lunes, 2 de noviembre de 2009

ESA NANA

Capítulo 21. Lo siento

“Bella, por favor háblanos”

Mis amigos me habían estado diciendo eso por el plazo de tres horas desde que llegamos a casa. Pero no podía responder. Sabía que debería, pero no me había movido de posición incluso cuando Edward me dejó en el sofá. Pensaron que estaba en shock y que se volvía más preocupante a cada segundo. No los podía ver desde que estaba mirando a la nada, pero podía oír la urgencia en sus voces.

Había escuchado a Edward llamar a su padre hace unos pocos minutos y le preguntó si podía llevarme al hospital. Yo pensé Para qué, no es que esté enferma pero cuando mencionó eso estaba siendo revisada por si tenía heridas, mi mente inmediatamente había vuelto a Jacob, causándome estremecimientos involuntarios.

Jacob había sido arrestado y yo había visto aquello con mis propios ojos. Había recuperado la conciencia y estaba un poco confuso por lo que pasaba. Era bueno que yo estuviera sentada en el coche porque no iba a ser la única que se quedara en su memoria.

Las preguntas de la policía me empezaron a llover y las había respondido en un estado de deslumbramiento; realmente sin saber qué estaba diciendo. Lo hice sin embargo, los volví a llamar hablándoles de Jessica. Y ellos me habían dicho que tan pronto como la encontraran, podría ser arrestada también por ser cómplice.

Flashback:

¿Le gustaría estar presente en el juzgado el día de su juicio?- un oficial me preguntó.

No – Había respondido (No quería ver esos ojos nunca más)

Vale. No es necesario; tenemos todas las pruebas que necesitamos. ¿Quiere ir al hospital y chequearse?

¡No! ¡No voy a ir! – Había chillado, causando la sorpresa en sus rostros.

Vale señor, (Edward), puede llevarla a casa – dijo, guardando su libreta en el bolsillo.

¡Espere! ¿Qué pasa con Jessica? ¿Qué han hecho con ella? – pregunté frenética.

¿Quién es Jessica? – preguntó, sacando su libreta otra vez.

Y se lo conté todo. Cómo ella me había engañado para ir allí y luego cómo me dejo sola con Jacob.

Ahora, después de haberme cambiado de ropa, en contra de mis deseos, fui llevada al hospital de todas maneras.

Sentí un par de brazos elevarme del sofá y sabía inmediatamente, que era Edward. Él le dijo a sus amigos que se volvieran a sus habitaciones ya que estaríamos de vuelta antes de que llegaran a ellas. Tan pronto como salimos de la habitación me entró el pánico e inmediatamente agarré los botones de su camisa. Estaba muy oscuro y silencioso. Miré hacia la luz, con las voces de mis amigos radiando de fondo.

Edward me colocó en el asiento pasajero del coche y me puso el cinturón antes de irse a su lado. Había estado muy preocupado y tierno conmigo desde que me encontró y tenía dudas de que me hubiera engañado; o quizás es muy buen actor…

Aparcó en el parking del hospital y me estaba llevando hacia él. Apoyé mi cabeza en su pecho y pude sentir su corazón latir anormalmente rápido. ¿De qué estaba preocupado?

Sentí su pecho moverse cuando habló con alguien y fui desplazada a una cama. Cuando estaba mirando al techo, escuché a Edward acercar una silla a la cama y sostuvo mi mano. Estuvimos así en silencio por un momento antes de que escuchara entrar a alguien más en la habitación.

Caminó hasta mí y se inclinó hacia mi rostro. Al instante reconocí al Doctor Cullen. Me llamó por mi nombre, me preguntó algo, pero no la respondí. No podía responder. Eso me traería a la realidad ahora y quería estar en cualquier parte menos aquí.

“¿Cuánto tiempo lleva así?” El doctor Cullen le preguntó a su hijo.

