Capítulo 28. No Quiero Dudar
Miraba constantemente mi celular (móvil), sé que es muy pronto para que me llamen pero no puedo evitar estar un tanto nerviosa. Mi papá y Carlisle partieron hoy al amanecer, no sabía por dónde empezarían la búsqueda aunque han estudiado muy bien la trayectoria comercial y las posibles desviaciones del avión. Tenía fe en que pronto me llamarían con buenas noticias.
El supermercado está algo lleno y no quería estar mucho tiempo de pie así que me he quedado en la zona de parqueo, hay una hermosa fuente de agua que ahora está congelada pero prefiero estar sentada, no quiero hacer movimientos bruscos. Afortunadamente Nessie también tenía que hacer algunas compras y he podido pedirle que me acompañe. Me pregunto si a Alice le encanta comprar, porque nunca quiere venir al supermercado, creo que ella tiene serios problemas o padecerá de eso que dijo Jake “compulsivismo consumista selectivo” habrá que ver si eso existe realmente, ellos parecen llevarse mejor ahora que Nessie apareció, al menos mi amiga ya no hace alusión a la forma de vestir o al aspecto de Jake, hasta ha dejado de quejarse de su mal olor que por cierto yo estaba empezando a notar. No es que precisamente oliera a mal, es que con esto del embarazo mi olfato se volvió muy agudo de pronto y el aroma a pescado me da nauseas, sobretodo después de que él me preparara el almuerzo ayer. Nessie lo maneja bien aunque noto una ligera molestia cuando él pasa horas conmigo como ayer, o cuando me llama cada hora como lo ha estado haciendo toda la mañana. Sé que lo hace porque está preocupado y al no estar Edward cree que es su deber protegerme pero no se da cuenta de que a Nessie eso la lastima.
El cielo está gris todo el tiempo, eso no ayuda a mucho al optimismo.
-¿Por qué tan sola linda?- la voz suave y endulzada de James me sobresaltó. Podría parecerme sensual en cualquier otra circunstancia sino fuera por el hecho de que trató de secuestrarme hace un tiempo. Ahora me daba aversión.
- ¡Aléjate de mi o llamo a la policía!- le grité.
- Vamos Bella, no quiero hacerte nada, sólo estaba de paso y te vi. Vine a darle el pésame a mi ex suegra. Sólo eso.
- Pues no me interesa que es lo te que traiga por aquí. Vete.
-Yo también estoy triste aunque no lo creas, Tanya y yo fuimos pareja hasta que descubrí lo de ella y Edward.
- Ella y Edward no tenían nada y tú eres despreciable. Seguro también sabías esto.
- Yo no sabía que ella me engañaba con tu esposo y que se fugarían. ¿Acaso crees que hubiera permitido que me deje sin haberle dado una paliza a él?
- No me vengas con tu postura de hombre engañado. Si no te conociera tal vez te creería.
- Pues me creas no Bella ya no importa. Ahora sólo quiero morir. Dejé a Victoria por su hermana y me he quedado sólo. Creo que recibí una dosis de mi propia medicina. Ojo por ojo. El destino es cruel Bella.
- ¿Si no tienes mas mentiras, podrías irte?
- Claro, no quiero molestarte, nos veremos en el funeral.
- ¿Funeral?
- La semana que viene se organizará el funeral. La familia desea que todo quede sepultado cuanto antes. No sabes la de chismes que se ha desatado en Seattle.
- Pues no iré a ningún funeral.
- Sé que tienes esperanza de que todo sea mentira Bella, yo también lo desearía. Fui un imbécil al creer todo lo que Tanya me decía. Lo siento, perdóname por lo de la otra vez. Sólo quería asustarte. Me di cuenta de que mucha gente te quiere en este pueblo. Debe ser porque eres buena. No debí creerle a Tanya.
- Sólo vete James, lo siento, no puedo creer en ti.
-Comprendo Bella, sólo quería que lo supieras. Yo soy un imbécil que merecía lo que ellos hacían. Pero tu no. Espero que algún día me perdones.
- Si eres sincero creo que lo que estas sufriendo basta. Vete por favor.
James caminó hasta su auto y se marchó. Tenía la mirada triste y el semblante decaído. Parecía que en verdad estaba sufriendo. Yo no podía creerle. No después de todo. O tal vez Tanya era la culpable de todo, ella si había demostrado ser malvada. Fue ella la que planeo lo de drogar a Edward y la que me golpeó en el bosque para que James me llevara. Y engañaba a su hermana. No. No podía darle crédito a James. Él no era tan bueno como pensaba hacerme creer. Cuando Edward volviera me lo aclararía todo
*****
Pasaron dos días más y no tenía noticias. Ni una sola llamada. Las tormentas eran más seguidas al norte y seguro ese debería ser el motivo.
