Capítulo 13. No Puedes Tocarlo
N/T: lenguaje no recomendado para menores, pero como no puedo impediros leer... deleitaos...
Edward POV
La segunda ronda con Bella fue impresionante y mejor que la primera, igual que la tercera. De todas maneras, tenía que admitirlo, la ronda cuatro las superó a todas. Si solo ella supiese lo que me hacía sentir al mirar hacia abajo y verla gritar mi nombre con sus rojos e hinchados labios a causa de los besos. Sólo pensar en eso me hizo estar listo para la quinta ronda.
Pero ella estaba claramente exhausta, la evidencia de eso era su manera de dormir sobre mi pecho. No podía culparla, pero era consciente de que mañana no podría ser capaz de abrazarla como he sido capaz de hacer toda esta noche. Así que me quedé despierto, simplemente sosteniéndola en mis brazos y escuchando cuando de vez en cuando decía mi nombre y suspiraba.
Se giró, apoyada sobre su estómago. Era mucho más que guapa. Simplemente la miré echada con su pecho subiendo y bajando con su respiración moderada. No pude evitar inclinarme sobre ella y dejar caer un suave beso en su hombro. Suspiró y se volvió a girar, y envolvió su brazo alrededor de mi torso desnudo.
No ser capaz de abrazarla mañana seguramente me mataría. Tendría que hacer cosas que le haría a ella tocarme a mí. Empecé a planear lo que iba a hacer, pero el agotamiento de la noche me venció y me dormí abrazando a mi amor.
Me desperté con Bella dibujando formas en mi pecho con sus dedos suavemente. Le sonreí. “Buenos días, amor.”
“No tan buenos como la última noche.” dijo con una risa, y entonces besó la piel de mi pecho antes de besar mis labios.
La acerqué mas hacia mí, mis labios solo acababan de rozar los suyos cuando hablé. “Ya lo sabes, el atrevimiento se supone que empieza en el desayuno.” Ella solo gruñó al recordárselo. “¿Crees que lo olvidarían si nunca bajamos a desayunar?” Pregunté, esperanzado.
Se rió entre dientes de mi esfuerzo de encontrar una laguna. “Nah, probablemente lo empeorarían para ti, lo que lo haría más duro para mí también.” Dijo. “Era un buen intento.”
Bella POV
Era adorable, intentando encontrar alguna laguna, algún fallo. Pero sabía que no había manera de colársela a su familia. Y hoy iba a ser duro para mí también, aunque decidí que podría divertirme hoy torturándolo. Tuve que esperar años para estar con Edward al final, y él solo se dio cuenta de que me quería hacía unos pocos días. Claramente había estado haciendo las cosas muy fáciles. Sí, hoy iba a sacar mi lado malvado.
“Vale, vamos a ducharnos antes del desayuno.” Dijo Edward y se levantó y salió de la cama. Olvidé que habíamos dormido todavía desnudos, y viendo a Edward en toda su gloria era definitivamente mejor con más luz. Era demasiado perfecto y no podía entender que me hubiera elegido a mí.
“Bueno, ¿vienes?” Preguntó y me pilló mirando fijamente su cuerpo.
“Pensé que tú ibas a ir primero.” Le dije.
Avanzó lentamente encima de la cama hacia mí en una pose casi de depredador. Dios, su cuerpo era alucinante. Era un pecado que tuviera que llevar ropa. “Y yo pensé que la ducha sería una buena manera de decir adiós a mis posibilidades de tocarte hoy.” Dijo con una sonrisa jodidamente seductiva.
Entonces, antes de que supiera lo que estaba pasando, él me había cogido y echado sobre su hombro y empezó a caminar hacia el baño.
La ducha caliente estuvo increíble y quitó los restos de sudor seco que teníamos de las actividades de la noche, y relajó mis músculos. Edward decidió que sería el único que lavara mi cuerpo, así que olvidando la esponja o las toallitas, él enjabonó sus manos y empezó a frotar por todo mi cuerpo.
Empezó masajeando mis hombros por detrás de mí y trabajó hacia abajo. Realmente, la parte del lavado solo tomó un par de minutos. El resto de esa media hora de ducha se gastó con él aprendiéndose cada parte de mi cuerpo, lo que fue alucinante. Pero sabíamos que los demás estaban esperando, así que terminamos la ducha.