“Al menos tres horas. Cuando volvimos Alice dijo que no había dicho nada cuando la lavó y la cambió de ropa. Entonces la sentamos en el salón y sólo miraba al infinito y no respondía a ninguna de nuestras preguntas”

El Doctor Cullen me miraba pensativo antes de que se dirigiera a su hijo otra vez.

“La miraré después de que haya descansado. Si duerme y se despierta, debería volver a la normalidad.”

¿Volver a la normalidad? ¡No quiero volver a la normalidad! Estaba disfrutando este sueño libre de dolor en la que me encontraba.

Pero tan pronto como el doctor terminó de revisarme, me sentí que estaba adormilada; y pronto me quedé dormida.

El sentir estar dormida, lo odiaba. Me sentí sola y vulnerable. No más tarde de pensar aquello, imágenes de esa noche cruzaron mi mente. Jessica, la librería y Jacob; causándome estremecer. Pero cuando mi mente se volvió hacia Edward, pude sentir calma y paz a través de mi cuerpo. Abrí los ojos y lo busqué en la habitación del hospital ¿Dónde estaba?

Estaba sola en la pequeña habitación blanca. Estaba adormecida pero no podía caer dormida sabiendo que estaba sola, Así que, miré a la puerta, deseando que alguien entrara pronto.

Un par de minutos mirando la puerta y finalmente escuché pasos.

Edward me miraba interrogativo cuando entró en la habitación pero simplemente me eché a un lado de la cama para mostrarle lo que quería. Asintió un poco y se acercó a la cama. Después de quitarse los zapatos, se tumbó y me puso en sus brazos. Puse mis brazos alrededor de él cuando empezó a tararear nuestra nana y rápidamente me quedé dormida.

Un movimiento repentino a mi lado me hizo despertar.

“Lo siento” Edward dijo tímidamente. Parecía que se quería bajar de la cama.

“Está bien” dije.

Una mirada de preocupación cruzó su cara.

“¿Qué?” pregunté. Entonces me di cuenta de que fue porque había hablado. “Oh”

Una enorme sonrisa apareció en la cara de Edward y me acercó hacia él. Pero cuando no lo abracé, me echó para atrás mirándome interrogativamente.

“¿qué va mal?” preguntó.

Sabía que debía hablar sobre eso pronto, pero no quería hablar ahora.

“¿Cuánto tiempo dormí?” pregunté, cambiando de tema.

Me miró un momento antes de abrir su boca para contestar “Un rato. Es por la tarde ahora” dijo, señalando con su cabeza hacia la ventana.

La miré y por supuesto, estaba oscuro. ¡Dormí prácticamente el día entero!

Edward bajó de la cama y se llevó la mano hacia el pelo, nervioso. Sabía que estaba pensando profundamente en algo.

Me senté y puse los pies al lado de la cama. Espera un minuto…

“¿Dónde está mi escayola?” le pregunté.

Sonrió “Mi padre dijo que ya estaba bien y se podía quitar.”

Bueno, eso era algo bueno que me había pasado de todo esto. Podría andar solita con mis dos pies.

Dejé caer los pies por el borde de la cama y me senté, esperando que Edward hablara. Se sentó en la cama y se giró hacia mí.

“Bella, ¿Por qué te fuiste la otra noche sin decírmelo?” preguntó.

“No estabas allí”

“Lo sé. Pero te dije que podría llegar tarde; podrías al menos haberme llamado.”

“No estaba segura de que me escucharas, considerando lo ocupado que estabas” remarqué la palabra ocupado para mostrarle que sabía lo que había estado haciendo cuando supuestamente estaba enseñando.

“Estaba ocupado. Sí. Pero eso no significa demasiado ocupado para no responder tu llamada”

Resoplé “¿En serio? ¿A quién enseñabas, a todo esto?”

Parecía un poquito confuso por mi actitud pero respondió, sin embargo “Era Lauren, como sospechaste. Pero no te preocupes, tuve todo bajo control”

Bajo control, ¿Quería decir dejarla hacer lo que quería?