Jake se había pasado el día entero aquí tratando de que yo no hiciera nada. Ya me estaba cansando verlo por todos lados. O tal vez sería esa extraña costumbre de algunas embarazada de tomarle repulsión a alguien. Mi mamá me contaba que ella se lo tomó a un primo que tenía en Phoenix y que pasó por aquí una temporada durante su embarazo. Él era muy torpe y siempre se caía. A eso le achacaban que yo sea así.
- Bien Bella ya encendí la calefacción, deberías abrigarte más. Sabes nunca he tenido un hermanito o sobrino, será divertido poder jugar con Charlicito cuando nazca.
- ¿Charlicito? Charlie suena bien pero ese diminutivo es ridículo Jake. Además mi hijo llevará el nombre de su padre.
- Oh, pensé que tendrías mejores gustos Bella. Quiero decir ya con un Edward es suficiente ¿no? ¿No crees que podríamos buscarle un mejor nombre? Y si fuera una niña si sería genial que se llame como tu. Una pequeña Bellita.
- Ya basta Jake deja de ponerle diminutivo a todo. ¿Por cierto no te echa de menos tu padre en La Push?
- No, me ha mandado a cuidarte. Charlie dijo que estuviéramos pendientes de ti. Y con tu hermano todo el tiempo en casa de los Cullen.
- ¿Emmet está en casa de los Cullen?
- No se separa de su rubia ni para ir al baño, no se que le ve la verdad. Ella tiene una cara de asco. Y cuando no están por allá se la pasan en tu casa. Ya deberían conseguirse un lugar privado. El otro día me los crucé cuando fui a comprar unas botas nuevas, no tienen la menor vergüenza, andan como pulpos.
- No seas tan específico. Con razón casi no viene a verme. Nessie vendrá pronto. ¿Ya la has invitado a algún lugar?
- Pues todavía no me animo. Ella es linda y divertida, cuenta buenas historias y es medio gitana, me estaba enseñando a leer la mano el otro día. Sabes que dijo que tendría tres hijos. Creo que una líneas debajo del dedo meñique. Aquí mira. Yo tengo tres, ¿tú cuantas tienes?
Y tomó mi mano para ver mis palmas, yo me incliné, parecía muy interesante eso de saber cuantos hijos tendría.
- Uno en la derecha y dos en la izquierda. ¿Qué significará eso?- dijo él acercándose más a mi mano. – Ja, esta línea de la izquierda era una manchita- dijo él limpiándola
La puerta se abrió justo en ese instante y yo quité mi mano. Nessie me miraba desde el otro extremo y parecía muy triste.
- Hola Nessie, que bueno qua has venido- le dijo sonriendo. Ojala pudiera hacer que estos dos salgan a dar una vuelta para poder estar sola un rato.
- Mi tía te manda estas fresas, dice que te antojaste ayer cuando miraban una revista.
- Hola Nessie, ¿como has estado?- le preguntó Jake.
- No tan bien como tu- le dijo ella marchándose después de haber puesto las fresas en la refrigeradora.
- Y a ella que bicho le picó- dijo Jake, aún interesado en mis manos.
- No te das cuento o eres ciego- le dije casi gritándole.
- ¿Cuenta de qué?
- Nessie está enamorada de ti. Pensé que lo sabías. Como crees que se siente si estás todo el día conmigo y ahora me estabas tomando de las manos.
- Eso es ridículo Bella. Estoy aquí para cuidarte, ya superé eso de mi fijación por ti. Y ella sólo está impresionada por lo de la otra vez.
- ¿No oíste lo que dijo aquella vez?
- Yo no oí que dijera que me amara. Dijo que le gustaba, que yo era apasionado, arriesgado y fuerte y que la pasó bien cuando la confundí contigo.
- Hombre tenías que ser. ¿Que quieres? Que se ponga un letrero que diga que te ama o que lo publique.
- Si fuera más explícita lo hubiera entendido antes. Ella me gusta mucho.
- Y si no te das prisa alguien más le puede pedir que sea su novia. Mike Newton vino ayer a visitarla y la ha invitado a salir.
- ¿Mike? ¿Ese tarado racista?
- Y es probable que lo acepte otra vez.
- ¿Otra vez?
- Ya han salido juntos. Lo único que digo es que si te gusta deberías darte prisa.
- Lo tendré en cuenta. No me gustaría que saliera con Mike.
Ya estaba llegando a mi límite con Jake y sin noticias de Edward, todo parecía triste.
*****
Había pasado una semana ya desde el accidente y aún sin noticias. Me mantenía informada de las cada vez más continuas tormentas. Nevaba cada día y casi no salía de casa porque temía resbalar ya que toda la calle amanecía con una capa de hielo.
Esme había venido casi todos los días para visitarme y traerme lo que me hiciera falta.
Mientras estaba con Alice esa tarde llamaron a la puerta.
- Yo voy Bells-dijo mi pequeña amiga.
- Buenas tardes. Venimos a ver a Isabella por favor.
Cuando entraron me sorprendí de tenerlas en casa y por su ropas oscuras. Eran Didyme y Heidi. Parecían afligidas.