“Hey, ¿podrías prestarme una de tus camisas para el desayuno?” Pregunté cuando secó mi cuerpo.
“Umm, no.” Replicó simplemente.
“¿Va en serio?” No podría creer que me hubiera denegado acceso a una de sus camisas.
“No tienes ni idea de lo que me hiciste la última vez que llevaste una de mis camisas. Y sería muy difícil hacer el reto si me provocases así. No quiero que lleves nada increíblemente tentador después de oír que toda mi familia y amigos ya tuvieron fantasías contigo. Así que por favor, solo vístete con algo no muy sexy.”
Era muy mona la forma en que estaba preocupado por no poder tocarme, y estaba segura que lo que hicimos la noche anterior no iba a ayudarle. Pero me vestí con unos simples pantalones vaqueros cortos y un top de tirantes finos para hacer feliz al chico. Después de todo, si iba a torturarlo, esto era lo mínimo que podía hacer.
Así que después de vestirnos, nos encontramos con todos en la cocina.
“Buenos días, animales.” Emmett nos recibió con una risa, con lo que se ganó un manotazo de Rose detrás de la cabeza.
“No necesitamos preguntaros que tal vuestra noche. Jesús, tíos, gritáis más que Rosalie y Emmett. Nunca pensé que vería el día en que no serían los mas ruidosos.” Dijo Jasper y sentí mi cara quemar y volverse de un enfermizo tono de rojo.
Enterré mi cara en el pecho de Edward llena de vergüenza, y él iba a poner un brazo sobre mi hombro antes de ser parado.
“Nop. Lo siento, pequeño y cachondo hermano, pero ahora estamos en el desayuno y hasta...” Emmett miró su reloj, “...las nueve y treinta y cinco de mañana, no puedes tocar a tu encantadora Bella.”
Edward entrecerró sus ojos a Emmett y bajó su mano de vuelta a su costado.
“¿Qué vamos a hacer hoy?” Preguntó Alice.
“Bueno, la verdad es que tenía algunos planes para Bella y yo.” Dijo Edward.
“¿No será un poco duro hacerlo desde que no puedes tocarla? Maldición, no pensaba que serías tan pervertido, Edward.”
“¡EMMETT!” Gritó Edward. “No estaba hablando de sexo.” Se giró hacia mí. “Estaba pensando que quizás podríamos ir a dar una vuelta en bici. Conozco un sendero bonito, y desde luego ir en bici haría mas fácil no tocarte.”
“Claro, suena muy divertido. No he montado en bici en años. Chicos, ¿tenéis alguna que pueda tomar prestada?”
“Claro, amor.”
“Hey, Bella, ¿puedo por favor hablar contigo y con Rose en mi habitación?” Preguntó Alice.
“Claro, Alice. Ahora vuelvo.” Dije a Edward y le dí un beso rápido.
Alice, Rose y yo estábamos en su habitación con la puerta cerrada antes de que Alice se girara hacia mí con una sonrisa diabólica en su cara. “¡Tienes que torturarle!” Dijo con una mirada traviesa.
“La verdad, ya había pensado en eso, y he decidido que lo voy a hacer.” Le dije.
“¡Seh! Allá vamos.” Dijo Rose. “Hazlo un poco duro para él. Oh, ¡te vas a divertir mucho!”
Y sobre eso no había ninguna duda. Me iba a divertir. Casi me sentí mal por él. Casi, pero no. Además, estaba segura de que luego se lo iba a compensar.
Salí de la habitación de Alice a un increíblemente sexy Edward apoyado sobre la barandilla de la escalera esperándome.
“¿Preparada para irnos?” Preguntó.
“Sip. Todo listo. Oh, debería advertírtelo, mi resistencia no es tan buena como la tuya.” Dije con una risa. “Vas a tener que ser paciente conmigo.”
“Te esperaría para siempre.” Dijo, inclinándose hacia mi oreja, procurando no tocar ninguna parte de mi cuerpo. “Y juzgando la pasada noche, pareces capaz de seguirme muy bien.”
Sentí mis rodillas debilitarse mientras un escalofrío sacudía mi cuerpo. “Vámonos antes de que coja el consejo de Emmett de hacer cosas muy poco apropiadas contigo.” Dijo mientras bajábamos las escaleras.
