitaba que las armaran. Les di un largo discurso sobre ser hombres y ayudar con sus responsabilidades como padres. Al instante tenían herramientas en sus manos, abrieron las cajas y comenzaron.” “¿Cuanto tiempo llevan con ellas?” Preguntó Rosalie entre risas. Esme lazó “¡Dos horas!” Rosalie rodó sus ojos “Mejor voy alli antes de que Emmett se lastime a si mismo.” La seguia fuera del despacho y corri hacia Edward. El lanzo las instrucciones al suelo. Miré a Rosalie “¿Podrías terminar la cuna del pequeño Eddie, tía Rosalie? Temo que si papi no lo termina, ¡Será una trampa mortal!” Edward se puso de pie “¡Me rindo!” camino hacia Rosalie y le dio un fuerte abrazo. “Te perdono por lo que le hiciste a mi Volvo y desistiré de la apuesta por tu auto en Ebay.” “No es justo Rosalie. Ayudame a mi primero. ¡Yo estoy cargando al bebe por ti!” se quejó Emmett. Alice había vuelto y comenzó a ayudar a Jasper a ensamblar la cuna. Edward me tomó de la mano y me llevó a su habitación. “Te ves muy cansada Bella, ¿Te divertiste?” me sentó en el sofá junto con él. Yo me acomodé sobre su regazo. “¡Crease o no, lo pase de maravilla!” descansé mi cabeza sobre su hombro. “¿Quieres recostarte y dormir una siesta? Realmente no dormiste nada ayer noche.” “En realidad, estoy bastante cómoda aquí. ¿Puedo dormir contigo?” pregunté. Comencé a bostezar y cerré mis ojos. “Por supuesto Bella. Solo relájate.” Sentí su fría mano masajeando mi cintura y escuché mi nana. Finalmente pude dormir. No sabia cuanto tiempo había pasado, pero me sentí renovada. El rostro sonriente de Edward estaba frente al mío. “¿Te sientes mejor?” pregunto mientras apartaba de mi rostro un mechón de cabello. “Mucho mejor. ¿Cuánto tiempo dormí?” él le dio una rápida mirada al reloj “Unas dos horas. ¿Tienes hambre?” “A decir verdad estoy muriéndome del hambre. ¿Tienen algo de comida humana aquí?” La puerta se abrió de golpe y Alice entró en la habitación de Edward. “¡La cena esta lista Bella! ven a comer, hemos estado esperando a que te levantaras.” Le miré con recelo. “¿Cuántos grupos alimenticios incluye mi cena?” no quería repetir lo mismo que el almuerzo. “¡Eres tan gruñona cuanto te despiertas! Esme pidió comida al lugar italiano que tanto te gusta, así que apúrate.” Se dio vuelta sobre sus talones y se dirigió hacia la puerta. Edward me levantó del sofá y me cargó escaleras abajo. Nuevamente, no me quejé y él me dio una mirada. “No me mires así. He cargado este vientre todo el dia y es agotador. ¡Creí que seria bueno que te dejara cargarlo un poco!” aun sonreía cuando me dejo en la silla de la cocina. Estaba más hambrienta de lo que pensaba por que me comí todo lo que Esme había ordenado. Las únicas dos cosas que deje a un lado fueron dos porciones de pan de ajo. Edward se rio. “Alguien tenia hambre.” “Estoy comiendo por dos ¿sabes?” respondí. Por el rabillo del ojo vi a Emmett entrando a la cocina. Rosalie le había dado los presentes de nuestro pequeño viaje de compras y como había predicho ‘sexy y demostrándolo’ estaba sobre su enorme vientre. Comencé a rerir, Edward le miró consternado. “¿De donde sacaste esa remera?” Con sus ojos aun fijos en la mesa dijo “Las chicas me la compraron hoy. Esta buena ¿verdad? De seguro me quedare con esta. ¿hey eso es pan de ajo?” antes de que tuviera tiempo de responder lo tomó y comenzó a olerlo. Rosalie entró a la cocina y pegó un grito “¿Emmett que rayos estas haciendo?” tenia que admitir que era bastante extraño ver a Emmett con comida humana en sus manos. Avergonzado, lo dejó caer sobre la mesa. “Solo lo olía Rosalie ¿que tiene de malo?” se puso nervioso y soltó “Solo por que huele…bien. Solo quería olerlo.” Edward se veia tan confundido como Emmett. Rosalie salió furiosamente de la sala. Escuchamos una puerta cerrarse con fuerza. Me morí el labio para evitar estallar en risas ante lo absurdo que era todo. “No se que me sucedió. Lo siento Bella, espero que no fueras a comerte eso.” Salió de la cocina y de seguro se fue arriba a hablar con Rosalie. Cuando volvimos a la sala familiar me di cuenta que las cunas no estaban allí. “¿Dónde estan las cunas?” Edward señaló a la planta superior. “Jasper puso una en su habitación, una en la de Emmett y Rosalie y ahora que te despertaste supongo que dejo la otra en mi habitación.” Lancé mis brazos hacia el para que me alzara “¡Bueno vamos a verlo!” sin dudarlo un instante me tomó en sus brazos y corrió escaleras arriba. __________________________________________________
Suspiritos: HABILIDADES PATERNALES 101 FAN FIC