- Isabella- dijo Heidi sollozando. Su rostro se veía demacrado y deslucido ya no era la mujer sensual y atractiva que conocí.
- Hola Isabella, disculpa que te molestemos pero teníamos que venir- agregó Didyme.
- Claro, siéntense por favor- les pedí. Tenía tanto miedo que me trajeran malas noticias, mi corazón dio un vuelco.
- Hija, veníamos a contarte, no se si has estado al corriente de la búsqueda- dijo Didyme
- Creí que hace unos días la habían suspendido por el clima- les señalé
- Si pero ayer nos llamó la policía. Encontraron el cadáver de mi Tanya al norte, cerca de la Isla San Juan- Heidi rompió a llorar.
- Volamos para identificar el cuerpo y traerlo a casa- dijo Didyme abrazando a su cuñada para reconfortarla.
Sí eran malas noticias. Me llevé instintivamente la mano a mi vientre deseando que mi bebé no sintiera lo que yo sentía. ¿Si ella había muerto, tendría esperanzas de que Edward esté vivo? Por eso no llamaba Charlie. Porque no lo encontraban. Por primera vez contemple la posibilidad de que mi esposo no volviera a casa. Quería ser más fuerte y seguir empeñada en su regreso. Unas gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas. Alice se acercó a mí y me abrazó.
- Tranquila Bells, ten fe. No es bueno que te deprimas, ni para ti, ni para el bebé.
- ¿Un bebé? ¿Estás embarazada?- preguntó Didyme con una ligera sonrisa.
- Si, tengo un mes- dije conteniendo el llanto.
Heidi rompió a llorar desconsolada, no entendía porque pero me asustó su reacción.
- Calma Heidi, no debemos incomodar a Isabella. Ella debe estar tranquila.
- No sé que hacer, mi pequeña niña. Es terrible, no lo resisto.
- Verás- me dijo Didyme entendiendo mi desconcierto –El cuerpo de Tanya estaba terriblemente dañado, los peritos creen que no cayó con el avión, que ella saltó de alguna forma. El hecho es que Tanya tenía 5 o 6 semanas de embarazo. Lo comprobaron en la autopsia. Probablemente ni ella misma lo sabía. Mañana llegarán sus restos así como las muestras del ADN del feto. Harán las comprobaciones necesarias para saber si el hijo que esperaba era de Edward.
-¿Cómo pueden creer eso?- me levanté molesta. Claro que ese niño no era de Edward. Tendría que ser de James.
- Hija, la carta que dejó Tanya es la prueba de que ellos podrían haber tenido un amorío secreto- dijo Didyme con mucha lentitud y sin mucha convicción.
- Eso no es cierto- dije casi gritando.
- Sé que Tanya estaba siempre detrás de Edward- dijo entonces Heidi –Lo acosaba y lo perseguía, debí detenerla y mandarla lejos. Nunca pensé que él alguna vez le haría caso o se dejaría seducir por ella. No vine a hacerte sentir mal Isabella pero debías saberlo. El funeral de mi hija se realizará mañana. Habíamos previsto que fuera un solo funeral para ambos y necesitamos tu aprobación.
- No- dije tajantemente.
- Comprendemos que no lo aceptes pero…- no dejé a Didyme terminar de hablar.
- Si es que alguna vez se realiza el funeral de mi esposo será cuando encuentren su cuerpo, no antes. Y ya que van a realizar una comparación de ADN, también compárenlo con el de James.
- ¿James?- dijo Didyme desconcertada.
- Mi Tanya jamás estaría con el esposo de su hermana- gritó Heidi.
- Mi esposo jamás estuvo con Tanya. Se que no me creerán si les digo que la vi una vez con James, no voy a intentar convencerlas de nada. Pero si ustedes dudan de Edward, yo dudo de ellos y también exijo esa prueba. Y perdónenme pero mañana no podré asistir al funeral.
- Eres tan venenosa como nos dijo Victoria- susurró Heidi.
- Heidi, ella tiene derecho a saber. Si dudamos de Edward, bien puede dudar de James. No perdemos nada- le dijo Didyme conciliadora.
- Claro que haremos las pruebas y te las vendré a traer personalmente en tres días. Sabrás que clase de marido tenías. Yo confío en mi hija- y diciendo esto último Heidi salió precipitadamente de casa.
- Perdónanos hija, no quería importunarte así. Yo también creo en Edward, él es tan correcto como su padre. Ya se aclarará todo. Adiós -Didyme se marchó apenada.
Me quedé muy consternada y triste, todo parecía estar en contra. Las esperanza se me estaba apagando y el tiempo seguía corriendo.
___________________________
mmmmm... se supone que cuando todo esta oscuro es porque pronto va a amanecer no?? entonces porque todo se oscurece mas??! pffff... nada, supongo que tiempo al tiempo y esperemos que todo vuelva a la normalidad...
cuidense mucho, suspiren y...
Nos leemos en un tris!
Bellany C.
**I miss U**