Edward tenía razón, conocía el sendero más bonito que había visto nunca. Me era difícil ir en bicicleta, ensuciándome y todo eso, pero con el sol llegando a través del verde dosel de árboles, casi parecía mágico. Sin mencionar que Edward tenía la paciencia de un santo. Sabía que él podría ir mucho más rápido que mi velocidad de caracol (y sin mencionar que yo estaba mirando alrededor mucho,lo que hacía que fuera más despacio que de lo contrario), pero él iba justo a mi lado todo el camino.
“Ya casi estamos.” Anunció de repente.
“Y, ¿a dónde estamos yendo exactamente?” Pregunté. Realmente odiaba las sorpresas.
“Ya lo verás.” Respondió y me indicó que girara a la derecha.
Al momento, tres árboles abrían paso a una pequeño claro de hierba, con una pequeña laguna enfrente. En medio de la hierba, había una manta extendida con una cesta encima.
Salté de mi bici y bajé el soporte. La forma en que el sol centelleaba en el pequeño claro era preciosa.
“Pensé que sería agradable comer aquí, lejos de los otros por una vez.” Dijo caminando hacia mí.
“¿Cómo trajiste todo esto aquí?” Pregunté. Nadie había hecho nunca algo tan maravilloso para mí.
Se encogió de hombros. “Pedí un favor.” Me reí de lo despreocupado que era y acorté la distancia entre nosotros.
Él dejó sus manos a sus costados y yo envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo besé dulce y suavemente. “Es impresionante. Gracias.” Dije y entonces me aparté de él.
Nos sentamos y empezamos a comer los fríos y cortados sándwiches que estaban guardados en la cesta.
“Bueno, ¿cuál es la cosa más grande que me he perdido en los pasados tres años?” Me preguntó de repente.
“Te refieres además de ti siendo inconsciente de que estaba enamorada de ti?” Reí
Se rió conmigo. “Sí, además de eso.”
Pensé por un momento. “No mucho. Quiero decir, ya te he hablado sobre el instituto y los dos primeros años de universidad, pero nada importante que ahora recuerde. Ya sabes, no pasó nada que realmente me hiciera pensar ‘ahora esto ha hecho que mi semana sea mejor’. No me malinterpretes, me he divertido mucho en estos tres años, pero estaba demasiado ocupada con las clases e intentando no dejar que Alice me comprara un armario entero, que realmente no tenía tiempo para encontrar las pequeñas cosas que me hacían feliz como hacía en el instituto.”
“¿Nada en absoluto?” Preguntó.
“Nada como solía serlo.” Reí. “Recuerda, veamos, ¿estaba en mi sophomore year (4º de la ESO, 2º de BUP o 10º grado para los que no lo sepan) ... así sería tu junior year (1º de Bachiller, 3º de BUP o 11º grado) cuando encontré la pila gigante?
Se rió. “Por supuesto. Recuerdo que la llamaste ‘La Pila Gigante’. Era un nombre muy creativo, de todas formas. Y entonces la guardaste en tu taquilla todo ese año y el siguiente.”
“Oh, y también la tenía en mi senior year (2º de Bachiller, COU) .” Le dije. “Ves, echo mucho de menos las pequeñas cosas como esas. Las pequeñas cosas que por razones completamente desconocidas, te hacen reír y sentirte ligero y libre por solo un pequeño instante. Por solo ese momento. No tuve ninguno de esos últimamente.”
“Vamos a tener que darte una mejor visión de las cosas este verano, eso es todo.” Me sonrió alentadoramente.
“Tengo la sensación de que encontraremos unas cuantas cosas de esas este verano.”
Gastamos el resto de la comida bromeando y teniendo una pequeña guerra de comida, que terminó con pudín de chocolate por toda la cara de Edward y jamón para un sándwich extra en mi pelo.
Edward se levantó y se estiró mientras caminaba hacía el borde de la hierba, justo junto al agua. Había un tranquilo silencio mientras él miraba al agua, y yo le miraba a él. Me levanté y empecé a caminar hacia él, pero mientras caminaba, se me ocurrió una idea.
Verdaderamente no pude evitarlo. Era una oportunidad que no se presentaba a menudo y tenía que aprovecharla. Corrí y presioné sobre la espalda de Edward con mis manos, tirándole al agua.