“Lo que sea. Tú me encontraste y eso es lo que importa” dije, intentando terminar la conversación. Si no me iba a volver loca.

“¡No!” gritó, agarrándome por los hombros y girándome para que lo mirara. Debí parecer asustada porque rápidamente me soltó y se quedó de pie.

“¿Qué si no hubieras escrito la dirección y dejado en el sofá?” preguntó mientras retrocedía y avanzaba “¿O si hubiera llegado un minuto más tarde? ¡Hubiera obtenido lo que quería!”

Se paró en medio de la habitación y se llevo al puente de su nariz los dedos índice y pulgar; mientras respiraba hondo.

“Te prometí que no te dejaría que él te tocara, pero ahora, tu probablemente estés con esa marca toda la vida. ¡Y es todo por mi culpa!”

“Bueno Edward, tú me prometiste un montón de cosas el otro día pero se vinieron abajo ayer así que no te preocupes”

“¿Qué? ¿Qué quieres decir?” preguntó, mirándome confundido.

“No actúes como que no sabes nada. Tú estuviste ocupado ‘enseñando’ a Lauren” dije, señalando las comillas con los dedos “Nada de esto fue tu culpa, estaba visto que ocurriría pronto”

“¿Por qué hablas como si no hubiera estado enseñando a Lauren sino haciendo otra cosa? ¿Estás insinuando algo?”

Bien, mi plan de no hablar de esto ahora se fue al carajo también.

“Pues claro que estoy sugiriendo algo. ¡Incluso tengo una foto que lo prueba!” le chillé.

Se acobardó y me miró “No sé del o que estás hablando. Por favor explícame” dijo lentamente, como si estuviese hablando a alguien que le fuera difícil entender.

“¿Quieres que te lo explique?” pregunté. Él asintió.

Salté de la cama y me puse delante de él pero desde que no estaba acostumbrada a andar con mis dos pies, estaba inestable y comencé a caer.

Edward estaba a mi lado al instante, sosteniéndome. Le aparté las manos de mí, ignorando la herida expresión que cruzó su rostro, y me apoyé en el borde de la cama para mantenerme.

“¿Bella?” escuché mi nombre y la furia se apoderó de mí.

Charlie.

Lo ignoré y me giré a Edward “Quiero irme ya”

“pero tus padres están aquí” dijo, moviéndose hacia mi madre y padre.

“¿Qué padres? No tengo ni idea de lo que estás hablando”

Me miró con una expresión sorprendida antes de dirigirse a la puerta. Me giré y lo seguí, tambaleándome un poquito.

Iba a pasar por delante de mis padres en la puerta cuando Charlie me agarró por los hombros y me puso enfrente de él.

“Déjame” dije, en una calmada y fría voz mientras apartaba sus manos.

“Por favor, habla con nosotros” dijo, con una nota de súplica en su voz.

Me giré hasta mi madre y parecía que estaba a punto de estallar en lágrimas. Mi corazón casi se rompe cuando vi que era lo que le estaba haciendo. No estaba enfadada con ella, solo con Charlie. Él fue el único que no me creyó.

Puse mis brazos alrededor de su cuello “Está bien mamá” susurré en su oído “Estoy bien”

Sollozó cuando me separé de ella “Lo sentimos, sentimos el no haber hecho nada antes con él…yo…”

La corté y le sonreí “No estoy enfadada contigo mamá. Tú me creíste e ibas a hacer algo con él. ¿Vale?”

Dejó salir un suspiro de alivio y una ligera sonrisa se formó en sus labios.

“Sólo quiero descansar ahora. Hablaré luego contigo” le dije, y comencé mi camino hasta la puerta donde Edward estaba esperando.

“Bella, por favor” Charlie dijo otra vez.

“Dame una razón por la que debería” le dije, mirándolo.

“Porque te quiero y estoy muy arrepentido” me miró como si estuviera sufriendo pero no iba a perdonarlo tan fácilmente.

“Tú me quieres, pero no tanto como querías a Jacob. Lo sientes, pero no tanto como que tu hijo ideal va a entrar en la cárcel” le solté.