Emergió con una mirada de pura sorpresa en su cara. Aunque estaba riéndome incontrolablemente, no me perdí la manera en que su camisa mojada se le pegaba a su pecho. Estaba buenísimo con su pelo bronce oscurecido por el agua, goteando.
“Estoy sorprendido Isabella Marie Swan.” Dijo mientras simplemente se levantaba en el agua. Empezó a nadar alrededor con su ropa, y flotó en el agua, con el sol reluciendo en sus ropas mojadas.
Me quité los zapatos y los calcetines, corrí y me tiré de bomba desde el borde de la hierba. Caí justo a su lado, causando una salpicadura que le hizo ir abajo del agua.
Emergí para verlo mirándome fijamente. Estaba muy agradecida de no llevar hoy blanco.
“Estamos pasando mucho tiempo en el agua últimamente, ¿te has dado cuenta?” Preguntó con una risita. Me reí con él, y lo atraje en un beso. Era un beso suave, pero él intentó hacerlo ir a más. Trató de profundizarlo, sin dejar que su lengua tocara mi labio, pero yo me negué a dejarlo salirse con la suya tan fácilmente. Después de un momento o dos, finalmente lamí su labio inferior y él me los abrió ansiosamente, lo que me hizo reírme suavemente.
Pero se comportó y dejó sus manos alejadas de mi. Después de romper el beso, nadamos un par de minutos antes de volver a por nuestras bicis y encabezarnos hacia casa muy mojados.
“¡Whoa! ¿Qué os ha pasado, tíos?” Preguntó Rosalie cuando entramos a la casa húmedos. El aire caliente y el sol ayudaron a secarnos un poco en las bicis.
“Tuvimos una guerra de comida, y pensé que Edward debería limpiarse.” Reí.
“Eres realmente un caso único, Bella.” Dijo Jasper con una risa.
“Tíos deberíais ir a cambiaros. No quiero que mamá y papá vengan a casa con el suelo hecho una ruina.” Dijo Alice, y entonces nos hizo una foto.
“Oh seh, Alice. Pareces muy preocupada.” Dije sarcásticamente.
“Era muy mono, no podía dejarlo pasar.” Respondió.
“Lo que sea, vamos a cambiarnos.” Dije, dirigiendo a Edward a nuestra habitación.
Edward POV
Por muy difícil que hubiese sido hoy, tenía que admitir que estaba muy orgulloso de mi mismo. Me había comportado muy bien para estar deseándola tanto. Y realmente parecía que ella había disfrutado del paseo en bici y el picnic hoy.
“Me voy a cambiar. Ahora vuelvo.” Dijo Bella mientras cogía un nuevo conjunto y se encaminaba a nuestro baño. Es cierto, era nuestro baño ahora. Y esta era nuestra habitación. Algo que nosotros dos compartíamos, y me encantaba que pudiera compartir algo con ella, porque un día tenía la intención de compartir todo con ella.
“¡Ouch! ¡Mierda!” Oí a Bella exclamar después de un sonoro estrépito.
Sin pensar corrí a la puerta del baño y la abrí de un portazo. Ahí, en el suelo, estaba Bella desparramada en el suelo con sus piernas extendidas. Lo único que llevaba puesto era un escaso sujetador y bragas a conjunto. Mis ojos estaban muy abiertos y mis pantalones empezaron a ser apretados.
Realmente quería asegurarme de que estaba bien, pero no podía encontrar mi voz. Mis ojos simplemente rastreaban su cuerpo en esa posición en el suelo. “¿Estás...buena?...Quiero decir, ¿estás bien?” Balbuceé
“Seh, estoy bien. Solo me caí.” Respondió mientras se levantaba. Pero mis ojos no se alejaban de ella. La necesitaba tan desesperadamente y todo lo que hizo ella era estar ahí, ponerse roja y morderse su labio. “Ya puedes irte” Dijo.
“No creo que pueda.” Dije, siendo incapaz de moverme aunque quisiera.
“Apuesto a que puedo hacer que lo hagas.” Dijo seductivamente. ¿Estaba intentando matarme? Caminó hacia mí y arrastró su dedo por mi pecho mientras caminaba fuera del baño y dentro de la habitación.
Ella tenía razón, de repente recordé como mover mis pies y la seguí y la encontré tumbada en la cama.
“Bella, creo que deberías ir a cambiarte.” Le dije.
Ella simplemente se sentó en sus rodillas con las piernas separadas. “Y yo creo que tú deberías quitarte tus pantalones y venir a esta cama.” Replicó.
“He estado intentando mucho no tocarte hoy, y justo ahora, no me lo estás haciendo nada fácil. Por favor, ponte algo de ropa encima antes de que yo...” pero fui interrumpido por ella.
“¿Antes de que tú hagas qué, Edward?” Preguntó con una sonrisa. Entonces se puso a cuatro patas, dejándome una bonita vista de su pecho. “Ahora quítate tus pantalones, y vente a la cama.” ordenó
Hice lo que me dijo y me tumbé en la cama y mis manos agarrando firmemente las sábanas. Por una vez, estaba intentando fingir que Bella no estaba ahí, porque tan pronto como pensaba que ella estaba en nuestra cama, con muy poco cubriéndola, mis manos empezarían a desgarrar las sábanas.
Así que simplemente me tumbé, sin pantalones ni ropa interior puesta, completamente consciente de que estaba completamente erecto. Noté la cama hundirse un poco cerca de mi y supe que Bella estaba ahí tumbada. Apreté más fuerte las manos.
“¿Sabes lo irresistible que eres cuando estás así de duro?” Ronroneó en mi oreja. “No te preocupes, no te voy a hacer nada.” Dijo, como si eso fuese a abatirme. Fue totalmente lo contrario. Quería que me hiciese algo. Algo...cualquier cosa.
De repente sentí su dedo rozando la parte inferior de mi eje, haciéndome temblar. Esto no era justo. Cerré los ojos con fuerza mientras movía un poco la cadera. Después ella arrastró su dedo hacia abajo. Sentí su cuerpo moverse a mi lado, y dejé escapar un suspiro de alivio al pensar que me estaba dejando solo para mi vergüenza.
De pronto sentí su lengua hacer lo mismo que su dedo había hecho. Recorrió la parte inferior de mi dura polla. Y cuando llegó a la cabeza, simplemente la besó y se levantó de la cama. Abrí los ojos y la fulminé con la mirada.
“Creo que deberías realmente ir a cambiarte ahora.” Dijo como si no pasara nada.
“Bella, por favor.” Supliqué. Mi excitación empezaba a ser completamente incómoda.
“Estoy segura de que te puedes hacer cargo de eso tú mismo.” Dijo con un guiñó No podía creerlo. Ella iba a hacerme hacer eso. Volvió a mi lado y se inclinó para besarme. “Quiero verte hacerlo.” Dijo.
Me congelé. “¿Qué?” Pregunté, pensando que la había entendido mal.
Se agachó hacia mi oreja y susurró la cosa más sexy que había oído nunca. “Quiero verte dándole fuerte a tu dura polla pensando en mí mientras yo me doy viéndote a ti.”
Mi respiración se hizo más fuerte y yo simplemente la miré fijamente mientras se quitaba su muy pequeña ropa interior.
“Ahora ve al sofá.” Ordenó. Inmediatamente obedecí y me senté en el sofá. Mi mano se desplazó a mi eje y mis ojos estaban pegados en Bella, que se sentó en el borde de nuestra cama.
Capturó mis ojos con los suyos y entonces, muy lentamente separó sus piernas, dándome una fantástica vista. Empecé a machacarme, anticipando lo que ella estaba a punto de hacerse. Vi como seductivamente desplazó su dedo, abajo entre sus pechos, abajo su estómago, y hacia su entrada. Mis golpes se hicieron más rápidos cuando deslizó su índice dentro de ella y dejó escapar un pequeño gemido. Mi respiración subió junto con la suya, y nos sentamos ahí complaciéndonos a nosotros mismos con la vista del otro. Mis golpes y la fricción se hicieron más rápidos cada vez que ella añadía un dedo y se bombeaba a su misma más rápido.
Finalmente, viendo su orgasmo, finalmente me vine también, derramando el pegajoso fluido por mi mano.
Bella caminó hacia mí, se apropió de mi mano y empezó a lamerla. Entonces, ella cogió sus dedos y los puso en mi boca. Sabía impresionante. Tan bien como la otra noche.
“Bella, necesitas parar. No puedo aguantarlo más.” supliqué. Si empezaba esto otra vez, no había manera de que fuera capaz de guardarme mis manos para mí mismo.