“¿Cómo puedes pensar eso?” preguntó, obviamente frustrándose.

“¿Qué cómo puedo pensar eso? Si no me equivoco, cuando te dije que Jake me estaba acosando, ¡tú lo creíste a él antes que a tu propia hija! Eso me mostró cuáles son tus prioridades”

“No es no quisiera creerte. Pero si te pusieras en mi lugar, lo hubieras encontrado difícil de creer también”

“Pero elegiste no creerme y eso es lo que importa”

“Pero tienes que perdonarme alguna vez” suplicó.

“Claro” dije, sonriendo. Lo observé cuando dio un suspiro de alivio.

“Te perdonaré; pero no esperes que sea pronto.” Cuando me giré para seguir, la expresión triste que emanaba de su rostro fue suficiente para hacerme volver y disculparme por ser tan ruda; pero no lo hice. No le permitiría que me tuviera.

Caminé hasta Edward y lo seguí cuando caminábamos hacia fuera del hospital.

“¿Estás segura de que eres feliz con eso que acabas de hacer?” preguntó, refiriéndose a mi conversación con Charlie.

Sabía que me sentiría culpable de ello más tarde. Pero ahora, todo lo que pude sentir era furia.

Crucé mis brazos en mi pecho testarudamente cuando me senté en su coche.

Suspiró y arrancó el coche.

“Bella por favor, dime qué pasa. Ibas a explicarme qué iba mal antes de que Charlie nos interrumpiera”

“No. Quiero. Hablar de ello”

No sabía qué me pasaba, era como que si no hablaba de ello, podría pretender que nada ocurrió. Qué patético.

“¿¡Cómo supuestamente vamos a resolver el problema si no me dices cuál es!?” refunfuñó.

¿¡Por qué actúa como si no lo supiera!?

La frustración se estaba apoderando de mí y me sentí como si fuera a explotar como una bomba atómica como no lo soltara pronto.

“¡Eres un bastardo mentiroso!” solté e inmediatamente me llevé la mano a la boca.

Salió de la carretera y me miró

“¿Qué?” preguntó, con una expresión estupefacta en su rostro,

Miré hacia mi regazo “Me engañaste con Lauren” modifiqué.

“¿¡Qué en la tierra te hace pensar eso!?” preguntó, mostrándose increíblemente furioso.

“Tengo una prueba” dije calladamente.

“Bella, ¡no sé qué has visto pero yo nunca te engañaría! ¿Cómo puedes creerte algo tan ridículo?”

Rehusé el mirarlo y no dije nada. Él elevó mi mentón, forzándome a mirarlo a sus ojos.

“Tienes que creerme” susurró.

Quería demasiado creerlo. La mirada que se veía en sus ojos me decía que estaba haciendo de todo menos mentir; pero no podía creerlo. Quiero decir que sólo tiene más sentido que me hubiera engañado.

“¿Pero entonces qué con la imagen de mi móvil?” le pregunté.

“¿Qué imagen?” preguntó, volviendo a levantar el mentón y dejándolo para que no pudiera bajar la mirada.

“Me enviaron una foto tuya liándote con Lauren en una cama”

Frunció el ceño por un momento y se le veía pensativo.

“Probablemente es una foto antigua. Ya sabes, antes de conocerte. Pero cuando volvamos tienes que enseñármela para poder confirmarlo”

¿Una foto antigua? ¡No había pensado en eso!

Me sentí muy mal de haber dudado de Edward. Parecía muy dolido que incluso no podía ni empezar a describir como de arrepentida estaba.

No me había estado engañando. Lauren me había advertido que intentaría algo a su manera y esto probablemente fue a lo que se refirió. Me sentí avergonzada de haber caído tan fácilmente en su trampa.

“Siento no haberte creído Edward”

Apartó la mirada de mí “No pasa nada” dijo, cuando arrancó el coche otra vez y empezó a conducir.