Ella se levantó, me besó dulcemente, y volvió al baño para cambiarse mientras yo dejaba escapar un gran suspiro de alivio. Esto había sido la cosa más dura que había hecho nunca. Honestamente, no sabía que tenía tanto autocontrol. Aunque no es como si yo lo hubiera probado antes.
Bella POV
Sabía que había sido mezquino, pero fue muy divertido, sinceramente no pude evitarlo. ¡Por no decir que fue increíblemente erótico y caliente! Pero no quería destrozarle, así que paré y me vestí. Para ser honesta, estaba completamente sorprendida de que alguien tan perfecto como él pudiera sentir ese tipo de deseos y necesidades hacia mí jamás.
Salí del baño totalmente vestida, y decidí que había torturado a Edward lo suficiente por un día. Pobre chico. Pero no había manera de arrepentirse. Verlo había sido impresionante.
“Supongo que deberíamos salir con los otros antes de que haga algo que te haga estallar.” Dije con una sonrisa de disculpa.
Me sonrió. “Lo apreciaría bastante.”
Bajamos las escaleras para escuchar a los otros discutiendo. Era extraño, nunca discutían.
“¡NO!¡Deja de ser un estúpido fanfarrón!” Le gritó Rosalie a Emmett.
“Jesús, no tenéis fe en nosotros. ¿Dónde está la confianza?” Preguntó Jasper a las chicas.
“¡Jasper, arrogante idiota! La respuesta es no. ¿Cuál es vuestro problema?” Chilló Alice.
“¿Qué pasa?” Pregunté. Nunca los había escuchado gritar así antes, algo horrible tenía que haber pasado.
“Estos dos imbéciles, piensan que pueden hacer una barbacoa, cuando saben perfectamente bien que la última vez, casi hacen estallar la parrilla.” Dijo Rose con voz envenenada.
Edward y yo nos quedamos mirando a las cuatros personas que estaban echando humo delante nuestro... y entonces estallamos en risas. Me reí tan fuerte, que dejé a mi cuerpo derrumbarse y caer al suelo entre histéricas carcajadas. Finalmente, empecé a rodar.
“¡No es divertido!” Dijo Alice, lo que me hizo reírme más fuertemente.
“Chicos,... vosotros... estáis discutiendo...” Tuve que parar para respirar. “...sobre una... barbacoa.” Por fin salió, pero yo empecé a desternillarme de risa otra vez en la última palabra. Por la forma en que estaban gritando cualquiera habrían pensado que se habían sido infieles o algo... pero era sobre algo tan simple como una barbacoa. ¡Era divertidísimo!
Aparentemente todos vieron la gracia, porque se unieron a nuestras risas.
“Bueno, tenéis vuestra barbacoa.” Dijo Rosalie con una risita. “Perdona por gritarte.” Dijo mientras besaba a Emmett.
“Yo también.” Dijo Alice a Jasper. “Y ahora, vamos a montar la barbacoa al estilo Cullen.”
Así que gastamos una hora colgando luces de fiesta mientras los chicos montaban una red para que jugáramos al bádminton y al voleibol.
Cuando terminamos, Jasper y Emmett entraron al patio llevando sombreros de cocinero y delantales que ponían “Besa al Chef” que se ganaron risitas y burlas nuestras.
“Chicos, espero que no os importe si rechazo la encantadora sugerencia que nos presenta vuestros delantales.” Dijo Edward riéndose entre dientes. Jasper y Emmett se encogieron de hombros.
“Está bien, ¡a cocinar!” Gritó Emmett mientras chocaban las manos. El resto del grupo, con cuidado, nos alejamos de la parrilla exageradamente.
“Muy gracioso, tíos. Estallamos una parrilla una vez, y ya nos toman el pelo de por vida.” Dijo Jasper.
Pero ellos se pusieron manos a la obra y pusieron cuidadosa atención a lo que hacían. Tenía el presentimiento de que ellos estaban haciendo todo lo que estaba en su mano para compensarlo.
Un momento después, Emmett anunció que la cena estaba servida y dejó una fuente de redondas hamburguesas en la mesa de picnic. Todos cogimos una y pusimos la guarnición dentro del pan.
Miré alrededor de la mesa para ver a todos mirando fijamente a su hamburguesa, asustados de llevarse una creación de Jasper y Emmett a la boca. Fui la primera en dar un mordisco, con mis ojos cerrados, dispuesta a escupirla. Pero, para mi sorpresa, estaba bastante buena. Después de ver mi reacción, todos los demás tomaron un mordisco y lo disfrutaron también.
“Y dudabais de nosotros.” Dijo Jasper.
“Tú también dudabas.” Lo acusé.
Todos nos zampamos nuestras hamburguesas y a casi todo el mundo le tomaron segundos. Pero cuando la cena estaba acabada, yo estaba horrorizada al ver que ellos de verdad querían que jugara al volley con ellos.
Intenté decirles que no podía sinceramente. Pero insistieron y Alice usó sus malditos ojos de cachorrillo conmigo. Maldita ella por saber mi punto débil. Finalmente accedí, dejándoles saber que se la devolvería.
Y era cierto. Logré dar, chocarme y golpear a todos los de mi equipo, y varios del otro (no queréis saber cómo lo logré). Cuando sugirieron que pasáramos al bádminton, no discutieron cuando sugerí quedarme fuera. Pero Rosalie felizmente se unió a mi, sin apetecerle hacer más ejercicio por ese día.
“Bueno, ¿cómo fue tu día?” Preguntó
“Divertido.” Respondí. “Esto ha sido una manera genial de acabarlo. ¿Qué habéis hecho vosotros hoy?” Pregunté, dándome cuenta de que no tenía ni idea desde que estuve fuera con Edward.
“Oh, ya sabes, un poco de esto y de aquello. Alice intentó llevarme de compras con ella, pero yo sugerí que te esperáramos.” Dijo mientras chocaba mi hombro con el suyo.
“Emm, que bonito de tu parte.” Dije con una risa.
“Vale, ahora seriamente, ¿cómo has torturado a Edward hoy? Dijiste que tenías algo pensado, ahora ¡dispara!” Ordenó girándose hacia mí.
“Bueno...” Empecé a contarle la historia de lo que le hice en nuestra habitación y, por la cara de sorpresa de su cara, diría que lo aprobó.
“Wow. Ni siquiera yo habría podido hacer eso. Estoy muy orgullosa de ti.” Dijo, fingiendo secarse una lágrima de su mejilla.
“Gracias, supongo.” Dije riéndome.
“Vale, tíos, vamos a desmontar todo esto y a ir a la cama. Estoy hecho polvo.” Dijo Jasper. Todos estuvimos de acuerdo y tomó una hora y media fregar la parrilla, recoger todo y limpiar los platos.
“Ha sido muy divertido, chicos.” Les dije. “Y felicitaciones a los cocineros. La cena estaba deliciosa.”
“Vaya, gracias milady.” Dijo Emmett con una reverencia.
“Buenas noches a todos.” Grité mientras subía las escaleras con Edward.
“Hey Eddie, puede ser una noche dura para ti.” Rió Emmett. Simplemente le ignoramos y continuamos caminando.
Suspiré al derrumbarme en nuestra cama. “Ha sido un día divertido.”
“Ha sido un día difícil.” Replicó Edward, tumbándose a mi lado.
“Pero lo superaste bastante bien, creo yo.” Le dije. Le di un rápido beso y me levanté. “Me voy a dormir con una de tus camisas. El único camisón que tengo es muy arriesgado y ya te he torturado lo suficiente por hoy.” Le dije mientras cogía una camisa.
“Gracias.” Suspiró con exageración. Simplemente me reí mientras iba al cuarto de baño.
Me duche, me limpié los dientes y me cambié.
Cuando salí del baño, encontré a Edward en pijama ya rápidamente dormido. Me arrastré a la cama y me acurruqué lo más cerca de él que pude. Besé su mejilla y al instante caí en un pacífico sueño, excitada por mañana, cuando Edward pudiera volver a abrazarme.
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ok ok... no tengo mucho tiempo porque mi vampiro esta enfermito y requiere toda mi atención... esta actualización tiene nombre Alice (gracias nena!!... y creeme todas son importantes es solo que me hablan al mismo tiempo y me vuelvo un poco loquita, pero a todas las adoro!) y solo voy a decir una cosa más...
¡¡ QUE CALOR !!
cuidense, los chocolatotes, suspiren y...
Nos leemos en un tris!!!
Bellany G.
**Tu mielecita con limón soy yo**
luego comento el cap! xoxos!
cuidate
alice