Podría decir que las cosas estaban lejos de ser buenas. Él estaba enfadado porque no lo había creído. ¿Cómo pude hacerle eso a él?

“¿Qué tengo que hacer para mostrarte cuánto significas para mí?” preguntó, sonando exasperado. Parecía más bien que estuviera hablando para él más que para mí.

Suspiré y subí el volumen de la radio. Una pieza a piano llenó todo el coche y me encontré a mí misma relajada en el coche.

“El concierto de piano es en dos días ¿Preparada?” me preguntó, rompiendo el silencio.

Literalmente pude sentir una bombilla brillar encima de mi cabeza ante tal comentario. ¡Perfecto!

“Verdaderamente, me estaba preguntando si lo podría hacer sola” pregunté calladamente.

Suspiró “¿Por qué? ¿No sigues confiando en mí?”

“¿Qué? Por supuesto que confío en ti; sólo quiero hacerlo así. Por favor no te lo tomes a mal”

“Bien” refunfuñó y estacionó en el aparcamiento de los dormitorios.

Cuando entramos a la habitación, le mostré la imagen de mi móvil. Me miró decepcionado y señaló a la pequeña fecha debajo de la foto. La foto fue hecha hace seis meses. Me sentía muy culpable por un segundo y me volví a disculpar otra vez.

Llamé a mis amigos y me disculpé con ellos por mi comportamiento anterior pero lo entendieron todo mejor de lo habitual.

Alice tenía planeado una salida de compras para quitarme de la mente a Jake, especialmente ahora que podía andar. Y Emmett me hizo saber que tenía una visita programada a la cárcel para ver qué tal le iba a Jacob por allí.

Hablamos un poco más pero mi mente no estaba en el presente. Estaba pensando en la cantidad de trabajo que tendría que hacer mañana. No sólo tenía que hablar con cierta Señora Lauren (ohh, estará sorprendida de vernos mañana a Edward y a mí juntos), también tenía que escribir una composición nueva en un par de horas.

Esa noche, cuando nos fuimos a la cama, ya tenía un plan en mi cabeza. No iba a hacer esto para ganar nada más. Lo estaba haciendo para enviar un mensaje oculto. Ya tenía la letra hecha, todo lo que necesitaba era la música. Sólo deseaba que no estuviera demasiado enfadado de hacer el concierto solo. Si lo hubiera hecho conmigo no sería una sorpresa.

Pude sentir a Edward tranquilamente respirar a mi lado y me pegué más a él. Ya estaba dormido.

¿Cómo pude haber dudado de él?

“Buenas noches Edward, lo siento mucho” le susurré, no esperando que me respondiera ya que estaba dormido.

“Está todo bien amor” dijo.

Me helé. No podía ser que hubiera escuchado eso. Debí estar alucinando; ¡eso es lo que yo quería que dijera si estuviera despierto! Sus ojos aún estaban cerrados y no había ningún movimiento.

Quité la imagen de mi cabeza y lo abracé rápidamente, intentando dormirme.

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Bellany G.
**Jamás dudes que yo solo soy tuya**

4 Comments:

  1. Anónimo said...
    Muy lindo el capi, pero que mal con Bella siempre tan impulsiva, pero Edward es todo un caballero, ahhhhh, lo amo, solo espero que en el proximo capi alla una gran reconciliacion jajaja, besos, suspiros sentidos, loquibell
    Valery said...
    genial....
    para ke kiero enemigos si con los amigos estoy peor.

    jajaja estuvo chido me encanto
    grax.
    bsos.
    Anónimo said...
    nena cullen: me a encantado pobre de mi vampiro que zorra lauren como se la quiso jugar a bella bueno muchos besos de chocolate
    Anónimo said...
    Me encanto el capi pero me gustaria que publiques completo estoy muriendo por leer te voy a dar calabazas y estas libre esta noche.

    Espero un super capi el jueves me muero por ver la reaccion de lauren y el plan de Bella sigan asi amo su blog.

    Megan Np

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